M1AN114 Caso S4

Caso 4: La empresa familiar de Pedro Álvarez.
Pedro Álvarez es el dueño de una empresa comercializadora de materias

primas para laboratorios de análisis clínicos, su empresa familiar y lleva 10
años en el mercado desde su constitución. Cuenta con 65 empleados en
nómina.
Álvarez funge como director general de la empresa y además como

responsable del área de ventas. Cuenta con dos hijos, Rosa que es la
encargada de toda la parte administrativa, fiscal y contable y Claudio,
encargado de los aspectos tecnológicos, de mercadotecnia y desarrollo de
nuevos negocios.
En los últimos dos años la empresa ha crecido de manera acelerada, debido a

que Pedro, muy hábil en la parte comercial, ha logrado conquistar nuevos
mercados, lo que ha permitido que su fuerza de ventas tenga un campo de
trabajo más amplio y generen con su trabajo mayores ventas para la empresa.
Sin embargo, no todo es” color de rosa” en la organización, al ser una empresa
familiar entran en conflicto muchos intereses entre Pedro y sus dos hijos, ya
que sus formas de pensar son muy diferentes y cada uno quiere imponer sus
ideas, en lugar de escuchar las de los demás y tratar de llegar a un acuerdo
sobre ellos. Cuando hay reuniones por temas importantes a tratar, se ponen
las cosas difíciles, porque Pedro quiere “imponerse” como dueño de la
empresa y no acepta que alguno de sus hijos o ambos pasen por encima de su
autoridad y lo “desacrediten” de acuerdo a sus propios comentarios. Mientras
que Rosa y Claudio tienen buenas ideas en sus áreas, pero hay ocasiones en
que toman decisiones relacionadas con el área de ventas, para lo cual generan
un clima muy desfavorable entre ellos que termina en discusiones y afecta en
gran medida la imagen que se tiene con los empleados, ya que ellos mismos
identifican que Pedro y sus hijos “chocan” en sus decisiones y al final,
descontrola totalmente a los empleados que laboran en la empresa.
Recientemente tuvieron una reunión importante respecto al manejo de la

empresa, Pedro dio sus ideas, pero de forma inmediata primero Rosa y luego
Claudio, lo refutaron, diciendo que no estaban de acuerdo y que ellos se iban a
seguir conduciendo como lo han hecho hasta ahora. Situación que generó un
sentimiento muy negativo de Pedro hacia sus hijos, lo que provocó que dejara
la junta a la mitad y se saliera, al sentirse impotente por que se sintió
desplazado y no considerado, ante los cambios y peticiones de mejora hacia la
empresa que estaba proponiendo.
Este disgusto duró más de una semana y en todo ese tiempo Pedro no le
dirigió la palabra a ninguno de sus hijos, se mostró tan mal anímicamente que
estuvo a punto de dejar la empresa, ya no quería saber nada de ella
porque dijo: "es imposible trabajar con mis hijos”, “ellos no ponen nada de su
parte” y “simplemente no hacen caso a mis decisiones”
“Estoy decepcionado, triste y a la vez muy desmotivado de seguir dirigiendo

esta empresa. No respetan mi autoridad y experiencia, se meten y toman
decisiones sobre un área que no les compete y de la cual no conocen y
simplemente no son capaces de escuchar, de aceptar mis ideas y sobre todo,
si van a hacer propuestas, que sean eso, propuestas y no imposiciones de
posturas que no le van a beneficiar a la empresa desde mi punto de vista.
Cada quien debe enfocarse en su área y cuando tengamos juntas de trabajo
debe aflorar la armonía y no generar un ambiente desagradable que sólo nos
aleja no sólo en el ámbito laboral sino también familiar.”
Pedro desde hace tiempo no convive con su familia en el ámbito personal, es

divorciado desde hace más de 5 años y a sus hijos sólo los ve y trata en la
empresa, ya que fuera de ella no tiene mayor contacto.
Ellos quedaron inconformes, entre otras cosas, por el divorcio de sus padres,
lo que generó que se alejaran en el ámbito familiar, aunque no en el laboral, ya
que tienen una empresa propia por la cual luchar y que les permite vivir de
manera muy satisfactoria con sus familias y llevando una vida bastante
cómoda hasta el momento, ya que la empresa se ha sabido posicionar y tiene
clientes muy importantes que atiende de manera frecuente, además de
aquellos que se van incorporando a la cartera, producto del trabajo de su
fuerza de ventas.
Pedro siempre ha sido de carácter fuerte y explota muy fácilmente, no trata

mal a sus empleados ni a sus hijos, pero cuando las cosas no salen como él
espera se muestra “enojado” o “disgustado”, estado de ánimo que se refleja en
su trato diario con todas las personas con las que se topa en la empresa en el
día a día, incluyendo, desde luego, a sus propios hijos.
Pedro ha solicitado ayuda externa porque no sabe qué hacer, está pensando en
dejar la empresa que él mismo fundó y dedicarse a otro negocio que pueda
implementar en un corto plazo.

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Pedro Álvarez es el dueño de una empresa comercializadora de materias

Álvarez funge como director general de la empresa y además como

En los últimos dos años la empresa ha crecido de manera acelerada, debido a

Recientemente tuvieron una reunión importante respecto al manejo de la

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