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Amadís de anís...
Amadís de codorniz.
Amadís es un niño goloso y comelón eso sí, solo
come cosas azucaradas, todo tipo de golosinas, pasteles, helados, galletas y mermeladas. Cuando es hora de la comida en su casa guarda la comida salada en las bolsas de su chamarra, cuando sus padres se encuentran distraídos, come de inmediato el postre. Lo peor sucedía en la escuela, donde su olfato lo conducía directo a los dulces que traían sus compañeros y se los comía, todos tenían que guardar sus golosinas, su mamá tenía que esconder las galletas, mermeladas y botes de miel arriba del refrigerador, don pedro el dueño de la tienda del barrio tenía que estar atento, cada que Amadís entraba. Un día, ¡ocurrió algo asombroso Amadís despertó convertido en un niño de dulce! se notaba por los olores acaramelados que despedía, todos comenzaban a discutir, huele a chocolate, no, huele a dulce de guayaba, no, huele a galletas, no, huele a vainilla...