Clase 1 - Introducción
Clase 1 - Introducción
Clase 1 - Introducción
Los versículos anteriores, que dan lugar a los 72 Nombres, relatan el momento en que Moisés
dividió las aguas del Mar Rojo, cuando el pueblo de Israel estaba siendo perseguido por los ejércitos
del Faraón, y este episodio del Antiguo Testamento siempre ha sido considerado mágico o milagroso;
pero tal hazaña fue posible porque Moisés invoco simultáneamente los 72 Nombres de Dios. De la
misma forma, nosotros podemos invocar en nuestra vida estos Nombres, y de ellos no sólo
obtendremos al fuerza divina para conectarnos con el Creador, sino los atributos que cada uno de
estos Nombres aporta, llevando nuestra conciencia a una nueva dimensión de realidad y existencia.
Así obtenemos el Primer Nombre de Dios, formado por las letras Vav, He, y Vav: whw
Para formar el segundo Nombre, tomaremos la segunda letra del versículo 19, la penúltima
del 20 y la segunda del 21:
Así obtenemos el segundo Nombre de Dios, formado por las letras Yud, Lamed, Yud: yly
Hacemos lo mismo para obtener el tercer Nombre: tomamos la tercera letra del versículo 19,
la antepenúltima del 20 y la tercera del 21:
Así, el tercer Nombre de Dios estará formado por las letras Samej, Yud, Tet: jys
Al combinar en esta forma las 72 letras de cada uno de estos versículos, obtenemos 72
Nombres de tres letras cada uno:
a ALEF Buey 1
b BET Casa 2
g GUIMEL Camello 3
d DALET Puerta 4
h HE Ventana 5
j TET Serpiente 9
s SAMEK Puntal 60
[ AYIN Ojo 70
P – @ PE Boca 80 — 800
EL ÁRBOL DE LA VIDA.
Otz Chayim (~yyx #[) o Árbol de la Vida Qabalístico es un diagrama, un esquema en el que
se resume el proceso de evolución de la Creación de Dios. De la misma forma, también representa la
estructura del cosmos en su conjunto, y las fuerzas que participan en él. Podemos decir, entonces,
que el Árbol de la Vida es un Mapa de la Creación; y como tal puede ayudarnos a orientarnos en
nuestro camino de desarrollo personas y espiritual.
El Árbol de la Vida está conformado por 10 Esferas o Emanaciones, llamadas Sephiroth
(twryps) en plural, o Sephirah en singular (hryps). Cada una de estas Sephiroth se conecta a las
demás por unos caminos llamados Netivot (twbytn) o Senderos, habiendo un total de 22 Senderos.
Puesto que los 72 Nombres de Dios son atributos pertenecientes al mismísimo Creador, no es
raro pensar en que estos Atributos se encuentren inmersos en toda la Creación, y encontramos esta
confirmación en el hecho de que estos Nombres Divinos tienen sus correspondencias en cada una de
las 10 Sephiroth e, incluso, en cada uno de los distintos Senderos.
Cada una de las 10 Sephiroth representa un Estado de Existencia, un nivel específico de
manifestación y de conciencia dentro del gran esquema del universo; t van desde la potencia pura
(Kether) hasta el nivel de conciencia tridimensional de la experiencia en el mundo material (Malkuth).
Al momento de estudiar las Sephiroth, debemos entender que para comprenderlas, estudiar sus
nombres y asociaciones son esenciales, y que no son meros títulos dados.
Kether (rtk), La Corona. Se posiciona en lo más alto del Árbol de la Vida, y es lo divino
incognoscible. Aquello que no puede ser conocido por la mente humana pero que, sin embargo, es el
origen primario de toda la creación. Kether es el primer punto de manifestación de la creación divina,
y esto es el potencial puro e inmanifestado. Absolutamente todo proviene de Kether, pues es el punto
inicial de la Creación, y como tal contiene el plan completo de la manifestación del Árbol de la vida.
Es algo así como la partícula inicial del ADN cósmico, pero sin llegar a estar manifestado todavía.
Kether es ser puro, la Potencia pura que llegará a manifestarse alguna vez, pero que aún no lo se
manifiesta.
Como se trata de una Corona, está en lo más alto de la cabeza, pero no pertenece a esta. Es
el pensamiento divino. A nivel humano, está relacionada con la Yechidah, el alma superior, aquella
parte de nuestra alma que es divina y eterna.
Binah (hbyn), Entendimiento. Se sitúa a la cabeza del Pilar de la Severidad. Esta es la Sephirah
de Saturno y de la Gran Madre, el Divino o Sagrado Femenino. Así como en la antigüedad Saturno era
percibido como el último de los planetas, por tanto el último límite para los seres humanos ya que
después de Saturno sólo se extendía el fondo de estrellas fijas; y es por esto que Binah es vista como
el comienzo de la forma. Binah es el límite entre la fuerza y la forma.
Si Chokmah es el Gran Padre, Binah es la Gran Madre. Esta pareja de principios polares son los
encargados de traer a la manifestación material todas las demás esperas del Árbol de la Vida.
Chokmah es la energía y fuerza vital que encuentra un cuerpo para expresarse a través de Binah.
Los Nombres y Ángeles relacionados con esta Sephirah manejarán fuerzas de manifestación,
Justicia, fortalecimiento, manifestación, ocultamiento, protección, entre otras.
Chesed (dsx), Misericordia. Se posiciona en el centro del Pilar de la Misericordia, justo debajo
de Chokmah. Es la espera de Júpiter, el Gran Benéfico. Júpiter está tradicionalmente asociado con la
realeza, el éxito y la buena fortuna; de aquí que uno de los nombres alternativos de esta Esfera se
Gedulah, “Gloria”. Es también un planeta asociado a la religión, aunque más bien a los elementos
mistéricos y esotéricos dentro de la religión, no a su forma exotérica de adoración y sumisión.
Chesed es también un lugar de reconciliación, benevolencia, magnanimidad y misericordia.
Los grandes atributos del Dios compasivo se encuentran en Chesed, y por tal motivo, los Nombres y
Ángeles asociados a esta esfera trabajarán con energías de liberación, reparación, engrandecimiento,
buena fortuna, etc.
Geburah (hrwbg), Fuerza. Se ubica en el centro del Pilar de la Severidad, justo debajo de Binah,
frente a Chesed. Es la sephirah de Marte, y está asociada con el poder, la fuerza y la energía. Cuando
está balanceada, representa la Fuerza de la Justicia (Din, uno de sus nombres alternativos), y al estar
Tiphareth (hrapt), Belleza. Se ubica en el Corazón del Árbol de la Vida, en el centro del Pilar
del Equilibrio, debajo de Kether y equilibrando las fuerzas de Chesed y Geburah. Esta es la Esfera del
Sol, y también es conocida como Rachamin, o “Compasión”. Lo que enfatiza también la naturaleza
espiritual del Árbol de al Vida como un camino de perfección personal.
Tiphareth representa la voluntad enfocada del individuo, el fuego viviente del espíritu divino
que arde en el corazón, inflamado de en busca de la verdad y la devoción espiritual. Por esta razón es
que es llamada la “Inteligencia Mediadora”, pues es el punto en donde se integran los aspectos
superiores e inferiores del ser humano.
Todos estos atributos se encontrarán presentes en los Nombres y Ángeles vinculados a
Tiphareth.
Netzach ($cn), Victoria. Se posiciona en la base del Pilar de la Misericordia, debajo de Chesed.
Esta es la esfera de Venus. Tradicionalmente se ha atribuido a Venus como Diosa del amor, y ninguna
otra diosa o planeta ha inspirado más a artistas para hablar del amor. Esto lo podemos ver reflejado
en las cuatro palabras que los griegos empleaban para referirse al amor: Agapé (amor espiritual,
Storge (amor filial), Philia (amor fraternal) y Eros (amor sexual o físico), lo que podría ser comprendido
como cuatro diferentes expresiones de Netzach en los Cuatro Mundos.
Al igual que Chokmah y Binah, o que Chesed y Geburah, Netzach encuentra su polo
opuesto/complementario/equilibrador, en la sephirah Hod. Netzach es una esfera de fuerza vital y
natural, la fuerza de la naturaleza, la energía detrás del deseo es la fuerza vital de la sephirá de Venus,
y todos los atributos del amor en todas sus formas pueden ser encontrados en los Nombres y Ángeles
relacionados con ella.
Hod (dwh), Esplendor. Esta es la esfera de Mercurio, el planeta del intelecto y la comunicación,
como polo opuesto a la abundante energía emocional proveniente de Netzach. Mercurio es asociado
con el intelecto, el poder de la lógica y el pensamiento racional. En este sentido, la habilidad de pensar
Yesod (dwsy), Fundamento. Se posiciona en el Pilar del Equilibrio, en el centro del Árbol de la Vida,
equilibrando las fuerzas de Netzach y Hod. Esta es la esfera de la Luna, las fluctuaciones emocionales y
psíquicas del plano astral. En este plano es donde las imágenes formadas en Hod y animadas por Netzach,
encuentran un cuerpo etérico gracias al cual se posibilita la manifestación final en el reino material.
Las propiedades de la esfera de la Luna la vinculan con lo psíquico, los sueños y los exorcismos; la
fertilidad y fructificación; el deseo sexual y la procreación; y son cualidades que encontraremos en los Nombres
y Ángeles relacionados a Yesod.
Malkuth (twklm), El Reino. Se posiciona en la base del Árbol de la Vida, en el Pilar Central.
Corresponde a la esfera de la Tierra, el nivel de conciencia tridimensional en el cual vivimos cotidianamente.
Es la conciencia de los sentidos, del cuerpo físico y de los cinco sentidos corporales. Malkuth es una esfera
formada como receptáculo de las influencias de todas las demás Sephiroth, por lo que es en este lugar en
donde tiene lugar la última manifestación del potencial de Kether; es decir, es aquí en donde actuarán en
última instancia los poderes que conciernen a los 72 Nombres de Dios.
Ahora bien, a Malkuth no le corresponden ni Nombres de Dios ni Ángeles derivados de estos, puesto
que en Malkuth estos poderes se manifiestan, de modo que en esta Esfera todos estos poderes se encuentran
manifestados. No obstante, la primera división de estos 72 Poderes la encontraremos en que se forman Nueve
Coros de 8 ángeles cada uno, repartidos entre Kether y Yesod. Es decir, los primero ocho Nombres se
corresponden con Kether, los segundos ocho se corresponden con Chokmah, los siguientes ocho se
corresponden con Binah y así hasta que los últimos ocho se correspondan a Yesod.
Una vez comprendida esta división inicial, tomaremos cada uno de los ocho Nombres de cada Esfera y
a cada uno le asociaremos a una segunda esfera en orden descendente, abarcando un solo grupo, a ocho
esferas del Árbol de la Vida, desde Chokmah hasta Yesod. Es decir, los primeros Ocho corresponden a Kether,
y de estos ocho que corresponden a Kether, el Primer Nombre, a su vez, se corresponde con Chokmah, el
segundo con Binah, el tercero con Chesed, el cuarto con Geburah, el quinto con Tiphareth, el sexto con
Netzach, el séptimo con Hod y el octavo con Yesod. Luego, el primer Nombre del Segundo Coro, nuevamente
se corresponderá con Chokmah, el segundo con Binah y así en cada uno de los 9 Coros.
Como ya hemos visto, las diez Sephiroth representan estados de conciencia que operan en armonía
con los Atributos de la fuente Creadora. Ahora bien, esta Fuerza es movilizada por ciertos principios a los cuales
llamamos Ángeles. Esta palabra proviene del vocablo griego angelos, que significa “mensajero”, es decir,
“alguien que transporta o que lleva algo (un mensaje). La idea de que un ángel es un mensajero de Dios nace
necesariamente en los contextos religiosos. Para fines prácticos, un ángel es una entidad que “transporta o
lleva un mensaje, una forma específica de energía o vibración”. Un ángel lo es en relación a su función, no a su
naturaleza. Es decir, si una entidad no “lleva” algo, no puede ser considerado un “mensajero”, es decir, ángel.
De esta forma, el primer Nombre de Dios, Vav-He-Vav (whw), al añadir la terminación –iah (hy),
se convierte en Vav-He-Vav-Yud-He (hywhw) o Vehuiah, el primer Ángel o Genio de la Qabalah.
En síntesis, las divisiones de los coros, tal como las hemos explicado anteriormente, quedarán
más claras en el siguiente cuatro:
EL MALACHIM.
En la tradición mágica occidental existen varias formas de codificación. Una de las principales
es el uso de los llamados “alfabetos mágicos”. Algunos de estos alfabetos se emplean principalmente
con finalidades de ocultamiento de información, mientras que otros sólo se usan con finalidades
mágicas y sagradas. Este es el caso del alfabeto llamado “de los ángeles” o Malachim, el cual fue
diseñado para trabajar como codificación de cada una de las letras del alfabeto hebreo.
Cada uno de los 72 Ángeles cuenta con su nombre transliterado al Malachim, para ser usado
en los trabajos mágicos que explicaremos más adelante, aunque su principal uso es en el trabajo con
velas, en donde, siguiendo determinadas instrucciones, el nombre del Ángel es grabado en la vela.