Pombo Obra
Pombo Obra
Pombo Obra
ESCENARIOS:
Casa de Rafael Pombo
Fachada casa rin rin renacuajo
Casa de la pobre viejecita.
CANCIONES- soudtrack (en orden de aparición):
Ópera
Pedro Navaja
Rap del gato.
La gata golosa
El cepillo – Fulanito
Canción en vivo: renacuajo con la guitarra
ESCENA 1
Un escenario oscuro, suena música de fantasía. Cuando el escenario se aclara, vemos a
un hombre joven, elegante, con unos anteojos diminutos, sentado, fumando y
enfrascado en la lectura de un libro. Se escucha ópera de fondo. De repente, tiene una
revelación:
RAFAEL POMBO: ¡Sí! ¡Este es, este es! (Tira el libro y salta de su silla. Corre hacia la
computadora)
(Musita entre los dientes mientras escribe en su computadora): “Ya le he robado a papá
puñal y revólver…me voy a robar y a matar gente…”
¡Maldita sea! un gato, otra vez un gato. No creo que a mis amigos les interesen las
historias de gatos (hace un gesto de resignación y se levanta de su puesto. Se sorprende
al ver el reloj) ¡No puede ser! son las tres de la mañana, ya casi tengo que levantarme…
Se acuesta en la cama y da muchas vueltas. Por fin, logra quedarse quieto.
El escenario se vuelve a oscurecer y aparece el gato bandido, sigiloso y curioseando. De
fondo suena Pedro Navaja (…por la esquina del viejo barrio…) Mientras tanto el gato
sale bailando la canción.
GATO BANDIDO:
Ñawwwmmm. Pero qué tenemos por aquí…
¿¡Libros!? Pero quién lee libros en físico hoy en día…Jummm. Tal vez los pueda vender a
un lugar de antigüedades, o a una biblioteca, que al fin de cuentas es lo mismo, ja ja ja.
¡Bingo!, jummm, una laptop de manzanita, estas se venden muy bien (se frota las manos)
Vamos a ver… (abre la computadora y lee) El gato bandido…jummm, esta historia se me
hace conocida… (se queda pensativo)
De pronto, Rafael carraspea y comienza a moverse. El gato se esconde de un brinco.
Rafael se levanta un poco asustado, comienza a buscar la procedencia de los ruidos que
escuchó.
RAFAEL Y EL GATO: (gritan al mismo tiempo) ¡Ahhhhhhhhhhh! ¿Quién eres tú? / No,
¿quién eres tú? / Nooo, ¿¡quién eres tú!?. (Ambos sacan un cuchillo y se desafían desde
lejos)
De repente, Rafael toma la ventaja y neutraliza al gato.
RAFAEL: O me dices quién eres, o te hago papilla…
EL GATO: (Asustado) Eeehhhhh, soooyyyy, sooooy (hace gesto de que se le acaba de
ocurrir algo) ¡Ah sí! Soy el gato bandido (dice orgulloso)
RAFAEL: (bajando la guardia) ¿¡Quéee!? ¿El gato bandido?
El GATO: ¡Ese mismo! El de tu poema. Por cierto, creo que tendré que ayudarte a
terminarlo.
RAFAEL: ¡Maldita sea! Ahora hasta sueño con gatos.
El GATO: Ja ja ja , no querido. No estás soñando (se acuesta en la cama de Rafael)
ESCENA 2
El renacuajo paseador va saliendo de su casa con su guitarra, su madre sale detrás de él.
MADRE DE RIN RIN: ¡Muchacho, no salgas! Ya está tarde.
RENACUAJO: Volveré mañana, con suerte.
MADRE: ¡No! No volverás. Hay una banda de gatos merodeando, y no faltan nunca los
patos tragones. ¡Por favor, muchacho!
El renacuajo hace un gesto y orondo se va.
MADRE DE RIN RIN: (gritando a lo lejos) ¡Ni se te ocurra juntarte con ese ratón!
Rin rin sigue caminando, muy tieso y muy majo, y se encuentra con el ratón vecino. Se
saludan con palma y puño.
RENACUAJO: ¡Qué hubo ratón! ¿A dónde es la fiesta hoy?
RATÓN: ¡El famosísimo Rin rin! ¿Hace cuánto no te veía?
RENACUAJO: El mismo que llevas sin escribirme al Whatsapp.
RATÓN: Hoy doña ratona no puede atendernos, pero habrá francachela y habrá comilona.
RENACUAJO: ¡Qué bueno! pues tengo el gaznate más seco que estopa.
RATÓN: Se trata de la vieja rica, ofrecerá una fiesta, la muy pilla.
RENACUAJO: ¡No te lo creo! No somos sus amigos ¿Qué vamos a hacer allá?
RATÓN: Pues a aprovecharnos de su condición. Es una vieja rica, que de pobre tiene un
montón. Necesita compañía, sentirse popular, pues del cielo ya pronto la vienen a llamar.
RENACUAJO: Eso será sencillo. Tocaré con la guitarra versitos alegres, unos cuantos
bambucos; y uno que otro pasillo.
RATÓN: Vamos pues entonces, llevaré también a otros ratones. (Saca una bota de cuero y
sirve un trago) Pero antes, relaje ese gaznate.
RATÓN Y RENACUAJO: ¡Salud!
Siguen caminando y salen del escenario.
ESCENA 3:
Sale al escenario La pobre viejecita, chateando por el celular, parece preocupada. Es una
vieja elegante y pomposa, refinada.
POBRE VIEJECITA: ¡Simóooon! ¡Simóooon! Llámen a Simón y a la Pastorcita esa.
Entran Simón el bobito y la pastorcita hablando entre ellos.
LA PASTORCITA (con acento boyacense): Simón, mire que yo no sé qué era lo que le
pasaba a ese pobre cordero, que no arriaba y no arriaba. Yo creo que presentía lo que le
corría pata arriba.
SIMÓN (dirigiéndose a la viejecita): Mi doña, ya se prendieron las brasas, y el corde… (se
tropieza y se cae, haciendo reguero de agua).
VIEJECITA: ¡Ay Simón! ¡Ay Simón!
- ¡Andrés! ¡Juan! ¡Gil! Venga alguno…
GIL: Si, señora. ¿Qué desea?
VIEJECITA: Ya vienen los invitados, la fiesta ya va a comenzar… y no hemos puesto el
cordero a asar. ¡Que quiten el polvo, que frieguen, que barran! ¡Las flores, la mesa, la
sopa! ¡Tilín!
GIL: Ahora mismo, señora.
VIEJECITA: (bailando y animada): Traigan carnes, frutas, dulces, tortas, huevos, pan y pez.
Traigan vino y cerveza. ¡Y que empiece este farrón!
La viejecita se acerca a un equipo de sonido y pone la música (suena de fondo La gata
golosa- pasillo). Mientras ella sigue bailando, el escenario se transforma y los criados
van llevando cosas hasta que se convierte en un lugar para la fiesta. Al final, la viejecita
baila con los criados (Simón, pastorcita y Gil)
Suena el timbre. Los criados desaparecen. Sigue sonando la música de fondo.
VIEJECITA: ¡Ay! ¡En buena hora!
La viejecita abre la puerta. Entran el ratón mala influencia, otros ratones y el renacuajo
paseador.
RATONES Y RENACUAJO (en coro): ¡Buenaaas!
VIEJECITA: ¡Buenas! ¡Bienvenidos!
Comienzan a entrar los criados con la bebida. Los invitados se acomodan, beben, ríen,
hablan y bailan (Suena de fondo “El cepillo, de Fulanito”).
AQUÍ SE PODRÍA HACER UNA COREOGRAFÍA CON LA CANCIÓN.
ESCENA 4
Mientras sigue la fiesta, aparecen a un lado del escenario las caras del Gato Bandido y
Mirringa Mirronga, ocultándose. Entran al escenario a gachas, en silencio y dándose
indicaciones con gestos. Detrás viene Rafael, no muy seguro de seguir al grupo. Los tres
están armados.
Una vez están distribuidos de forma equidistante detrás del escenario, atacan:
MIRRINGA: ¡Quietos todos! ¡Esto es un asalto!
Todos gritan asustados. En seguida El gato bandido y Rafael rodean a los invitados.
RENACUAJO: Por diosito santo. ¡Mi madre me lo advirtió! Que vendrían gatos, a dar un
fiestón.
RATÓN MALA INFLUENCIA (medio borracho): ¡No te preocupes! Mi querido rin rin, que a
estos los atiendo yo.
EL GATO BANDIDO: No seas testarudo, pequeño ratón; Que de la jinchera, ni un buen
golpe aciertas.
MIRRINGA: Muéstrennos el oro, las joyas y las riquezas; que hoy no queda títere con
cabeza.
RAFAEL: (Le susurra al gato) ¡No, no, no, no! Yo no puedo más. Yo mejor me voy o esto
terminará mal.
EL GATO BANDIDO: Si tú lo dices, mi querido escritor.
Entran al escenario La pastorcita y Simón.
LA PASTORCITA: ¡Bueno sus mercedes! Váyanse acomodando, porque traigo cordero para
todos. (lo deja en la mesa)
- ¡Qué bueno que llegaron más invitados! (le quita el abrigo a Rafael para atenderlo) Pero
preste eso compadre (le quita también el arma, de forma cortés), porque así no puede
comer.
- Aquí viene Simoncito detrás mío, trae pollo, pescado, y carnes sin grasa. También tocino,
pechuga y pavo sin hueso… y este es todo un embeleso.
En este punto, los gatos han bajado la guardia y están lamiéndose los labios, antojados
de comer lo que traían los criados. La viejecita al ver esto, aprovecha para atenderlos y
desarmarlos.
VIEJECITA: ¡Pero acomódense! Suelten eso, vengan que se les enfría.
Sin pensarlo mucho, los gatos le entregan los abrigos y las armas a la viejecita y la
pastorcita. Se sientan a comer, mas hambrientos que nunca.
VIEJECITA: ¡Que suene la música, haya polka y mazurca!
Y usted, renacuajo, tóquese ahí una…
El renacuajo busca la guitarra y comienza a tocar. Rafael lo acompaña cantando,
mientras los demás comen, bailan y beben.
AQUÍ SE PUEDE PENSAR EN CANTAR UNA CANCIÓN ENTRE TODOS
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De repente, suena un ruido fuerte en el escenario, como de un reloj despertador. Todos
los personajes se quedan en silencio, sorprendidos, mirando hacia el lugar de donde
proviene el sonido.
RAFAEL: ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser!
El escenario se apaga.
ESCENA 5
FIN