Manual de CL Secundaria

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MANUAL DE COMPRENSIÓN LECTORA

"Amar la lectura es trocar horas de hastío por horas


deliciosas."
Montesquieu

ALUMNO:
__________________________________________
PROFESOR:
________________________________________

ACAPULCO DE JUÁREZ, GUERRERO 2018


PRESENTACIÓN

La lectura es un proceso complejo que cada persona realiza por sí misma; éste le
permite examinar el contenido de lo que lee, analizar cada una de sus partes para
destacar lo esencial y comparar conocimientos ya existentes con los recién adquiridos.

La lectura es importante porque:

• Potencia la capacidad de observación, de atención y de concentración.

• Ayuda al desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje. Mejora la expresión oral y escrita


y hace el lenguaje más fluido. Aumenta el vocabulario y mejora la ortografía.

• Facilita la capacidad de exponer los pensamientos propios.

• Amplía los horizontes del individuo permitiéndole ponerse en contacto con lugares,
gentes y costumbres lejanas a él en el tiempo o en el espacio.

• Estimula y satisface la curiosidad intelectual y científica.

• Desarrolla la capacidad de juicio, de análisis, de espíritu crítico. El niño lector pronto


empieza a plantearse porqués.

• Es una afición para cultivar en el tiempo libre, un pasatiempo para toda la vida.

Por otra parte; La comprensión lectora es una de las grandes metas a lograr en los
alumnos de educación básica. Sin embargo, para llegar a la comprensión el alumno debe
antes lograr la suficiente fluidez y velocidad lectora para mantener en la memoria de
trabajo la cantidad de elementos necesarios para construir el sentido de la oración.

La competencia lectora se puede definir como “La capacidad de construir, atribuir


valores y reflexionar a partir del significado de lo que se lee en una amplia gama de tipos de texto,
continuos y discontinuos, asociados comúnmente con las distintas situaciones que pueden darse
tanto dentro como fuera del centro educativo”.

La experiencia de leer es adquirida por los niños desde temprana edad, pero
requieren el apoyo de sus padres y maestros para lograr su pleno dominio, por lo que
todas las prácticas que se realicen en el aula y en la casa mejorarán su competencia
lectora.
1. NOS PRESENTAMOS

OBJETIVOS

T Presentarse a los distintos miembros del grupo e iniciar el conocimiento


de los mismos.

T Manejar aspectos elementales de la cortesía conversacional (saludos,


presentaciones, etc.).

T Crear un ambiente de confianza entre el alumnado, y entre éste y el profesor.


T Hablar en público sin inhibiciones.
T Aprender a obtener información a través de preguntas directas. T
Exponer de forma clara y ordenada la información obtenida para
contribuir al desarrollo de la coherencia referida a la construcción del
discurso.

Es el primer día de clase de un curso nuevo y lo primero que vamos a hacer


es presentarnos unos a otros para ir conociéndonos. Nos vamos a presentar
primero como normalmente se presenta la gente: hablando, o sea, usando el
lenguaje.

| Cada uno de vosotros va a hacer una de tarjeta de presentación. En


ella escribiréis vuestro nombre y el apelativo o diminutivo con el que os llaman
habitualmente; a continuación pondréis cuáles son vuestras aficiones y cuáles
las cualidades que más valoráis en vuestros amigos y amigas. Escribid el
nombre de un personaje público que os guste y, por último, cuál creéis que es
vuestro mayor defecto y vuestra mejor virtud. Una vez que hayáis terminado,
cada uno se presentará a los demás y al final de su intervención comentará —
sin haberlo escrito previamente— cuál es su primera impresión del instituto, de
la clase y de los compañeros. Procurad hablar con voz clara y un volumen que
permita que os oigan todos; hacedlo con soltura y naturalidad.
| La siguiente propuesta para que sigamos conociéndonos es que
cada uno de vosotros entreviste a su compañero o compañera de al lado. En
cinco minutos preguntadle lo que os interesa saber de él o de ella —sin ser
indiscreto— e ir tomando notas; luego cada uno tendrá que presentar ante
los demás al compañero al que ha entrevistado, consultando sus notas pero sin
leerlas. Procurad ser positivos y respetuosos con los gustos y las opiniones de cada
persona.

| La tercera actividad de presentación nos va a servir, además,


para trabajar la expresión escrita.
Ya sabes bastantes cosas de tus compañeros y compañeras. Escoge a uno o
una de ellas y descríbelo por escrito sin mencionar su nombre. Procura llevar un
orden en la redacción e incluir, además de la descripción de su aspecto físico, datos
sobre su personalidad y sus gustos.
Luego, algunos o algunas de vosotros leeréis la descripción en clase y los
demás deberán adivinar de quién se trata.

2.- ¿CÓMO NOS COMUNICAMOS?


HABLAR, ESCUCHAR, LEER Y ESCRIBIR

OBJETIVOS

T Iniciar la reflexión sobre los aspectos fundamentales que constituyen el


dominio del uso de la lengua.

T Valorar la riqueza y complejidad de la comunicación humana y de las capacidades


que pone en juego.

T Tomar conciencia de la necesidad de mejorar las habilidades comunicativas.

T Practicar los aspectos más sencillos de los implicados en la competencia


discursiva (coherencia, pertinencia, claridad, cortesía) por medio del trabajo sobre
textos.

T Reflexionar sobre la importancia del lenguaje y las lenguas como medios


de comunicación y como elementos que configuran la esencia de lo humano y de la
vida social.

T Valorar el lenguaje como capacidad humana por encima de otro tipo de


ACTIVIDADES INICIALES

| Te proponemos que leas estos textos y que, después de


realizar las actividades que se proponen, los comentes entre todos en
clase.

TEXTO 1

EL MUDITO ALEGRE

Tardaron mucho en darse cuenta de que Damiancillo era mudo. Cuando sus padres se enteraron, lo
comunicaron a los demás once hermanos, y luego a los demás ciento catorce vecinos, con lo que todos en el
pueblo se pusieron muy tristes.

Un día se dieron cuenta de que Damiancillo hablaba por señas, y corriendo lo comunicaron a los demás
once hermanos, y luego a los demás ciento catorce vecinos, con

lo que todos en el pueblo se llenaron de sorpresa y alegría. Continuamente la casa estaba llena de personas
que trataban de entender los gestos de Damiancillo, tan risueño siempre, tan locuaz(1) de manos y de
miradas.

Poco a poco, los padres y los once hermanos aprendieron a entenderse con el pequeño por señas; en
seguida pasaron a entenderse por señas también entre ellos, y llegó un momento en que no cruzaban una
palabra, sino gestos tan sólo. Mientras tanto, los vecinos, de ir y venir a la casa, pero, sobre todo, de ver al
padre y a los once hermanos, habían aprendido aquella forma de hablar, y no utilizaban otra cuando estaban
con ellos. Hasta que dejaron todos, todos, de usar palabras, en cuanto Damiancillo comenzó a salir a la calle y
a correr por el campo. En las eras, en el paseo de los álamos, en el fregadero(2), en la plaza, en la misma
iglesia, sólo por señas se comunicaban las gentes de aquel bendito lugar.

Una mañana, por el sendero pino(3) y pedregoso, sudando bajo el peso del sol y del saco abultado, llegó un
cartero nuevo. Le sorprendió encontrarse con un pueblo de todos mudos, y preguntó la razón de algo tan
chocante. Se lo explicaron, y su asombro fue mayor aún al saber las razones. Dijo que quería conocer a
Damiancillo, pero el niño estaba en las eras, corriendo y jugando, como siempre, de un lado para otro.

Entonces el cartero nuevo se encaramó por las piedras musgosas de la fuente, y puesto en pie comenzó a
tocar la trompeta para congregar al pueblo entero. Cuando todos estuvieron en su torno, dijo, con voz alta y
clara:

—Yo no soy, amigos, el cartero nuevo que suponíais, sino el ángel que el Señor envía con sus recados más
importantes. Me llamó el Señor y me dijo: “Hay un pueblo en el que todos están llenos de caridad. Ve,
comprueba si es cierto, y, si lo es, diles que Yo me complazco en ello y los bendigo.” Por eso estoy aquí, con
vosotros. Todavía el Señor me hizo otro encargo: “Para mostrarles cómo mi corazón se conmueve con su
bondad, diles también que les concedo la gracia que, por boca de su buen alcalde, quieran pedirme.”
Se adelantó el buen alcalde, gordo y meditabundo(4). Era persona que pensaba mucho las cosas antes de
decirlas, y pasó un rato en rascarse la frente, palmearse la faja, fruncir las cejas y cepillarse a manotazos la
barba, sin decir esta boca es mía(5). Pero, eso sí, cuando se decidió, fueron sus razones de gran peso:

— Señor Ángel de Dios, si una gracia hemos de pediros, es que la próxima vez que nos transmitáis un
recado no lo hagáis de palabra, sino por señas. Anda por ahí Damiancillo, ya sabéis, y podría ponerse triste
oyéndoos... ¡Habláis tan bien, tan seguido!

Y esto lo dijo, el buen alcalde, por señas.

AGUIRRE, J.: El mudito alegre.

1. Locuaz: Que habla mucho. Nótese la intención con que el autor ha empleado aquí esta palabra.
2. Fregadero: Lugar público donde las mujeres lavaban la ropa y fregaban los cacharros de la cocina, etc.
3. Sendero pino: Camino con mucha pendiente.
4. Meditabundo: Que cavila o reflexiona en silencio.
5. Sin decir esta boca es mía: Frase figurada y familiar para significar que una persona se calla, que
permanece en silencio, en lugar de hablar.

Actividades sobre el texto

1.- Lee el texto atentamente. Subraya las palabras y expresiones que no entiendas. Aclarad
entre todos, con ayuda del profesor y de las notas de la parte inferior del texto, estas
palabras.

2.- Haz un resumen del texto que no tenga más de 6-8 líneas.
3.- ¿De qué modo se comunicaban los vecinos del pueblo antes y después de que
Damiancillo naciera?

4.- Enumera otros medios que las personas pueden usar para comunicarse.
5.- ¿Qué quiere decir que los vecinos del pueblo de Damiancillo vivían en sociedad?

6.- ¿Hay comunicación en este texto? Indica quién habla, a quién, qué dice y cómo lo dice.

7.- ¿Pueden comunicarse los animales? Relaciona la comunicación humana con la animal ¿Son
iguales? Di en qué se parecen y en qué se diferencian.
TEXTO 2
LA VENTANA DEL JARDÍ

“(...) Estábamos solos. Tomás extendió su mano hacia la mía y dijo: "luna, luna", con tal expresión de ansiedad
en sus ojos que me quedé sobrecogido. A continuación dijo "cola” y, más tarde, "luna" de nuevo, esta vez
suplicándome, intentando aferrarse de la mano que yo le tendía a través de la reja, llorando, golpeando el
alféizar con el puño libre. Después de un titubeo me señalé a mí mismo y dije "amigo". No dio muestras de
haberme comprendido y lo repetí dos veces más. Tomás me miraba sorprendido. "¿Amigo?", preguntó. "Sí, a-
m-i-g-o, dije. Sus ojos se redondearon con una mezcla de asombro y diversión. Corrió hacia el vaso de noche y
me lo mostró gritando: "!Amigo!". Luego, sonriendo, o quizás un poco asustado, se encogió de hombros. Yo no
sabía qué hacer y repetí la escena sin demasiada convicción. De pronto, Tomás se señaló a sí mismo y dijo:
"Olla" , "La Olla" , "o-lla" , repetí yo, y mi dedo se dirigió hacia su pálido rostro.

A partir de aquel momento los dos empezamos a comprender lo que ocurría a ambos lados de la reja. No tuve
el encuentro de dos mundos distintos y antagónicos, sino el de algo mucho más inquietante. El lenguaje que
había aprendido Tomás desde los primeros años de su vida -su único lenguaje- era de imposible traducción al
mío, por cuanto

era el mío sujeto a unas reglas que me eran ajenas. Si José y Josefina en su locura hubiesen creado para su hijo
un idioma imaginario sería posible traducir, intercambiar nuestros vocablos a la vista de los objetos
materiales. Pero Tomás me enseñaba su vaso de noche y repetía amigo. Me mostraba la ventana y me decía
indecencia. Palpaba su cuerpo y gritaba olla. Ni siquiera se trataba de una simple inversi6n de valores. Bueno
no significaba malo sino estornudo. Enfermedad no hacía referencia a salud, sino a un estuche de lapiceros.
Tomás no se llamaba Tomás, ni José era José, ni Josefina, Josefina. Olla, Cuchara y Escoba eran los habitantes
de aquella lejana granja en la que yo, inesperadamente, había caído. Renunciando ya a entender palabras que
para cada uno tenían un significado distinto, Olla y yo hablamos todavía un largo rato a través de gestos,
dibujos rápidos esbozados en un papel, sonidos que no incluyeran para nada algo semejante a las palabras”.

FERNÁNDEZ CUBAS, C. (1992): “La ventana del jardín”, en Mi hermana Elba..


Barcelona: Círculo de Lectores: pp.169-170.

| Actividades sobre el texto

1.- Lee el texto y subraya las palabras o expresiones que no conozcas. Búscalas en el
diccionario. Si tienes alguna dificultad pide ayuda a tu profesor.

2.- Una vez que estés seguro de que lo has comprendido bien, haz un resumen de una 5
líneas. Empieza así: “En este texto se nos cuenta...” . Sigue tú.

3.- Haz una lista con las palabras que para Tomás tienen un significado distinto al habitual.
Escribe al lado lo que significan para él.

4.- ¿Qué crees que pasaría si todos hiciéramos como Tomás y dijéramos a cada cosa lo que
mejor nos pareciera o más nos gustara? Escribe unas líneas sobre esto y luego discutid en
-8-
clase lo que habéis puesto cada uno.
Los textos que acabas de leer nos han servido para reflexionar sobre las
múltiples formas de comunicación que tienen a su alcance los seres humanos y
sobre la importancia de la misma.
Y es que la comunicación es el fundamento y el origen de la vida en sociedad.
Vivimos en sociedad porque somos capaces de comunicarnos y nos comunicamos
porque somos ante todo seres sociales que necesitan a los demás. Tan importante
es la comunicación en nuestra vida que, si lo piensas, estamos constantemente
mandando y recibiendo mensajes, aunque muchas veces no nos demos cuenta de
la cantidad de información que nos rodea. De hecho, no podemos no comunicar:
nuestra forma de vestir, nuestro tono de voz, el gesto de nuestra cara, transmiten
información sobre nuestros gustos, la clase social o la “tribu” a la que
pertenecemos, nuestra edad, nuestro estado de ánimo, etc.
Esta importancia de la comunicación queda reflejada en la variedad de
significados que posee la palabra comunicación, como podrás comprobar en esta
actividad.

| ¿Qué significa la palabra comunicación en cada una de las frases


siguientes? Trata de sustituirla por otra expresión equivalente sin que la frase
cambie de sentido:
- Esta puerta comunica con el garaje.
- La comunicación telepática es un cuento chino.
- Luis y yo nos comunicamos muy bien.
- No pienso leer tu comunicación.
- Antes un puente de madera comunicaba las dos orillas.
- La enfermedad se comunicó a todos los que probaron el agua.
- Apenas me comunico con mis padres.
- El tam-tam es un medio de comunicación en desuso.
- Las comunicaciones ferroviarias ya se han restablecido.
- El teléfono está comunicando.
- Por la presente, le comunicamos que su petición ha sido denegada.

Estamos de acuerdo entonces en que las personas disponemos de múltiples


formas de comunicarnos. La más importante de todas es el lenguaje.
En efecto, el medio de comunicación por excelencia es el lenguaje verbal en
sus dos formas: oral y escrita. La expresión lenguaje verbal significa “lenguaje que
usa palabras”, porque la palabra verbal procede del latín y significa precisamente
palabra.
Las palabras pueden ser, como ya sabes, dichas (habladas) o escritas. La
lengua oral o hablada constituye la forma -9- natural del lenguaje y el origen de la
comunicación; la forma escrita surgió posteriormente ante la necesidad de “fijar las
palabras” (ya conoces aquello de Verba volant, scripta manent: “Las palabras
vuelan, lo escrito permanece”).
La modalidad oral o hablada la pueden utilizar todos los hablantes, cualquiera
que sea su nivel sociocultural, mientras que la forma escrita —que se aprende
después de la oral— no todos los hablantes pueden utilizarla; sólo los que alcanzan
un cierto grado de cultura pueden usar esta forma de la lengua.
Son analfabetos los hablantes que desconocen la escritura y se encuentran, por
eso, en situación de inferioridad comunicativa (no pueden leer un libro o el
periódico, ni escribir una carta).
La oral es también la forma viva y espontánea de la lengua. Se encuentra en
continua —aunque lenta— evolución y concede un amplio margen de libertad al
hablante en tanto en cuanto cada persona tiene una manera diferente de hablar. La
escritura, por el contrario, es un código artificial que fija la lengua, tiene una
evolución más lenta. En general, la lengua oral es más utilizada cuando nos
manejamos en el nivel coloquial o familiar y la escrita en el culto. Ambas
modalidades —la oral y la escrita— son complementarias.

| Escribe en tu cuaderno formas de comunicación o tipos de mensaje que


habitualmente se produzcan siempre por escrito y otras que, por el contrario,
suelan ser orales. Ponlas luego en común con tus compañeros y compañeras.

| Vamos a seguir trabajando la relación entre las formas oral y escrita de


la lengua. Te ofrecemos una relación de textos posibles en distintas situaciones.
Indica si se trata de textos orales o escritos.
- Una conversación entre dos compañeros de clase.
- Una entrevista de trabajo.
- Una noticia periodística.
- Una receta de cocina.
- Un artículo de la Constitución.
- Una canción.
- El pregón de un vendedor ambulante.

Sin embargo, además del lenguaje verbal, oral o escrito, utilizamos otras formas
de comunicación. Llamamos comunicación no verbal a la que se produce sin la
intervención del lenguaje verbal, es decir, a las formas de comunicación que no
utilizan palabras ni habladas ni escritas.

| Indica el mensaje transmitido por:


- las palmadas dirigidas a un camarero,
-10-
- la sirena de una ambulancia,
- las bandas transversales de un paso de cebra.
- la luz roja de un semáforo.
| Observa en tu trayecto diario al instituto o al colegio cinco comunicaciones en
las que participas sin usar palabras. Anótalas.

| Algunas veces la comunicación sin palabras, solamente por gestos, es


complicada. Vamos a comprobarlo jugando a las películas.
Uno o una de vosotros pensará en el título de una película (o de una canción), se
la dirá al profesor o profesora para que actúe de notario y tratará de que el resto de
la clase lo adivine sólo haciendo gestos y utilizando onomatopeyas. Al principio podrá
indicar también con los dedos el número de palabras que componen el título.

| Poned entre todos algunos ejemplos que se os ocurran de comunicación


no verbal.
Seguramente la lista habrá sido muy larga: las luces, las señales, las banderas,
el morse, el lenguaje de los sordomudos, la música... hasta la forma de vestir de
una persona nos proporciona información sobre su personalidad, sus gustos.
En efecto, los mensajes no verbales que recibimos a diario son muy
numerosos. Puede haber mensajes que empleen exclusivamente estos códigos no
verbales, pero lo más frecuente es que aparezcan combinados con el lenguaje
verbal. En el lenguaje oral estos elementos tienen una importancia fundamental.
Por otra parte, en el dominio de la lengua intervienen cuatro grandes
habilidades —hablar, leer, escuchar y escribir— que resultan del
entrecruzamiento de las modalidades oral y escrita con las capacidades
expresivas y comprensivas.
Si nos ocupamos ahora de éstas últimas, a primera vista puede parecer que
mientras la expresión supone un esfuerzo y una actividad por parte de las personas,
la comprensión es una capacidad pasiva, es decir, que no hay que hacer nada
especial para comprender, sólo escuchar o leer.
Sin embargo, si lo piensas bien, esto no es cierto, pues también la compresión
exige muchas operaciones complejas y laboriosas. De hecho, las habilidades
receptivas o comprensivas suponen tener un dominio más amplio de la lengua,
pues se comprenden más palabras de las que se usan para expresarse. Las
capacidades productivas o expresivas, por el contrario, suponen un dominio más
limitado de la lengua puesto que al hablar o al escribir sólo se utilizan algunas de las
palabras de las muchas que se es capaz de comprender.
Las capacidades comprensivas se aprenden y desarrollan antes, mientras que
las expresivas dependen de las primeras en lo que respecta al aprendizaje: sólo se
puede decir o escribir lo que se ha comprendido anteriormente. Como prueba de
ello, seguro que has oído alguna vez esta frase sobre un niño pequeño: “Lo
entiende todo, pero no habla apenas”. -11-
Después de todo esto, aquí te ofrecemos algunas de las cosas que
deberás ser capaz de hacer para ir desarrollando tus capacidades expresivas y
comprensivas. El profesor te irá explicando en qué consiste cada una. Pregunta
lo que no entiendas y asegúrate de que te enteras bien.

A) Capacidad de comprensión

- Al leer o escuchar un texto, ser capaz de anticipar lo que se va a tratar en el


mismo por su título o por la información previa que tengamos de él.
- Establecer inferencias o deducciones sobre la información del texto a partir del
contexto o de lo que sabemos sobre las cosas.
- Formular hipótesis sobre el contenido y el significado de un texto.
- Captar las palabras y la idea principal de un texto y distinguirla de las secundarias.
- Saber seguir el razonamiento de un texto tanto oral como escrito.
- Ignorar las palabras no relevantes para la comprensión global del texto o del
discurso. Centrarse en la comprensión global.
- Buscar datos concretos y esenciales, diferenciando (o prescindiendo) del resto.
- Atender a los elementos no verbales (gestos, entonación, tono, ritmo, pausas,
silencios) para obtener información sobre la intención y la actitud del hablante.
- Utilizar los conocimientos culturales previos de carácter general, así como los
relacionados con el tema y el tipo de texto.
- Deducir el significado de una palabra por el contexto.

B) Capacidad de expresión

- Buscar información complementaria.


- Utilizar de manera adecuada los diccionarios y las gramáticas disponibles. 3
Seleccionar el tipo de lenguaje y de texto según el destinatario y la situación de
comunicación.
- Tomar una actitud positiva ante los errores.
- Adoptar una postura activa y tomar iniciativas. 3 Usar
sinónimos de las palabras desconocidas. 3 Simplificar,
comparar, poner ejemplos.
- Parafrasear.
- Utilizar gestos.
- Planificar la elaboración del texto escrito.
- Redactar con cohesión y coherencia.
- Saber organizar la información.
- Revisar y reelaborar el texto cuantas veces haga falta.

A fin de que os hagáis una idea de hasta qué punto nos pasamos el día usando
-12-
el lenguaje, comprendiendo y creando mensajes orales y escritos, os ofrecemos un
dato curioso: según un estudio realizado en los Estados Unidos, el tiempo que
dedicamos a cada una de las operaciones básicas que supone la comunicación se
reparte así:
- Lo que más hacemos es escuchar; lo hacemos durante el 45% de nuestro tiempo.

- Después, hablar, durante otro 30% del tiempo.

- A leer le dedicamos un 16% de nuestro tiempo, incluyendo la lectura de ocio.

- Y, por último, a escribir el 9%.

Por supuesto, no hace falta decir que las habilidades lingüísticas no funcionan
aisladas, pues los usuarios intercambian con frecuencia los papeles de emisor y
receptor. Es decir, en una misma situación unas veces nos toca hablar
(expresarnos, producir mensajes) y otras escuchar (comprender mensajes).
De este modo, nos interesa recalcar, en lo que respecta a la relación entre las
habilidades orales y las escritas, dos cosas. En primer lugar, la enorme riqueza que
son las lenguas como instrumentos a disposición de nuestra sensibilidad y de
nuestra inteligencia para expresarnos, para comprender, para relacionarnos con los
demás. En segundo lugar, que las habilidades lingüísticas (hablar, escuchar, leer y
escribir) se desarrollan poco a poco y todas juntas, es decir, que los buenos lectores
nacen de los buenos hablantes y recitadores.

| Vamos a profundizar en esta idea por medio de dos textos.

TEXTO 1

“El mito cuenta que en el paraíso se hablaba una sola lengua y que después de babel un sinfín
de lenguas se desparramaron a lo largo y ancho del mundo. El abanico esplendoroso de las
lenguas es el espejo de la humanidad, es la conciencia que se manifiesta en millares de voces
diferentes que cantan una canción única: la que habla de las raíces más hondas de la dignidad
humana. De ahí, que el amor por la propia lengua (sin xenofobias ni chovinismos) sea el amor al
lenguaje, y también la estima profunda de todo aquello que nos hace humanos y nos permite,
definitivamente, vivir en la coherencia. No queremos retornar, jamás, a ningún Paraíso”.

TUSÓN, J. (1989): El lujo del lenguaje. Barcelona: Paidós: p.100.


TEXTO 2

“Dicen que hablando se inventa, que hay gente a la que hablando se le calienta la boca, hablar
es inventar, naturalmente que se le calienta a uno la boca, lo pide el que escucha, si sabe escuchar
bien, te lo pide, quiere cuentos contados con esmero; los niños más que nadie porque son los más
sanos y no confrontan luego cuento con realidad, les vale como salió, como se lo has contado y
solamente así, lo dejan acuñado en aquella versión-13- para siempre jamás. Al hablar perfilamos,
claro que sí, inventamos lo que antes no existía, lo que era puro magma sin encarnar, verbo sin
hacerse carne, lo que tenía mil formas posibles y al hablar se cuaja y se aglutina en una sola y
única, en la que va tomando; poder hablar, Germán, es una maravilla, tan fácil además, sacas de
donde hay siempre, de lo que nunca falla, eliges sin notarlo una combinación, sin pararte a pensar
ni por lo más remoto "sujeto, verbo, predicado", no se te plantea, eso se queda para cuando
escribes; por costumbre que tengas de escribir, aunque sea una carta sin pretensión de estilo, es
otro cantar, qué van a salir las cosas como cuando hablas, hay una tensión frente al idioma, no se
puede ni comparar. Y el discurso mental, cuando piensas a solas, también es diferente porque
entonces no existen propiamente palabras o están como en sordina, fantasmas agazapados en un
cuarto oscuro; algunos dicen que según piensan van hablando ellos para sí, pero yo no lo creo, te
digo la verdad, de las palabras que no suenan no me fío ni un pelo, a no ser esas veces que piensas
en voz alta de puro acalorarte, en ese caso, bueno, cuando te figuras delante de ti a una persona
ausente a quien te pide el cuerpo implorar o reñir o convencer de algo y el deseo de verla te la
convoca enfrente y te suelta la lengua, pero sin ese esfuerzo de figurarte la cara de otro que te
escucha, las palabras no nacen, nada las espabila ni las dibuja, puro montón inerte de reserva, y
mientras la lengua se quede quieta, pegadita al paladar, ¿qué se saca en limpio?, nada. Hablar es
lo único que vale la pena, tenía razón tu amigo anoche, qué prodigio, si bien se mira, y no sé
porqué no se mira bien, nos consolaría de todos los males; yo te aseguro que algunas veces me
quedo pasmada y pienso: "Pero ¿cómo no nos chocara más lo fácil y lo divertido que es hablar, un
juguete que siempre sirve y nunca se estropea?", claro que si nos chocara, adiós naturalidad, las
palabras sentirían el estorbo en seguida, se espantarían como las mariposas cuando notan que
alguien está al acecho para cogerlas; no sé, ya no podría ser, no surgirían a sus anchas así en fila
como salen, sin sentir, que es que no se agotan y parece que no les cuesta trabajo, hay que darse
cuenta, empiezas y ¡hala!, tiradas enteritas, retahílas de palabras, mira si no esta noche, sin tener
que ir más lejos a buscar el ejemplo, fíjate el esfuerzo que supondría escribir esto mismo que
ahora te voy diciendo, qué pereza ponerse y las vacilaciones y si será correcto así o mejor será de
esta otra manera, si habrá repeticiones, si las comas, para sacar un folio o folio y medio hay veces
que sudamos tinta china, y en cambio así, nada, basta con que un amigo te pida “cuéntame” para
que salga todo de un tirón”.

MARTÍN GAITE, . (1979): Retahílas. Barcelona: Destino: pp.98-99.

-14-
Actividades sobre los textos

1.- Lee los dos textos y resume de qué trata cada uno. No busques las palabras que no
entiendes en el diccionario, trata de averiguar su significado por lo que dice el texto en su
conjunto.

2.- Poned en común de forma oral lo que ha comprendido cada uno.


3.- Los dos textos coinciden en el tema del amor por el lenguaje, en la capacidad para
disfrutarlo, en el asombro que nos produce, cuando nos paramos a pensarlo, el ver la
cantidad de cosas que hacemos por medio del lenguaje.

Después de la puesta en común y de pensarlo un poco en silencio, escribe en tu


cuaderno unas líneas en la que expliques tu opinión sobre esto: ¿qué significa para
ti el lenguaje?, ¿te habías parado a pensar alguna vez que pasaría si no tuviéramos
lenguaje?, ¿para qué sirven los idiomas?, etc.

3. LA LECTURA EXPRESIVA

OBJETIVOS

T Valorar la importancia de articular con claridad y entonar adecuadamente


como aspectos de la corrección fonético-fonológica. T Mejorar la
vocalización y la entonación.

T Repasar las pautas básicas para la lectura en voz alta que se han
establecido.

T Acercar al alumnado al valor estético de la lectura expresiva y al goce del


componente lúdico de la lengua, fomentando actitudes de aprecio por la
belleza y sugestión de la lengua oral.

T Desarrollar el sentido del ritmo por medio del trabajo sobre las
pausas y los signos de puntuación.

T Captar ciertos efectos derivados de la explotación estilística del nivel fónico


de la lengua.
ACTIVIDADES INICIALES

Vamos a pronunciar las siguientes palabras con el volumen de voz acorde con su
significado: gritar, vozarrón, a media voz, vocear, estallido, piano, susurro, en voz baja,
estrépito, alarido, voz apagada, pianísimo, portazo, a grito pelado, detonación, al oído,
vocecita, fuerte, murmullo, trueno, explosión, quedamente, debilitarse, fortísimo.

| Escribid unas cuantas frases en la pizarra y leedlas en voz alta con


distintos tonos: con tristeza, con alegría, como si no tuvierais dientes, preguntando,
ordenando, como un militar, como un cantante de salsa, como un político, como
un niño pequeño, tartamudeando...

| Aquí tienes un texto muy sonoro del poeta cubano Nicolás Guillén. Léelo
marcando la intensidad del ritmo que indican los acentos.

(Yambambó, yambambé!
Repica el congo solongo,
repica el negro bien negro;
congo solongo del songo,
baila yambó sobre un pie.

Mamatomba, serembé,
cuserambá.

El negro canta y se ajuma, el


negro se ajuma y canta, el
negro canta y se va.

Acuememe serembó aé;

yambó, aé;

Tamba, tamba, tamba, tamba tamba


del negro que tumba; tumba del
negro, caramba, caramba, que el
negro tumba: (yamba, yambó,
yambambé!

GUILLÉN, N. Canto negro en CALERO, J. - QUIÑONERO, J.


(1996): Lengua viva 3.

Barcelona, Octaedro, (p.13).


LA LECTURA EXPRESIVA

Saber apreciar la lengua oral exige una cierta sensibilidad para la “música” del
lenguaje. Todos hemos sido alguna vez seducidos por una voz atractiva o por la
dicción de un actor recitando un papel y, sin embargo, en nuestra vida cotidiana
apenas cuidamos estos aspectos.
Para ir trabajando la articulación vamos a realizar algunas actividades que
pretenden ayudarnos a captar la musicalidad del lenguaje. Nos interesa sobre todo
la lectura expresiva que es otra de las cosas que no sabemos hacer, que incluso
nos produce cierta vergüenza.
La lectura en voz alta debe realizarse con arreglo a unas pautas que nos
permitirán comprender el texto y facilitarán que sea entendido por los demás. Para
ello debemos recordar:

* Proyectar la voz hacia el auditorio, no hacia el suelo o hacia el papel.


* Mantene el contacto visual con los oyentes para facilitar la comprensión del
texto.

* Mostrar interés por lo que se lee; el aburrimiento es contagioso.


* Leer a una velocidad adecuada. No se trata de leer siempre rápido, sino de
saber ajustar la velocidad al tipo de texto y al objetivo de la lectura. Es importante
que regules y controles la respiración.

* Regular el volumen, de forma que no resulte ni inaudible ni excesivamente


alto; depende también del tipo de texto.
* Leer con seguridad, sin vacilaciones, evitando volver atrás.
* Entonar adecuadamente las palabras, marcando las sílabas tónicas.
* Leer adecuadamente frases y párrafos con su correspondiente entonación
enunciativa, interrogativa, imperativa, dubitativa, irónica, etc.

* Respetar la mayor o menor duración de las pausas que viene indicada por los
distintos signos de puntuación.
* Poner énfasis en los momentos o palabras claves que lo requieran evitando la monotonía
en el tono.

* Evitar los cambios de ritmo en la lectura si no están justificados.


A continuación te ofrecemos una escala que nos va a servir a lo largo del curso
para evaluar la lectura de los compañeros y compañeros y la tuya propia.
Utilizaremos una escala del 1 al 5.

1 2 3 4 5

¿Interpreta bien las pausas?

¿La entonación es adecuada?

¿Vocaliza bien?

¿Ha captado bien el tono del


texto y la intención del autor?
¿Ha acompañado la lectura con
algunos gestos para enfatizar?

Nota para la interpretación numérica de los grados : 1= Nunca; 2= A veces; 3= Normalmente;


4= Casi siempre; 5= Siempre.

| Este texto pertenece a las memorias del poeta chileno Pablo Neruda
tituladas
Confieso que he vivido. Léelo despacio y en silencio una primera vez.
“Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan. Me
prosterno ante ellas... Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito... Amo tanto las
palabras... Las inesperadas... Las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que de pronto
caen... Vocablos amados... Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son
espuma, hilo, metal, rocío... Persigo algunas palabras... Son tan hermosas que las quiero poner todas
en mi poema... Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me
preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas,
como algas, como ágatas, como aceitunas... Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las
zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto... Las dejo como estalactitas en mi poema, como
pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola... Todo está
en la palabra... Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se
sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció... Tienen sombra,
transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el
río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces... Son antiquísimas y recientísimas... Viven en
el féretro escondido y en la flor apenas comenzada... Qué buen idioma el mío, qué buena lengua
heredamos de los conquistadores torvos... Éstos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras,
por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz,
huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo... Todo se lo tragaban,
con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas... Por
donde pasaban quedaba arrasada la tierra... Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las
barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron
aquí resplandecientes... el idioma. Salimos perdiendo... Salimos ganando... Se llevaron el oro y nos
dejaron el oro... Se lo llevaron todo y nos dejaron todo... Nos dejaron las palabras.”

NERUDA, P. (1979): Confieso que he vivido. Barcelona, Seix-Barral, (pp.77-78).

Actividades sobre el texto


1 ¿Entiendes lo que quiere decir Neruda? Explicad alguno de vosotros al resto de la clase lo
que os sugiere el texto.

2 Selecciona del texto las palabras que más te gusten, aunque no sepas lo que significan, y
explica por qué te gustan.
3 Escribe palabras que te sugieran peso, sabor, olor, oscuridad, sonido.
4 Vamos a leer el texto en voz alta. Procura:
- Vocalizar bien sin omitir sílabas ni letras.
- Entonar bien.
- Modular la voz; trata de expresar con ella los sentimientos que quiere transmitir el
escritor.

- Marcar bien los acentos procurando enfatizar las palabras más sonoras.
-Hacer correctamente las pausas.
4 Por último, dividid el texto en dos partes y la clase en dos grupos. Cada grupo debe
intentar “escenificar” su parte del texto. Preparadlo durante 10 minutos y cuando estéis
listos, mientras un narrador va leyendo el texto despacio y vocalizando muy bien, el resto
del grupo lo representa con gestos, onomatopeyas, etc.

 Escribe tú ahora un poema con palabras inventadas que no signifiquen nada.


El resultado final tiene que sonar bien, con musicalidad.

|
Vamos a leer ahora entre todos un romance. Esta actividad
pretende que os deis cuenta de la importancia de “leer” bien las pausas,
sobre todo cuando recitamos poesía. Uno de vosotros empieza a leer y para
en cuanto encuentre un signo de puntuación, entonces continua su
compañero de al lado y así sucesivamente.

Romance

Lo atrevido de un pincel,
Filis, dio a mi pluma amante en lazos estrechos...
alientos: Yo, pues, mi adorada Filis,
que tan gloriosa desgracia que tu deidad reverencio, Pero ¿para qué es cansarse?
más causa corrió que que tu desdén idolatro Como a ti, Filis, te quiero;
miedo. y que tu rigor venero: que en lo que mereces, éste
es solo encarecimiento.
Logros de errar por tu causa bien así, como la simple
fue de mi ambición el cebo; amante que, en tornos Ser mujer, ni estar ausente,
donde es el riesgo ciegos, no es de amarte
apreciable es despojo de la llama impedimento;
¿qué tanto valdrá el acierto? por tocar el lucimiento pues sabes tú que las almas
distancia ignoran y sexo.
Permite, pues, a mi pluma como el niño que, inocente,
segundo arriesgado vuelo, aplica incauto los dedos ¿Puedo yo dejar de amarte
pues no es el primer delito a la cuchilla, engañado si tan divina te advierto?
que le disculpa el ejemplo del resplandor del acero, ¿Hay causa sin producir?
¿Hay potencia sin objeto?
de ti, peregrina Filis?, y herida la tierna mano,
cuyo divino sujeto aún sin conocer el yerro, Pues siendo tú el más
se dio por merced al más que el dolor de la hermanso,
mundo, herida grande, soberano exceso
se dio por ventaja al cielo; siente apartarse del reo; que ha visto en círculos
tantos
en cuyas divinas aras, cual la enamorada Clicie el verde torno del tiempo,
ni sudor arde sabeo, que, al rubio amante
ni sangre se efunde siguiendo, ¿para qué mi amor te vio?
humana, siendo padre de las luces, ¿Por qué mi fe te
ni bruto se corta cuello, quiere eñsenarle encarezco,
adimientos; cuando es cada prenda tuya
pues del mismo corazón firma de mi cautiverio?
los combatientes deseos como a lo cóncavo el aire,
son holocausto poluto, como a la materia el fuego, Vuelve a ti misma los ojos
son materiales afectos, como a su centro las peñas, y hallarás, en ti y en ellos,
como a su fin los intentos; no sólo el amor posible,
y solamente del alma mas preciso el rendimiento,
en religiosos incendios bien como todas las cosas
arde sacrificio puro naturales, que el deseo entre tanto que el cuidado,
de adoración y silencio. de conservarse, las une en contemplarte suspenso,
que vivo asegura sólo en fe de que por ti muero.
Podéis repetir la lectura en forma de diálogo: cada uno lee las intervenciones de
un personaje.

|Ahora te proponemos una actividad para que la realicéis en casa.


Individualmente o con un compañero o compañera, busca un poema que te guste,
léelo en voz alta varias veces recordando las instrucciones que hemos visto y,
cuando creas que ya te sale bien, grábalo en una cinta. Si te apetece, le puedes
poner una música de fondo. Lleva la cinta a la profesora; ella seleccionará algunas
para oírlas en clase.

4.- LA COMPRENSIÓN LECTORA

OBJETIVOS

T Iniciar el trabajo sobre textos para ejercitar la comprensión lectora.

T Valorar la importancia de la lectura como fuente de placer y como


instrumento de acceso a otros aprendizajes.

T Iniciar la reflexión sobre algunos de los aspectos que dificultan la


comprensión: falta de coherencia, información desordenada, falta de
información contextual, etc...

T Fomentar en el alumnado actitudes de interés por mejorar sus


capacidades comprensivas.

ACTIVIDADES INICIALES

| Vamos a empezar con una actividad que seguro os resultará


divertida. Aquí tienes una serie de fragmentos que circulan por Internet
como textos reales extraídos de interrogatorios de abogados en los Estados
Unidos. Léelos y ríete a gusto.

1. "Y bien doctor, ¿no es cierto que cuando una persona muere durante el sueño, no se
entera hasta la mañana siguiente?"

2. "El hijo más joven, el de veinte anos, ¿qué edad tiene?"

3. "¿Estaba usted presente cuando se tomó su foto?"

4. "¿Estaba usted solo, o era el único?"

5. "¿Fue usted o su hermano menor quien murió en la guerra?

6. "¿El le mató a usted?"

7. "¿A que distancia uno del otro estaban los vehículos en el momento de la colisión?"

8. "Usted estuvo allí hasta que se marchó, ¿es cierto?"

9. "¿Cuantas veces ha cometido usted suicidio?"


10. P: "Ella tuvo tres hijos,
cierto? R: Sí.
P: ¿Cuántos fueron varones? R: Ninguno. P:
¿Hubo alguna mujer?"

11. P: "¿Dice usted que las escaleras bajaban al


sótano? R: Sí.
P: Y esas escaleras, ¿también subían?"

12. P: "Mr. Slatery, usted se fue a una luna de miel bastante rebuscada, ¿no es
cierto? R: Fui a Europa, señor.
P: ¿Y llevó a su nueva esposa?"

13. P: "¿Como terminó su primer


matrimonio? R: Por muerte.
P: Y ¿por la muerte de quién terminó?"

14. P: “¿Puede usted describir al


individuo? R: Era de talla media y tenía
barba.
P: ¿Era hombre o mujer?"

15. P: “Doctor, ¿cuántas autopsias ha realizado usted sobre personas


fallecidas? R: Todas mis autopsias las realice sobre personas fallecidas."

16. P: “Cada una de sus repuestas debe ser oral, ¿OK? ¿A qué escuela fue
usted? R: Oral."

17. P: "¿Recuerda usted la hora a la que examinó el


cadáver? R: La autopsia comenzó alrededor de las 8:30 p.m.
P: ¿Y Mr. Dennington estaba muerto en ese momento?

R: No, estaba sentado en la mesa preguntándose porqué estaba yo haciéndole una autopsia."

18. P: Doctor, antes de realizar la autopsia, ¿verificó si había


pulso? R: No.
P: ¿Verificó la presión sanguínea? R:
No.

P: ¿Verificó si había respiración? R:


No.

P: Entonces, ¿es posible que el paciente estuviera vivo cuando usted comenzó la autopsia? R:
No.

P: ¿Cómo puede usted estar tan seguro, Doctor?

R: Porque su cerebro estaba sobre mi mesa, en un tarro.

P: Pero, ¿podría, no obstante, haber estado aún vivo el paciente?

R: Es posible que hubiera estado vivo y ejerciendo la abogacía en alguna parte."

Cuando los hayas leído, escoge los tres que más te gusten y explica por escrito en tu
cuaderno por qué te hacen gracia, en qué consiste el “disparate”. Cuando hayas
terminado pondréis algunos en común en clase.
Se daran cuenta de que los textos hacen gracia porque no siguen las normas de
coherencia, es decir, la lógica normal de las cosas tal y como son habitualmente en
nuestro mundo (cuando uno se muere durante el sueño no se da cuenta a la
mañana siguiente, ni seguramente nunca).
El problema es que estas situaciones no son chistes, sino casos reales. Lo cual
nos enseña que hay que aprender a pensar antes lo que vamos a decir para evitar,
como les sucedió sin duda a los abogados de estos ejemplos, hacer el ridículo y,
por supuesto, para que nos comprendan bien. Recuerda que uno de los objetivos
que nos hemos propuesto para este curso es el de mejorar la coherencia de
nuestros textos orales y escritos.
Vamos a seguir trabajando con el significado de las palabras y el sentido de los
textos.

| Lee atentamente el siguiente texto cuantas veces necesites. A


continuación, el profesor indicará a alguno de vosotros que lo lea en voz alta.
Luego contesta las preguntas que se incluyen.

Hay un tipo de periodismo que tiende a ser melodramático, convirtiendo los eventos prosaicos
en temas de novelas vulgares cuyo lenguaje es tan exagerado como sus argumentos. No pocas
veces hemos encontrado joyas como la siguiente: Sin imaginar que en las entrañas de su mujer
se había desarrollado un odio mortal, el marido continuaba todos los días con la misma ronda de
siempre". Otra reprobable costumbre es la de construir interminables cadenas de frases que no
tienen por qué unirse; pensando que mientras más se prolonga una oración, mayor es su
elegancia, el periodista se explaya a su gusto y se olvida de que existen los puntos, dejando tan
exhausto al pobre lector que, cuando termine, con un suspiro de alivio éste se preguntará: ¿Qué
es lo que dijo?
A través de los años, muchos miembros de la profesión han ido fabricando un vocabulario
propio, tan poco relacionado con el cotidiano como el que usan los abogados para sus asuntos
legales. Aunque estos tienen la excusa de que la redacción de sus documentos exige palabras
muy exactas, ¿qué motivos tendrán los reporteros para desconectar al pueblo, si su meta es
precisamente comunicarse con él?
LOZADA, Eduardo
El periodismo
1. El texto podría titularse
4. El autor lamenta que ciertos periodistas
2. Los abogados consideran que
5. Con el término joyas, el autor hace alusión a
3. Las interminables cadenas de frases no permiten

Reflexionemos un poco sobre lo que hemos hecho. En primer lugar, ¿cómo ha


resultado la lectura en voz alta?, ¿ha sido fácil o difícil? Seguramente a la persona
que lo ha leído le habrá costado trabajo hacerlo, no habrá sabido pararse en los
puntos y tampoco habrá sido capaz de leer enfáticamente la admiración del final.
¿Qué ocurre? Pues una especie de círculo vicioso que se produce siempre: que
no podemos leer bien algo que no entendemos y que, si no sabemos leer las
pausas adecuadamente, no entenderemos adecuadamente el mensaje.
Además, con este texto ocurre otra cosa curiosa. No has entendido nada de
nada porque parece escrito en otro idioma (en realidad, no es otro idioma, son
palabras inventadas). Y, sin embargo, seguro que has podido contestar las
preguntas que se te han hecho sobre él, por lo menos alguna. ¿Cómo explicas tú
esto? ¿Cuándo somos capaces de contestar algunas preguntas sobre un texto, eso
significa que lo hemos entendido? La respuesta tiene que ser NO y esto nos hace
ver que comprender un texto es algo más complejo de lo que parece a simple vista.
Vamos a ver más ejemplos.

| Aquí tienes otro texto. Léelo con atención.

“El procedimiento es en realidad muy sencillo; en primer lugar, se distinguen las piezas en distintos
grupos. Por supuesto en función del trabajo a realizar puede bastar con un solo montón. Si la falta
de instalaciones adecuadas le obliga a trasladarse, éste es un elemento importante a tener en
cuenta. En caso contrario, la tarea se simplifica. Es imporlante no sobrecargarse, es decir, es
preferible hacer pocas cosas a la vez que intentar hacer demasiadas. A corto plazo esto puede
parecer algo sin importancia, pero es fácil que surjan complicaciones. Cualquier error puede costar
muy caro. Al principio el procedimiento puede ser laborioso. Sin embargo, pronto será simplemente
una faceta más de la vida cotidiana. Es difícil prever en el futuro inmediato el cese definitivo de la
necesidad de este trabajo, aunque nunca puede afirmarse algo así. Una vez completado el proceso,
de nuevo debe ordenarse el material en diferentes grupos, debe colocarse cada pieza en el lugar
adecuado. Finalmente se utilizarán de nuevo las piezas y deberá repetirse todo el ciclo, pero eso
forma parte consustancial de nuestra vida”.

Actividades sobre el texto

1.- Lee el texto despacio y pide a tu profesor que te explique el significado de las palabras
que no conoces.
2.- Pon un título al texto que exprese el tema del mismo.
3.- Haz un resumen del texto.

Cuando hayáis terminado, poned en común vuestro ejercicio con ayuda del profesor.
Como ves, pese a que se trata de un texto escrito en castellano, cuyas palabras
te son conocidas y que no presenta incorrecciones, no entiendes lo que quiere
decir, no sabes de qué habla. Y es que, el hecho de que comprendas todo el
vocabulario de un texto no garantiza que lo entiendas, porque no se trata de
“sumar” los significados de las distintas palabras. Recuerda a partir de ahora esto:
NO SE LEEN LETRAS, NI SÍLABAS, NI PALABRAS: SE LEE SENTIDO.
Seguro que cada uno ha dicho que trata de una cosa y los resúmenes que
habéis hecho son muy distintos. Si lo pensamos con atención nos damos cuenta de
que en el texto falta algo importante: la determinación clara del tema, sin la cual las
partes no se comprenden ni se puede integrar su significado en una unidad
superior.
Necesitas ayuda. Así que te vamos a decir cuál es el tema del texto: “Lavado de
ropa".
Ahora cada uno lo volverá a redactar de una forma comprensible en su
cuaderno. Por ejemplo, "pieza" se puede convertir en "prenda" o "prenda de vestir",
"proceso" en "lavado", etc.
Algunos de vosotros, por indicación del profesor, leerá su texto en voz alta a la
clase y después reflexionaréis sobre estas dos preguntas:
-¿qué es lo que os ha permitido entender el texto?
-¿qué cambios habéis tenido que introducir?

| Esta actividad la vais a realizar en grupos de dos y tiene como


objetivo que aprendáis a colaborar, al mismo tiempo que ejercitáis la lógica y
la comprensión.
Os ofrecemos una serie de frases desordenadas de un texto. Deberéis
ordenarlas y explicar la actuación final del jefe de Pedro. El objetivo es que
organices la información aplicando la lógica y por medio de la escucha atenta.

Esa mañana el jefe vino con una maleta.


Pedro le dijo que había tenido una pesadilla.

El jefe le dio las gracias a Pedro y le hizo un regalo. También lo despidió.

En esa pesadilla él había visto que el avión de Nueva York del día siguiente se
estrellaba. Pedro trabajaba como vigilante nocturno en una fábrica pequeña.

Le dijo a Pedro que se iría en avión a Nueva York al día siguiente.


El jefe de Pedro anuló el vuelo y no fue a Nueva York.

Al día siguiente el avión se estrelló.

El jefe de la fábrica le preguntó por qué.

Pedro inmediatamente le dijo que no lo hiciera.

Seguramente no habréis tenido mucha dificultad para ordenar el texto, pero la


actividad nos ha servido para comprobar que otra causa que puede impedir que
comprendamos bien un texto (escrito u oral) es que la información aparezca
desorganizada, mal presentada, sin orden.
Lógicamente, en este ejercicio nos hemos puesto en un caso extremo de
desorden, pero es frecuente encontrar la información desorganizada. Así que
recuerda que uno de los objetivos que nos hemos propuesto para este curso es el
de procurar que nuestros textos (orales o escritos) estén bien estructurados, que
sean claros.
En resumen, las actividades que hemos realizado están pensadas para hacerte tomar
conciencia de varias cosas:

1.- Leer es una actividad que hacemos muy frecuentemente, aunque no siempre lo
hacemos bien.

- Un buen lector lee en silencio sin oralizar “por lo bajini” y también sabe leer en voz alta de
forma expresiva.

- No sigue las líneas con el dedo ni con otro instrumento. Hace con los ojos fijaciones
amplias, procurando abarcar por lo menos la mitad del renglón en cada vistazo.

- Lee con rapidez, ajustando la velocidad al tipo de texto y de lectura que está haciendo.
- Lee frases, no letras o sílabas o palabras. Recuerda lo que hemos dicho más arriba: NO SE
LEEN LETRAS, NI SÍLABAS, NI PALABRAS: SE LEE
SENTIDO. Debes evitar silabear y vacilar cuando estás leyendo.
- Un buen lector no vuelve constantemente atrás para comprobar si no se ha equivocado.
Para leer bien hay que tener seguridad, porque si se vuelve atrás se pierde el hilo y
acabamos por no comprender nada de lo que dice el texto. No hagas regresiones, si sigues
leyendo, el resto del texto te hará entender lo que en principio parece que no está muy
claro.

2.- Leer bien supone ajustar la velocidad, saber detenerse en las pausas, saber entonar, etc.
Repasa lo que ya hemos visto sobre la lectura.

3.- No todos los textos se leen igual. Hay varios tipos de lectura:
A) Lectura silenciosa:
- Lectura superficial, consiste en echar un vistazo a un texto o a un libro para ver de qué va y
hacernos una idea global sobre él.

- Lectura de ocio, es una lectura relajada, simplemente para disfrutar de lo que leemos.
- Lectura reflexiva, es una lectura lenta porque se quiere entender todo el texto
detalladamente. Es la que usamos normalmente para estudiar.

- Lectura selectiva (buscamos solamente lo que nos interesa, por ejemplo, es lo que
hacemos cuando leemos el periódico). Saber leer supone dominar todas estas formas y
saber cuál se debe usar en cada caso.
B) Lectura en voz alta

- La lectura expresiva es aquélla que tiene como objetivo reproducir con nuestra voz toda la
expresividad del texto: el ritmo, la belleza de las palabras, la entonación, etc. Como
ejemplos nos pueden servir el recitado de poemas y la lectura dramatizada de teatro.

1.- Comprender un texto es un proceso complicado que exige entrenamiento. La


comprensión lectora sólo aumenta practicando.

2.- Hemos comprendido un texto cuando somos capaces de:

- Resumirlo de forma global y también con detalle.


- Buscar y encontrar en él datos específicos.
- Captar cómo está organizada la información.
- Identificar las palabras e ideas principales y diferenciarlas de las secundarias.
- Leer entre líneas, es decir, cuando somos capaces de captar cosas que dice el texto (que
se deducen de él) aunque no estén claramente expuestas.

- Solucionar los problemas que se nos presentan (buscar información complementaria, usar
el diccionario, etc.).

- Sacar conclusiones sobre lo que hemos leído.

Por otra parte, piensa que si sabes realizar todas estas operaciones cuando lees un texto,
también podrás aplicarlas cuando escribas los tuyos y planificar qué vas a decir, cómo la vas
a hacer, a qué conclusión quieres que lleguen las personas que lo van a leer, etc.

En fin, son muchos requisitos y algunos muy complicados. Sin embargo,


funcionarán en ti de forma automática si practicas, si lees mucho y trabajas la
comprensión. Este objetivo será fundamental en clase de Lengua y Literatura a
lo largo del curso y ya verás como las mejoras se reflejan en todas las
asignaturas. Sólo tienes que ser constante y trabajar.
1. LA EFICACIA LECTORA

OBJETIVOS

T Practicar la lectura expresiva para mejorar la eficacia lectora.

T Continuar la reflexión sobre la importancia de “saber leer”.

T Desarrollar el gusto por la lectura de poesía apreciando sus valores


musicales y su contenido.

T Acercar al alumnado a los rasgos esenciales del lenguaje del cómic. T


Proporcionar alguna información sobre obras y autores para despertar el
interés por ellos.

T Valorar la mezcla de razas y culturas, la interculturalidad, como un hecho


enriquecedor.

T Distinguir los conceptos de velocidad lectora, comprensión lectora y


eficacia o exactitud lectora.

ACTIVIDADES INICIALES

| Vamos a trabajar la lectura expresiva. Recurrimos de nuevo a un


poema de Nicolás Guillén por su musicalidad y su ritmo. Leedlo varias
veces hasta que os salga bien. Recordad las pautas para leer expresivamente
que vimos en la unidad 5.

LA CANCIÓN DEL BONGÓ

Esta es la canción del bongó:

-Aquí el que más fino sea,


responde, si llamo yo.

Unos dicen: Ahora mismo,


otros dicen: Allá voy.

Pero mi repique bronco,


pero mi profunda voz,

convocan al negro y al blanco, que


bailan el mismo son, cueripardos y
almiprietos
más de sangre que de sol,

pues quien por fuera no es noche,

por dentro ya oscureció.


Aquí el que más fino sea,
responde, si llamo yo.

En esta tierra, mulata


de africano y español

(Santa Bárbara de un lado, del


otro lado, Changó), siempre
falta algún abuelo, cuando no
sobra algún Don y hay títulos
de Castilla

con parientes en Bondó:


vale más callarse, amigos, y
no menear la cuestión,
porque venimos de lejos, y
andamos de dos en dos.
Aquí el que más fino sea,
responde si llamo yo.

Habrá quien llegue a insultarme,


pero no de corazón;

habrá quien me escupa en público, cuando a


solas me besó...

A ése, le digo:

-Compadre, ya me
pedirás perdón,

ya comerás de mi ajiaco, ya
me darás la razón,

ya me golpearás el cuero, ya
bailarás a mi voz,

ya pasearemos del brazo, ya


estarás donde yo estoy: ya
vendrás de abajo arriba,

¡que aquí el más alto soy yo!

GUILLÉN, N. (1997): “La canción del Bongó”, en Nicolás


Guillén para niños. Madrid, De la Torre, pp.30-31.

Nicolás Guillén (1902-1989) es un poeta cubano cuya obra se caracteriza


por la presencia de la cultura popular de su país, de las aportaciones de los
negros y los mulatos, y de todas las influencias que han operado en Cuba, de la
mezcla de razas, de gentes y de culturas. De ahí su ritmo, su colorido, su música,
su alegría y, también, la presencia de palabras que te resultan extrañas (changó,
bondó, ajiaco, etc.). Este poema lo dice bien claro:

En esta tierra, mulata


de africano y español (Santa
Bárbara de un lado, del otro
lado, Changó), siempre falta
algún abuelo, cuando no
sobra algún Don y hay títulos
de Castilla
con parientes en Bondó:

Otros poemas suyos tocan también temas sociales: la justicia, la


solidaridad, la libertad que deben gozar todos los seres humanos. Por ejemplo,
la famosa canción de “La muralla” que seguro has oído alguna vez, es un
poema suyo.
Tampoco el tema amoroso falta en sus poemas. Te ofrecemos uno
sencillo y muy hermoso. Léelo también expresivamente.

A VECES...

A veces tengo ganas de ser cursi para


decir: la amo a usted con locura. A veces
tengo ganas de ser tonto para gritar: ¡La
quiero tanto!

A veces tengo ganas de ser niño para


llorar acurrucado en su seno.

A veces tengo ganas de estar muerto

para sentir, bajo la tierra húmeda de mis jugos, que


me crece una flor rompiéndome el pecho, una flor, y
decir: esta flor,

para usted.

GUILLÉN, N. (1997): “A veces....”, en Nicolás Guillén para niños. Madrid, De la


Torre, p.100.
| Seguimos con otra actividad de lectura expresiva, pero esta vez con un
texto completamente distinto que tiene sus características especiales. Recuerda
que leer expresivamente significa también saber encontrar el tono y el ritmo de
cada texto.
En esta ocasión se trata de un tebeo, concretamente de una página del famoso
Tintín, del álbum Las joyas de Castafiore (Barcelona, Juventud, 1994, p.7.). Tintín
es un personaje creado por el dibujante y guionista francés Hergué y sus aventuras
empezaron a aparecer en torno a los años 60. Desde entonces no ha dejado de
tener éxito. Actualmente hay incluso aventuras de Tintín para la Game Boy (Tintín y
el Templo del Sol, que se desarrolla en las culturas precolombinas de América del
Sur).

Si alguno de vosotros ha leído historietas de Tintín que cuente a los demás algo sobre los
personajes (Milou, Hernández y Fernández, etc.), sobre las aventuras que les suceden,
sobre lo que más le gusta de estos álbumes, etc. Otra posibilidad es que el profesor os
deje a los voluntarios que queráis hacerlo que preparéis un pequeño informe más
ordenado y detallado, y que lo expongáis a la clase. Incluso podéis llevar cómics para
que los compañeros los hojeen mientras vosotros habláis. ¡A ver si algún compañero o
compañera se anima a leerlos también!

Por parejas vais a leer el texto que se os propone de la forma más correcta
posible; es decir, vocalizando, modulando la voz, realzando lo que te viene indicado
por los signos de puntuación,... en suma, con expresividad. Observad que hay un
canturreo (tralará), vacilaciones al hablar, frases inacabadas, exclamaciones,
interrogaciones...Prestad atención a las onomatopeyas y a los signos que indican
gestos o ruidos, porque son rasgos propios del cómic que hay que “saber leer”.

Comprobarás que no se lee igual un tebeo que un poema.


LA EFICACIA LECTORA

Ya hemos hablado de la importancia de leer bien y de comprender lo que


se lee. Así que vamos a seguir trabajando para mejorar nuestra eficacia lectora.
Seguramente si alguien te pregunta si sabes leer tú le responderás que sí,
que ya hace mucho tiempo que aprendiste. En cambio, si te preguntaran si
sabes leer de manera eficaz a lo mejor ya no podrías responder lo mismo.
¿Qué diferencia hay entre saber leer y leer de manera eficaz?
Fundamentalmente hay una diferencia de velocidad y de comprensión,
es decir, debes ser rápido al leer y debes comprender bien lo que lees para
poder afirmar que eres un lector eficaz. Si además logras capta de qué tipo de
texto se trata y formarte una opinión personal sobre lo que lees, entonces
además serás un lector inteligente.

1. Velocidad lectora

Leer no es sólo pasar la vista por encima de un escrito; hay que


comprender lo que se lee y, a la vez, hay que leer de forma rápida. Si lees
palabra a palabra perderás el hilo de lo que lees o, al menos, te costará trabajo
captar las ideas leídas. Precisamente por eso tienes que acostumbrarte a leer
ideas porque te permitirá una mayor concentración en la lectura y un
considerable ahorro de tiempo.
Vas a comprobar tu velocidad lectora.

| Esta actividad la vais a hacer por parejas y deberéis ser muy


exactos y cuidadosos. Necesitaréis un reloj con segundero y minutero. Uno
de vosotros lee el texto mientras el otro lo cronometra y luego cambiáis.
Cuando tu compañero esté preparado con el reloj en la mano te da la
señal y tú comienzas a leer el siguiente texto. No intentes ir a toda velocidad
porque no es una carrera, lee con normalidad.

Los siete cuervos

Había una vez una mujer viuda que tenía siete hijos y una hija. Eran muy pobres y casi
no tenían para comer. Un día los chicos llegaron hambrientos a casa y empezaron a pedir pan
desesperadamente.

-¡Pan! ¡Queremos pan! -decían a voz en grito. La madre, desanimada, les dijo:

-¡Parecéis cuervos hambrientos! ¡Ojalá os convirtierais en cuervos!


Y en aquel preciso momento, se transformaron en cuervos y empezaron a volar. La
pobre madre, desesperada de verlos así por su culpa, murió al poco tiempo, quedándose la
niña sola. Ésta, desconsolada, iba cada día a una cueva del bosque para ver llegar volando a sus
hermanos y regresaba siempre llorando a su casa.

Un día pasó cerca de la cueva un enanito y le dijo:

-Miira, si quieres que tus hermanos recobren su apariencia humana, tienes que hilar
siete camisas, una para cada uno de ellos, y otra para mí, pues yo también soy un enanito por
culpa de una desgraciada maldición. Pero, mientras las hilas, no debes pronunciar ni una sola
palabra porque, de lo contrario, no conseguirías romper el hechizo.

Un día el rey del lugar salió a pasear y, al llegar junto a la muchacha, le preguntó:

-¿Quién eres? ¿Cómo te llamas? ¿Por qué lloras?

Pero la joven sólo le respondió con gestos pues recordaba lo que le había dicho el
enanito. El rey entonces le preguntó:

-¿Te gustaría venir conmigo a palacio?

Ella asintió con la cabeza y juntos se dirigieron al palacio del rey. Cada día el rey iba a
visitarla y le hacía algunas preguntas, pero ella no respondía nunca, aunque el rey ya sabía que
no era muda y que todo se debía a alguna misteriosa promesa.

Mientras tanto la muchacha seguía hilando lo más rápido que sus manos podían.
Cuando ya tenía las siete camisas casi terminadas, el rey le manifestó su deseo de casarse con
ella.

Pero en el palacio vivía también una tía del rey que era muy malvada y que se opuso a
ese matrimonio. Decía que la chica era sólo una pobretona y que lo único que pretendía era
burlarse del rey y que por eso no le hablaba.

Con argumentos similares consiguió convencer al rey y éste mandó ahorcar a la joven.

Prepararon el patíbulo y fijaron el día de la ejecución. Cuando la chica lo supo empezó a


hilar día y noche para terminar las camisas antes del fatídico día. Por fin llegó la fecha señalada
para la ejecución y, una hora antes de llevarla al patíbulo, terminó las camisas. La pobre, que
no sabía dónde estaría el enanito para poderle entregar las camisas, se las llevó consigo bajo el
brazo. Estaba ya todo preparado cuando apareció el enanito acompañado de una bandada de
cuervos. Se pusieron una camisa cada uno y al momento se convirtieron en siete muchachos y
en

un venerable anciano.

Entonces, como la niña ya podía hablar, le contó todo lo que había sucedido al rey y el
porqué de su prolongado silencio. Entonces el rey la bajó del patíbulo y en su lugar colocó a su
tía, a la que ahorcaron al momento.
El rey se casó con la muchacha y sus siete hermanos obtuvieron importantes cargos en
la corte, viviendo todos desde entonces muy felices.

(548 palabras)

ANÓNIMO (2001): “Los siete cuervos”, en Mil años de cuentos,


de historias y leyendas para contar a los niños antes de
acostarse. Zaragoza, Edelvives.

Anota aquí el tiempo que has tardado en leerlo.

Miinutos: Segundos:

Ahora vas a calcular tu velocidad lectora de la siguiente forma.

1. Convierte el total del tiempo en segundos. Es decir, multiplica el


número de minutos por 60 y luego le sumas el número de segundos.

Total segundos:

2. Divide el número de palabras del texto por el tiempo que has


empelado en segundos y luego multiplica ese resultado por 60.

VELOCIDAD LECTORA= (548 PALABRAS / SEGUNDOS) X 60 =


PALABRAS POR MINUTO (p.p.m.)

Tu velocidad lectora es:

Para que te hagas una idea de cómo estás, comprueba qué nota te
correspondería:

274 palabras o más: Sobresaliente


Entre 273 y 217 palabras: Buena
Entre 216 y 194 palabras: Aceptable
Entre 193 y 171 palabras: Baja
170 o menos: Muy baja

¿Cómo puedes mejorar tu velocidad lectora? Pues leyendo mucho e


intentando hacerlo cada vez con mayor soltura. Aquí tienes unos consejos y
unos ejercicios que te ayudarán.

1. DEBES AMPLIAR EL CAMPO VISUAL: durante la lectura los ojos se


mueven a saltos y al ternan momentos de reposo (de "fijación") con
desplazamientos sobre el renglón y en la página. Sólo cuando el ojo está
completamente parado puede percibir lo escrito. Si puedes reducir el tiempo
que dura cada fijación y disminuir el número de fijaciones por línea aumentarás
tu velocidad. Para lograrlo debes leer grupos de palabras y no una a una, de
modo que en cada fijación puedas llegar a percibir de tres a cinco, que es lo
usual en un buen lector.

Tú mismo puedes practicar unos ejercicios sencillos cuando leas.


-Leer la primera y la última palabra de cada línea aumentando
progresivamente el número de palabras leídas en cada golpe de vista.

-Fijar la vista en un punto de la línea tratando de abarcar el mayor


número de palabras.

-Leer tapando la mitad inferior de las palabras ya que son los rasgos
superiores de las
letras los que las identifican.

2. EVITARÁS LAS REGRESIONES y LOS RETROCESOS. RECUERDA


QUE YA VIMOS QUE cuando te paras en tu lectura y vuelves atrás para leer lo
que ya has leído, bien porque no estás seguro o bien porque no has entendido
algo, estás haciendo "regresiones" -cuando se hacen dentro de la misma línea-
o "retrocesos" -cuando se vuelve a líneas anteriores- que perjudican tu
velocidad y la comprensión puesto que la idea que nos quiere transmitir el autor
queda rota. Sin embargo, a veces tienes que hacerlos (ante textos complicados
o que debes estudiar), pero si no es absolutamente necesario has de evitarlos.

Te proponemos para ello que tapes las líneas anteriores según vas leyendo.

3. EVITAR LA SUBVOCALIZACIÓN: pronunciar mentalmente las


palabras al leer (sub- vocalización) es un error difícil de detectar y también de
corregir. A menos que lo hagas para memorizar los textos o para disfrutar con
ellos, has de saber si éste es tu mal hábito. Para detectarlo puedes leer un texto
sencillo y fácil mientras repites una frase breve ("me gusta leer"): si no puedes
concentrarte en la lectura y no te enteras de lo que lees, pronuncias
mentalmente.

Como ejercicio te recomendamos leer a tanta velocidad que resulte


imposible pronunciar mentalmente. (Ármate de paciencia).

Además deberás tener en cuenta, para evitarlos, estos otros aspectos


que entorpecen tu lectura.

- Movimientos de las manos: si eres de los que necesitas el dedo o el


lápiz para no perderte en el renglón, estás realizando un movimiento
innecesario que resta velocidad. Para evitarlo sólo tienes que coger el libro con
ambas manos mientras lees.
Si las manos no te sirven para guiarte, pero las utilizas para dar
golpecitos o moverlas sin parar, recuerda que este movimiento perjudica la
velocidad y la comprensión, pues, aunque no seas consciente de ello, distrae tu
atención. Insistimos: sujeta el libro con ambas manos al leer.

- Movimientos de la boca: puesto que leemos con los ojos, mover los
labios o la lengua es una pérdida de tiempo. Si tu problema es que mueves los
labios prueba a colocar tu mano sobre ellos o a morder un objeto (un lápiz, por
ejemplo) mientras lees. Si lo que mueves es la lengua, intenta sujetar con ella,
sin que se

mueva, un caramelo.

- Y, por supuesto, cuando te pongas a leer, no olvides adoptar una


postura cómoda que permita, a un tiempo, una posición fija del libro y una
distancia adecuada entre el texto y los ojos. Evita también la fatiga ocular,
mediante una buena iluminación, y relaja la vista si lo necesitas.

| Enumera, si los tienes, tus defectos de lectura. Recuerda que


eliminarlos es un objetivo que tenemos que conseguir cuanto antes para
mejorar la velocidad y la comprensión lectoras.

2. Comprensión lectora

Recuerda que decíamos en la unidad 6 que comprender un texto


consiste en entender lo que el autor ha querido expresar, relacionarlo con lo
que uno ya sabe y expresar una opinión personal crítica sobre el mismo.
Para comprobar cómo va progresando tu comprensión, vamos a hacer
una pequeña prueba para que tú mismo reflexiones sobre si realmente prestas
atención a lo que lees.
PRUEBA DE COMPRENSIÓN LECTORA

1. Lee atentamente, antes de empezar a contestar, todas las preguntas


de esta prueba.

2. Enumera las vocales que existen en castellano

3. Escribe tu nombre y apellidos.

4. Separa en sílabas la palabra "destornillador".

5. Completa la serie: 1, 3, 5, 7, ,

6. Escribe el nombre de la asignatura en la que estás realizando esta


prueba.

7. Dibuja un cuadrado cuyos lados midan dos centímetros.

8. Haz una frase donde aparezca la palabra "amor",

9. Suma las cifras siguientes: 4, 7, 14.

10. Escribe el nombre de tus padres.

11. Pon el número de ventanas que tiene tu aula.

12. Cita dos palabras esdrújulas.

13. Repite mentalmente esta frase: "Sólo me quedan dos cuestiones


para terminar".

14. Alza la mano cuando hayas finalizado la prueba.

15. Contesta únicamente a las preguntas 1, 3 y 14.

Recuerda que, en general, para mejorar tu comprensión lectora debes


seguir los siguientes pasos:

- Lectura atenta de los títulos y epígrafes.

- Buscar las palabras desconocidas en el diccionario.

- Identificar las ideas principales.


- Localizar las ideas secundarias que refuerzan, aclaran o complementan
las ideas principales.

- Establecer la estructura del texto.

- Reconocer el tipo de texto y el nivel de uso del lenguaje (culto, familiar,


vulgar, etc.) que aparece.

- Formarse una opinión personal razonada sobre lo leído.

3. Eficacia lectora

Poco a poco iremos aprendiendo a hacer todo esto. Nuestro objetivos


final es la eficacia o la exactitud lectora, es decir, llegar a leer de forma crítica
un texto a la velocidad adecuada comprendiendo la mayor parte del mismo.

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