Filosofia Resumen Santo Tomas
Filosofia Resumen Santo Tomas
Filosofia Resumen Santo Tomas
1. CONTEXTUALIZACIÓN.
A. CONTEXTO HISTÓRICO
Tomás de Aquino vivió en el s. XIII, el siglo de oro de la Edad Media, donde üorecen todos los
fenómenos en los que se enmarca su vida y dan razón de la génesis de sus obras. En primer lugar, la
filosofía y teología escolásticas, nacidas en las escuelas palatinas y catedralicias, son transformadas
merced a las Universidades.
La ûlosofía de Tomás pertenece a la escolástica, desarrollada en las Universidades. En segundo
lugar, la entrada de las obras de Aristóteles, comentadas por Avicena a ûnales del s. XII y luego por
Averroes, hacia 1230. Esto será determinante para la evolución del pensamiento de Tomás. En
tercer lugar, dicha entrada de las obras aristotélicas pone en primer plano la cuestión de las
relaciones entre fe y razón, y la autonomía de la razón humana, lo cual inüuye directamente en la
problemática de la demostración de la existencia de Dios.
3. Tercera etapa (1269-74). Tomás fue enviado a París en diciembre de 1268. Comienza así el
tercer periodo, el más fecundo e importante. La Orden dominica encargó a Tomás fundar un
Studium generale en Italia. Tomás escogió Nápoles (1272-74), donde permaneció hasta su
muerte. Además de seguir comentando la Escritura, escribió sin completar la segunda y
tercera parte de la Summa theologiae, sostuvo abundantes Quaestiones disputatae y
quodlibetales, escribió numerosos opúsculos, pero sobre todo comentó las obras aristotélicas.
C. LUGAR EN LA FILOSOFÍA
Santo Tomás es el ûlósofo cristiano más importante y en él culmina la escolástica. Platón tiene
inüuencia en el pensamiento de Santo Tomás, como es en el caso de la participación, que Tomás
tomará para explicar la relación entre Dios y las criaturas, o para la demostración de la existencia
de Dios, por los grados de perfección. Sin embargo, su inüuencia más importante es la de
Aristóteles, al que cita como <El Filósofo=. La aûnidad de Aristóteles con la ûlosofía de Santo Tomás
se da en casi todas las áreas de la ûlosofía, aunque matizadas y completadas por su cristianismo.
La polémica contra la teoría de la doble verdad de los averroístas le permitió defender la armonía
entre las dos órdenes de conto: la del racional y la del sobrenatural. Los textos fundamentales del
cristianismo fueron importantes para él; pero, limitándonos al pensamiento cristiano, las más
importantes inüuencias son San Agustín (354-430) y San Alberto Magno, que lo introdujo en el
conocimiento de Aristóteles.
En el S. XIII, la ûlosofía de Tomás fue vista como una forma de averroísmo y fue condenada en 1277.
En el S. XIII, predominó el agustinismo avicenizado y luego su variante: el escotismo (Francisco
Suárez). Esta fue la preponderante en los siglos siguientes y en el racionalismo, especialmente en
Descartes y Malebranche. Puede verse su inüuencia incluso en Husserl o en Heidegger.
Por último, en el S. XIX un grupo de pensadores, inspiradores de la encíclica de León XIII Aeterni
Patris (1879), renovó el pensamiento tomista, naciendo el neotomismo o neoescolástica. Los
principales representantes del neotomismo contemporáneo son J.Maréchal, J. Maritain y E. Gilson.
El término vía reûere a la expresión tomista via ad demostrandum Deum esse, <argumento para
demostrar que Dios existe=. Esto supone que se trata de un camino para conocer la divinidad.
Las cinco vías de Tomás son cinco argumentos distintos para demostrar que Dios existe y estas
pueden encontrarse en su Suma Teológica, concretamente, en su primera parte. Esta comienza
explicando qué es la teología en la cuestión primera. A continuación, en la segunda cuestión, una
investigación principalmente ûlosóûca, comienza su exposición sistemática del contenido de la
teología, tratando el problema fundamental de toda la teología: si hay Dios. .
Este tema ya había sido tratado en la Summa contra gentiles, donde aduce pruebas semejantes, pero
más largas y completas. Así la Summa theologiae nació como libro para los estudiantes de teología,
para instruir a los que comienzan, lo que explica su carácter. Es importante tener en cuenta que se
trata de un texto de 1266, del periodo de transición de Tomás, desde un agustinismo avicenizado
hacia un aristotelismo averroísta. Eso explica la presencia de elementos aristotélicos y platónicos.
Las cinco vías, que constituyen el artículo, tienen una estructura lógica común. Todas ellas
desarrollan su argumentación quia en cuatro pasos. Primero, parten de la constatación sensible de
la existencia de algo real; en segundo lugar, aûrman que eso real constatado tiene que tener una
causa que lo justifique; en tercer lugar, niegan que estas causas sean infinitas; y concluyen, por
tanto, en la existencia de una causa primera, Dios.
Son cinco los fenómenos sensibles que Tomás considera como punto de partida de cada vía: en la
primera, el movimiento que observa en las cosas; en la segunda, el orden causal ; en la tercera, la
contingencia de los seres; en la cuarta, los grados de perfección que observamos en las cosas; y en
la quinta el orden o la regularidad de los fenómenos naturales.
Dichos fenómenos sensibles exigen una causa. En general, está presente la teoría aristotélica de la
potencia y el acto: ninguna potencia pasa al acto a no ser que haya algo que la actualice. Tomás
argumenta en la primera vía, que si hay algo en movimiento, tiene que haber algo que lo mueva. En
la segunda, si hay causas ordenadas, nada puede ser causa de sí mismo, sino que depende de otra
causa. En la tercera, todo lo que comienza a existir necesita un agente que lo haga. En la cuarta, la
gradación de perfecciones remite a un máximo respecto al cual se dicen más o menos, y del que
proceden. Al ûnal, en la quinta, el orden y regularidad son causa de una inteligencia ordenadora.
Tomás de Aquino aûrma que es imposible un proceso al infinito en las causas, pero no lo justiûca
en las vías. Dice que, si se niega una primera causa de la cual las demás obran, no habría ninguna
causalidad. Se necesitan causas operantes para explicar lo que hay, y tales causas no pueden ser
inûnitas, ha de existir una causa primera como término. Esta causa es Dios. Se trata del mismo ser,
pero conocido de distintos modos: como causa del movimiento, causa eûciente, ser necesario, ser
perfectísimo e inteligencia ordenadora del universo.
Así se puede concluir que, prescindiendo de las discusiones acerca de las vías, aún hoy en día son
dignas de consideración, porque constituyen un ejemplo del esfuerzo humano por trascender lo
puramente empírico e intentar elevarse hasta un principio suprasensible de todo lo real.
3. NOCIONES.
A. EL MOVIMIENTO Y EL PRIMER MOTOR (1ª VÍA)
La primera vía para demostrar la existencia de Dios parte de la existencia del movimiento. De
inspiración aristotélica, demuestra la necesidad de un primer motor inmóvil, causa primera del
movimiento del resto. Este es concebido por Aristóteles como el paso de la potencia al acto. Es en
potencia lo que todavía no es, pero puede llegar a ser, y en acto lo que ha desarrollado plenamente
su tendencia o posibilidad de ser. La potencia no es una posibilidad abierta e indeûnida, sino que lo
es en relación con aquello hacia donde cada ser tiende de acuerdo con su naturaleza.
Al movimiento y al cambio se añade que todo lo que se mueve es movido por otro, es decir, se
mueve o cambia pues otro ser ya está en movimiento y se lo transmite. Una potencia no puede
pasar de potencia a acto si no es a través de una realidad que, estando previamente en acto, la
actualice o la induzca a desarrollarse.
Pero si cada móvil necesita un motor para moverse y cada motor, a su vez, se mueve gracias a otro,
nos remontaremos al infinito, lo cual es imposible pues nuestro entendimiento es finito y, si no
hubiera un primer motor que explicara el movimiento del resto, estos no moverían a ningún ser, y
no existiría el movimiento, lo cual queda como absurdo, gracias a los sentidos que se ha tenido en
cuenta al principio de la vía: hay seres que se mueven y cambian.
Por ende, concluye Tomás, es necesario un primer motor que mueva sin ser movido. Finalmente, la
vía establece una analogía entre dicha conclusión de la prueba racional y Dios, el dato de la
Revelación, alcanzado mediante la fe, cuya existencia pretendía demostrar.
Esa primera causa es, a su vez, un ser absolutamente necesario, que tiene la razón de su necesidad
en sí mismo y que justiûca la existencia de los seres contingentes. Esto da paso a la 3ª vía, que
parte de la constatación de la existencia de seres contingentes que tienen la razón de su necesidad
en otro ser distinto. No obstante, ningún ser natural es necesario por sí mismo, pues todos tienen la
causa de su existencia en otro ser distinto de ellos.
En conclusión, Tomás declara que ha de existir un ser necesario, que no tenga en otro la razón de
su existencia y que sea causa de la existencia de los seres contingentes. Así, a esa causa eûciente
primera absolutamente necesaria Tomás la identiûca con lo que llamamos Dios.
En consecuencia, este mundo creado por Dios es visto como un todo jerarquizado, donde los seres
que participan de las ideas más imperfectas tienen un grado menor de ser que los que participan de
ideas más perfectas. En línea con el platonismo, sostiene que Dios es el ser perfectísimo,
identiûcado con todas las perfecciones puras; mientras que siguiendo el neoplatonismo, aûrma que
el máximo en cada género es causa de que los restantes participantes posean esa perfección. De
este modo, los grados de perfección maniûestan la existencia de Dios.
En consecuencia, cuando Tomás contempla que hay fenómenos en la naturaleza que se dan
regularmente y que se dirigen a fines, considera que la única explicación posible es que tal orden
procede de una inteligencia capaz de concebirlo e imponerlo en la naturaleza. De este modo, dicha
inteligencia ordenadora solo puede ser Dios.
Esta podría solucionarse diciendo que Dios, inûnitamente bueno, carece de poder para eliminar el
mal o que no lo conoce. No obstante, en la objeción se presupone que Dios es un ser omnisciente,
omnipotente, absolutamente bueno y que, por tanto, conoce el mal, tiene poder para eliminarlo y,
por su bondad, tendría que querer hacerlo. Sin embargo, hay mal, luego tal ser Sabio- Poderoso-
Bueno no existe.
Para responder, Tomás toma la solución propuesta por Agustín citando a este como la fuente que
le ha aportado la solución. Esta consiste en insertar el mal en un contexto más amplio. En primer
lugar, hay que considerar que siempre que hay males es porque hay otros bienes mayores que son
condición de posibilidad de tales males concretos. En suma, la existencia del mal conlleva a la
existencia de bienes mucho mayores.