Mehan Un Estudio de Caso en La Política de Representación
Mehan Un Estudio de Caso en La Política de Representación
Mehan Un Estudio de Caso en La Política de Representación
Hugh Mehan.
Los comentarios de Candace West, Jean Lave y Seth Chaiklin a una versión anterior de este
trabajo fueron, muy útiles y mejoraron mucho su calidad.
una relación positiva con el empleador; ser un TRABAJADOR huésped es ser
alguien que contribuye productivamente a la economía porque trabaja. La
formulación CIUDADANO POTENCIAL tiene similares connotaciones
positivas, pero esto sucede en el ámbito de la ciudadanía y la política, y no en
el ámbito de la economía de mercado, como es el caso de la formulación
«trabajador huésped». El «ciudadano potencial» no es todavía un ciudadano
completo, pero se encuentra, en camino de serlo, es decir, de participar
plenamente en la sociedad. La denominación EXTRANJERO ILEGAL
suscita muchas maneras contradictorias de pensar. El término «ilegal» es
simple y claro: se trata de una persona, que está al margen de la sociedad. El
término «extranjero», por su parte, refuerza la idea de que se trata de una
persona extraña, repulsiva, amenazante. Y por último, al representar a este
grupo como TRABAJADORES INDOCUMENTADOS, se expresa que se
trata de personas que contribuyen económicamente pero que lo hacen fuera
de la ley.
De igual modo, un caso reciente de «madre alquilada» ilustra el hecho de
que un bebé recién nacido puede ser objeto de múltiples y contradictorias
interpretaciones. En el caso se discutía si la madre (inseminada
artificialmente) tenía derecho a retener al bebé a pesar de haberse
comprometido a entregarlo al padre. Los que creían que tenía derecho a
hacerlo se resistían a usar la expresión «madre alquilada» y hablaban, en
cambio, de «madre natural». Establecían una analogía entre el caso de la
madre alquilada y las disputas en torno de la adopción, o la custodia de los
hijos después del divorcio. Este lenguaje describe la custodia como una
cuestión que implica relaciones y compromisos interpersonales entre padres e
hijos. Las personas que apoyaban el reclamo del padre (y por lo tanto se
oponían a la madre «alquilada») usaban un lenguaje asociado con los
contratos y las obligaciones legales. Este modo de representación, llevó a un
comentarista a decir que el caso del bebé se asemejaba extrañamente a un
regateo entre dos personas por la compraventa de un automóvil usado (Pollit,
.1987, pág. 682).
En las escuelas se desarrolla cotidianamente una disputa, similar sobre el
significado de un grupo cuando los docentes tratan de decidir si un niño es
«normal» o «anormal», y si debe estar en un («programa de educación
regular» o en un «programa de educación especial». Decidir si los alumnos
son «normales» o «especiales» es una cuestión práctica que se plantea
rutinariamente en las escuelas estadounidenses. Aunque esta actividad es tan
antigua como las escuelas, en la actualidad está sujeta a Formalidades
establecidas por leyes federales y estatales recientes. Hoy en día existen
procedimientos fijados por ley, especialmente por la «Ley de educación para
todos los estudiantes discapacitados» (PL 94-142), que se refiere a la
derivación de los estudiantes a una educación especial. Esta ley, que fue
sancionada para proveer una educación equitativa a los niños y jóvenes
minusválidos en un entorno lo menos restrictivo posible, fija plazos para la
evaluación de los estudiantes, y especifica quiénes participarán en la toma de
decisiones. Por ejemplo, la decisión final acerca de la derivación de los
alumnos debe ser tomada por un comité compuesto por la maestra del niño,
una psicóloga escolar, un representante del distrito escolar, los padres del niño
y, en algunos casos, un médico.
Lo que me interesa, en general, es examinar el proceso a través del cual, a
partir de la ambigüedad de la vida cotidiana, se llega a la claridad de hechos
sociales tales como la «inteligencia», la «anormalidad», la «salud» o la
«enfermedad». En la investigación que describo en este capítulo me detendré
en un aspecto particular de ese interés general: la producción de la identidad
de los alumnos. En resumen, lo que me preguntó es: ¿cómo se produce la
identidad de los alumnos? ¿Cómo se convierte un alumno en alumno de
«educación especial» o de «educación regular»?
Este planteo encuadra mi investigación en la tradición del
«construccionismo social», que se ocupa de las maneras en que las
características estables y duraderas de nuestro mundo cotidiano se reúnen a
través de los procesos históricos y en entornos sociales concretos. Al
constructivista le interesa determinar de qué manera las características
estables de las instituciones sociales, tales como la educación (por ejemplo,
Mellan, Hertweck y Meihls, 1986; McDerrnott et al., 1978 y en este volumen;
Erickson y Schultz, .1982; Levine, en este volumen), la ciencia (por ejemplo,
Latour y Woolgar, 1986; Knorr-Cetina, 1981), la medicina (por ejemplo,
Cicourel, 1981; Eisher y Todd, 1983; West, 1984), la política (por ejemplo,
Nathan- son, 1984, 1987; Mehan y Wills, 1988) y la familia (por ejemplo,
Laing, 1967; Pollner y McDonald-Wikler, 1985; Gordon, 1988), se generan -
y al mismo tiempo se revelan- en el lenguaje de quienes participan en esas
instituciones.
En esta línea de trabajo, se examinan las prácticas cotidianas de las
personas para descubrir en qué forma estas presentan —generan en realidad—
las estructuras sociales del dominio relevante. La idea de estructuras se
maneja en un sentido durkheimiano, es decir, se entiende que son «exteriores
a la situación social inmediata y que la restringen» (Durkheim, 1895/1950).
Además, estas estructuras no pueden modificarse como un acto de la voluntad
individual (Garfinkel y Sacks, 1970). Por otra parte, las estructuras deben ser
algo más que un instrumento de análisis del investigador. Las inferencias
acerca de la estructura social sólo son permisibles cuando el funcionamiento
de esta puede ser localizado en la interacción de las personas.
Un hecho social del sistema escolar: los alumnos discapacitados
Para poder comprender el proceso que culmina en la decisión de enviar a
un alumno a un programa de educación especial o de mantenerlo en las clases
regulares, mis colaboradores y yo (Mellan el al, 1986) estudiamos varios
casos de alumnos que fueron derivados a educación especial, a través del
proceso contemplado en la ley federal (PL 94-142). Durante el año escolar
1978-1979, en el que observamos esta, elección y clasificación, en un distrito
escolar de tamaño mediano del sur de California, 141 de un total de 2.700
alumnos fueron enviados a «educación especial»; 53 de esos casos fueron
estudiados por el comité responsable de tomar la decisión final sobre la
cuestión. La mayoría (38) de los estudiantes evaluados por los comités de
«elegibilidad y colocación» (E y C) fueron incluidos en el programa de
«discapacidades de aprendizaje» [learning disabilities] (un programa en el
que los estudiantes pasan una parte de la jornada escolar en sus clases
regulares y otra parpe en una clase especial); 7 fueron incluidos en un
programa para alumnos «educacionalmente discapacitados» [educationally
handicapped] (un programa en el que los estudiantes pasan toda la jornada
escolar en una dase especial). Es de destacar que ningún alumno fue derivado
a programas especiales fuera del distrito y que sólo uno de los alumnos
evaluados por el comité fue mantenido en la clase regular.
Estas cifras, que representan la cantidad total de estudiantes ubicados en
programas educativos, podrían ser aceptadas convencionalmente como
ejemplo de «hecho social». Además, cada número representa un punto en la
carrera educativa de un estudiante, es decir, su identidad como alumno que
recibe «educación especial» o «educación regular». Por lo tanto, están
representados aquí dos sentidos de la estructura social: uno en forma de datos
totales; el otro representado como identidades sociales.
Dada esta distribución estadística, yo me pregunto: ¿qué prácticas
producen esta organización, estas carreras, estas identidades? Al responder a
esta pregunta me propongo demostrar que estos «hechos sociales» del sistema
escolar se construyen en el trabajo práctico de los docentes en su interacción
de persona a persona y de persona a texto. En mi análisis exploro una manera
de demostrar, siguiendo paso a paso el caso de un alumno a través del proceso
de colocación en programas de educación especial, cómo las prácticas de
rutina de los docentes en su trabajo cotidiano construyen un estudiante
«discapacitado». Los principales pasos de este proceso son «la derivación»,
«la administración de tests para escolares» y «la decisión sobre la
colocación».
A fin de poner al descubierto los arreglos discursivos y organizacionales
que crean descripciones de alumnos en las que estos aparecen como
discapacitados, mis colegas y yo empleamos un conjunto de métodos de
investigación interconectados. Además de observar lo que ocurría en las
clases, las salas de profesores, los gabinetes de psicometría y las reuniones de
los comités, entrevistamos a docentes y padres, examinamos las carpetas de
antecedentes de los alumnos y filmamos en video acontecimientos que
tuvieron una influencia decisiva en la construcción, de la identidad de los
alumnos. Las carpetas de antecedentes nos proporcionaron datos básicos,
como la edad y el sexo de los alumnos, el grado que cursaban, el motivo oficial
de la derivación, su fecha, el nombre de la persona que la hizo, la información
sobre la evaluación psicológica y la decisión final que se tomó. La
información que obtuvimos de los registros escolares fue comparada con la
que nos proporcionaron la observación, la filmación en video, las
conversaciones informales y las entrevistas más formales con docentes del
distrito.
Las observaciones en el aula y el análisis de las grabaciones de algunas
clases nos permitieron, comprender los motivos que llevaron a los maestros a
derivar a los alumnos, y también la relación entre la descripción que estos
hacían del comportamiento de los alumnos y el comportamiento que los
alumnos observaban en el aula. La grabación en video de las sesiones de
evaluación psicológica y de las reuniones del. Comité de Elegibilidad y
Colocación fue el registro de comportamiento que examinamos en relación
con las prácticas de elección y clasificación de los docentes. Este material
sirvió también como documento multipropósito para las entrevistas con
quienes participaron en esos acontecimientos decisivos del proceso de
derivación.
1
Fuente: formulario de derivación obrante en el legajo del alumno.
130 Maestra: Sí, él empieza muchas cosas de esa manera. Parece
que no puede hacerlo. Se queda mirando. Es muy aprensivo, no le gusta acercarse
a las cosas. Pero una vez que pone manos a la obra y termina algo, se siente muy
satisfecho. Entonces yo le digo: «Creía que habías dicho '‘Imposible”. “¿Y
bien?"».
406 Maestra: Como dije antes, cada vez que le doy una tarea nueva
a él le parece demasiado difícil, dice que es imposible, que no puede hacerlo.
Pero yo insisto y le digo: «Vamos, vamos, tienes
que intentarlo». Cuando él termina de realizar la tarea, es algo fantástico, uno
comprueba que lo logró. 2
2
Fuente: entrevista a la maestra, realizada por Alara Hortwedi. En los fragmentos de la
transcripción que reproducimos en este capítulo se han empleado varias convenciones: () »
conversación poco clara; TODO » énfasis; // ~ habla simultánea; (3) =r pausa medida en
segundos.
escolar), la evaluación sólo tuvo lugar en diciembre y enero, es decir, dos
meses después de iniciado el proceso de derivación.
La psicóloga le administró a Shane una batería de tests el 6 de diciembre.
Entre ellos figuraban una evaluación informal llamada Los Tres Deseos, el
Test de Dibujo de la Figura Humana, de Goodnough, y partes del Test de
Inteligencia para Niños, de Wechsler (edición revisada: WISC-R). El Equipo
de Evaluación Escolar se volvió a reunir el 4 de enero. Después de escuchar
un informe sobre los resultados de la primera ronda de evaluación, el comité
recomendó que 1a psicólogo completara, las pruebas. En consecuencia esta
completó el WISC-R y administró el California Assessment Test [Test de
Evaluación de California] y el Test Guestáltico Visomotor, de Bender. El 2
de febrero el comité escuchó el informe de la psicóloga sobre los tests La
psicóloga explicó que Shane tenía un CI verbal de 115. En lectura estaba en
el nivel de un cuarto grado. En aritmética y ortografía su puntaje era de 3,0 y
3,5, respectivamente, lo que lo colocaba por debajo del nivel de su grado. Los
resultados obtenidos en el test de Bender correspondían a. una edad de 7,0 a
7,5 años, mientras que su edad real (en ese momento) era de 9,0 años, lo que
lo colocaba considerablemente por debajo de su nivel de edad. Basándose en
esta evaluación, el EEE recomendó que el caso fuera considerado por el
Comité de Elegibilidad y Colocación a efectos de resolver si correspondía
incluir a Shane en un programa para niños con discapacidades de aprendizaje. 3
Vemos aquí ejemplificado el proceso por medio del cual los pedidos de
ayuda de un maestro se perfeccionan y especifican en un lenguaje oficial. La
maestra había dicho que Shane tenía «dificultad para dedicarse a las tareas
escolares cotidianas». Esa vaga observación se transforma posteriormente en
una evaluación técnica. La capacidad a académica de Shane se expresa en
cifras (CI de 115, edad según test de 7,5). Se lo compara con una pauta
normativa y se llega a la conclusión de que está «por debajo del nivel de su
grado». Ya no es un niño «que necesita ayuda»; ahora es candidato a
convertirse en un niño «discapacitado para el aprendizaje».
Este perfeccionamiento es un elemento esencial del proceso diagnóstico
que crea alumnos discapacitados y perjudica su carrera académica. La
identidad de los alumnos se hace cada vez más marcada cuando pasan del aula
de educación regular al gabinete de psicometría de este a la sala de reuniones.
3
Fuente: Resumen de Evaluación de la psicóloga de la escuela. Este informe también es leído
en la reunión del Comité de E y C que tuvo lugar el 16 de febrero (véase un análisis del informe
en el contexto de esa reunión).
3 Psicóloga: Shane, tiene 9 años y está en cuarto grado. Este... fue derivado debido a
su bajo rendimiento académico y porque le resulta difícil concentrarse en las
tareas escolares. Shane, este... asistió a la Escuela Montessori en el jardín de
infantes y en primer grado; luego ingresó en Carlsberg-bad en, veamos,
septiembre de 1976, y posteriormente en nuestro distrito, en 1978, Al parecer
tiene muy buenas relaciones con sus pares pero sus maestras siempre dicen que la
escritura a mano le resulta difícil. Muy bien. Le gustan, la música y los deportes.
Yo le administré una batería completa de tests y comprobé que tiene un CI de 115
en la escala verbal, de 111 en la escala de ejecución y de 115 en la escala, total,
de modo que es un niño brillante. ¡Uh!... obtuvo puntajes muy altos en, ¡uh!....
información, lo cual se relaciona coa su memoria de largo plazo. ¡Ah!, . en cuanto
al vocabulario, también estuvo bastante por encima de la media, tiene buena
captación de los detalles, y en el ordenamiento de historias obtuvo un puntaje de
17, que es muy alto //
Maestra, de educación especial: // Hummmm
Psicóloga: = una calificación muy superior, o sea que su secuenciamiento visual
parece ser bueno y además tiene una buena captación de la anticipación y
conciencia de las situaciones sociales. El alumno (5) (la psicólogo consulta sus
notos) obtuvo 4,1 en lectura, 3,5 en ortografía y 3,0 en aritmética, lo que equivale
a puntajes estándar de 100 en lectura, 95 en ortografía y 90 en aritmética. Cuando
se lo compara con su puntaje [general], este resultado lo pone algo por debajo de
sus capacidades. Le administré el Test Guestáltico Visomotor de Bender (se aclara
la garganta) y cometió seis errores. Por otra parte, su test de edad fue 7,0 a 7,5,
cuando su edad real es 9, o sea que está considerablemente por debajo de su, este...
de su nivel de edad. (2) Le administré el VADS y sus... (5 o 6) (Revisa sus notas)
los modos de comunicación oral-auditivo y visual-escrito fueron elevados, pero
el visual-oral y el oral-escrito fueron bajos, de modo que él no puede cambiar los
canales. Su vocabulario expresivo estaba en el rango superior (6), Su percepción
visual está por encima de su nivel de edad, de modo que es bueno en esa área (6).
Y en la motricidad fina parece estar ligeramente por debajo de la media (su voz
se apaga un tanto), yo lo he visto. (3) Leyó las palabras muy rápidamente cuando
estaba haciendo las pruebas, pero no vi ninguna inversión en su trabajo escrito.
Le administré varios tests proyectivos y, esto... las cosas que capté allí me llevan
a pensar que posiblemente experimenta algunos miedos y ansiedades (5). Por lo
tanto pensé que quizá podría, este... beneficiarse (3) sí le diéramos una ayuda,
especial. En 1976 se le hizo una evaluación psicológica; se le administró el WISC-
R y su CI era levemente más bajo, obtuvo un puntaje de 93 en la escala total (3 o
4). Según se expresa en el resumen de esa evaluación, se le administró el ITPA y
se comprobó que su recepción, su asociación y su memoria auditiva serán
elevadas. (2) Es decir que sus habilidades auditivas son buenas. (3) Se le hizo otra
evaluación psico... psicológica en 1977. Se le administró el Leíter y tenía un CI
de 96 (6). Y, este... (3 o 4) llegaron a la conclusión de que tenía una memoria
mediata pobre (2) pero pensaban que eso se debía a una carga emocional, al hecho-
de que ciertos conflictos emocionales estaban interfiriendo con su capacidad para
concentrarse.
En el ordenamiento de historias obtuvo un puntaje de 17, que es muy alto, una calificación muy
superior.
422 Maestra de educación especial: Veamos, ( ) (5,6) creo que no me he referido a la EF.
423 Psicóloga: Creo que no, bueno, este... creo que no es necesario, bien, el niño no
necesita educación físi //
424 Madre: = Quiero preguntar algo acerca de lo que usted mencionó, la EF. Usted se
refiere a la educación física.
425 ¿¿¿Hummmm???
426 Madre: ¿La escuela tiene un programa de fútbol o eso es algo totalmente separado,
es decir, pertenece al club de los chicos o//
427 Director: = Así es. Es una asociación organizada por los padres //
428 Madre: ¿Hay algo (¿alguien?) en la escuela que tenga información, que me pueda
decir si hay fútbol este año? Porque Shane realmente se ha mostrado muy interesado
en eso.
Aquí vemos que la madre hace una pregunta. —la única en toda la sesión
sobre un tema no técnico, al final de la reunión, cuando ya se ha llegado a una
decisión acerca, de la colocación del niño.
El trato diferente que recibieron durante la reunión los tres informes, sobre
todo en lo que se refiere a pedidos de aclaración de términos técnicos, nos
ayuda a comprender por qué a la representación de la psicóloga se le acordó
un status privilegiado. El informe de la psicóloga deriva su autoridad de la
índole de su construcción. Su lenguaje obtiene un status privilegiado porque
es ambiguo, porque está lleno de términos técnicos y porque es difícil de
entender. Los padres y los otros miembros del comité no cuestionan la
ambigüedad del informe de la psicóloga porque los fundamentos para hacerlo
son eliminados por la manera en que la psicóloga presenta la información,
fundamenta sus afirmaciones y representa al niño en el discurso.
Se dice que en el discurso cotidiano se negocia el significado. Los que
habían y los que oyen son igualmente responsables de la construcción de la
comprensión. De acuerdo con observadores que representan una amplia gama
de perspectivas, la primera regla de la conversación es que el que habla debe
tratar de ser claro y hacerse entender (Merleau-Ponty, 1964; Sacks, Schegloff
y Jefferson, 1974; Grice, 1975; Searle, 1969; Gumperz, 1982). Los oyentes
contribuyen al significado haciendo inferencias a partir de las exposiciones,
También demuestran su comprensión, activamente a través de un «canal
lateral» (Duncan, 1972), que incluye contacto visual, afirmaciones o
negaciones con la cabeza, vocalizaciones tales como «ajá» y expresiones
como «ya veo» o «entiendo». Cuando el oyente no comprende, se impone un
pedido de aclaración». Estos pedidos, cuyo propósito manifiesto es obtener
más información, son formulados por los oyentes cuando creen que la persona
que habla no se está expresando con claridad.
El comité no tiene la posibilidad de negociar el significado a causa de la
manera en que la psicóloga utiliza el lenguaje. Cuando la psicóloga habla, lo
hace desde una posición de autoridad institucionalmente establecida. Además,
su representación del niño se basa en sus conocimientos profesionales. El
status privilegiado de los conocimientos de 1a psicóloga, a su vez, se
despliega en el lenguaje técnico de su informe.
Hay cierta mística en el uso del vocabulario técnico, como lo demuestra
el elevado status que el lenguaje especializado de médicos, abogados y
científicos tiene en nuestra sociedad (West, 1984; Philips, 1977; Shuy y
Larkin, 1978; Latour y Woolgar, 1986; Wertsch;
1986; Colín, 1987). El uso de un lenguaje técnico índica un status superior y
un conocimiento basado en largos años de estudio y en aptitudes especiales.
Una parte de esta mística se pone de manifiesto en el lenguaje de la
psicóloga y en la forma en que el comité reacciona arde él. Cuando se usa el
lenguaje técnico y se lo incorpora a los ornamentos institucionales de los
procedimientos formales de una reunión, se eliminan de la conversación las
bases para negociar el significado. Como los oyentes no comparten las
convenciones de un lenguaje común con el orador, no tienen la capacidad
necesaria para hacerle preguntas, y ni siquiera para interrumpirlo. Pedirle una
aclaración a un psicólogo equivale a cuestionar la autoridad de un experto
diplomado. Los otros miembros del comité, se ven forzados a suponer que la
psicóloga sabe de qué habla y que ellos carecen de los conocimientos que les
permitirían comprender.
Cuando se usa un lenguaje técnico, aunque la posibilidad de negociación
activa queda eliminada, subsiste la apariencia de comprensión. En realidad se
trata de una comprensión pasiva, no de la comprensión activa asociada al
discurso cotidiano. En vez de manifestar la ausencia de comprensión por
medio de recursos implícitos, corno los canales laterales, o explícitos, como
los pedidos de aclaración, los miembros del comité (incluyendo a los padres)
permanecen silenciosos, con lo que tácitamente contribuyen a dar la
impresión de que se ha llegado a un acuerdo.
Conclusiones
Además de referirme a la investigación que he realizado sobre la
construcción institucional de la identidad, en lo que sigue haré algunas
observaciones más generales sobre el modelo constitutivo de
discurso que está implícito en esto trabajo y analizaré las razones por las que
el lenguaje psicológico tiene tanta influencia en la toma de decisiones en
educación.
Modos de representación.
Si consideramos al discurso como una, actividad .que construye culturalmente
claridad a partir de la ambigüedad, no debería sorprendernos que existan
múltiples modos de representación. El matrimonio, la esquizofrenia y las
discapacidades de aprendizaje son construidos por convenciones culturales,
más o menos de la misma manera en que los goles son construidos por las
reglas constitutivas del fútbol. Así como el hecho de que la pelota entre en el
arco, sólo vale corno gol cuando se dan ciertas condiciones sobre las cuales
hay consenso y el árbitro lo convalida, el comportamiento de un alumno sólo
se considera discapacidad de aprendizaje cuando los funcionarios
institucionales competentes aplican la maquinaria institucional apropiada
(administración de tests, reuniones con los padres, reuniones para resolver la
colocación, etc.). Sin 1a aplicación de esa maquinaria institucional, las
discapacidades educacionales no existen. 4
En el caso que hemos considerado, Shane pudo haber sido rotulado de
diversas maneras: a1umno normal, alumno educacionalmente discapacitado,
alumno superdotado, alumno con discapacidad de aprendizaje. Cada una de
esas expresiones o maneras de representar a Shane no se limita a reflejar o
describir sus características; cada modo de representación lo constituye, y lo
hace de una manera diferente. Un «alumno normal» es constituido como apto
dentro de los parámetros o normas de la inteligencia; un «alumno
superdotado» es constituido como poseedor de un talento excepcional. Un
alumno «educacionalmente discapacitado» o «con discapacidad de
aprendizaje» es constituido como afectado por un trastorno inherente. Lo que
importa es que todas estas formulaciones ubican la inteligencia o el talento
dentro del alumno. La inteligencia, se la posea o no y ya sea normal o
excepcional, es tratada como una propiedad personal y privada del individuo.
Esta manera de caracterizar a las personas ejemplifica el uso de propiedades
disposicionales en la explicación del comportamiento. Cada uno de estos
modos de representación naturaliza al niño, encubriendo así el trabajo de
construcción social que dio origen a la designación.
En resumen, conocemos el mundo a través de las representaciones que
hacernos de él (Bajtín, 1981). Una manera determinada de representar los
acontecimientos en el lenguaje influye, en primer lugar, en lo que pensamos
acerca de los sucesos representados y, en segundo lugar, en nuestra, forma de
actuar en relación con tales sucesos.
La política de la representación.
Los modos de representar los acontecimientos varían según la perspectiva
desde la cual se construye una representación. Por perspectiva entendemos el
punto de vista desde el cual una persona participa en el discurso. Una
dimensión de la perspectiva es 1a ubicación física de la persona en el aquí y
ahora de las situaciones cara a cara (Gurwitsch, 1966). Otra es la ubicación de
la persona en las instituciones sociales, las organizaciones culturales y el
espacio-tiempo sociohistórico (Bajtin. 1981).
Hemos comprobado que los psicólogos escolares, por diversas razones
biográficas, históricas y culturales, describen a los alumnos en términos
disposicionales, mientras que los padres y, en menor grado, los maestros, lo
hacen en términos más contextuales (Mohán et al., 1986, págs. 109-57).
Aunque hay muchos modos posibles de representar el mundo y de
comunicarlos a los demás, construidos a partir de determinadas perspectivas
biográficas, históricas y socio- culturales, el curso de la historia puede ser
concebido como una serie de intentos por lograr que un modo de
representación prevalezca sobre otro. Los defensores de diversas posiciones
políticas tratan de captar o dominar los modos de representación. Si tienen
éxito, se constituye una jerarquía, en la que un modo de representar el mundo
(Sus objetos, acontecimientos y personas) predomina sobre los demás,
transformando los modos de representación, de un despliegue en un plano
horizontal a una clasificación, en un plano vertical.
No es accidental que en esta «política de la representación» (Holquist,
1983; Shapiro, 1987; Mehan y Wills, 1988; Mehan, 1989) prevalezcan las
representaciones institucionalmente fundamentadas, Por ejemplo, las
representaciones de los psiquiatras prevalecen sobre las de los pacientes;
las representaciones de los educadores profesionales se imponen a las
formulaciones de los padres. Los funcionarios de las instituciones emplean
un vocabulario técnico basado en sus conocimientos profesionales. La gente
común emplea un lenguaje corriente basado en la experiencia personal.
Cada vez con mayor frecuencia en nuestra sociedad crecientemente
tecnológica, cuando una voz que habla en términos formalizados,
racionalistas y matemáticos se enfrenta con otra voz basada en detalles
personales, localizados o de sentido común, lo técnico prevalece sobre lo
común.
Al clasificar a un alumno, esos educadores reprodujeron las relaciones de
status entre los diferentes discursos que existen en la sociedad. El lenguaje
universalizante al que se otorga el status más elevado en la reunión (cuyas
variables se aplican al niño, descontextualizándolo) es el mismo lenguaje que
está ganando cada vez más poder y autoridad en nuestra época. Así, los
encuentros concretos cara a cara que generan un caso de una categoría son
momentos constitutivos y reproducen las relaciones entre categorías que están
imponiéndose históricamente.