La Escuela Como Construcción Socio-Histórica
La Escuela Como Construcción Socio-Histórica
La Escuela Como Construcción Socio-Histórica
Supuestos y
posicionamientos pedagógicos para la Educación Intercultural Bilingüe. Actualización
Académica en Educación Intercultural/Educación Intercultural Bilingüe. Buenos Aires:
Ministerio de Educación de la Nación.
Presentación
En las clases de este primer módulo nos acercaremos al desarrollo de las diferentes
experiencias y propuestas de EIB surgidas en Argentina a partir de un recorrido histórico
de este tratamiento específicamente en el sistema educativo.
Nos interesa proponer un recorrido que recupere la multiplicidad de situaciones en las que
la diversidad se ha desarrollado en nuestro país y enfatizar además el sentido práctico de
las experiencias que dieron lugar a lo que hoy conocemos como Educación Intercultural
Bilingüe.
Para esto, en esta primera clase abordaremos, desde una mirada crítica pero también
situada, el modelo escolar que dio origen a nuestro sistema educativo y los aportes de
modelos pedagógicos alternativos que se fueron planteando para posteriormente dar lugar
al posicionamiento pedagógico de la Educación Intercultural Bilingüe.
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En este proyecto de país que orientó la formación y consolidación del estado nacional
argentino, la escuela fue pensada en el marco teórico e ideológico de la homogeneización
en pos de un modelo que llevaría a la civilización y al progreso. En este modelo la
eliminación de las diferencias culturales y lingüísticas necesariamente debía ocurrir para
lograr la unidad y homogeneidad que se consideraban necesarias para el crecimiento del
país (Gerzenstein, 1998: 8).
La escuela, en este contexto, tenía como mandato fomentar la construcción de una cultura
común y buscaba la integración social bajo un solo modelo de ciudadano; y en esta
construcción negaba la herencia cultural previa a la constitución del estado nacional.
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disciplinamiento por medio del trabajo de los adultos/as y en el caso de las/os niñas y niños
la creación de escuelas o internados para castellanizarlos y lograr la transformación de sus
prácticas culturales y el abandono del uso de sus lenguas.
Esta labor evangelizadora ocurría en sincronía con la llamada Campaña del Desierto y
compartía la mirada de atraso, barbarie y salvajismo respecto de las poblaciones indígenas
y con ello la necesidad de civilizarlos mediante la educación. La evangelización requería la
necesaria traducción de La Biblia a las lenguas indígenas para transmitir sus enseñanzas, es
por ello que no es casual que las primeras sistematizaciones de lenguas indígenas en
nuestro país y en América Latina provengan de personas ligadas a las iglesias (sacerdotes,
pastores, misioneras/os). Algunas de las primeras experiencias vinculadas a usos de
lenguas indígenas para la enseñanza provienen de regiones donde la labor de estas iglesias
fue importante y son quizás el primer antecedente de una educación bilingüe ya que
difundieron la escritura de las lenguas indígenas a través de textos para la lectura,
alfabetización y enseñanza de las lenguas indígenas.
Entre 1946 y 1955, con la asunción del peronismo, la situación respecto a las poblaciones
indígenas marcó un cambio en lo referente a sus condiciones laborales y los derechos
sociales y políticos otorgados. Por primera vez se les reconoció derechos de ciudadanía y
muchos/as indígenas recibieron documentos de identidad, se mejoraron las condiciones
laborales en zonas rurales, incluyendo la de las poblaciones indígenas.
Estas cuestiones a nivel de las escuelas no fue una consideración menor ya que también
durante este período se incrementaron numéricamente en todo el país, aunque, sin
embargo, ello no representó necesariamente un cambio de mirada sobre la educación de las
poblaciones indígenas. Las escuelas primarias incentivaron la incorporación de la
población indígena a la sociedad nacional y el abandono u ocultamiento de sus lenguas;
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según el testimonio de numerosos indígenas, se les prohibía su uso y se aconsejaba a los
padres que tampoco la utilizaran con sus hijos e hijas.
Como vimos hasta acá, la escuela constituyó un modo de incorporación de las poblaciones
indígenas a la nación posibilitando su acceso a la educación allí donde se instalaron
escuelas, pero también esta incorporación trajo consigo un fuerte proceso de
desestructuración de sus identidades, el abandono de sus lenguas y, en algunos casos, la
negación de sus identidades originarias. Sin embargo y más allá de este proyecto
homogeneizante con el que fue concebida la educación escolar, fue y sigue siendo una
demanda sentida por la población indígena.
En general, la EIB se desarrolló al interior de los sistemas educativos para dar respuestas a
los desajustes pedagógicos implicados en el sistema educativo formal cuando sus
estudiantes no eran hablantes del español. En estos contextos y, sobre todo en el período
inicial de la alfabetización, es habitual la pregunta de muchas/os docentes acerca de cómo
impartir sus clases cuando las/os niñas/os hablan otra/s lengua/s.
La implementación de lo que hoy conocemos como EIB dio inicio precisamente a modo de
respuesta a estos interrogantes: proyectos piloto o experimentales, programas o acciones de
uno o más docentes, son parte de la memoria de la EIB en nuestro país y la región.
López y Küper sostuvieron, a inicios del 2000, que la EIB constituye una importante
innovación en la educación latinoamericana en sus diversas formulaciones y desarrollos
contribuyendo al desarrollo de una nueva pedagogía latinoamericana a través de:
La atención a necesidades de aprendizaje de poblaciones específicas: desde sus
inicios la EIB se propuso buscar mecanismos que le permitieran dar cuenta de las
necesidades educativas de poblaciones socioculturales específicas.
El énfasis en la necesidad de una diversificación curricular y sus diálogos con los
currículos nacionales.
El bilingüismo y la relación entre L1 - primera lengua o lengua materna- y la
enseñanza de una segunda lengua o L2 con las enormes complejidades pedagógicas
y sociolingüísticas que ello conlleva.
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El uso del concepto de interculturalidad para responder a las condiciones sociales y
culturales de una sociedad pluricultural. Un enfoque pedagógico con perspectiva
intercultural refuerza el desarrollo de la capacidad de diálogo y la construcción de
puentes de comunicación que permitan el acercamiento de las diferencias, sus
expresiones y relaciones al interior de las instituciones educativas. En este sentido,
la interculturalidad es un asunto que debería comprometer a todos los sectores de la
sociedad.
Una permanente orientación hacia la práctica: la orientación práctica de la EIB
parte del reconocimiento de las experiencias de aprendizaje de acciones, opiniones,
comportamientos, expectativas, actitudes que son parte de la vida cotidiana de
niñas/os en contextos diversos, al tiempo que toma a esta diversidad como recurso
pedagógico y de enriquecimiento.
La participación comunitaria: la EIB ha basado gran parte de su desarrollo en la
importancia de la participación de las comunidades de pertenencia en la discusión,
planificación y organización de procesos educativos eficaces para el logro de
aprendizajes significativos y exitosos de sus niñas/os.
Estos aspectos generales han tenido y tienen desarrollos diversos tanto en la región como
en nuestro país. A los efectos de las reflexiones que queremos acercarles en esta propuesta
creemos que es importante considerar estos aportes en tanto abordajes facilitadores de las
implementaciones de las propuestas de EIB en nuestro territorio con las complejidades que
ello conlleva. La EIB en Argentina no ha tenido un solo camino o modelo para su puesta
en marcha en las instituciones educativas, dependiendo muchas veces del particular
ordenamiento que posee nuestro sistema educativo y que encuentra distintos niveles de
definición e implementación.
A modo de cierre
Algunos autores sostienen que esta tradición homogeneizadora que posee desde sus inicios
la formación de docentes en nuestro país permanece en la educación argentina en tanto
“pedagogía normalizadora, disciplinadora y homogeneizadora” (Díaz, Rodríguez de Anca
y Villarreal, 2010). Al mismo tiempo, las propuestas en torno a la EIB recogen las
preocupaciones por la homogeneización del sistema educativo y su consideración hacia los
pueblos indígenas desarrollando aspectos que permitan imaginar nuevos modos de
relacionamiento e inclusión en las escuelas entendiendo que nos desafía permanentemente
desarrollar propuestas pedagógicas respetuosas de la diversidad y que dialoguen al mismo
tiempo con el conjunto de la sociedad.