Tejido Óseo
Tejido Óseo
Tejido Óseo
El tejido óseo es otro tipo de tejido conectivo especializado que tiene varias características importantes, en primer lugar, es el
componente principal del esqueleto, sirve de sostén para los tejidos blandos y protege los órganos vitales, también aloja y protege la
médula espinal, proporciona apoyo a los músculos esqueléticos para transformar sus contracciones en movimientos útiles y establece
un sistema de palancas que amplía las fuerzas generadas en la contracción muscular.
Los huesos también funcionan como depósito de calcio, fosfato y otros iones, y los almacena y libera de manera controlada para
mantener constante la concentración de estos iones en los líquidos corporales.
Asimismo, son capaces de absorber toxinas y metales pesados para reducir sus efectos adversos en otros tejidos.
Tipos de células
El tejido óseo va a tener cuatro principales tipos de células, las osteoprogenitoras, los osteoblastos, los osteocitos y los osteoclastos.
Osteoprogenitoras
Las células osteoprogenitoras tienen un origen mesenquimatoso, se van a encontrar en el endostio, el periostio y en los canales de
Havers.
Se caracterizan por tener un citoplasma escaso, una membrana con bordes irregulares y un núcleo plano, además, tienen la capacidad
de división.
Osteoblastos
Los osteoblastos se encuentran en la periferia del periostio y de las trabéculas, se caracterizan por presentar un citoplasma amplio de
forma poliédrica con núcleo esférico y a medida que se van rodenado por matriz ósea se convertirán en osteocitos, sintetizan la parte
orgánica (colágeno tipo I, glucoproteínas y proteoglucanos) de la matriz ósea. Además, sintetizan osteonectina por la calcitonina y son
inhibidos por la PTH.
Osteocitos
Los osteocitos se encuentran en el interior de la matriz ósea y ocupan las lagunas a partir de las cuales parten canalículos. Forman
osteonas en hueso compacto y trabéculas en hueso esponjoso. Son células aplanadas que presentan poca cantidad de retículo
endoplasmático rugoso, su complejo de Golgi está poco desarrollado y tienen un núcleo con cromatina condensada. Su función es la de
mantener la matriz ósea y regular la homeostasis del calcio y fosfato.
Osteoclastos
Los osteoclastos se encuentran fuera del periostio y de las trabéculas, formando lagunas de Howship, se caracterizan por ser células
móviles, gigantes, miltinucleadas y muy ramificadas, sus ramificaciones son irregulares, con forma y espesor variables, su bode inferior
tiene forma de cepillo. Se encargan de la resorción de la matriz ósea, “comer hueso”, es decir, liberan sus lisosomas para degradas la
matriz ósea y así elevan concentraciones séricas de calcio. Son estimulados por la PTH y son inhibidos por la calcitonina.
Matriz ósea
La matriz ósea es un material extracelular con alta concentración de minerales a base de calcio y fosfato (también hay bicarbonato,
magnesio, potasio, sodio y citrato). Contiene cristales de hidroxiapatita (fosfato cálcico cristalizado que representa hasta el 65 % de la
matriz). Es responsable de la naturaleza dura y calcificada del tejido óseo. Las principales células encontradas en el tejido óseo son los
osteoblastos, los osteoclastos y los osteocitos.
Parte inorgánica: Representa cerca del 50% del peso de la matriz ósea. Aquí se encuentran el calcio, y fosfato
principalmente, también hay bicarbonato, magnesio, potasio citrato y sodio en pequeñas cantidades.
Parte orgánica: Formada por fibras colágenas (95%) compuestas de colágeno tipo I y pequeñas cantidades de
proteoglucanos y glucoproteínas. Las glucoproteínas tienen cierta participación en la mineralización de la matriz.
La asociación de la hidroxiapatita con las fibras de colágeno da rigidez y firmeza al hueso.
Si se elimina el calcio, el hueso mantiene su forma, pero se vuelve tan flexible como los tendones. Si se elimina la parte
orgánica (colágeno) el hueso mantiene su forma, pero se vuelve quebradizo.
Endostio y periostio
Las superficies externa e interna de los huesos se hallan recubiertas de células osteógenas y tejido conjuntivo, que constituye el
endostio y periostio, respectivamente.
La capa más superficial del periostio contiene principalmente fibras colágenas y fibroblastos. Las fibras de Sharpey son haces de fibras
colágenas del periostio que penetran en el tejido óseo y unen con firmeza el periostio al hueso.
En su porción profunda, el periostio es más celular y presenta las células osteoprogenitoras, de morfología parecida a los fibroblastos.
Estas se multiplican por mitosis y diferencian en osteoblastos que desempeñan un papel muy importante en el crecimiento del hueso y
la reparación de fracturas.
Remodelación ósea
La remodelación ósea es un mecanismo de los huesos que consiste en la eliminación del tejido dañado y en la creación de células
nuevas que reemplacen y cumplan la función del sistema óseo.
Desde el punto de vista macroscópico se puede observar que el hueso está formado por partes sin cavidades visibles (compacto) y por
regiones con muchas cavidades intercomunicadas (esponjoso).
Desde el punto de vista histológico, hay dos tipos de tejido óseo, el inmaduro (primario) y el maduro (secundario/laminillar). Ambos
tienen las mismas células y los mismos componentes de la matriz.
Es el primer tejido óseo que aparece en cualquier hueso (no laminillar), y de forma gradual lo sustituye el tejido óseo laminillas o
secundario. En el adulto solo persiste cerca de las suturas de los huesos del cráneo, en los alveolos dentales y en ciertos puntos de
inserción de tendones.
Presenta fibras colágenas dispuestas en varias direcciones sin organización definida, tienen menor cantidad de minerales y mayor
proporción de osteocitos que el tejido óseo secundario.
Es el que por lo general se encuentra en el adulto, su característica principal es que contiene fibras colágenas organizadas en laminillas
de 3 a 7 mm de espesor, paralelas entre sí o dispuestas en capas concéntricas alrededor de conductos con vasos para formar los
sistemas de Havers u osteonas.
Las lagunas que contienen osteocitos suelen encontrarse entre las laminillas óseas, a veces dentro de ellas. Entre los grupos de
laminillas con frecuencia se acumula matriz mineralizada, pero con escasísimo colágeno.
En la diáfisis las láminas constituyen los sistemas de Havers, los circunferenciales internos y externos y los intersticiales.
Osteona/Sistema de Havers
Es la unidad anatómica funcional fundamental del tejido óseo compacto de los huesos largos y alrededor de los huesos esponjosos.
Consiste en un conjunto de laminillas óseas milimétricas, y se disponen de tal manera que forman un canal central denominado
conducto de Havers, que abre paso a los vasos sanguíneos y nervios que se conectan al hueso.
Los conductos de Volkmann comunican a los conductos de Havers con la cavidad medular y con la superficie externa del hueso.
Histogénesis
El tejido óseo se forma por un proceso denominado osificación intramembranosa y osificación endocondral.
Tanto en la osificación membranosa como en la endocondral el primer tejido que se forma es el primario y poco a poco lo sustituye el
tejido secundario, por lo tanto, durante el crecimiento de los huesos se observan regiones de tejido primario, zonas de resorción y
áreas de tejido secundario.
Osificación membranosa
Se produce en el interior de las membranas de tejido conjuntivo. Forma huesos planos, además, contribuye con el crecimiento de
huesos cortos y el aumento del espesor de los huesos largos.
El lugar de la membrana conjuntiva donde comienza la osificación se denomina centro de osificación primaria.
El proceso se inicia con la diferenciación de las células mesenquimales que se transforman en grupos de osteoblastos, los que sintetizan
el osteoide (matriz aún no mineralizada) que después se mineraliza y engloba algunas de las células que se transforman en osteocitos.
Como varios de estos grupos surgen casi al mismo tiempo en el centro de osificación, las trabéculas óseas formadas confluyen lo que le
da el aspecto esponjoso. Entre las trabéculas se forman cavidades por las que penetran vasos sanguíneos y células mesenquimales
indiferenciadas que darán origen a la medula ósea.
Osificación endocondral
Comienza sobre una pieza de cartílago hialino, con forma parecida al hueso que se va a formar, pero de menor tamaño. Forma
principalmente huesos cortos y largos. Se compone de dos procesos:
Primero, el cartílago hialino se modifica, hay hipertrofia de los condrocitos, reducción de la matriz cartilaginosa a tabiques delgados, su
mineralización y la muerte de los condrocitos por apoptosis.
Segundo, los capilares sanguíneos y las células osteogénicas provenientes del conjuntivo adyacente invaden las cavidades antes
ocupadas por los condrocitos. Estas células se diferencian en osteoblastos, que depositan matriz ósea sobre los tabiques de cartílago
calcificado. De este modo aparece tejido óseo donde había cartilaginoso.
El molde cartilaginoso presenta una parte media estrecha y los extremos dilatados, que corresponden a la diáfisis y epífisis del futuro
hueso, el primer tejido óseo que aparece en el hueso largo se forma por osificación intramembranosa a partir del pericondrio que
recubre la parte media de la diáfisis y forma un cilindro o collarete óseo y las células que lo rodean se hipertrofian (aumentan su
volumen), mueren por apoptosis y la matriz de cartílago se mineraliza. Los vasos sanguíneos que vienen del periostio atraviesan el
cilindro óseo y penetran el cartílago calcificado, estos vasos llevan células osteoprogenitoras originarias del periostio que proliferan y se
diferencian en osteoblastos, los que forman capas continuas en las superficies de los tabiques cartilaginosos calcificados e inician la
síntesis de matriz ósea que después se mineraliza,
Articulaciones
Los huesos se unen mediante estructuras formadas por tejidos conjuntivos, las articulaciones.
Se clasifican en:
Diartrosis (Grandes movimientos). Tienen cápsulas en sus extremos óseos y delimita la cavidad articular, esta contiene líquido sinovial y
esto le da mayor movilidad.
-Sindesmosis. (tienen cierto movimiento, huesos unidos por tejido conectivo denso)