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G. Temperley
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Promiscuidad

La promiscuidad es el indicador más fuerte para medir el grado de posible

infidelidad en la mujer y debería ser tu prioridad número uno no caer en ella
creyendo eso te hace mejor que otras. Aunque sé que ya es tarde para ti, no es
tan tarde si no has caído en una espiral de promiscuidad para mantener el
valor que tienes como mujer. Haselton describió en su estudio, “Un tópico de la
psicología es que el mejor predictor del comportamiento futuro es el
comportamiento pasado. Esto no es menos cierto en el ámbito del
comportamiento sexual. De hecho, uno de los factores más importantes para
predecir la infidelidad matrimonial es el número de parejas sexuales
anteriores.”1. David Buss junto a Schmitt también explicaron su estudio que, “Al
parecer, los hombres valoran y evalúan los niveles de actividad sexual de una
mujer antes de un compromiso a largo plazo, un comportamiento que habría
sido observable o conocido a través de la reputación social en los estilos de vida
de grupos pequeños de nuestros antepasados. El comportamiento pasado es un
buen predictor del comportamiento futuro, y tener un gran número de parejas
sexuales antes del matrimonio es un predictor estadístico de la infidelidad
después del matrimonio”2.

En 1953, Kinsey determinó que las mujeres con experiencias

prematrimoniales eran mucho más propensas a la infidelidad matrimonial3, lo
que se ha confirmado en varios estudios desde entonces, en los que un mayor
número de parejas se corresponde con una mayor probabilidad de infidelidad.
En 1985, Essock-Vitale y McGuire4, y luego también Whisman y Snyder en 2007
encuestaron a casi cinco mil mujeres casadas y determinaron que la
probabilidad de infidelidad sexual aumenta con el número de parejas sexuales
a lo largo de la vida, con un aumento de hasta el 13% en la prevalencia anual de
infidelidad por cada pareja sexual adicional a lo largo de la vida5. Sin embargo,
en el año 2000, Treas y Giesen estimaron sólo un aumento del 1% en las
probabilidades netas de infidelidad por cada pareja sexual adicional entre los
18 años y la primera unión marital6. En su estudio sobre cómo los
comportamientos sexuales prematrimoniales afectan a la adaptación post-
matrimonial. En 1974, Athanasiou y Sarkin encontraron que los encuestados
que informaron de una amplia experiencia sexual prematrimonial
generalmente informaron de una amplia actividad extramatrimonial7, con el
número de parejas prematrimoniales mostrando asociaciones positivas con el
número de parejas extramatrimoniales, el deseo de participar en actividades
de intercambio de parejas y una menor satisfacción marital. En 1996, Forste y

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Tanfer examinaron la exclusividad sexual entre mujeres que salían, convivían y

estaban casadas, y descubrieron que las mujeres solteras con más de 4 parejas
tenían 8,5 veces más probabilidades de tener una pareja sexual secundaria que
una mujer sin parejas sexuales previas8, y las mujeres casadas con más de 4
parejas tenían 20 veces más probabilidades de tener parejas secundarias.

Cabe señalar que esta categoría está muy sesgada por las mujeres con un
número de parejas de dos dígitos, que son significativamente más propensas a
desviarse. En 2017, el profesor de sociología de la Universidad de Texas en
Austin, Mark Regnerus, descubrió que las mujeres con más de 20 parejas eran
tres veces más propensas a ser infieles (32% frente al 10%) mientras estaban
casadas que las que tenían menos de 20 parejas9. En 2018, el profesor de
sociología de la Universidad de Utah, Nicholas Wolfinger escribió: “Los
residentes de la América Promiscua son predecibles en muchos aspectos.
Tienen menos probabilidades de estar casados y más de estar divorciados. Son
varias veces más propensos que sus pares menos aventureros a haber
engañado a un cónyuge.”10 El número de parejas sexuales a lo largo de la vida
no sólo estaba altamente correlacionado con la infidelidad marital, sino
también con la infidelidad relacional.

En 1999, Feldman y Cauffman descubrieron en su estudio sobre adolescentes

que la permisividad sexual promueve la actividad sexual con un mayor número
de parejas, lo que, a su vez, aumenta la probabilidad de que se produzca una
traición sexual11. En su estudio sobre la infidelidad en parejas heterosexuales
hecho en 2005, Barta y Kiene descubrieron que los individuos que informaban
de un historial de infidelidad tendían a tener un mayor número de parejas
sexuales que los que no tenían un historial de infidelidad12. En 2013, Maddox-
Shaw et al. afirmaron que el número de parejas sexuales anteriores predecía la
futura actividad sexual extradiádica13, o el sexo con otras personas mientras se
está en una relación, en parejas heterosexuales no casadas.

En 2017, Pinto y Arantes encontraron que la promiscuidad sexual no solo tiene

una alta correlación con la infidelidad sexual, sino que también tiene una alta
correlación con la infidelidad emocional14. En su estudio de parejas de gemelas
hecho en 2004, Cherkas et al. afirmaron la alta correlación entre la
promiscuidad y la infidelidad de las mujeres, pero también descubrieron que la
correlación genética entre ambos rasgos era de 0,47, por lo que casi la mitad de
los genes que influyen en la infidelidad también afectan al número de parejas
sexuales15.

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Resumiendo el estado actual de la investigación sobre la predicción de la

infidelidad, en 2017, Fincham y May enumeraron un mayor número de parejas
sexuales en su lista de factores demográficos encontrados para facilitar la
infidelidad, escribiendo que las actitudes permisivas hacia el sexo, una mayor
disposición a tener relaciones sexuales casuales y a participar en el sexo sin
cercanía, compromiso o amor (es decir, una orientación socio-sexual más
irrestricta) también se relacionan de manera fiable con la infidelidad16.

En 2000, Bailey et al. escribieron que aproximadamente la mitad de las

mujeres que puntuaron en el 20% superior de sociosexualidad17 declararon
haber engañado a una pareja estable, lo que supone un aumento de diez veces
respecto a las mujeres que puntuaron en el 20% inferior18, aunque es probable
que se trate de una subestimación, ya que las mujeres tienden a infradeclarar
sus indiscreciones sexuales. Ejecutando valores de la Encuesta Social General
en 2019, McQuivey encontró que las personas que reportaron cuatro o menos
parejas sexuales de por vida, la tasa de infidelidad en el matrimonio actual se
redujo al 11%, mientras que para aquellos que tuvieron cinco o más parejas
sexuales el número fue casi el doble (21%)19. En 2019, la consultora de
relaciones, autora, doctora, terapeuta matrimonial y familiar licenciada, Dra.
Athena Staik colocó un “historial de promiscuidad” como número dos en su
lista de “10 predictores de infidelidad y diferencias de género” en Psych Central
(popular sitio de noticias para profesionales de la salud mental), escribiendo:

“En contra del mito, a las parejas que han tenido muchas parejas les cuesta más,
no es más fácil, permanecer monógamas. Corren un riesgo significativamente
mayor de desviarse que los que tienen poca o ninguna experiencia sexual previa.”

En 2015, Taylor Kubota de Men’s Journal se puso en contacto con la

investigadora sexual y profesora adjunta de sexualidad humana en la
Universidad de Nueva York Zhana Vrangalova Ph.D. para conocer el consenso
de los expertos para su artículo “Lo que el número de parejas sexuales dice de
ti”20:

“Según muchos expertos, es importante y puede decir mucho sobre tus necesidades
sexuales e incluso sobre quién eres. Aquí, con la ayuda de la investigadora sexual y
profesora adjunta de sexualidad humana en la Universidad de Nueva York, Zhana
Vrangalova, se examina lo que los expertos han encontrado que significa el
número para los hombres y las mujeres… En lo que respecta a la historia sexual
más adelante en la vida, la promiscuidad está vinculada a una mayor

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probabilidad de engaño en las relaciones serias a largo plazo. Vrangalova cree que
la razón puede ser que muchas personas promiscuas no están realmente hechas
para la monogamia.”

El hombre, por cuestiones evolutivas, siempre querrá una mujer célibe para
iniciar un proceso de unión duradero. Contrario a lo que las feministas te digan,
que tener experiencia sexual te hace de valor, si mañana ponemos a diez
mujeres igual de bellas, misma edad, mismo color de pelo, ojos y raza, pero una
es virgen y las demás son promiscuas el hombre elegirá a la virgen sin dudarlo.
Tener la certeza de paternidad, tener la ventaja de emparejamiento con esa
mujer virgen son razones suficientes para cualquier hombre para tomar tal
decisión. Por estas razones, las mujeres siempre mienten sobre su pasado
sexual, porque muy dentro de su psiquis, sabéis que este detalle es nocivo para
las chances de ser seleccionada por un hombre de alta calidad. Cuando el
hombre es de baja calidad, la mujer no se siente intimidada por confesar su
pasado promiscuo, es más, lo blande con orgullo, pero este comportamiento —
que seguro tú has tenido en más de una ocasión como mujer— no es más que
un reflejo de la importancia del número de compañeros sexuales en la mujer.

En los hombres la promiscuidad también es mala, pero no a la misma escala

que la mujer. Ya vimos que un hombre necesita muchas compañeras sexuales
para perder su capacidad de emparejamiento. De hecho —y lo leeremos en los
siguientes capítulos— el hombre siente menos apego emocional gracias a su
mismo diseño. Está hecho para inseminar de forma ininterrumpida. No puede
tener mecanismos emocionales punitivos porque supondría el fin de la especie,
ya que al unirse a una mujer no querría, en caso de emergencia, preñar a otras.
Pero este mecanismo además le permite mantener una dualidad con facilidad,
ya que puede tener una o varias compañeras sexuales y una compañera
sentimental sin ningún problema. La inversión emocional que el hombre debe
realizar para tener relaciones es prácticamente nula en comparación con la
inversión emocional que una mujer debe realizar, dado que hay riesgo de
embarazo, por lo tanto la mujer debe elegir muy bien y ser más precavida. Por
eso la infidelidad en la mujer es peor a ojos de los hombres porque estos saben
la natural implicancia emocional que ha sido necesaria para ella se acueste con
otro hombre. Ya sabemos que los mecanismos de preselección, hipergamia y
los de la ovulación oculta llevan a la mujer siempre a rechazar al hombre virgen
por un hombre con experiencia. No es una construcción social, sino más bien
un diseño propio de la especie.

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¿Es mala la promiscuidad para la mujer? Sí, muy mala. Tanto como estrategia
para aumentar las probabilidades de ser seleccionada, como para emparejarte
con un hombre de calidad, como para evitar enfermedades de transmisión
sexual, embarazos no deseados, etc. No hay ningún indicador positivo sobre la
promiscuidad, por mucho que el feminismo se lo viva inventando. Una mujer
que aspira a ser de alto valor no debe ser promiscua. Si ya has tenido sólo un
compañero sexual, todavía tienes mucho valor y chances de tener una pareja
estable, duradera, pero si ya sobrepasas los cuatro compañeros tus chances se
verán mermadas en un 50%. Tu tarea debería ser evitar participar en actos
promiscuos. Sé que da la sensación que te perderás “el tren de la vida”, pero
créeme que no. La mayoría de las mujeres se arrepienten una vez se estrellan
contra El Muro, ahí los lamentos son las confesiones más honestas que
podremos leer, y créeme, el mundo está inundado de lágrimas de mujeres y no
de hombres. Eso debería hacerte pensar porqué.

1. Haselton MG, Buss DM, Oubaid V, Angleitner A. Sex, Lies, and Strategic Interference:
The Psychology of Deception Between the Sexes. Personality and Social Psychology
Bulletin. 2005;31(1):3–23. doi:10.1177/0146167204271303
2. David M. Buss and David P. Schmitt. Mate Preferences and Their Behavioral
Manifestations. Annual Review of Psychology 2019 70:1, 77–110
3. Kinsey, A. C., Pomeroy, W. B., Martin, C. E., & Gebhard, P. H. (1953). Sexual behavior
in the human female. Saunders.
4. Essock-Vitale, Susan M. and Michael T. Mcguire. “Predictions derived from the theories
of kin selection and reciprocation assessed by anthropological data.” Ethology and
Sociobiology 1 (1980): 233–243.
5. Whisman, M. A., & Snyder, D. K. (2007). Sexual infidelity in a national survey of
American women: Differences in prevalence and correlates as a function of method of
assessment. Journal of Family Psychology, 21(2), 147–154.
6. Judith Treas, Deirdre Giesen. Sexual Infidelity Among Married and Cohabiting
Americans
7. Athanasiou, R., Sarkin, R. Premarital sexual behavior and postmarital adjustment. Arch
Sex Behav 3, 207–225 (1974).
8. Forste, Renata, and Koray Tanfer. “Sexual Exclusivity among Dating, Cohabiting,
and Married Women.” Journal of Marriage and Family, vol. 58, no. 1, 1996, pp. 33–
47. JSTOR, https://doi.org/10.2307/353375. Accessed 20 Aug. 2022.
9. Mark Regerus. Cheap Sex: The Transformation of Men, Marriage, and Monogamy
Pag. 88 et 89.

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10. Promiscuous America: Smart, Secular, and Somewhat Less Happy, @NickWolfinger April
18, 2018
11. Feldman, S. S., & Cauffman, E. (1999). Your cheatin’ heart: Attitudes, behaviors, and
correlates of sexual betrayal in late adolescents. Journal of Research on Adolescence,
9(3), 227–252.
12. Barta WD, Kiene SM. Motivations for infidelity in heterosexual dating couples: The roles of
gender, personality differences, and sociosexual orientation. Journal of Social and
Personal Relationships. 2005;22(3):339–360. doi:10.1177/0265407505052440
13. Amanda M. Maddox Shaw, Galena K. Rhoades, Elizabeth S. Allen, Scott M. Stanley &
Howard J. Markman (2013) Predictors of Extradyadic Sexual Involvement in Unmarried
Opposite-Sex Relationships, The Journal of Sex Research, 50:6, 598–610, DOI:
10.1080/00224499.2012.666816
14. Ricardo Pinto, Joana Arantes. The Relationship between Sexual and Emotional
Promiscuity and Infidelity. The Journal of Social Sciences. Volume 4, Issue 4 – Pages
385–398 doi=10.30958/ajss.4–4–3
15. Cherkas, L., Oelsner, E., Mak, Y., Valdes, A., & Spector, T. (2004). Genetic Influences
on Female Infidelity and Number of Sexual Partners in Humans: A Linkage and
Association Study of the Role of the Vasopressin Receptor Gene (AVPR1A). Twin
Research, 7(6), 649–658. doi:10.1375/twin.7.6.649
16. Frank D Fincham, Ross W May, Infidelity in romantic relationships, Current Opinion in
Psychology, Volume 13, 2017, Pages 70–74, ISSN 2352–250X.
17. “Sociosexuality, sometimes called sociosexual orientation, is the individual
difference in the willingness to engage in sexual activity outside of a committed
relationship. Individuals who are more restricted sociosexually are less willing to
engage in casual sex; they prefer greater love, commitment and emotional
closeness before having sex with romantic partners. Individuals who are more
unrestricted sociosexually are more willing to have casual sex and are more
comfortable engaging in sex without love, commitment or closeness.” Sociosexuality
Wikipedia
18. Bailey, J. M., Kirk, K. M., Zhu, G., Dunne, M. P., & Martin, N. G. (2000). Do individual
differences in sociosexuality represent genetic or environmentally contingent strategies?
Evidence from the Australian twin registry. Journal of Personality and Social
Psychology, 78(3), 537–545.
19. James L. McQuivey. The Road to Infidelity Passes Through Multiple Sexual Partners
20. Taylor Kubota. What the Number of Sexual Partners Says About You Men’s Journal