Pensamiento Instituyente
Pensamiento Instituyente
Pensamiento Instituyente
Este libro expone tres paradigmas de la disciplina de ontología política (que ahora
desarrollaremos en qué se basa esta disciplina) que según su autor, Roberto Esposito,
representan las ontologías más influyentes en la concepción política actual, en su acepción
postmetafísica. Estas son:
1. Ontología política de Heidegger: resulta ser, para el autor, una potencia destituyente.
2. Ontología política de Deleuze; poder constituyente
(ambos negativos)
Introducción
¿qué ocurre? Que todas las ontologías políticas a partir de la crisis de la sustancia (crisis del
Hegelianismo y sobre todo, a partir de Nietsche) se presupone un horizonte negativo.
Necesariamente se inscriben dentro del ámbito de la diferencia. En contra de las ontologías de
la identidad.
Estas ontologías de la identidad1 pertenecen como sabemos a una tradición metafísica que
interpreta la relación entre ser y política como primer fundamento, sustancial, destinado a
garantizar la corrección de la acción política. (creo que esto también es presa de la
diferenciación que se establece tradicionalmente entre sein y sollen)
- Como decimos, después de esta crisis y sobre todo a partir de Nietzche, los intentos de
restauración se tambalean, se agotan: al mostrarse imposible enraizar la política con un
ser sustancial, pues esta concepción del ser como sustancia se deconstruye.
Esto presupone como decimos un horizonte negativo, en su fundamento de “no” ser tal. Falta
de fundamento. La relación entre ser y política se referirá entonces a un vacío, una nada, una
brecha.
- Por tanto, estas ontologías del siglo XX se centrarán en la relación entre: ser-politica-
diferencia (moviendo los conceptos de un lado para otro según la filosofía concreta de
cada autor). Son como dice Foucault: “ontologías de la actualidad”
1
Platon, arsitoteles, Rousseau…
En el caso de Heidegger, la política encuentra dentro de sí misma una barra que reproduce la
diferencia óntico-ontologica.
Lo que divide a los dos primeros paradigmas es: el papel que cumple lo negativo con respecto
a la relación constitutiva entre ontologia y política.
¿Por qué es destituyente? Porque desactiva la acción, la praxis. De todas formas, es necesario
mirar a Heidegger no desde su compromiso político de los años 30 sino desde el giro
impolítico: desde la posguerra hasta la década de los 60. (aunque no hay que dejar a un lado
tampoco esos escritos).
De forma que lo único que pueden “hacer” los humanos es escuchar un pensamiento
poetizante/meditador. Es decir, todo “hacer” se deshace; solo se puede esperar a que el
destino se cumpla. Para Esposito esto es un horizonte “tan teóricamente revolucionario como
prácticamente inerte” (15) y este es EL PROBLEMA
Esto dice Esposito tampoco es únicamente propio de Heidegger, está tambien en otros autores:
Barth, Simone Weil, Bataille, Broch, Canetti: lenguaje sublime y trágico de la desactivación:
“descreación”, “acción pasiva”, “no traducida en acto”. Todo este lexico nace entre años 20 y
30.
En cualquier caso, ¿Cuál es la relación entre la política y Heidegger? Algunos tienden a politizar
toda su obra, y otros todo lo contrario, defendiendo su pensamiento como impolítico. Aunque
se ha llegado a hablar, también por medio de autores como Arendt, Marcuse, Nancy, Sloterdij…
de un gauche heideggerienne (políticamente izquierdista).
Vale, dice Esposito que esta dicotomía interpretativa entre político/impolítico es parte del
dispositivo interno de su propio pensamiento (Según esposito: también se puede entender
desde aquí la bipolaridad política de Heidegger).
Es decir, no hay ninguna subjetividad, institución. O sea, de hecho, lo que se critica es el mismo
“instituir”, por eso se cancela la acción y la praxis (si entendemos la praxis como acción.
Entender la praxis aristotélicamente(¿)).
Se desactiva la “puesta en obra” de toda política. La opción impolítica es una condición que la
vuelve VANA y que anula la DECISIÓN, menos la de “dejar-ser”.
Dice Esposito: “¿Cómo puede lo impolítico, en su sustracción de la obra, ejercer alguna función
crítica?” (31).
- La inacción solo se puede pensar mas en relación con la acción que niega. Igual que la
destitución no tiene sentido sin una institución que destituir. ¿Qué pasa? Que si la
inacción y la acción son dos caras de una misma moneda,
(como dice Cerezo que representa igualmente una doble cara entre gestell y geviert: mundo
técnico/mundo poetico)
2
Sobre esta relación antinómica: Bordieau; 1988 “Ontologia politica de Heidegger”.
Lo impolítico perdería toda su consistencia: disolviéndose. Por tanto la política para Heidegger,
dice Esposito, coincide con el movimiento de su propia autodestitución.
- Experiencia griega: lo político (la polis) solo puede entenderse sobre el trasfondo
negativo, en cuanto no-politico, del Oikos (casa). La praxis se define en contraste con la
teoría, y la vida activa en contraste con la vida contemplativa.
Aquí ambas dos, aunque esten “distanciadas” se implican recíprocamente: desde un punto
de vista lógico o metafisico: las comunidades no-politicas (necesarias para la formación de
la polis) preceden a la polis como su esencia. El Oikos seria mas bien un contexto pre-
politico que como dice Esposito:
“esta esperando su realización por el advenimiento de la polis, así como la vida genérica espera
ser perfeccionada por la vida buena” (33).
- Epoca moderna: lo mismo. El orden civil surge del abandono del orden natural. La
esfera publica como alternativa a la esfera privada.
- Versión cristiana: (sobre todo el Agustín). El “no” esta mas marcado respecto del
mundo político. La civitas dei es apolítica, e incluso pos-politica. ¿Por qué? porque esta
destinada a tomar el relevo de la civitas hominis, que se le opone verticalmente. La
ciudad terrena solo puede cumplirse negándose a sí misma en la ciudad de Dios. Al
parecer estas dos ciudades se dividirán el dia del juicio, permaneciendo una de las dos.
(revisar esta movida y ver que relación tiene con Heidegger, especialmente con la
cuaternidad, y ver tambien que posiblidades de “acción” hay en esta concepción,
hilándolo tambien con Vattimo)
No solo es que las dicotomías anteriores no se sostienen, sino que la misma maquina de
presuposición negativa SE ATASCA. ¿Por qué? no porque desaparezca el presupuesto negativo,
porque no es por eso, sino porque empieza a penetrar EN LO POLITICO MISMO.
Es decir, hay una implosión del fundamento negativo y el riesgo que esto conlleva para la
existencia misma de la política. esto es lo que unifica las perspectivas de: Schmitt, Arendt y
Foucault. (estatal/político, político/social, político/biológico respectivamente de los autores
mencionados)
- ¿Qué supone esto? Un GIRO INAPRENSIBLE por medio de las categorías clásicas,
antiguas y modernas: involucradas todas ellas en el COLAPSO de su propio OBJETO.
Esto es lo que Heidegger reconoce en la superposición integral entre técnica y política, donde
la primera, los engranajes de esta, la gestell, tritura a la segunda.
2. Discurso rectoral 1933. Aquí es donde hay un acatamiento de la ideología nazi d forma
mas abierta. Hay una explicita finalidad política. Pero veremos en qué sentido.
Heidegger más tarde dirá que al asumir su cargo como rector, lo que pretendía con este
discurso era salvar la autonomía de la universidad de la “ciencia politica” nacionalsocialista: es
decir, de una instrumentalización del saber con fines apologéticos. Ahí habla sobre la misión
autónoma de la ciencia. Y es esta “misión” la que le da un tono inseparable del marco político
en el que se sitúa.
Es cierto que en este discurso, con muchas semejanzas a Platón y con un lexico donde habla de
“soldados de trabajo”, “ponerse a la obra”, exigiendo un triple servicio a los estudiantes:
trabajo, defensa y saber en beneficio del pueblo alemán… entra en contradicción con su crítica
posterior a todo actuar. Pero, estas expresiones guardan gran distancia con la jerga nazi. ¿Por
qué?
Vale al parecer después es esta reproducción griega la que luego reivindica para el futuro del
Reich milenario. Convergencia entre helenismo y nazismo. “la dimensión de lo político acaba
absorbiendo el saber que debe dirigirla” (39). A partir de los años 40 y 50 habra una
irreproductibilidad del primer inicio, pero en este discurso rectoral hay una política. Pero esto
no dura demasiado tiempo…
Se da cuenta de que la acción política, para revelarse, debe pasar por la poesía
necesariamente. La poesía, como muestra el verso de Andenken, es aquella práctica de
instituir a la acción política.
“Así como la poesía instaura la verdad a través de la palabra, lo político instituye por medio de
su acción al Estado” (41). Esta puesta en obra de la verdad, en esta etapa de H, se entiende
como arte, antes que pensamiento. Esto es importante, porque demarca que ya desde el
principio trata sobre este tema de la poesía teniendo como referente a Hölderlin.
El político en este sentido es un creador que se asemeja al artista. “El poeta tiene la función
civil de recoger la palabra de los dioses para introducirla <en la construcción de los polares de
la lengua de un pueblo>” (41).
Lo que de alguna forma le enseña Hölderlin a Heidegger es que, una vez que los dioses
antiguos han desaparecido, los seres humanos corren el riesgo de perder la relación vital con
su propio origen. Esta huella en lo político excluye su inmediata realización a diferencia del
tono fundacional que se usaba en el discurso del rectorado. Lo que la poesía de Hölderlin
revela es en realidad un vacío irremediable. De ahí el gesto negativo que adquiere Heidegger
en comparación con el discurso del rectorado. Y lo político, al igual que lo poético, se define
por esta falta.
Lo que nosotros podemos imitar de los griegos en realidad es la alteridad constitutiva. Pues
ellos tampoco lograron crecer sobre la base de su núcleo original.
4. Conferencias 1936 reunidas bajo el nombre de: “El origen de la obra de arte”. Nueva
concepción de lo político.
La política adquiere, como veníamos diciendo, un cariz artístico. Al igual que la obra de arte
adquiere una semántica artística. ¿en que sentido? fijándonos en el conflicto que atraviesa la
obra, orientándola en una dirección política. hay que ir de la obra a la cosa, y no al revés. El
arte se constituye por el “ponerse en obra de la verdad”.
El templo descansa sobre su base rocosa desde la que se eleva a lo alto: lo que los griegos
llaman physis. Este fondo desde donde emerge el habitar humano, es la TIERRA, entendida
no como masa, sino como lugar.
La exposición de un mundo es uno de los vectores de la obra. El otro tiene que ver con la tierra.
El surgimiento de ese mundo se vuelve posible al retirarse la obra de su sustrato material:
pesadez de la tierra… etc. A través de estos dos se expresa la historización de la verdad. ¿Cuál
es su relación? (político/impolítico). La tierra, retirándose hacia sí misma: impolítico. Lo
impolítico, como la tierra, es el fondo políticamente irrepresentable desde donde surge la
posibilidad de la política. esto es una contienda que se da entre ambas (recuerda: Arendt.
Lucha entre el pasado y el futuro). Lo importante está en el desplazamiento de esa negación
(en el des-), que es interno a la verdad.
Lo impolítico renuncia a la existencia histórica, pues como dice Canneti: la historia actua como
de parte del acontecimiento más fuerte… “del que realmente ha sucedido: no habría podido
quedar sin suceder, tenía que suceder” (Canneti: die provinz des Menschen 1978, p. 170).
5. Precisamente como lo impolítico no puede moverse tampoco fuera del lado de la
historia misma, de ese poder, lo impolítico no propone una acción diferente (la historia
es la única dimensión real de la acción). Por tanto, su fuerza esta en la destitución de la
acción
- Hay un carácter irresoluble en esto, que tambien ve Simone Weil. “en esta tierra no hay
otra fuerza que la fuerza”. Impolítica es la conciencia de la necesidad y la imposibilidad
del tránsito. Heidegger como otros, busca este salto en la desactivación de la acción.
Acción desactivada: una acción que tan solo tiene el movimiento de su retirada (Serenidad). Se
detiene en su pura potencia sin llegar a hacerse acto. Aquí está en sus primeros escritos la
alusión a esa “potencia pasiva”, “acción no agente”. La única fuerza y la única virtud, dice
Simone Weil, es la de absetenerse del actuar”.
En “La vie de Simone Weil”, texto inedito citado por S. Pétrenet, Paris, Fayard, 1973: vol I, p. 80.
Dice:
“actuar nunca es difícil: siempre actuamos demasiado y nos desperdigamos sin cesar en actos
desordenados. Hacer seis camisas con anémonas, y callarse: este es nuestro único medio de
adquirir poder”
Como dice Esposito: “es imposible excederse, salirse de algo que no tiene afuera, pero
tampoco es posible resignarse a la inmovilidad , porque el movimiento de exteriorización
tambien lo impone nuestra invencible inquietud” (53)
En este texto, otra apertura hacia lo político. Sobre la crisis de Europa y el pape de Alemania.
Oscurecimiento del mundo, olvido del ser que desemboca en técnica, Heidegger aboga por
otro comienzo, con las inseguridades y miedos que siempre eso conlleva. Sombra que envuelve
la tierra. “dioses en fuga, destrucción de la Tierra, reducción del hombre a masa, la sospecha
llena de odio contra todo lo creativo y libre” (pag 48 de introducción a la metafisica)
A partir de la crisis del idealismo (lo podemos llamar así) comienza la deriva: que pasa por las
siguientes fases de transformación del espíritu: (geist) en inteligencia (Intelligenz), de esta en
simple raciocinio (Verständigkeit) y luego ya en productividad instrumental y desfile
publicitario.
7. Años 1937-1938 Aportes a la filosofía…
Vuelven los temas de los que hablaba en el discurso del rectorado, en el mismo lexico
“fundación”, “destino” etc. Pero con una entonación diferente. Antes hablaba de fundadores
históricos, en el sentido de creadores, con tonos prometeicos heroicos.
- Ahora los conceptos de poiesis y teckne sufren un movimiento conceptual: hay una
inclinación meditativa que desplaza la acción del ser humano.
Todo ente se vuelve real en la medida en que es realizable. Rastreando esta concepción en las
tradiciones filosóficas del pasado, lo encontramos ya en Aristoteles: la relación entre dynamis y
energeia: el devenir de la realidad es un continuo puesta en obra (conjunto de obra y acción:
operación). Despues, concepto medieval de “actus” idea cristiana de la creación, después:
metafisica moderna, Leibniz, hasta llegar a Nietzsche y la voluntad de poder.
Esto sugiere por tanto, como contrapartida y aún no metiendonse de lleno, una necesidad de
lo impolítico. Los primeros rasgos de esta conversión los podemos ver en la categoría de
decisión (que Heidegger en Aportes… paráfgrafo 43: el ser y la decisión, habla de ello).
- Decisión. No se entiende como facultad humana, sino como un rasgo del ser. desde la
perspectiva del Ereignis. A la decisión no le corresponde una decisión nuestra, sino una
indecisión irreductible: la que se halla entre la decisión y la no decisión. Debemos
separar para Heidegger decisión y política. adscribiendo la decisión al ámbito de lo
indecidible. Para escapar de este alcance debemos retirarnos de la obra colectiva hacia
la soledad, al modo de una “acción-no agente”.
Esto opina Esposito: Lo que marca esta apertura es la secuencia semántica “decidiente”
Erschlossenheit, Entschelossenheit, Entscheidung y tambien decidida. Maestria y pasividad.
Este pliegue de la decisión en sí misma puede excluir una interpretación política, pero no
ética. En sentido de ética originaria.
La realidad del dasein seria en este sentido un hacer no en el sentido de efectuar, sino en el de
conducir.
Pero ¿Cómo se califica una acción que no conduce resultados, según la modalidad ontológica
de la ética originaria de Heidegger? Tanto Nancy como Heidegger parten de un concepto
negativo de Bataille: acción que no produce obra: inoperosa, desoeuvree. Política para Nancy:
comunidad que se consagra a la inoperosidad de su comunicación.
Sobre este concepto, revisar lo que me dijo Oscar del concepto de Agamben: Inoperosito.
Distanciamiento con respecto a la obra. Horizonte político absorbido por la técnica, se contrae
en el espacio de lo impolítico. El tema de la inoperosidad, destinado al final de la guerra, no es
una novedad:
Sobre el pensamiento paulino: este no puede disociarse de la experiencia vivida. ¿Qué quiere
decir esto? Que no puede separarse de su acto de actualización. Esto sugiere: una concepción
de la temporalidad como acontecimiento. ¿Qué acontecimiento? La venida de cristo.
- 1ª carta a los tesalocinenses. Por eso el devenir no es distinto del ser; el futuro no está
después, ya inquieta desde el presente. (Brecha entre pasado y futuro Aredt).
¿entonces la decisión? La decisión tiene que ver con la experiencia TEMPORAL Y MODAL (el
cuando y el cómo). Un acontecimiento que ya esta en marcha. Refiriéndose a Pablo, dice
Esposito: “en lugar de negar la ley, hace del amor la nueva ley” (69). Es algo que permanece,
pero no en cuanto a su contenido, no en una forma normativa, impositiva, sino que la obra
continua actuando como una acción pasiva. Las relaciones de las que habla pablo no prohíben
y prescriben nada, no son éticas.
En este sentido, la ley es válida pero en una forma distinta: vaciándose de su operatividad.
En esta experiencia cristiana que Heidegger interpreta a partir de Pablo, la obra actúa
desprovista de finalidad. Asi se penetra en la experiencia constitutivamente antinómica, como
es la cristiana. Lo que importa no es lo QUE se hace, sino COMO se hace: haciendo
deshaciendo.
Realizar una obra COMO SI NO fuera tal. El sentido de este “no” conforme a la actualización, no
es un rechazo de esta: no excluye la acción, sino que la exige en contra de toda inercia: en
cuanto tenga la forma de DESACTIVACIÓN. Realizándose en la forma de la inoperosidad.
- Sobre esto: Barth “carta a los romanos” de Pablo. (segundo comentario) habla sobre la
relación entre acción y desactivación los mismos años que H en Friburgo. La ausencia
de dios como objeto absoluto, nihilismo, surge de la irresistible tendencia a situar
3
Pagina 43 de “la comunidad inoperosa” Nancy.
nuestra obra en su centro. Y su negación también pertenece al ámbito de la obra
(quietud, ascesis etc)
Dice Esposito: “la única manera de romper el predominio del sujeto, que esta ética presupone,
es vaciar la obra de su sustancia productiva, sustrayéndola asi de la ambición de la realización”
(72).
Solo una obra que reconozca su finitud e imperfección, puede abrirse a una autentica relación
con el Otro.
Esto recuerda Barth, se parece al “sostenerse” paulino: una acción sin propósito.
La posibilidad negativa sigue siendo interna a la acción que niega: afirmándola en un sentido
originario. Lo que se niega es la presunción del sujeto que la hace existir sin reconocer su
propia limitación respecto del objeto a partir del cual se origina.
Barth: la buena acción, como negación del sujeto, es la inacción de toda acción por medio de la
cual toda acción remite a su origen (K. Barth, Romerbrief (1922) Zurick: theologisther Verlag,
2008: trad. It. Lettera ai Romani (1962), G Miegge, 1989, p. 468.
Aquí Heidegger hace explicita su opinión acerca de lo impolítico. Hay para Heidegger algo
común entre la concepción de Holderlin de <estar en casa> y el coro de antigona: esto común
es que en ambos la relación con lo <propio> pasa por lo ajeno en un <extrañamiento>
resultando inquietante. Esto es lo que se traduce: deinón y deinótaton (1ª estrofa del coro). La
dialectica ya no es activista-prometeica, como veíamos antes, sino anclada a la finitud del
dasein.
Los creadores políticos ahora son los poetas. En este tiempo de guerra, la referencia a Holderlin
parece ser la alternariva filosófico-poetica a la deriva nihilista que se vive. Si bien lo político es
fundamentado por la polis, esta no puede determinar políticamente.
“La polis, y precisamente ella, no es un concepto político. En efecto, así son las cosas, siempre
que se desee permanecer en la meditación y en una secuencia de pensamientos diáfana” (El
Ister, 1942. Milan mursia, 2033, p. 74.
La polis para los griegos es posible que ellos tampoco lo tuvieran definido: pues al no tener
certeza, se hace inaccesible. Por lo que para entender su sentido originario debemos revisar el
velo de la tradición. Hay que reconocer en la polis (muy lejos de interpretarla como ciudad-
estado etc) el pólos, es <polo>: la sede, el vórtice alrededor de lo que gira todo. incluye la
bipolaridad de lo propio y de lo extraño (estabilidad y cambio). Muy diferente a la concepción
moderna. Aquí cabe lo impolítico, como el “no” de lo político; su carencia constitutiva.
Esto significa que lo esencial del ser humani histórico remite a su habitar en MEDIO del ente.
Desde esta encrucijada sale todo lo demás.
- Hay, como decíamos una relación estrechísima entre la concepción de la verdad como
ALETHEIA (no oculto) y la semántica sobre lo impolítico. El “no” en Heidegger es la
cara oculta del ser, y lo impolítico como el reverso que se une con lo político.
Aquí es donde su concepción de lo político esta mas explicito. Polis, como veíamos: polo
alrededor del cual gira todo aquello que los helenos relacionaban con el ente. Para Heidegger
Nietzshce tiene una concepción romana de los griegos influenciada por Burckhardt (que le
llevan a la formulación de la voluntad de poder, al introducir conceptos como estado, religión,
civilización etc). Esto caracteriza toda la modernidad.
- El origen lo podemos ver en este malentendido: pues esto desfigura nuestra relación
con el mundo antiguo, y tambien por tanto sobre lo moderno. De aquí sale tambien la
idea de verdad como opuesto a la falsedad.
Lo que sigue siendo posible y necesario para el pensamiento meditativo es mas bien la tarea
antinómica de desactivarlo.
Heidegger lleva la acción impolítica a un punto sin retorno. Su lexico sigue siendo el mismo,
pero hay una conversión semántica, connotaciones diferenes: se pasa de hablar de “nación” y
de lo “patrio” para hablar de maquinación. Es decir, globalización. Se disuelve, al igual que la
especifidad del pueblo alemán, la posibilidad de una acción política capaz de resistir: la
devastación del espíritu occidental.
Lo que nos libera del dominio del objeto no es el bosque (contrapuesto al desierto) sino la
vastedad MISMA. Misma batalla entre el ser y el ente, como las demás. La relizacion nace
de la propia devasación, entonces “progreso”, “igualdad de oportunidades” y todo eso
potencian el proceso al que quieren oponerse.
Dice Esposito: “si la obsesión por la realización produce devastación a ella solo puede
responderse con una desactivación igual y opuesta, capaz de destruir todo lo que la obra
humana ha instituido” (87)
Aquí apunta lo impolítico. No es que tengamos que no tengamos que esperar nada (pues esto
seguiría permanecendo dentro de la idea subjetiva de la acción). Sino que ni siquiera debemos
intentar detener el avance del desierto. Esperar que este, aniquilando todo, se aniquile
tambien a si mismo.
¿Qué significa esto? “Abandonar toda forma de oposición a un proceso devastador que, por
cierto, es de esperar; y que como el caso del nihilismo, no está en nuestras manos” (87). Solo
podemos acompañar este proceso. Solo cuando lo devastador haya desertificado y no exista
nada mas que devastar, podrá abrirse una rendija para lo vasto.
Dice Heidegger: “Como somos este presente, nos abandonamos a lo que viene, porque nuestra
esencia ya esta abandonada a él. Y solo abandonándonos así nos convertimos auténticamente
en nosotros mismos” (“Colloqui su un sentiero di campagna”, p. 191).
Antes de ver la gelassenheit como esa forma de retirada impolítica de la obra, veremos esta
conferencia. En esta conferencia, el tema de la desactivación de la obra, se cruza con otros
conceptos y conferencias:
Como en muchos otros escritos, comienza hablando de la acepción común que tiene el
concepto de ciencia: como pensamiento operante de lo real. ¿Qué significa obrar?
Generalmente, hacer. ¿Qué signfica hacer? En su origen etimologico: tun, derivado de la raíz
dhe, se remonta al termino griego: tesis como “poner”, “colocar en posición”.
Lo que hace aquel que obra (no necesariamente el ser humano) es traerlo presente.
Lo real se identifica entonces cmo consecuente a la luz de la causa efficiens. Y el dios cristiano
como causa prima. Después, en otro lexico moderno, esto significa: factico, cierto, seguro, de
hecho. como algo frente a nosotros: objetividad.
- Pasa lo mismo con la palabra teoría. El objeto como lo representable. En origen, thea y
oorao: algo misterioso. Ambas aluden a un aparecer en el que sale algo a la luz. De ahí
Eidos de platon. A esto se eleva el rango de el bios theoretikos (forma de existencia
perfecta para los griegos) conectado con el sentido revelador de la aletheia.
Entonces, tanto política como ciencia remiten al mismo horizonte de sentido constituido por el
concepto de realidad como determinación efectiva.
Esta OPACIDAD de la ciencia se contrpaone al pensamiento meditativo. ¿Por qué? porque este
ultimo se orienta a las preguntas de sentido que la ciencia no puede pensar. Estas preguntas
son la motivación y el objetivo de la Besinnung: que se impulsa a interrogar la estancia a la que
estamos destinados. Con la condición de superar la fe en el poder de la razón: orientado al
aseguramiento y la producción, para entrar en un estado de Gelassenheit desde el cual
Heidegger conduce sus reflexiones impolíticas.
Al igual que el abandono del que hablábamos, tambien la potencia destituyente se define,
en su teorización contemporánea mas influyente, por su inoperosidad.
Agamben en “per una teoría della potenza destituente” vivenza, neri Pozza, 2014, p. 366-7
dice:
Esta potencia destituyente vuelve inoperante la operación humana, pero sin ANIQUILARLA.
¿Cómo? Limitándose a liberar sus potencialidades (no expresadas) guiándolas hacia un uso
diferente.
¿A que nos suena esto? A los cursos de Heidegger sobre el cristianismo primitivo: katargein
mesianico de Pablo: como capacidad de hacer inoperante todo poder. Lo que habla de hacer
del amor la ley.
Esposito: “Solo cortando el nudo metafísico que une la potencia y el acto será posible romper
los lazos con el léxico excluyente del poder soberano” (93).
Agamben: “vivir en forma [paulina] del <como si no> significa destruir toda propiedad jurídica y
social, sin que esta deposición funde una nueva identidad” (agamben, L`uso dei corpi, p. 347).
Dice esposito que sigue siendo bastante enigmatico saber cual es el significado político de esta
operación. Y es totalmente así, eso es lo que yo me pregunto principalmente. Critica que se le
hace a Agamben (se la hace Laudani) tambien el poder de desactivación de la ley es una
perrogativa del poder soberano.
1ª vez que aparece (aun de forma poco elaborada): “De la esencia de la verdad” y luego en
¿Qué es metafisica? Pasa a ser el tema de una conferencia de 1955: Gelassenheit.
En Heidegger se traslada desde esta visión teológica hasta una mas filosófica de la mano de
otros filósofos: Schelling, Schopenhauer, Nietsche… en los que tiene una connotación
quietista de indiferencia o apatía que acentua el elemento de pasividad.
- Esta pregunta que muestra este rasgo APORETICO. Ya había sido comentado por
Heidegger en un texto anterior: “Debate en torno al lugar de la serenidad”. Desplaza el
centro de gravedad desde el plano óntico hasta el ontológico.
En esta entrevista se planteael contrate entre la voluntad y el pensamiento, que es crucial para
que luego en el texto propiamente de la serenidad, de 1955, pueda hablar sobre la
Gelassenheit, dirigiéndose hacia el pensamiento meditativo en contra del pensamiento
calculador.
En esta entrevista, dice uno de los interlocutores: “pensar es algo diferente del querer”. El otro:
“por eso, cuando me pregunto sobre lo que yo propiamente quiero, al meditar sobre la esencia
del pensar junto con ustedes, le respondí: quiero el no querer.
Como el no querer sigue “perteneciendo” a una voluntad, lo único que queda es volver a unir
el querer y no querer en la forma de: “querer-el-no-querer”. Oximoron: decisión de no decidir.
Es una acción capaz de anularse en el momento en que se anuncia.
Papel del ser humano: pasivo. El hombre queda tambien absorbido por el abandono.
(traducción italiana de Gelassenheit). Pero si este abandono proviene del ser, se pierde el
sentido de la invitación decidida a practicarlo.
Heidegger busca una salida a esta antinomia a través de una “huella” de voluntad que se
borra. ¿Qué es una huella de voluntad borrada? ¿una ausencia o una presencia? Presencia
que se vuelve ausente: como lo impolítico. Acción de desactivación. Obra inoperosa.
Pero, 1. ¿Cómo pensar el termino “anarquia”? y 2. ¿es posible pensarlo en clave política?
1. Anarquia para Schürmann no tiene nada que ver con formas historicas que esta adopta
en los programas políticos de Proudhon o Bakunin. Estas en realidad siguen en la
metafisica porque desplazan el arche hacia un criterio racional que al perspectiva
anarquica pretende desactivar.
Para Schurman: hay que sustituir la diferencia ontológica por una diferencia simbólica. Que
explique el doble movimiento del ser. pero como este solo se revela ocultándose no se
puede deducir de el ningún comportamiento. ¿Qué significa esto? “Que todos los tipos de
legitimidad política, tal y como históricamente se han dado hasta ahora, deben ser
desmantelados junto con los prinpcios de época que los han fundado” (99).
Pero, ¿Qué puede definir una acción sin fundamentos? Schuman señala 5 caracteristicas:
“una política anarquica es aquella que, en nombre de tales criterios, se expone a la ausencia
absoluta de principios al hacer implosionar la historia de la metafisica” (99).
¿no son estos prinpcios una paradoja en sí misma? Pues si. Schuman no intenta ocultarlo, es
así. esta paradoja es para el una etapa de transición entre la época metaficia y la que le sigue y
que sigue utilizando su lenguaje de “los inicios”.
- Por lo tanto esta antinomia abarca: además del concepto de historia, tambien el de
política.
14. Toda reflexión de Heidegger sobre la política esta en: entrevista Septiembre 1966 a
Spiegel publicada en mayo de 1976.
Aquí Heidegger habla sobre el discruso del rectorado: dice que pretendía sostener una tercera
posición diferente tanto de la despolitización de la academia tradicional como de la
descontrolada politicacion del régimen. A partir de ahí es ierto que adquiere un carácter
negativo. Doble negativo: primero por señalar la inadecuación y regresión de la política nazi,
segundo por su postura im-politica, no política.
Hay una tendencia, a partir de los años 30, hacia el nacionalesteticismo (Holderlin y toda esta
peña).
1940, a partir de cuando empieza a hablar de la gestell etc: dificultad de atribuir un sistema
político a la era de la técnica, incluido el sistema democrático. Precisamente por la inherencia
de la democracia a la maquinación tecnocientífica. Esta situación, que Heidegger llama
“devastación”, un desierto que crece y ocupa todo… la única alternativa no puede venir de lo
político, sino de lo impolítico.
Lo que pasa es que ahora que lo político está subyugado a la técnica, se ha roto de forma
definitiva la conexión con la polis, y poetizar y pensar tienen un valor estrictamente impolítico:
desprovisto de cualquier efecto sobre una realidad que esta desarraigada de su sitio esencial.
“La filosofía no podrá producir ninguna modificación inmediata en el actual estado del
mundo. Y esto no es valido solo para la filosofía, sino para toda reflexión y toda aspiración
humana. Solo un Dios, ahora, puede ayudarnos a encontrar una salida”