Guia de Gobierno Eclesiastico
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Apóstoles: el término significa “mensajero”, “enviado” y se usaba para señalar a
las personas que tenían autoridad espiritual: dirigían y administraban los bienes de
la iglesia.
Diáconos: termino de designo a las personas encargadas del servicio social,
inicialmente fueron elegidos para quitarle una carga física y social a los apóstoles, no
para gobernar, ni administrar, ni pastorear la iglesia del Señor. Es después del siglo
III cuando en la época del emperador Constantino que es institucionalizado el
diaconado y llega a ser una orden en la jerarquía eclesiástica.
La palabra “Diákonos” (Del lat. diacŏnus, y este del gr. διάκονος, servidor,
ministro) y sus derivados aparece más de cien veces en el texto griego del Nuevo
Testamento (Septuaginta), pero la palabra «Diácono» solo tres veces en la RV. Este
término semitécnico designa al que desempeña determinado servicio no especificado
en la iglesia local. Es traducida más frecuentemente como «siervo» y «ministro». Esta
palabra está probablemente relacionada con el verbo griego “dioko”, que significa
“apresurarse en pos, perseguir” (quizás utilizado originalmente de los corredores).
Aparece en el N. T. de siervos domésticos Juan 2:5,9; del magistrado civil Rom 13:4;
de Cristo Rom 15:8; Gál 2:17; de los seguidores de Cristo en relación con el Señor de
ellos Juan 12:26; Efesios 6:21; Colosenses 1:7; 4:7; de los seguidores de Cristo en
relación los unos con los otros Mateo 20:26; 23:11; Marcos 9:35; 10:43; de los
siervos de Cristo en la obra de la predicación y enseñanza 1 Corintios 3:5; 2 Corintios
3:6; 11:23; Efesios 3:7; Colosenses 1:23,25; 1 Tesalonicenses 3:2; 1 Timoteo 4:6.
Una sola mujer lleva el título griego de diákonos (Diácono) en la Biblia: «la hermana
Febe» de la iglesia de Cencrea Romanos 16:1. De esta referencia se deduce la
existencia del oficio y la presencia de mujeres en el diaconado de la iglesia primitiva.
Quizás la frase «mujeres» en 1 Timoteo 3:11 se refiere a diaconisas, aunque algunos
exégetas sostienen que estas son las esposas de los diáconos. En el primer caso, Pablo
indicaría los requisitos para el diaconado total en los vs 8–13, subrayando que
las diaconisas deben ser «honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo».
Las mujeres que servían a Jesús Lucas 8: 2 - 3 podrían conceptuarse como
precursoras de estas.
Sin embargo, según se contempla en Hechos 6: 1 - 7, es muy importante destacar
que la diakonía (servicio) material no entra (ni está) en discrepancia con la diakonía
(ministerio) de la Palabra.
En Filipenses 1:1 Pablo menciona a los diáconos en íntima relación con los
Obispos. Igualmente, al observar los requisitos para el diaconado según
1 Timoteo 3:8–13 podemos darnos cuenta que éstos no difieren mucho de los
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correspondientes al obispado y que no se especifica cuál sea exactamente su obra
(labor o trabajo) a realizar.
Durante el período post apostólico, el concepto neotestamentario del diaconado
sufrió una disminución e institucionalización y llegó a ser una orden en la jerarquía
ministerial.
Las responsabilidades de los diáconos son sobre todo administrativas y
caritativas, y sus virtudes (sobriedad, honradez y transparencia [de carácter]), las más
apropiadas para oficiales encargados de las finanzas y el servicio social.
Aunque toda la iglesia ha de ejercer la diaconía (servicio), es también un don
especial (Romanos 12:7; 1 Pedro 4:11; «los que ayudan» en 1 Corintios 12:28), el
cual pueden recibirlo tanto hombres como mujeres (Diaconisa). Los diáconos se
destacaban sobre todo en la Santa Cena, o en el ágape de esta, en el cual la iglesia
expresaba su preocupación social. La acepción original del diácono es del que sirve
en un banquete Marcos 1:31; Lucas 10:40; Juan 2:5,9; Marcos 10:45; Lucas 22:26,
aunque se habla también de servir o ministrar en un sentido más general.
Nota: “Diáconos” debe de distinguirse de “Doulos” esclavo; diakonos contempla
al siervo en relación con su obra; doulos le considera en relación con su dueño.
Véamos la Parábola de la fiesta de las Bodas en Mateo 22:2-14; aquellos que traen a
los huéspedes vs. 3,4,6,8,10 son douloi (esclavos); aquellos que cumplen la sentencia
pronunciada por el rey v. 13 son diakonoi.
Otros usos parecidos: En cuanto a términos sinónimos, leitourgos denota a uno
que lleva a cabo deberes públicos; misthios y misthotos, a un siervo asalariado;
oiketes, a un siervo doméstico; juperetes, a un funcionario subordinado a disposición
de su superior (originalmente, un remero subalterno en una galera de guerra);
therapon, uno cuyo servicio es de libertad y de dignidad.
Ancianos: del vocablo griego presbisteriom, usado en el Nuevo Testamento
generalmente para designar a las autoridades de las iglesias locales constituidas por
los apóstoles Hechos 14:23. Estos no eran electos, sino que la iglesia recibía por
designación Tito. 1:5; Hch. 14:23. Zaqen, «anciano, anciana, viejo». Zaqen aparece
174 veces en el Antiguo Testamento hebreo como nombre y adjetivo. Se usa primero
en Génesis 18:11: «Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le
había cesado ya la costumbre de las mujeres». En Génesis 19:4, el término «viejo» se
usa como antónimo de «joven».El término «anciano», en el sentido de «mayor», es
un uso más especializado de zaqen. El pueblo reconocía al «anciano» por sus dones
de liderazgo, sabiduría y justicia. Se consagraba para administrar justicia, resolver
disputas y guiar a las personas bajo su responsabilidad. Se conoce también a los
ancianos como oficiales (shotrîm), príncipes (jefes de tribus) y jueces. Nótese el uso
paralelo: «[Josué] llamó a todo Israel, a sus ancianos, sus príncipes, sus jueces y
oficiales, y les dijo: Yo ya soy viejo y avanzado en años» (Jos 23.2). El rey consulta a
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los «ancianos» antes de tomar decisiones 1 Reyes 12:8. En una ciudad cualquiera, el
consejo gobernante lo constituyen «ancianos» que tienen la responsabilidad de velar
por el bienestar de la población: 1 Samuel 16:4. Los ancianos sesionaban en la puerta
de la ciudad Rut 4:1–2. El lugar de «reunión» se llegó a conocer como
«congregación», «consejo» o «asamblea» Salmo 107:32.
En las iglesias locales había siempre más de un anciano. Los Apóstoles no podían
quedarse en cada iglesia y cargar con la responsabilidad del gobierno local.
No hay ejemplo de un solo anciano en una iglesia local. Todas las referencias a
los ancianos se hallan en plural. Este trabajo de gobernar, enseñar, pastorear, velar y
supervisar no recae sobre un solo hombre. Dios ha propuesto que varios hermanos
mancomunadamente lleven las responsabilidades en la iglesia. Generalmente el
pastor es el único que enseña la doctrina, ministra los sacramentos y las ceremonias
más trascendentes, visita a los enfermos, a los que tienen problemas morales y
espirituales y también a los nuevos creyentes que necesitan un cuidado especial. Con
tanto trabajo corre el peligro de descuidarse en la oración y la ministración de la
palabra y algunas funciones de su ministerio. Una iglesia debe estar debidamente
apacentada en todas sus áreas.
Un consejo de ancianos en una iglesia local “presbysteriom” 1 Timoteo 4:14 se
distribuye el trabajo y se logra cuidar cada oveja, dándoles lo necesario, supliendo
todas sus necesidades, alimentándolas adecuadamente, protegiéndolas y no
permitiendo que se dispersen, así la iglesia del Señor crecerá espiritual y
numéricamente.
Presbíteros:
Obispos:
Obispos episkopos, lit., supervisor (epi, sobre; skopeo, mirar o vigilar), de donde
se deriva el término castellano episcopado. Se encuentra en Hechos 20:28;
Filipenses 1:1; 1 Timoteo 3:2; Tito 1:7; 1 Pedro 2:25.
El término «anciano» indica la experiencia y entendimiento espiritual
maduros de aquellos que son así descritos; el término «obispo» o «supervisor» indica
el carácter de la obra emprendida. En base de la voluntad y designación divina, como
sucedía en el NT, debía haber obispos en cada iglesia local Hechos 14:23; 20:17;
Filipenses 1:1; Tito 1:5; Santiago 5:14, que eran puestos bien por los apóstoles, bien
por delegados específicamente instruidos para esta tarea. Cuando se usa el singular, el
pasaje describe cómo debía ser un obispo 1 Timoteo 3:2; Tito 1:7. Cristo mismo es
señalado como «Obispo de vuestras almas» 1 Pedro 2:25.
Sus cualidades de maestro, pastor y administrador se detallan en 1 Timoteo 3:2–7
y Tito 1:5–9. Si Filipenses 1:1 describe un caso típico, en cada iglesia había varios
obispos; véase la pluralidad de Ministros en Hechos 13:1.
La responsabilidad del obispo es «apacentar la Iglesia del Señor» Hechos 20:28.
No difiere de la responsabilidad de un pastor (poimén) ni de un Anciano
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(presbíteros). En Hechos 20 leemos que Pablo convoca a los «ancianos» de Éfeso
v. 17, los llama «obispos» v. 28 y les encomienda la obra pastoral con el rebaño
v. 28. Asimismo, escribiendo a Tito, Pablo lo instruye para «establecer ancianos en
cada ciudad» (1:5) que sean irreprensibles, porque «es necesario que el obispo sea
irreprensible» (1:7). Para Pablo, obispo y anciano eran sinónimos, con la excepción
de que el obispo había de ser «apto para enseñar» 1 Timoteo 3:2, mientras que no
todos los ancianos trabajan en la palabra y en la enseñanza 1 Timoteo 5:17. No
obstante, el Nuevo Testamento nunca supedita al anciano al obispo jerárquicamente.
Había ancianos en la primera iglesia de Jerusalén Hechos 11:30, aunque no se nos
explica cómo se nombraron, y participaban en el Concilio con los apóstoles Hechos
15:4, 6, 23; 16:4. Pablo y Bernabé «constituyeron ancianos en cada iglesia» de Asia
Menor, con oración y ayuno Hechos 14:23, y se instó a Tito a que hiciera lo mismo
en Creta Tito 1:5. Pablo pronunció un discurso a los ancianos de la iglesia de Éfeso
Hechos 20:17, y más tarde recomienda que «los ancianos que gobiernan bien sean
tenidos por dignos de doble honor» 1 Tim 5.17. Pedro se identifica como anciano
1 Pedro 5:1 y también Juan 2 Juan 1; 3 Juan 1. Cada congregación la gobernaba un
conjunto de líderes llamados indistintamente ancianos u obispos. Puesto que el verbo
«supervisar» se usa en 1 Pedro 5:2 para describir la función de los ancianos, y Pablo
llama «obispos» a los ancianos de Éfeso Hechos 20:28; Tito 1:5–7, parece que los
términos anciano y Obispo eran intercambiables.
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Están gobernados por dos cuerpos o grupos de ancianos: los que enseñan, que son
ministros ordenados o pastores y los ancianos gobernantes, que son elegidos de entre
las filas de la iglesia
En las congregaciones o iglesias locales, estos ancianos, con un ministro a la
cabeza como moderador, forman la sesión, la cual ejerce autoridad suprema en todos
los asuntos de índole espiritual en la iglesia local.
Internamente, hay dos juntas adicionales: los diáconos, que asumen la
responsabilidad de las obras benéficas y algunos otros deberes, y los fideicomisarios,
que son los encargados de las propiedades de la iglesia, su mantenimiento y de las
finanzas.
C - . GOBIERNO CONGREGACIONAL:
Por lo general, es el más practicado entre las Iglesias Cristianas Evangélicas. Este
Sistema que pone la autoridad en la congregación local, y los asuntos importantes son
decididos por las congregaciones sin considerar la autoridad de otras iglesias u
oficiales. Aunque las iglesias locales pueden estar sometidas en algún grado a cuerpos
mayores (Cuerpo Ministerial, de Ancianos. de Diáconos, comités u oficiales), el
concepto es que la iglesia local determina sus propios asuntos, elige y ordena sus
ministros y dirige el uso de sus finanzas.
Cada iglesia o congregación es una iglesia completa, independiente de cualquiera
otra. El gobierno descansa exclusivamente en los miembros de la iglesia, los que
están capacitados para ordenar sus propios asuntos, los oficiales son simples
funcionarios de la iglesia local, designados para enseñar y administrar los asuntos de
la iglesia, y no tienen poder para gobernar más allá del que poseen como miembros
de la iglesia.
Si se considera conveniente que varias iglesias ejerzan comunión con algunas
otras como a veces pasa, este compañerismo encuentra expresión en los Concilios
Eclesiásticos o en las Federaciones y en conferencias locales o provinciales, para la
consideración de sus intereses comunes. Pero las acciones de tales cuerpos asociados
son tenidos como estrictamente sugerencias o declaraciones, y no comprometen a
ninguna iglesia en particular para obligarla a su cumplimiento.
En cierta medida se ven las tres formas de gobierno en la iglesia primitiva.
Algunas de las iglesias primitivas reconocen que los apóstoles tienen la autoridad
primaria. Sin embargo, esto parece haber acabado junto con la primera generación de
cristianos. En el concilio de Jerusalén se ilustra el gobierno representativo. Hechos
15, donde los apóstoles y ancianos reunidos fueron considerados como una autoridad
en cuestiones doctrinales surgidas en las iglesias. Sin embargo, estrictamente
hablando, ellos no habían sido elegidos ni eran representantes de la iglesia en el
sentido moderno. A meda que las iglesias maduraron y ya no necesitaron la
supervisión apostólica, parece que el gobierno fue pasando a las iglesias locales
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mismas. Esta parece ser la situación en• el caso de las siete iglesias de Asia
mencionadas en Apocalipsis 2- 3, las cuales no estaban sujetas a autoridad humana
aunque permanecían bajo la autoridad de Cristo mismo.