Cuento de Las Aves

LAS AVES DE COLORES
Hace cientos y cientos de años, todos los pájaros del mundo eran de color marrón.
Los bosques estaban llenos de aves grandes, medianas y pequeñas, pero todas
con el mismo color de pluma serio y aburrido. A las aves no les gustaba esto para
nada.
Cansadas de ser del color marrón aburrido, decidieron pedir ayuda a la Madre
Naturaleza.
Entonces la Madre Naturaleza se acercó al bosque para solucionar el problema de
las aves. Cuando llego había un gran alboroto, pero cuando las aves dejaron de
picotear, graznar y silbar, la Madre Naturaleza habló.
– ¡Por favor, silencio! Me han llamado porque no les gusta su color. A mí me parece
que el tono madera que les puse es bonito, pero si eso no les gusta, vamos a
intentar solucionarlo. Voy a llamar uno por uno y por favor respeten el turno ¿De
acuerdo?… ¡A ver, periquito! Tú serás la primera en hacer tu petición.
El periquito estaba muy emocionado y empezó a hablar.
– ¡Yo quisiera ser azul como el cielo! ¡¡Y tener la cabecita y el cuello blancos como
las nubes!
– ¡Fantástico! ¡Muy buena elección! -Dijo la Madre Naturaleza.
La Madre Naturaleza cogió el pincel más fino que tenía, una paleta con infinitos
colores, y pintó el plumaje del pequeño periquito hasta que quedó perfecto.
Después del periquito, le tocó al pavo real.
– ¡A mí me resulta muy difícil escoger porque me encantan todos los colores! ¿Qué
tal un poco de cada uno? - Dijo el pavo real.
– ¡No es fácil lo que pides, pero me parece estupendo! Quédate bien quieto que
este va a ser un trabajo difícil y necesito concentración.
El pavo real no pestañeó hasta que la Madre Naturaleza le dijo que había
terminado. El resultado fue hermoso, las demás aves se quedaron con la boca
abierta y reconocieron que el pavo real se había convertido en una elegante ave.
El canario se dio prisa por ser el siguiente. Pidió un único color, pero que fuera
especial y, sobre todo, que se vea desde lo lejos. La Madre Naturaleza pensó un
momento y después le dijo.
– Yo creo que el ideal para ti es un amarillo intenso ¡Creo que te sentaría bien y te
haría parecer más alegre de lo que ya eres!
– ¡Uy, qué ilusión, así todos se acercarán a mí! ¡Con lo que me gusta que me vean
mientras canto!
La Madre Naturaleza entonces cubrió con un deslumbrante tono que recordaba los
limones maduros.
Y así, una tras otra, fueron desfilando ante ella todas las aves del bosque. Cuando
terminó, respiró satisfecha por el buen trabajo que hiso.
– Menos mal que ya no queda nadie porque se han acabado los colores de la
paleta. ¡Pero valió la pena, tienen razón! ¡Con todos esos colores están mucho más
bellos!
Los miles de pájaros aplaudieron con sus alas a la Madre Naturaleza. Estaban tan
agradecidos y tan felices… Ella, con una sonrisa de oreja a oreja, se despidió.
Empezó a recoger la paleta de pintura y cuando ya tenía casi todo guardado, vio un
gorrión que se le acercaba con cara de desesperación.
– Por favor, por favor, no se vaya ¡Espere, señora! ¡Falto yo!
La Madre Naturaleza le miró con tristeza.
– ¡Oh, ¡cuánto lo siento, chiquitín!… Ya no hay nada que pueda hacer… ¡No me
queda ningún color!
El gorrión se tiró al suelo y comenzó a llorar desconsolado ¡Había llegado
demasiado tarde!
La Madre Naturaleza ¿Qué podía hacer para solucionarlo?
De pronto, se dio cuenta que, en la paleta de colores, quedaba una gotita amarilla
de pintura que le había sobrado de pintar al canario, y dijo.
– Levántate, amigo. Sólo me queda una gota amarilla, pero es para ti ¿Dónde
quieres que te la ponga?
El gorrión se limpió los ojos y muy emocionado dijo.
– ¡Aquí, señora, en el pico!
La Madre Naturaleza acercó un pincel redondo a su carita y dejó caer con suavidad
la pizca de pintura en el piquito. El gorrión, voló a toda velocidad, se acercó a un
charco para mirarse y se puso muy contento al ver lo bonito que le quedaba. Todo
el bosque aplaudió de alegría. La Madre Naturaleza, por fin se despidió.
– Me voy, pero si algún día necesitan mi ayuda, cuenten conmigo ¡Hasta siempre,
queridos amigos!
Desde ese lejano día, los bosques no volvieron a ser los mismos, pues se llenaron
de aves de colores y de muchos gorriones que lucen una motita amarilla en su
carita ¡Fíjate bien la próxima vez que veas uno!
AVES MARRONES
PERIQUITO
PAVO REAL
PAVO REAL
GORRIÓN
GORR
CANARIO
CANARIO
MADRE
NATURALEZA
PERIQUITO

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