OÍDO EXTERNO:

Comprende 2 partes: el pabellón y el conducto auditivo externo.

Pabellón (Aurícula):

-Configuración Externa.

La cara lateral o externa presenta una depresión en su parte anteroinferior: la concha, en cuyo
fondo se abre el conducto auditivo externo. Está bordeada por cuatro salientes: el hélix, pliegue
curvilíneo que ocupa las partes anterior, superior y posterior de la aurícula; el antehélix, situado
entre el hélix y la concha; hacia adelante por el trago, que es una elevación redondeada o
triangular, y hacia atrás y hacia abajo por el antitrago. Debajo de la parte inferior del hélix, del
trago y del antitrago se encuentra el lóbulo de la oreja, una formación blanda de dimensiones
variables.

La cara medial o interna está orientada medialmente y atrás. Limitada adelante por un surco
curvilíneo, el surco cefaloauricular. Se fija en sus dos tercios anteriores a la pared craneana, a nivel
de la concha, donde se abre el conducto auditivo externo.

-Constitución Anatómica.

El pabellón está formado por: una lámina cartilaginosa que posee la misma forma y presenta
iguales elevaciones y depresiones que el propio pabellón.

Los ligamentos; se distinguen ligamentos extrínsecos, que son anterior (relaciona el proceso
cigomático con el trago y con la parte anterior de la concha) y posterior (une la base del proceso
mastoideo con la convexidad de la concha), quienes amarran al pabellón auditivo a las paredes
craneanas; y los ligamentos intrínsecos (se extienden de la convexidad de la concha a la
convexidad del antehélix, de la convexidad del hélix a la del antehélix y a la de la concha, y del
trago al helix), que pliegan la cara interna del cartílago.

Los músculos auriculares: los músculos extrínsecos son los músculos auriculares superior, anterior
y posterior. Los músculos intrínsecos son los músculos mayor y menor del hélix, los músculos del
trago, los del antitrago, el músculo transverso y el músculo oblicuo. Todos estos músculos están
inervados por el facial.

Tejido celular subcutáneo. Prácticamente inexistente en la cara externa del pabellón, está
reducido en la cara interna a unos pocos pelotones adiposos.

La piel. Fina, lisa, casi enteramente desprovista de pelos, tapiza de modo regular al cartílago al
cual se adhiere. Hacia abajo, por debajo del cartílago, se continúa para formar el lóbulo de la oreja.

-Vasos y nervios:

Las arterias provienen de la arteria temporal superficial y de la arteria auricular posterior. La

primera da ramas a la cara lateral. La segunda a la cara medial.

Una corriente anterior de las venas se dirige a la vena temporal superficial y una corriente
posterior drena en la yugular externa o en la vena mastoidea.
Los linfáticos forman una fina red. Los de la cara medial terminan en los nodos mastoideos y
parotídeos superiores: los de la cara lateral van a los nodos preauriculares y parotídeos, y hacia
atrás, los linfáticos del borde auricular encuentran a los de la cara medial.

Los nervios motores proceden del nervio facial. Los nervios sensitivos provienen del
auriculotemporal y de la rama auricular magna del plexo cervical superficial.

Conducto Auditivo [Meato Acústico] Externo:

Prolonga la cavidad de la concha hasta la membrana del tímpano. Es aplanado de adelante hacia
atrás. Al corte transversal aparece elíptico y oval, con su eje mayor dirigido de arriba hacia abajo y
de adelante hacia atrás. Está formado por una porción ósea, una porción fibrocartilaginosa y un
revestimiento cutáneo.

Porción ósea: Constituida por la parte timpánica del hueso temporal.

Porción fibrocartilaginosa: Parte lateral del meato. Se continúa lateralmente con el trago. La parte
fibrosa se encuentra atrás y arriba. Se ensancha de lateral a medial, mientras que la lámina
cartilaginosa se estrecha progresivamente en el mismo sentido.

Revestimiento cutáneo: La piel del meato acústico externo continúa medialmente a la de la

aurícula. Se adelgaza en forma gradual de lateral a medial. Sus anexos son: pelos rudimentarios y
algunas glándulas sebáceas y sudoríparas modificadas. Estas glándulas secretan una materia
amarillenta: el cerumen.

-Vasos y nervios:

Las arterias provienen de la temporal superficial y de la auricular posterior para la parte lateral del
meato; de la arteria timpánica para la parte profunda.

Las venas drenan en las venas maxilares internas y en la yugular externa.

Los linfáticos terminan en los nodos preauriculares, en los parotídeos y en los cervicales
profundos.

Los nervios provienen del auriculotemporal para la parte superficial, de la rama auricular magna
del plexo cervical para la parte posterior; así como también del nervio vago (porción ósea del
conducto y membrana del tímpano) y del nervio facial.

OÍDO INTERNO:

El oído interno está formado por un conjunto de cavidades óseas excavadas en el espesor de la
parte petrosa del temporal medial y detrás de la cavidad timpánica. Estas cavidades constituyen el
laberinto óseo, ocupado por vesículas o sacos membranosos cuyo conjunto forma el laberinto
membranoso. Los sacos contienen un líquido, la endolinfa, y están separados de las paredes óseas
por otro líquido, la perilinfa.

Laberinto Óseo:

Comprende: el vestíbulo, los conductos semicirculares, la cóclea y el conducto auditivo interno.

Laberinto vestibular: Cavidad ovoide, alargada de adelante hacia atrás y aplastada
lateromedialmente. En él se describen seis paredes

Pared lateral: Es una delgada lámina ósea, oblicua hacia abajo y medialmente que separa el
vestíbulo de la cavidad del tímpano. Se observa en ella la ventana del vestíbulo cerrada por la base
del estribo. Atrás y abajo se encuentra la ventana de la cóclea que comunica la cavidad del
tímpano con el vestíbulo, donde comienza la rampa timpánica de la cóclea.

Pared medial: Separa el vestíbulo del fondo del conducto auditivo interno. Su parte media está
marcada por la cresta del vestíbulo, dirigido hacia atrás, donde se bifurca. La parte anterior
constituye la pirámide. Por encima y debajo de ella se encuentran dos recesos: uno inferior o
esférico y otro superior o elíptico. Hacia atrás, entre las ramas de bifurcación de la cresta, se
encuentra el receso coclear. Por arriba y detrás de ella se encuentra el conducto sulciforme que
desemboca en el orificio interno del acueducto del vestíbulo, el cual se abre en la cara
posterosuperior de la porción petrosa del temporal.

Pared superior: Constituye la bóveda del vestíbulo.

Pared inferior: Corresponde a la parte inicial de la lámina espiral ósea de la cóclea que se
desprende delante del receso coclear.

Pared anterior: relacionada con el acueducto de Falopio y el nervio facial. Mas abajo comunica el
vestíbulo con la rampa de la cóclea.

Parte posterior: presenta en su parte inferior el ostio ampular del conducto semicircular posterior.

Conductos semicirculares:

Situados detrás y arriba del vestíbulo (anterior, posterior y lateral). Son canales tubulares en forma
de herradura. Cada uno presenta dos ostios (ampular y no ampular).

Cóclea:

Tubo contorneado en espiral que comunica hacia atrás y hacia abajo con la cavidad vestibular.
Constituida por un eje óseo, la columela, alrededor de la cual se dispone un tubo hueco, la lámina
de los contornos. Sobre la columela se implanta la lámina espiral, la cual divide a la lámina de los
contornos en dos rampas (anterior o vestibular y posterior o timpánica).

Conducto Auditivo Interno:

Horizontal, dirigido lateralmente y algo hacia adelante. La cresta transversa la divide en dos partes.
En su parte superior se observa adelante la fosa anterior, donde penetra el nervio facial, marcando
el comienzo del acueducto de Falopio. En su parte inferior, presenta el área coclear.

El piso superior presenta hacia adelante el orificio del acueducto de Falopio, y la fosita vestibular
superior, hacia atrás. El piso inferior también presenta dos fositas, la coclear (anterior) y la
vestibular inferior (posterior).

LABERINTO MEMBRANOSO:

Situado en el interior del laberinto óseo. Comprende:

-Vestíbulo membranoso: comprende 2 vesículas, el utrículo y el sáculo, de las que surgen dos
conductos que se unen, formando el conducto endolinfático.

-Conductos semicirculares membranosos: Su conformación es sensiblemente idéntica a la de los

conductos semicirculares óseos, en cuyo interior se hallan situados.

-Cóclea membranosa: situada en el conducto coclear óseo, donde ocupa el espacio que separa el
borde libre de la lámina espiral ósea de la pared lateral de la lámina de los contornos. Se interpone
entre las rampas vestibular y timpánica. Se origina en la parte inferior del vestíbulo y se comunica
con el sáculo, luego se introduce en el orificio vestibular de la cóclea ósea y la recorre en sus tres
vueltas de espira.

Líquidos del Oído Interno:

La endolinfa es un líquido claro, comparable al agua que llena las cavidades del laberinto
membranoso. Contiene a veces secreciones calcáreas concentradas a nivel de las máculas y de las
crestas acústicas.

La perilinfa es un líquido claro, incoloro, semejante a la endolinfa. Se encuentra en el espacio

comprendido entre el laberinto membranoso y el óseo.

Vascularización e Inervación:

La arteria principal es la arteria laberíntica (auditiva interna), rama de la cerebelosa inferior

anterior y media. Existen arterias accesorias provenientes de las meníngeas, de la estilomastoidea
y de las arteriolas de la pared medial de la cavidad del tímpano.

Se describen tres venas: la vena laberíntica que sigue a la arteria del mismo nombre, termina en el
seno potroso inferior; la vena del acueducto del vestíbulo, que vuelca en el seno petroso superior;
y la vena del acueducto de la cóclea, que vuelca en la yugular interna.

La linfa está representada por la endolinfa y la perilinfa. En el oído interno no existen vasos ni
linfo-nodos.

La inervación es esencialmente sensorial, depende del nervio auditivo, que en realidad está
formado por el nervio coclear o acústico, destinado a la audición, y el nervio vestibular o nervio del
equilibro.

Arterias: Arteria laberíntica. Ramas accesorias provenientes de las meníngeas y de la arteria

estilomastoidea.

Venas: Vena laberíntica, vena del acueducto del vestíbulo, vena del acueducto de la cóclea.

La linfa está representada por la endolinfa y la perilinfa. En el oído interno no existen vasos ni
linfo-nodos.

La inervación es esencialmente sensorial, depende del nervio auditivo, que en realidad está
formado por el nervio coclear o acústico, destinado a la audición, y el nervio vestibular o nervio del
equilibro.