Profecías Sobre El Milenio
Profecías Sobre El Milenio
Profecías Sobre El Milenio
CAPITULO 20
Este capítulo se d ivide en dos pasajes:
1. El Milenio (V. 1-10)
2. El juicio del Gran Trono Blanco (V.l 1-15)
Las profecías del Antiguo Testamento proporcionan minuciosos detalles sobre el nuevo
gobierno terrenal que Cristo establecerá cuando Él vuelva. En lugar de regresar a la
presencia de su Padre en los cielos, Jesucristo levantará su trono en Jerusalén donde
establecerá la ciudad capital de su reino; restablecerá a los judíos como su pueblo,
gobernará junto con los redimidos toda la tierra por un período de mil años de paz,
prosperidad y justicia, el cual se le conoce como El Milenio.
Esta palabra proviene del latín "MILLENNIUM" compuesto de "mille" que significa "mil", Y
"annus" que significa "a ño".
La única mención bíblica específica del Milenio está en este capítulo 20 de Apocalipsis. La
frase "mil años" aparece 6 veces (V.2-7) y no se menciona en ninguna otra parte de la
Biblia. Lo importante de este capítulo es que habla de un reino de 1,000 años.
Antes de analizar este capítulo, conviene conocer los diferentes sistemas de interpretación
que han surgido con relación a los mil años.
"La llave" simboliza el hecho de que el ángel tiene autoridad para abrir el abismo, la
morada misma de Satanás y sus demonios.
Juan utiliza un antropomorfismo, es decir, un vocabulario para expresar una verdad que de
otro modo sería incomprensible a la mente humana.
"Atar a Satanás" es una manera de decir que "Satanás es neutraliz ado", "hecho
inactivo o inoperante".
Lo arrojó al abismo y lo encerró, es decir, lo encarceló por mil años para que no
engañara a las naciones. Eso significa una total suspensión de su influencia durante ese
tiempo.
"Las naciones" aquí mencionadas son los redimidos judíos y gentiles con cuerpos no
glorificados que quedaron vivos después de la tribulación y que entran al Milenio. Todos
los incrédulos sufrieron muerte antes de la inauguración del Milenio.
"Y des pués de esto debe ser desata do por un po co de tiempo ". Probablemente el
tiempo que Satanás estará suelto será muy breve, pero será suficiente para engañar a
los hombres. Según Jer. 17:9, el corazón del hombre es el mismo, engañoso y perverso,
por la malicia congénita del hombre.
En esos mil años, los descendientes de quienes hayan entrado en el reino mesiánico, se
multiplicarán hasta llenar la tierra, por lo que Cristo tendrá que gobernar, aún entonces
"con vara de hierro", y al final del Milenio, se descubrirán los perversos pensamientos del
corazón humano, y a ellos engañará Satanás para rebelarse contra el reino del Mesías.
20:4 La escena descrita en estos versículos está relacionada con la profecía de Daniel
7:9,22,27. Estos versículos ponen de manifiesto que los santos reinarán con Cristo en su
reino terrenal por mil años.
3. La resurrección de los santos de la tribulación, junto con los santos del Antiguo
Testamento en la Segunda Venida de Cristo a la tierra. (Ap. 20:3-5; Dn.12: 2;
Salm. 50:1-6; Is.26:19)
20:7-10 LA L I B E R A C I Ó N D E S A T A N Á S Y L A B A T A L L A D E G O G Y MAGOG
Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto y saldrá por su propia iniciativa a
engañar a las naciones.
A estas naciones Juan le llama "Gog y Magog". Estos términos están mencionados en
Ez. 38-39. Algunos intérpretes sostienen que la batalla que aquí en Apocalipsis se
menciona, es distinta a la que es narrada en Ezequiel. Se basan en que la batalla de
Ezequiel es una invasión que viene del norte, mientras que esta viene de todas las
direcciones, "de los cuatro ángulos de la tierra".
Lo más probable es que lo que Ezequiel vio acerca de Gog, se cumple en el tiempo de la
batalla de Armagedón; y, que se relaciona por los términos usados, con la invasión
final de los que sean engañados por Satanás para rebelarse contra Cristo.
El número de los que se rebelan contra Dios y siguen a Satanás son descritos como
innumerables "como las arenas del mar", y "subieron" en dirección al centro mismo
del reino del Mesías, en Jerusalén.
El intento de Satanás de apoderarse del reino del Mesías termina en un rotundo y
desastroso fracaso. "Y de Dios des cendió fuego del cielo v los consumió a todos".
Los seres humanos que despreciaron la gracia de Dios y las bendiciones del reino perecen
consumidos por el fuego.
20:10 El lago de fuego está preparado para el diablo y sus ángeles (Mt.25: 41). La
Palabra de Dios enseña que los impíos no serán aniquilados, sino que tendrán una
existencia eternamente atormentada de día y de noche, por los siglos de los siglos. Es difícil
para la mente humana comprender la magnitud del castigo de Satanás. El texto sí deja claro
que Satanás no volverá a actuar jamás ni podrá seguir promoviendo su reino de tinieblas.