UNIVERSIDAD PÚBLICA DE EL ALTO

Área de Ciencias Agrícolas, Pecuarias y

Recursos Naturales

CARRERA DE INGENIERÍA
AGRONÓMICA

ASIGNATURA: AGROCLIMATOLOGIA

DOCENTE: Ing. M.Sc. LAOREANO CORONEL QUISPE

TEMA: PRESIÓN ATMOSFÉRICA Y VIENTO

© CARRERA DE INGENIERÍA AGRONÓMICA
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UNIDAD 6: PRESIÓN ATMOSFÉRICA Y VIENTO

Objetivos de la unidad:

 Conocer y estudiar los principios físicos sobre la presión atmosférica y los vientos.
 Identificar y caracterizar los regímenes de vientos para el territorio nacional y diferenciar
las áreas de mayor y menor frecuencia de vientos según direcciones, cuadrantes o
sectores.
 Estudiar y entender la aplicación práctica para el aprovechamiento de la energía eólica,
así como en al campo de la agronomía.

Resumen de la unidad

El aire atmosférico es elástico, expansible y también pesado. Las capas superiores de la

atmósfera presionan sobre las capas inferiores comprimiéndolas; a esta compresión del aire,
se conoce como presión atmosférica que se produce en un determinado lugar sobre una
superficie. Entonces, la presión atmosférica es el peso que ejerce el aire sobre una unidad de
superficie del suelo o sobre cualquier superficie y se mide con los instrumentos, llamados
Barómetros.

El calentamiento diferencial de la superficie de la tierra, produce zonas de diferentes presiones

atmosféricas y esta diferencia de presión entre dos zonas, produce el movimiento horizontal
de las masas de aire. A este aire que se mueve horizontalmente paralela a la superficie de la
tierra, se conoce como viento. El estudio de los vientos es sumamente importante, no sólo a
nivel local, sino también a escala planetaria, ya que es uno de los elementos del clima que
influye de manera constante y determinante; muchas de las veces sin percibirlo, sobre la vida
del hombre y sus actividades. Tal es así, que se constituye en objeto de interés para todos los
involucrados en la temática, sean éstos profesionales (ingenieros, arquitectos, médicos,
técnicos, etc.) o no (productor agropecuario, fruticultura, maderero, etc.).

Desde el punto de vista agronómico, los vientos juegan un rol muy importante, porque
favorecen a la polinización de la plantas, en la dispersión de las semillas, en el movimiento de
las masas de aire para la formación de las nubes y con la consecuencia de producir
precipitaciones atmosféricas. Tiene una dirección y velocidad que varía durante el día, durante
el mes y durante el año; en algunas ocasiones, se pueden convertirse en fenómenos naturales
que afectan sobre las producciones agropecuarias..

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 PRESIÓN ATMOSFÉRICA Y VIENTO

6.1. Presión atmosférica

Hasta la época de Galileo (1564-1642) se sabía que las bombas de vacío no eran capaces de
elevar el agua más que hasta aproximadamente 10,5 m, pero se desconocía porque. El
evangelista Torricelli (italiano) fue el primero en medir la presión atmosférica, colocó mercurio
llenando un tubo (el experimento es independiente de la forma o el diámetro del tubo, ni
siquiera de la longitud siempre que tenga más de 760 mm, sí se hace al nivel del mar), a
continuación, tapa la salida con un dedo y lo invierte dentro de una bandeja llena de mercurio,
momento en el que se abre la parte superior del tubo (la que se encuentra hacia abajo).

Entonces, Torricelli supo dar la verdadera explicación del fenómeno, es decir que la columna
del mercurio estaba sometida por la presión que ejercía la atmósfera sobre la superficie libre
del mercurio en la cubeta, y que ésta presión era igual al peso de una columna del mercurio
de unos 76 cm (760 mm) de altura sobre su base.

Por tanto, el aire como cualquier otro cuerpo sujeto a la acción de la gravedad, tiene un peso.
Entonces, la presión atmosférica se define como la fuerza por unidad de superficie que ejercen
los gases de la atmósfera perpendicularmente sobre una superficie. La presión atmosférica
normal es la que corresponde a un lugar situado a nivel del mar con una temperatura de 15
°C. En este caso, el peso del aire es de 1033 gramos por cada cm 2 que corresponde al peso
de una columna de mercurio que tiene una base de 1 cm 2 y una altura de 760 mm.

6.1.1. Unidad de medida de la presión

La primera unidad de medida empleada para medir la presión atmosférica fue el “milímetro de
mercurio” (mm Hg), en razón de la conocida capacidad de una columna de mercurio, de unos
760 mm, consistente en equilibrar la referida presión. Dicha propiedad era muy utilizada en la
construcción de los primeros barómetros; el mm Hg resulta una unidad de medida sumamente
intuitiva.

En la actualidad, la comunidad científica internacional ha adoptado el Sistema Internacional

(SI), cuyas unidades fundamentales son el metro (m), el kilogramo (kg) y el segundo (s). Para
este sistema, la unidad de presión es el newton por metro cuadrado, denominado "pascal"
(PA). Debido a que es una unidad muy pequeña y a efectos de facilitar la transición de un
sistema a otro, se ha optado por expresar la presión atmosférica en "hectopascales" (hPA),
es decir, en centenares de pascales.

Sin embargo, las unidades de presión más utilizadas en meteorología son el milibar (mb) y
kilopascales (kp). La presión atmosférica normal (a nivel del mar) es de 1013 milibares (mil
trece milibares) o 1mb = 0,1 kpa (kilo pascal).

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Equivalencias:

La presión normal es igual a 1033,3 gramos por cm 2 de superficie, equivalente a 1,33 kg/cm2
y que es lo que se conoce con el nombre de “una atmósfera”; otras equivalencias son:

1 atm = 760 mm Hg
1 atm = 1013,3 mbar
1 atm = 1013 hPa
1 atm = 1,033 kg/cm2
1 atm = 1,013 bares y 1mb equivale a 0,76 mm de Hg

Ejemplo: para convertir de mm de Hg a mbar, se puede utilizar la siguiente relación:

760 mm Hg = 760 * (4/3) = 1013,3 mbar y (3/4) para convertir mbar a mm Hg

Asimismo, existen unidades análogas en los países de habla inglesa, donde resultan de uso
frecuente las "pulgadas de mercurio" (Hg) y las "libras por pulgada cuadrada" (psi). Estas
últimas todavía se utilizan en nuestro país, para medir la presión de los neumáticos en los
vehículos.

6.1.2. Variación de la presión con la altitud

La presión atmosférica disminuye a medida que aumenta la altitud sobre el nivel del mar,
puesto que existe menos cantidad de aire encima, y además, está más enrarecido. En las
capas más bajas, la presión atmosférica disminuye, aproximadamente, un milibar por cada 10
metros de elevación o 1hPa por cada 8 m.

Pensando en términos de moléculas de aire, sí el número de las moléculas de aire sobre una
superficie aumenta, hay más moléculas para ejercer una fuerza en esa superficie y por lo
tanto, la presión aumenta. Al contrario, cuando existe una reducción en el número de las
moléculas de aire sobre una superficie dará lugar a una disminución de la presión.

Figura 1. Variación de la presión atmosférica con la altitud

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6.1.3. Variación diaria de la presión

La variación diaria de la presión tiene una doble oscilación, es decir hay dos máximas y dos
mínimas. Esta variación se atribuye a la marcha de la temperatura, a mayor temperatura de
ambiente menor presión atmosférica y viceversa.

6.1.4. Variación local de la presión

La presión atmosférica acusa constantemente una variación local debido al pasaje de altas y
bajas presiones:

 Desigual calentamiento del aire: cuando el aire se enfría se comprime e incrementa

su densidad; cuando se calienta se expansiona y disminuye su densidad. Por este
motivo, en ausencia de otros condicionantes, la presión atmosférica es mayor con aire
frio que con aire caliente.

 Desigual distribución del aire: los movimientos de aire pueden provocar acumulación
del mismo en algunas zonas y escasez en otras. En las primeras aumenta la presión, y
en la segunda disminuye.

Los centros de alta y baja presión, son los que producen los continuos cambios de tiempo,
que se experimentan de un día a otro. Las altas presiones denominadas anticiclones producen
tiempo frío y bueno. Las bajas presiones o ciclones producen tiempo caluroso, ventoso,
nublado y lluvioso.

6.1.5. Isóbara

Son líneas que unen puntos de igual presión atmosférica sobre un mapa o carta geográfica
que representa un espacio geográfico generalmente muy extenso. El trazo se realiza en base
a datos de una red extensa de estaciones meteorológicas que transmiten su información a
una central donde se reciben, anotan y se sistematizan, la que posteriormente se utilizan para
pronósticos probables del estado del tiempo y pronosticar las probables variaciones para las
horas siguientes.

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 Figura 2.
Formas de
isobaras de
una zona

6.1.6. Instrumental para medir la presión

6.1.6.1. Barómetro

El instrumento que permite saber la presión se denomina Barómetro, del griego (baros =
presión), generalmente se usa el barómetro de mercurio y se basa en el experimento de
Torricelli, que consiste en un tubo de vidrio cerrado por la parte superior (90 cm), lleno de
mercurio. El nivel del mercurio baja hasta que el peso de la columna de mercurio se iguala
con el peso de la atmósfera que actúa sobre la superficie.

Figura 3. Experimento de Torrecelli. Fuente: Fundación

Española para la Ciencia y Tecnología, 2004
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También hay ecuaciones matemáticas que permiten calcular la presión para cualquier nivel o
punto, esa ecuación es la siguiente:

 293  0, 0065* Z 
5,26

P  101,3  
 293 

Donde:
P = presión atmosférica en (kpa)
Z = altitud de la zona considerada (m)

Otra ecuación que nos permite determinar la presión atmosférica sobre la superficie terrestre,
es la siguiente:
P = 996,952 - 0,0945 (Z)

Donde:

P = Presión atmosférica (mbar)

Z = Altitud sobre el cual se quiere calcular la presión (m)

Ejercicio 1. Calcular la presión atmosférica a 3850 msnm con las dos ecuaciones propuestas.

Ejercicio 2. Calcular la presión atmosférica a 1300 msnm con las dos ecuaciones propuestas.

6.2. Viento

Cualquier desequilibrio o inestabilidad que se produce en la atmósfera tiende a equilibrarse

de una forma natural. El desequilibrio creado por la diferencia de presión entre dos zonas de
la atmósfera tiende a equilibrarse mediante un desplazamiento horizontal del aire de la zona
de mayor presión a la zona de menor presión.

Este desplazamiento o movimiento de masas de aire en sentido horizontal, recibe el nombre

de viento que viene determinado por su dirección y velocidad. La envoltura gaseosa que rodea
a la tierra, la que llamamos también aire se encuentra en constante movimiento, produciendo
la mezcla de los componentes de la atmósfera y la regulación de la temperatura. Por la
atmósfera terrestre circulan corrientes de aire en forma constante, que se mantienen en
equilibrio porque cuando viene una corriente de aire en dirección norte, se ve contrarrestada
por otra que va en dirección sur.

Durante miles de años el hombre dependió de los vientos: ellos traían la lluvia a la tierra e
impulsaban los barcos por los mares. Estudiaban la circulación de los vientos para poder
utilizarlos en su provecho. Por ejemplo, los barcos árabes navegaban de África oriental a la
India aprovechando los vientos monzones del sureste y regresaban con los monzones del
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noreste, sin necesidad de brújula. Hoy en día, ese aprovechamiento continúa, a través del
viento se genera la energía eólica para el aprovechamiento de la sociedad moderna.

6.2.1. Origen del viento

La palabra viento viene del latín ventus y significa "aire atmosférico que se mueve en una
dirección determinada". Dice también que es "aire agitado de cualquier modo", es decir que
cualquiera puede provocar viento simplemente agitando el aire.

Si la temperatura de la tierra y de la atmósfera fuera la misma en todas partes, no habría razón

para que se produzca movimiento de masas de aire de una región a otra, y por lo tanto, el
viento no existiría.

Aire caliente se
dilata y asciende

Movimiento del aire

Figura 4. Movimiento horizontal de masas de aire (viento).

La causa primera del origen de los vientos debe buscarse en la diferencia de temperatura
entre dos lugares, lo cual provoca una diferencia de presión entre estos dos puntos, dando
origen al viento. La presión tendera igualarse si una cierta masa de aire se traslada desde el
lugar donde la presión es más alta hasta el lugar en que la presión es más baja.

Sobre las regiones calientes, la presión al nivel del mar es más baja que en las regiones frías,
y en consecuencia, el viento sopla de altas presiones (zonas frías) hacia bajas presiones
(zonas calientes). En las alturas es a la inversa, el viento sopla de las regiones calientes hacia
las regiones frías.

6.2.2. Dirección y velocidad de viento

La dirección es el punto cardinal de donde viene el viento y son indicados por la rosa de los
vientos o rosa náutica. La velocidad es la distancia recorrida por una masa de aire en una
unidad de tiempo. Cuando la velocidad del viento es menor de 1 m/s o 1km/hr se denomina
“calma” y cuanto es fuerte toma diferentes nombres. La mayor o menor velocidad del viento
depende de la mayor o menor diferencia de presión atmosférica entre dos áreas geográficas
próximas.
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Las unidades de medida de la velocidad de viento son:

m/s km/hr Millas/hr Nudos

Equivalencias 1m/s = 3,6 km/hr = 2,24 Millas/hr = 1,94 Nudos

1 Milla equivale a 1852 metros

1 Nudo equivale a 1853 metros

6.2.3. Instrumental para medir la velocidad y la dirección del viento

La dirección del viento es aquella de donde procede el viento; por ejemplo, que el viento es
de poniente o de componente oeste, cuando viene del oeste y se dirige hacia el este; esta
característica se mide con la veleta. El viento se designa por el correspondiente rumbo de la
rosa náutica, en esta se consideran las siguientes direcciones:

N
NW NE

W E

SW SE
S
Figura 5. Representación gráfica de la rosa de vientos

También suelen expresarse en grados sexagesimales (0 a 360°), la dirección del viento;

asimismo, se observa a través del humo, el polvo, una cinta o bandera.

La velocidad del viento se mide con el instrumento denominado anemómetro del tipo de
cazoletas huecas semiesféricas, que gira con una velocidad proporcional a la del viento. El
número de vueltas se registra en un totalizador que traduce a velocidad expresadas en m/s,
km/hr o nudos (1 nudo equivale a una milla marina por hora = 1852 m/s).

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 Figura 6. Formas de instrumentos para medir la dirección de los vientos

6.2.4. Variación diaria y anual de la velocidad del viento

La velocidad del viento experimenta una variación diaria muy neta, que presenta una gran
analogía con la variación diaria de la temperatura. La velocidad del viento es muy pequeña
durante la noche; ella va aumentando desde la salida del sol hasta poco después del medio
día, momento en el que alcanza el valor máximo, luego disminuye hasta la madrugada.

En el altiplano, en los meses de invierno los vientos pueden alcanzar hasta 70 km/hr, lo que
afecta grandemente a los suelos, provocando el transporte de partículas finas a grandes
distancias; asimismo, destruye viviendas a su paso, dificulta la visibilidad, afecta a la salud
pública, entre otros efectos negativos.
20

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velocidad del Viento (km/hr)

16

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0
2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24

HORAS

Figura 7. Comportamiento diario del viento.

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 20

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velocidad del Viento (km/hr)

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0
ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC

MESES

Figura 8. Comportamiento del viento durante el año.

6.2.5. Influencia del viento en la actividad agrícola

Los vientos secos producen una intensa transpiración de las plantas, provocan la caída de las
hojas, de las flores incluso de los frutos. Los vientos también pueden ser transportadores de
muchas plagas y enfermedades. A continuación se detalla los efectos del viento sobre los
cultivos:

 Es un agente necesario para la polinización y diseminación natural de las especies por

el transporte de las semillas.

 Renueva el aire, evitando las asfixias de las plantas y animales

 Aumenta la resistencia de las fibras leñosas de los tallos y raíces sometidos a

constante flexión y tracción.

 Como fuente de energía, para mover molinos, bombas de agua, producción de energía
eléctrica y otras aplicaciones industriales.

 En otros casos los vientos también pueden favorecer que las plantas (tallos) adquieran
rigidez.

Entre los efectos negativos de los vientos, se puede indicar los siguientes:

 La acción mecánica fuerte produce el tumbado o encamado en las gramíneas, rotura

de ramas, caída de las flores, los frutos y hasta caída de los árboles.

 Produce excesiva sequedad en la atmósfera y el suelo, cuando el ambiente es seco.

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  Es agente de transporte de gérmenes de enfermedades de plantas y animales, como
en la diseminación de malezas, esporas de muchos hongos patógenos, como las royas
y el tizón.

 Provoca la erosión eólica de los suelos agrícolas, que por falta de prácticas de buen
manejo conservación pueden desaparecer.

6.2.6. Mecanismos de los movimientos del viento

Las masas de aire se desplazan de las zonas de alta presión (frías), hacia las zonas de baja
presión (cálidas). En las zonas donde la temperatura es alta por la fuerte irradiación terrestre,
las masas de aire que reposan sobre su superficie se calientan y dilatan; luego, se elevan
originando una zona de baja presión o de depresión barométrica. Lo contrario ocurre con las
masas de aire que al elevarse se enfrían aumentando su peso, entonces descienden en una
zona fría formando una zona de alta presión. Entonces las masas de aire frío se desplazan a
la zona calida para reemplazar a las masas de aire caliente.

Las masas de aire en el hemisferio sur, en una zona de baja presión (ciclón) se mueven en
sentido de las agujas del reloj y en las zonas de alta presión (anticiclón) se mueven en sentido
contrario a las agujas del reloj; como el anticiclón del Pacifico frente a las costas de Chile y
Perú, que origina la Corriente fría de Humboldt.

6.2.7. Circulación general de la atmósfera

La diferencia en presión atmosférica, generada por la variación de temperatura al receptar

radiación solar en las diferentes latitudes del planeta, da lugar al movimiento de corrientes de
aire. Las corrientes de aire se conocen como viento y siempre se desplazan desde una zona
de presión alta a una zona de presión baja, mientras mayor sea la diferencia de presiones,
más fuerte será la velocidad del viento.

El aire del ecuador se calienta mucho más que el aire de los polos. Si la Tierra permaneciera
inmóvil ocurriría que el aire que está en contacto con la superficie del Ecuador, al calentarse
mucho se elevaría a capas más altas, siendo sustituido por aire frío procedente de los polos;
se originaría una doble circulación del aire del Ecuador hacia los polos y de los polos hacia el
Ecuador, entonces los habitantes estaríamos sometidos a corrientes de aire frío constantes.

Afortunadamente las cosas no son así, porque el movimiento de rotación de la tierra modifica
la trayectoria de los vientos de tal forma que los vientos del hemisferio norte se desvían hacia
la derecha y los del hemisferio sur se desvían hacia la izquierda, como se observa en la
siguiente figura:

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 Figura 9. Movimiento de masas de aire a nivel global. Fuente: Google, 2017

Figura 10. Patrones globales de masas de aire. Fuente: Google, 2017

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La corriente del aire caliente que sale del Ecuador y se dirige hacia el norte en los niveles altos
se desvía hacia la derecha, de tal forma que al llegar a unos 30 ° de latitud norte se ha
convertido en un viento del oeste. Por otra parte, esta corriente de aire se ha enfriado lo
suficientemente para bajar hacia el suelo y dirigirse de nuevo hacia el Ecuador, desviándose
hacia la derecha hasta cerrar el ciclo. La corriente de aire que se dirige hacia el Ecuador a
nivel del suelo, en dirección noreste, se llama alisios.

La corriente de aire frío que sale del polo norte y se dirige hacia el Ecuador, en los niveles
bajos se desvía progresivamente hacia la derecha, y al llegar a unos 50° de latitud norte se ha
convertido en un viento del este. Por otra parte, se ha calentado y sube hacia arriba para
dirigirse de nuevo hacia el polo norte, a la vez que se desvía hacia la derecha hasta cerrar el
ciclo.

La zona comprendida entre los paralelos 30° y 50° de latitud norte y sur queda ocupada por
un aire que no es tan frío como el aire que queda al norte ni tan cálido como el que queda al
sur. Como consecuencia de estos movimientos se originan en cada hemisferio tres ciclos
cerrados de movimientos de aire. Asimismo, en ambos hemisferios y en las proximidades de
los 30° de latitud existen altas presiones, llamadas altas presiones subtropicales ocasionadas
por el movimiento descendente de aire, que dan lugar a tiempo anticiclónico con cielo
despejado y pocas lluvias. Los desiertos de mayor extensión están en estas latitudes o en
adyacentes (desiertos del Sahara, Arabia, Australia, etc.).

Entre los 5 y 30° de latitud norte y sur, se encuentran los cinturones de vientos alisios que
soplan del noreste en el norte y del sureste en el hemisferio sur. En las proximidades del
Ecuador se sitúa el cinturón de las bajas presiones ecuatoriales, formado como confluencia
de vientos alisios de ambos hemisferios que da lugar a un ascenso del aire caliente.

En el centro de los océanos sucede lo mismo, los vientos alisios de ambos hemisferios
convergen cerca del Ecuador originando ascensos bruscos y de mucha altura y que dan a
lluvias muy intensas y abundantes. Esta zona recibe el nombre de Zona de Convergencia
Intertropical (ZCIT).

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 Figura 11. Representación gráfica de la Zona de Convergencia Intertropical de los
vientos. Fuente: Google, 2017

6.2.8. Vientos locales o brisas

En cada región se presentan vientos que no necesariamente tiene una circulación de noreste
y sureste; estos vientos se llaman brisas o vientos locales, que se originan por el desigual
calentamiento de la superficie terrestre y que adquieren diferentes velocidades. Ejemplo, los
vientos fríos que descienden de la cordillera de los Andes, a la planicies altoandinas, son
denominados vientos locales; o lo que sucede en las áreas circundantes al lago Titicaca.

6.2.9. Vientos dominantes en el altiplano

Los vientos, en el altiplano son variados por la presencia de colinas y cerros, pero en la
mayoría de los lugares se observa vientos predominantes de dirección noroeste, pero también
se registra vientos de dirección este y noreste sobre todo en las mañanas. En los meses de
julio, agosto y septiembre los vientos se registran con mayor velocidad, provocando el
transporte de partículas finas de las tierras productivas conocido como erosión eólica, con
direcciones que predominan de noroeste.

6.2.10. Brisas de mar y tierra

Las brisas se deben al desigual calentamiento de las regiones costeras con respecto de los
océanos adyacentes. Durante el día el sol calienta la superficie terrestre, pero las zonas
litorales absorben más calor que el mar en el mismo lapso, por lo que el aire que está en
inmediato contacto con el suelo se calienta más rápidamente que el aire que esta sobre el
agua. Como resultado de esta diferencia de temperaturas, se forma una región de relativa baja
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presión en las zonas costeras, y de relativa alta presión en las aguas adyacentes; en
consecuencia, el aire se mueve del mar hacia la tierra. A este viento se le llama brisa del mar.

Durante la noche ocurre lo contrario. Al ponerse el sol, los continentes se enfrían más rápido
que los océanos cercanos y se forma una región de relativa baja presión sobre los mares, y
de relativa alta presión sobre los continentes; en consecuencia, en la noche los vientos soplan
de la tierra al mar. A este sistema de vientos se lo denomina brisa de tierra.

6.2.10. Vientos Alisios

Los vientos alisios fueron de suma importancia en los siglos a partir del XV debido a su gran
influencia en la navegación a vela, y aún al día de hoy son muchos los que se animan a poner
sus velas a favor de ellos. Se trata de vientos que se dan entre el ecuador y los trópicos, que
soplan desde el hemisferio Norte y también desde el Sur, encontrándose en la conocida Zona
de Convergencia Intertropical.

Los Alisios soplan en casi todas las regiones tropicales que se extienden entre los cinturones
de altas presiones subtropicales y las bajas presiones ecuatoriales. En el hemisferio norte, el
aire que se dirige hacia el ecuador es desviado hacia la derecha por la fuerza de Coriolis y
forma los Alisios del noreste. De la misma manera, en el hemisferio sur, la desviación hacia la
izquierda origina los Alisios del sureste. Estos vientos pueden variar de dirección por efectos
locales de topografía y rozamiento; sin embargo, son conocidos por su persistencia y
regularidad.

6.2.11. Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT)

La Zona de Confluencia Intertropical (ZCIT) está definido como una estrecha banda zonal de
vigorosa convección, que se manifiesta por el desarrollo de cúmulos, ampliamente confirmado
mediante el uso de las imágenes de satélite, y señala la convergencia entre el aire de los
hemisferios norte y sur. En la ZCIT los vientos Alisios del noreste, originados como un flujo
alrededor del Atlántico Norte, se reúnen con los vientos alisios del sureste, formados como un
flujo alrededor de las altas del Pacífico Sur y Atlántico Sur.

La localización de la Zona de Convergencia Intertropical puede derivarse de variables

atmosféricas como la precipitación o nubosidad; sin embargo, la naturaleza física de esta zona
está directamente relacionada con la convergencia de corrientes de viento provenientes de
las celdas de circulación Hadley.

La característica principal de la ZCIT es el alto contenido de vapor de agua en el aire, el cual

al llegar a una mayor altura se enfría y provoca intensas lluvias, liberando humedad acumulada
(Bravo, 2021, p. 1).

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6.2.12. Huracanes

El término "huracán" tiene su origen en el nombre que los indios mayas y caribes daban al
Dios de las tormentas, pero este mismo fenómeno meteorológico es conocido en la India con
el nombre de "ciclón", en el oeste del pacífico norte se le llama "tifón". Estos términos
identifican un mismo fenómeno meteorológico.

En forma sencilla, un huracán es un viento muy fuerte que se origina en el mar, que gira en
forma de remolino acarreando humedad en enormes cantidades, y que al tocar áreas
pobladas, generalmente causa daños importantes o incluso desastres.

6.2.13. Principales características de los ciclones o huracanes

Los ciclones tropicales constituyen una clase especial de grandes sistemas de vientos en
rotación y poseen características únicas de circulación, completamente distintas de los
sistemas ciclónicos típicos de latitudes medias y de los tornados de escala menor, de las
trombas marinas y de los remolinos de polvo.

Los ciclones se forman y se intensifican cuando están situados sobre océanos tropicales o
subtropicales en ambos hemisferios, en donde la fuerza de rotación de la tierra (Coriolis) es
suficientemente fuerte para que se inicie el movimiento de rotación alrededor del centro de
baja presión y cuyas temperaturas de agua a nivel de la superficie son de 27° C o más cálidas.
Las regiones matrices no son estables en cuanto a su ubicación, ya que ésta obedece a la
posición de los centros de máximo calentamiento marítimo, los que a su vez están influidos
por las corrientes frías de California y la contracorriente cálida ecuatorial en el océano Pacífico,
así como por la deriva de las ramificaciones de la corriente cálida del "Gulf Stream". Además,
no se mantienen por sí mismos sobre tierra, independientemente de la temperatura superficial.

Los vientos más fuertes se dan en los niveles bajos, donde el contacto con la superficie
terrestre origina una fuerte disipación por rozamiento. Esta disipación aumenta con la potencia
de orden dos de la velocidad del viento y por esta razón los ciclones tropicales pueden ser
muy destructivos.

El rozamiento introduce en el huracán limitaciones de masa; el flujo hacia el interior en niveles

bajos se dirige hacia arriba en las nubes que forman la pared del ojo, rodeando primero el
centro y yéndose luego hacia afuera en los niveles superiores.

6.2.14. Definición de ciclón tropical

Es el nombre genérico que se le da al viento huracanado que se traslada girando a gran

velocidad, donde la presión disminuye en su interior y adquiere una circulación rotacional
organizada en el sentido contrario a las manecillas del reloj en el hemisferio norte, y en el
sentido opuesto en el hemisferio sur.

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 Figura 12. Movimiento de vientos huracanados en el hemisferio norte. Fuente: Google,
2017

Figura 13: Movimiento de vientos huracanados en el hemisferio sur. Fuente: Google, 2017

La evolución de un ciclón tropical puede ser dividida en las cuatro etapas siguientes:

1. Nacimiento (depresión tropical). Primero se forma una depresión atmosférica, que se

caracteriza porque el viento empieza a aumentar en superficie con una velocidad

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 máxima (media en un minuto) de 62 km/h o menos; las nubes comienzan a organizarse
y la presión desciende hasta cerca de las 1000 hpa (hectopascales).

2. Desarrollo (tormenta tropical). La depresión tropical crece o se desarrolla y adquiere

la característica de tormenta tropical, lo que significa que el viento continúa aumentando
a una velocidad máxima de entre 63 y 117 km/h inclusive, las nubes se distribuyen en
forma de espiral y empieza a formarse un ojo pequeño, casi siempre en forma circular,
y la presión se reduce a menos de 1000 hpa.

En esta fase es cuando recibe un nombre correspondiente a una lista formulada por la
Organización Meteorológica Mundial (Comité de Huracanes). Antiguamente, cada
ciclón se denominaba con el nombre del santo del día en que se había formado o había
sido observado. Durante la segunda guerra mundial se usó un código en orden
alfabético para facilitar la rapidez de la transmisión con abreviaturas, (Abbler, Baker,
Charlie, etc.); posteriormente, en 1953 el Servicio Meteorológico de los EUA adoptó el
uso de nombres de mujer de esas abreviaturas en orden alfabético y en 1978, a
solicitud de un movimiento feminista de los EUA, fueron también incluidos en esas
listas nombres de hombre en los idiomas español, francés e inglés. Cabe aclarar que
si un ciclón ocasiona un impacto social y económico importante a un país, el nombre
de este ciclón no volverá aparecer en la lista.

3. Madurez (huracán). Se intensifica la tormenta tropical y adquiere la característica de

Huracán, es decir, el viento alcanza el máximo de la velocidad, pudiendo llegar a 370
km/h, y el área nubosa se expande obteniendo su máxima extensión entre los 500 y
900 km de diámetro, produciendo intensas precipitaciones. El ojo del huracán cuyo
diámetro varía entre 24 a 40 km, es un área de calma libre de nubes. La intensidad del
ciclón en esta etapa de madurez se gradúa por medio de la escala de Saffir-Simpson.

4. Disipación (fase final). Este inmenso remolino es mantenido y nutrido por el cálido
océano hasta que se adentra en aguas más frías o hasta que entra a tierra firme,
situación ésta última en la que el ciclón pierde rápidamente su energía y empieza a
disolverse debido a la fricción que causa su traslación sobre el terreno.

6.2.15. El viento para generar energía

La historia de la energía eólica o de los vientos se remonta al año 3500 a.C., cuando los
sumerios armaron las primeras embarcaciones de vela. Después, los griegos construyeron
máquinas que funcionaban con el viento. Así, desde la antigüedad éste ha sido el motor de
las embarcaciones. Han pasado 5 000 años y los veleros surcan aún los mares.

El movimiento de masas de aire se aprovecha como fuente de energía, al igual que la energía
solar se trata de un tipo de energía limpia y renovable por la fuerza de su movimiento. La
fuerza de su movimiento se puede aprovechar para producir electricidad, energía mecánica o
cualquier otra forma de energía. La energía eólica es prácticamente inagotable y no
contamina. Sin embargo, su principal desventaja es que cuando no sopla el viento no se
produce energía. Por esta razón, requiere de un sistema de almacenamiento para
aprovecharla continuamente.

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 Figura 14. Los molinos de viento

Los chinos utilizaron desde la antigüedad los molinos eólicos para bombear agua y regar sus
tierras; un caso notable del uso de esta energía fueron las carretillas impulsadas con velas
para facilitar el transporte de mercancías de un lado a otro. Ya en el siglo XIX, los chinos
construyeron un vagón de ferrocarril de pasajeros que tenía una gran vela; la principal
desventaja era la espera, en ocasiones, era bastante larga.

¿Cómo podemos utilizarlo o aprovecharlo?

La energía eólica se puede transformar en energía eléctrica o electricidad, mediante el uso de

turbinas eólicas que basan su funcionamiento en el giro de aspas movidas por los vientos.
Bajo el mismo principio se puede utilizar como mecanismo de extracción de aguas
subterráneas o de cierto tipos de molinos para la agricultura.

Al igual que la energía solar se trata de un tipo de energía limpia, la cual sin embargo presenta
dificultades, pues no existen en la naturaleza flujos de aire constantes en el tiempo, más bien
son dispersos e intermitentes.

Este tipo de energía puede ser de gran utilidad en regiones aisladas, de difícil acceso, con
necesidades de energía eléctrica, y cuyos vientos son apreciables en el transcurso del año.

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 Figura 15. Los molinos generados por fuerza del viento

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