Sheila Fitzpatrick 2
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Finalizar la Revolución
En términos de Crane Brinton, una revolución es como una fiebre que se apodera de
un paciente, sube hasta alcanzar una crisis y finalmente cede, dejando que el paciente
prosiga su vida normal, “tal vez hasta fortalecido por la experiencia en algunos
aspectos, al menos inmunizado por un tiempo contra un ataque similar, pero
ciertamente no convertido en una personal totalmente distinta de la que era”.
Como las revoluciones implican una concentración anormal de energía humana,
idealismo e ira, es natural que su intensidad comience a decrecer después de cierto
punto. Pero ¿cómo se finaliza una revolución sin repudiarla?..... Stalin estuvo a la
altura del desafío. Su manera de terminar con la revolución fue declarar la victoria.
La retórica de la victoria llenó el aire de la primera mitad de la década de 1930. Un
nuevo diario, llamado Nuestros logros, fundado por el escritor Máximo Gorki,
sintetizaba este espíritu. Las batallas de la industrialización y la colectivización han
sido ganadas, proclamaban los propagandistas soviéticos. Los enemigos de clase
habían sido liquidados. El desempleo había desaparecido. La educación primaria se
había vuelto universal y obligatoria y (se afirmaba) el nivel de alfabetización de los
adultos en la Unión Soviética alcanzaba el 90 por ciento. Con su Plan, la Unión
Soviética había dado un gigantesco paso adelante en el dominio humano del mundo:
los hombres ya no eran víctimas indefensas de fuerzas económicas que no podían
controlar. Un “nuevo hombre soviético” emergía como resultado del proceso de
construcción del socialismo.
Tres aspectos de la transición de revolución a posrevolución:
1- La naturaleza de la victoria revolucionaria proclamada por el régimen d ela
década de 1930 “revolución cumplida”.
2- Las políticas y tendencias termidorianas de ese mismo período “revolución
traicionada”.
3- “Terror”, son las grandes purgas de 1937-38.
1-Una economía socialista produciría el socialismo, del mismo modo que el
capitalismo había producido la democracia burguesa. Esa era la formulación teórica.
En la práctica , la mayor parte de los comunistas entendían la misión revolucionaria y
la victoria en términos mas simples. La misión había sido la industrialización y la
modernización económica. …Cada nueva chimenea y cada nueva fábrica era señal de
victoria. …..Nadie podía dejar de percibir las señales visibles del programa
industrializador soviético…..Aunque el talón de Aquiles era el campo y la
colectivización, la explotación por parte del Estado de los campesinos fueron
percibidos por éstos como una segunda servidumbre.
Nueva Constitución 1936; era la instalación del Socialismo en la URSS. Era el fin de
la guerra de clases, explicó Stalin al presentar la constitución, lo que marcaba la
transición de la dictadura del proletariado al socialismo. Todos los ciudadanos
soviéticos tenían iguales derechos y gozaban de libertades civiles apropiadas al
socialismo.
2-Aunque los bolcheviques no tuvieron la idea inicial de hacer una revolución
igualitaria, libertaria y utópica, la revolución hizo a los bolcheviques esporádicamente
igualitarios, libertarios y utópicos. A partir de la década del 30, con Stalin; nuevos
valores culturales y morales, que reflejaban la transición metafórica de la juventud
proletaria a la madurez de clase media; una busca del orden y de una rutina
manejable; y la aceptación de una jerarquía social basada en la educación, la
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ocupación y el estatus. La autoridad debía ser obedecida más que cuestionada. La
tradición debía ser respetada más que descartada. Aún se describía el régimen como
“revolucionario”, pero ello cada vez más significaba revolucionario por origen y por
legitimidad más bien que revolucionario en la práctica.
-Reorganización de la educación, Stalin ordenó que se escribieran nuevos libros de
texto de historia, los héroes regresaban a la historia.
- La maternidad y las virtudes de la familia también fueron exaltadas. Se hizo más
difícil obtener el divorcio, el concubinato perdió valor legar.
-La homosexualidad masculina se convirtió en delito
-El aborto se proscribió.
-El antiguo estilo de mujer comunista liberada, declaradamente independiente y
comprometida ideológicamente en temas como el aborto ya no causaba simpatía. El
nuevo mensaje era que primero venía la familia, a pesar del creciente número de
mujeres que recibían educación y tenían empleos pagos. Ningún logro superaba al de
ser una esposa y madre exitosa.
-La élite –que incluía profesionales así como funcionarios comunistas- estaban
separada de la masa de la población no sólo por sus altos salarios, sino por su acceso
privilegiado a servicios y bienes de consumo y a diversas recompensas materiales y
honoríficas. La emergencia de una clase burocrática privilegiada, la “nueva clase” o la
“nueva nobleza de servicio” planteaba serios problemas para los marxistas. Stalin lidió
con este problema tildando a esta nueva clase privilegiada de “inteligentsia”,
desplazando así el foco de la superioridad socioeconómica a la intelectual.
3-El 29 de julio de 1936, el comité central envió una carta secreta a todas las
organizaciones partidarias locales llamada “De la actividad terrorista del bloque
contrarrevolucionario trotskista-zinovievista” en la que se afirmaba que los anteriores
grupos oposicionistas se habían convertido en imanes para “espías, provocadores,
divisionistas, guardia blancos y kulaks” que odiaban el poder soviético….”la capacidad
de reconocer a un enemigo del partido por bien disfrazado que esté” era un atributo
esencial de todo comunista. Fue el comienzo de las “grandes purgas”. “Que las
grandes purgas hayan descubierto tantos “enemigos” disfrazados de dirigentes
revolucionarios no debería sorprender a quienes hayan estudiado la revolución
francesa.
En El 18 brumario de Luis Bonaparte, Marx formuló su famoso comentario de que los
grandes hechos ocurren dos veces, la primera como tragedia, la segunda como farsa.
Aunque el gran terror de la revolución rusa no fue una farsa, sí tuvo las características
de una reposición, de una puesta en escena basada en un modelo anterior.
¿Cuál fue el legado de la revolución rusa? Hasta el fin de 1991 se podía decir que
el sistema soviético lo era. Aunque el régimen y la sociedad ya no eran
revolucionarios, la revolución continuó siendo la piedra fundamental de la tradición
nacional soviética, foco de patriotismo, materia a ser aprendida por los niños en las
escuelas y motivo de celebración en el arte público soviético. Con el derrumbe de la
Unión Soviética, la revolución rusa no se hundió grácilmente en la historia. Fue
arrojada allí –“al basurero de la historia”, según la frase de Trotsky- con un ánimo de
vehemente repudio nacional.
Para los rusos de fines del siglo XX, ex ciudadanos soviéticos, parecía que lo que se
había perdido con el descrédito del mito de la revolución no era tanto la creencia en el
socialismo como la confianza en el significado de Rusia para el mundo.
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