Norma Jurídica

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Norma Jurídica

I) Regla de conducta dictada o promulgada por un poder legítimo para regular la


conducta humana por medio de una prescripción, autorización o prohibición.
Presupone que su incumplimiento genera una sanción coercitiva. La característica de
este tipo de normas, a diferencia de las morales, es que pertenecen a un sistema
jurídico y, por ende, tienen validez jurídica. Pueden ser generales y particulares. Las
primeras establecen exigencias para todos los miembros de una clase de individuos;
las segundas establecen normas para un individuo determinado.
La norma jurídica (NJ) se compone de dos elementos: 1) el supuesto de hecho, que es
una anticipación hipotética a una posible realidad futura que requiere ser regulada; y,
2) la consecuencia jurídica, que es el acto resultante de aquellas situaciones jurídicas
reconocidas por las normas cuando se llevan a cabo los supuestos contemplados en el
supuesto de hecho.
Kelsen menciona que la NJ no sólo tiene aplicación en cuanto es ejecutada por un
órgano u obedecida por los particulares, sino cuando sirve de base para establecer un
juicio sobre la legalidad del actuar de ambos.
La NJ ostenta diversos sentidos: i) como documento normativo o disposición dotada
de autoridad; ii) como costumbre jurídica o prácticas sociales que incorporan una
actitud normativa; iii) como unidad abstracta del discurso jurídico utilizado por los
juristas; iv) como premisa de un razonamiento jurídico acabado, que sirve para la
resolución de un caso; y, v) como norma implícita.
Para el derecho parlamentario la norma es un elemento jurídico fundamental, ya que
una de las tareas del parlamento es crear, derogar o modificar las normas que
componen una ley.

II) Una norma jurídica es un precepto de cumplimiento obligatorio que establece una
autoridad con la intención de regular la conducta de las personas. Estas reglas fijan
obligaciones y, a su vez, conceden o protegen derechos.
Una ley, un decreto, una resolución y una ordenanza son ejemplos de normas
jurídicas. Más allá de las diferencias entre cada clase de norma, todas ellas comparten
un poder sancionatorio: su no cumplimiento genera una sanción.

Una norma jurídica puede recogerse en un reglamento, un estatuto o un código, por


ejemplo, siempre en línea con lo establecido en la Constitución para no caer en la
inconstitucionalidad.

COMPOSICIÓN DE UNA NORMA JURÍDICA


La composición de una norma jurídica consta de dos elementos: el supuesto de hecho
y el efecto jurídico. El supuesto de hecho anticipa una posible realidad que puede
acontecer en el futuro y que debe ser regulada. El efecto jurídico, en tanto, es el
resultado de la situación jurídica que reconoce la norma cuando se concreta el
supuesto de hecho. Dicho de otro modo: el supuesto de hecho es una conducta
hipotética que requiere de una regulación, mientras que el efecto jurídico es el castigo
que acarrea la concreción efectiva de dicha conducta. A la realización del supuesto de
hecho le sigue una consecuencia a nivel jurídico. Por lo tanto, si se concreta el
supuesto, entonces se produce el efecto previsto.

SU RELACIÓN CON LAS COSTUMBRES


Las normas jurídicas tienen una relación estrecha con las costumbres. En ocasiones, la
norma jurídica nace a partir de una costumbre: esto sucede si los miembros del Poder
Legislativo deciden plasmar en el ordenamiento legal una conducta que es habitual en
la sociedad, ajustándose al derecho. A su vez, puede darse el caso inverso; es decir,
que una norma jurídica derive en la creación de una costumbre. Esto ocurre cuando el
elevado nivel de acatamiento de la norma termina generando una costumbre en la
sociedad. Hay que mencionar, asimismo, que las normas jurídicas se vinculan a la
jurisprudencia. Así se denomina al conjunto de los fallos y las sentencias que dicta un
tribunal, los cuales forman una doctrina. Un juez que se basa en la jurisprudencia
sobre un tema para resolver un proceso judicial, en definitiva, lo que hace es fundarse
en aquellas normas jurídicas que existen al respecto.

Las normas jurídicas regulan y formalizan las relaciones familiares a través del
establecimiento del matrimonio, la adopción, la tutela y el divorcio.

PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE UNA NORMA JURÍDICA


Las principales características de una norma jurídica son tres: la coercibilidad, la
heteronomía y la bilateralidad. La coercibilidad de la norma implica que su
cumplimiento es obligatorio mediante sanciones. Incluso las autoridades con
competencia cuentan con la potestad de apelar a la fuerza para garantizar que se
cumplan. Supongamos que un hombre comienza a pegarle a un niño en la calle: más
allá de la intervención de cualquier persona motivada por la ética, la policía está
habilitada a frenar el acto -recurriendo a la violencia si es necesario- y a detener al
golpeador para ponerlo a disposición del Poder Judicial. La heteronimia de la norma
jurídica, en tanto, hace referencia a que su imposición es realizada por una entidad o
un individuo externo a la persona que tiene que cumplirla. El sujeto no tiene
autonomía de voluntad para elegir o rechazar su cumplimiento. Si una norma prohíbe
utilizar el teléfono al conducir un automóvil, el conductor tiene que acatar aunque la
regla le parezca absurda o innecesaria. En cuanto a la bilateralidad, alude a que en
todas las normas jurídicas hay dos partes. Encontramos al sujeto obligado
jurídicamente y a aquel que está facultado para exigirle el cumplimiento de lo
dictaminado.

Aquel que viola una norma jurídica recogida en el Código Penal comete un delito.

SU CLASIFICACIÓN
La clasificación de las normas jurídicas puede realizarse según diferentes criterios. El
jurista británico Herbert Hart, por ejemplo, dividió las normas jurídicas en normas
primarias (que se encargan de la regulación de la conducta) y normas secundarias
(orientadas a definir cómo se aplicarán las normas primarias). Si se tiene en cuenta la
voluntad de los sujetos, es posible distinguir entre las normas taxativas (obligatorias
independientemente de la voluntad de la persona para ejecutar la acción) y las normas
dispositivas (una parte involucrada puede expresar su voluntad para que la norma deje
de aplicarse). Otra posibilidad es separar entre las normas prohibitivas (impiden el
desarrollo de una conducta) y las normas permisivas (avalan que una conducta se
manifieste). Una oposición más es la que se marca entre las normas jurídicas generales
(para todos los sujetos en el marco correspondiente) y las normas jurídicas particulares
(afectan individualmente, como una sentencia específica que ordena algo concreto).
Las normas de derecho público (apuntan a la regulación del vínculo entre el Estado y
los ciudadanos), las normas de derecho privado (ordenan el vínculo entre
particulares), las normas transitorias (son temporales y responden a un requerimiento
puntual), las normas permanentes (estables y vigentes hasta eventualmente ser
reemplazadas por otra normas), las normas municipales, las normas provinciales o
estatales y las normas nacionales o federales son otras clases de normas jurídicas.

VÍNCULO DE LAS NORMAS JURÍDICAS CON LA MORAL


Al igual que ocurre con las costumbres, las normas jurídicas y la moral guardan un
vínculo muy cercano. Ambas inciden en el control de la conducta social, aunque a
través de distintos mecanismos. Las normas morales no se encuentran formalizadas,
sino que se construyen en comunidad de acuerdo a lo que se considera correcto o
bueno y lo que se califica como malo o incorrecto. La falta de cumplimiento de estas
normas puede acarrear una condena social, pero no jurídica. De todos modos, hay
normas jurídicas que se originan en normas morales o que las reflejan en la
legislación. Los derechos que se les reconocen a los animales, por mencionar un caso,
fueron ampliados en los últimos años a partir de una nueva conciencia de la mayor
parte de la sociedad sobre ellos.
● Una norma jurídica se compone de dos elementos: supuesto de hecho
(conducta hipotética que requiere regulación) y efecto jurídico (castigo o
consecuencia de la conducta concreta).
● Las normas jurídicas se relacionan con las costumbres y la jurisprudencia,
pudiendo nacer a partir de una costumbre y también generar costumbres en la
sociedad.
● Las características principales de una norma jurídica son: coercibilidad
(cumplimiento obligatorio), heteronomía (imposición por entidad externa) y
bilateralidad (dos partes involucradas).
● Las normas jurídicas pueden clasificarse de diversas formas: según su tipo
(primarias o secundarias), voluntad (taxativas y dispositivas), prohibición
(prohibitivas o permisivas), ámbito de aplicación (general o particular) y según
el ámbito del derecho (público, privado, transitorio, etc.).

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La norma jurídica y sus características. Bien explicado


1. Delimitación del concepto de norma jurídica
El derecho no se identifica con la norma jurídica. Aquel es un concepto mucho más
amplio que esté y puede ser definido desde diversas perspectivas teóricas, como son el
iusnaturalismo, el positivismo y el historicismo. Asimismo, el derecho tiene diversas
fuentes, a saber, la ley, la jurisprudencia, la costumbre y la doctrina. En cambio, la
norma jurídica —que es la que interesa a efectos de la interpretación— es parte de lo
que tradicionalmente se denomina derecho objetivo u ordenamiento jurídico, que
comprende todas las leyes vigentes en un determinado lugar y momento histórico.
Normas jurídicas son, entonces —y, en principio— aquellas reglas jurídicas emanadas
del Estado que son objeto de la interpretación.
Lo antes señalado significa que el concepto de norma jurídica no incluye aquellas
reglas expedidas por sujetos privados, como es el caso de los estatutos; lo reglamentos
de sociedades, asociaciones y de propiedad horizontal, que estructuran la vida
colectiva y establecen derechos y obligaciones, imponen sanciones y cuentan con
órganos de decisión y dirección jerárquicamente organizados. No obstante, la doctrina
acepta que el estatuto sea interpretado utilizando —aunque con prudencia— los
mismos métodos de interpretación que los de la ley (y no los del contrato). Se dice,
por eso, que el estatuto se asemeja más a la ley que al contrato, aunque eso no lo
convierte en ley.
2. Caracteres de la norma jurídica
La norma jurídica tiene los siguientes caracteres:

a) Su necesidad, porque la sociedad no puede subsistir sin algún tipo de ordenamiento


jurídico. Tal ordenamiento puede ser distinto, dependiendo de los parámetros
ideológicos y de organización de cada sociedad. Lo importante es, sin embargo, que
no hay sociedad que no requiera regirse por normas jurídicas.
b) Su procedencia estatal, pues el Estado monopoliza el derecho y comprende,
además de las normas expedidas por el Congreso, las normas de carácter general
expedidas por la administración pública, que son de inferior jerarquía que la ley. Ese
es el caso de los decretos supremos, resoluciones supremas, resoluciones
ministeriales, ordenanzas municipales, etcétera.
c) Su carácter coercitivo, pues su inobservancia o violación producen una
consecuencia—la sanción— y, con ella, la posibilidad de poner en marcha un
mecanismo encaminado a hacerla efectiva. Eso no quiere decir que toda norma
conlleve una sanción. Hay normas meramente declarativas o prescriptivas, que no la
establecen pero que, combinadas con otras, llegan a la sanción (por ejemplo, la ley
define el contrato y su incumplimiento, de producirse, da lugar a la indemnización o a
su resolución). Hay, asimismo, normas supletorias, que, como su nombre indica,
suplen la voluntad de los particulares si ella no ha sido declarada o si no ha sido
expresada con claridad. Así, por ejemplo, el lugar de celebración del contrato que,
según la ley de que se trate, puede ser el domicilio del deudor o del acreedor.
d) Su generalidad y abstracción, en el sentido de que establece reglas de conducta
aplicables a un universo abstracto de personas, cuya situación se adapta a la previsión
de la norma. Eso no significa, sin embargo, que las situaciones jurídicas previstas por
esta sean idénticas. Por ejemplo, si la norma señala que el deudor que incumple con
sus obligaciones debe pagar una indemnización, la prestación puede ser cualquiera,
mientras no sea ilícita. Asimismo, las circunstancias del deudor A pueden ser unas,
mientras que las del deudor B otras; uno puede tener riesgo de quiebra, mientras que
el otro no. El acreedor, a su vez, puede ser directo o indirecto (vía subrogación) o
puede tener buena o mala fe. Y el intérprete es el llamado a salvar la generalidad de la
norma y adaptarla a la vida real, a fin que la norma no incurra en un innecesario
casuismo que, antes que ayudar, crea inseguridad y origina lagunas.

e) Su bilateralidad, en el sentido que la norma jurídica otorga a algunas personas


situaciones de ventaja (poderes o facultades, posiciones de predominio) que,
correlativamente, generan en otros sujetos situaciones de desventaja. Así, el concepto
legal de compraventa crea la obligación del vendedor de entregar y la del comprador
de pagar el precio y, correlativamente, el derecho del primero de cobrar y el derecho
del segundo de recibir la cosa vendida. Igual ocurre con la propiedad, aunque, a
diferencia del contrato, el derecho del propietario no es frente a un deudor, sino erga
omnes, es decir, frente a todos, lo que obliga a una serie de individuos indefinidos o
indeterminados a respetar dicho derecho.

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