MàDULO 3 SECRETARIADO ESCOLAR
MàDULO 3 SECRETARIADO ESCOLAR
MàDULO 3 SECRETARIADO ESCOLAR
Elementos de la Comunicación
EMISOR: es el punto de partida del proceso de comunicación al ser quien emite el mensaje. Para
que esto pueda cumplirse, el emisor tiene que compartir los mismos canales y códigos
comunicacionales con su receptor; de lo contrario, el proceso no culminará exitosamente.
Aunque se entiende que el emisor es quien tiene la intención de comunicar algo, se trata de un rol
flexible, puesto que un emisor puede convertirse en receptor, y viceversa.
Un ejemplo de emisor es un secretario escolar que hace una llamada telefónica a un padre, para
interiorizarlo sobre el comportamiento de su hijo en la escuela.
RECEPTOR: es quien recibe el mensaje del emisor. Su sol puede ser voluntario o involuntario, ya
que puede estar participando activamente en el proceso comunicativo, de la misma forma en la
que puede ser un actor incidental, como cuando escucha una conversación de otras personas o
recibe un mensaje que no era para él.
En ese sentido, el receptor puede recibir el mensaje y no responder. Pero si lo responde, deja de
ser receptor para convertirse en emisor, ya que su rol ahora implica enviar un mensaje.
Un ejemplo de receptor sería el padre quien recibe la llamada del secretario escolar y escucha el
mensaje del emisor.
Un ejemplo de código es el idioma español que usa el secretario escolar y el padre para
conversar.
MENSAJE: es el contenido que se quiere transmitir desde el emisor hacia el receptor. El mensaje
está compuesto por una combinación de sistema de signos o símbolos que transmiten un
concepto, idea o información que son familiares tanto para el emisor como para el receptor.
Sin embargo, la decodificación del mensaje depende directamente del resto de los elementos de la
comunicación. Si el mensaje es enviado en un código o a través de un canal que solo es familiar
para el receptor, será interpretado de forma completamente distinta por el receptor.
Por lo tanto, se entiende el mensaje como una información o contenido concreto, ya que su
significado e interpretación dependen de múltiples variables.
Un ejemplo de mensaje sería el motivo por el cual está llamando el emisor (para dar una noticia,
hacer una invitación, un reclamo, etc.). En esta ejemplo el motivo de la llamada es la conducta del
alumno.
CANAL DE COMUNICACIÓN: es el medio físico por donde se transmite el mensaje del emisor
hacia el receptor. El aire es el medio físico más común de comunicación, (es esencial para generar
los sonidos del lenguaje verbal oral) pero también lo son las cartas, radio, periódico, revistas,
conferencias, teléfono, celular, el correo electrónico, la voz, entre otros.
Un ejemplo de canal de comunicación serían los teléfonos del emisor y el receptor, que
permiten la comunicación entre ambos. En este caso el canal de comunicación que eligio el
secretario escolar para informar al padre es el teléfono.
RUIDO: es toda señal que distorsiona el mensaje original que el emisor quiere transmitir. El ruido
puede ser ambiental (sonidos que interfieren en la comunicación), del canal (fallas de cobertura),
del emisor (uso de código desconocido para el receptor), del mensaje o del receptor.
Es importante saber reconocer de dónde viene el ruido en la comunicación para poder disminuirlo
o eliminarlo para crear un proceso de comunicación claro y efectivo.
Un ejemplo de ruido puede ser que el emisor utilice palabras o frases en inglés, y que el receptor
desconozca el idioma. Esto va a generar una distorsión en la conversación.
Un ejemplo de contexto puede ser intentar mantener una conversación telefónica durante una
fiesta. Este contexto puede ser, a su vez, un factor de distorsión o ruido en la comunicación si
impide que el proceso se lleve a cabo de forma eficaz. En nuestro ejemplo el contexto sería el
área de oficina del secretario escolar que es de donde se realiza la llamada al padre.
Recomendación
RETROALIMENTACIÓN NEGATIVA
RETROALIMENTACIÓN POSITIVA
Características:
Credibilidad: El emisor ha de tener crédito ante el receptor, para lo cual son factores
importantes la personalidad, su posición dentro de la entidad y su experiencia.
Atractiva: Cuanto más “atractiva” es la imagen del docente para el alumno, mayor
efectividad tendrá el mensaje en éste último.
RECEPTOR
MENSAJE. Es la información que el emisor transmite al receptor. La vía por la que ese
mensaje circula es lo que se llama canal o vía de comunicación, y siempre es una
forma de conexión entre la fuente u origen de la comunicación y el receptor de la
misma. Al explicar la transmisión de un mensaje de una fuente a un receptor, se hace
necesario introducir los conceptos de codificación y descodificación del mensaje. Es
decir, se hace necesario fijar la atención en los sucesivos procesos de transformación
del mensaje que hacen posible que éste "se acerque" desde la fuente al receptor, y
éste a su vez pueda "entenderlo" tal como era en su origen. En este sentido se
entiende por:
En una comunicación eficaz, estos tres mensajes deberían ser idénticos, pero en la
práctica raramente lo son. El emisor puede tener muy claro en su mente el mensaje
que quiere transmitir sin embargo, en el momento de codificarlo puede utilizar signos
ambiguos o incomprensibles para el receptor.
Para que un mensaje sea eficaz debe responder a unos requisitos fundamentales:
Precisión: La información transmitida tiene que ser completa y precisa, de forma que
no cree en los receptores desconfianza y sospecha.
Es decir, que los docentes con sus comentarios, con lo que esperan de los
estudiantes, cuando dan alguna responsabilidad en el aula, cuando creen que
son capaces de hacer algo y confían en ellos, les dan herramientas para que
ellos crean en ellos mismos. Prácticamente podríamos decir que es una profecía
autocumplida, que nuestra percepción de los demás tiene también un efecto en ellos.
Efecto Pigmalión
Es una respuesta al estímulo que le damos al estudiante como docente, creemos que
el alumno tiene potencial, creamos situaciones de aprendizaje que lo orienten hacia un
aprendizaje y con eso logramos que el alumno tenga un aprendizaje significativo y
desarrolle confianza en él y sus habilidades.
El docente debe contribuir a que los alumnos tengan autoconceptos positivos por lo
mismo debe fortalecer su propia autoestima.
Concluyeron que los estudiantes aumentaron sus habilidades porque el adulto que
tenían de referencia creyó que ellos eran capaces de destacar en la materia.
Efecto Pigmalión en positivo: Hace referencia al comentado anteriormente, se
produce cuando un docente tiene expectativas positivas sobre un alumno/a. Por
ejemplo: Estas creencias han podido ser creada a partir de una charla con el profesor
del año anterior, el cual le informa sobre lo buen alumno o alumna que es. Puede
ocurrir también, que un estudiante se muestre participativo durante los primeros días
de curso, generándose así, en el profesor la idea de que este es un chico brillante.
Sea cual sea la forma en la que se generan estas expectativas, lo cierto es que al final
de curso, aquellos alumnos/as que han recibido un trato positivo por parte del
maestro/a, alcanzarán mejores resultados.
El lenguaje corporal
La palabra, el gesto y el tono con que transmitimos un mensaje son los canales de la
comunicación. Cada canal se relaciona con un aspecto distinto de la comunicación.
4. Movimiento Corporal: ¿Cómo son tus expresiones faciales? ¿Miras a los ojos
cuanto te hablan? ¿Cómo es tu forma de caminar? ¿Qué gestos sueles hacer?
6. Voz: ¿Cómo es tu manera de decir las cosas? ¿Cuál es tu tono de voz? ¿Qué
palabras acentúas? ¿Qué ritmo utilizas al hablar?”2
Diálogo cooperativo
“El filósofo del lenguaje G. H. Grice ha propuesto cuatro máximas para identificar un
diálogo cooperativo:
Máxima de cantidad. Se relaciona con la cantidad de información que debe tener una
intervención discursiva para que ésta logre mantener una relación dialógica. Si la
persona introduce información excesiva, o su parquedad impide entender
correctamente su punto de vista, estaremos ante una violación de esta máxima.
Máxima de cualidad. Se relaciona con la sinceridad que debe tener cada interlocutor
para que la conversación se desarrolle fructíferamente. No es ésta una indicación
normativa en el sentido que la sinceridad requerida apunte a la verdad objetiva de la
materia de conversación, sino a que cada persona diga, por un lado, aquello que cree
que es verdadero, y por otro, que no se refiera afirmativamente a cuestiones sobre las
cuales tenga conciencia de que carece de las pruebas suficientes.
Máxima de modo. Se relaciona con la manera de decir las cosas; con la búsqueda de
un lenguaje claro e inteligible intersubjetivamente. Tiene relación con observar reglas
como la exposición ordenada de la información y los argumentos, su desarrollo
coherente, su brevedad y claridad.”
Universidad de Barcelona, Inst. Cs. de la Educación, Programa Educación en valores, Bloque 2, Unidad 2.2, Texto de Ampliación 3.
España, año 2004.
Comunicación en situación de conflicto grave o crisis
Los axiomas son propiedades simples de la comunicación que influyen sobre las
relaciones interpersonales. Cuando no se toman en cuenta las situaciones descriptas
por estos axiomas se pueden generar dificultades entre las personas.
Esta teoría plantea que los problemas de comunicación entre las personas se deben a
que no siempre tenemos el mismo punto de vista que nuestros interlocutores. La falta
de cumplimiento de determinadas reglas comunicativas provoca fallos en la
comprensión mutua y patrones de interacción patológicos.
1. Es imposible no comunicar
Cualquier conducta humana tiene una función comunicativa, incluso aunque esto se
intente evitar. No sólo comunicamos mediante palabras, sino también con nuestras
expresiones faciales, nuestros gestos e incluso cuando guardamos silencio, así como
cuando usamos las técnicas de descalificación, entre las que destaca la estrategia del
síntoma.
Por ejemplo, en una escuela, cuando no se informa algo a medias sin finalizar el
comunicado, se puede creer que no hay comunicación de ese algo, cuando en
realidad se está comunicando que no se quiere comunicar.
Así, durante la segunda mitad del Siglo XIX con los inicios de la enseñanza media en
la Argentina y durante buena parte del XX, los reglamentos disciplinarios de las
escuelas contenían una normativa que se integraba en un diseño de política educativa
orientado fundamentalmente hacia la construcción de la Nación. La consolidación de la
nacionalidad era el principal objetivo de la educación ante la llegada de grandes
contingentes de inmigrantes procedentes de diferentes regiones de Europa, que
arribaban a nuestras tierras hablando diferentes idiomas y siendo portadores de
modelos culturales distintos. A ellos se sumaban las poblaciones autóctonas, lo que
constituía todo un desafío para la convivencia y las normas que la regularan.
La disciplina debe sustentarse entonces en un sistema de reglas que forman parte del
proceso de construcción de la moral de las personas. Una moral que no puede
aislarse de los contextos sociales y culturales y de las necesidades de una historia que
interpela constantemente a nuestras sociedades con permanentes desafíos que nos
ponen, no pocas veces, en condición de tener que trabajar en climas de inestabilidad
institucional y de incertidumbre en general.
Puede decirse que lo que se inició fue un proceso de cambio al que todavía asistimos
en el intento de mejorar las condiciones de convivencia en la escuela.
De una u otra manera siempre deben existir normas que regulen la vida de las
instituciones ya que la democracia también necesita de ellas para evitar el
avasallamiento de los derechos de las personas por las personas mismas. Solo que en
democracia, la sociedad juega un papel activo. Las personas son partícipes y artífices
de su propio destino.
Los ciudadanos de una sociedad democrática están unidos por un contrato que liga el
principio de libertad (que dá a cada uno igual derecho a las libertades básicas) con el
principio de diferencia que justifica las desigualdades beneficiosas para todos y no
lesivas de la igualdad de oportunidades.
LA DISCIPLINA
“Toda disciplina tiene un doble objeto: realizar una cierta regularidad en la conducta
de los individuos y asignarles fines determinados que a la vez limiten su horizonte. La
disciplina proporciona hábitos a la voluntad y le impone frenos. Regulariza y contiene.”
“Es necesario pues, que la educación haga sentir pronto al niño que, fuera de estos
límites artificiales a los que la historia sigue haciendo justicia, hay otros que están
fundados en la naturaleza de las cosas, es decir en la naturaleza de cada uno de
nosotros. No se trata, de ninguna manera de amaestrarlo insidiosamente en una
resignación e incluso de adormecer en él ambiciones legítimas ni de impedirle que
mire más allá de su condición presente. Pero es necesario hacerle comprender que el
medio de ser feliz es proponerse objetivos próximos, realizables en relación con la
naturaleza de cada uno y alcanzarlos… “
“El límite normal está en un perpetuo devenir, y toda doctrina que en nombre de los
principios absolutos se propone fijarlos de una vez por todas de manera inmutable,
viene tarde o temprano a chocar con la fuerza de las cosas, no solamente cambia el
contenido de la disciplina, sino también la manera como es o debe ser inculcada. No
solamente la esfera de acción varía, sino que las fuerzas que nos retienen no son
completamente las mismas en las diferentes épocas de la historia.”
“El que se crea en la necesidad de la disciplina no quiere decir que debe ser ciega y
servil.”
Fuente: Durkheim, Emile. “La Educación Moral.” (Curso dictado en la Universidad de La Sorbona, París. Francia 19 02)
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL001163.pdf
Art. 61
• La responsabilidad individual;
2.1. Del medio escolar que presente una atmósfera de trabajo grato;
2.2. Del enfoque renovado de la tarea del/la maestro/maestra que hará la mism a
interesante para el/la niño/niña, respetando sus necesidades;
2.3. De la atención del período evolutivo por el que atraviesa el/la niño/niña con sus
problemas y capacidades específicas;
Actores y conflictos
La temática del conflicto constituye una preocupación central para quienes ocupan
cargos de conducción, y para algunas posturas teóricas actuales (Crozier, Friedberg
Touzard) ya que los conflictos inciden en forma determinante en la conducta de los
miembros en las organizaciones y en el grado de eficiencia institucional.
¿Qué hacer con los conflictos sabiendo que son propios de la vida (personal, grupal e
institucional)? ¿Podemos negarlos o ignorarlos? reaparecerán inevitablemente a veces
“disfrazados” o desplazados.
a) El conflicto es ignorado
Aspectos que no siempre son concebidos como conflictos y mucho menos se buscan
algunas vías para su resolución.
b) El conflicto se elude
Es percibido como tal por los actores pero se evita que aparezca claramente
explicitado.
Ej.: situaciones de malestar que circulan bajo la forma de rumores o chismes por los
canales informales de comunicación.
Existen escuelas que llevan a cabo políticas internas para desarrollar el grado de
pertenencia de sus actores, que convocan a la participación para lograr consenso en
materia de convivencia institucional, que generan espacios institucionales para el
encuentro e intercambio, y otras que no promueven la integración ni la pertenencia de
los actores.
También es importante reconocer los márgenes de libertad de los actores para operar
en el interior del establecimiento, pero esclareciendo el legítimo campo de acción de
cada grupo.
El proceso de mediación
2. atentamente cuales son las razones de cada uno, sus argumentos racionales,
sentimientos y emociones.
Son requisitos:
MEDIACIÓN ESCOLAR
Los conflictos en el ámbito escolar no son un hecho nuevo de nuestro tiempo, siempre
han existido y siempre existirán, son parte de la vida de los centros educativos y un
elemento más que hacen del espacio escolar un lugar de aprendizaje y de desarrollo
personal de los estudiantes.
Para los profesionales de la educación saber analizar y conocer los tipos de conflictos
escolares nos puede ayudar en la selección de la estrategia o la técnica para una
resolución positiva.
Trataremos de explicar una tipología sencilla que nos ayudará a enfocar los conflictos
hacia la mediación escolar en unos casos y hacia otras posibles estrategias en otros.
Tipología tradicional de los conflictos escolares
Como en cualquier otro elemento relacionado con la educación, las realidades de cada
centro y cada entorno escolar determinan su tipología especial de conflictos, si bien
podemos hacer una sencilla clasificación que nos ayude a establecer pautas o
procesos de resolución en función del nivel del conflicto y su forma.
En la siguiente imagen podemos ver tres niveles diferentes donde encajar los diversos
conflictos.
Son conflictos habituales y con un impacto social reducido que pueden ser
gestionados por el profesorado y el alumnado, sobre todo si existe un sistema
formativo en técnicas de resolución de conflictos, como puede ser la Mediación
Escolar.
1. Se crea una red de personas formadas en detección y análisis de conflictos que son
claves para evitar la escalada de un posible problema. (Gabinete Psicopedagogico)
Esto es fundamental por ejemplo en los casos relacionados con los nuevos medios
digitales, con las redes sociales, etc. Su detección temprana evita que puedan llegar a
convertirse en serios problemas de ciberbullying, sexting, groming, etc.
También en conflictos más tradicionales y de violencia directa como las peleas, este
sistema de detección puede ayudar a parar una posible escalada de un conflicto que
en principio no parecía demasiado importante, como podría ser una discusión en una
actividad deportiva en el patio de la escuela.
2. Mejora notablemente la participación de la comunidad educativa, fundamentalmente
profesorado y estudiantes, pero también padres y madres, en la gestión de la
convivencia y la resolución de los conflictos.
El segundo nivel está relacionado con estudiantes que presentan problemas que el
entorno escolar normal difícilmente puede gestionar.
Los protocolos de gestión que se pueden aplicar son diseñados de forma genérica por
las administraciones educativas, aunque su aplicación real en el aula es muy
complicada sin la ayuda especializada de expertos o tratamientos médicos
específicos.
Este protocolo deberá contener incluso las palabras con las que el profesor se dirigirá
al estudiante para intentar gestionar la situación desde el inicio.
También estarán especificados en este protocolo los siguientes si los primeros no dan
resultado.
El tercer nivel de conflictividad es algo más complejo, son conflictos que podríamos
denominar como graves o muy graves donde la violencia física o psicológica
adquiere un nivel elevado y representa los conflictos que normalmente salen de los
centros escolares, bien porque se producen en otros espacios sociales, bien porque
se generan dentro y luego se extienden hacia afuera o también porque se crean y
escalan en entornos digitales.
Para encuadrar un conflicto escolar en este nivel debería tener una historia prolongada
en el tiempo o bien ser un hecho que podríamos calificar como delictivo.
Los centros escolares no tienen actualmente capacidad para gestionar este tipo de
problemas y necesitarían de gran experiencia y personas muy expertas, incluso
equipos interdisciplinares, para poder gestionarlos y resolverlos en el entorno escolar,
lo que sin duda sería un gran avance y evitaría la masificación de los sistemas de
justicia en entornos con elevados niveles de delincuencia juvenil.
Este modelo se utilizó en los primeros momentos de creación de los sistemas de
Mediación Escolar en las zonas más conflictivas de ciudades de Estados Unidos, en
la década de los sesenta y setenta del siglo pasado, donde los problemas entre
bandas de jóvenes rivales acababan llevando los conflictos a las escuelas.
Ahora en el siglo XXI, el mundo digital traspasa los conflictos puramente físicos y
extiende este tercer nivel hacia una esfera mucho más imprecisa, mucho menos
visible y mucho más “líquida”.
Esto ha generado nuevos conflictos para los que el propio sistema no estaba
preparado y las actuaciones han sido muy diversas y aisladas, basadas en el sentido
común, pero sin ninguna reflexión previa sobre el nuevo escenario educativo y sobre
las consecuencias que para todos los actores tenía esta situación.
Los centros que no hagan este proceso y simplemente esperen que la Administración
Educativa correspondiente les resuelva el problema, estarán comportándose como el
avestruz y se verán desbordados por conflictos ante los que no sabrán cómo actuar y
cuya fuerza y capacidad de expansión será como la del propio COVID-19.