La Mentira Convertida en Verdad
La Mentira Convertida en Verdad
La Mentira Convertida en Verdad
Pasaba una hiena cerca de un poblado cuando de pronto se encontró un cabrito muerto.
– ¡Menuda suerte la mía!- dijo contenta la hiena- Será mejor que me coma el cabrito rápido antes de que
vengan mis compañeros y me lo quiten.
Así que la hiena tiró del cabrito y lo escondió detrás de unos arbustos, porque no quería que nadie más lo
viera. Y justo cuando iba a comenzar el festín, oyó que se acercaba la manada de hienas. Así que dejó el
cabrito escondido y salió a su encuentro.
– ¿Un banquete?
– Sí… resulta que se han muerto muchas de las reses del ganado de este pueblo y han tirado un buen
montón de cabritos al basurero. ¡Está lleno!
– ¡Qué buena noticia!, ¡Vamos para allá de inmediato!- dijeron sus compañeras.
Y salieron a tanto correr, que levantaron una polvareda tremenda. Al verlo, la hiena mentirosa pensó:
– ¡Ay, que mi mentira ha debido de convertirse en verdad, porque nunca antes una mentira levantó tal
polvareda!
Moraleja: «La mentira tiene tanta fuerza, que a veces, de tanto repetirla, hasta el mentiroso piensa que es
verdad»
El poder de la mentira: Pues sí, la mentira tiene un gran poder y una tremenda capacidad para hacerse pasar
por verdad. Ocurre, por ejemplo, cuando se repite muchas veces. También cuando se ‘disfraza’ y por supuesto,
tal y como sucede en esta fábula, cuando un buen número de personas (en este caso, hienas), deciden creerse
la mentira.
No te dejes llevar por lo que crean los demás: La hiena protagonista de esta historia, que inventó una
historia para mantener alejadas a sus compañeras de su presa, terminó creyéndose su propia mentira. ¿Sabes
por qué? Porque se dejó llevar por los demás. Al ver que la manada entera se creía esa historia, ella misma
terminó por creérsela también. Parece increíble, pero esto sucede más veces de las que imaginamos. La
mentira es capaz de convencernos aún sabiendo que no es verdad.
Podía haber compartido: Un gesto de generosidad por parte de la hiena la hubiera librado de mentir y de
caer después en su propia mentira. Sin embargo, en lugar de compartir con el resto su hallazgo, prefirió
ocultarlo y apostar por la mentira para librarse de sus compañeras y quedarse el cabrito para ella sola. ¿El
resultado? La jugada no le salió nada bien…