Encofrados Puntales Calculo
Encofrados Puntales Calculo
Encofrados Puntales Calculo
DISEÑO DE CIMBRA
PARA ENCOFRADOS DE LOSA PLANA
1. Introducción 1
1.1. Motivación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2. Objetivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1.3. Metodología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
3. Encofrados en la construcción 23
3.1. Función a desempeñar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
3.2. Tipos de carga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
3.3. Hipótesis prácticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
3.4. Consideraciones prácticas para el cálculo, construcción y aplica-
ción de los encofrados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
3.5. Precisión de cálculo, construcción y aplicación de encofrados. . 36
6. Método de cálculo 47
6.1. Teorema de los tres momentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
6.2. Estructura del cálculo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
6.3. Aplicación del método de cálculo al sistema. . . . . . . . . . . . 55
I
ÍNDICE GENERAL II
7. Resultados 71
8. Conclusiones 85
III
Índice de figuras
IV
ÍNDICE DE FIGURAS V
Introducción
1.1. Motivación
1
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN 2
“ Existe también una clase de polvo que debido a causas naturales pro-
duce resultados sorprendentes. Se lo encuentra en las zonas cercanas al
monte Vesubio. Esta sustancia, cuando se la mezcla con cal y guijarros,
no solamente añade resistencia a las construcciones de todo tipo, sino que
cuando los muelles se construyen con dicho material en el mar, el mismo
se endurece bajo el agua.”
1.2. Objetivos
1. Evaluar los esfuerzos sufridos por los elementos constructivos de este tipo
de encofrado y cimbra para diferentes tipos de carga y configuraciones
genéricas de encofrado plano.
1.3. Metodología
Los pasos a seguir para la consecución de los objetivos marcados son los
expuestos a continuación.
En primer lugar para el correcto desarrollo del proyecto fin de carrera, se
llevará a cabo una revisión bibliográfica que abarca varios temas del proyecto
(comportamiento del hormigón, tipos y sistemas de encofrado, sistemas de
sustentación, etc.)
En esta fase del proyecto, se consultarán libros técnicos y especializados en
las citadas materias, catálogos de fabricantes y empresas dedicadas al sector,
patentes y artículos relacionados con el tema de estudio.
La segunda fase, donde se abordará el cálculo, se llevará a cabo mediante
el modelado de los sistemas de estudio con programas matemáticos que per-
mitirán analizar distintas configuraciones de encofrado y situaciones de carga.
Una vez determinado el comportamiento de estos sistemas, en la tercera fa-
se, se introducirán los datos de la losa a realizar y el programa devolverá las
configuraciones con mejor relación entre coste y coeficiente de seguridad.
Por último se compararán posibles soluciones y se obtendrán conclusiones
y posibles mejoras.
Capítulo 2
Encofrados verticales.
9
CAPÍTULO 2. ESTADO DEL ARTE 10
grupo.
Encofrados horizontales.
Encofrados especiales.
que se tiene hoy en día de los encofrados, también emplearon la madera para
este fin.
Ya en la segunda etapa de desarrollo del hormigón, durante el siglo XIX,
los encofrados utilizados, se fabricaban con tablas de abeto, las cuales debían
ser cortadas específicamente para el uso en el que se fueran a emplear, y se
ensamblaban en obra por mano de obra muy especializada. Obtener la estruc-
tura de hormigón con la forma y acabado deseados dependía en gran medida
de los encofradores, encargados de la obtención de las tablas, y montaje de los
encofrados.
Estos sistemas eran muy adecuados en las obras de formas complicadas, ya
que se adaptaban muy bien a las formas deseadas, pero presentaban muchos
impedimentos: necesitaban una mano de obra muy cualificada; era un proceso
muy lento tanto en el montaje del encofrado como en el desmoldeo del mismo;
los sistemas de sujeción eran de gran dimensión y dificultad, lo que entorpecía
la accesibilidad; el hormigón no quedaba terminado ya que necesitaba en la
mayoría de los casos de un tratamiento posterior. Así en los primeros años del
auge de la construcción, el material más utilizado era la madera pero el sistema
se fue modernizando hasta tener a día de hoy encofrados formados por acero
y otros materiales reutilizables como el plástico.
Así se puede hacer una nueva clasificación en función del material:
Encofrados de madera.
Encofrados metálicos.
La necesidad de trabajar cada vez con encofrados con una mayor dura-
bilidad tanto por su manipulación como para su utilidad han llevado a
apostar cada vez más por los encofrados metálicos. Su coste de fabrica-
ción es mucho más alto, pero permiten ser utilizados un número de veces
muy superior, además son más fáciles y rápidos de montar. El acabado
que la superficie encofrante da al hormigón es de mayor calidad pero
son menos versátiles que los anteriores ya que con estos solo se podrá
reproducir la forma para la que han sido diseñados y fabricados. Llega-
rán a ser económicos si se utilizan de manera eficiente, ahorrando costes
en mano de obra y si son empleados un número de veces considerable.
CAPÍTULO 2. ESTADO DEL ARTE 16
Encofrados de plástico.
Encofrados de cartón.
Encofrados de aluminio.
ejemplo.
Encofrados autotrepantes.
Encofrados deslizantes.
Encofrados en la construcción
Ha sido señalado que los encofrados deben ser considerados como estruc-
turas; en efecto, en tanto el concreto no alcance las resistencias mínimas
exigibles para proceder a desencofrar, los encofrados tienen que ser sufi-
cientemente resistentes para soportar el peso del concreto. Esto ocurre en
23
CAPÍTULO 3. ENCOFRADOS EN LA CONSTRUCCIÓN 24
Cargas dinámicas.
Encofrados horizontales.
Debe añadirse en este caso, el peso del encofrado y la carga dinámica, de-
finidas en la sección 3.2, para las cuales, los constructores suelen adoptar
los siguientes valores:
Encofrados verticales.
Sería erróneo creer que el hormigón semifluido ejerce una presión hidros-
tática de dirección horizontal y de forma triangular. La presión sería la de
un fluido de densidad 24000 N/m3 por la altura del hormigón expresada
en metros.
CAPÍTULO 3. ENCOFRADOS EN LA CONSTRUCCIÓN 27
P = 24000 · h (3.1)
P ∗h
F = (3.2)
2
Por otro lado Ricouard en [Ric80] también considera que se debe tener
en cuenta:
2.5
48000 · = 60000N (3.3)
2
CAPÍTULO 3. ENCOFRADOS EN LA CONSTRUCCIÓN 31
La carga total por metro lineal para 2.5 metros se calcula en la ecuación
3.4. Las reacciones en la base y arriba son de 45000 N. Es importante
indicar ya, desde ahora, que la segunda hipótesis, cuya carga total es
de 90000 N, está mal aplicada en los encofrados de 2.5 a 3 m debido
a la forma de carga. El encofrado tendrá la resistencia deseada, pero
presentará flechas muy diferentes de las calculadas para carga triangular.
CAPÍTULO 3. ENCOFRADOS EN LA CONSTRUCCIÓN 32
Encofrados horizontales.
Encofrados verticales.
Para este caso la presión del hormigón está mucho menos definida que
su peso. En realidad, está impuesta por la práctica.
nales donde se debe adoptar una presión más elevada, porque se trata
de flexión elástica del encofrado y no de resistencia. Teniendo en cuenta
la limitación de las flechas impuestas se puede decir que los encofrados
están generalmente sobredimendionados desde el punto de vista de la re-
sistencia, exceptuando el caso del hormigón en gran masa. Ahora bien,
en este último caso se sabe por experiencia, por la práctica en las obras,
que la hipótesis de 48000 N/m2 con carga triangular está por encima de
lo real.
CAPÍTULO 3. ENCOFRADOS EN LA CONSTRUCCIÓN 36
Errores de concepto.
1. Las hipótesis.
3. Los cálculos.
Por supuesto el cálculo deber ser exacto, estando excluidos los erro-
res, al menos en principio. Otra forma de error muy corriente, re-
sultará de redondear los resultados parciales y de continuar con
numerosos redondeos, provocando así una modificación importante
del resultado final. Hoy en día, con los sistemas de cálculo por orde-
nador, esto deja de resultar un problema ya que se puede fácilmente
operar con todos los decimales obtenidos, obteniendo un resultado
exacto.
Errores en la realización.
Los taladros que permitirán la unión de unas piezas del encofrado con
otras, así como los que permitirán el paso de los tirantes en el caso de
que fueran necesarias, deberán realizarse con sumo cuidado ya que un
taladrado brusco podría ocasionar el deterioro o deformación de la pieza
a taladrar.
que las diferentes piezas del encofrado vayan bien sujetas durante su
transporte para evitar que se deforme.
Para colocar un encofrado, algunos marcan una raya azul o blanca sobre
la solera o losa. Es un método simple y económico útil en algunos casos.
Todo esto tendrá lugar antes del vertido del hormigón. Después del mis-
mo, debido a la forma triangular que representa la presión del hormigón,
sobre las paredes del encofrado, se separará mucho más el pie que la
cabeza.
CAPÍTULO 3. ENCOFRADOS EN LA CONSTRUCCIÓN 39
Esto es lo que se observa en obras bien hechas, con mano de obra compe-
tente y donde los trabajos son supervisados por el encargado de la obra.
Todo esto se puede comprobar midiendo el espesor de un muro a través
del agujero dejado por un tirante. Para terminar, se puede afirmar que
un error de 0.5 a 1 cm en el espesor, de 0.5 a 1 cm en la verticalidad de
un muro de 2.5 metros de alto y de grandes sinuosidades de 1 a 4 mm en
la cara del hormigón, es un éxito técnico notable.
Capítulo 4
Los encofrados de losa plana tienen gran importancia y aplicación por ser
ésta una disposición del hormigón muy frecuente en la construcción. Antes de
profundizar en el estudio de encofrados de losa, es importante conocer bien el
concepto de losa de hormigón armado.
Losa de hormigón.
Por ser un sistema tan empleado crece la necesidad de una técnica más
productiva para poder ser competitiva en la construcción de grandes edifi-
cios, esto hizo evolucionar el sistema. En cuanto a la superficie encofrante se
evolucionó desde los tablones de madera sin tratar, hasta los paneles de con-
trachapado tratados con resina fenólica para obtener un mejor acabado y una
mayor resistencia.
La adaptación de los sistemas de sustentación a los requerimientos ante-
riormente citados se observa en su gran evolución en el último medio siglo.
Hasta mediados del siglo XX se empleaban tablones de madera para apuntalar
los suelos. Fue entonces cuando con la introducción de los puntales telescópi-
cos verticales, la técnica experimentó un gran avance en forma de reducción de
40
CAPÍTULO 4. ENCOFRADOS DE LOSA PLANA 41
tiempos de montaje.
Una década más tarde, en los 60, se comenzaron a utilizar puntales regula-
bles horizontales y el avance fue aún más cuantitativo. Ya en los 70 comenzaron
a utilizarse conjuntos denominados mesas o placas encofrantes, consistentes en
una andamiaje o cimbra con ruedas en sus apoyos que soportaban la placa
encofrante y permitía un movimiento muy ágil, aunque ésta no podía acceder
a todos los lugares y limitaba su uso.
Esto permitió un gran recorte en el tiempo necesario para apuntalar y
encofrar como se observa en la tabla 4.1 obtenida del libro [Ric80].
44
CAPÍTULO 5. APLICACIÓN DE LOS ENCOFRADOS EN LOS EDIFICIOS45
Para conseguir una utilización eficiente del encofrado, es clave una correcta
rotación del mismo, ya que los encofrados de losas limitarán el avance vertical
del edificio. La programación eficaz para poder encofrar una planta superior
CAPÍTULO 5. APLICACIÓN DE LOS ENCOFRADOS EN LOS EDIFICIOS46
durante la última fase del curado del hormigón de la planta anterior permite
recortes considerables en el tiempo de construcción del edificio así como de
los recursos económicos necesarios. Para ello será imprescindible una correcta
planificación de los tiempos de encofrado, y curado del hormigón, así como la
previsión de los materiales necesarios y las cantidades para poder llevar a cabo
ese avance.
Capítulo 6
Método de cálculo
47
CAPÍTULO 6. MÉTODO DE CÁLCULO 48
αi + αh = − (βi + βh ) (6.1)
En cada apoyo donde se aplique esta igualdad se podrá obtener una ecua-
ción. Cada una de estas ecuaciones relacionará la longitud del tramo de viga,
CAPÍTULO 6. MÉTODO DE CÁLCULO 50
Ωm D m
α i lm = (6.2)
EIz
� �
1 Mm l m 2 Mm−1 lm lm
α h lm = lm + (6.3)
EIz 2 3 2 3
Ωm+1 dm+1
βi lm+1 = (6.4)
EIz
� �
1 Mm lm+1 2 Mm+1 lm+1 lm+1
βh lm+1 = lm+1 + (6.5)
EIz 2 3 2 3
� �
Ωm Dm Ωm+1 dm+1
Mm−1 lm + 2M m (lm + lm+1 ) + Mm+1 lm+1 = −6 + (6.6)
lm lm+1
Mm−1
M = Mm (6.7)
Mm+1
l 0 0
m
A = 0 2 (lm + lm+1 ) 0 (6.8)
0 0 lm+1
0
� �
B = −6 Ωml Dm + Ωm+1 dm+1
lm+1
(6.9)
m
0
Para cada apoyo se tendría una ecuación, por lo que al tener el mismo nú-
mero de incógnitas que de ecuaciones, resolviendo la ecuación 6.10, se obtienen
los valores de los momentos hiperestáticos en los apoyos.
M = A−1 · B (6.10)
Mm−1 − M m Mm+1 − M m
Rm = R� m,m−1 + R� m,m+1 + + (6.11)
lm lm+1
CAPÍTULO 6. MÉTODO DE CÁLCULO 52
Para tener una visión más general del cálculo y ver cómo pasan los datos de
unos programas a otros, la figura 6.2 muestra un diagrama de flujo que permite
tener una visión global del proceso. En dicha figura, los símbolos representados
en azul serían los datos que determinarían el caso de estudio, los recuadros
naranjas representan las distintas fases del cálculo y por último los recuadros
rojos hacen referencia a los resultados.
Por tanto, siguiendo el diagrama de la figura 6.2, se emprenderán cuatro
fases de cálculo llevadas a cabo por cuatro diferentes funciones creadas para
resolver con Matlab.
La primer función, Calculo_cimbra, tomará como datos los diferentes va-
lores que pueden tomar las variables del sistema y devolverá una matriz en la
que se recoge para cada una de las posibles combinaciones de esas variables:
los máximos valores de momento flector tanto en las vigas de carga como en
las vigas de reparto, así como los valores de flecha máxima adimensionalizada2
en cada una de ellas; y finalmente el máximo valor de carga de compresión que
deberán soportar los puntales en cada caso. Todos estos datos se recogerán en
el archivo MR1.
Con la información disponible en MR1, trabajarán las funciones CS_viga_carga
y CS_viga_reparto que asignarán un perfil a cada caso de los recogidos ante-
riormente y calcularán el coeficiente de seguridad de cada combinación. Esto
se llevará a cabo con la ayuda de la función auxiliar tipo_perfil, la cual dispone
de la información necesaria de cada tipo de perfil. Así los resultados obtenidos
serán almacenados en MR_carga para información que acontece a las vigas de
carga, y MR_reparto para lo que hace referencia a este tipo de vigas.
Empleando los resultados obtenidos en el paso anterior, la función Enco-
frados determinará las combinaciones posibles, y en función de la altura del
sistema y la carga que deba soportar, la función auxiliar tipo_puntal que dis-
pone de la información de los puntales disponibles asignará a cada caso un
puntal determinado. Una vez están completamente definidos las distintas con-
2
En la sección 6.3 se explica el motivo de tomar valores adimensionalizados.
CAPÍTULO 6. MÉTODO DE CÁLCULO 53
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Por ultimo, con la función Solución, asignará a cada disposición que cum-
pla las especificaciones indicadas por el usuario, el coste tanto de materiales
a emplear como de mano de obra de montaje. Para recoger finalmente en
MR_solución las soluciones óptimas, que no estén dominadas por ninguna
otra, es decir, aquellas combinaciones que permitan obtener los coeficientes de
seguridad más altos para los costes más bajos.
CAPÍTULO 6. MÉTODO DE CÁLCULO 55
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determinado.
Las variables que definirán el problema serán:
sistema.
Las funciones CS_viga_carga y CS_viga_reparto vistas en la sección 6.2,
recuperan de MR1 los valores de momento flector máximo, flecha adimensional
máxima así como su disposición para el tipo de viga de estudio y se calcularán
dos coeficientes de seguridad. El primer coeficiente vendrá del cociente entre el
momento flector admisible del perfil y el máximo momento flector al que estará
sometida la viga, ver ecuación 6.12. El segundo lo limitará la flecha máxima
permitida, se tomará como valor máximo de flecha admisible a lo establecido
en la ecuación 6.13. Se tomará este valor porque es el que se usa generalmente
para el cálculo de encofrados como se establece en el libro especializado en la
materia [Ric80].
Así para obtener el coeficiente de seguridad por flecha, ecuación 6.14, solo
habría que dividir dicho valor entre el de la flecha máxima que sufrirá la viga.
Previamente este valor de flecha para la viga se debe haber corregido en función
de los valores del módulo de elasticidad del material y el momento de inercia.
El coeficiente de seguridad de la viga será el más restrictivo de ambos, es decir,
el de menor valor.
Madm
CSm = (6.12)
Mmax
luzvano
fadm = (6.13)
500
fadm
CSf = (6.14)
fmax
Una vez se calculen los coeficientes de seguridad para las vigas de reparto
en función de los distintos tipos de material, perfil y disposición de las vigas y
puntales, todos los datos serán recogidos en MR_carga y MR_reparto en fun-
ción de qué viga se trate. En estos dos archivos se encuentran sendas matrices
en las cuales cada fila será un encofrado con valores diferentes para las citadas
variables de distancia entre vigas de carga, distancia entre vigas de reparto,
distancia entre puntales, espesor del hormigón y el lugar donde se colocará la
primera viga.Esta posición se trata como una variable, pero realmente es algo
CAPÍTULO 6. MÉTODO DE CÁLCULO 61
Una vez se hayan estudiado tanto las vigas de carga como las vigas de
reparto en función de sus solicitaciones y el tipo de perfil a emplear, se hará
una selección para eliminar aquellos casos en los que las vigas no estén por
encima de un coeficiente de seguridad determinado, que se ha establecido en
este caso en 1.3 y también aquellas que sobrepasen un coeficiente de seguridad
de 2.5.. Con esta selección, se tendrán en cuenta los casos estructuralmente
válidos y que además cumplan las solicitaciones con una seguridad mínima
determinada. Una vez definido el tipo de perfil que podrá ser empleado para
cada caso de carga y disposición, dependiendo de la altura a la que se encuentre
la losa, será necesario el uso de un tipo de puntal determinado, en función de
su longitud, ya que deben ser lo suficientemente largos como para llegar a
sustentar la losa y en función de la carga que deberán soportar, buscando así
la combinación perfecta entre ambas características. Con esta información, se
podrá determinar aquellos puntales que cumplan las solicitaciones técnicas,
capaces de resistir los esfuerzos, pero entre todos los que cumplan se deberán
tener en cuenta otros factores como su versatilidad, manejabilidad, durabilidad
y su peso, para poder elegir el óptimo. Esto también se llevará a cabo con las
vigas que formarán el encofrado en la fase de optimización.
Así, cuando ya se disponga de un árbol de posibles situaciones para vigas
de carga y de reparto, entrará en juego el puntal que será empleado en cada
situación. Esto de penderá de dos factores: la altura a la que realizará la losa
de hormigón, y la carga máxima que deberá soportar el puntal. Una vez defi-
nido el puntal se calculará el coeficiente de seguridad con el que trabaja y se
eliminarán aquellos que no trabajen en un rango de coeficiente de seguridad
como el establecido para las vigas. Las alturas de estudio, variarán entre 2.4 m
y 4 m, que son valores relativamente normales para alturas de forjado. Todas
estas podas del árbol de posibilidades , serán llevadas a cabo por la función
Encofrados, de la que ya se habló en la sección 6.2.
Los propiedades de los puntales comerciales que se utilizarán, están reco-
gidos en la figura 6.3, extraída del catálogoPuntales para losas. PEP de la
casa de encofrados PERI al igual que la figura 6.5 donde se muestran los ti-
pos de puntales con sus alcances en altura. No se realiza cálculo de la carga
CAPÍTULO 6. MÉTODO DE CÁLCULO 64
Longitud Extendido [m] 1.71 - 3.00 1.96 - 3.50 2.21 - 4.00 2.71 - 5.00
1.80 35000 0 0 0
1.90 35000 0 0 0
2.00 35000 35000 0 0
2.10 35000 35000 0 0
2.20 35000 35000 0 0
2.30 35000 35000 35000 0
2.40 35000 35000 35000 0
2.50 35000 35000 35000 0
2.60 35000 35000 35000 0
2.70 31700 35000 35000 0
2.80 28500 35000 35000 35000
2.90 25700 35000 35000 35000
3.00 23200 35000 35000 35000
3.10 0 34600 35000 35000
3.20 0 31500 35000 35000
3.30 0 28800 35000 35000
3.40 0 26400 35000 35000
3.50 0 24100 33900 35000
3.60 0 0 31200 35000
3.70 0 0 28900 35000
3.80 0 0 26800 35000
3.90 0 0 24800 35000
4.00 0 0 22800 35000
4.10 0 0 0 35000
4.20 0 0 0 35000
4.30 0 0 0 34000
4.40 0 0 0 31900
Dominio.
Condiciones de contorno.
Incógnitas.
CAPÍTULO 6. MÉTODO DE CÁLCULO 69
Resultados
71
CAPÍTULO 7. RESULTADOS 72
la posible solución.
Finalmente en los casos 5 y 6, se obtendrán las soluciones óptimas supo-
niendo un coste de los elementos que forman el encofrado nulo, es decir, ahora
el precio de los materiales necesarios para la construcción del encofrado no
influirá en la elección de una u otra solución, sino que se obtendrán las solu-
ciones que presenten tiempos de montaje inferiores para cada tipo de material
estudiado.
Cada caso de estudio incorpora una tabla en la que se definen los datos
que determinan las variables económicas que afectan a la elección de un deter-
minado sistema, así como las características que definen la losa. Las soluciones
óptimas propuestas por el programa, serán presentadas en una tabla, donde
cada fila hace referencia a una posible solución, y cada columna de izquierda a
derecha se refiere a los nombres de las variables que aparecen, identificándose
con H o IPN el tipo de perfil de las vigas de carga, el número que se encontrará
debajo de esta designación, en la fila correspondiente, indicará el tamaño del
perfil. La variable d_vcarga indica la distancia de separación entre las vigas
de carga de la solución expresada en metros. Idéntico con la segunda fila de
vigas, encontrando la designación del perfil y posteriormente la distancia de
separación entre las vigas de reparto indicado con d_vreparto, exactamente el
mismo criterio es el que se toma para la determinación del puntal Puntal y
su distancia de separación en metros d_puntal y por último se encuentran el
coeficiente de seguridad C.S. y coste asignados al sistema Coste (e/m2 ).
Por último se realiza para cada caso el frente de Pareto con las soluciones
óptimas en las condiciones especificadas y para la losa requerida.
Caso Estudio 1
Datos de Entrada
Espesor hormigón (m) 0,4
Material Madera
Altura Losa 3,2
Precio Madera (e/kg) 1,2
Precio puntal P30 (e/ud) 15
Precio puntal P35 (e/ud) 20
Precio puntal P40 (e/ud) 25
Precio puntal P50 (e/ud) 30
Precio mano de obra (e/hora) 24
Las posibles soluciones para los datos de entrada de este caso, pueden
observarse en la tabla 7.2, estas posibles soluciones están ordenados por
coeficiente de seguridad. En la figura 7.1 se muestra un gráfico del com-
portamiento del coeficiente de seguridad frente al coste para este tipo de
encofrados.
Caso Estudio 2.
Datos de Entrada
Espesor hormigón (m) 0,4
Material Acero
Altura Losa 3,2
Precio Acero (e/kg) 0,9
Precio puntal P30 (e/ud) 15
Precio puntal P35 (e/ud) 20
Precio puntal P40 (e/ud) 25
Precio puntal P50 (e/ud) 30
Precio mano de obra (e/hora) 24
Caso Estudio 3.
Para ver ahora la influencia del precio de mano de obra mano de obra
para la fabricación de la misma losa que se ha estudiado tanto en el caso
1 como en el 2, se introducirán exactamente los mismo costes de material,
pero se variará el coste de mano de obra.
Datos de Entrada
Espesor hormigón (m) 0,4
Material Madera
Altura Losa 3,2
Precio Madera (e/kg) 1,2
Precio puntal P30 (e/ud) 15
Precio puntal P35 (e/ud) 20
Precio puntal P40 (e/ud) 25
Precio puntal P50 (e/ud) 30
Precio mano de obra (e/hora) 48
en el caso 1.
Caso Estudio 4.
Datos de Entrada
Espesor hormigón (m) 0,4
Material Acero
Altura Losa 3,2
Precio Acero (e/kg) 0,9
Precio puntal P30 (e/ud) 15
Precio puntal P35 (e/ud) 20
Precio puntal P40 (e/ud) 25
Precio puntal P50 (e/ud) 30
Precio mano de obra (e/hora) 48
Caso Estudio 5.
Datos de Entrada
Espesor hormigón (m) 0,4
Material Madera
Altura Losa 3,2
Precio Madera (e/kg) 0
Precio puntal P30 (e/ud) 0
Precio puntal P35 (e/ud) 0
Precio puntal P40 (e/ud) 0
Precio puntal P50 (e/ud) 0
Precio mano de obra (e/hora) 24
Caso Estudio 6.
Por último se analiza este mismo efecto, es decir, la repercusión del coste
de mano de obra para encofrar y desencofrar dicho sistema, que se observa
eliminando el coste de los materiales empleados para la construcción del
mismo.
Datos de Entrada
Espesor hormigón (m) 0,4
Material Acero
Altura Losa 3,2
Precio Acero (e/kg) 0
Precio puntal P30 (e/ud) 0
Precio puntal P35 (e/ud) 0
Precio puntal P40 (e/ud) 0
Precio puntal P50 (e/ud) 0
Precio mano de obra (e/hora) 24
Conclusiones
85
CAPÍTULO 8. CONCLUSIONES 86
Aportaciones y futuros
desarrollos
9.1. Aportaciones
87
CAPÍTULO 9. APORTACIONES Y FUTUROS DESARROLLOS 88
1
Poka-yoke es una técnica de calidad desarrollada por el ingeniero japonés Shigeo Shingo
en los años sesenta, significa .a prueba de errores". La idea principal es la de crear un proceso
donde los errores sean imposibles de realizar.
CAPÍTULO 9. APORTACIONES Y FUTUROS DESARROLLOS 89
Ex� h3 B1
Dx = = (9.1)
12 b1
Ey� h3 B2
Dy = = (9.2)
12 a1
E �� h3
D1 = (9.3)
12
Gh3 B2
Dxy = = (9.4)
12 a1
C1 δ 2 ω
Mxy = (9.5)
b1 δxδy
C2 δ 2 ω
Myx = − (9.6)
a1 δxδy
� �
δ2ω δ2ω
Mx = − Dx 2 + D1 2 (9.7)
δx δy
� �
δ2ω δ2ω
My = − Dy 2 + D1 2 (9.8)
δy δx
δ 2 Mx δ 2 Myx δ 2 My δ 2 Mxy
+ + − = −q (9.9)
δx2 δxδy δy 2 δxδy
� �
B1 δ 4 ω C1 C2 δ4ω B2 δ 4 ω
+ + + = q (9.10)
b1 δx4 b1 a1 δx2 δy 2 a1 δy 4
CAPÍTULO 9. APORTACIONES Y FUTUROS DESARROLLOS 92
primer lugar los módulos que incorporan puntales plegados ya que sobre estos
se apoyarán también todos los módulos simples, como el de la figura 9.4, por
tanto serán simples todos los módulos situados en el contorno de cada uno
de los que incorporan puntales. Esto agiliza de manera notable el encofrado
ya que los puntales que incorporan algunos de los módulos servirán de apoyo
tanto para ellos como para los simples ya que la superficie de apoyo del puntal
sobresale del área de encofrado del módulo visto en planta.
Este tipo de sistemas muy estandarizados, serán muy útiles para el enco-
frado de grandes losas, diáfanas, y de fácil acceso. Permiten una montaje y
desmontaje del sistema muy rápido, del orden de 1/5 parte del tiempo emplea-
do con un sistema de vigas de carga y vigas portantes como se recoge en el
libro [Som05]. Por contra este tipo de sistema, por el hecho de consistir en un
emparrillado con los nudos rígidos, deberá tener unas superficies entre vigas
mucho menores, para evitar flechas excesivas, y esto supondrá un aumento en
el peso del encofrado. Este aumento en el peso repercutirá en su manejabilidad,
que sumando además el peso extra de llevar incorporados los puntales, lo con-
vierte en un sistema sólo utilizable en lugares de fácil acceso para una grúa que
facilite su manipulación. Además debido a su estandarización, no se adaptará
a losas con una geometría que no sea cuadrada o rectangular, limitando mucho
este aspecto su campo de aplicación.
Por tanto se puede concluir que se está ante un sistema extremadamen-
te eficaz para un reducido número de aplicaciones, resultando muy poco útil
trabajando fuera de las funciones específicas para las que ha sido ideado.
Lista de referencias
bibliográficas
[MA65] H.S. Delgado M. Adam, M. Bennasr. Poussée du béton frais sur les
coffrages. Anales del Institut Technique de Bâtiment et des Travaux
Publics, 207-208, 1965. 28
95
LISTA DE REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 96