Soporte Metabllico en Paciente Critico
Soporte Metabllico en Paciente Critico
Soporte Metabllico en Paciente Critico
Facultad de Medicina
ÍNDICE DE FIGURAS................................................................................................................... 5
RESUMEN ................................................................................................................................. 8
ABSTRACT ................................................................................................................................ 8
JUSTIFICACIÓN ......................................................................................................................... 9
OBJETIVOS ............................................................................................................................... 9
8. CONCLUSIONES................................................................................................................ 44
9. BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................. 46
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 2: Grados de estrés metabólico según índices proteicos, glucémicos y respiratorios ... ¡Error!
Marcador no definido.
Figura 3: Principales causas orgánicas de ingreso en la unidad de cuidados intensivos ........... ¡Error!
Marcador no definido.
Figura 4: Esquema del circulo vicioso entre situación crítica – fallo gastrointestinal – FMO.... ¡Error!
Marcador no definido.
Figura 5: Ejemplo gráfico de los diferentes tipos de accesos enterales. ............. ¡Error! Marcador no
definido.
Figura 6: Ilustración sobre accesos venosos centrales y periféricos en nutrición parenteral ... ¡Error!
Marcador no definido.
Figura 7: Requerimientos proteicos en los pacientes críticos según su estado patológico ...... ¡Error!
Marcador no definido.
Figura 8: Límites establecidos por la SENPE en cuanto al aporte de calorías, dextrosa, aá y grasas
.............................................................................................................. ¡Error! Marcador no definido.
5
Figura 9: Guía para la dosis de grasa intravenosa, expresado en g/kg/día ......... ¡Error! Marcador no
definido.
Figura 10: Requerimientos diarios de electrolitos intravenosos en diferentes edades ............ ¡Error!
Marcador no definido.
Figura 11: Composición vitamínica de los preparados en nutrición parenteral .. ¡Error! Marcador no
definido.
Figura 12: Composición de los elementos traza de las preparaciones comunes en nutrición
parenteral............................................................................................. ¡Error! Marcador no definido.
ÍNDICE DE ABREVIATURAS
AÁ = Aminoácidos
CI = Calorimetría Indirecta
NE = Nutrición Enteral
6
NO = Nutrición Oral
NP = Nutrición Parenteral
PC = Paciente Crítico
7
RESUMEN
El paciente crítico presenta un conjunto de alteraciones metabólicas y orgánicas, cuyo tratamiento
y seguimiento nutricional inadecuado conduce a la desnutrición, con efectos negativos en su
pronóstico. Para ello, se hace uso del soporte nutricional, el cual, según una serie de características,
permite apoyar nutricionalmente al paciente en UCI, consiguiendo beneficios a diferentes niveles.
A pesar de ello, emplear técnicas inadecuadas o ajustes imprecisos da lugar a diferentes
complicaciones que pueden comprometer la salud del paciente, por lo que adaptar el tipo de aporte
y las dosis de los nutrientes necesarios según el sujeto, y seguir las pautas de los protocolos, se
convierten en puntos críticos del tratamiento nutricional. En este trabajo, además de estudiar las
alteraciones metabólicas y orgánicas del paciente crítico, se abordan los conocimientos y directrices
actuales que responden a cuestiones tan importantes como cuál es el mejor momento de aplicación,
la vía, la dosis y la composición de la terapia nutricional en el paciente crítico.
Palabras clave: Paciente crítico, alteraciones metabólicas, UCI, soporte nutricional, nutrición
enteral, nutrición parenteral.
ABSTRACT
The critical patient presents a set of metabolic and organic alterations, whose treatment and
inadequate nutritional monitoring leads to malnutrition, with negative effects on their prognosis.
For this purpose, the nutritional support is used, which, according to a series of characteristics,
allows nutritional support to the patient in the ICU, achieving benefits at different levels. Despite
this, using inappropriate techniques or imprecise adjustments leads to different complications that
can compromise the patient's health, so adapting the type of intake and doses of the necessary
nutrients according to the subject, and following the guidelines of the protocols, become critical
points of nutritional treatment. In this work, in addition to studying the metabolic and organic
alterations of the critically ill patient, current knowledge and guidelines are addressed to answer
such important questions as the best time of application, route, dose and composition of nutritional
therapy for critically ill patients.
Keywords: critically ill patient, metabolic alterations, ICU, nutritional support, enteral
nutrition, parenteral nutrition.
8
JUSTIFICACIÓN
Los procesos de alimentación y nutrición son esenciales en todos los seres vivos, permitiendo
mantener el adecuado funcionamiento de sus funciones vitales.
En los pacientes hospitalarios, donde se incluye a los pacientes de la Unidad de Cuidados Intensivos,
el apoyo nutricional incrementa su importancia, puesto que las alteraciones fisiopatológicas
provocan un empeoramiento del estado nutricional, que sin un adecuado control y tratamiento
generan un aumento de la tasa de complicaciones, así como el riesgo de morbi-mortalidad.
De forma general en el paciente crítico, la pérdida del perfil nutricional saludable se debe a una
menor ingesta y un mayor gasto y/o pérdida de sustratos, energéticos y no energéticos, generando
y/o agravando el déficit nutricional, atendiendo a que cuanto mayor es la gravedad y/o duración del
estado crítico, mayor es la sensibilidad a la desnutrición.
El objetivo del soporte nutricional en el paciente crítico se basa, a grandes rasgos, en conseguir un
estado nutricional adecuado, cubriendo las demandas energéticas y no energéticas que permitan
hacer frente al estado de hipercatabolismo.2 Por lo tanto, la aplicación óptima del tratamiento
nutricional, ajustando individualmente y de forma adecuada las diferentes variables al estado del
paciente crítico, no solo permite mejorar el pronóstico del paciente, sino que el esfuerzo sanitario
será menor a todos los niveles.
OBJETIVOS
Los objetivos de esta búsqueda bibliográfica se resumen en:
1. Analizar las diferentes fases y alteraciones metabólicas y bioquímicas del proceso crítico.
2. Identificar las principales herramientas empleadas en el cribado y seguimiento nutricional
en la Unidad de Cuidados Intensivos.
9
3. Plantear los aspectos importantes del soporte nutricional, desarrollando las características
de sus diferentes tipos, y conociendo sus principales complicaciones.
4. Conocer los aportes nutricionales generales del paciente crítico, recopilando las
recomendaciones de mayor actualidad y evidencia científica en el ámbito clínico.
DISEÑO Y METODOLOGÍA
Este trabajo se basa en una revisión de la bibliografía actual de mayor evidencia clínica que rodea al
paciente crítico, sin olvidar las bases conseguidas, mostrando la gran relación existente entre la
nutrición-dietética y la preservación de la salud.
Para ello, las fuentes de información utilizadas han sido estudios obtenidos de las bases de
investigaciones biomédicas -Pubmed y Chochrane library, principalmente-, así como los protocolos
facilitados por el personal de la UCI del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, y el aportado
durante el Prácticum clínico. Además, las recomendaciones y pautas clínicas establecidas por las
guías nutricionales European Society for Parenteral and Enteral Nutrition (ESPEN)3, American Society
for Parenteral and Enteral Nutrition (ASPEN)4 y Sociedad Española de Nutrición Clínica y
Metabolismo (SENPE)5 se aceptaron como premisas irrefutables, siendo la base de este trabajo.
Por último, agradecer la información aportada por la tutora Lucía Citores, así como el material
facilitado por el entorno universitario y clínico en el grado, especialmente los protocolos empleados
en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínico Universitario de por Valladolid, y
documentos de las prácticas sanitarias.
10
1. EL PACIENTE CRÍTICO
El paciente crítico es aquel que requiere el ingreso en la unidad de cuidados intensivos debido a una
enfermedad aguda o de aparición súbita, sin sintomatología previa, o debido a complicaciones de
enfermedades crónicas, alterando la homeostasis corporal y, en consecuencia, manifestando una
serie de signos y síntomas que reflejan la lucha del organismo frente a esa agresión, lo que se
denomina estrés metabólico, que puede afectar al correcto funcionamiento de órganos y sistemas,
provocando un fallo multiorgánico, e incluso la muerte del paciente.6
11
- Fase de hipercatabolismo agudo tardío: en esta etapa se observa una disminución de la
degradación proteica muscular en respuesta a la administración de sustratos
proteicos/aminoacídicos.
La fase aguda o catabólica se caracteriza por un acentuado hipercatabolismo proteico, junto a un
hipermetabolismo leve o moderado, el cual no es superior al 10% del gasto energético en reposo.7
La duración dependerá del estado nutricional previo a la lesión, duración y gravedad de la fase
catabólica, adecuación de la terapia nutricional y de otras intervenciones clínicas.
12
respiratorio aumentan su función para poder responder a la alta demanda de sustratos por parte
de los tejidos, además de producirse los siguientes cambios metabólicos (figura 2):
Este balance hormonal da lugar a un estado catabólico, cuya función principal es la liberación de
sustratos energéticos al torrente sanguíneo mediante procesos oxidativos como la glucogenólisis,
gluconeogénesis, proteólisis y lipolisis, con el objetivo de suministrar energía a los órganos y tejidos
vitales.7 Además, el estado inflamatorio crónico genera otras alteraciones hormonales en el
paciente crítico, caracterizadas por un hipercortisolismo mantenido con efectos antiinflamatorios y
hemodinámicos positivos, así como un posterior aumento de la sensibilidad a infecciones; aumento
de la hormona del crecimiento con resistencia periférica; y reducción de los niveles de T3 que
permite preservar los sustratos energéticos al reducir el gasto periférico.9
13
CO2 aumenta, generando, en primer lugar, una hipoxia de los tejidos, y posteriormente, una
alcalosis respiratoria.7,10
14
hipercatabolismo proteico, e inhibiendo su captación anabólica periférica,7 la cual presenta unas
tasas entre 18 – 30 gramos al día al final de la fase Flow.14
La proteólisis, la cual aumenta en una proporción de 3-4 veces en el estado crítico, se produce
principalmente en el tejido muscular, especialmente el esquelético, además de en el tejido
conectivo e intestinal. En el músculo esquelético predominan los BCAAs, entre los que se encuentran
la leucina, isoleucina y valina, y cuya degradación permite obtener sustrato gluconeogénico, así
como un aumento en la producción de lactato, glutamina y alanina.7 Estos aminoácidos pasan al
torrente sanguíneo, viajando al hígado, donde se degradan con el objetivo de eliminar la porción
nitrogenada y emplear el cuerpo de carbono como sustrato.
El grupo amino obtenido en forma de amonio (NH4+) es tóxico para el organismo en cantidades
elevadas, por lo que debe eliminarse del organismo, pero primero debe convertirse en urea a través
del ciclo de la urea.7 La capacidad máxima de conversión de urea en los hepatocitos del PC es de
hasta 1,9 g de proteína/kg/día, muy por debajo de los valores en estado de salud (3,8 g/kg/día),7 por
lo que será importante ajustar el aporte proteico para evitar exceder la capacidad de depuración,
atendiendo tanto a los niveles de urea como de amonio.7 Esta urea obtenida es transportada en la
sangre y filtrada a su llegada a los riñones, formando parte de la orina para su excreción, evitando
sus efectos tóxicos por acumulación.
En cuanto al esqueleto de carbono, su oxidación tiene múltiples aplicaciones:
• Sustrato de la gluconeogénesis, mediante las rutas metabólicas denominadas Ciclo de Cori y
Ciclo de glucosa-alanina, las cuales se ven limitadas por la resistencia insulínica inducida por las
hormonas.7,8
• Síntesis de proteínas de fase aguda positivas y degradación de los reactantes de fase aguda
negativos, los cuales son empleados para la síntesis de los primeros.
•
Síntesis de proteínas del sistema inmune y activación de mecanismos de defensa del
organismo.7
•
Cicatrización de heridas y úlceras.7
•
Mantenimiento estructural de órganos vitales.7
Las grandes pérdidas de nitrógeno corporal, con valores entre 100-150 mg/kg/día en orina,14,15 junto
a la disminución de su síntesis que se da en el paciente crítico, provocan un aumento del balance
nitrogenado negativo, indicador primordial de la pérdida de proteínas plasmáticas y viscerales, masa
muscular funcional y desnutrición en la evaluación del estado del paciente en UCI, induciendo un
15
peor funcionamiento orgánico, empeorando el pronóstico general y aumentado la morbi-
mortalidad, principalmente por la aparición del fallo multiorgánico.8
La glutamina actúa como sustrato energético directo e indirecto, es decir, es empleado por las
células de división rápida y como sustrato gluconeogénico. En el paciente crítico se producen
disminuciones de glutamina entorno a un 50 y 80%8, por lo que niveles bajos se correlacionan con
un peor estado intestinal, con aumento de la permeabilidad de la barrera intestinal, y un aumento
de la morbi-mortalidad.14 De la misma manera, la alanina se emplea como sustrato energético de
uso indirecto, siendo necesaria su conversión hepática en glucosa.8 Por último, respecto a la
arginina, se observa un estado deficitario tras su conversión a óxido nítrico en el PC, el cual se
correlaciona con menor cicatrización de heridas y úlceras, menor control de la excreción de
nitrógeno ureico, menor capacidad citostática y citotóxica, y menores niveles de óxido nítrico que
se relacionan con un peor estado cardiovascular, así como un estado inflamatorio alterado.8
Todo esto se traduce en una pérdida aguda de la masa grasa corporal, la cual es un signo
característico de desnutrición, y puede tener efectos negativos debido a la pérdida de ácidos grasos
esenciales, los cuales conforman un 10% del tejido adiposo en adultos.14 Este déficit se ve agravado
cuanto mayor sea la duración sin un aporte dietético de los ácidos grasos esenciales, ácido linoleico
y linolénico, y aparece a la semana de tratamiento nutricional sin grasas, cuyos síntomas clínicos
incluyen descamación de la piel, pérdida de pelo, osteoporosis, retraso de la curación de heridas,
trombocitopenia, anemia y hepatomegalia.2,14
16
Estos AGE son los conocidos ácidos grasos omega 3 y omega 6, cuyos niveles en las membranas
celulares influyen en la respuesta inmune e inflamatoria, tanto aguda como crónica, al actuar tanto
en la estructura y función de las membranas como en la expresión genética.7
17
1.3.2. FUNCIÓN RENAL
Otros de los órganos afectados son los riñones, cuya disminución en sus funciones se manifiesta en
forma de alteraciones hidroeléctricas, desequilibrios ácido-base y alteraciones del metabolismo de
los principales sustratos energéticos.17
En aquellos pacientes cuya actividad renal se ve gravemente mermada, debe establecerse un
tratamiento de remplazo o diálisis. Las características de este proceso en cuanto al estado
nutricional del paciente son una mayor pérdida de proteínas y aminoácidos, así como de sustancias
hidrosolubles (minerales y vitaminas), por lo que debe tenerse en cuenta a la hora de reponer dichas
pérdidas.15
18
presentan en los 3 primeros días de estancia en UCI, son náuseas, regurgitación, vómitos, aumento
del residuo gástrico, distensión abdominal, estreñimiento, diarrea, e intolerancia a la NE.10,1
Figura 4: Esquema del círculo vicioso entre situación crítica – fallo gastrointestinal – FMO.10
Por ello, con el objetivo de prevenir y/o revertir la desnutrición del paciente crítico, es de vital
importancia preservar un adecuado funcionamiento digestivo que permita un adecuado aporte de
nutrientes, preferentemente por vía enteral, evitando las pérdidas asociadas a su disfunción en
forma de diarreas principalmente.14
19
2. EVALUACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL EN EL PACIENTE CRÍTICO
La valoración del estado nutricional en el paciente crítico permite conocer su estado respecto a la
nutrición, así como determinar la presencia de desnutrición o no, clasificándola (energética, proteica
o mixta) y cuantificándola (leve, moderada o severa).20
20
donde destaca el índice creatinina-altura20 y los niveles de 3-metilhistidina8, principales
indicadores del catabolismo proteico muscular.21
o Otros parámetros importantes de valoración nutricional en el proceso crítico son el
recuento de linfocitos, balance hídrico y nitrogenado, perfil lipídico (especialmente de
triglicéridos), niveles de vitaminas y minerales (con mayor importancia al potasio,
sodio, fósforo, magnesio, cloro, calcio, hierro, zinc, cobre y ácido fólico), glucemias y
glucosurias, y los niveles de ácido láctico y de glutamina.9,15
▪
Según la American Diabet Association (ADA) y las guías de la American Society
for Parenteral and Enteral Nutrition (ASPEN)4, las glucemias deben mantenerse
entre 144 y 180 mg/dL, reduciendo tanto el riesgo de hiperglucemia como
hipoglucemia. En pacientes diabéticos el control debe ser más estricto, con
unos valores inferiores a 150 mg/dL.7,16
▪ El balance nitrogenado es un valor útil a la hora de cuantificar la velocidad de
pérdidas nitrogenadas y de respuesta catabólica, así como un buen indicador
de la ingesta de proteína adecuada o excesiva.14 Se puede valorar mediante el
propio balance nitrogenado, o mediante los valores del Nitrógeno Ureico
Urinario Excretado, siendo uno de los principales indicadores del nivel
catabólico del paciente crítico.14,15
Las herramientas de cribado nutricional de uso clínico más común son la Valoración Global
Subjetiva, Mini Nutritional Assessment, Nutritional Risk Screening 2002, Malnutrition Universal
Screening Tool, Nutric Score y Criterios GLIM.20 Dentro de estas, las que presentan menos
limitaciones dentro de la UCI son la VGS21, NRS-2002, MUST y los criterios GLIM, disponibles en el
Anexo 1, puesto que son herramientas desarrolladas por los principales organismos referentes de
soporte nutricional clínico (ESPEN1, BAPEN, PEMSA y FELANPE).22 Además, existen instrumentos que
permiten evaluar la gravedad de la enfermedad en UCI y el riesgo de aparición de FMO, basando
21
sus mediciones en diferentes sistemas corporales críticos, como el respiratorio, cardiovascular,
hepático, coagulación, renal y neurológico; como son las herramientas APACHE II y SOFA.20
Diferentes parámetros, tanto físicos como clínicos y bioquímicos, permiten determinar este aspecto,
y dentro de la UCI destacan 3 principalmente: grado y tipo de disfagia, motilidad digestiva, y
longitud y superficie absortiva del intestino.21
o Los signos clínicos valorados en el paciente crítico que indican intolerancia al soporte
nutricional son la examinación abdominal de síntomas gastrointestinales, el volumen
residual gástrico y la presión intraabdominal, asociados a peor pronóstico.15
o Respecto a los parámetros bioquímicos, destacan la valoración de la relación entre la
funcionabilidad gastrointestinal y los niveles de electrolitos (especialmente de potasio y
magnesio), entre el lactato y el grado de perfusión intestinal, y los niveles de metabolitos
derivados del daño a los enterocitos, entre los que destacan la citrulina y el ácido graso
intestinal unido a proteína.10
3. SOPORTE NUTRICIONAL
El soporte nutricional se define como el conjunto de técnicas y procedimientos que permiten
asegurar el aporte adecuado de energía y nutrientes en pacientes cuya ingesta oral esté
contraindicada, sea insuficiente y/o inadecuada según el estado orgánico, principalmente del tracto
digestivo, y atendiendo a los diferentes procesos diagnósticos o terapéuticos.23
22
Dentro de este objetivo principal, existen objetivos intermedios: 11
Además, desde el punto de vista sanitario, un adecuado soporte nutricional permite reducir los
costes, puesto que las estancias en UCI, las infecciones, el uso de ventilación mecánica y antibióticos
se limitan con un adecuado aporte de nutrientes.7
Los 4 grandes tipos de soporte nutricional se clasifican según la vía de aporte, y son:21
3.3. FASES
Los diferentes tipos de soporte nutricional comparten un protocolo general, compuesto por 2 fases
principales:
23
Dentro de la elección del tipo de soporte, se deben valorar diferentes aspectos antes y durante el
proceso de intervención, los cuales se resumen en:
➢ Las INDICACIONES de cada uno de los tipos, como se abordarán posteriormente, atendiendo a
los requerimientos calórico-proteicos y al estado nutricional del paciente, lo que permite
estimar el tiempo sin ingesta y si es necesario el soporte nutricional.21
➢ La COMPOSICIÓN ajustada de las fórmulas empleadas, tanto cuantitativamente como
cualitativamente según la patología y grado de estrés del paciente crítico. Para ello, es esencial
conocer sus requerimientos a través de diferentes herramientas empleadas con el objetivo de
conocer el gasto energético, el cual depende del metabolismo basal, actividad física y psíquica,
factores ambientales y de la ingestión de alimentos, por lo que pueden variar incluso de un día
para otro según el curso de la enfermedad14, como demostró Kreymann et al.15 en su estudio,
donde los requerimientos de pacientes con shock séptico variaban ampliamente entre las
diferentes fases de la patología.
Dentro de las herramientas que permiten conocer el GER, las ecuaciones predictivas (Harris-
Benedict (figura 5), Long, Ireton-Jones, Penn-State, Carson, etc.) son las más utilizadas en UCI
pese a sus limitaciones de sobreestimación al aplicarse en el paciente crítico; mientras que la
calorimetría indirecta, aun cuando muestra ser el método de referencia16, con grado de
evidencia A, su presencia en UCI es limitada por su alto costo y funcionamiento.7,14
➢ El INICIO de la intervención nutricional dependerá del estado nutricional y gastrointestinal, así
como de la capacidad para alimentarse de forma voluntaria. Las principales guías establecen
que en pacientes con riesgo de o desnutrición previa se debe iniciar antes de 7 días, ya que
retrasar la nutrición aumenta la mortalidad e incidencia de infecciones.17
➢ La PROGRESIÓN del aporte de nutrientes juega un papel importante a la hora de conseguir los
mejores resultados clínicos, y depende del grado de desnutrición del paciente. Las
recomendaciones generales establecen que no se debe aportar el 100% de los requerimientos
calculados al inicio del soporte nutricional con el objetivo de reponer el déficit energético, sino
que debe ser progresivo, con mayor control y lentitud cuanto mayor sea el grado de
desnutrición del paciente crítico, así como en la fase aguda, en la que el aporte exógeno junto
a la producción endógena de sustratos provoca una situación de sobrealimentación que supone
un alto riesgo para el paciente.15,24
24
➢ El CONTROL y SEGUIMIENTO de los diferentes signos y parámetros clínicos permite conocer la
adecuación del soporte empleado, valorando y cuantificando tanto los riesgos como los
beneficios, y aplicando las intervenciones pertinentes.
➢ El FINAL o cese del soporte nutricional debe producirse cuando el paciente crítico alcance como
mínimo el 60% de sus requerimientos calóricos de forma oral, atendiendo a su evolución y a los
diferentes parámetros biológicos.14
Uno de los principales objetivos del soporte nutricional es evitar la aparición de efectos secundarios,
por lo que la monitorización y seguimiento del tratamiento y de los marcadores clínicos resulta una
herramienta fundamental para detectar estas complicaciones.
En relación con el tipo de vía, la nutrición enteral se asocia a una relación riesgo/beneficio más
favorable que la nutrición parenteral, por ello, el aporte venoso genera una mayor cantidad y
gravedad de complicaciones, mientras que la vía enteral supone una herramienta de primera
elección.7
3.4.1. MECÁNICAS
Las complicaciones mecánicas incluyen aquellos efectos secundarios relacionados con el mal uso o
aplicación del equipo material médico, especialmente en la nutrición parenteral, entre las que
destaca la obstrucción o “pellizco” del catéter, siendo la complicación no infecciosa de mayor
incidencia en forma de trombosis y tromboflebitis, al igual que al administrar altas osmolaridades
por accesos periféricos.25
Otras complicaciones pueden estar asociadas a problemas en la inserción del catéter o a una mala
posición de este, generando efectos negativos como neumotórax, hemotórax, lesiones arteriales,
embolias y fístulas21; y asociadas a accidentes dentro del entorno clínico, como desconexiones de
los equipos mecánicos y pérdidas fortuitas, aunque también se han observado otros prejuicios del
soporte nutricional como aspiraciones del contenido gástrico, hemorragia nasal, fracaso en la
intubación y malfuncionamiento de la vía nutri-farmacológica.21
3.4.2. INFECCIOSAS
Este conjunto de complicaciones está causado por la contaminación microbiológica durante el
soporte nutricional, siendo un mayor peligro para aquellos pacientes en UCI que reciben nutrición
25
por vía intravenosa, especialmente en accesos venosos centrales y pacientes con cualquier grado
de desnutrición.21,25
3.4.3. METABÓLICAS
Dentro del paciente crítico, las alteraciones relacionadas con el metabolismo son las más
prevalentes en UCI, independientemente del tipo de soporte empleado.
Dentro de estas complicaciones, una de las más estudiadas y conocidas en el soporte nutricional,
tanto enteral como intravenoso, es el Síndrome de Realimentación (SRA).14,25
26
Este fenómeno, el cual aparece de forma común en las primeras 72 horas de soporte en forma de
taquicardia, taquipnea, fatiga generalizada, edema, hemólisis y miastenia, se observa
principalmente en pacientes severamente desnutridos sometidos a un ayuno prolongado previo
(más de 7 días) cuando reciben un soporte nutricional inadecuado, con altas cargas de forma precoz
que generan una sobrecarga en el organismo.14
4. NUTRICIÓN ENTERAL
La nutrición enteral se define como el soporte nutricional que emplea la vía gastrointestinal, a
diferentes niveles según la fisiopatología, para administrar los nutrientes necesarios al paciente
crítico a través de diferentes tipos de sondas, por lo que se considera más fisiológica que la vía
parenteral al mantener el estímulo enteral, con mayores beneficios que la vía intravenosa.
El estímulo que genera la nutrición enteral en el tracto gastrointestinal, incluso a dosis tróficas (entre
200 a 500 ml con un volumen mínimo de 10-15 ml/hora)7 características de la combinación de NPC
27
+ NET, se asocia a una mayor excitación de las secreciones pancreáticas y biliares, reduciendo el
riesgo de colestasis, manteniendo la función e integridad de la barrera intestinal y de la masa del
tejido linfoide asociado con el intestino, aumentando la respuesta inmune al aumentar la
producción de inmunoglobulinas A y modular la respuesta inmune celular a todos los niveles;
influyendo sobre la flora bacteriana y consiguiendo el equilibrio entre microbiota y huésped;
promoviendo la sensibilidad insulínica al estimular a las incretinas, mejorando el control glucémico
y fomentando un mejor control del estrés metabólico; así como otros muchos beneficios
asociados.10,14
INDICACIONES CONTRAINDICACIONES
1. Pacientes que presentan inestabilidad
1. Incapacidad de cubrir el 60% de los hemodinámica e isquemia mesentérica por
requerimientos mediante la ingesta oral. hipoperfusión esplánica.
2. Adecuado estado anatómico y funcional del 2. Pacientes con un sistema gastrointestinal
tracto digestivo. afectado anatómica, funcional o
patológicamente.
28
o Respecto a las sondas intestinales, la sonda duodenal se caracteriza por una menor tasa
de cuadros diarreicos y una mayor tolerancia a la nutrición enteral que la vía yeyunal,
mientras que esta vía genera un menor estímulo enteral y una menor estimulación del
páncreas, siendo útil en pacientes con pancreatitis.16,21
➢ Técnicas invasivas, en las que se requiere una cirugía basada en introducir una sonda
directamente al tracto digestivo, a través del tejido cutáneo desde el exterior del cuerpo,
recibiendo el sufijo de -ostomías (gastrostomía, duodenostomía, yeyunostomía). Este tipo de
técnicas se emplea en pacientes críticos con NE a largo plazo de varios meses, y se asocian a un
mayor riesgo de morbimortalidad, tanto por la agresión derivada de la cirugía como por los
déficits nutricionales generados.21
29
pacientes con patologías que requieren modificaciones específicas de nutrientes, como diabéticos
o inmunodeprimidos, se emplean las fórmulas específicas o especiales.16
Una vez seleccionada la fórmula, deben establecerse los siguientes factores del soporte enteral,
tomando como referencia el protocolo del Hospital Clínico Universitario de Valladolid para el
paciente crítico, disponible en el Anexo 3:
30
Intensive Medicine establece como velocidad de infusión inicial unos valores entre 10 y 20 ml a
la hora.21,27
✓
La valoración del volumen de contenido gástrico es considerada un indicador de la intolerancia
a la nutrición enteral cuando los volúmenes superan los 150 ml. El VRG se asocia a una mayor
colonización bacteriana y aumento del riesgo de broncoaspiración y neumonía, por lo que se
recomienda cesar la nutrición enteral, con un inicio a la mitad de velocidad de infusión y
aumento progresivo según los signos clínicos.21
✓ El final de la nutrición enteral debe producirse cuando el paciente crítico es capaz de cubrir más
del 60% de los requerimientos con alimentación oral, o cuando la gravedad de la situación se
define como una contraindicación de esta, haciendo uso de la nutrición parenteral.14
5. NUTRICIÓN PARENTERAL
La nutrición parenteral se define como el soporte nutricional que emplea la vía intravenosa
mediante catéteres a diferentes niveles para el aporte de nutrientes en su forma elemental, por lo
que es considerada la técnica menos fisiológica del tratamiento nutricional.
Los principales factores que deben tenerse en cuenta a la hora de prescribir nutrición por vía
parenteral son la naturaleza y gravedad de la patología de base, el estado nutricional previo, el
pronóstico y las expectativas clínicas del paciente crítico.21
INDICACIONES CONTRAINDICACIONES
1. Pacientes estabilizados hemodinámica e
1. Pacientes con inestabilidad hemodinámica e
hidroeléctricamente, con marcadores de un
hidroeléctrica que presentan un estado
estado cardiorrespiratorio estable.
cardiorrespiratorio inestable.
2. Pacientes en los que se prevé que no puedan
2. Pacientes en los que se prevé una duración
nutrirse por vía oral o enteral en los próximos 5-
de NP inferior a 5-7 días.
7 días.
3. Pacientes bien nutridos con bajo riesgo
Pacientes que presentan contraindicaciones a la
nutricional con previsión de comenzar NE o NO
nutrición oral y enteral, principalmente por
en los próximos 4 días, y con estancia corta en
alteraciones funcionales, anatómicas, o
UCI.
situaciones que requieren reposo GI.
4. Pacientes con el tracto gastrointestinal
3. Pacientes con desnutrición moderada y grave
funcionante que presentan indicaciones para la
que presentan hipoalbuminemia o desnutrición
nutrición enteral u oral.
proteica severa.
Tabla 3: Principales indicaciones y contraindicaciones de la nutrición parenteral. 11,14,17,21,23,24,25
31
Las indicaciones de Nutrición Parenteral Complementaria se resumen en su aplicación a pacientes
con nutrición enteral que no cubren el 60% de los requerimientos al 4º día, o en pacientes que no
cubren requerimientos durante 2 días consecutivos. Según las indicaciones de la ESPEN3 2018, en
pacientes que presenten intolerancia al 3er día de intento de NE por fallo intestinal, debe iniciarse
NPC junto a la NE a dosis tróficas, o NPT en su caso.15,16,24
32
restricción calórica (osmótica); o Nutrición parenteral complementaria cuando sinergia junto a la
nutrición enteral u oral.2,11,17 En cuanto a la composición de la fórmula, los nutrientes se encuentran
en su forma simplificada, caracterizados por una concentración máxima de dextrosa del 10% y un
alto porcentaje de lípidos respecto al resto de macronutrientes, ya que permiten aumentar la
densidad energética sin comprometer su osmolaridad. Además, el aporte de lípidos favorece un
menor riesgo de padecer flebitis, por lo que su presencia en las fórmulas es fundamental.2
Por otro lado, el nombre de total deriva de su capacidad para poder cubrir al 100% los
requerimientos nutricionales, ya que se emplean fórmulas con osmolaridades superiores a 700 –
900 mOsm/L, por lo que este tipo de soporte permite administrar altos volúmenes de líquido y
grandes concentraciones de nutrientes sin limitaciones en la tasa de infusión.11,17,25,27 En el Anexo 4
se encuentra el árbol de decisión empleado a la hora de establecer este tipo de nutrición parenteral.
Respecto a su formulación, cabe destacar que la vía central permite emplear fórmulas con una alta
densidad energética, con concentraciones de dextrosa superiores al 12,5 %, sin comprometer la
salud vascular del paciente crítico en forma de flebitis y trombosis.2,23,25
33
La composición de estas fórmulas se basa en nutrientes en su forma elemental, formadas por
carbohidratos en forma de glucosa y dextrosa al 20%, emulsiones lipídicas animales (pescado) y
vegetales (AOVE, soja) al 20% compuestas por combinaciones de LCT y MCT; y proteínas en forma
de aminoácidos al 10-15 %, tanto esenciales como no esenciales, en proporciones variables según
la patología de base del paciente crítico.25 Además, estas fórmulas aportan cantidades variables de
vitaminas y oligoelementos, así como un volumen hídrico que varía entre 800 y 2500 ml al día.2
✓ El INICIO del soporte nutricional parenteral debe ser precoz cuando esté indicado, con un aporte
aproximado de 1/3 de los requerimientos, y un aporte progresivo y controlado hasta alcanzar
el 100%.24
✓ PROGRESIÓN Y SEGUIMIENTO: Una vez iniciada la terapia nutricional, el aporte calórico total
debe aumentarse de forma progresiva según el estado nutricional del paciente, al igual que en
la NE. Por ello, como norma general, se establece que el paciente crítico reciba las calorías de
su gasto energético en reposo o el 75-85% de las calorías diana, con un aumento progresivo
hasta alcanzar el objetivo final a los 3-4 días.21
✓ Respecto al MÉTODO DE ADMINISTRACIÓN y RITMO DE INFUSIÓN, la nutrición parenteral se
clasifica en cíclica o intermitente y continua.25,27
o La infusión continua, a ritmo estable durante las 24 horas, es el método seleccionado
al iniciar la NP en el paciente crítico debido a su mayor tolerancia respecto a la ciclación.2
o Tras el aumento de la tolerancia a altas cargas nutricionales, la infusión de nutrientes
se periodiza a lo largo de las 24 horas, con una ventana que abarca de 10-12 horas
diarias de forma general, denominada infusión cíclica o intermitente. Estos ciclos
permiten disminuir el riesgo de esteatosis asociada a la NP, así como brindar una mayor
calidad de vida al paciente; sin embargo, puede aumentar el riesgo de deshidratación
en determinados pacientes.25
34
✓
En cuanto al FIN O DETENCIÓN DE LA NP, las recomendaciones generales establecen que debe
reducirse, gradualmente y a la mitad, la tasa de infusión durante las 2 horas previas a la
detención de la NP, así como reducir progresivamente la concentración de dextrosa. En los casos
en los que la NP se interrumpe rápidamente, se recomienda emplear una infusión de dextrosa
al 5-10% durante 1 hora tras la detención.25
La revisión bibliográfica de este trabajo muestra, con un nivel de evidencia tipo A y B, que los
pacientes críticos que reciben Nutrición Enteral presentan menores riesgos de infecciones y
estancias en UCI respecto a la NP, pero sin diferencias en cuanto a la mortalidad y días de ventilación
mecánica. Además, el retraso al alcanzar los requerimientos nutricionales mediante NE puede
aumentar los riesgos frente a los beneficios que presenta, por lo que, en este caso, la NP sería de
gran utilidad, ya sea en forma total o como complemento de la vía enteral.16,17,23
Por otro lado, la revisión realizada por Lewis RS et al.28 no encontró evidencia suficiente para
establecer si un soporte u otro, o la combinación de ambos, fue mejor a la hora de reducir la
mortalidad, la necesidad de ventilación mecánica y los efectos secundarios, así como que la NE se
asocia a mayores casos de aspiración y neumonía, mostrando que los pacientes con nutrición
intravenosa presentan una mayor incidencia de infecciones, apoyando las ideas del estudio
anterior.28
35
6.1. COMBINACIÓN DE NE Y NP
La combinación de ambos soportes permite cubrir las necesidades totales del paciente crítico
cuando resulta difícil a través de la vía enteral, pero sus beneficios no están bien establecidos.
- La combinación de NP+NE se asoció a una mayor estancia en UCI, así como niveles más
elevados de albúmina y prealbúmina respecto a la NE.
- En cuanto a la mortalidad, infecciones, complicaciones y estancia en UCI, así como los
niveles de transferrina y proteína C reactiva, no se obtuvieron diferencias significativas al
comparar la combinación de NP+NE y la NE.
Como conclusiones, cabe destacar que la NE es más fisiológica, más económica y con menor tasa de
complicaciones, pero en determinados casos su uso puede resultar perjudicial, por lo que debe
priorizarse los riesgos y beneficios asociados, pudiendo hacer un uso sinérgico de los diferentes tipos
de soporte con el objetivo de cubrir las necesidades del paciente crítico, siempre aportando dosis
ajustadas diariamente, evitando la sobre y subnutrición.14
7. APORTES NUTRICIONALES
7.1. APORTE CALÓRICO
La cantidad de calorías administradas al paciente crítico depende de la fase en la que se encuentre,
siempre teniendo en cuenta que las necesidades son mayores a un paciente sano, por lo que las
principales guías recomiendan calcular diariamente las necesidades y ajustar las dosis.
Las guías ASPEN4 y ESPEN3 establecen las siguientes recomendaciones: “De forma general, los
pacientes críticos deben recibir entre 25-30 kcal/kg peso, incluso en la fase anabólica. Sin embargo,
en la fase aguda de la enfermedad crítica debe reducirse a 20-25 kcal/kg peso.”14 Respecto al aporte
36
calórico en la fase anabólica, Vincent J-L et al.7 establece que para favorecer el anabolismo y
optimizar el tiempo de recuperación debe situarse entre el 100 y 130% del gasto calórico basal.7
Cabe destacar que las necesidades son mayores en aquellos pacientes que reciben NE, entorno a un
5-10% respecto a los requerimientos parenterales, como consecuencia de la termogénesis inducida
por la dieta (TID) y de las pérdidas nutricionales.2
Por último, respecto al aporte calórico en pacientes obesos, la SENPE5 establece que un balance
energético negativo es una herramienta útil en estos pacientes, siempre atendiendo a los signos de
posibles déficits nutricionales específicos.14,16
Cabe destacar que la acción sinérgica de estos dos macronutrientes se asocia a una mayor eficacia
y a una consecución de mayores beneficios en comparación al aporte aislado e isocalórico de
glucosa, por ello, como norma general en el paciente crítico el reparto debe ser: 60% de HCO y 40%
de lípidos, con variaciones según el estado crítico.14
37
El aporte proteico depende del equilibrio nitrogenado, de la patología de base del paciente, así
como de su edad y del grado de estrés que presente. Por ello, niveles moderados y severos de estrés
requieren un aporte proteico que oscila, como muestra la figura 7, entre 1,2 y 2 g/kg/día; mientras,
en pacientes con fallo renal o hepático oscilan entre 0,6 g/kg/ y 1,1 – 1,5 g/kg/día.16,17,25 Las
recomendaciones de las principales guías de nutrición en UCI establecen un rango entre 1 y 2,5 g de
proteínas/kg/día, ya que se ha demostrado que aportes superiores no muestran beneficios en
cuanto a la retención nitrogenada corporal, incluso pueden empeorar la tolerancia al soporte
nutricional. (figura 8)7,14
Figura 8: Límites establecidos por la SENPE en cuanto al aporte de calorías, dextrosa, aá y grasas.14
Se debe tener en cuenta que, tanto en aquellos pacientes críticos con estados hipercatabólicos
como en las fases agudas del propio estado crítico, las necesidades nitrogenadas aumentan. Por
ello, las guías ASPEN4 y ESPEN3 recomiendan aumentar el aporte proteico a valores que oscilan entre
1,3 y 1,5 g/kg/día, pudiendo alcanzar los 2,5 g/kg/día en los casos más extremos.14,17
El control y ajuste del aporte proteico es importante, pero también es esencial un adecuado perfil
de aminoácidos, especialmente en la nutrición parenteral, y en algunas patologías.16 El perfil de
aminoácidos que presenta un mayor beneficio en el paciente crítico, al reducir la toxicidad hepática
y mejorar el balance nitrogenado, es aquel de composición elevada de aminoácidos de cadena
ramificada, cantidades ajustadas de aminoácidos esenciales y bajas en aá gluconeogénicos.7
Una vez tratados los diferentes aspectos generales del soporte nutricional proteico en el paciente
crítico, existen una serie de características propias de la nutrición por vía parenteral. El aporte de
proteínas se realiza en forma de aminoácidos cristalinos, con una proporción entre el 10 y 20% del
valor calórico total (VCT), asociándose a una mejor retención de nitrógeno y una menor aparición
de complicaciones asociadas al aporte excesivo.2 Las fórmulas pueden ser estándar, caracterizadas
por contener aá ramificados en un 20%; o específicas, con un perfil determinado.
38
Las cantidades recomendadas oscilan entre 1,5-2 g de aá/kg/día, o bien 0,25-0,35 g de N2/kg/día,
con valores superiores en aquellos pacientes con niveles aumentados de estrés, en el que el perfil
de aminoácidos se distribuye de la siguiente manera: los aá ramificados conforman el 18-20% y los
aá aromáticos el 8-9%, mientras que aá específicos como el dipéptido alanina-glutamina y la taurina
suponen el 15-16% y 1-1,5% de la fórmula, respectivamente.11
Por último, en la NP se suplementan una serie de aá específicos que han demostrado tener
beneficios en el paciente en UCI, los cuales son:
Atendiendo a las tasas de aclaramiento de la glucosa, se recomienda, con un nivel de evidencia tipo
B, un aporte máximo de 5 g/kg/día11, siendo 2 g de glucosa/kg/día lo establecido por las guías ESPEN3
Y ASPEN4 ya que aportes superiores se relacionan con efectos metabólicos.17 (figura 8). Este aporte
debe ser cuidadoso en aquellos pacientes que presentan desnutrición, ya que se relaciona con la
aparición del SRA.14,21
39
La administración de fuentes hidrocarbonadas en la nutrición por vía parenteral presenta una serie
de diferencias: se administra dextrosa, la cual aporta 3,4 kcal/g, generalmente a concentraciones
entre 10 y 30%,20,25 ya que valores superiores favorecen el crecimiento de candidiasis, mientras que
inferiores pueden sobrehidratar al paciente.11 Por último, respecto a la velocidad de infusión de
glucosa óptima, denominada Glucose Infusion Rate, esta debe administrar de 2-5 mg/kg/min, ya que
valores superiores a 14 se relacionan con un menor empleo de glucosa, favoreciendo la esteatosis
hepática.2
En cuanto al perfil de triglicéridos, encontramos los triglicéridos de cadena larga (LCT) y los
triglicéridos de cadena media (MCT), cuya proporción de estos últimos debe ser inferior al 80% del
aporte lipídico total para conseguir los efectos beneficiosos que reportan la SENPE5, asociados a una
mayor masa mucosa y actividad del borde del cepillo. Se ha demostrado que la combinación de
ambos tipos es más eficiente que el empleo único de LCT, con una menor tasa de
hipertrigliceridemia y de complicaciones a nivel hepático, inmune y endotelial.14
Existen una serie de diferencias cuando estos se aportan a través de una vía parenteral:
40
▪ El aporte de lípidos intravenosos requiere del glicerol para su estabilización, por lo que su aporte
calórico aumenta a 10 kcal/g.25
▪ Su VCT debe ser inferior al 30%, ya que valores superiores se asocian a hipertrigliceridemia.
▪ Según la SENPE3, aportar entorno a un 3-6 % del VCT en forma de ácido linoleico es suficiente
para prevenir el déficit de ácidos grasos esenciales.14
▪ En UCI, el rango establecido por las guías ASPEN4 y ESPEN3 respecto al aporte graso es de 0,7 a
1,5 g/kg/día, con un nivel de evidencia de tipo B.
▪ Respecto al inicio, la recomendación general es comenzar el soporte lipídico al 6º día de ingreso,
con una dosis inicial de 0,5 a 1 g/kg/día y aumento progresivo.7 (Figura 9)
Respecto a las características de la nutrición parenteral, cabe destacar que la fórmula no debe
emplearse como una solución de remplazo de las pérdidas hídricas, ya que el aporte de nutrientes
será excesivo si se aplica de forma proporcional. La NP supone un 85% del aporte hídrico total,
mientras que el 15% restante se administra en forma de fluidoterapia.11
41
7.6. APORTE DE ELECTROLITOS
Los objetivos del aporte de minerales en dosis ajustadas es mantener unas concentraciones
corporales dentro de los rangos óptimos, atendiendo a las necesidades y recuperando las pérdidas,
por lo que, para lograr el perfecto equilibrio, la SENPE5 formaliza que se tienen que aportar las
cantidades necesarias de cada electrolito atendiendo a sus concentraciones séricas, así como
emplear un aporte extra que permita cubrir las pérdidas en aquellos pacientes con altos grados de
estrés.2,14,25
Respecto a la nutrición parenteral (figura 10), la solubilidad de las fórmulas puede verse afectada,
especialmente del calcio y fósforo, por lo que su aporte puede verse limitado.2,25
Al igual que con los electrolitos, deben aportarse las cantidades ajustadas a los requerimientos
diarios junto a las pérdidas observadas.14 La composición de los preparados multivitamínicos
estándar contiene una elevada concentración de vitaminas, con cantidades inferiores de D y K, por
lo que pueden administrarse módulos
de determinadas vitaminas.2 Además,
diferentes estudios recomiendan la
suplementación de tiamina,
especialmente en pacientes con riesgo
de SRA, así como de otras vitaminas
entre las que se encuentran las del
Figura 11: composición vitamínica de los preparados en nutrición
parenteral.25
42
grupo B, C, A, D y K, según los niveles plasmáticos, como muestra la figura 11.
Figura 12: Composición de los elementos traza de las preparaciones comunes en nutrición parenteral.25
43
8. CONCLUSIONES
1) El paciente crítico se caracteriza por presentar un conjunto de alteraciones metabólicas y
orgánicas que se dividen en dos fases: fase ebb caracterizada por el hipometabolismo y la
inestabilidad hemodinámica y la fase Flow por el hipercatabolismo e hipermetabolismo.
2) La valoración de la función gastrointestinal se valora mediante: grado y tipo de disfagia,
motilidad digestiva, y longitud y superficie absortiva del intestino.
3) El seguimiento de los parámetros analíticos en UCI permite un mejor control del estado
metabólico y de la evolución que los parámetros antropométricos. Los métodos de cribado que
destacan su uso en pacientes críticos son VGS, NRS-2002, MUST y GLIM. La calorimetría
indirecta es el método más preciso a la hora de calcular los requerimientos calóricos.
4) El objetivo del soporte nutricional es proporcionar los requerimientos necesarios para evitar la
desnutrición con la consecución del anabolismo, logrando un balance nitrogenado positivo y
mejorando la composición corporal a favor del aumento de la masa muscular, dando lugar a la
consecución de resultados clínicos positivos.
5) Los tipos de soporte nutricional se dividen en Nutrición Oral, Nutrición Enteral y Nutrición
Parenteral, y se componen de dos fases, la primera en la que se debe conseguir la estabilidad
hemodinámica e hidroeléctrica, y la segunda en la que se elige el tipo de soporte nutricional
según riesgo-beneficio y coste-efectividad.
6) Las complicaciones del soporte nutricional se dividen en 3 clases: mecánicas, infecciosas y
metabólicas, entre las que destaca la sobrealimentación, subalimentación, y el síndrome de
realimentación.
7) La nutrición enteral es más fisiológica que la nutrición parenteral, mientras que esta es más
costosa y sus complicaciones son más graves. La combinación de NE + NPC es una herramienta
útil en determinados casos.
8) Las indicaciones de la NE son: Incapacidad de cubrir el 60% de los requerimientos mediante la
ingesta oral, y adecuado estado anatómico y funcional del tracto digestivo.
9) Las vías de acceso de la NE se dividen en invasivas y no invasivas.
10) Las indicaciones de la NP son: Pacientes estabilizados hemodinámica e hidroeléctricamente,
que se prevé que no puedan nutrirse por vía oral o enteral en los próximos 5-7 días, que
presentan contraindicaciones a la nutrición oral y enteral, con desnutrición moderada y grave.
11) Las vías de acceso de la NP se dividen en periféricas y centrales, y su elección depende de la
enfermedad, duración, osmolaridad, volumen tolerado y velocidad y tipo de infusión
44
12) El aporte de sustratos depende del estado nutricional del paciente, la fase crítica, los niveles
séricos y las pérdidas, la relación kcal no proteicas/gramos de nitrógeno, así como otros
factores.
45
9. BIBLIOGRAFÍA
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paciente crítico y valoración del estado nutricional. Grupo de Trabajo de Metabolismo y
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unit. Cochrane Library. 2018;2019(1).
48
10. ANEXOS
ANEXO 1: HERRAMIENTAS DE CRIBADO
ANEXO 1.1 VALORACIÓN GLOBAL SUBJETIVA
49
ANEXO 1.2 NUTRITIONAL RISK SCREENING -2002
50
ANEXO 1.3 MALNUTRITION UNIVERSAL SCREENING TOOL
51
ANEXO 1.4: CRITERIOS GLIM
52
ANEXO 2: ÁRBOL DE DECISIÓN DEL SOPORTE NUTRICIONAL
53
ANEXO 3: ARBOL DE DECISIÓN DE LA NUTRICIÓN PARENTERAL TOTAL
54
ANEXO 4: PROTOCOLO DE NUTRICIÓN ENTERAL UTILIZADO EN EL HOSPITAL
CLÍNICO UNIVERSITARIO DE VALLADOLID.
-Obstrucción intestinal
55
4.- Selección de dieta enteral:
56
Ver algoritmo página siguiente
6.5- Estreñimiento.
57
7.- Bibliografía:
58
ANEXO 5: PROTOCOLO DE NUTRICIÓN PARENTERAL UTILIZADO EN EL HOSPITAL
CLÍNICO UNIVERSITARIO DE VALLADOLID.
59
- Varón: 66,47+ (13,75 x Peso) + (5 x Talla) - (6,76 x Edad) ~ 1Kcal / h / Kg.
- Mujer: 665,1 + (9,56 x Peso) + (1,85 x Talla) – (4,68 x Edad) ~ 0,9Kcal / h / Kg.
60
- Constantes habituales y exploración física: Diario.
8.- Complicaciones:
8.1.- Mecánicas:
-Bolsas contaminadas.
-Fuente hematógena.
61
8.3.- Metabólicas:
-Alteraciones hidroelectrolíticas.
-Hiper/hipo glucemia.
-Hipertrigliceridemia.
-Azoemia prerrenal.
9.1.- Politraumatizado:
9.2.- Sepsis:
62
• Grasas: 1g / Kg / día
• HdC : Lípidos: 70:30
• Kcal Np / g N2: 80 – 150 : 1 (0,6-1,5g prot / Kg / d según ANU y
TCRR)
Soluciones disponibles en HCUV: Valorar también las soluciones de la medicación i.v. AMINOVEN
10% (100g AA; AAE/AAT 0,41; N2: 16,2g/l). AMINOVEN 15% (150g AA; AAE/AAT 0,33; N2: 25,7g/l).
VAMÍN 18 (114g AA; AAE/AAT 0,45; N2: 18g/l) DIPEPTIVÉN 200ml 20g (Alanil-8,2gGLutamina:
13,46g N2: 3g/l). INTRALIPID 20% (100, 250 y 500) e INTRALIPID 30% (250ml)
63