Auladeastrologia Las Casas
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Poner el énfasis en el tipo de casa que contiene planetas en una carta natal ayuda a ver la
carta como un todo. Una manera habitual de definir las casas consiste en separarlas en la
clasificación siguiente: casas angulares, sucedentes y cadentes.
Las casas angulares (I, IV, VII, X) están asociadas con la actividad del individuo y
tienen un impacto inmediato en la estructura de su vida. La palabra clave para las casas
angulares es acción.
Las casas sucedentes (II, V, VIII, XI) están asociadas con los deseos individuales y las
áreas de la vida que queremos controlar y consolidar. La palabra clave para este tipo de
casas es seguridad.
Las casas cadentes (III, VI, IX, XII) son áreas en las que se da la absorción, el
intercambio y la distribución de pensamientos y observaciones. La palabra clave para
estas casas es aprendizaje.
La progresión de las casas desde angulares a sucedentes y luego a cadentes, para volver
nuevamente a las angulares, simboliza el flujo de la experiencia vital: actuamos,
consolidamos los resultados de nuestras acciones a fin de obtener seguridad,
aprendemos de lo que hemos hecho y nos percatamos de lo que queda por hacer y, por
lo tanto, actuamos otra vez. Así, una persona con un fuerte énfasis en uno de estos tipos
de casas por el emplazamiento de los planetas en su carta natal, invariablemente
dedicará gran cantidad de energía a la acción, la seguridad o el aprendizaje y
experimentará muchos estímulos relacionados con una de estas palabras clave.
Las casas pueden dividirse también en cuatro grupos definidos por el elemento del signo
relacionado con cada casa. Las frases clave y las orientaciones para comprender estos
cuatro grupos son las siguientes (tenga en cuenta que los términos «trinidad psíquica»,
«trinidad de la materia», etcétera, son términos muy viejos y aquí se utilizan
básicamente como etiquetas convencionales):
Todas estas casas se ocupan del pasado, de las respuestas condicionadas que se
convierten en instintivas y operan a través de las emociones. Los planetas que se
encuentran en estas casas muestran lo que ocurre en el subconsciente e indican los
procesos de adquisición de conciencia mediante la asimilación de la esencia del pasado,
mientras simultáneamente se da una liberación de recuerdos inútiles y temores que nos
retienen. Una persona con énfasis en estas casas vive de gran manera en sus
sentimientos y en sus «anhelos» más profundos. Las necesidades emocionales y del
alma dominan gran parte de su actividad vital y de su empleo de energía. Los planetas
situados en las casas de agua influyen en la predisposición emocional del individuo, en
su forma de satisfacer sus necesidades íntimas y de afrontar sus sentimientos obsesivos,
y marcan hasta qué punto vive de una manera privada, es decir, en su interior. Las
palabras clave para las casas de agua son emocional y alma.
Las casas de tierra: La trinidad de la materia, II, VI, X
Estas casas están asociadas con el nivel de experiencia en el que tratamos de satisfacer
nuestras «necesidades» básicas en el mundo práctico. Los planetas situados en estas
casas indican energías que pueden utilizarse con facilidad para tratar con el mundo
físico, y que pueden desarrollarse hasta adquirir pericia en la administración de los
recursos. El individuo con énfasis en estas casas vive enérgicamente en el mundo físico,
construye, hace, logra, adquiere y define su objetivo en la vida según el estatus y la
seguridad alcanzados. Las personas cuya carta muestra un fuerte predominio de las
casas de tierra tienden a querer establecerse en una buena posición en la vida, ya que
van en busca del sitio donde pueden ser más productivas y satisfacer más fácilmente sus
necesidades prácticas. Estas personas conectan con su propio yo de manera más
inmediata mediante el trabajo y las consecuciones prácticas y sintiéndose útil. Desean
cumplir con un papel o una profesión en el vasto mundo exterior. Los planetas
emplazados en las casas de tierra influyen en nuestra actitud ante la vocación, nuestras
ambiciones profesionales y nuestra capacidad de producir resultados efectivos. La
palabra clave para estas casas es material, puesto que tratan principalmente con los
intereses del mundo material.
Estas casas están asociadas con nuestra actitud ante la vida y nuestra forma de sentirnos
vivos. Representan el flujo de energía que dirigimos hacia el mundo y las aspiraciones e
inspiraciones que nos llevan a liberarla. La persona con un énfasis en estas casas vive en
sus entusiasmos, ideales y sueños para el futuro. La fe y la confianza (o la pronunciada
carencia de ellas) y la necesidad de que las propias iniciativas tengan un efecto en el
mundo dominan gran parte de la actividad vital del individuo, que conecta con su yo de
manera más inmediata proyectando sus sueños en el mundo y viéndolos manifestados
como realidades. Los planetas emplazados en las casas de fuego influyen en la «actitud
del individuo ante la vida misma» y en la fe y la confianza que tiene en sí mismo. La
palabra clave que re- sume el significado esencial de las casas de fuego es identidad,
porque nuestro sentido de la identidad, nuestro sentido de ser determinan nuestra actitud
hacia la vida en general.
Estas casas están asociadas no sólo con los contactos sociales y las relaciones de todo
tipo sino también con los «conceptos». La persona con un énfasis en estas casas vive en
la mente y en las relaciones. Los conceptos y el intercambio de conceptos ocupan gran
parte de su actividad vital. El individuo conecta con su yo de manera más inmediata a
través de un sentimiento de comunicación mutua con los demás y mediante el
descubrimiento y la expresión de la realidad y la importancia que da a ideas o teorías
concretas. Los planetas emplazados en las casas de aire influyen en los intereses, las
asociaciones, la
forma de expresión verbal y la vida social del individuo. Las palabras clave para las
casas de aire son social e intelectual.
He aquí una formulación concisa de las palabras clave descritas más arriba:
Modo de expresión
Angular: Acción
Sucedente: Seguridad
Cadente: Aprendizaje
Nivel de experiencia
La casa IV es el área de acción directa en el nivel emocional y del alma. Toda acción
llevada a cabo en este nivel de experiencia está necesariamente condicionada por
factores que escapan a nuestro control. Tradicionalmente, la casa IV está relacionada,
entre otras cosas, con el hogar y la familia, ¿En qué otra esfera de la vida actuamos
basándonos en los hábitos y en las emociones tanto como cuando tratamos con los
miembros de nuestra familia? Esta casa también simboliza el hogar como fuente (o
como carencia) de renovación y nutrición.
Las personas que tienen una casa IV muy acentuada sienten la necesidad de actuar en el
nivel emocional más profundo a fin de asimilar la esencia de su experiencia en la
infancia y la juventud. Anhelan la paz interna, la paz de su propio yo, y, por lo tanto,
tienen casi siempre una fuerte necesidad de intimidad. A menudo se concentran en
actividades que desarrollan la vida interior y estimulan el progreso del alma.
Aunque la persona con un énfasis en la casa VIII puede buscar seguridad en los valores
materiales, el poder, el sexo o el conocimiento psíquico, el verdadero sentimiento de
seguridad emocional y del alma puede darse sólo cuando los tumultuosos conflictos
emocionales que siempre simboliza esta casa empie- zan a amainar. Los estudios
esotéricos relacionados con esta casa son muy útiles como medios para alcanzar la paz
interior a través del conocimiento de las leyes más profundas de la vida. La sexualidad
simbolizada por la casa VIII es una expresión del deseo de renacer mediante la unión
con un poder más grande que el yo aislado. En resumen, esta casa simboliza el anhelo
de un estado de paz emocional que sólo podemos alcanzar si avanzamos liberándonos
de los deseos y la obstinación compulsiva.
Esta casa está asimismo asociada con cuestiones y actividades relacionadas con energía
liberada de varias maneras y con la forma subyacente de la energía: sistemas curativos,
estudios esotéricos, sexo, métodos de transformación, inversiones y obligaciones
financieras…
La casa XII
La casa XII es la esfera del aprendizaje en el nivel emocional y del alma. Este
aprendizaje tiene lugar mediante el crecimiento gradual de la conciencia que acompaña
la soledad y el crecimiento profundo, a través del servicio desinteresado o mediante la
dedicación a un ideal elevado. En su nivel más profundo, esta casa indica el deseo de
buscar paz para el alma a través de la entrega a una unidad superior, mediante la
dedicación a un ideal trascendente y con la liberación de los fantasmas de acciones o
pensamientos pasados.
Esta casa de tierra trata de la acción a nivel material y, tradicionalmente, se dice que
representa la posición de la persona en el mundo, su reputación, su ambición y su
vocación. La acción que lleva a cabo un individuo en el mundo material forma la liase
sobre la que se sostiene su reputación. Y, a fin de actuar de manera efectiva en el mundo
material, la persona necesita la autoridad necesaria para hacerlo, otro significado de la
casa X. Las palabras clave también clarifican la tradicional relación de la casa X con la
ambición concreta que esperamos lograr en el mundo o con la llamada que sentimos
para contribuir a la sociedad, aunque este segundo caso se refiere a un concepto del
destino que va más allá de la ambición personal.
Las palabras clave para la casa II son seguridad material. Estas palabras describen de
manera adecuada la relación de esta casa con el dinero, las ganancias, las posesiones y
el deseo de controlarlo todo: personas y cosas. Las palabras clave también clarifican un
principio más amplio que subyace en tales inclinaciones, ya que muchas personas con
un fuerte énfasis en la casa II no sólo están interesadas en el dinero en sí mismo sino
que están sedientas de seguridad en el mundo material. Para conseguir esta seguridad
necesitan gran cantidad de recursos, a menudo también el dinero. Las actitudes ante
estas cuestiones están, por lo general, claramente simbolizadas por los factores de la
casa II.
Otra fuente de seguridad material que, con frecuencia, puede verse en las personas con
una casa II fuertemente marcada es la importancia de la influencia relajante y
estabilizadora que les otorga la experiencia de la naturaleza. Para muchos, una
sintonización innata y llena de significado con el entorno natural es una fuente de
seguridad de igual importancia que las posesiones materiales. En la misma línea, podría
decirse que el vínculo con la forma y las cosas es la expresión de una fuerte relación con
la tierra.
La casa VI
La casa I
La casa V
También se asocia la casa V con el hecho de correr riesgos. Prácticamente, todos los
asuntos de la casa V (las apuestas, las aventuras amorosas, tener hijos, la creatividad y
expresarse públicamente uno mismo) son en esencia arriesgados. De esto podemos
aprender que nos sentiremos más seguros de nosotros mismos si desarrollamos la
habilidad de correr riesgos. Un concepto de la identidad rígido y estático no proporciona
seguridad.
La casa VII simboliza la acción en el nivel social & intelectual, La relación de persona a
persona es la experiencia básica de esta casa, y todas las estructuras y actividades
sociales dependen de las características de las relaciones personales. A nivel individual,
las características de la pareja del individuo tienen una importancia tal que predominan
sobre todas las demás esferas de la vida: salud, finanzas, sexo, hijos, éxito profesional,
etc.; por lo tanto, las relaciones intimas tienen un poderoso im- pacto en la vida social
del individuo y en su desarrollo intelectual.
La casa XI
La casa de aire sucedente es la XI y representa la búsqueda de seguridad intelectual y
social. Las personas en cuya carta predomina especialmente la casa XI tienden a
afiliarse a grupos o a unirse a amigos que compartan su inclinación intelectual, aunque
puede que no estén en absoluto de acuerdo sobre los deta- lles específicos. Su búsqueda
de seguridad intelectual les conduce también a vastos sistemas de pensamiento, ya sean
políticos, metafísicos o científicos. La manera más efectiva de que una persona con una
casa XI fuerte consiga la seguridad que busca consiste en establecer un firme objetivo
individual que no sólo cubra sus necesidades personales sino que también armonice con
las necesidades de la sociedad en general
La casa III
La casa III es el campo del aprendizaje en el nivel social e intelectual. Representa, por
lo tanto, todas las formas de intercambio de información, como, por ejemplo, la
habilidad para la comunicación básica, el trabajo en los medios de comunicación, el
comercio, etc. Las personas con un fuerte énfasis en la casa III tienen una profunda y a
veces insaciable necesidad de comunicarse con los demás, y a menudo poseen la
habilidad necesaria para tratar de una manera fácil y amistosa con personas de las más
diversas clases y con los intereses más opuestos (depende de los planetas que se hallen
en esta casa). Mientras que el aprendizaje de la casa IX se produce gracias a la
utilización de una mente inspirada e intuitiva, el aprendizaje de la casa III se produce
mediante la aplicación de la lógica, la razón y la inagotable curiosidad del individuo.
Esta casa no sólo representa la comunicación con los demás, sino que muestra también
cómo funciona la mente de la persona. Los planetas que se hallen en esta casa revelarán
cómo utilizamos la mente y cómo comunicamos los pensamientos, y también cómo
nuestras pautas de pensamiento ejercen un im- pacto en nuestra vida en general.
El lector advertirá en las páginas siguientes que las orientaciones para la interpretación
de las casas no son tan específicas como las orientaciones para la interpretación de los
planetas en los signos, y existen buenas razones para ello. Primero de todo, prefiero un
enfoque abierto para la comprensión de las casas en una carta dada, ya que cada casa
tiene virtualmente un número infinito de significados y porque las circunstancias, los
valores, el entorno, y el nivel de conciencia de cada individuo constituyen una trama
totalmente única. En segundo lugar, es más fácil y adecuado ser muy específico al
hablar de los planetas en los signos porque estos últimos revelan la verdadera energía
que opera en la vida y las casas son bastante secunda rías. Por ejemplo, se puede realizar
un trabajo muy preciso en astrología sin utilizar para nada las casas cuando no se sabe
con exactitud la hora del nacimiento.
Incluso en ese caso se puede practicar entre un 60 y un 90% de astrología útil con esa
persona. Y, por último, la posición de un planeta en un signo determinado y los aspectos
que forma son tan importantes y dominantes que intentar interpretar aisladamente su
posición por casa, sin referencias al signo que ocupa y a sus aspectos, a menudo da
como resultado unas afirmaciones sumamente imprecisas. Es mucho más preferible
utilizar orientaciones fiables y descubrir la realidad a través del diálogo.
Considero que las cuatro orientaciones siguientes son extraordinariamente fiables a la
hora de comprender las cartas natales y las vidas de las personas reflejadas en ellas.
a)Las casas muestran dónde centramos nuestra atención. Cuantos más planetas haya en
una casa, más atención prestaremos a ese campo de experiencia en nuestra vida.
b)Las casas muestran dónde concentramos de manera más natural nuestra energía. La
energía de un planeta se expresa en las actividades y experiencias relacionadas con la
casa en que está situado.
Sea cual sea la casa que ocupe el Sol, es en ella donde experimentamos de manera más
inmediata nuestro yo primordial y nuestra esencia creativa. Este campo de experiencia
nos vivifica y es crucial para nuestra sensación de bienestar.
Sea cual sea la casa ocupada por la Luna, es en ella donde buscamos la seguridad y la
satisfacción emocional, y una sensación de bienestar. En este campo de experiencia,
experimenta- mos de la manera más inmediata una sensación de pertenencia y una
autoimagen más clara y estable.
Sea cual sea la casa que ocupe Mercurio, es en ella donde experimentamos de manera
más inmediata el significado de la verdadera comunicación; en este campo de
experiencia el intelecto está constantemente activo. Es posible que necesitemos un
intercambio regular de energía mental con otras personas a fin de lograr claridad en esta
esfera de la vida.
Sea cual sea la casa ocupada por Venus, es ahí donde buscamos placer, felicidad y
satisfacción. Es en este campo de experiencia donde podemos compartir nuestro yo y
nuestros sentimientos de afecto, y donde podemos desarrollar una sensación más
profunda de aprecio hacia los demás, a la vez que la sensación de ser apreciados por
ellos.
Sea cual sea la casa ocupada por Marte, es en ella donde podemos sintonizar de manera
más inmediata con nuestra agresividad, nuestro coraje y nuestra capacidad de iniciativa.
Este campo de experiencia es crucial para mantener la energía física y la salud;
idealmente, las actividades en esta esfera nos aportan energía y nos estimulan para que
reavivemos lo que nos motiva a luchar.
Sea cual sea la casa que ocupe Júpiter, es en ella donde experimentamos de manera más
inmediata la fe, la confianza y la esperanza en el futuro, En este campo de experiencia,
podemos desarrollar más fácilmente una conciencia optimista de nuestra propia
capacidad de crecimiento y mejora.
Sea cual sea la casa ocupada por Saturno, es ahí donde podemos experimentar
estabilidad, estructura, satisfacción profunda y un objetivo en la vida. En este campo de
experiencia, debemos trabajar y asumir responsabilidades, y aceptar la presión como un
moldeado de nuestro propio carácter. Esta casa representa siempre una esfera de la vida
muy importante para nosotros.
Sea cual sea la casa ocupada por Urano, es en ella donde podemos experimentar de
manera más inmediata nuestra propia unicidad, originalidad, genio, objetividad y
necesidad de excitación. En esta esfera de la vida, nos expresamos libre, inventiva y
experimentalmente. Además, en esta casa, podemos sintonizar con cuestiones que
atañen a la sociedad en general y contribuir al logro de cambios positivos en el mundo.
Sea cual sea la casa ocupada por Neptuno, es en ella donde experimentamos más
directamente la realidad de lo no material, lo místico, lo trascendente y lo inspirador. Es
ahí donde más fácilmente podemos entrar en una corriente de imaginación y donde
habitualmente escaparemos de la rutina y de las circunstancias opresivas y aburridas.
Esta casa puede en algunos casos dar una pista sobre el tipo de experiencia que nos
ayude a espiritualizarnos y a refinar nuestra vida. Es también la casa donde solemos
idealizar excesivamente las cosas.
Sea cual sea la casa ocupada por Plutón, es ahí donde experimentamos una
transformación total de nuestras propias actitudes y de la expresión de nuestras pautas
de conducta profundamente compulsivas. Tenemos, por lo general, un enfoque
particularmente profundo y total de este campo de experiencia, y el hecho de afrontar
esta esfera de la vida de forma sincera y directa puede contribuir a la evolución de
nuestra propia conciencia.