Tesis Ever Coarita
Tesis Ever Coarita
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TESIS
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Lima - Perú
2017
©2017, Universidad Nacional de Ingeniería. Todos los derechos reservados
“El autor autoriza a la UNI a reproducir la tesis en su totalidad o en parte, con fines
estrictamente académicos.”
E-mail : dencoarita@hotmail.com
Celular: 980-792764
Dedicatoria:
Esta tesis la dedico a mis padres, hermanos y demás
seres amados; por su cariño, comprensión y aliento pa-
ra continuar en la senda del saber. Además, pero no
menos importante, dedico a mi enamorada por su amor
y apoyo incondicional.
Agradecimientos:
Mis sinceros agradecimientos y gratitud a mi asesor
M.Sc. Ing. Leonardo Flores González, por su orientación
continua, motivación y amistad durante estos años.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERÍA
FACULTAD DE INGENIERÍA CIVIL
UNIDAD DE POSGRADO ÍNDICE
ÍNDICE
RESUMEN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . VI
CAPÍTULO I GENERALIDADES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.1 INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2 ESTADO DEL ARTE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.3 METODOLOGÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.4 OBJETIVOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.4.1 Objetivo general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.4.2 Objetivos específicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.5 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.6 HIPÓTESIS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.7 ORGANIZACIÓN DE LA TESIS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
CAPÍTULO II FUNDAMENTO TEÓRICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2.1 MECÁNICA DE LOS MATERIALES CUASI-FRÁGILES . . . . . . . . . . . 4
2.1.1 Comportamiento en tracción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
2.1.2 Comportamiento en compresión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
2.2 MECÁNICA DEL DAÑO CONTINUO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
2.2.1 Modelo de daño uniaxial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
2.2.2 Un modelo simple de daño isotrópico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Deformación equivalente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
Leyes de evolución del daño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Criterio de resistencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
2.3 MÉTODO DE ELEMENTOS FINITOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
2.3.1 Formulación variacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
2.4 ESTRATEGIA DE SOLUCIÓN DE LA ECUACIÓN NO LINEAL . . . . . . . 22
2.4.1 Método de la secante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
RESUMEN
SUMMARY
In this thesis the nonlinear stiffness matrix of two-dimensional behavior of quasi-fragile mate-
rials is developed using a weak formulation. Then, an algorithm is developed using the propo-
sed matrix to solve nonlinear equations in a global reference system, under action of external
stress and displacements. Finally, some Civil Engineering applications are presented.
LISTA DE FIGURAS
LISTA DE TABLAS
CAPÍTULO I
GENERALIDADES
1.1. INTRODUCCIÓN
La mecánica de daños continuos es una teoría constitutiva que describe la pérdida pro-
gresiva de la integridad del material debido a la propagación y coalescencia de micro fisuras,
micro poros y otros defectos similares. Estos cambios en la microestructura conducen a una
degradación de la rigidez del material observada en la macro escala [Jirásek, 2004].
1.3. METODOLOGÍA
- Luego de obtener la información pertinente y con ideas propias del autor, se elabora
el marco teórico y algoritmos de solución para modelos que contengan el daño como
parámetro del material.
1.4. OBJETIVOS
Presentar una metodología basada en la mecánica del daño continuo para determinar
la matriz de rigidez no lineal de un elemento.
Elaborar un método práctico para resolver el problema global no lineal del material.
1.6. HIPÓTESIS
El capítulo I trata de las generalidades, estado del arte y presenta los objetivos e hipótesis
como parte central de la tesis.
CAPÍTULO II
FUNDAMENTO TEÓRICO
En la Figura 2.1 se puede observar dos fases: la primera fase, desde un punto de vista
macroscópico, la probeta tiene comportamiento elástico lineal con una ligera pérdida de rigi-
dez justo antes de llegar a la resistencia máxima, esto debido a que las microfisuras aparecen
en multiples lugares de la probeta, principalmente inducidas por una concentración de esfuer-
zos cercanos a defectos o de poros; en la segunda fase (fase de ablandamiento), se tiene
pérdida acentuada del esfuerzo, la que se prolonga luego de una manera menos acentuada.
La fisuración se localiza y sus consecuencias son más visibles, es decir, existe una pérdida
de rigidez que es evidenciada al realizar ciclos de carga y descarga (líneas punteadas de la
Figura 2.1) [Nguyen, 2012, Tiachacht, 2012, Vassaux, 2015].
El esfuerzo máximo del concreto en tracción es bajo debido a la baja fuerza de cohesión
de la interface agregado - mortero. Esta interface es conocida como el vínculo débil en un
concreto, con fisuras que usualmente ocurren en la interface. Debido a que la existencia de
micro fisuras permanecen intactas bajo un esfuerzo menor al 0,6ft ó al 0,8ft del esfuerzo
máximo en tracción del concreto, este nivel de esfuerzo puede ser considerado como el límite
de elasticidad en tracción. Sin embargo, la curva esfuerzo - deformación del material en
tracción es casi lineal hasta que el esfuerzo máximo es alcanzado [Nguyen, 2005].
El ensayo de compresión uniaxial del concreto es un ensayo muy estudiado con el ob-
jetivo de conocer la resistencia máxima del concreto en compresión, siendo esta resistencia
generalmente estimada como diez veces la resistencia máxima en tracción. El comporta-
miento post respuesta máxima en compresión es menos frágil que el comportamiento post
respuesta máxima en tracción.
ción de una red de microfisuras que se propagan colinealmente a la dirección de carga hasta
la aparición de fisuras macroscópicas, siendo esta la consecuencia del efecto de Poisson,
además tiene una influencia menor, en una primera etapa, sobre la perdida de rigidez de la
probeta (Figura 2.3). La pérdida de rigidez en compresión es menos importante [Tiachacht,
2012, Vassaux, 2015].
En compresión uniaxial, se distinguen tres etapas diferentes que pueden ser observadas
(Figura 2.4). La primera etapa hasta aproximadamente 0,3fc del esfuerzo máximo en com-
presión, tiene un comportamiento que puede ser considerado lineal, con existencia de micro
fisuras en el material que permanece casi intacto. En la segunda etapa entre 0,3fc y 0,75fc ,
las fisuras se desarrollan debido a la rotura de los materiales constituyentes, es decir, las
fisuras cercanas a la superficie de los agregados comienzan a hacer un efecto de puente
entre estos. Si embargo, la propagación de la fisura es todavía estable hasta que el esfuerzo
alcance aproximadamente los 0,75fc , el cual es denominado generalmente como el inicio de
propagación inestable de la fractura. Finalmente, en la tercera etapa que es considerada más
allá de los 0,75fc , las fisuras en el mortero se unen a la rotura de los materiales constituyentes
en la superficie de los agregados cercanos y forman una zona de fractura. Además, deforma-
ciones adicionales pueden localizarse seguidas de roturas mayores paralelas a la dirección
de carga aplicada, lo que produce la falla de la muestra [Nguyen, 2005].
Figura 2.4 – Comportamiento del concreto bajo carga monotónica y cíclica [Nguyen, 2005]
Los modelos del daño han sido desarrollados para simular la evolución de las propiedades
de un material entre su estado inicial, hasta un estado final que corresponde a la ruptura del
espécimen. En el daño en materiales cuasi-frágiles, este fenómeno progresivo tiene lugar a
lo largo de la deformación. [Lemaitre et al., 2013, Wassermann, 2006].
SD
La introducción de un parámetro del daño Dn = S según la dirección ~n, indica la evolu-
ción del material:
Dn = D , ∀~n (2.1)
F F σ
σ̄ = = ⇒ σ̄ = (2.2)
S − SD S(1 − D) (1 − D)
Entonces tenemos σ̄ ≥ σ y:
Es por eso que el esfuerzo efectivo implica que toda ley de comportamiento del material
dañado se escribe de la misma manera que por aquellos materiales sin daño, solo reempla-
zando el esfuerzo total por el esfuerzo efectivo.
Para explicar este modelo, el material es idealizado como un serie de fibras paralelas
a la dirección de carga. En una primera etapa, todas las fibras responden elásticamente, y
el esfuerzo es resistido por la superficie total de todas las fibras S (Figura 2.5.a.1). Como
el esfuerzo aplicado aumenta, ciertas fibras comienzan a romperse como muestra la Figura
2.5.a.2.
Cada fibra es supuesta perfectamente frágil, lo que significa que el esfuerzo en la fibra
disminuye a cero cuando el nivel de deformación crítico es alcanzado. Sin embargo, como
la deformación crítica puede diferir de una fibra a otra, la superficie efectiva S̄ (la zona de
fibras que aún pueden resistir esfuerzos) disminuye progresivamente de S̄ = S a S̄ = 0.
Evidentemente, mientras las fuerzas aplicadas disminuyen (Figura 2.5.b.1), las fibras rotas
permanecen rotas y la zona dañada del espécimen es irrecuperable [Jirásek, 2004, Oñate y
De Pouplana, 2015].
En la version más simple del modelo, se supone que cada fibra tiene un comportamiento
elástico lineal hasta el nivel de esfuerzos al cual se rompe. En consecuencia, el esfuerzo
efectivo σ̄ es relacionado a la deformación elastica ε por la Ley de Hooke:
σ̄ = Eε (2.3)
La evolución del daño puede ser caracterizado por la dependencia del parámetro del daño
sobre la deformación.
D = g(ε) , 0 ≤ D ≤ 1 (2.5)
Esta función g afecta la forma del diagrama esfuerzo-deformación y puede ser directa-
mente identificado a partir de un ensayo uniaxial.
La evolución del esfuerzo efectivo, esfuerzo total y de la variable del daño en un material
que permanece elástico hasta el esfuerzo máximo es indicado en la Figura 2.5.a. Siendo esta
descripción valida únicamente para una carga de una deformación aplicada monotónicamente
creciente.
Figura 2.5 – Evolución del esfuerzo efectivo σ̄ , de la variable de daño D y del esfuerzo total
σ bajo carga (a) monotónica y (b) no monotónica [Oñate y De Pouplana, 2015].
La ley de evolución del daño (2.5) es entonces reescrito de la forma [Jirásek, 2004, Oñate
y De Pouplana, 2015]:
g(r) = 0 si r = r0
D = g(r) avec (2.7)
0 < g(r) ≤ 1 si r > r
0
En lugar de definir la variable r como 2.6, también se puede introducir un criterio del daño
f (ε, r) = ε − r y postular las condiciones de carga y descarga en la forma de Kuhn-Tucker:
f ≤ 0 ; ṙ ≥ 0 ; ṙf = 0 (2.8)
Como un material elástico isotrópico es caracterizado por dos parámetros elásticos in-
dependientes (E y ν ), un modelo general de daño isotrópico debería tener dos variables de
daño. Pero el modelo de una sola variable utiliza la hipótesis suplementaria que la reducción
relativa de todos los coeficientes de rigidez es el mismo, es decir, que el coeficiente de Pois-
son no es afectado por el daño [Jirásek, 2004, Oñate y De Pouplana, 2015]. En ese contexto,
la relación entre la deformación total (ε ) y el esfuerzo total (σ ) es:
σ = (1 − D)E : ε (2.9)
σ =E :ε
σ̄ (2.10)
Si se introduce una función de carga f que especifica el dominio elástico y los estados
alrededor de la cual el daño se desarrolla para un caso de un modelo de daño isotrópico
multiaxial:
f (εε, r) = εeq (εε) − r (2.11)
Donde εeq es la deformación equivalente, es decir, una norma de medida del nivel de
deformación, y r es valor más grande de deformación equivalente calculado en la historia de
la deformación del material hasta su estado actual. En ese sentido, la ecuación 2.6 puede ser
generalizada a:
r(t) = max r0 ; máx εeq (τ ) (2.12)
τ ≤t
Deformación equivalente
Este parámetro tiene un rol similar a la superficie de plasticidad del material porque afecta
directamente la forma del dominio elástico. Dentro de las diferentes formas de calcular la de-
formación equivalente se tiene: la norma euclidiana del tensor de deformación, la norma de
la energía, las deformaciones equivalente propuestas por Mazars para los concretos (toman
sólo en cuenta las deformaciones normales que son positivas y obvian las deformaciones ne-
gativas), la propuesta por Simo y Ju (la cual toma en cuenta la diferencia de la degradación en
tension y compresión del concreto). Estas deformaciones equivalentes conducen a diferentes
superficies de daño tal como se muestra en la Figura 2.6 [Oñate y De Pouplana, 2015].
Figura 2.6 – Superficies de daño para (a) la norma de la energía, (b) Mazars y (c) Simo y
Ju [Oñate y De Pouplana, 2015].
p p
εeq = hεi : hεi = hε1 i2 + hε2 i2 (2.13)
Existen diferentes leyes de evolución del daño, dentro de las cuales figuran la ley expo-
nencial, la ley polinomial, ley lineal (Figura 2.7):
Figura 2.7 – Diferentes leyes de evolución del daño [Oñate y De Pouplana, 2015].
Así como la ley propuesta por Mazars, la cual ha sido desarrollada para el material que
tiene una relación de resistencia en compresión a la resistencia en tracción relativamente
elevada. Esta ley introduce dos variables de daño (Dc et Dt ), que son calculadas a partir
de la misma deformación equivalente al utilizar dos funciones de daño diferentes gc y gt (gc
es identificada a partir del ensayo de compression uniaxial, mientras que gt corresponde al
ensayo en tracción). La ley de evolución resulta de la combinación de las dos partes [Jirásek,
2004, Oñate y De Pouplana, 2015]:
De donde: !β !β
3 3
X εti hεi i X εti hεi i
αt = , αc = 1− (2.15)
ε2eq ε2eq
i=1 i=1
0 si κ ≤ ε0
gt (κ) = (2.16)
1 − (1 − A ) − A exp[−B (κ − ε )] si κ ≥ ε
t t t 0 0
0 si κ ≤ ε0
gc (κ) = (2.17)
1 − (1 − A ) − A exp[−B (κ − ε )] si κ ≥ ε
c c c 0 0
Donde:
β+η
Dm = (2.19)
1+β
Las curvas típicas del daño y la ley del daño utilizado, se muestran en la Figura 2.8.
Figura 2.8 – Curvas del daño y de la ley del evolución del daño.
En esta Figura 2.8, se muestra que el daño comienza a crecer a partir de la deforma-
ción εo , la cual corresponde al esfuerzo máximo del material, hasta la deformación εr que
corresponde al esfuerzo residual. Luego el daño crece lentamente hasta la rotura del material
(D = 1). Mientras que la ley de evolución del daño, disminuye de 1 hasta ηr , manteniéndose
constante en este ultimo valor, que corresponde al esfuerzo residual.
Criterio de resistencia
Para el cálculo de la resistencia del material, se usa un modelo elástico lineal isótropo con
daño isotropico de ablandamiento (Softening) lineal y el criterio de Drücker-Prager:
Donde:
p
σe = σ)
3J2 , I1 = tr(σ (2.22)
La Figura 2.9 muestra la curva del material y la disminución del módulo de Young a causa
del daño.
Figura 2.9 – Curva esfuerzo - deformación del material (azul) y módulo de elasticidad para
el daño D (rojo).
σo
De donde σo y εo son los límites elásticos en compresión uniaxial: εo = E (σo es el
esfuerzo máximo en compresión simple), σr es el esfuerzo residual obtenido a la deformación
εr . Los parámetros del modelo son definidos por las siguientes ecuaciones:
εr − εo σr
β= , ηr = (2.23)
εo σo
k
σ0 = , η = 1 − ηr (2.24)
1 − sinα
Ecuación de equilibrio:
σ ) + ρf = 0
div(σ (2.25)
Ecuación de compatibilidad:
1
grad(u) + grad(u)T
ε= (2.26)
2
σ = (1 − D)E : ε (2.27)
u = u 0 en Γu (2.28)
σ .~n = T en Γσ (2.29)
Según la fórmula de Green, para todo campo de esfuerzos (σ ) y para todo campo de
desplazamientos (v ), se tiene:
Z Z Z
σ ).vv dΩ = −
div(σ σ .grad(vv ) dΩ + σ .~n.vv dΓ (2.33)
Ω Ω ∂Ω
3 3
X Ni 0 ui X
u h (x) = = ui
Ni (x)u (2.39)
i=1 0 Ni vi i=1
Respecto a las deformaciones, al emplear la ecuación 2.39, estas pueden ser expresadas
empleando las deformaciones nodales del elemento:
3
1 ∂ui ∂uj 1X ∂NI ∂NI
εij (x) = + = (x)uei + (x)uej ; i, j = 1, 2 (2.41)
2 ∂xj ∂xi 2 ∂xj ∂xi
I=1
N1 = 1 − s − t (2.43a)
N2 = s (2.43b)
N3 = t (2.43c)
O inversamente como:
∂ ∂x ∂y ∂ ∂
∂s = ∂s ∂s ∂x =J ∂x
(2.46)
∂ ∂x ∂y ∂ ∂
∂t ∂t ∂t ∂y ∂y
3
∂y X ∂Ni
= .yi = y2 − y1 (2.47b)
∂s ∂s
i=1
3
∂x X ∂Ni
= .xi = x3 − x1 (2.47c)
∂t ∂t
i=1
3
∂y X ∂Ni
= .yi = y3 − y1 (2.47d)
∂t ∂t
i=1
∂s 1
= (y3 − y1 ) (2.49a)
∂x A
∂t 1
= (y1 − y2 ) (2.49b)
∂x A
∂s 1
= (x1 − x3 ) (2.49c)
∂y A
∂t 1
= (x2 − x1 ) (2.49d)
∂y A
U =F
KU (2.57)
Donde la Matriz de Rigidez Global de orden (2ng x2ng ), para ng grados de libertad en ne
número de elementos:
Z ne Z
X
T T
K= B (1 − D)Eo B dΩ = B (1 − D)Eo B dΩ (2.58)
Ω i=1 Ω
F = ft +fv (2.59)
En esta sección se analiza bajo que condiciones, a partir de un estado uniforme y homo-
géneo, un sistema evoluciona naturalmente hacia un estado no uniforme bajo acción de una
carga dada. Para ello se considera un masivo homogéneo sujeto a condiciones limites del
estado uniforme representado por el esfuerzo σ(t) , la deformación ε(t) y sus velocidades
respectivas σ̇(t) y ε̇(t).
En un instante t0 del proceso de carga, caracterizado por σ0 , ε0 , σ̇0 y ε̇0 , el sistema puede
evolucionar de este estado uniforme hacia un estado no uniforme caracterizado por (Figura
2.13): (i) Una banda de espesor e comprendido entre dos planos paralelos de vector normal
dv + − dv − = d~v = ~0 (2.63)
−−→
Como d~v = grad(~v ).dM :
−−→
grad(~v ).dM = ~0 (2.64)
En la base (~t1 , ~t2 , ~n), de donde ~t1 y ~t2 son vectores coplanares, mientras que ~n es un
vector normal al plano de discontinuidad, tal como se representa en la Figura 2.13. Entonces:
0 0 g1
grad(~v ) = 0 0 g2 = ~g ⊗ ~n (2.65)
0 0 g3
σ̇ = H : ε̇ε (2.68)
En la ecuación 2.67:
H : ε̇ε.~n = ~0 (2.69)
H : ε̇ε.~n = ~0 (2.70)
ni Hijkl nl gk = 0 (2.73)
El cual solamente tiene soluciones no triviales - Vectores propios - (~g 6= 0), si:
2.5.2. Inestabilidad
Sin embargo, una de las particularidades de este tipo de inestabilidad es romper las si-
metrías del sistema inicial de sus simetrías geométricas, de carga y de sus propiedades del
material. Esta noción de inestabilidad es la misma que explica el fenómeno de pandeo de
columnas o elementos cascara (shell), donde la forma pandeada de una columna de sección
circular bajo una compresión axial, no respeta la simetría axial del problema inicial; también
esto se manifiesta para las estructuras cilíndricas como los tubos y las cascaras bajo una pre-
sión exterior más grande que la presión interna, donde para una diferencia de presiones más
allá de la presión crítica, la estructura se pandea en un modo de forma ondulatoria sobre el
contorno, que rompe la simetría circular del problema inicial tal como se muestra en la Figura
2.14 [Silvestre, 2007].
Figura 2.14 – Variación del esfuerzo crítico y los modos de forma de falla de la columna de
longitud L [Silvestre, 2007].
CAPÍTULO III
ALGORITMO DE SOLUCIÓN
Como resumen del capítulo anterior, la ecuación de equilibrio esta expresada como:
U =F
KU
Dependiendo del análisis a realizar (en esfuerzo plano o deformación plana), la matriz de
elasticidad queda expresada respectivamente de la siguiente forma:
1 ν 0 1−ν ν 0
Ê Ê
Eo = ; Eo = 1−ν
ν 1 0 ν 0
1 − ν2 (1 + ν)(1 − 2ν)
1−ν 1−2ν
0 0 2 0 0 2
Paso 1: Como datos iniciales es necesario: la geometría general del modelo y las coordenadas
(x, y) de cada elemento triangular, sus propiedades físicas (E, ν, sina, k, β, ηr ), con-
de ). Por otro lado, como
diciones de frontera, fuerzas y desplazamientos impuestos (d
es un método incremental, se ingresa el número de incrementos de carga (N inc) y
la tolerancia (tol) de cada iteración. Geometría, propiedades, condiciones de frontera,
fuerzas y desplazamientos.
uj i de la ecuación Kj i ∆u
5.1: Calcular el incremento de desplazamientos ∆u uj i = R .
5.2.4: Calcular los Esfuerzos totales σ i+1 de cada elemento al emplear la deforma-
ción ε i+1 , daño Di+1 y las propiedades del material intacto (E y ν ).
Paso 7: Almacenar las coordenadas (Xj , Yj ) en (xi+1 , yi+1 ), actualizar la deformación u i+1 =
u i + ∆u
uj i y la fuerza interna f i = f i + f s alcanzada hasta este incremento de carga.
Los siguientes códigos son utilizados en la función KG. La función de rigidez ke (Figura
3.3) del elemento i, es determinado considerando el tipo de análisis del problema (Deforma-
ción plana ó esfuerzo plano).
1 f u n c t i o n [ B ] = BT3 ( nudos , x , y , i )
2 n1=nudos ( i , 1 ) ; n2=nudos ( i , 2 ) ; n3=nudos ( i , 3 ) ;
3 x1=x ( n1 ) ; x2=x ( n2 ) ; x3=x ( n3 ) ;
4 y1=y ( n1 ) ; y2=y ( n2 ) ; y3=y ( n3 ) ;
5 dd =( x2−x1 ) * ( y3−y1 ) −(y2−y1 ) * ( x3−x1 ) ;
6 N1x= − (1/dd ) * ( y3−y2 ) ; N2x = ( 1 / dd ) * ( y3−y1 ) ; N3x=( − 1/dd ) * ( y2−y1 ) ;
7 N1y= − (1/dd ) * ( x2−x3 ) ; N2y=( − 1/dd ) * ( x3−x1 ) ; N3y = ( 1 / dd ) * ( x2−x1 ) ;
8 B= [ N1x 0 N2x 0 N3x 0 ;
9 0 N1y 0 N2y 0 N3y ;
10 N1y N1x N2y N2x N3y N3x ] ;
11 end
Y la función de localización (Figura 3.5) permite crear, para el caso de elementos trian-
gulares, una matriz de orden (6x2ng ) que lleva la matriz de rigidez del elemento a donde
corresponde en la matriz global y esta expresado como indica la ecuación 3.1:
ne Z
X Xne Z
T T T
K= B (1 − D)Eo B dΩ = P B (1 − D)Eo B dΩ P (3.1)
i=1 Ω i=1 Ω
CAPÍTULO IV
VALIDACIÓN DE LA HIPÓTESIS
E k
ν sinα β ηr
(MPa) (MPa)
La Figura 4.2 muestra el comportamiento de la variable del daño en los 180, 300 y 4000
número de incrementos de carga; notándose que esta variable es homogénea en todo el
modelo, y no se aprecia una la localización del daño lo cual ocasionaría la ruptura del material.
Figura 4.2 – Daño a los (a) 180, (b) 300 y (c) 4000 número de incrementos de carga.
Las superficies de daño en los 65, 100, 280 y los 1000 incrementos de carga son respec-
tivamente:
Figura 4.8 – Evolución del daño en los (a) 65, (b) 100, (c) 280 y (d) 1000 incrementos de
carga.
En la Figura 4.8 se observa que el daño comienza por sección más angosta del modelo y
se propaga de forma simétrica. Esta forma de propagación del daño, se debe a la concentra-
ción de esfuerzos los vertices interiores de las muescas; por ello el núcleo central del modelo
La curva esfuerzo deformación del elemento (e) y el promedio de los elementos superio-
res, se muestra en la Figura 4.9.
Figura 4.9 – Curva esfuerzo deformación en el elemento (e) y el promedio de los elementos
superiores.
En la Figura 4.9, el esfuerzo máximo alcanzado del elemento (e) es σyy = 137,5M pa a
0.231 % de deformación, mientras que el esfuerzo máximo alcanzado para el promedio de
esfuerzos de los elementos superiores es σ̄yy = 136,5M pa a 0.246 % de deformación. Estos
valores máximos son inferiores al esfuerzo máximo del material σ0 = 140,0M pa. En el rango
elástico, el módulo de elasticidad aparente del elemento (e) es E = 59524M pa , y el módulo
de elasticidad para el promedio de esfuerzos de los elementos superiores es Ē = 55488M pa;
manifestando una perdida de la rigidez y un retardo en el ingreso al rango no lineal tal como
se aprecia en la Figura 4.10.
Figura 4.10 – Curva esfuerzo deformación promedio del modelo comparado con la curva del
material.
Por otro lado, el esfuerzo residual para el elemento (e) es σyy = 66,2M pa y el esfuerzo
residual para el promedio de esfuerzos de los elementos superiores es σ̄yy = 67,2M pa a
0.85 % de la deformación en ambos casos. Dichos valores son menores al esfuerzo residual
del material σr = 70,0M pa.
Las superficies de daño en los 900, 1300, 2000 y los 4000 incrementos de carga son
respectivamente:
Figura 4.12 – Evolución del daño en los (a) 900, (b) 1300, (c) 2000 y (d) 4000 incrementos
de carga.
En la Figura 4.12, se aprecia como los daños comienzan en los vertices interiores de
las muescas, para luego propagarse en dirección a la otra muesca. A partir de los 2000
incrementos de carga se observa una sección efectiva, comprendida entre las muescas, que
resiste la carga de desplazamiento impuesta.
En la Figura 4.13, el esfuerzo máximo aparente que alcanzada del elemento (e) es σyy =
136M pa a 0.214 % de deformación, mientras que el esfuerzo máximo promedio de los ele-
mentos superiores es σ̄yy = 121M pa a 0.242 % de deformación. Entonces, en el rango
elástico se tiene un módulo de elasticidad aparente E = 63551M pa para el elemento (e)
y Ē = 57196M pa para la respuesta promedio; lo que indica una perdida de la rigidez ini-
cial a causa de las irregularidades y los esfuerzos máximos son inferiores al del material
σ0 = 140M pa. Por otro lado, en el rango no lineal o fase de ablandamiento, el esfuerzo resi-
dual del elemento (e) es σyy = 66M pa a 0,365 % de deformación y su curva es similar a la
del material; mientras que el esfuerzo residual del promedio de los elementos superiores es
σ̄yy = 66M pa a 0,90 % de deformación y su curva no es presenta fragilidad, que ocasionaría
una caída rápida hacia el esfuerzo residual.
Al comparar la curva del material con el esfuerzo promedio de los elementos superiores,
tal como se muestra en la Figura 4.14, se aprecia que la curva del modelo tiene un retardo
en la entrada al rango no linealidad debido a su perdida de la rigidez inicial y también a una
menor velocidad de propagación del daño entre las muescas.
Figura 4.14 – Curva esfuerzo deformación promedio del modelo comparado con la curva del
material.
Las superficies de daño en los 250, 500, 750 y los 1000 incrementos de carga son res-
pectivamente:
E K
Material ν sinα β ηr
(MPa) (MPa)
Figura 4.16 – Evolución del daño en los (a) 250, (b) 500, (c) 750 y (d) 1000 incrementos de
carga.
En la Figura 4.16, se aprecia como los daños comienzan cerca a los elementos débiles.
Con el incremento de la carga, se crean zonas que tienen menos daño y que unen los ele-
mentos débiles; de esta forma la carga aplicada es resistida por el material más rígido y su
posible forma de falla se muestra en la Figura 4.17.
El esfuerzo vertical del elemento (e) alcanza su esfuerzo máximo del material σ0 =
140M pa a 0,282 % de la deformación, pero su rigidez inicial disminuye justo antes de lle-
gar a su esfuerzo máximo, mientras que la respuesta promedio de los elementos supe-
riores tiene como esfuerzo máximo σ̄yy = 129,3M pa a 0,23 % de deformación. Entonces
se tiene un módulo de elasticidad aparente de E = 49645M pa para el elemento sólo,
y E = 562174M pa para la respuesta promedio. Por otro lado, el esfuerzo residual para
el elemento es σyy = 70,53M pa a los 0,68 % de la deformación y para el promedio es
σ̄yy = 70,4M pa a 0,72 % de la deformación. De esta forma, la fase de ablandamiento pa-
ra ambos casos es similar y la pérdida de rigidez es lenta.
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
5.1. CONCLUSIONES
La forma de falla en una muestra homogénea es global, debido a que durante su etapa
de carga no existen zonas de concentración de esfuerzos; pero esta forma de falla pasa
a ser no homogénea, si se considera la perdida de la elipticidad de las ecuaciones de
equilibrio, para analizar las inestabilidades y las posibles formas de falla factibles.
La propagación del daño y la posterior fractura del modelo, es ocasionado por la con-
centración de esfuerzos cercanas a las irregularidades que se presentan por no homo-
geneidades del material ó geométricas. Estas últimas facilitan, en ciertas condiciones
tal como se indica en la Figura 4.12, el posible tipo de falla.
Las formas de falla se pueden clasificar en dos grupos: (i) Las formas de falla desde el
punto de vista físico, ocasionadas por la inclusión de irregularidades del tipo geométrico
ó del material y (ii) Las formas de falla desde el punto de vista matemático, el cual
muestra una posible solución factible luego de la perdida de la elipticidad y la bifurcación
a una solución estable.
5.2. RECOMENDACIONES
- Se recomienda incluir una distribución aleatoria de elementos débiles y fuertes, con los
cuales realizar una seria de simulaciones para ser comparadas con datos experimen-
tales.
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