Clasificación e Identificación de Los Suelos

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Indicé

Introducción.................................................................................................................................3
CLASIFICACIÓN E IDENTIFICACIÓN DE LOS SUELOS.....................................................4
4.1 Granulometría....................................................................................................................7
4.2 plasticidad........................................................................................................................10
4.3 sistemas de clasificación...................................................................................................13
Objetivo.....................................................................................................................................17
Desarrollo...................................................................................................................................17
Conclusión.................................................................................................................................18
Bibliografías...............................................................................................................................19

2
Introducción
Si bien, para un ingeniero es de vital importancia saber identificar un suelo en
campo lo cual se hace mediante la experiencia que cada uno va formando,
pues suelos gruesos y suelos finos tienen características principales que hacen
más sencillo el poder identificarlos y saber tal vez no con exactitud pero si muy
cercano sobre que tipo de suelo se esta trabajando, ya que los laboratorios se
hacen cargo de un estudio más afondo para así poder determinar el tipo de
suelo ya sea grueso o fino y en que tipo de grupo cae dependiendo de estos.
Además el color y olor de un suelo nos puede decir mucho sobre él y no solo al
hacerle diversas prácticas

3
CLASIFICACIÓN E IDENTIFICACIÓN DE LOS SUELOS.
Identificación de los suelos.
La identificación de un suelo consiste en reconocer el tipo de suelo en un
sistema de clasificación conocido, en este caso mediante una inspección
visual, táctil y olfativa, acompañado de algunos ensayos manuales evaluados
en forma cualitativa. Mientras que la descripción consiste en aportar
información adicional de algunas características notorias del suelo como ser: el
color, olor, forma de las partículas del suelo y otras características. El sistema
SUCS ofrece criterios para identificación en el campo, es decir, en aquellos
casos en que no se disponga de equipo de laboratorio para efectuar las
pruebas necesarias para una identificación estricta.

ANTECEDENTES
En el sistema unificado hay criterios para clasificación de suelos en el
laboratorio, estos criterios de tipo granulométrico y de investigación de
características de plasticidad, además ofrece criterios para identificación de
suelos en campo, es decir, en aquellos casos en que no se disponga de equipo
de laboratorio para efectuar las pruebas necesarias (Badillo & Rodríguez,
1974).

Identificación De Campo De Suelos Gruesos


Los materiales constituidos por partículas gruesas se identifican en el campo
sobre una base prácticamente visual. Para distinguir las gravas de las arenas
puede usarse el tamaño de ½ cm como equivalente a la malla N°4.
Para la estimación correspondiente a la malla N°200 son aproximadamente las
más pequeñas que pueden distinguirse a simple vista.
Para examinar la fracción fina contenida en el suelo, se deberá ejecutar las
pruebas de identificación de campo de suelos finos, sobre la parte que pase la
malla N°40.

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Identificación de campo de suelos finos
Las principales bases de criterio para identificar suelos finos en el campo son la
investigación de las características de dilatancia, tenacidad y de resistencia en
estado seco.
El color y olor del suelo pueden ayudar a una identificación, especialmente en
suelos orgánicos.

Dilatancia
Un suelo fino, no plástico, adquiere con el anterior tratamiento, una apariencia
de hígado, mostrando agua libre en su superficie, mientras se le agita, en tanto
que, al ser apretado entre los dedos, el agua superficial desaparece y la
muestra se endurece, hasta que finalmente, empieza a desmoronarse como un
material frágil al aumentarse la presión.

El fenómeno de aparición de agua en la superficie de la


muestra es debido a la compactación de los suelos limosos
y en mayor grado, de los arenosos, los suelos arcillosos no
sufren dichos efectos bajo cargas dinámicas, por ende, no
producen reacciones (Badillo & Rodríguez, 1974).

Tenacidad
La prueba se realiza sobre un espécimen de consistencia suave, similar a la
arcilla. Cuando se trabaje en lugares en que la humedad ambiente sea casi
constante, el tiempo que transcurre hasta que se alcance el límite plástico, es
una medida relativamente tosca del índice plástico del suelo.

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Resistencia en estado seco
La resistencia de un suelo que es previamente secado, al romperse bajo
presiones ejercidas por los dedos, es un índice del carácter de su fracción
coloidal, la resistencia aumenta con la plasticidad. Al tener una elevada
resistencia se trata de una arcilla CH, los limos poseen resistencia muy ligera al
igual que las arenas finas limosas.

Color
El color suele ser un dato útil para diferenciar estratos y para identificar tipos de
suelo, por ejemplo, el color negro y otros tonos oscuros sueles ser indicativos
de material orgánico coloidal, mientras que los colores claros y brillantes son
propios de suelos inorgánicos.

Olor
Por lo general, los suelos inorgánicos (OH y OL) tienen un olor distintivo,
particularmente el olor de estos suelos es intenso si este húmedo y va
disminuyendo con la presencia de aire.

Clasificación de los suelos.


Resolver un problema de geotecnia supone conocer y determinar las
propiedades del suelo; por ejemplo:
1. Para determinar la velocidad de circulación de un acuífero, se mide la
permeabilidad del suelo, se utiliza la red de flujo y la ley de Darcy.
2. Para calcular los asentamientos de un edificio, se mide la
compresibilidad del suelo, valor que se utiliza en las ecuaciones basadas
en la teoría de la consolidación de Terzaghi.

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3. Para calcular la estabilidad de un talud, se mide la resistencia al corte
del suelo y este valor se lleva a expresiones de equilibrio estático.
En otros problemas, como pavimentos, no se dispone de expresiones
racionales para llegar a soluciones cuantificadas. Por esta razón, se requiere
una taxonomía de los suelos, en función de su comportamiento, y eso es lo que
se denomina clasificación de suelos, desde la óptica geotécnica.
Agrupar suelos por la semejanza en los comportamientos, correlacionar
propiedades con los grupos de un sistema de clasificación, aunque sea un
proceso empírico, permite resolver multitud de problemas sencillos. Eso ofrece
la caracterización del suelo por la granulometría y la plasticidad. Sin embargo,
el ingeniero debe ser precavido al utilizar esta valiosa ayuda, ya que soluciones
a problemas de flujos, asentamientos o estabilidad, soportados sólo en la
clasificación, puede llevar a resultados desastrosos.
Las relaciones de fases constituyen una base esencial de la Mecánica de
Suelos. El grado de compacidad relativa de una arena es seguro indicador del
comportamiento de ese suelo. La curva granulométrica y los Límites de
Atterberg, de gran utilidad, implican la alteración del suelo y los resultados no
revelan el comportamiento del suelo in situ.

4.1 Granulometría
En los comienzos de la investigación de las propiedades de los suelos se creyó
que las propiedades mecánicas dependían directamente de la distribución de
las partículas constituyentes según sus tamaños; por ello era preocupación
especial de los ingenieros la búsqueda de métodos adecuados para obtener tal
distribución. Aún hoy, tal parece que todo técnico interesado en suelos debe
pasar a modo de etapa de iniciación, por una época en que se siente obligado
a creer que, con suficiente experiencia, es posible deducir las propiedades
mecánicas de los suelos a partir de su distribución granulométrica o descripción
por tamaños; es común, sin embargo, que una no muy dilatada experiencia
haga que tal sueño se desvanezca. Solamente en suelos gruesos, cuya
granulometría puede determinar- se por mallas, la distribución por tamaños
puede revelar algo de lo referente a las propiedades físicas del material; en
efecto, la experiencia indica que los suelos gruesos bien graduados, o sea con
amplia gama de tamaños, tienen comportamiento ingenieril más favorable, en
lo que atañe a algunas propiedades importantes, que los suelos de
granulometría muy uniforme; en capítulos posteriores, habrá ocasión de
resaltar este punto.
Más aún en esos suelos gruesos, ha de señalarse, según ya se dijo, que el
comportamiento mecánico e hidráulico está principalmente definido por la
compacidad de los granos y su orientación, características que destruye, por la
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misma manera de realizarse, la prueba de granulometría, de modo que en sus
resultados finales se ha tenido que perder toda huella de aquellas propiedades
tan decisivas. De esto se desprende lo muy deseable que sería poder hacer
una investigación granulométrica con un método tal que respetara la
estructuración inalterada del material; este método, sin embargo, hasta hoy no
se ha encontrado y todo parece indicar que no se podrá desarrollar jamás.
En suelos finos en estado inalterado, las propiedades mecánicas e hidráulicas
dependen en tal grado de su estructuración e historia geológica, que el
conocimiento de su granulometría, resulta totalmente inútil. Sin embargo, el
ingeniero interesado en suelos debe estar suficientemente familiarizado con los
criterios técnicos basados en la distribución granulo- métrica y con los métodos
más importantes para su determinación, pues estos temas ocupan aún un
espacio apreciable dentro de la literatura técnica y se hace necesario al
ingeniero moderno estar más informado sobre esta materia que aquellos que,
sin la conveniente meditación de sus ideas, aplican normas simplistas,
conducentes a conclusiones inaceptables.

Sistema de clasificación de los suelos basados en los criterios de


granulometría.
Los límites de tamaño de las partículas que constituyen un suelo, ofrecen un
criterio obvio para una clasificación descriptiva del mismo. Tal criterio fue usado
en Mecánica de Suelos desde un principio e incluso antes de la etapa moderna
de esta ciencia. Originalmente, el suelo se dividía únicamente en tres o cuatro
fracciones debido a lo engorroso de los procedimientos disponibles de
separación por tamaños. Posteriormente, con el advenimiento de la técnica del
cribado, fue posible efectuar el trazo de curvas granulométricas, contando con
agrupaciones de las partículas del suelo en mayor número de tamaños
diferentes. Actualmente se pueden ampliar notablemente las curvas en los
tamaños finos, gracias a la aplicación de técnicas de análisis de suspensiones.
Algunas clasificaciones granulométricas de los suelos según sus tamaños, son
las siguientes:
a) Clasificación internacional
Basada y desarrollada en Suecia

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b) Clasificación M.I.T.
Fue propuesta por G. Gilboy y adaptada por Massachusetts institute of
technology.

c) La siguiente clasificación, utilizada a partir de 1936 en Alemania, basada

en una proposición original de kopecky.


Debajo de 0.00002 mm las partículas constituyen disoluciones verdaderas y ya
no se depositan.
Representación de la distribución granulometría
Siempre que se cuente con suficiente número de puntos, la representación
gráfica de la distribución granulométrica debe estimarse preferible a la
numérica en tablas.
La gráfica granulométrica suele dibujarse con porcentajes como ordenadas y
tamaños de las partículas como abscisas. Las ordenadas se refieren a

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porcentaje, en peso, de las partículas menores que el tamaño correspondiente.
La representación en escala semilogarítmica (eje de abscisas en escala
logarítmica) resulta preferible a la simple representación natural, pues en la
primera se dispone de mayor amplitud en los tamaños finos y muy finos, que en
escala natural resultan muy comprimidos, usando un módulo práctico de
escala.
La forma de la curva da inmediata idea de la distribución granulo- métrica del
suelo; un suelo constituido por partículas de un solo tamaño, estará
representado por una línea vertical (pues el 100% de sus partículas, en peso,
es de menor tamaño que cualquiera mayor que el que el suelo posea una curva
muy tendida indica gran variedad en tamaños (suelo bien graduado).

4.2 plasticidad
Existen suelos que al ser remodelados, cambiando su contenido de agua si es
necesario, adoptan una consistencia característica, que desde épocas antiguas
se ha denominado Plástica. Estos suelos han sido llamados arcillas,
originalmente, por los hombres dedicados a la cerámica; la palabra pasó a la
Mecánica de Suelos, en épocas más recientes, con idéntico significado. La
plasticidad es, en este sentido, una propiedad tan evidente que ha servido
antaño para clasificar suelos en forma puramente descriptiva. Pronto se
reconoció que existía una relación especifica entre la plasticidad y las
propiedades fisicoquímicas determinantes del comportamiento mecánico de las
arcillas. En ese momento la plasticidad se convirtió en una propiedad ingenieril
de interés científico estricto, dejando de ser una cualidad puramente descriptiva
o de trabajabilidad en cerámica; las investigaciones posteriores han probado
que la plasticidad de un suelo es debida a su contenido de partículas más finas
de forma laminar. Ya se ha visto que la forma laminar ejerce una influencia
importante en la compresibilidad del suelo, mientras que el pequeño tamaño
propio de esas partículas hace que la permeabilidad del conjunto sea muy baja;
existe, así, una relación entre la plasticidad y ésas y otras propiedades físicas
de importancia. Por otra parte, en épocas recientes, otras ramas de la
ingeniería han desarrollado otra interpretación del concepto plasticidad,
fundándose en las características esfuerzo-deformación de los materiales.
Cuando un material se sujeta a esfuerzos de tensión uniaxial, por ejemplo, su
comportamiento mecánico está descrito por su relación esfuerzos-
deformaciones, una hipótesis referente a su compresibilidad y un criterio de
fluencia. La forma de una curva esfuerzo-deformación depende, naturalmente,
de las características del material con que se trabaje, pero la investigación ha
permitido establecer algunos hechos comunes a muchos materiales. Por
ejemplo, para esfuerzos lo suficientemente pequeños en cada caso, la relación
esfuerzo-deformación es reversible (comportamiento elástico); para valores

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mayores del esfuerzo, sin embargo, la relación se hace irreversible, teniéndose
un comportamiento llamado plástico.
Estados de consistencia. Límites de plasticidad.
Para medir la plasticidad de las arcillas se han desarrollado varios criterios, de
los cuales uno solo, el debido a Atterberg, se mencionará en lo que sigue.
Atterberg hizo ver que, en primer lugar, la plasticidad no era una propiedad
permanente de las arcillas, sino circunstancial y de- pendiente de su contenido
de agua. Una arcilla muy seca puede tener la consistencia de un ladrillo, con
plasticidad nula, y esa misma, con gran contenido de agua, puede presentar las
propiedades de un lodo semilíquido o, inclusive, las de una suspensión líquida.
Entre ambos extremos, existe un intervalo del contenido de agua en que la
arcilla se comporta plásticamente. En segundo lugar, Atterberg hizo ver que la
plasticidad de un suelo exige, para ser expresada en forma conveniente, la
utilización de dos parámetros en lugar de uno solo, como hasta su época se
había creído; además, señaló esos parámetros y un modo tentativo, hoy
perfeccionado, de evaluarlos. Según su contenido de agua en orden
decreciente, un suelo susceptible de ser plástico puede estar en cualquiera de
los siguientes estados de consistencia, definidos por Atterberg.
I. Estado líquido, con las propiedades y apariencia de una suspensión.
II. Estado semilíquido, con las propiedades de un fluido viscoso.
III. Estado plástico, en que el suelo se comporta plásticamente.
IV. Estado semisólido, en el que el suelo tiene la apariencia de un sólido,
pero aún disminuye de volumen al estar sujeto a secado.
V. Estado sólido, en que el volumen del suelo no varía con el secado.
Los anteriores estados son fases generales por las que pasa el suelo al irse
secando y no existen criterios estrictos para distinguir sus fronteras. El
establecimiento de estas ha de hacerse en forma puramente convencional.
Atterberg estableció las primeras convenciones para ello, bajo el nombre
general de límites de consistencia.
Además de los límites de plasticidad (líquido y plástico) ya señalados, Atterberg
definió otros límites de consistencia, que se mencionan a continuación:
1. El límite de adhesión, definido como el contenido de agua con el que la
arcilla pierde sus propiedades de adherencia con una hoja metálica, por
ejemplo, una espátula. Es de importancia en agricultura.
2. El límite de cohesión, definido como el contenido de agua con el que los
grumos de arcilla ya no se adhieren entre sí.
3. El límite de contracción, frontera entre los estados de consistencia
semisólido y sólido, definido con el contenido de agua con el que el
suelo ya no disminuye su volumen al seguirse secando.

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De estos límites, sólo el de contracción presenta un interés definido en algunas
importantes aplicaciones de la Mecánica de Suelos. Este li- mite se manifiesta
visualmente por un característico cambio de tono oscuro a más claro que el
suelo presenta en su proximidad, al irse se- cando gradualmente. Atterberg lo
determinaba efectuando mediciones durante el proceso de contracción.
Determinación actual del límite líquido.
Cuando la plasticidad se convirtió en una
propiedad índice fundamental, a partir de la
utilización que Terzaghi y Casagrande
hicieron de ella, la determinación de los
límites de plasticidad se transformó en
prueba de rutina en todos los laboratorios; en
este caso, los métodos de Atterberg se
revelaron ambiguos, dado que la influencia
del operador es grande y que muchos
detalles, al no estar especificados, quedaban
a su elección. En vista de lo cual, Terzaghi
sugirió a Casagrande la tarea de elaborar un
método de prueba para la determinación del límite liquido estandarizando todas
sus etapas, de modo que operadores diferentes en laboratorios distintos
obtuviesen los mismos valores.
Como resultado de tal investigación nació la técnica basada en el uso de la
Copa de Casagrande que es un recipiente de bronce o latón con un tacón
solidario del mismo material; el tacón y la copa giran en torno a un eje fijo unido
a la base. Una excéntrica hace que la copa caiga periódicamente, golpeándose
contra la base del dispositivo, que es de hule duro o mi carta 221. La altura de
caída de la copa es, por especificación, de 1 cm, medido verticalmente desde
el punto de la copa que toca la base al caer, hasta la base misma, estando la
copa en su punto más alto. Es importante que este ajuste se haga con todo
cuidado, usando un prisma metálico de 1 cm de lado, para hacer la calibración;
este prisma se introduce entre base y copa, cuidando que su arista superior
quede en contacto con el punto de la copa que golpee la base.

Determinación de los limites plásticos.


La prueba para la determinación del límite plástico, tal como Atterberg la
definió, no especifica el diámetro a que debe llegarse al formar el cilindro de
suelo requerido. Terzaghi agregó la condición de que el diámetro sea de 3 mm
(4"). La formación de los rollitos se hace usual- mente sobre una hoja de papel
totalmente seca, para acelerar la pérdida de humedad del material; también es
frecuente efectuar el rolado sobre una placa de vidrio. Cuando los rollitos llegan
a los 3 mm, se doblan y presionan, formando una pastilla que vuelve a rolarse,

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hasta que en los 3 mm justos ocurra el desmoronamiento y agrietamiento; en
tal momento se determinará rápidamente su contenido de agua, que es el límite
plástico. Se han hecho varios intentos para sustituir el rolado manual por la
acción mecánica de algún aparato, pero sin resultados satisfactorios, debido,
en primer lugar, a que la experiencia ha demostrado que en esta prueba la
influencia del operador no es importante y, en segundo, a que, hasta la fecha,
no ha podido desarrollarse ningún aparato en que la presión ejercida se ajuste
a la tenacidad de los diferentes suelos; en el rolado manual, el operador,
guiado por el tacto, hace el ajuste automáticamente.

4.3 sistemas de clasificación


Se describirán en primer lugar los diferentes grupos referentes a suelos
gruesos.
Suelos gruesos
El símbolo de cada grupo está formado por dos letras mayúsculas, que son las
iniciales de los nombres ingleses de los suelos más típicos de ese grupo. El
significado se especifica abajo.
a) Gravas y suelos en que predominen éstas. Símbolo genérico G (gravel).
b) Arenas y suelos arenosos. Símbolo genérico S (sand).
Las gravas y las arenas se separan con la malla Nº 4, de manera que un suelo
pertenece al grupo genérico G, si más del 50% de su fracción gruesa (retenida
en la malla 200) no pasa la malla Nº 4, y es del
grupo genérico S, en caso contrario. Las gravas y las arenas se subdividen en
cuatro tipos:
1. Material prácticamente limpio de finos, bien graduado. Símbolo W (well
graded). En combinación con los símbolos genéricos, se obtienen los
grupos GW y SW.
2. Material prácticamente limpio de finos, mal graduado, Símbolo P (poorly
graded). En combinación con los símbolos genéricos, da lugar a los
grupos GP y SP.
3. Material con cantidad apreciable de finos no plásticos, Símbolo M (del
sueco mo y mjala). En combinación con los símbolos genéricos, da lugar
a los grupos GM y SM.
4. Material con cantidad apreciable de finos plásticos. Símbolo C (clay). En
combinación con los símbolos genéricos, da lugar a los grupos GC y SC.
A continuación se describen los grupos anteriores a fin de propor- cionar
criterios más detallados de identificación, tanto en el campo como en el
laboratorio.

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Grupos GW y SW
Según se dijo, estos suelos son bien graduados y con pocos finos o limpios por
completo. La presencia de los finos que puedan contener estos grupos no debe
producir cambios apreciables en las características de resistencia de la fracción
gruesa, ni interferir con su capacidad de drenaje. Los anteriores requisitos se
garantizan en la práctica, especificando que en estos grupos el contenido de
partículas finas no sea mayor de un 5%, en peso. La graduación se juzga, en el
laboratorio, por me- dio de los coeficientes de uniformidad y curvatura. Para
considerar una grava bien graduada se exige que su coeficiente de uniformidad
sea mayor que 4, mientras el de curvatura debe estar comprendido entre 1 y 3.
En el caso de las arenas bien graduadas, el coeficiente de uniformidad será
mayor que 6, en tanto el de curvatura debe estar entre los mismos límites
anteriores.
Grupos GP y SP
Estos suelos son mal graduados; es decir, son de apariencia uniforme o
presentan predominio de un tamaño o de un margen de tamaños, faltando
algunos intermedios; en laboratorio, deben satisfacer los requisitos señalados
para los dos grupos anteriores, en lo referente a su contenido de partículas
finas, pero no cumplen los requisitos de graduación indicados para su
consideración como bien graduados. Dentro de esos grupos están
comprendidas las gravas uniformes, tales como las que se depositan en los
lechos de los ríos, las arenas uniformes, de médanos y playas y las mezclas de
gravas y arenas finas, provenientes de estratos diferentes obtenidas durante un
proceso de excavación.
Grupos GM y SM
En estos grupos el contenido de finos afecta las características de resistencia y
esfuerzo-deformación y la capacidad de drenaje libre de la fracción gruesa; en
la práctica se ha visto que esto ocurre para porcentajes de finos superiores a
12%, en peso, por lo que esa cantidad se toma como frontera inferior de dicho
contenido de partículas finas. La plasticidad de los finos en estos grupos varía
entre "nula" y "media"; es decir, es requisito que los límites de plasticidad
localicen a la fracción que pase la malla Nº 40 abajo de la Línea A o bien que
su índice de plasticidad sea menor que 4.
Grupos GC y SC
Como antes, el contenido de finos de estos grupos de suelos debe ser mayor
que 12%, en peso, y por las mismas razones expuestas para los grupos GM y
SM. Sin embargo, en estos casos, los finos son de media a alta plasticidad; es
ahora requisito que los límites de plasticidad sitúen a la fracción que pase la
malla N° 40 sobre la Línea A, teniéndose, además, la condición de que el
índice plástico sea mayor que 7.

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A los suelos gruesos con contenido de finos comprendido entre 5% y 12%, en
peso, el Sistema Unificado los considera casos de frontera, adjudicándoles un
símbolo doble. Por ejemplo, un símbolo GP-GC indica una grava mal graduada,
con un contenido entre 5% y 12% de finos plásticos (arcillosos).
Cuando un material no cae claramente dentro de un grupo, deberán usarse
también símbolos dobles, correspondientes a casos de frontera. Por ejemplo, el
símbolo GW-SW se usará para un material bien graduado, con menos de 5%
de finos y formada su fracción gruesa por iguales proporciones de grava y
arena.
Suelos finos
También en este caso el Sistema considera a los suelos agrupados,
formándose el símbolo de cada grupo por dos letras mayúsculas, elegidas con
un criterio similar al usado para los suelos gruesos, y dando lugar a las
siguientes divisiones:
a. Limos inorgánicos, de símbolo genérico M (del sueco mo y mjala).
b. Arcillas inorgánicas, de símbolo genérico C (clay).
c. Limos y arcillas orgánicas, de símbolo genérico O (organic).
Cada uno de estos tres tipos de suelos se subdividen, según su limite líquido,
en dos grupos. Si éste es menor de 50%, es decir, si son suelos de
compresibilidad baja o media, se añade al símbolo genérico la letra L (low
compressibility), obteniéndose por esta combinación los grupos ML, CL y OL.
Los suelos finos con limite líquido mayor de 50%, o sea de alta compresibilidad,
llevan tras el símbolo genérico la letra H (high compressibility), teniéndose así
los grupos MH, CH y OH.
Grupos CL y CH
Según ya se dijo, en estos grupos se encasillan las arcillas inorgá- nicas. El
grupo CL comprende a la zona sobre la Línea A, definida por LL <50% e 1,>
7%.
El grupo CH corresponde a la zona arriba de la Línea A, definida por LL> 50%.
Las arcillas formadas por descomposición química de cenizas volcánicas, tales
como la bentonita o la arcilla del Valle de México, con límites líquidos de hasta
500%, se encasillan en el grupo CH.
Grupos ML y MH
El grupo ML comprende la zona bajo la Linea A, definida por LL <50% y la
porción sobre la linea A con I, <4. El grupo MH corresponde a la zona abajo de
la linea A, definida por LL> 50%. En estos grupos quedan comprendidos los
limos típicos inorgánicos y limos arcillosos. Los tipos comunes de limos
inorgánicos y polvo de roca, con LL < 30%, se localizan en el grupo ML. Los

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depósitos eólicos, del tipo del Loess, con 25% <LL <35% usualmente, caen
también en este grupo.
Un tipo interesante de suelos finos que caen en esta zona son las arcillas del
tipo caolín, derivados de los feldespatos de rocas graníticas; a pesar de que el
nombre de arcillas está muy difundido para estos suelos, algunas de sus
características corresponden a limos inorgánicos; por ejemplo, su resistencia
en estado seco es relativamente baja y en estado húmedo muestran cierta
reacción a la prueba de dilatancia; sin embargo, son suelos finos y suaves con
un alto porcentaje de partículas tamaño de arcilla, comparable con el de otras
arcillas típicas, localizadas arriba de la línea A. En algunas ocasiones estas
arcillas caen en casos de frontera ML-CL y MH-CH, dada su proximidad con
dicha línea.
Grupos OL y OH
Las zonas correspondientes a estos dos grupos son las mismas que las de los
grupos ML y MH, respectivamente, si bien los orgánicos están siempre en
lugares próximos a la línea A.
Una pequeña adición de materia orgánica coloidal hace que el límite líquido de
una arcilla inorgánica crezca, sin apreciable cambio de su índice plástico; esto
hace que el suelo se desplace hacia la derecha en la Carta de Plasticidad,
pasando a ocupar una posición más alejada de la línea A.
Grupos Pt
Las pruebas de límites pueden ejecutarse en la mayoría de los suelos turbosos,
después de un completo remoldeo. El límite líquido de estos suelos suele estar
entre 300% y 500%, quedando su posición en la Carta de Plasticidad
netamente abajo de la línea A; el índice plástico nor- malmente varía entre
100% y 200%.
Similarmente al caso de los suelos gruesos, cuando un material fino no cae
claramente en uno de los grupos, se usarán para él símbolos dobles de
frontera. Por ejemplo, MH-CH representará un suelo fino con LL> 50% e índice
plástico tal que el material quede situado prácticamente sobre la línea A.

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Objetivo
Reconoce los procedimientos de las pruebas de granulometría y límites de
consistencia a muestras de suelos gruesos y finos para la clasificación de
suelos.

Desarrollo
Clasificación e identificación de los suelos
Competencias Actividades de aprendizaje
 Capacidad de aplicar los  Determinar gráficamente, la curva de
conocimientos en la práctica. distribución granulométrica, los
 Conocimientos sobre el área de coeficientes de uniformidad y de
estudio y la profesión. curvatura (Cu y Cc); así como los
porcentajes de grava, arena y finos.
 Capacidad para actuar en nuevas
 identificar en una tabla los límites de
situaciones
consistencia de los suelos.
 Capacidad para identificar,  Investigar y construir una carta de
plantear y resolver problemas. plasticidad de los suelos a escala.
 Capacidad para tomar decisiones.  Investigar, y elaborar una tabla
 Capacidad de trabajo en equipo. comparativa para la clasificación de
suelos utilizando el sistema de la
Asociación Americana de Agencias
Oficiales de carreteras (AASTHO)
 Investigar y entregar un reporte donde
se emplea el Sistema Unificado de
Clasificación de Suelos, para clasificar
una muestra de suelo.

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Conclusión
Conforme a la información acerca de los suelos, podemos deducir que estos
varías en sus características físicas, pueden ser de diferente color, olor,
textura, dependiendo del lugar de origen y en ocasiones debido al material
orgánico que se puede encontrar en ellos. A los suelos se les puede identificar
mediante el tacto y lograr definir si son suelos gruesos o finos y a su vez poder
determinar si tienen características plásticas, todo esto mediante la
manipulación del suelo en sus diferentes estados, seco o húmedo, además un
suelo seco a simple vista no tiene humedad pero se ha comprobado que posee
una mínima cantidad, pues la humedad varía según el lugar de origen.

19
Bibliografías

http://www.plataformadigitaldi.ugto.mx/ova/identificacin_de_suelos.html
https://repositorio.unal.edu.co/bitstream/handle/unal/3375/cap5.pdf?
sequence=15&isAllowed=y

libro de Juárez Badillo_ tomo I

20

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