Teoría de Conjuntos (Curso) - Felipe

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TEORÍA DE

CONJUNTOS

FELIPE PRIETO
ÍNDICE

CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN 4

1.1 La Jerarquı́a Acumulativa de Zermelo 5

1.2 Lenguaje Formal de la Teorı́a de Conjuntos 6

1.3 Traducciones entre el metalenguaje y el lenguaje de la Teorı́a de Conjuntos 9

CAPÍTULO 2: TEORÍA AXIOMÁTICA DE CONJUNTOS, ZERMELO-FRAENKEL 12

2.1 Primeros Axiomas y su justificación en la Jerarquı́a Acumulativa 12

2.2 Conjuntos vs Clases 21

CAPÍTULO 3: ÁLGEBRA DE CONJUNTOS 27

3.1 Relacionales y Relaciones 28

3.2 Funcionales y Funciones 31

3.3 Relaciones de equivalencia, órdenes parciales, órdenes totales, buenos órdenes 43


y relaciones bien fundadas

CAPÍTULO 4: LOS NÚMEROS NATURALES, ω 67

4.1 Construcción de los Naturales 70

4.2 Inducción y Orden sobre ω 83

4.3 Recursión sobre ω 92

4.4 Operaciones y relaciones 109

4.5 Más Recursión para ω. 116

CAPÍTULO 5: CONSTRUCCIÓN CONJUNTISTA DE LA MATEMÁTICA CLÁSICA 127

5.1 Los números Enteros, Z 127

5.2 Los números Racionales, Q 127

5.3 Los números Reales, R 127

CAPÍTULO 6: TEORÍA DE LA COMPARACIÓN 128

6.1 Equipotencia 128

6.2 Dominancia 130


CAPÍTULO 7: CONJUNTOS FINITOS E INFINITOS 135

7.1 Definiciones y Propiedades de los conjuntos Finitos 135

7.2 Propiedades de los conjuntos Infinitos 141

7.3 Conjuntos Numerables y contables 141

CAPÍTULO 8: EL AXIOMA DE ELECCIÓN 146

8.1 Definición de una función de elección y AE 148

8.2 Equivalencias del Axioma de Elección (AE) 155

8.3 Un examen sobre el Axioma de Elección. 167

8.4 Aplicaciones de uso común en la matemática 168

BIBLIOGRAFÍA 170

3
CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN

La teorı́a de conjuntos es considerada como uno de los pilares fundamentales en la

formalización de la matemática moderna. El primer problema que da sustancia a la materia

surge a partir de intentar responder a la pregunta ¿Qué es un conjunto?. Durante el

bachillerato, nos proporcionan una respuesta sencilla, a saber “Un conjunto es una colección

de objetos con caracterı́sticas similares”. Junto con esta respuesta sencilla, encontramos

que a Georg Cantor se le ocurrió una idea similar “Se entiende por conjunto a la agrupación

en un todo de objetos bien diferenciados de nuestra intuición o nuestra mente”, (en otras

traducciones como “Se entiende por conjunto a una pluralidad concebida como unidad ”).

Debido a la necesidad de tener una definición en matemáticas del estilo “tal objeto es un

conjunto si y solamente si cumple tales propiedades” nos hemos percatado de que no hay

tales propiedades que describan lo que es un conjunto. Esto último debido a que, al tratar

de hacerlo nos encontramos con el problema de que lo definido no entra en la definición, a

saber el significado de las palabras agrupación, colección, pluralidad, etc., esto resulta un

problema pues el fin de evitar las circularidades. (En lógica, “el definendum no entra en el

definens”). Aunado a esto, el lógico Gottlob Frege tenı́a la idea de que era posible tener

un sistema axiomático que redujera a toda la teorı́a matemática a la lógica formal con dos

simples principios:

• Principio de Extensionalidad: dos propiedades son equivalentes si son aplicables a los

mismos elementos.

• Principio de Abstracción: toda propiedad define un conjunto.

Sin embargo; el segundo principio deriva una serie de contradicciones, lo cual, en él

provocó el término de su carrera. Pero qué problema habı́a con su segundo principio,

Frege recibió una carta tras presentar el segundo volumen de sus principios, del matemático

y filósofo Bertrand Rusell en la que le señalaba una contradicción: Si denotamos por R


Teorı́a de Conjuntos I

al conjunto conformado por los conjuntos que no se pertenecen a sı́ mismos, entonces la

pregunta ¿R se pertenece a sı́ mismo? produce lo siguiente. Por un lado, si R ∈ R, entonces

R no se pertenece a sı́ mismo, una contradicción. Por otro lado, si R ∈


/ R, entonces R es de

los conjuntos que no se pertencen a sı́ mismos y, por ende, R ∈ R, un absurdo. Finalmente,

R no es un conjunto.

1.1 La Jerarquı́a Acumulativa de Zermelo

Por lo anterior, no podemos decir lo que es un conjunto, pero con la Jerarquı́a Acu-

mulativa de Zermelo, se plantearon nociones de cómo construirlos de manera iterativa a

partir de la existencia de un conjunto X (posiblemente vacı́o) de objetos que no son conjun-

tos ni colecciones y son llamados Urelementos. La Jerarquı́a Acumulativa sin urelementos,

denotada por V [∅], se construye mediante los siguientes tres postulados:

1° : No hay un último estrato. Siempre podemos dar un paso más en la construcción

de la jerarquı́a acumulativa, formando todas las coleciones posibles de objetos de los

estratos anteriores.

2° : Si Vα0 , Vα1 , Vα2 , . . . , Vαn , Vαn+1 , . . . es una sucesión infinita cualquiera de estratos,

entonces hay un estrato V∗ posterior a todos ellos el cual contiene a todos los elementos

de los estratos Vαk . Esto a su vez se puede hacer una infinidad de veces.

3° : Sea a un conjunto construido cualquiera, es decir una colección formada en algún

estrato. Si para cada b, elemento de a, hay un estrato Vαb asociado con b, entonces

existe un estrato Vα posterior a todos los Vαb .

..
.
Vα+1
V [∅]

..
  .
{∅} ∅, {∅} {∅} ∅ V3
{∅} ∅ V2
∅ V1
V0

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Teorı́a de Conjuntos I

Ejercicio 1.1. Empleando la idea planteada por Rusell produce una contradicción al asumir

la existencia del conjunto de todos los conjuntos. (En 1899 a Georg Cantor ya le parecı́a

inconcebible esta idea 6 años antes de la carta proporcionada por Rusell).

Demostración. Supongamos que la colección U := {x : x = x} es un conjunto. En estas

condiciones, la fórmula φ(x) ⇋ (x ∈ U ) ∧ (x ∈


/ x) junto con el Esquema Axiomático de

Comprensión garantizan la existencia de R := {x : (x ∈ U ) ∧ (x ∈


/ x)}, un absurdo.

1.2 Lenguaje Formal de la Teorı́a de Conjuntos

Cuando uno estudia un lenguaje particular, por ejemplo Inglés o Chino o Japonés, uno

lo hace desde otro lenguaje, por lo general, desde el lenguaje natal, en nuestro caso serı́a

desde el Español. Ası́ pues, al estudiar un lenguaje de entrada hay dos lenguajes involu-

crados. El lenguaje que se estudia, recibe el nombre de Lenguaje Objeto, o simplemente,

Lenguaje y el lenguaje desde el cual se estudia, este es llamado Metalenguaje.

Comenzaremos implementando los sı́mbolos que son necesarios para hacer las fórmulas:

a) Variables: a, b, c, . . . , x, y, z, a0 , a1 , . . . , z0 , z1 , . . .

b) Conectivos Lógicos: ∨, ∧, −→, ¬, ←→

c) Predicados: ∈, =

d) Cuantificadores: ∀, ∃

e) Auxiliares: {, }, [, ], (, ), :

Ası́ definimos al conjunto de sı́mbolos como


S := a, b, c, . . . , x, y, z, a0 , a1 , . . . , z0 , z1 , . . . , ∨, ∧, −→, ¬, ←→, ∈, =, ∀, ∃, ,, (, ) .

Definición 1.1. Denominaremos como expresión a una sucesión finita formada por el

conjunto de sı́mbolos.

Definición 1.2. Una fórmula o también llamada fórmula bien formada es una expresión

obtenida mediante las siguientes reglas:

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Teorı́a de Conjuntos I

1) Para cualesquiera par de variables x y y las expresiones “x ∈ y” y “x = y” son

fórmulas.

2) Si φ y ψ son fórmulas y x es una variable, entonces las expresiones “¬φ”, “φ ∨ ψ”,

“φ ∧ ψ”, “φ −→ ψ”, “φ ←→ ψ” , “∃xφ” y “∀xφ” son fórmulas.

3) Una expresión es una fórmula si y solamente si está construida mediante los puntos

(1) y (2).

A las fórmulas de la forma que describe el punto (1) se le conocen como fórmulas

atómicas. Abreviaremos las negaciones de las fórmulas de la forma “x = y” y “x ∈ y” como

“x ̸= y” y “x ∈
/ y” respectivamente. Simultáneamente y de manera equivalente para una

fórmula φ y una variable x, escribiremos “∄xφ”, “¬ ∀xφ ” para referirnos correspondien-

temente a las fórmulas ∀x¬φ y ∃x¬φ.

A continuación presentamos algunos ejemplos de fórmulas:

Ejemplo 1.3.

a) Para cualesquiera x, y variables las expresiones “x ∈ y” y “x = y” son fórmulas en

virtud del inciso (1) de la definición 1.2.

b) Para cualesquiera x, y variables, una combinación del inciso anterior con el inciso

(2) de la definición 1.2, garantiza que las expresiones “(x = y) ∨ (x ∈ y)”,

“(x = y) ∧ (x ∈ y)”, “(x = y) −→ (x ∈ y)” y “(x = y) ←→ (x ∈ y)” sean fórmulas.

c) Para cualesquiera x, y, z variables, al combinar los inciso anteriores junto con el

inciso (2) de la definición 1.2 obtenemos que las expresiones


  
“ ∀z (z ∈ y) −→ (z ∈ x) ”, “ ∃z (z ∈ x) ∧ (z ∈ y) ”, “ ∃(x ∈ y) ←→ ¬∀z z ∈
/ y ”,

“ ∀x(x ∈
/ y)”, y “ ∄x(x ∈ y)” son fórmulas.


d) Notemos que las expresiones “ ∀y (x = y) ∧ (x −→ y) ”, “ (x ∧ y)”, “ (x ∈ y) = (z ∈

w) ←→ (w = x)” no son fórmulas debido a que las expresiones “x ∧ y”, “x −→ y”

no lo son y el sı́mbolo de igualdad debe ser únicamente para variables.

Definición 1.4. Sean x, y variables y φ, ψ fórmulas.

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Teorı́a de Conjuntos I

1) Si φ es una fórmula atómica, diremos que x ocurre libre en φ si x aparece en φ.

(φ ⇋ x ∈ y, y ∈ x, x = y, y = x)

2) Diremos que x ocurre libre en ¬φ si x ocurre libre en φ.

3) Diremos que x ocurre libre en φ ∨ ψ, φ ∧ ψ, φ −→ ψ, φ ←→ ψ si x ocurre libre en φ

o en ψ.

4) Diremos que x ocurre libre en ∃y φ y ∀y φ, si x no es la variable y y x ocurre libre en

φ.

5) Diremos que x ocurre acotada en φ si existe una fórmula ψ tal que φ ⇋ ∃x ψ, ∀x ψ.

En otras palabras, x aparece en φ y no ocurre libre en φ de acuerdo con (4).

A las variables acotadas también se le conocemos como variables mudas ya que como vere-

mos en la sección de las traducciones, son intercambiables sin afectar el significado.

Ejemplo 1.5.

a) En las fórmulas “x ∈ y” y “x = y” las variables x y y ocurren libres de acuerdo con

(1) de la definición 1.4. Sin embargo, para cualquier otra variable z, z no ocurre libre

ni acotada.

b) En las fórmulas “(x ∈


/ y)”, “(x ̸= y)”, “(x ∈ y) ∨ (y ∈ x)”, “(x = y) ∧ (y = x)”,

“(x = y) −→ (y ∈ x)”, “(x = y) ←→ (y = x)”, “(x ∈


/ y) ∨ (y ∈
/ x)”, las variables x, y

ocurren libres de acuerdo con (2) y (3) de la definición 1.4.


c) En la fórmula φ ⇋ ∀z (z ∈ x) −→ (z ∈ y) , las variables x y y ocurren libres

de acuerdo con el inciso anterior y (4) de la definición 1.4. Además, puesto que la

variable z aparece en ψ ⇋ (z ∈ x) −→ (z ∈ y) y φ ⇋ ∀z ψ, el punto (5) de la

definición 1.4 garantiza que z ocurre acotada en φ.


d) En la fórmula “φ ⇋ ∀z (z ∈ x) −→ (z ∈ y) ∧ (x ̸= y)”, las variables x, y ocurren

libres pues no existe una fórmula ψ tal que φ ⇋ ∃x ψ, ∃y ψ, ∀x ψ, ∀y ψ y por los



incisos anteriores, sabemos que x, y ocurren libres en ((z ∈ x) −→ (z ∈ y) ∧ (x ̸= y).

Por otro lado, la variable z no ocurre libre o acotada.

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Teorı́a de Conjuntos I

e) En las fórmulas “ ∃x ∃y(x = y)”, “ ∀x ∃y(x = y)”, “ ∃x ∀y(x = y)” y “ ∀x ∀y(x = y)”

las variables x, y ocurren acotadas. Y no tienen variables libres.

Definición 1.6. Sea φ una fórmula del lenguaje formal de la Teorı́a de Conjuntos. Si x

es una variable que ocurre libre en φ, escribiremos φ(x) para indicar este hecho. Aunado a

esto, si n es un entero positivo y x1 , . . . , xn son todas las variables libres de φ, escribiremos

φ(x1 , . . . , xn ) junto con la oración “con todas sus variables libres exhibidas”, para hacer

referencia a que no tiene más variables libres que las que se encuentran entre el paréntesis.

Ejemplo 1.7.

a) Una fórmula φ de la forma (x ∈ y) o de la forma (x = y), queda como φ(x, y) con

todas sus variables libres exhibidas. Lo mismo con todas las fórmulas descritas en el

ejemplo 1.5(b)-(d).

b) En una fórmula φ, como las descritas en el inciso (e) del ejemplo 1.5, es decir, sin

variables libres, las denotaremos simplemente como φ y ya tendrá todas sus variables

libres exhibidas.


c) En la fórmula φ ⇋ ∃x ∃y (x ∈ a) ∨ (a = y) , a es una variable libre y las variables x,

y son acotadas.

1.3 Traducciones entre el metalenguaje y el lenguaje de la Teorı́a de


Conjuntos

Hasta el momento hemos visto las reglas sintácticas del lenguaje formal de la Teorı́a

de Conjuntos y el comportamiento de ciertas variables especiales. De ahora en adelante,

cuando describamos propiedades de variables nos referiremos a conjuntos y a cualidades

entre ellos cuyo significado será meramente semántico.

En esta parte, nos enfocaremos en la utilidad de traducir una oración en el metalenguaje

a una fórmula para tener una noción más evidente de demostrar teoremas y proposiciones.

Ası́ mismo planteamos la idea de abreviar proposiciones empleando fórmulas que las de-

scriban.

Ejemplo 1.8.

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Teorı́a de Conjuntos I

a) La fórmula “(x = y)” la traducimos como “el conjunto x es igual al conjunto y” o

“los conjuntos x y y son iguales” o “el conjunto y es igual al conjunto x”. Todas estas

oraciones son equivalentes.

b) Por otro lado, la fórmula “ ∃x ∃y(x = y)” denota la idea de “Existe un conjunto x y

un conjunto y tales que son iguales”. Sin embargo, al profundizar un poco más reve-

lamos que estas variables son intercambiables. Por ejemplo, podrı́amos decir “Existen

un conjunto a y un conjunto b que son iguales”; por esta razón, podemos describir

a la fórmula como “ ∃a ∃b(a = b)”. En resumen, dado que éstas variables son mu-

das (carecen de una identidad especı́fica), podemos reinterpretar a la fórmula como

“Existen dos conjuntos que son iguales”.

c) Siguiendo la idea del inciso anterior, la fórmula

  

∃x ∃y (x = y) ∧ ∀z ∀w (x ̸= z) ∧ (x ̸= w) ∧ (y ̸= z) ∧ (y ̸= w) −→ (z ̸= w)

La traducimos en los siguientes pasos:

⊛ Existe un par de conjuntos x y y tal que son iguales y para cualquier par de

conjuntos z y w la condición de que sean distintos de x y de y implica que z y

w sean distintos.

⊛ Hay dos conjuntos que son iguales y si z y w son conjuntos distintos a ellos,

entonces son distintos entre sı́.

⊛ Hay dos conjuntos que son iguales y dados dos conjuntos diferentes a ellos, éstos

son distintos entre sı́.

⊛ Hay solo dos conjuntos que son iguales. ¿Podemos dar una fórmula más sencilla?

d) Nuevamente, empleando el proceso del segundo inciso, la fórmula

 
∀z (z ∈ x) ←→ ∀w (w ∈ z) −→ (w ∈ y)

La traducimos en los siguientes pasos:

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Teorı́a de Conjuntos I

⊛ Para cada conjunto z la condición de que z sea un elemento del conjunto x es

equivalente a que para cada conjunto w si w pertenece a z, entonces w es un

elemento del conjunto y.

⊛ Para cada conjunto z la condición de que z pertenezca al conjunto x es equivalente

a que todos los elementos de z sean elementos del conjunto y.

⊛ Para cada conjunto z la condición de que z pertenezca al conjunto x es equivalente

a que z sea un subconjunto del conjunto y.

⊛ Los elementos de x son todos aquellos y únicamente aquellos que son subconjuntos

del conjunto y.

⊛ El conjunto x es el conjunto potencia de y.

e) Para la expresión “Hay dos conjuntos diferentes” hacemos el proceso inverso:

⊛ Existen dos conjuntos que son diferentes.

⊛ Existen dos conjuntos x, y que son diferentes.

⊛ ∃x ∃y(x ̸= y).

f) Existe el unitario del conjunto a.

⊛ Hay un conjunto que tiene como único elemento al conjunto a.

⊛ Existe un conjunto x que tiene como único elemento al conjunto a.

⊛ Existe un conjunto x tal que para cada conjunto y la condición de que y pertenezca

a x es equivalente a que y sea igual al conjunto a.



⊛ ∃x ∀y (y ∈ x) ←→ (y = a) .

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CAPÍTULO 2: TEORÍA AXIOMÁTICA DE CONJUNTOS, ZERMELO-FRAENKEL

2.1 Primeros Axiomas y su justificación en la Jerarquı́a Acumulativa

ZF1 : Axioma de Extensionalidad. (Frege 1893)

Dos conjuntos son iguales si tienen los mismos elementos.

  
∀x∀y ∀z (z ∈ x) ←→ (z ∈ y) −→ (x = y)

Observemos que la fórmula conversa de la implicación no se necesita postular, es de-

cir, no es necesario postular que si los conjuntos fueran iguales, tendrı́an los mismos

elementos; en fórmula,
 
∀x∀y (x = y) −→ ∀z (z ∈ x) ←→ (z ∈ y) ,

pues se trata de una particularidad de la ley lógica “Todo lo que es igual cumple las

mismas propiedades”.

Por esta misma ley, para comprobar que dos conjuntos son distintos es suficiente

comprobar que hay una propiedad que no satisfacen al mismo tiempo; en especial,

se podrı́a comprobar que hay un elemento que pertenece a uno y no ası́ al otro; en

fórmula,

  
 
∀x∀y ∃z (z ∈ x) ∧ (z ∈
/ y) ∨ (z ∈
/ x) ∧ (z ∈ y) −→ (x ̸= y)

Del mismo modo, ZF1 garantiza que dados dos conjuntos la condición de que sean

distintos garantiza la existencia de al menos un conjunto que pertenece a uno y no al

otro.
  
 
∀x∀y (x ̸= y) −→ ∃z (z ∈ x) ∧ (z ∈
/ y) ∨ (z ∈
/ x) ∧ (z ∈ y)

Mediante un análisis sencillo de las últimas tres fórmulas, nos podemos percatar de
Teorı́a de Conjuntos I

que la segunda fórmula es la contrapositiva de la primera y, que la tercera es la

contrapositiva de ZF1 , en cuyo caso son correspondientemente equivalentes. Notemos

además que ninguna de las fórmulas que traducen estas propiedades conjuntistas tiene

variables libres.

ZF2 : Axioma de Existencia o Del conjunto Vacı́o. (Zermelo 1908)

Hay un conjunto que no tiene elementos.

∃x∀y(y ∈
/ x)

En la Jerarquı́a acumulativa de Zermelo se satisface ZF2 . Un conjunto ası́ está con-

struido en el segundo estrato V1 .

Una pregunta natural que surge es si el conjunto postulado por ZF2 es único cuya

respuesta la encontramos en la siguiente proposición.

Proposición 2.1. El conjunto postulado por ZF2 es único.

Demostración. Comencemos por suponer que a y b son dos conjuntos que satis-

facen la propiedad φ(x) ⇋ ∀y(y ∈


/ x). En éstas condiciones, por ZF1 , es suficiente

argumentar que a y b tienen los mismos elementos. Notemos que los antecedentes

de las implicaciones (x ∈ a) −→ (x ∈ b) y (x ∈ b) −→ (x ∈ a) son falsos para

cualquier conjunto x; por esta razón, para cualquier conjunto x la doble implicación

(x ∈ a) ←→ (x ∈ b) es verdadera. Finalmente, a = b.

Notación 2.2. Al único conjunto postulado por ZF2 lo denotaremos como ∅.

Una demostración por contrapositiva de la proposición anterior es la siguiente:

Proposición 2.1. El conjunto postulado por ZF2 es único.

Demostración. Sean a y b conjuntos. Si a ̸= b, entonces, gracias a ZF1 , que se


 
satisface la fórmula ∃z (z ∈ x) ∧ (z ∈
/ y) o bien la fórmula ∃z (z ∈
/ x) ∧ (z ∈ y) ; en

cualquier caso, se verifica ∃z(z ∈ a) o bien que ∃z(z ∈ b). En conclusión,



(a ̸= b) −→ ∃z(z ∈ a) ∨ ∃z(z ∈ b)

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Teorı́a de Conjuntos I

En general dada una propiedad φ(x) con todas sus variables libres exhibidas, para

demostrar el enunciado ∃!x φ(x) lo que demostramos es la proposición:

  
∃xφ(x) ∧ ∀y∀z φ(y) ∧ φ(z) −→ (y = z)

  
Donde a las fórmulas “∃xφ(x)” y “∀y∀z φ(y) ∧ φ(z) −→ (y = z) ” se les conoce

como la existencia y la unicidad, respectivamente. Equivalentemente, como se hizo en

la segunda versión de la proposición 2.1, podrı́amos probar que

 
∃xφ(x) ∧ ∀y∀z (y ̸= z) −→ ¬φ(y) ∨ ¬φ(z)

Cuando se observa a la fórmula unicidad, solemos recordar un comportamiento de las

funciones (como veremos más adelante).

ZF3 : Axioma de Par. (Zermelo 1908)

Dados dos conjuntos, hay otro conjunto que los tiene como únicos elementos.

  

∀x∀y∃z ∀w (w ∈ z) ←→ (w = x) ∨ (w = y)

Para justificar la verdad de este axioma en la Jerarquı́a acumulativa, sean a, b con-

juntos y Va , Vb un par de estratos en los que se encuentren construidos a y b, respec-

tivamente. De este modo, el primer principio de construcción asegura la existencia de

un estrato posterior a ambos, en el que hay un conjunto como el postulado en ZF3 .

Proposición 2.3. El conjunto cuya existencia es postulada por ZF3 es único.

Demostración. Tarea.

Notación 2.4.

1) Si a y b son conjuntos, al único conjunto postulado por ZF3 lo denotaremos por

{a, b}.

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Teorı́a de Conjuntos I

2) Si a es un conjunto, entonces existe el conjunto cuyo único elemento es a.

(ejercicio). Llamado el unitario de a y escribiremos {a} en lugar de {a, a}.

Proposición 2.5. Sean a, b conjuntos. Ası́, {a, b} = {b, a}. De aquı́ que {a, b} reciba

el nombre de Par no-ordenado.

Demostración. Ejercicio.

Proposición 2.6. Los conjuntos

∅, {∅}, {{∅}}, . . . , {. . . {∅} . . .} . . .

son todos distintos entre sı́.

Demostración. Tarea.

ZF4 : Axioma de la unión. (Cantor 1899, Zermelo 1908)

Dado un conjunto, hay otro conjunto cuyos elementos son precisamente los elementos

de los miembros del conjunto dado.

  

∀x∃y ∀w (w ∈ y) ←→ ∃z (z ∈ x) ∧ (w ∈ z)

La existencia de un conjunto ası́ para cada conjunto a, en la Jerarquı́a Acumulativa, se

puede construir a más tardar en el estrato anterior en el que fue construido a, debido

a que ya estarán construidos los elementos de los elementos de a; en consecuencia,

este axioma también es válido en V [∅].

Para comprender el comportamiento de este conjunto pensemos en un conjunto a

como un paquete de cajetillas de cigarros, de este modo, el conjunto postulado por

ZF4 tiene como elementos a los cigarros de cada cajetilla en el paquete. Por otro lado,

si b fuese una caja de paquetes de cajetillas de cigarros, el conjunto postulado por ZF4

consiste de precisamente las cajetillas de cigarros de cada paquete en la caja.

Proposición 2.7. El conjunto cuya existencia es postulada por ZF4 es único.

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Teorı́a de Conjuntos I

Demostración. Tarea.

Notación 2.8. Sea a un conjunto. Al único conjunto postulado por ZF4 lo deno-
  S
taremos como x : ∃y (y ∈ a) ∧ (x ∈ y) o por a y lo llamaremos la unión de

a.

Proposición 2.9. Las siguientes igualdades son ciertas:

S S
a) ∅=∅ c) {∅} = {∅}
S S
b) {∅} = ∅ d) ∅, {∅} = {∅}

Demostración. Ejercicio.

Observemos que para a y b conjuntos se cumplen las relaciones,

S n   o 
{a, b} = x : ∃y y ∈ {a, b} ∧ (x ∈ y) = x : (x ∈ a) ∨ (x ∈ b)

el cual existe por ZF3 y ZF4 (y es único por ZF1 ).

Notación 2.10. Sean a y b conjuntos. Debido a lo anterior para referirnos al conjunto


S
{a, b}, escribiremos simplemente a ∪ b.

Introducimos una abreviatura, la cual recobra, o mejor dicho formaliza, la noción de

subconjunto: Sean a y b conjuntos ası́,


a ⊆ b ⇋ ∀x (x ∈ a) −→ (x ∈ b)

La expresión “a ⊆ b” debe leerse como, a es un subconjunto de b, o está contenido en

b. Algunas veces también escribiremos esta relación como “b ⊇ a” y cuya lectura es b

es un supraconjunto de a, o b contiene a a.

Con esta notación, tenemos como ejemplos:

Ejemplo 2.11.
  
a)∀x(∅ ⊆ x) c)∀x∀y (x ⊆ y) ∧ (y ⊆ x) −→ (x = y) (ZF1 )
  
b)∀x(x ⊆ x) d)∀x∀y∀z (x ⊆ y) ∧ (y ⊆ z) −→ (x ⊆ z)

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Teorı́a de Conjuntos I

Otra notación necesaria es la de Subconjunto Propio:

a ⊊ b ⇋ (a ⊆ b) ∧ (a ̸= b)

La expresión “a ⊊ b” debe leerse como, a es un subconjunto propio de b. Y como

ejemplo tenemos a las siguientes propiedades:

Ejemplo 2.12.
 
a)¬∀x(∅ ⊊ x) ∧ ∀x (x ̸= ∅) −→ (∅ ⊊ x) c)∀x∀y (x ⊊ y) −→ (y ⊈ x)
  
b)∀x¬(x ⊊ x) d)∀x∀y∀z (x ⊊ y) ∧ (y ⊊ z) −→ (x ⊊ z)

Una propiedad importante y de mucha utilidad es la siguiente,

S
Proposición 2.13. Si a es un conjunto, entonces a es el ⊆-menor conjunto que

contiene a todos los elementos de a. Es decir, las siguientes propiedades son ciertas:
 S 
a) ∀w (w ∈ a) −→ w ⊆ a y,
  S 
b) ∀x ∀w (w ∈ a) −→ (w ⊆ x) −→ a⊆x .

S
Demostración. Para el inciso (a) fijemos b ∈ a, debemos probar que b ⊆ a. Sea
S
pues, c ∈ b. De la definición de unión, tenemos que b ∈ a es testigo de que c ∈ a.

Con el inciso (b) en mente, supongamos que b es un conjunto con la propiedad de que

la implicación (x ∈ a) −→ (x ⊆ b) es cierta para cada conjunto x. Queremos probar


S S
que a ⊆ b. Sea pues, c ∈ a. Por la definición de unión, hay un d ∈ a tal que

c ∈ d. Ahora, de nuestra suposición, tenemos que d ⊆ b y, por ende, c ∈ b.

Ahora, pasemos con el siguiente axioma.

ZF5 : Axioma de Potencia. (Zermelo 1908)

Dado un conjunto, hay otro conjunto cuyos elementos son los subconjuntos del con-

junto dado.
   
∀x∃y ∀z (z ∈ y) ←→ ∀w (w ∈ z) −→ (w ∈ x)

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Teorı́a de Conjuntos I

Equivalentemente,
 
∀x∃y ∀z (z ∈ y) ←→ (z ⊆ x)

La justificación de este axioma en la Jerarquı́a Acumulativa se deriva de que, para

cada conjunto a, todos sus subconjuntos son construidos a más tardar en el mismo

estrato en ue a esté construido; en consecuencia un conjunto como el postulado por

ZF5 puede construirse en el estrato siguiente en el que a fue construido.

Proposición 2.14. El conjunto cuya existencia es postulada por ZF5 es único.

Demostración. Tarea.

Notación 2.15. Sea a un conjunto, al único conjunto postulado por ZF5 lo denotare-

mos mediante P(a) o bien como {x : x ⊆ a}.

ZF6 : Esquema Axiomático de Compresión. (Zermelo 1908)

Dados un conjunto y una propiedad, hay un conjunto cuyos elementos son los elemen-

tos del conjunto dado que satisfacen dicha propiedad.

  

∀x∃y ∀z (z ∈ y) ←→ (z ∈ x) ∧ φ(z)

Donde φ es una fórmula que determina una propiedad en la que y no ocurre libre.

Para justificar este axioma en la Jerarquı́a Acumulativa, fijemos un conjunto a, una

propiedad φ(x) y notemos que todos los elementos de a ya han sido construidos en

los estratos anteriores al estrato en el que fue construido a. En consecuencia, hay un

conjunto formado por todos aquellos elementos de a que satisfacen la propiedad φ(x)

a más tardar en el mismo estrato que a.

Proposición 2.16. El conjunto postulado por ZF6 es único.

Demostración. Tarea.

Notación 2.17. Sean a un conjunto y φ una propiedad en la que la variable y no

ocurre libre. Al único conjunto cuya existencia es postulada por ZF6 , lo denotaremos
 
como x : (x ∈ a) ∧ φ(x) o como x ∈ a : φ(x) .

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Teorı́a de Conjuntos I

Una aplicación inmediata de este axioma es la existencia de la intersección, de la

diferencia y de la diferencia simétrica de dos conjuntos.

Proposición 2.18. Sean a y b conjuntos. Existen los siguientes conjuntos y éstos

son únicos,


a) a ∩ b = x : (x ∈ a) ∧ (x ∈ b)

b) a \ b = x : (x ∈ a) ∧ (w ∈
/ b)

c) a△b = (a ∪ b) \ (a ∩ b) = (a \ b) ∪ (b \ a)

Demostración. Tarea.

Proposición 2.19. El conjunto de todos los conjuntos no existe:

¬∃x∀y(y ∈ x)

Demostración. Veamos algo equivalente, veamos que para cualquier conjunto a existe

un conjunto b de tal forma que b ∈


/ a. Con esta idea en mente, consideremos a la

fórmula φ(x) ⇋ x ∈
/ x y empleemos al axioma ZF6 para definir al conjunto


b := x : (x ∈ a) ∧ φ(x)}.

Ahora antes que otra cosa, observemos que b ∈


/ b, pues si por el contrario, b ∈ b,

entonces por la propia definición de b se produce el absurdo b ∈ b y b ∈


/ b.

De este modo, solo queda verificar que b ∈


/ a. En aras de llegar a una contradicción,

supongamos lo contrario, que b ∈ a. Es evidente que a partir de esta hipótesis y de

que b ∈
/ b, obtenemos que b satisface las condiciones para ser un elemento de él mismo,

una contradicción. Finalmente, b ∈


/ a.

ZF′6 : Esquema Axiomático de Compresión Paramétrico.

Dados un conjunto y una propiedad φ(x, y1 , . . . , yn ) con todas sus variables libres

exhibidas, hay un conjunto cuyos elementos son los elementos del conjunto dado que

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Teorı́a de Conjuntos I

satisfacen dicha propiedad para algunos conjuntos y1 , . . . , yn .

  

∀x∃y ∀z (z ∈ y) ←→ ∃y1 . . . ∃yn (z ∈ x) ∧ φ(z, y1 , . . . , yn )

Donde φ es una fórmula que determina una propiedad en la que y no ocurre libre. En

otras palabras, la variable y es distinta de cada yi y de x.

Observemos que ZF′6 se deduce de ZF6 al considerar a la fórmula

ψ(x) ⇋ ∃y1 . . . ∃yn φ(x, y1 , . . . , yn )

Sea a un conjunto. Al único conjunto postulado por ZF′6 lo denotamos como


x : (x ∈ a) ∧ ∃y1 . . . ∃yn φ(x, y1 , . . . , yn )

Para terminar esta parte, comentaremos un axioma, éste es uno que para el objetivo

que nos propusimos -reconstruir la Matemática Clásica- no es necesario y por tanto no

lo usaremos; solamente daremos un par de resultados, consecuencia de su suposición.

ABF : Axioma de Buena Fundación. (Dimitry Mirimanoff 1917)

Dado un conjunto no vacı́o existe uno de sus elementos que es ∈-minimal.

 
∀x ∃y(y ∈ x) −→ ∃z (z ∈ x) ∧ ∀w (w ∈ x) −→ (w ∈
/ z)

La verdad de este axioma en la Jerarquı́a Acumulativa es evidente desde el momento

en que para construir un conjunto debemos tener previamente sus elementos. Un

elemento ∈-minimal de un conjunto dado serı́a uno que fué primeramente construido.

Proposición 2.20. ABF. El siguiente enunciado es verdadero


¬∃x∃y (x ∈ y) ∧ (y ∈ x) .

Demostración. Supongamos lo contrario, supongamos que a y b son conjuntos tales

que a ∈ b y que b ∈ a. El axioma del par (ZF3 ) nos garantiza la existencia del conjunto

☞ Ir al ı́ndice 20 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

c = {a, b}. Pero entonces c serı́a un testigo en contra del axioma ABF, pues c no tiene

un elemento ∈-minimal.

Un caso particular de esto es el siguiente,

Corolario 2.21. El enunciado “ ∀x(x ∈


/ x)” es cierto, o equivalentemente,

“ ¬∃x(x ∈ x)” es cierto.

Observemos que la proposición anterior nos dice que la ∈ es asimétrica sobre todos

los conjuntos y el corolario, que la ∈ es irreflexiva. No es difı́cil probar, que bajo

la suposición de este principio, no puede haber cadenas finitas cerradas bajo la ∈

(ejercicio). Otra manera de enunciar al Axioma de Buena Fundación es la siguiente

(Es equivalente ejercicio)

AR : Axioma de Regularidad.

Dado un conjunto no vacı́o existe uno de sus elementos con el que no comparte ele-

mentos en común.
 
∀x ∃y(y ∈ x) −→ ∃z (z ∈ x) ∧ (z ∩ x = ∅)

Por el momento dejaremos hasta aquı́ el estudio de los axiomas.

2.2 Conjuntos vs Clases

Los únicos objetos que para nosotros “existen” son conjuntos -conjuntos puros- y quere-

mos dar un sistema axiomático para este campo del conocimiento. Siendo congruentes con

ello, los términos de nuestro lenguaje formal -de principio las variables, como términos

indefinidos y posteriormente los definidos explı́citamente- se interpretarán -o aplicarán, en

el caso de las variables- únicamente como conjuntos. Es evidente que no toda propiedad

define a un conjunto, formalmente:

Si φ(x) es una fórmula, entonces la colección


x : φ(x)

☞ Ir al ı́ndice 21 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

generalmente, no es un conjunto. Para ilustrar esto, notemos que las colecciones determi-

nadas por las fórmulas φ(x) ⇋ (x ∈


/ x) o ψ(x) ⇋ (x = x) no forman conjuntos (véase el

ejercicio 1.1).

En cambio, si a es un conjunto y φ(x) es una fórmula, el Esquema Axiomático de

Comprensión (ZF6 ) nos garantiza la existencia de un conjunto, digamos b, cuyos elementos

son precisamente los miembros de a que satisfacen φ. En sı́mbolos,


b = x : (x ∈ a) ∧ φ(x)

es un conjunto.

Sin embargo, es conveniente hacer uso de la notación:


x : φ(x)

Que se interpreta como “La clase de todos los conjuntos que cumplen φ ”.

Como una ayuda a la intuición, una Clase es una colección de conjuntos, una colección

“definible” de conjuntos, la “extensión” de una fórmula. En la Jerarquı́a Acumulativa,

podemos pensar a una clase como una colección de conjuntos -una colección de los ya

construidos, de los ya terminados-.

La introducción de Clases simplifica nuestra notación y, por ende, podrı́amos prescindir

de ella.

Observemos que todo conjunto es una clase pues, si a es un conjunto, la clase:


x : x∈a

coincide con el conjunto a.

Aquellas clases que no sean conjuntos las llamaremos Clases Propias. Y siendo conse-

cuentes con esto, a las clases que sean conjuntos les llamaremos Clases Impropias.

Al tener en mente nuestra idea de la Jerarquı́a Acumulativa de conjuntos, podemos

imaginar a una clase propia como, una colección de conjuntos que nunca se termina de

construir, a semejanza -y no podrı́a ser de otra forma- del universo de los conjuntos puros.

☞ Ir al ı́ndice 22 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

¿Cuándo sabemos, aquı́ en la Jerarquı́a, que una clase es impropia?. La respuesta es sencilla,

cuando ésta sea un conjunto, es decir cuando haya algún estrato en el cual ya estén todos

sus elementos construidos.



La expresión: x : φ(x) , debe ser considerada únicamente como una conveniencia

notacional, ası́ si a es un conjunto,


“ a ∈ x : φ(x) ” es una forma más de decir, o escribir, “ φ(a) ”


En forma análoga, a veces, escribiremos a ∈
/ x : φ(x) en lugar de ¬φ(a). Y al afirmar

que
 
x : φ(x) = y : ψ(y)

sólo afirmamos que


 
∀x φ(x) ←→ ψ(x)


Notación 2.22. Abreviaremos expresiones de la forma x : φ(x) , es decir de clases,

mediante letras mayúsculas: A, B, C, . . . X, Y, Z, A1 , . . . , Z1 , . . ..

¡NO confundir con variables o con metavariables para conjuntos! A no ser que sepa-

mos que hay un conjunto cuyos elementos son exactamente aquellos que cumplen con la

propiedad. Teniendo esto en mente, no tiene sentido el escribir:

A∈B

salvo el caso particular en que sepamos que A es un conjunto. Las clases tienen como

elementos conjuntos y no clases propias: No hay clases de clases propias.

Usaremos la letra mayúscula “ V ” para denotar a la clase de todos los conjuntos:

V = {x : x = x}

V es una clase propia, la cual llamaremos “El Universo de conjuntos”.

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Teorı́a de Conjuntos I

Usaremos las expresiones:

a ∈ V, A ∈ V y, B ∈
/V

para decir correspondientemente que a es un conjunto, que la clase A es un conjunto y, que

la clase B es propia, es decir que B no es un conjunto, hablando con todo rigor, que B no

existe.

Dentro de nuestra teorı́a formal nos preguntamos ¿Cuándo una clase es un conjunto?.

La clase A = x : φ(x) será un conjunto si se puede probar, a partir de nuestros axiomas,

cualquiera de las siguientes expresiones equivalentes:

∃x(x = A)
 
∃x∀y (y ∈ x) ←→ (y ∈ A)
 
∃x∀y (y ∈ x) ←→ φ(x)

Otra manera serı́a probar que:

∃x(A ∈ x)

Ahora bien, si tenemos a la mano el Esquema Axiomático de Comprensión (ZF6 ), bastarı́a

probar cualquiera de las siguientes:

∃x(A ⊆ x)
 
∃x∀y (y ∈ A) −→ (y ∈ x)
 
∃x∀y φ(y) −→ (y ∈ x)

Para terminar, de acuerdo con nuestra teorı́a, no hay clases propias, solo conjuntos. Forzando

un poco las cosas podrı́amos decir que las clases son solo fórmulas, no objetos.

Veamos algunas generalizaciones de nociones que son de conjuntos, para clases. Sean
 
A = x : φ(x) y B = y : ψ(y) clases arbitrarias, tenemos que


1) A = B ⇋ ∀x (x ∈ A) ←→ (x ∈ B)

⇋ ∀x φ(x) ←→ ψ(x)

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Teorı́a de Conjuntos I
 
2) A ̸= B ⇋ ∃x (x ∈ A) ∧ (x ∈
/ B) ∨ ∃x (x ∈
/ A) ∧ (x ∈ B)
 
⇋ ∃x φ(x) ∧ ¬ψ(x) ∨ ∃x ¬φ(x) ∧ ψ(w)
 
3) A ⊆ B ⇋ ∀x (x ∈ A) −→ (x ∈ B) ⇋ ∀x φ(x) −→ ψ(x) . Diremos que A es una

Subclase de B o que B es una Supraclase de A.

 
4) A ⊊ B ⇋ ∀x (x ∈ A) −→ (x ∈ B) ∧ ∃y (y ∈ A) ∧ (y ∈
/ B)
 
⇋ ∀x φ(x) −→ ψ(x) ∧ ∃y φ(y) ∧ ¬ψ(y)
Diremos que A es una Subclase Propia de B.

 
5) A ∪ B = x : x ∈ A ∨ x ∈ B = x : φ(x) ∨ ψ(x) .

 
6) A ∩ B = x : x ∈ A ∧ x ∈ B = x : φ(x) ∧ ψ(x) .

 
7) A \ B = x : x ∈ A ∧ x ∈
/ B = x : φ(x) ∧ ¬ψ(x)}.

8) A△B = (A ∪ B) \ (A ∩ B) = (A \ B) ∪ (B \ A)

S  o n o
9) A = x : ∃y (y ∈ A) ∧ (x ∈ y) = x : ∃y φ(y) ∧ (x ∈ y) .

¿Podrı́amos hablar de la P(A)? O ¿del {A}? La respuesta es NO porque, por lo

general, A no es un conjunto y no tenemos una manera para definir colecciones que no

estén formadas por conjuntos.

Pasemos a dar la definición general de intersección para clases(!).

Definición 2.23. Sea A una clase arbitraria, ası́ la intersección de A es la clase

T n o
A = x : ∀y (y ∈ A) −→ (x ∈ y)

Proposición 2.24. Los siguientes enunciados son ciertos para cualquier clase A.

T T T
a) ∅ = V , y por tanto, ∅∈
/ V , o bien, ∅ no existe.

T
b) Si A ̸= ∅, entonces A es el ⊆-mayor conjunto contenido en todos los elementos de

A. En sı́mbolos:

T
i) A∈V.

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Teorı́a de Conjuntos I
 T 
ii) ∀x (x ∈ A) −→ A ⊆ x y,
  T 
iii) ∀x ∀y (y ∈ A) −→ (x ⊆ y) −→ x ⊆ A .

Demostración. Comencemos por verificar el inciso (a). Con el objetivo de mostrar que
T
∅ = V , veamos que todo conjunto es uno de sus elementos. En busca de una con-
T
tradicción, supongamos que existe un conjunto a que no sea un elemento de ∅. Por la
T
definición de ∅, existe un conjunto b ∈ ∅ con a ∈
/ b, el absurdo deseado.

Continuemos por ver (b), con el inciso (i) en mente, empleemos la hipótesis A ̸= ∅

para fijar a ∈ A. De inmediato, el Esquema Axiomático de Comprensión ZF6 indica que,

n o T
x : (x ∈ a) ∧ ∀y (y ∈ A) −→ (x ∈ y) = A,

T T
es un conjunto. Para el inciso (ii), tomemos a ∈ A y b ∈ A. Ası́, por la definición de A,
T
b ∈ a y; por esta razón, A ⊆ a. Por último, veamos que se satisface (iii). Supongamos

que x es un conjunto tal que todos sus elementos son elementos de cada miembro a de A.

Luego, dado y ∈ x, se tiene que para cada elemento a de A, y es uno de sus elementos. De
T
inmediato, la definición 2.23 nos da que y ∈ A, que es lo que querı́amos demostrar.

Proposición 2.25. Sea a ∈ V . El complemento de a NO existe, en otras palabras

{x : x ∈
/ a} ∈
/V

Demostración. Tarea.

Para que tenga algún sentido el complemento del conjunto a, éste debe ser subconjunto

de algún otro conjunto, digamos b, y podremos hablar del Complemento Relativo de a en o

con respecto a b y será pues


x : (x ∈ b) ∧ (x ∈
/ a) = b \ a

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CAPÍTULO 3: ÁLGEBRA DE CONJUNTOS

Par Ordenado.

Queremos definir lo que es el par ordenado de dos conjuntos a y b, el cual simbolizaremos

por: ⟨a, b⟩. Éste debe ser óbviamente un conjunto y para capturar la noción de ordenado

debe cumplir con el hecho de que si c y d son conjuntos también, entonces:

 
⟨a, b⟩ = ⟨c, d⟩ −→ (a = c) ∧ (b = d)

Hay varias maneras de hacer esto, nosotros optamos por la siguiente:

Definición 3.1. Par Ordenado (Kazimierz Kuratowski 1921).

Sean a y b conjuntos arbitrarios. Ası́,


⟨a, b⟩ = {a}, {a, b} ,

cuya existencia está garantizada por ZF3 y su unicidad por ZF1 .

Proposición 3.2. Sean a, b, c, d ∈ V . Ası́,

 
⟨a, b⟩ = ⟨c, d⟩ −→ (a = c) ∧ (b = d)

Demostración. Supongamos que ⟨a, b⟩ = ⟨c, d⟩. Ası́ pues,

 
{a}, {a, b} = {c}, {c, d} ,

en consecuencia, usando solamente lógica, tienen los mismos elementos. De este modo,

tenemos dos casos:

Caso 1. {a} = {c} y {a, b} = {c, d}; o bien,

Caso 2. {a} = {c, d} y {a, b} = {c}.


Teorı́a de Conjuntos I

En el caso 1 tenemos que a = c y b = d. En el caso 2 tenemos que a = c = d = b. En

cualquier caso, tenemos lo que querı́amos.

3.1 Relacionales y Relaciones

Definición 3.3. Una clase R es una Relacional si sus elementos son pares ordenados, es

decir
 
∀x (x ∈ R) −→ ∃y∃z x = ⟨y, z⟩

Una Relación es una relacional que es un conjunto.

De acuerdo con las observaciones que hicimos sobre las clases, las relacionales, en

general, no existen. ¿Qué queremos decir, entonces, con que R es una relacional, si R es

una clase propia? Bueno, pues si R es una clase, R está definido por una fórmula, digamos

φ, ası́:

R = {x : φ(x)}

Afirmar que R es una relacional es, pues, afirmar que:

 
∀x φ(x) −→ ∃y∃z x = ⟨y, z⟩

Ejemplo 3.4. Sea A una clase. Las siguientes son relacionales:

a) ∅.


b) ⟨x, y⟩ : (x ∈ A) ∧ (y ∈ A) .


c) IdA = ⟨x, x⟩ : (x ∈ A) .


d) ∈A = ⟨x, y⟩ : (x ∈ A) ∧ (y ∈ A) ∧ (x ∈ y) .


e) ⊆A = ⟨x, y⟩ : (x ∈ A) ∧ (y ∈ A) ∧ (x ⊆ y) .

Definición 3.5. Sea R una relacional. El Dominio, la Imagen (o Rango) y el Campo de R

se definen como sigue:


n o
1) DOM(R) = x : ∃y ⟨x, y⟩ ∈ R .

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Teorı́a de Conjuntos I
n o
2) IMG(R) = y : ∃x ⟨x, y⟩ ∈ R .
n  o
3) CMP(R) = z : z ∈ DOM(R) ∨ z ∈ IMG(R) = DOM(R) ∪ IMG(R).

Lema 3.6. Sea R una relacional. En estas condiciones, si ⟨a, b⟩ ∈ R, entonces a, b ∈


S S  S S 
R , en otras palabras, CMP(R) ⊆ R .

Demostración. Como ⟨a, b⟩ ∈ R, tenemos que {{a}, {a, b}} ∈ R. Luego, la definición de
S S S
unión nos da que {a}, {a, b} ∈ R y, por ende, a, b ∈ R).

S S
¿Será cierto que CMP(R) = R)? (ejercicio)

Proposición 3.7. Si r es una relación, entonces

DOM(r), IMG(r), CMP(r) ∈ V

Demostración. Como r es una relación, entonces r es una relacional que es un conjunto,


S S 
es decir, r ∈ V . Por ZF4 (usado dos veces) tenemos que r ∈ V . Ahora bien, como

S S 
DOM(r), IMG(r) ⊆ CMP(r) ⊆ r ,

el esquema axiomático de comprensión, ZF6 , garantiza lo que querı́amos.

Definición 3.8. Sean A y B clases. El producto cruz de A con B se define como la clase


A × B = ⟨x, y⟩ : (x ∈ A) ∧ (y ∈ B)

Proposición 3.9. Si a, b ∈ V , entonces a × b ∈ V .

Demostración. Si ⟨x, y⟩ ∈ a × b, entonces x ∈ a y y ∈ b. De este modo, x, y son elementos

de la unión a ∪ b. Luego, los subconjuntos {x}, {x, y} de a ∪ b son elementos de P(a ∪ b).

En consecuencia, {x}, {x, y} ∈ P P(a ∪ b) , es decir, ⟨x, y⟩ ∈ P P(a ∪ b) . En estas


  

circunstancias, dado que una combinación de los axiomas ZF4 , ZF5 garantizan la existencia

de P P(a ∪ b) , tenemos que ZF6 muestra que el siguiente conjunto existe



n    o
a × b = z : z ∈ P (P(a ∪ b) ∧ ∃x∃y (x ∈ a) ∧ (y ∈ b) ∧ z = ⟨x, y⟩


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Teorı́a de Conjuntos I

Proposición 3.10. Sean A y B clases. Entonces la condición A × B = ∅ es equivalente a

que A = ∅ o B = ∅.

Demostración. Tarea.

Definición 3.11. Sean R una relacional y A, B clases. La Imagen Directa de A bajo R, la

(Relacional) Inversa de R y la Imagen Inversa de B bajo R se definen como sigue:


n  o
1) R[A] = y : ∃x (x ∈ A) ∧ ⟨x, y⟩ ∈ R

2) R−1 = ⟨y, x⟩ : ⟨x, y⟩ ∈ R




3) La Imagen Inversa de B bajo R es la imagen de B bajo R−1 , es decir

n  o
R−1 [B] = x : ∃y (y ∈ B) ∧ ⟨x, y⟩ ∈ R

Proposición 3.12. Sean A, B clases. Si R ⊆ A × B, entonces los siguientes enunciados

son ciertos

a) R[A] = IMG(R) y R−1 [B] = DOM(R). En especial, dado que

R ⊆ DOM(R) × IMG(R), R DOM(R) = IMG(R) y R−1 IMG(R) = DOM(R).


   

b) DOM R−1 = IMG(R) e IMG R−1 = DOM(R).


 

−1
c) R−1 = R.

Observemos que no es necesario mencionar que R es una relacional debido a que es una

implicación derivada de la contención R ⊆ A × B y la definición de A × B.

Demostración. Ejercicio.

Definición 3.13. Sean R y S relacionales. La Composición de S con R, o bien, R seguida

de S, queda definida como sigue:

n   o
S ◦ R = ⟨x, z⟩ : ∃y ⟨x, y⟩ ∈ R ∧ ⟨y, z⟩ ∈ S

Proposición 3.14. Sean R, S y T relacionales. Los siguientes enunciados son ciertos.

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Teorı́a de Conjuntos I
 
a) DOM(S ◦ R) = R−1 IMG(R) ∩ DOM(S) = R−1 DOM(S)
 

   
b) IMG(S ◦ R) = S IMG(R) ∩ DOM(S) = S IMG(R)

c) (R ◦ S) ◦ T = R ◦ (S ◦ T )

d) ¿R−1 ◦ R = IdDOM(R) ? y ¿R ◦ R−1 = IdIMG(R) ?

Demostración. Tarea.

3.2 Funcionales y Funciones

Definición 3.15. Diremos que una clase F es una Funcional si se cumplen

1) F es una relacional y,
 
 
2) ∀x∀y1 ∀y2 ⟨x, y1 ⟩ ∈ F ∧ ⟨x, y2 ⟩ ∈ F −→ (y1 = y2 )

Además, cuando F sea un conjunto, diremos que F es una Función.

Observación 3.1. Son equivalentes a 2), las siguientes:

  
 
2.1) ∀x1 ∀x2 ∀y1 ∀y2 ⟨x1 , y1 ⟩ ∈ F ∧ ⟨x2 , y2 ⟩ ∈ F ∧ (x1 = x2 ) −→ (y1 = y2 )

  
 
2.2) ∀x1 ∀x2 ∀y1 ∀y2 ⟨x1 , y1 ⟩ ∈ F ∧ ⟨x2 , y2 ⟩ ∈ F ∧ (y1 =
̸ y2 ) −→ (x1 =
̸ x2 )

Notación:

Notación 3.16. Sean A, B clases.

1) Sea F una funcional.

i) Si x ∈ DOM(F ), escribiremos F (x) para denotar al único conjunto que cumple

con que ⟨x, F (x)⟩ ∈ F . Dicho de otra manera,

T
F (x) = y : ⟨x, y⟩ ∈ F ,


ya que el hecho de que F es una funcional asegura que y : ⟨x, y⟩ ∈ F es
T
un conjunto unitario y para cada conjunto a se verifica que {a} = a. Es

☞ Ir al ı́ndice 31 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

indispensable decir que, si w ∈


/ DOM(F ), la notación F (w) NO tiene sentido.

De ahora en adelante convenimos que si decimos algo acerca de F (w), estará

sobre-entendido que w ∈ DOM(F ).

ii) Si ⟨x, y⟩ ∈ F , algunas veces escribiremos x 7−→ y, o simplemente, x 7−→ y.


F

2) Escribiremos F : A −→ B , para denotar que,


x 7−→ F (x) = y

i) F es una funcional.

ii) El dominio de F es la clase A; DOM(F ) = A,

iii) La imagen de F es una subclase de la clase B; IMG(F ) ⊆ B y,

iv) “x 7−→ F (x) = y” es la regla de correspondencia que denota que para cada

x ∈ DOM(F ) el único F (x) es el y que depende de x. Cuando no aparezca una

regla de correspondencia (F : A −→ B) únicamente quedarán denotados los

primeros tres incisos.

A la clase B se le llamará (un) Contradominio o (un) Codominio, de F .

3) FNC = {f : f es una función}.

Ejemplo 3.17. Sea A una clase. Las siguientes son funcionales.

a) {⌣ , ⌣ } : V × V −→ V
⟨x, y⟩ 7−→ {⌣ , ⌣ } (⟨x, y⟩) = {x, y}

Demostración. En primer lugar, notemos que {⌣ , ⌣ } es una Relacional pues,

n o
{⌣ , ⌣ } = ⟨x, y⟩, {x, y} : (x ∈ V ) ∧ (y ∈ V )
n o
= x : ∃y∃z x = ⟨y, z⟩, {y, z}

En segundo lugar, veamos que si a, b, c y d son conjuntos tales que ⟨a, b⟩, c ∈ {⌣ , ⌣ }

y ⟨a, b⟩, d ∈ {⌣ , ⌣ }, entonces debe suceder que c = d. En virtud de que el conjunto

postulado por el Axioma del Par (ZF3 ) es único, tenemos que c = {a, b} = d.

En estas condiciones, nos podemos preguntar qué clase especı́fica es IMG {⌣ , ⌣ } .
   
Pues DOM {⌣ , ⌣ } = V × V y CMP {⌣ , ⌣ } = V × V ∪ IMG {⌣ , ⌣ }

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Teorı́a de Conjuntos I
 n o
Afirmación. IMG {⌣ , ⌣ } = x : ∃y∃z x = {y, z} .

 n o
Sea ⟨a, b⟩ ∈ V × V , de este modo, {⌣ , ⌣ } ⟨a, b⟩ = {a, b} ∈ x : ∃y∃z x = {y, z} .
 n o
De este modo, se verifica que IMG {⌣ , ⌣ } ⊆ x : ∃y∃z x = {y, z} .
n o
Por otra parte, si c ∈ x : ∃y∃z x = {y, z} , entonces existen a, b conjuntos tales
 n o
que c = {a, b} = {⌣ , ⌣ } ⟨a, b⟩ y, por ende, también x : ∃y∃z x = {y, z} ⊆

IMG {⌣ , ⌣ }

b) {⌣ } : V −→ V
x 7−→ {⌣ } (x) = {x}

Demostración. En primer lugar, notemos que {⌣ } es un Relacional pues

n o
{⌣ } = x, {x} : x ∈ V
n o
= x : ∃y x = y, {y}

En segundo lugar, veamos que si a, b y c son un conjuntos, entonces la condición

⟨a, b⟩ ∈ {⌣ } y ⟨a, c⟩ ∈ {⌣ } implica que b = c. En efecto, dado que el conjunto

postulado por ZF3 es único tenemos que b = {a} = c. Nuevamente, solamente falta

ver quién es la clase IMG {⌣ } .

 n o
Afirmación. IMG {⌣ } = x : ∃y x = {y} .
n o n
Sea a ∈ V , de inmediato {⌣ } (a) = {a} ∈ x : ∃y x = {y} . Ahora, si b ∈ x :
o
∃y x = {y} , entonces existe un conjunto c tal que b = {c} y además, b = {⌣ } (c),

por lo que también b ∈ IMG {⌣ } . En suma,la afirmación es cierta.

S
c) ⌣ : V −→ V
S S
x 7−→ ⌣ (x) = x
S
Demostración. Comencemos por notar que ⌣ es una Relacional pues

S n S o
⌣ = x, x : x ∈ V
n S o
= x : ∃y x = y, y

☞ Ir al ı́ndice 33 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Ahora, notemos que, en virtud de que el conjunto postulado por el axioma ZF4 es único,
S S S
si a, b y c son conjuntos tales que ⟨a, b⟩ ∈ ⌣ y ⟨a, c⟩ ∈ ⌣ , entonces b = a = c.

Falta conocer quién es la imagen.

S 
Afirmación. IMG ⌣ =V.

Esta afirmación se deriva inmediatamente de que para cada conjunto a se verifica que
S
{a} = a.

d) ⌣ ∪ ⌣ : V × V −→ V
⟨x, y⟩ 7−→ ⌣ ∪ ⌣ (⟨x, y⟩) = x ∪ y

Demostración. En primer lugar, comprobemos que ⌣ ∪ ⌣ es una Relacional. Para

ello notemos que

n o
⌣ ∪⌣ = ⟨x, y⟩, x ∪ y : (x ∈ V ) ∧ (y ∈ V )
n o
= x : ∃y∃z x = ⟨y, z⟩, y ∪ z

Ahora bien, una combinación de la unicidad de los conjuntos postulados por ZF3 y

ZF4 , si a, b, c y d son conjuntos tales que ⟨a, b⟩, c ∈ ⌣ ∪ ⌣ y ⟨a, b⟩, d ∈ ⌣ ∪ ⌣,

entonces c = d. Además, podemos observar que debido a la manera de construir


S  S
a ∪ b a ∪ b = {a, b} podemos afirmar que ⌣ ∪ ⌣ = ⌣ ◦ {⌣ , ⌣ }. Por esta

razón, al emplear las proposiciones 3.12( a) y 3.14( b) junto con los incisos ( a) y
S 
( c) del presente ejemplo, concluimos que IMG (⌣ ∪ ⌣ ) = IMG ⌣ ◦ {⌣ , ⌣ } =
S   S   S  S  S 
⌣ IMG {⌣ , ⌣ } = ⌣ V = ⌣ DOM ⌣ = IMG ⌣ =V

e) P (⌣ ) : V −→ V
x 7−→ P (⌣ ) (x) = P(x)

Demostración. La razón por la cual P (⌣ ) es una relacional es la siguiente,

n o
P (⌣ ) = x, P(x) : x ∈ V
n o
= x : ∃y x = y, P(y)

☞ Ir al ı́ndice 34 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Adicionalmente, si a, b y c son conjuntos tales que ⟨a, b⟩ ∈ P (⌣ ) y ⟨a, c⟩ ∈ P (⌣ ), la

unicidad del conjunto postulado por ZF5 , garantiza que b = P(a) = c. Ahora, ¿será

cierto que IMG P (⌣ ) = V ?.




Afirmación. IMG P (⌣ ) ⊊ V .


Basta encontrar un conjunto que no sea potencia de ningún conjunto en sı́mbolos

∃x∀y x ̸= P(y)


n o
Consideremos pues al conjunto a := {∅} . De inmediato, como el ∅ es un

subconjunto de cualquier conjunto y, tenemos que ∅ ∈ / a, no hay algún conjunto x

con P(x) = a. Más aún, pensando en qué tipo de clase es IMG P (⌣ ) , podrı́amos


pensar que se trata de la colección de todos los conjuntos de la forma x ∪ {∅}. Sin
n o
embargo, el conjunto b := {∅} , {∅}, ∅ satisface que b ∪ {∅} = b y no es potencia

de algún conjunto. Si por el contrario, existe un conjunto c tal que b = P(c), entonces

se verifica que {∅} y {∅} son subconjuntos de c, lo cual, a su vez indica que
 
{∅} ∪ {∅} = {∅}, ∅ es un subconjunto de c que no es elemento de b, el absurdo

deseado. En general la potencia de un conjunto no tiene una forma especı́fica (Pero

sı́ una cardinalidad). En estas circunstancias, solo podemos asegurar la siguiente

igualdad,

IMG P (⌣ ) = P(x) : x ∈ V
 
n o
= x : ∃y x = P(y)

f) IdA : A −→ A
x 7−→ IdA (x) = x

Demostración. Claramente es una funcional.

☞ Ir al ı́ndice 35 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

g) ∅ es una función, es decir, ∅ ∈ FNC. Donde DOM(∅) = IMG(∅) = ∅. Además

podemos escribir,

∅ : ∅ −→ ∅

O también,

∅ : ∅ −→ A

para cualquiera que sea A.

h) Si a es un conjunto, la funcional constante a es

a : V −→ {a}
x 7−→ a(x) = a

Proposición 3.18. Sean F y G Funcionales. De este modo, F = G si y solo si las

siguientes dos propiedades se verifican.

a) DOM(F ) = DOM(G) y,
  
b) ∀x x ∈ DOM(F ) −→ F (x) = G(x)

Demostración. Comencemos por suponer que F = G. De inmediato, se verifican las

relaciones

n o n o
DOM(F ) = x : ∃y ⟨x, y⟩ ∈ F = x : ∃y ⟨x, y⟩ ∈ G = DOM(G)

Además, si x ∈ DOM(F ), entonces x, F (x) ∈ F . Como F = G y G es una funcional,

x, F (x) ∈ G y de ahı́ que F (x) = G(x).

Ahora, continuemos por suponer que se verifican los incisos (a) y (b). Es estas circun-

stancias, se verifican las igualdades,

n o n o
F = x, F (x) : x ∈ DOM(F ) = x, G(x) : x ∈ DOM(G) = G

☞ Ir al ı́ndice 36 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Definición 3.19. Sea F : A −→ B . Diremos que, F es Inyectiva o que F es 1 a 1 si

  
 
∀x1 ∀x2 ∀y1 ∀y2 ⟨x1 , y1 ⟩ ∈ F ∧ ⟨x2 , y2 ⟩ ∈ F ∧ (y1 = y2 ) −→ (x1 = x2 )

Observación 3.2. Las siguientes son equivalentes a que F : A −→ B sea inyectiva.


  
 
1) ∀x1 ∀x2 ∀y1 ∀y2 ⟨x1 , y1 ⟩ ∈ F ∧ ⟨x2 , y2 ⟩ ∈ F ∧ (x1 ̸= x2 ) −→ (y1 ̸= y2 )
  
2) ∀x1 ∀x2 F (x1 ) = F (x2 ) −→ (x1 = x2 )

Notación 3.20. Escribiremos F : A B para denotar que la funcional F : A −→ B es

inyectiva.

Definición 3.21. Sea F : A −→ B . Diremos que, F es Suprayectiva o es Sobre B si

  

∀y (y ∈ B) −→ ∃x (x ∈ A) ∧ y = F (x)

Notación 3.22. Escribiremos F : A B para denotar que la funcional F : A −→ B es

suprayectiva.

Definición 3.23. Sea F : A −→ B . Diremos que, F es Biyectiva si F es inyectiva y

suprayectiva.

Notación 3.24. Escribiremos F : A B para denotar que la funcional F : A −→ B es

biyectiva.

Definición 3.25. Sean F una funcional y A una clase. La Restricción de F en A o la

funcional F Restringida a A es la clase

n o
F↾A = ⟨x, y⟩ : (x ∈ A) ∧ ⟨x, y⟩ ∈ F
  
 
= x : ∃y∃z (y ∈ A) ∧ ⟨y, z⟩ ∈ F ∧ x = ⟨y, z⟩

Ası́, F↾A es una funcional, con DOM (F↾A ) = DOM(F ) ∩ A y cuya IMG (F↾A ) ⊆ IMG(F ).

Observación 3.3. Sean F una funcional y A una clase, cuando A ∩ DOM(F ) = ∅ se tiene

que F↾A = ∅

☞ Ir al ı́ndice 37 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Ejemplo 3.26. Sean A, B clases y F : A −→ B . Entonces se satisfacen los siguientes

incisos.
n o
a) {⌣ , ⌣ } : V × V y : ∃z∃w y = {z, w}
⟨x, y⟩ 7−→ {⌣ , ⌣ } (⟨x, y⟩) = {x, y}
n o
b) {⌣ } : V y : ∃z y = {z}
x 7−→ {⌣ }(x) = {x}

S
c) ⌣↾V \{∅} : V \ {∅} V
S S S
x 7−→ ⌣↾V \{∅} (x) = ⌣ (x) = x

d) ⌣ ∪⌣ :V ×V V
⟨x, y⟩ 7−→ ⌣ ∪ ⌣ (⟨x, y⟩) = x ∪ y

e) P (⌣ ) : V V
x 7−→ P (⌣ ) (x) = P(x)
n o
f) P (⌣ ) : V y : ∃z y = P(z)
x 7−→ P (⌣ ) (x) = P(x)

g) IdA : A A
x 7−→ IdA (x) = x

h) Si A ⊊ B, entonces IdA : A B
x 7−→ IdA (x) = x

i) ∅ : ∅ ∅

j) ∅ : ∅ A , siempre es inyectiva y cuando A ̸= ∅ no es suprayectiva.

k) F : A IMG(F ) = F [A] ⊆ B . Más aún, cuando F : A B tenemos que

F :A IMG(F )

Proposición 3.27. Sea F una funcional. Ası́, F −1 es una funcional si y solamente si F

es inyectiva.

Demostración. Tarea.

☞ Ir al ı́ndice 38 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Definición 3.28. Sean a, b ∈ V . Definimos a la clase de todas las funciones con dominio

a y contradominio b como sigue,


a
b = {f : f : a −→ b}

Y lo llamaremos las funciones de a en b.

Proposición 3.29. Si a, b ∈ V , entonces a b ∈ V .

Demostración. Sea f ∈ a b. De este modo, f ⊆ DOM(f ) × IMG(f ) ⊆ a × b. Luego, como

a × b ∈ V (véase la proposición 3.9), sabemos que f ∈ P (a × b). En suma, a b ⊆ P (a × b).

Finalmente, por ZF6 , resulta que a b ∈ V .

Ejemplo 3.30. Sean a, b conjuntos.

a) ∅b = {f : f : ∅ −→ b} = {∅}

b) Si a es no vacı́o, entonces a ∅ = ∅. Esto debido a que si f : a −→ ∅ fuera una

función, para cada x ∈ DOM(f ) = a deberı́a existir f (x) ∈ ∅, lo cual es absurdo.

{a} b

c) Si b es no vacı́o, entonces = {⟨a, x⟩} : x ∈ b

{a} {b}
 
d) Del inciso anterior, = {⟨a, x⟩} : x ∈ {b} = {⟨a, b⟩}

Recordemos que la composición de funciones está definida para relacionales y, por ende,

para las funcionales.

Si F y G son funcionales, sabemos que,

  
 
G◦F = ⟨x, z⟩ : ∃y ⟨x, y⟩ ∈ F ∧ ⟨y, z⟩ ∈ G

Proposición 3.31. Sean F y G funcionales. Los siguientes enunciados son ciertos

a) G ◦ F es una funcional.

b) Si IMG(F ) ⊆ DOM(G), entonces

G ◦ F : DOM(F ) −→ IMG(G)

☞ Ir al ı́ndice 39 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I
  
 
c) ∀x x ∈ DOM(F ) −→ (G ◦ F )(x) = G F (x)

Demostración. Comencemos por verificar (a). Es evidente que G ◦ F es una relacional

pues
  
 
G◦F = ⟨x, z⟩ : ∃y ⟨x, y⟩ ∈ F ∧ ⟨y, z⟩ ∈ G

Por otra parte, si a, c y e son conjuntos tales que ⟨a, c⟩ ∈ G ◦ F , ⟨a, e⟩ ∈ G ◦ F , tenemos

la existencia de conjuntos b y d tales que ⟨a, b⟩ ∈ F , ⟨b, c⟩ ∈ G, ⟨a, d⟩ ∈ F , ⟨d, e⟩ ∈ G. A

partir de que ⟨a, b⟩ ∈ F , ⟨a, d⟩ ∈ F y de que F es una funcional, tenemos que b = F (a) = d.

De inmediato, como ⟨F (a), c⟩ ∈ G, ⟨F (a), e⟩ ∈ G y G es una funcional, obtenemos que



c = G F (a) = e. En suma, G ◦ F es una funcional.

Notemos que, en virtud de la notación 3.16(2), el inciso (b) se deduce a partir de


 
comprobar las relaciones DOM G◦F = DOM(F ) y IMG G◦F ⊆ IMG(G). Supongamos

entonces que IMG(F ) ⊆ DOM(G).



Primero verifiquemos que DOM G ◦ F = DOM(F ). Por definición, sabemos que

n  
 o   
DOM G ◦ F = x : ∃z ⟨x, z⟩ ∈ G ◦ F = x : ∃y∃z ⟨x, y⟩ ∈ F ∧ ⟨y, z⟩ ∈ G

Ahora, por un lado, si x ∈ DOM(G ◦ F ), entonces existe un conjunto y tal que ⟨x, y⟩ ∈ F

y ⟨y, z⟩ ∈ G; en particular, como ⟨x, y⟩ ∈ F , x ∈ DOM(F ). Por otro lado, si x ∈ DOM(F ),

existe un conjunto y tal que ⟨x, y⟩ ∈ F . Además, la hipótesis IMG(F ) ⊆ DOM(G) junto

con el hecho de que y ∈ IMG(F ) implican la existencia de un conjunto z tal que ⟨y, z⟩ ∈ G

y, por ende, ⟨x, z⟩ ∈ G ◦ F . De inmediato, x ∈ DOM(G ◦ F ).

Por otra parte, para verificar que IMG(G ◦ F ) ⊆ IMG(G), tomemos z ∈ IMG(G ◦ F ).

De inmediato, existe x ∈ DOM(F ) tal que ⟨x, z⟩ ∈ G ◦ F , de donde obtenemos la existencia

de un conjunto y tal que ⟨x, y⟩ ∈ F y ⟨y, z⟩ ∈ G; en especial, de la pertenencia ⟨y, z⟩ ∈ G

derivamos que z ∈ IMG(G).

Finalmente para el inciso (c), fijemos x ∈ DOM(G ◦ F ). De este modo, existen dos

conjuntos y, z con la propiedad de que ⟨x, y⟩ ∈ F y ⟨y, z⟩ ∈ G. En virtud de que F y G son



funcionales, por una parte, z = (G ◦ F )(x) y por el otro, z = G(y) = G F (x) .

Dos funcionales, como las relacionales que son, cumplen que su unión es otra relacional

☞ Ir al ı́ndice 40 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

pero, no necesariamente es una funcional. Un ejemplo ilustrativo de esta situación se puede



observar al considerar tres conjuntos distintos a, b y c, junto con las funciones f = ⟨a, b⟩ y
 
g = ⟨a, c⟩ . En estas circunstancias, la unión de estas dos funciones, F ∪G = ⟨a, b⟩, ⟨a, c⟩

es una relacional, pero como b y c son conjuntos relacionados con a distintos, F ∪ G no es

una funcional.

En esta situación, nos preguntamos ¿Cuándo sı́ lo es?. Dicho de otro modo, ¿bajo qué

condiciones, la unión de dos funcionales es otra funcional?.

Definición 3.32. Sean F y G funcionales. Diremos que F y G son Compatibles si se verifica

que
 
 
∀x x ∈ DOM(F ) ∩ DOM(G) −→ F (x) = G(x)

Proposición 3.33. Sean F y G funcionales. Los siguientes enunciados son ciertos.

a) F ∪ G es una funcional syss F y G son compatibles.

b) i) DOM(F ∪ G) = DOM(F ) ∪ DOM(G) e,

ii) IMG(F ∪ G) = IMG(F ) ∪ IMG(G)

c) F y G son compatibles si y solamente si

F↾(DOM(F )∩DOM(G)) = G↾(DOM(F )∩DOM(G))

Demostración. Tarea.

Generalizamos esta noción para una clase arbitraria de funciones.

Definición 3.34. Sea F ⊆ FNC (una clase de funciones). Diremos que F forma un

Sistema Compatible de Funciones si sus elementos son compatibles por pares, es decir,

dadas f, g ∈ F , se verifica que f y g son funciones compatibles.

Teorema 3.35. Sea F un sistema compatible de funciones. Los siguientes enunciados son

ciertos.

F es una funcional.
S
a)

F = DOM(f ) : f ∈ F .
S  S
b) i) DOM

☞ Ir al ı́ndice 41 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

F = IMG(f ) : f ∈ F .
S  S
ii) IMG

c) Para cualesquiera conjuntos x e y, se tiene

 
F ←→ ∃f (f ∈ F ) ∧ ⟨x, y⟩ ∈ f
S
⟨x, y⟩ ∈

o bien,
 
F (x) = y ←→ ∃f (f ∈ F ) ∧ f (x) = y
S 

Demostración. En primer lugar, con inciso (a) en mente, veamos que F es una relacional.
S

Sea z ∈ F , de inmediato hay f ∈ F tal que z ∈ f ası́, cómo f es una función existe
S

x ∈ DOM(f ) tal que z = ⟨x, f (x)⟩. De este modo, F es una relacional.


S

En segundo lugar, si a, b y c son conjuntos tales que ⟨a, b⟩ ∈ F y ⟨a, c⟩ ∈ F ,


S S

entonces se tiene la existencia de dos funciones f, g ∈ F tales que ⟨a, b⟩ ∈ f y ⟨a, c⟩ ∈ g. En

estas condiciones, tenemos que a ∈ DOM(f )∩DOM(g) ası́ como F es un sistema compatible

de funciones, tenemos que b = f (a) = g(a) = c. En suma, F es una funcional.


S

En tercer lugar, para verificar el inciso (b), comencemos con (i). Con esta idea en mente,

F . De este modo, existe un conjunto y tal que ⟨x, y⟩ ∈ F y, por


S  S
fijemos x ∈ DOM

ende, hay una f ∈ F con ⟨x, y⟩ ∈ f luego, x ∈ DOM(f ) y de ahı́ que x ∈ {DOM(f ) : f ∈
S

F }. Por otro lado, si x ∈ {DOM(f ) : f ∈ F }, entonces hay f ∈ F con x ∈ DOM(f )


S

y, por consiguiente, existe un conjunto y tal que ⟨x, y⟩ ∈ f . Finalmente, como F es el


S

⊆-menor subconjunto que contiene a todos los elementos de cada miembro de F y f ∈ F ,

tenemos que ⟨x, y⟩ ∈ F . Concluimos que x ∈ DOM F .


S S 

F y fijar x ∈
S 
En cuarto lugar, para ver (ii), comencemos por tomar y ∈ IMG

F tal que ⟨x, y⟩ ∈ F y de ahı́ hay f ∈ F tal que ⟨x, y⟩ ∈ f . En suma,


S  S
DOM

y ∈ IMG(f ) y, por lo tanto, y ∈ {IMG(f ) : f ∈ F }. Para ver la otra contención, fijemos


S

y ∈ {IMG(f ) : f ∈ F } y f ∈ F con y ∈ IMG(f ). De inmediato, existe un conjunto


S

F con ⟨x, y⟩ ∈ f ⊆ F y de ahı́ que y ∈ IMG F .


S  S S 
x ∈ DOM(f ) ⊆ DOM

En último lugar, el inciso (c) se deduce fácilmente de la definición de unión.

Finalizaremos esta sección con un poco de,

Notación 3.36. Sea F una funcional con dominio una clase I (DOM(F ) = I).

☞ Ir al ı́ndice 42 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

1) i) F ⇋ F (i) : i ∈ I ⇋ F (i) i∈I

ii) F ⇋ ⟨Fi : i ∈ I⟩ ⇋ ⟨Fi ⟩i∈I

Para el caso en que I sea un conjunto bien ordenado, a F se le conoce como una

Sucesión de Longitud I.

 
2) IMG(F ) = F (i) : i ∈ I ⇋ F (i) i∈I
⇋ {Fi }i∈I

Se le suele llamar una Familia (de conjuntos) con Índices en I.

Observación 3.4. No debemos confundir F (i) : i ∈ I , que es la funcional, con su



imagen F (i) : i ∈ I .

S  S S S
3) IMG(F ) = F (i) : i ∈ I ⇋ i∈I F (i) ⇋ i∈I Fi

T  T T T
4) IMG(F ) = F (i) : i ∈ I ⇋ i∈I F (i) ⇋ i∈I Fi

Y una última pregunta. ¿Será cierto que si F es una funcional y a es un conjunto con

a ⊆ DOM(F ), entonces F↾a es una función y F [a] es un conjunto?

La respuesta a esta pregunta queda pendiente al desarrollo de

3.3 Relaciones de equivalencia, órdenes parciales, órdenes totales, buenos


órdenes y relaciones bien fundadas

En lo que sigue sean R una relacional y A una clase con A ⊆ CMP(R).

Notación 3.37. Para cualesquiera a, b ∈ A, aRb ⇋ ⟨a, b⟩ ∈ R

Definición 3.38.

1) R es Reflexiva, sobre A si ∀x ∈ A(xRx).

2) R es Irreflexiva, sobre A si ∀x ∈ A(xRx), o bien, ¬∃x ∈ A(xRx)


3) R es Simétrica, sobre A si ∀x ∈ A ∀y ∈ A (xRy) −→ (yRx) .


4) R es Asimétrica, sobre A si ¬∃x ∈ A ∃y ∈ A (xRy) ∧ (yRx) o bien,

∀x ∈ A ∀y ∈ A (xRy) −→ (y Rx) .
  
5) R es Antisimétrica, sobre A si ∀x ∈ A ∀y ∈ A (xRy) ∧ (yRx) −→ (x = y) .

☞ Ir al ı́ndice 43 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I
  
6) R es Transitiva, sobre A si ∀x ∈ A ∀y ∈ A ∀z ∈ A (xRy) ∧ (yRz) −→ (xRz) .
  
7) R es Antitransitiva, sobre A si ∀x ∈ A ∀y ∈ A ∀z ∈ A (xRy) ∧ (yRz) −→ (xRz) .


8) R es Dicotómica, sobre A si ∀x ∈ A ∀y ∈ A (xRy) ∨ (yRx) .


9) R es Tricotómica, sobre A si ∀x ∈ A ∀y ∈ A (xRy) ∨ (x = y) ∨ (yRx) .

Definición 3.39. R es una Relacional de Equivalencia, sobre A si R es reflexiva, simétrica

y transitiva sobre A. Si además, R es un conjunto, R será una relación de equivalencia

sobre A.

S S 
Notemos que, cuando R es un conjunto, la contención A ⊆ CMP(R) ⊆ R ,

garantiza que A es un conjunto. Dejaremos para más adelante las propiedades de las

relacionales de equivalencia.

Definición 3.40. R es un Orden Parcial Reflexivo sobre A si

R es reflexiva, antisimétrica y transitiva sobre A.

Si R cumple además que es dicotómico sobre A, se dirá que R es un Orden Total (o Lineal)

Reflexivo sobre A. Para a, b ∈ A, aRb puede leerse como “a es menor o igual a b con

respecto a R”, o bien, “b es mayor o igual a a con respecto a R”.

Definición 3.41. R es un Orden Parcial Estricto sobre A si

R es irreflexiva, asimétrica y transitiva sobre A.

Si R cumple además que es tricotómico sobre A, se dirá que R es un Orden Total (o Lineal)

Estricto sobre A. Para a, b ∈ A, aRb puede leerse como “a es estrictamente menor que b

con respecto a R”, o bien, “b es estrictamente mayor que a con respecto a R”.

Proposición 3.42. Para cada orden parcial reflexivo R sobre A, hay un orden parcial

estricto (R)E sobre A y para cada orden parcial estricto E sobre A, hay un orden parcial

reflexivo (E)R , tales que:

 
(R)E R
=R y (E)R E
=E

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Teorı́a de Conjuntos I

Demostración. Definimos las relacionales (R)E y (E)R como sigue, para cualesquiera con-

juntos a, b ∈ A,
a(R)E b ←→ (aRb) ∧ (a ̸= b), y,

a(E)R b ←→ (aEb) ∨ (a = b)

En otras palabras, (R)E = R \ IdA y (E)R = E ∪ IdA . Ası́, (R)E es irreflexivo y (E)R es

reflexivo, correspondientemente, sobre A. No es difı́cil verificar que ambas relacionales, son

órdenes parciales sobre A.

Diremos que el orden estricto (R)E corresponde al orden reflexivo R y, en forma similar,

el orden reflexivo (E)R corresponde al orden estricto E.

Notación 3.43. Cuando digamos solamente “orden parcial” estaremos refiriéndonos a

cualquiera de los dos tipos de orden: el estricto o su asociado, el reflexivo. Y por lo

general, usaremos,

1) <⇋ para referirnos a órdenes parciales estrictos

2) ⩽⇋ para referirnos a órdenes parciales reflexivos.

Definición 3.44. Diremos que ⟨a, r⟩ es un COnjunto Parcialmente Ordenado si

1) r ⊆ a × a y,

2) r ordena parcialmente a a.

Usaremos la siguiente notación:



COPO = ⟨a, r⟩ : ⟨a, r⟩ es un conjunto parcialmente ordenado

Definición 3.45. Diremos que ⟨a, r⟩ es un COnjunto Totalmente Ordenado si

1) r ⊆ a × a y,

2) r ordena totalmente a a.

Usaremos la siguiente notación:



COTO = ⟨a, r⟩ : ⟨a, r⟩ es un conjunto totalmente ordenado

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Teorı́a de Conjuntos I

Definición 3.46. Diremos que ⟨a, r⟩ es un COnjunto Densamente Ordenado si

1) ⟨a, r⟩ ∈ COTO ,

2) i) ∃x ∈ a ∃y ∈ a(x ̸= y) y,
  
ii) ∀x ∈ a ∀y ∈ a (xry) ∧ (x ̸= y) −→ ∃z ∈ a (xrz) ∧ (zry) ∧ (z ̸= x) ∧ (z ̸= y) .

Usaremos la siguiente notación:



CODO = ⟨a, r⟩ : ⟨a, r⟩ es un conjunto densamente ordenado

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Teorı́a de Conjuntos I

Ejemplo 3.47. Sean una clase A y una relacional R.

a) Si A ̸= ∅ y R = ∅, entonces se verifica que R es un orden parcial estricto para A

pero no es un orden parcial reflexivo sobre A.

b) Si A = V y R =⊆V , entonces R es un orden parcial reflexivo sobre A.

c) Del inciso anterior, para A = V y R′ = (R)E = (⊆V )E =⊊V , se verifica que R′ es un

orden parcial estricto para A. Además de que, por supuesto, (R′ )R = R =⊆V .

d) Si A ̸= ∅ y R = IdA , R es un orden parcial reflexivo sobre A y (IdA )E = ∅.

e) Si a es un conjunto, ⟨a, ⊆a ⟩, ⟨a, ⊊a ⟩ ∈ COPO. Donde ⊆a =⊆V ∩(a×a) y ⊊a =⊆a \Ida .


D E
f) Si a es un conjunto con al menos dos elementos, P(a), ⊆P(a) ∈ COPO \ COTO.

Pues si se consideran dos conjuntos b y c, elementos de a distintos, entonces {b}, {c}

son elementos de P(a) y no cumplen ninguna de las dos contenciones.

g) Z+ , | ∈ COPO \ COTO. Debido a que es un orden parcial para Z+ pero los elemen-

tos 2, 3 son primos, es decir, 2| 3 y 3| 2. Por lo cual, Z+ , | ∈


/ COTO.

h) ⟨N, <⟩ ∈ COTO \ CODO.

i) ⟨Z, <⟩ ∈ COTO \ CODO. Es evidente que, 0 ̸= 1 son elementos de Z tales que para

todo z ∈ Z se tiene la relación z < 0 o bien, se verifica la relación 1 < z. Es por esta

razón, que ⟨Z, <⟩ ∈


/ CODO.

j) ⟨R, <⟩ ∈ CODO. Lo que conocen por sus cursos de cálculo, como que el conjunto Q

es denso en R, garantiza la densidad del orden de R.

k) ⟨Q, <⟩ ∈ CODO. Enunciamos la densidad de Q como sigue,

 
∀x ∈ R ∀y ∈ R (x < y) −→ ∃q ∈ Q(x < q < y)

En estas circunstancias, podemos asegurar las relaciones,

CODO ⊊ COTO ⊊ COPO

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Teorı́a de Conjuntos I

Pasemos a dar una serie de definiciones y propiedades para conjuntos parcialmente

ordenados, y dejamos al lector que las generalice para clases.

Definición 3.48. Sean ⟨a, <⟩ ∈ COPO, b ⊆ a y x ∈ a.

1) x es un <-Mı́nimo de b si x ∈ b y ∀y ∈ b(x ⩽ y).

2) x es un <-Minimal de b si x ∈ b y ¬∃y ∈ b(y < x), o bien, x ∈ b y



∀y ∈ a (y < x) −→ (y ∈
/ b) .

3) x es un <-Máximo de b si x ∈ b y ∀y ∈ b(y ⩽ x).

4) x es un <-Maximal de b si x ∈ b y ¬∃y ∈ b(x < y), o bien, x ∈ b y



∀y ∈ a (x < y) −→ (y ∈
/ b)

Los siguientes resultados son inmediatos de las definiciones.

Proposición 3.49. Sean ⟨a, <⟩ ∈ COPO y b ⊆ a. Ası́,

1) b tiene a lo más un elemento <-mı́nimo (respectivamente, máximo)

Notación 3.50. Si estos existen los denotaremos como mı́n < b y máx < b.

2) Todo elemento <-mı́nimo (resp., máximo) de b, también es <-minimal (resp., maxi-

mal) de b.

Proposición 3.51. Si ⟨a, <⟩ ∈ COTO y b ⊆ a, entonces todo <-minimal (resp., maximal)

de b es <-mı́nimo (resp., máximo) de b.

Definición 3.52. Sea ⟨a, <⟩ ∈ COPO y sean b ⊆ a y x ∈ a.

1) x es Cota Inferior de b si ∀y ∈ b(x ⩽ y)

2) x es Ínfimo de b si x = máx < {z ∈ a : z es cota inferior de b}.

Notación 3.53. Si éste existe, lo escribiremos, inf < b.

3) x es Cota Superior de b si ∀y ∈ b(y ⩽ x).

4) x es Supremo de b si x = mı́n < {z ∈ a : z es cota superior de b}.

☞ Ir al ı́ndice 48 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Notación 3.54. Si éste existe, lo denotaremos por sup< b.

La diferencia entre cota inferior de b y mı́nimo de b es que se exige que este último

pertenezca al conjunto b. El conjunto b puede tener varias cotas inferiores pero, el conjunto

de todas las cotas inferiores de b, puede tener a lo más un máximo y por tanto b puede tener

a lo más un ı́nfimo. No está de más comentar que, el conjunto de las cotas inferiores de b,

puede ser vacı́o —no tener cotas inferiores— o también puede ser el caso, de tener varios

maximales o no tener ninguno -no tener un máximo- y por lo tanto, b no tendrı́a ı́nfimo.

Similarmente, con las cotas superiores.

Proposición 3.55. Los siguientes enunciados son ciertos para cualesquiera ⟨a, <⟩ ∈ COPO,

b ⊆ a y c ∈ a.

a) Si c = mı́n < b, entonces c = inf < b.

b) Si c = inf < b y c ∈ b, entonces c = mı́n < b.

c) b tiene a lo sumo un ı́nfimo.

d) c = inf < b si y solo si se verifican

i) ∀x ∈ b(c ⩽ x) y,

ii) ∀y ∈ a ∀x ∈ b(y ⩽ x) −→ (y ⩽ c) .

Proposición 3.56. Los siguientes enunciados son ciertos para cualesquiera ⟨a, <⟩ ∈ COPO,

b ⊆ a y c ∈ a.

a) Si c = máx < b, entonces c = sup< b.

b) Si c = sup< b y c ∈ b, entonces c = máx < b.

c) b tiene a lo sumo un supremo.

d) c = sup< b si y solo si se verifican

i) ∀x ∈ b(x ⩽ c) y,

ii) ∀y ∈ a ∀x ∈ b(x ⩽ y) −→ (c ⩽ y) .

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Teorı́a de Conjuntos I

Ejercicio, probar las proposiciones 3.55 y 3.56.

Ejemplo 3.57.

a) En Z+ ∪ {0}, | , se cumple que todo z ∈ Z+ ∪ {0} divide al 0, esto es 0 es |-máximo

en Z+ ∪ {0}. Del mismo modo, dado que el 1 divide a cada entero positivo y al cero,

tenemos que 1 es |-mı́nimo en Z+ ∪ {0}.

b) Del inciso anterior, Z+ \ {1}, | no tiene |-mı́nimo ni |-máximo. Y cada uno de los

números primos es un |-minimal.

c) Si además, p ⊆ Z+ denota a la colección de números primos y |p =| ∩(p × p), entonces

en p, |p se tiene que también todo número primo es |p -maximal.


D E
d) En P(a), ⊆P(a) , a es ⊆P(a) -máximo y ∅ es ⊆P(a) -mı́nimo.

e) Consideremos a los números reales, con su orden natural. Es decir, a ⟨R, <⟩ ∈ CODO

y considérese los siguientes conjuntos (intervalos) de reales,

i) El intervalo (0, 1) no tiene <-mı́nimo, todo negativo es cota inferior y el inf < (0, 1) =

0. No tiene < -máximo, todo número mayor a 1 es cota superior y sup< (0, 1) = 1.

Notemos además que mo tiene <-minimales ni <-maximales ya que (0, 1), < ∈

COTO y, en virtud de la proposición 3.51, éstos deberı́an ser mı́nimos o máximos

respectivamente.

ii) En el intervalo [0, 1), mı́n < [0, 1) = inf < [0, 1) = 0, no tiene <-máximo y sup< [0, 1) =

1.

iii) Para [0, ∞), mı́n < [0, ∞) = inf < [0, ∞) = 0 y no está acotado superiormente.

iv) El intervalo (−∞, 0] no tiene cotas inferiores y 0 = máx < (−∞, 0] = sup< (−∞, 0].

f) En ⟨R, <⟩, dado un subconjunto a de R, se define al conjunto −a = {−x : x ∈ a}.

Con este conjunto el axioma que postula la existencia del supremo de cualquier con-

junto no vacı́o y acotado superiormente, garantiza, a su vez, la existencia del ı́nfimo;

pues, si b es un subconjunto de R no vacı́o y acotado inferiormente, entonces


inf < b = máx < {x ∈ R : x es una cota inferior de b}

= mı́n < {x ∈ R : x es una cota superior de − b} = sup< − b

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Teorı́a de Conjuntos I

Definición 3.58. Sean R una relacional y A una clase, con A ⊆ CMP(R). Diremos que R

Bien Ordena a A si

1) R ordena totalmente a A, y

2) Todo subconjunto no-vacı́o de A, tiene un elemento R-mı́nimo, en sı́mbolos

  
∀x (x ⊆ A) ∧ (x ̸= ∅) −→ ∃y ∈ x∀z ∈ x (yRz) ∨ (y = z)

Observación 3.5. La definición anterior es redundante, pues al pedir la existencia de un R-

mı́nimo para cualquier subconjunto -no vacı́o- la tricotomı́a (resp., dicotomı́a) sale sobrando.

Puesto que si a, b ∈ A son conjuntos cualesquiera, entonces {a, b} es un subconjunto no vacı́o

de A y, por ende, tiene R-mı́nimo. Luego, a y b satisfacen aRb, a = b o bien, bRa (resp.,

aRb o bRa). Ası́, es suficiente pedir que R ordene parcialmente a A. Lo enunciamos en la

siguiente proposición para tenerlo en mente.

Proposición 3.59. Sean A una clase y R una relacional. R bien ordena a A si y solo si

a) R ordena parcialmente a A, y
  
b) ∀x (x ⊆ A) ∧ (x ̸= ∅) −→ ∃y ∈ x∀z ∈ x (yRz) ∨ (y = z)

Definición 3.60. Diremos que ⟨a, <⟩ es un COnjunto Bien Ordenado si

1) <⊆ a × a, y

2) < bien ordena a a.

Usaremos la siguiente notación:


COBO = ⟨a, <⟩ : ⟨a, <⟩ es un conjunto bien ordenado

Definición 3.61. Sea R una relacional y A una clase. Diremos que A es Bien Fundada por

R o que R Bien Funda a A si todo subconjunto no-vacı́o de A tiene un elemento R-minimal,

es decir,
  
∀x (x ⊆ A) ∧ (x ̸= ∅) −→ ∃y ∈ x∀z ∈ x (yRz) ∨ (y = z)

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Teorı́a de Conjuntos I

En el caso en que A = CMP(R) diremos simplemente que R es Bien Fundada.

Observación 3.6.

a) Sea R una relacional y A una clase. Son equivalentes,


i) ∀x ⊆ A (x ̸= ∅) −→ ∃y ∈ x ∀z ∈ x(z Ry)
 
ii) ∀x ⊆ A (x ̸= ∅) −→ ∃y ∈ x ∀z (zRy) −→ (z ∈/ x)
 
iii) ∀x ⊆ A (x ̸= ∅) −→ ∃y ∈ x ¬∃z (z ∈ x) ∧ (zRy)
  
iv) ∀x ⊆ A ∀y ∈ x ∃z (z ∈ x) ∧ (zRy) −→ (x = ∅)

b) Si R es Bien Fundada sobre A, entonces R es Irreflexiva y Asimétrica sobre A, es



decir, ∀x ∈ A(xRx) y ¬∃x ∈ A ∃y ∈ A (xRy) ∧ (yRx) .

c) El Axioma de Buena Fundación (ABF) se puede reformular diciendo que la pertenen-

cia, ∈V , bien funda al universo, a V .

d ) Una mejor definición de bien ordenado serı́a pedir que el orden fuera total y la rela-

cional fuera bien fundada.

Para terminar, algunas definiciones.

Definición 3.62. Sean A una clase, a, b ∈ A y ⩽ un orden parcial sobre A. Diremos que

a y b son Comparables, en el orden ⩽, si a ⩽ b o b ⩽ a. Y diremos que son Incomparables



si no son comparables, es decir ni a ⩽ b ni b ⩽ a (a ⩽ b) ∧ (b ⩽ a) .

Siendo coherentes con lo establecido en la proposición 3.42, tenemos la noción de com-

parabilidad para un orden < como por ejemplo: a y b son incomparables en el orden < si ni

a < b, ni a = b ni b < a (es decir, a ≮ b ∧ a ̸= b ∧ b ≮ a ). Además, las nociones de dicotomı́a

y tricotomı́a, se resumen al decir que cualesquiera dos elementos (de A) son comparables.

Ejemplo 3.63.

a) En Z+ ∪ {0}, | , los números 2 y 3 no son comparables pues ni 2 | 3 ni 3 | 2.

b) ¿Existe un orden parcial estricto en el que existan elementos incomparables?



Hint. Piense en el conjunto a = ∅, {∅} y en el orden estricto ⊊a .

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Teorı́a de Conjuntos I

Definición 3.64. Sean A, B clases con B ⊆ A y ⩽ un orden parcial sobre A. Diremos que

B es, o forma, una ⩽-Cadena si cualesquiera dos elementos de B son comparables con el

orden ⩽.

Ejemplo 3.65. En Z+ , | una |-cadena es el conjunto de todas las potencias del 2,


 1 2 3
2 , 2 , 2 , . . . = {2n : n ∈ N}

En efecto, si n, m ∈ N, tenemos que n < m, n = m o bien, m < n. Si n < m, entonces

claramente 2n | 2m , similarmente cuando m < n. Y como | es un orden parcial reflexivo,

la condición n = m implica 2n | 2m . En cualquier caso, 2n y 2m son comparables.

Para lo que sigue, consideraremos ⟨a, ⩽a ⟩ , ⟨b, ⩽b ⟩ ∈ COPO. Comenzaremos a estudiar

un par de preguntas con respecto a ellos.

La primer pregunta surge de la unión entre dos órdenes,

¿Será cierto que ⟨a ∪ b, ⩽a ∪ ⩽b ⟩ ∈ COPO?

La respuesta es que no necesariamente, pues si consideramos a dos conjuntos a = {x, y}, b =

{y, z, w} con las relaciones ⩽a = {⟨x, x⟩, ⟨y, y⟩, ⟨x, y⟩} y ⩽b = {⟨y, y⟩, ⟨z, z⟩, ⟨w, w⟩, ⟨y, z⟩},

entonces a ∪ b = {x, y, z, w}, ⩽a ∪ ⩽b = {⟨x, x⟩, ⟨y, y⟩, ⟨z, z⟩, ⟨w, w⟩, ⟨x, y⟩, ⟨y, z⟩}. Además,

claramente la relación ⩽a ∪ ⩽b es reflexiva y antisimétrica, pero no es transitiva, pues a

pesar de que x ⩽a∪b y y y ⩽a∪b z, no se cumple que x ⩽a∪b z; por esta razón, ⩽a∪b no es

un orden parcial.

En general, se tendrá que la unión de órdenes parciales (resp., órdenes totales) no

resulta ser un orden parcial (orden total). Sin embargo podemos definir relaciones que si lo

sean.

Definición 3.66. Sean ⟨a, ⩽a ⟩, ⟨b, ⩽b ⟩ ∈ COPO con a∩b = ∅, definimos en a∪b la relación

⩽a∪b como sigue; para cualesquiera x, y ∈ a ∪ b,







 x ⩽a y y x, y ∈ a, o

x ⩽a∪b y ←→ x ⩽b y y x, y ∈ b, o



 x∈a y y∈b

A ⩽a∪b se le conoce como la semiconcatenación de ⟨a, ⩽a ⟩ y ⟨b, ⩽b ⟩.

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Teorı́a de Conjuntos I

Proposición 3.67. Si ⟨a, ⩽a ⟩, ⟨b, ⩽b ⟩ ∈ COPO con a ∩ b = ∅, entonces ⟨a ∪ b, ⩽a∪b ⟩ ∈

COPO

Demostración. Comencemos por verificar la relexividad de ⩽a∪b sobre a ∪ b. Si x ∈ a ∪ b,

entonces x ∈ a o x ∈ b, entonces x ⩽a x o x ⩽b x. Por lo tanto, x ⩽a∪b x. Continuemos por

suponer que x, y ∈ a ∪ b, son tales que x ⩽a∪b y y ⩽a∪b x con el fin de probar que ⩽a∪b es

antisimétrica. Consideremos el siguiente par de casos:

Caso 1. Si x, y ∈ a, entonces por la definición de ⩽a∪b y dado que ⩽a es un orden parcial

reflexivo sobre a, se tendrá que x = y.

Caso 2. Cuando x, y ∈ b, una combinación de la definición de ⩽a∪b con la antisimetrı́a de

⩽b sobre b muestra que x = y.

Caso 3. Por último, la condición x ∈ a y y ∈ b, no puede ocurrir pues y ⩽a∪b x y supusimos

que a ∩ b = ∅.

En consecuencia, ⩽a∪b es antisimétrica sobre a ∪ b.

Finalmente, para verificar que ⩽a∪b es transitiva, fijemos x, y, z ∈ a ∪ b tales que

x ⩽a∪b y, y y ⩽a∪b z. Por demostrar que x ⩽a∪b z. Tarea.

Ejemplo 3.68. Consideremos a ⩽ el orden de los números reales, R.

a) Si consideramos a los intervalos ajenos a = (−∞, 0) y b = [0, ∞), estos adquieren el

orden de los reales (⩽a =⩽ ∩(a × a), ⩽b =⩽ ∩(b × b)). Al considerar a ⟨a ∪ b, ⩽a∪b ⟩,

obtenemos al orden usual de los reales, es decir, ⟨a ∪ b, ⩽a∪b ⟩ = ⟨R, ⩽⟩.

b) Notemos que con los mismos conjuntos a y b del inciso anterior, el orden ⩽b∪a en

R no es el usual, debido a que por definición, para el −1 ∈ a y el 0 ∈ b se satisface

0 < −1.

Ejercicio 3.7. ¿Qué propiedades obtiene la semiconcatenación si, . . . ?

a) ¿Si en lugar de tomar órdenes parciales reflexivos se consideran órdenes parciales

estrictos?

b) ¿Si tomamos uno estricto y otro reflexivo?

c) ¿Si no se toman a a y b conjuntos ajenos?

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Teorı́a de Conjuntos I

d) ¿Si se consideran a ⩽a , ⩽b órdenes totales?.

La segunda pregunta sencilla se produce al considerar a la intersección de órdenes,

¿será cierto que si se considera al conjunto a ∩ b y a su intersección de órdenes ⩽a ∩ ⩽b ,

entonces ⟨a ∩ b, ⩽a ∩ ⩽b ⟩ un orden parcial? Tarea.

Para responder si es posible ordenar al producto de órdenes parciales, consideremos la

siguiente definición.

Definición 3.69. Sean ⟨a, ⩽a ⟩, ⟨b, ⩽b ⟩ ∈ COPO. Definimos a los órdenes lexicográfico

vertical y lexicográfico horizontal en el producto A × B como sigue para cualesquiera

⟨x, y⟩, ⟨u, v⟩ ∈ a × b,



 x <a u , o

⟨x, y⟩ ≪v ⟨u, v⟩ ←→ y,
 x=u

y y ⩽b v


 y <b v , o

⟨x, y⟩ ≪h ⟨u, v⟩ ←→
 y=v

y x ⩽a u

Cuando ⟨a, ⩽a ⟩, ⟨b, ⩽b ⟩ ∈ COTO, a ≪v también se le conoce como el orden lexicográfico

sobre a × b y a ≪h como el orden antilexicográfico sobre a × b.

Proposición 3.70. Si ⟨a, ⩽a ⟩, ⟨b, ⩽b ⟩ ∈ COPO, entonces ⟨a × b, ≪v ⟩ , ⟨a × b, ≪h ⟩ ∈ COPO.

Demostración. Veamos el argumento para ⟨a × b, ≪v ⟩. En primer lugar, si ⟨x, y⟩ ∈ a × b,

entonces las relaciones x = x y y ⩽b y muestran que ⟨x, y⟩ ≪v ⟨x, y⟩. De inmediato, ≪v es

reflexiva sobre a × b.

En segundo lugar, si ⟨x, y⟩, ⟨u, v⟩ ∈ a × b satisfacen que ⟨x, y⟩ ≪v ⟨u, v⟩ y ⟨u, v⟩ ≪v

⟨x, y⟩, entonces, de la definición, necesariamente se cumple que x = u, y ⩽b v y v ⩽b y. En

consecuencia, la antisimetrı́a de ⩽ b implica que y = v y, por ende, x = u y y = v, es decir,

⟨x, y⟩ = ⟨u, v⟩. De esta manera, ≪v es antisimétrica sobre a × b.

En tercer lugar, si ⟨x, y⟩, ⟨u, v⟩, ⟨z, w⟩ ∈ a × b son tales que ⟨x, y⟩ ≪v ⟨u, v⟩ y ⟨u, v⟩ ≪v

⟨z, w⟩, tenemos los siguientes casos.

Caso 1. Si x <a u y u <a z, entonces la transitividad de ⩽a indica que x <a z; por esta

razón, ⟨x, y⟩ ≪v ⟨z, w⟩.

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Teorı́a de Conjuntos I

Caso 2. Si x <a u, u = z y v ⩽b w, entonces x <a z; en consecuencia, ⟨x, y⟩ ≪v ⟨z, w⟩.

Caso 3. Cuando x = u, y <b v y u <a z, entonces x <a z. Ası́, ⟨x, y⟩ ≪v ⟨z, w⟩.

Caso 4. Si x = u, y ⩽b v, u = z y v ⩽b w, entonces por la transitividad de la igualdad y

de ⩽b , se tiene que x = z y y ⩽b w. Esto es, ⟨x, y⟩ ≪v ⟨z, w⟩.

De esta manera, de los casos 1-4, deducimos que ≪v es transitiva sobre a × b. Final-

mente, ⟨a × b, ≪v ⟩ ∈ COPO.

En lo siguiente estudiaremos dos tipos de funciones que se presentan entre órdenes que

resultan muy importantes.

Definición 3.71. Sean ⟨a, ⩽a ⟩ , ⟨b, ⩽b ⟩ ∈ COPO y f ∈ a b.

1) Diremos que f preserva el orden si para cualesquiera x, y ∈ a la condición x ⩽a y

implica que f (x) ⩽b f (y). En sı́mbolos,

 
∀x ∈ a ∀y ∈ a (x ⩽a y) −→ f (x) ⩽b f (y)

2) Diremos que f invierte el orden si para cualesquiera x, y ∈ a la condición x ⩽a y

implica que f (y) ⩽b f (x). En sı́mbolos,

 
∀x ∈ a ∀y ∈ a (x ⩽a y) −→ f (y) ⩽b f (x)

A las nociones de preservar e invertir el orden las conocemos como monotonı́a creciente y

decreciente, respectivamente.

Ejemplo 3.72. Sea ⟨a, ⩽a ⟩ ∈ COPO.

a) Ida : a −→ a es una función que preserva el orden.

b) En ⟨N, <⟩ la función f : N −→ N determinada mediante la regla f (n) = n + 1, para

todo n ∈ N, es una función que preserva el orden.

Isomorfismos de Órdenes

Definición 3.73. Sean ⟨a, ⩽a ⟩ , ⟨b, ⩽b ⟩ ∈ COPO y f ∈ a b una función.

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Teorı́a de Conjuntos I

1) Diremos que f es un ⩽a , ⩽b -isomorfismo de ⟨a, ⩽a ⟩ en ⟨b, ⩽b ⟩ si f es biyectiva y para

cualesquiera x, y ∈ a, la condición x ⩽a y es equivalente a que f (x) ⩽b f (y).

2) Si f ∈ a b es un ⩽a , ⩽b -isomorfismo de ⟨a, ⩽a ⟩ en ⟨b, ⩽b ⟩, diremos que ⟨a, ⩽a ⟩ es

isomorfo a ⟨b, ⩽b ⟩ bajo f .

3) Similarmente, diremos que ⟨a, ⩽a ⟩ es isomorfo a ⟨b, ⩽b ⟩ cuando exista una función

f : a −→ b tal que ⟨a, ⩽a ⟩ sea isomorfo a ⟨b, ⩽b ⟩ bajo f .

Notación 3.74. Sean ⟨a, ⩽a ⟩ , ⟨b, ⩽b ⟩ ∈ COPO.

1) Si f : a −→ b es una función tal que ⟨a, ⩽a ⟩ es isomorfo a ⟨b, ⩽b ⟩ bajo f , escribiremos

⟨a, ⩽a ⟩ ∼
=f ⟨b, ⩽b ⟩.

2) Similarmente, cuando ⟨a, ⩽a ⟩ sea isomorfo a ⟨b, ⩽b ⟩, escribiremos ⟨a, ⩽a ⟩ ∼


= ⟨b, ⩽b ⟩.
En otras palabras,

⟨a, ⩽a ⟩ ∼
= ⟨b, ⩽b ⟩ ←→ ∃f ∈ a b ⟨a, ⩽a ⟩ ∼

=f ⟨b, ⩽b ⟩

Ejemplo 3.75. a) Sea ⟨a, ⩽a ⟩ ∈ COPO, entonces Ida es un ⩽a , ⩽a -isomorfismo de

⟨a, ⩽a ⟩ en el mismo.
D E
b) Sea a ∈ V , ası́ P(a), ⊆P(a) ∈ COPO. Consideremos a la función

f : P(a) −→ P(a)
x 7−→ f (x) = a \ x

¿Será que f es un ⊆P(a) , ⊆P(a) -isomorfismo?

Veamos que la función es biyectiva. Para la inyectividad, fijemos x, y ∈ P(a) y

supongamos que f (x) = f (y). De este modo, la definición de f indica que la condición

f (x) = f (y) es equivalente a que a \ x = a \ y. De inmediato, como a \ x, a \ y ⊆ a,

ésto último es equivalente a que a \ (a \ x) = a \ (a \ y). Luego, la hipótesis x, y ⊆ a

implica x = y. En suma, f es inyectiva.

Ahora, con la idea de probar la suprayectividad de f , sea y ∈ P(a), si tomamos

a \ y ∈ P(a), se cumple que f (a \ y) = a \ (a \ y). Aquı́, la hipótesis y ∈ P(a) indica

☞ Ir al ı́ndice 57 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

que f (a \ y) = y y, por ende, la f es también suprayectiva. En consecuencia, f es

biyectiva.

Sin embargo, a pesar de la biyectividad de f , f invierte el orden. En efecto, si x, y ∈

P(a) son tales que x ⊆P(a) y, entonces a \ y ⊆P(a) a \ x. Por lo tanto, no se cumple

la segunda condición en la definición de ⊆P(a) , ⊆P(a) -isomorfismo. Respondemos


D E
entonces con que f no es un ⊆P(a) , ⊆P(a) -isomorfismo de P(a), ⊆P(a) .
D E
c) Consideremos a P(a), ⊆P(a) y ⟨P(a), ⩽⟩, donde ⩽ se define, para cualesquiera

x, y ∈ P(a), mediante la regla: x ⩽ y si y solo si y ⊆P(a) x. En estas circunstancias,

la función
f : P(a) −→ P(a)
x 7−→ f (x) = a \ x

del ejemplo anterior verifica ser biyectiva. Y para cualesquiera x, y ∈ P(a), la

condición x ⊆P(a) y es equivalente a que f (x) ⩽ f (y). Esto pues, x ⊆P(a) y ocurre si

y solo si a \ y ⊆P(a) a \ x. Luego, por la definición de f , es equivalente que x ⊆P(a) y

a que f (y) ⊆P(a) f (x). Finalmente, la definición de ⩽ muestra que x ⊆P(a) y y

f (x) ⩽ f (y) son equivalentes. En estas condiciones, f es un ⊆P(a) , ⩽-isomorfismo


D E
de P(a), ⊆P(a) en P(a), ⩽ .

Notemos que en ejemplo del inciso (c), las identidad IdP(a) invierte el orden en cualquier

dirección, es decir, para cualesquiera x, y ∈ P(a), si x ⊆P(a) y, entonces IdP(a) (y) = y ⩽

x = IdP(a) (x) y cuando x ⩽ y, se tiene que IdP(a) (y) = y ⊆P(a) x = IdP(a) (x).

Ejercicio: Estudia las diferencias que existen entre estos órdenes respecto a las defini-

ciones de cotas superiores, inferiores elementos minimales y maximales.

A continuación presentaremos algunas propiedades que tienen los isomorfismos.

Proposición 3.76. Si ⟨a, ⩽a ⟩, ⟨b, ⩽b ⟩, ⟨c, ⩽c ⟩ ∈ COPO, entonces los siguientes enunciados

son ciertos.

a) f ∈ a b es un ⩽a , ⩽b -isomorfismo si y solamente si f −1 ∈ b a es un ⩽b , ⩽a -isomorfismo.

b) Si ⟨a, ⩽a ⟩ ∼
= ⟨b, ⩽b ⟩ y ⟨b, ⩽b ⟩ ∼
= ⟨c, ⩽c ⟩, entonces ⟨a, ⩽a ⟩ ∼
= ⟨c, ⩽c ⟩.

☞ Ir al ı́ndice 58 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Demostración. Comencemos con el inciso (a). Para ello, comprobaremos la implicación

de izquierda a derecha. Dado que f es biyectiva, también lo es f −1 ; por esta razón, es

suficiente verificar que para cualesquiera w, z ∈ b, la propiedad w ⩽b z ocurre si y solamente

si f −1 (w) ⩽a f −1 (z). Si w, z ∈ b, entonces la suprayectividad de f garantiza la existencia

de x, y ∈ a tales que f (x) = w y f (y) = z, simultáneamente la inyectividad de f muestra

que x = f −1 (w) y y = f −1 (z). En estas circunstancias, como f es un ⩽a , ⩽b -isomorfismo,

la condición w = f (x) ⩽b f (y) = z es equivalente a que f −1 (w) = x ⩽a y = f −1 (z). Por lo

tanto, f −1 es un ⩽b , ⩽a -isomorfismo.

De inmediato, si f −1 ∈ b a es un ⩽b , ⩽a -isomorfismo, entonces f = (f −1 )−1 ∈ a b es un

⩽a , ⩽b -isomorfismo.

Con el inciso (2) en mente, fijemos f ∈ a b y g ∈ b c tales que ⟨a, ⩽a ⟩ ∼


=f ⟨b, ⩽b ⟩ y
⟨b, ⩽b ⟩ ∼
=g ⟨c, ⩽c ⟩.

Afirmación. La composición g ◦ f : a −→ c es un ⩽a , ⩽c -isomorfismo.

En primer lugar, veamos que es biyectiva. Para la inyectividad, fijemos x, y ∈ a y

supongamos que existe z ∈ c tal que ⟨x, z⟩, ⟨y, z⟩ ∈ g ◦ f . De este modo, existen u, v con

⟨x, u⟩, ⟨y, v⟩ ∈ f y ⟨u, z⟩, ⟨v, z⟩ ∈ g. Ası́, la inyectividad de g muestra que u = v y, por

ende, la inyectividad de f confirma que x = y. Por lo cual, g ◦ f es inyectiva.

Para la suprayectividad, fijemos z ∈ c. Aquı́, la suprayectividad de g produce y ∈ b

con g(y) = z. Luego, a partir de la supreyactividad de f existe x ∈ a con f (x) = y. De



inmediato, x es un elemento de a tal que (g ◦ f )(x) = g f (x) = g(y) = z. En suma, g ◦ f

es también suprayectiva y, por ende, biyectiva.

En segundo lugar, veamos que para cualesquiera conjuntos x, y ∈ a, x ⩽a y ocurre si y

solamente si (g ◦ f )(x) ⩽c (g ◦ f )(y). El hecho de que f sea ⩽a , ⩽b -isomorfismo, garantiza

que x ⩽a y ocurre si y solo si f (x) ⩽b f (y). Luego, como g es un ⩽b , ⩽c -isomorfismo,


 
f (x) ⩽b f (y) es equivalente a que (g ◦f )(x) = g f (x) ⩽c g f (y) = (g ◦f )(y). Finalmente,

x ⩽a y si y solo si (g ◦ f )(x) ⩽c (g ◦ f )(y). En resumen, g ◦ f ∈ a c es un ⩽a , ⩽c -isomorfismo.

A continuación se establecerán propiedades de los isomorfismos, relacionados con los

conjuntos totalmente ordenados.

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Teorı́a de Conjuntos I

Proposición 3.77. Los siguientes enunciados son ciertos para ⟨a, ⩽a ⟩, ⟨b, ⩽b ⟩ ∈ COPO.

a) Si ⟨a, ⩽a ⟩ ∼
= ⟨b, ⩽b ⟩ y ⟨a, ⩽a ⟩ ∈ COTO, entonces ⟨b, ⩽b ⟩ ∈ COTO. En especial, la
proposición 3.76(1) garantiza que bajo la hipótesis de que los COPOs son ismorfos,

es equivalente que ⟨a, ⩽a ⟩ ∈ COTO a que ⟨b, ⩽b ⟩ ∈ COTO.

b) Si ⟨a, ⩽a ⟩, ⟨b, ⩽b ⟩ ∈ COTO y existe f ∈ a b talque f : a b y preserva el orden,

entonces f es un ⩽a , ⩽b -isomorfismo.

Demostración. Para el primer inciso, solo resta comprobar la dicotomı́a del orden ⩽b ,

es decir, debemos comprobar que para cualesquiera w, z ∈ b, se tiene que w ⩽b z o bien,

z ⩽b w.

Dado que ⟨a, ⩽a ⟩ ∼


= ⟨b, ⩽b ⟩, existe f ∈ a b ⩽a , ⩽b -ismorfismo. Ası́, la suprayectividad de
f indica que para w, z ∈ b existen x, y ∈ a tales que f (x) = w y f (y) = z. Dado que ⟨a ⩽a ⟩

es un conjunto totalmente ordenado, se tiene, en particular que ⩽a es dicotómico sobre a,

ası́ se tiene la relación x ⩽a y o bien y ⩽a x. En cualquier caso, el hecho de que f preserva

el orden muestra que f (x) ⩽a f (y) o bien f (y) ⩽a f (x). Por lo tanto, w ⩽b z o bien z ⩽b y.

Esto es, ⩽b ordena totalmente a b.

Con el inciso (b) en mente, supongamos que hay f ∈ a b biyectiva que preserva el orden.

En virtud de la definición 3.73 (de ⩽a , ⩽b -isomorfismo), falta verificar que para cualesquiera

x, y ∈ a la implicación con antecedente f (x) ⩽b f (y) y consecuente x ⩽a y es cierta. Por

contrapositiva, fijemos x, y ∈ a y supongamos que y <a x, donde <a es el orden estricto

inducido por ⩽a . Esto último es la negación de x ⩽a y debido a que <a es tricotómico, es

decir se cumple exactamente una de x <a y, x = y o bien y <a x, es decir x ⩽a y o bien

y <a x. En estas condiciones, como f preserva el orden y es inyectiva, f (y) <b f (x). Con

el mismo razonamiento que se hizo con <a , f (y) <b f (x) es la negación de f (x) ⩽b f (y) y

hemos terminado. Por lo tanto, f es un ⩽a , ⩽b -isomorfismo.

El siguiente resultado es exclusivo para conjuntos bien ordenados en el cual las fun-

ciones inyectivas que preservan el orden de un COBO en él mismo, la identidad va “por

abajo” con respecto al orden del conjunto bien ordenado y de la función dada.

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Teorı́a de Conjuntos I

Proposición 3.78. Sea ⟨a, ⩽a ⟩ ∈ COBO y f ∈ a a una función. Si f es inyectiva y preserva

el orden, entonces para cualquier x ∈ a se tiene que x ⩽a f (x).

Demostración. Por contrapositiva. Queremos comprobar que si existe x ∈ a tal que

f (x) <a x, entonces f no es inyectiva o bien, f no preserva el orden. De manera equivalente,

el hecho de que exista x ∈ a con f (x) <a x junto con la hipótesis de que f sea inyectiva,

implica que f no preserva el orden. Supongamos entonces que f es inyectiva y que hay

x ∈ a con f (x) <a x. De inmediato, el subconjunto {x ∈ a : f (x) <a x} es no vacı́o. En

estas circunstancias, dado que ⟨a, ⩽a ⟩ ∈ COBO, existe y = mı́n ⩽a {x ∈ a : f (x) <a x};

en especial, f (y) <a y. Luego, una combinación de la inyectividad de f y el hecho de


 
que ⩽a ordena totalmente a a, muestra que f f (y) <a f (y) o bien, f (y) <a f f (y) . Si
 
f f (y) <a f (y), entonces, como f f (y) ∈ a y f (y) <a y, f (y) ∈ {x ∈ a : f (x) <a x} con

f (y) <a y, un absurdo por la ⩽a -minimalidad de y. En conclusión, y y f (y) son elementos



de a tales que f (y) <a y y f (y) <a f f (y) , es decir, f no preserva el orden.

Preguntas:

1) Sea ⟨a, ⩽a ⟩ ∈ COBO. ¿Cuántos ⩽a , ⩽a -isomorfismos hay?

2) Sean ⟨a, ⩽a ⟩, ⟨b, ⩽b ⟩ ∈ COBO. ¿Cuántos ⩽a , ⩽a -isomorfismos hay?

Para lo siguiente, sean R una relacional y A una clase con A ⊆ CMP(R).

Recordemos una parte de la definición 3.38, probemos algo relacionado con estos con-

ceptos y retomemos el estudio de la definición 3.39 junto con algunos ejemplos y observa-

ciones.

Definición 3.38.

1) R es Reflexiva, sobre A si ∀x ∈ A(xRx).


2) R es Simétrica, sobre A si ∀x ∈ A ∀y ∈ A (xRy) −→ (yRx) .
  
3) R es Transitiva, sobre A si ∀x ∈ A ∀y ∈ A ∀z ∈ A (xRy) ∧ (yRz) −→ (xRz) .

En estas condiciones, estamos posicionados para demostrar la siguiente proposición.

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Teorı́a de Conjuntos I

Proposición 3.79. Si R es una relacional y A es una clase con A ⊆ CMP(R), entonces

las siguientes son ciertas.

a) R es reflexiva sobre A si y solo si IdA ⊆ R.

b) R es simétrica sobre A si y solo si R−1 ∩ (A × A) ⊆ R.

c) R es transitiva sobre A si y solo si R ∩ (A × A) ◦ R ∩ (A × A) ⊆ R.

Demostración. Para el inciso (a), demostraremos que R es reflexiva sobre A si y solo

si IdA ⊆ R. Comencemos por suponer que R es reflexiva sobre A. Con el objetivo de

verificar que IdA ⊆ R, fijemos a ∈ A. De inmediato, la definición de reflexiva, muestra

que ⟨a, a⟩ ∈ R; por esta razón, si ⟨a, a⟩ ∈ IdA , entonces ⟨a, a⟩ ∈ R y, por ende, IdA ⊆ R.

Continuemos por suponer que IdA ⊆ R. Para verificar que R es reflexiva sobre A, fijemos

a ∈ A. Dado que, ⟨a, a⟩ ∈ Ida , ⟨a, a⟩ ∈ R. De inmediato, para toda a ∈ A se verifica que

aRa y, por lo tanto, R es reflexiva sobre A.

Con el inciso (b) en mente, supongamos que R es simétrica sobre A y comprobemos

la contención R−1 ⊆ R. Sea z ∈ R−1 ∩ (A × A). Por definición, existen x, y ∈ A tales que

z = ⟨y, x⟩ y xRy. Aquı́ la simetrı́a de R sobre A indica que también yRx. Es decir, z ∈ R;

en consecuencia, R−1 ⊆ R. Por otro lado, suponiendo que R−1 ⊆ R comprobemos que R

es simétrica sobre A. Sean x, y ∈ A tales que xRy. De esta manera, ⟨y, x⟩ ∈ R−1 y como

R−1 ⊆ R se cumple que yRx. En suma, ∀x ∈ A ∀y ∈ A (xRy) −→ (yRx) , es decir, R es




simétrica sobre A.

Finalizaremos con el inciso (c). Supongamos primero que R es transitiva sobre A y

mostremos que R∩(A×A)◦R∩(A×A) ⊆ R. En efecto, si ⟨x, z⟩ ∈ R∩(A×A)◦R∩(A×A),

hay y ∈ A tal que, ⟨x, y⟩ ∈ R ∩ (A × A) y ⟨y, z⟩ ∈ R ∩ (A × A). Por la transitividad

de R sobre A y puesto que x, y, z ∈ A, obtenemos que ⟨x, z⟩ ∈ R. Supongamos ahora

que R ∩ (A × A) ◦ R ∩ (A × A) ⊆ R y verifiquemos que R es transitiva sobre A. Sean

x, y, z ∈ A tales que ⟨x, y⟩, ⟨y, z⟩ ∈ R. De inmediato, ⟨x, y⟩, ⟨y, z⟩ ∈ R ∩ (A × A) y, por

ende, ⟨x, z⟩ ∈ R ∩ (A × A) ◦ R ∩ (A × A)

Recordemos ahora lo que significa que R sea una relacional de equivalencia sobre una

clase A.

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Teorı́a de Conjuntos I

Definición 3.39. R es una Relacional de Equivalencia, sobre A si R es reflexiva, simétrica

y transitiva sobre A. Si además, R es un conjunto, R será una relación de equivalencia

sobre A.

S S 
Notemos que, cuando R es un conjunto, la contención A ⊆ CMP(R) ⊆ R , garan-

tiza que A es un conjunto. En esta parte estudiaremos las propiedades de las relacionales

de equivalencia.

Proposición 3.80. Sean R una relacional y A una clase con A ⊆ CMP(R). R es de

equivalencia sobre A si y solo si IdA ⊆ R, R−1 ∩(A×A) ⊆ R y R∩(A×A)◦R∩(A×A) ⊆ R.

Demostración. Inmediato de la proposición 3.79.

Ejemplo 3.81. Sea A una clase cualquiera.

a) ∅ no es una relación de equivalencia sobre A. ¿Por qué?

b) IdA es una relacional de equivalencia sobre A. Veamos primero la reflexividad de IdA

sobre A. En virtud de la proposición 3.79(a), puesto que IdA ⊆ IdA , concluimos que

IdA es reflexiva sobre A. Ahora, la simetrı́a de IdA sobre A se deduce a partir de la

proposición 3.79(b) y de que tanto Id−1


A como IdA ∩ (A × A) son IdA . Finalmente,

una combinación de la proposición 3.79(c) y el hecho de que IdA = IdA ◦ IdA muestra

la transitividad de IdA sobre A.


c) Si R = ⟨∅, ∅⟩ y A = {∅}, entonces R es una relación de equivalencia sobre A. R

es reflexiva sobre A pues si x ∈ A, entonces x = ∅ y por la definición de R, ∅R∅.

Por otro lado, R es simétrica sobre A pues si x, y ∈ A, cumplen que xRy, entonces,

necesariamente, x = y = ∅ y dado que R es reflexiva en A, yRx. Por último,

R es transitiva sobre A ya que si x, y, z ∈ A cumplen que xRy y yRz, entonces

x = y = z = ∅. Por la reflexividad sobre A, se tiene que xRz. En suma, R una

relación de equivalencia sobre A.


d) Si R = ⟨x, y⟩ : x ∩ y ̸= ∅ y A = V \ {∅}, entonces R no es una relacional de

equivalencia sobre A. ¿Por qué?

☞ Ir al ı́ndice 63 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

e) Si R = ⟨x, y⟩ : x ∪ y ̸= ∅ y A = V \ {∅}, es una relacional de equivalencia sobre

A. En primer lugar, la reflexividad de R se deriva de que si x ∈ A, entonces ∅ ̸=

x = x ∪ x, es decir, xRx. En segundo lugar, para la simetrı́a de R sobre A, fijemos

x, y ∈ A y supongamos que xRy. De inmediato, ∅ ̸= x ∪ y = y ∪ x, esto es yRx. En

tercer lugar, dados x, y, z ∈ A tales que xRy y yRz, el hecho de que x ̸= ∅ garantiza

que ∅ ̸= x ⊆ x ∪ z. Finalmente, R también es transitiva.

f) La relacional ⊆V =⊆, no es una relacional de equivalencia sobre V . ¿Por qué?

En general si R es una relacional de equivalencia sobre A, y x, y ∈ A cumplen que xRy

decimos que x es equivalente a y bajo R, o bien que x es equivalente a y módulo R. En

cuyo caso denotaremos este hecho como x ∼R y.

Definición 3.82. Sea R una relacional de equivalencia sobre A. Para cada x ∈ A, definimos

la clase de equivalencia de x, que denotamos por [x]R , como la clase de todos elementos

en A con los que x está relacionado, es decir, [x]R = {y ∈ A : xRy} o bien [x]R =

{y ∈ A : x ∼R y}.

Proposición 3.83. Si r es una relación de equivalencia sobre un conjunto a, para cualquier

x ∈ a, [x]r es un conjunto.

Demostración. Si x ∈ a, entonces todo elemento y de [x]r cumple que y ∈ a y x ∼r y, de

este modo, como a es un conjunto, ZF6 garantiza que [x]r es un conjunto.

Proposición 3.84. Sea R una relacional de equivalencia sobre A. Entonces se cumplen

las siguientes:


a) ∀x ∈ A x ∈ [x]R .
  
b) ∀x ∈ A ∀y ∈ A x ∼R y ←→ [x]R = [y]R .
  
c) ∀x ∈ A ∀y ∈ A ∼R y ←→ [x]R ∩ [y]R = ∅ .
x
  
d) ∀x ∈ A ∀y ∈ A [x]R ∩ [y]R = ∅ ←→ [x]R ̸= [y]R .

☞ Ir al ı́ndice 64 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Demostración. Comencemos con el inciso (a), fijemos a ∈ A. Dado que R es de equivalencia

sobre A, en particular es reflexiva sobre A, ası́ a ∼R a y, por ende, a ∈ [a]R .

Para el inciso (b), fijemos a, b ∈ A. Demostraremos que a ∼R y es equivalente a que

[x]R = [y]R . Supongamos que x ∼R y. Para verificar que [a]R = [b]R , notemos que en virtud

de que a ∼R b para cualquier y ∈ A, la transitividad de R indica que y ∼R a si y solo si

y ∼R b, por la simetrı́a de R, a ∼R y si y solo si b ∼R y, en otras palabras, y ∈ [a]R si y

solo si y ∈ [b]R . Supongamos ahora que [a]R = [b]R . Del inciso (a) del presente resultado,

sabemos que a ∈ [a]R = [b]R . Ası́, la simetrı́a de R y la definición [b]R garantizan que

a ∼R b.

Para el inciso (c), notemos que para cualesquiera x, y ∈ A, su doble contrapositiva, es

decir, x ∼R y si y solo si [x]R ∩ [y]R ̸= ∅, se deriva de (b) de la siguiente manera. Cuando

x ∼R y, el inciso (b) indica que x ∈ [x]R = [y]R , de inmediato, [x]R ∩ [y]R ̸= ∅. Ahora, si

[x]R ∩ [y]R ̸= ∅, entonces existe z ∈ [x]R ∩ [y]R , por la definición 3.82 y puesto que R es

simétrica, x ∼R z y z ∼R y. En consecuencia, la transitividad de R muestra que x ∼R y.

Finalmente, el inciso (d) es consecuencia de los incisos (b) y (c) tomando la doble

contrapositiva de (b).

Definición 3.85. Sea r una relación de equivalencia sobre un conjunto a. El cociente de a

módulo r, denotado por a r , es la clase




[x]r : x ∈ a
Proposición 3.86. Si r es una relación de equivalencia sobre un conjunto a, entonces a r


es un conjunto.

Demostración. Por la proposición 3.83, para cada x ∈ a, [x]r ⊆ a, esto es, [x]r ∈ P(a).

En estas condiciones, por ZF6 , a r es un conjunto.




Ejemplo 3.87. Sea a un conjunto formado por conjuntos no vacı́os, es decir, a ⊆ V \ {∅}

y r = {⟨x, y⟩ : (x ∈ a) ∧ (y ∈ a) ∧ (x ∪ y ̸= ∅)}. El ejemplo 3.81(e) muestra que r es

una relación de equivalencia sobre a. Notemos que si x ∈ a, entonces x es un conjunto no

vacı́o. Por lo tanto, para cada y ∈ a, x ∪ y ̸= ∅. Ası́ x ∼r y, para cualquier y ∈ a. Es decir,

☞ Ir al ı́ndice 65 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

[x]R = a. De lo anterior se concluye que, a r = {a}. Es decir el cociente de a módulo r




tiene solo una clase de equivalencia.

Definición 3.88. Sean A y F clases. Decimos que F es una partición de A si

1) ∅ ∈
/ F.

2) Si x, y ∈ F y x ̸= y, entonces x ∩ y = ∅.
S
3) F = A.

Teorema 3.89. Los siguientes enunciados son ciertos para cualquier conjunto a no vacı́o.

a) Si r es una relación de equivalencia sobre a, entonces si denotamos Fr = a r , Fr es




una partición de a, llamada partición de a inducida por r.


n o
b) Si F es una partición de a, entonces al definir rF = ⟨x, y⟩ : ∃f ∈ F x, y ∈ f , rF

resulta una relación de equivalencia sobre a, a la cual llamamos relación de equiva-

lencia inducida por F .

c) Sea r una relación de equivalencia sobre a. Entonces r = rFr .

d) Sea F una partición de a. Entonces F = FrF .

Demostración. En esta ocasión únicamente comprobaremos (a). Supongamos que r es una

relación de equivalencia sobre a. Veamos que Fr es una partición de a. Por la definición 3.88,

hay que comprobar que ∅ ∈ / Fr , que para cualesquiera f, g ∈ Fr , se cumple que si f ̸= g,


S
entonces f ∩ g = ∅ y por último, Fr = a.

Primero, si f ∈ Fr , entonces de la definición de Fr podemos producir x ∈ a tal que

f = [x]r , ası́ x ∈ f . En consecuencia, ∅ ∈


/ f . Segundo, si f, g ∈ Fr son distintos, entonces

existen x, y, elementos de a, con la propiedad de que [x]r = f ̸= g = [y]r , por lo cual,

empleando la proposición 3.84(d), obtenemos que f ∩ g = [x]r ∩ [y]r = ∅. Finalmente,

puesto que para cada x ∈ a, [x]r es un elemento de Fr que tiene a x como elemento,
S S
x ∈ Fr . Ası́, a ⊆ Fr . Más aún como cada clase de equivalencia [y]r es un subconjunto
S
de a (véase la proposición 3.83) y Fr es el ⊆-menor conjunto que contiene a cada elemento
S
de a, Fr ⊆ a.

Los demás incisos quedan como tarea.

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CAPÍTULO 4: LOS NÚMEROS NATURALES, ω

Introducción
A la pregunta ¿Quiénes son los números naturales? Algunos responden que son,

1, 2, 3, . . .

Otros, un poco más versados en la matemática, dirán que incluyen al 0, es decir empiezan

desde él y no desde el 1,

0, 1, 2, 3, . . .

Bueno, la respuesta a que si empiezan por el 0 o por el 1 , depende del tipo de conocimiento

con el que queremos trabajar. Si lo único que nos interesa de ellos -de los naturales- son

sus propiedades como orden, pues en realidad no nos importa si empieza con el 0 o con

el 1 e incluso no importarı́a que empezaran desde el 28 (Todos estos son ¡isomorfos!). En

cambio, si nos interesan como estructura algebraica, el 0 juega un papel imprescindible

pues es el neutro aditivo. Como nuestra intensión es “reconstruir” la matemática clásica,

nos interesará que empiecen desde el 0.

Ahora, si nos preguntamos ¿Qué es un número? por ejemplo, ¿Qué es el número 2?

Una persona algo preparada, nos darı́a una definición del estilo,

R1 : El 2 es una abstracción, es lo que tienen en común todos los conjuntos con dos

elementos.

Hay un problema obvio en este intento de “definición” se utiliza en el definens el

definendo a saber la palabra dos. Podrı́amos mejorarlo con,

R2 : El 2 es una abstracción, es lo que tienen en común todos los conjuntos que

tienen tantos elementos como el conjunto {a, b}, con a ̸= b.

Pero, ¿Qué es esto de una abstracción? Nosotros, matemáticos y teórico-conjuntistas,

buscamos que sea un conjunto. Ası́ podrı́amos refinarla,


Teorı́a de Conjuntos I

R3 : El 2 es un conjunto, y es lo que tienen en común todos los conjuntos que tienen

tantos elementos como el {a, b}, con a ̸= b.

Pero ahora, ¿Qué queremos decir con: “...tienen tantos elementos como...”? Para

esto, tenemos una buena respuesta ”teorica-conjuntista”. Aclaremos,

Definición 4.1. Si a y b son conjuntos cualesquiera, diremos que a es equipotente a b o

bien que a y b son equipotentes si existe una función en a b biyectiva. Denotaremos este

hecho como
a∼b

Ası́ podemos escribir:

R4 : El 2 es un conjunto, y es lo que tienen en común todos los conjuntos que son

equipotentes a {a, b}, con a ̸= b.

Y ¿Qué es lo que entendemos por: “. . . lo que tienen en común todos. . . ”?

Bertrand Russell contesta:



“El 2 es el conjunto de todos los conjuntos que son equipotentes a el ∅, {∅} ”.

En sı́mbolos,
n  o
2 = a : a ∼ ∅, {∅}

¡PERO ESTO NO ES UN CONJUNTO!

Puesto que la relacional ∼ es de equivalencia sobre V , como matemáticos querrı́amos

o bien, tomar el cociente módulo la relacional ∼ en cuyo caso caemos en el mismo error

de Russell, o bien, tomar un representante de cada clase de equivalencia. En este último,

podemos decir que en general, al querer tomar un representante de una partición arbitraria

(con tal de que fuera un conjunto) necesitamos el Axioma de Elección (AE). Pero, para

nuestro caso particular, estamos en clases propias y por lo tanto, necesitarı́amos un axioma

mucho más fuerte, tan fuerte que nos saldrı́amos de la Teorı́a de Conjuntos, este principio

es llamado el Axioma de Elección Global (AEG).

Hay otra posible respuesta. Podemos intentar ir eligiendo uno de cada clase de equiva-

lencia, uno por uno. Ası́, el “0” será el representante de “todos” los conjuntos equipotentes

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Teorı́a de Conjuntos I

al conjunto que no tiene elementos; aquı́ no queda de otra, tendrá que ser el único conjunto

equipotente al ∅, es decir, 0 ⇋ ∅. El “1” deberá ser uno de todos los conjuntos equipo-

tentes al conjunto, por ejemplo a, {a} y puesto que ya tenemos al cero, 0, podemos escoger

para ser el número uno al {0}, es decir, 1 ⇋ {0}.

Y ¿para el dos? Aquı́ viene en nuestra ayuda, la idea de Von Neumann (1923): un

Número Natural es el Conjunto de los números naturales anteriores a él. Podemos expresar

esta idea abusando de la notación,

n + 1 = {0, 1, . . . , n}

Ası́, nosotros podrı́amos definir natural por natural, de la siguiente manera:

Definición 4.2.

0=∅

1 = {0} = {∅}

2 = {0, 1} = {∅, {∅}}

3 = {0, 1, 2} = {∅, {∅}, {∅, {∅}}}

4 = {0, 1, 2, 3} = {∅, {∅}, {∅, {∅}}, {∅, {∅}, {∅, {∅}}}}, ...

Observe que esta definición está bien dada, puesto que se basa en los axiomas ZF1 , ZF2 y

ZF3 .

Hay otras definiciones de números naturales, muy distintas de la idea de tomar un

representante de cada clase de equivalencia. Por ejemplo, la de Zermelo:

0=∅

1 = {∅}

2 = {∅}
n o
3= {∅} . . .

Nosotros preferimos la de Von Newman, porque es más funcional, sobre todo cuando se

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Teorı́a de Conjuntos I

quiere definir número ordinal o número cardinal.

4.1 Construcción de los Naturales

La definición de número natural de Von Newman, es una definición puntual. Se pueden

definir relativamente fácil, los primeros 7 números naturales, ya no tan fácilmente los

primeros 20 y tardarı́amos mucho en definir los primeros 35. Lo que si es seguro, es que es

imposible definir a todos y cada uno de los números naturales.

Se quisiera una definición global, una de la forma,

x es un número natural si y solo si x es un conjunto tal, que . . .

(donde, obviamente, en “. . . ” -en el definens- no debe aparecer involucrada la noción de

número natural).

Lo que haremos es tratar de rescatar las propiedades que tengan en común los conjuntos,

de lo que de ahora en adelante llamaremos La Lista, 0, 1, 2, 3, 4, . . . e intentar dar dicha

definición.

Vemos rápidamente, que los conjuntos de la lista cumplen con dos propiedades.

(1) Todo elemento de uno de la lista está en la lista. Dicho de otra manera: todo elemento

de un número natural es otro número natural. Dejemos por lo pronto pendiente esta

propiedad. Y,

(2) El “orden” entre ellos está dado por la relación de pertenencia, ∈,

0 ∈ 1 ∈ 2 ∈ 3 ∈ 4 ∈ ...

Informalmente; si n y m están en la lista, entonces

(n < m) ←→ (n ∈ m)

Veamos esto más de cerca.

Entre los elementos de uno de ellos, digamos n, la relación ∈ lo ordena totalmente. En

sı́mbolos,

⟨n, ∈n ⟩ ∈ COTO

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en sentido estricto, es decir, la ∈ es irreflexiva sobre n. Más aún, la ∈ lo bien ordena; todo

subconjunto no-vacı́o de n tiene un elemento ∈-mı́nimo.

⟨n, ∈n ⟩ ∈ COBO

Como es de esperarse, no todo conjunto bien ordenado por la pertenencia está en la lista.

Por ejemplo, el conjunto ⟨{1, 2, 3}, ∈⟩ ∈ COBO y no es uno de la lista. Ası́, el ser bien

ordenado por la ∈ es una condición necesaria mas no suficiente como para estar en la lista.

Otra propiedad que vemos que tienen estos conjuntos,

(3) Los de la lista, cumplen con,

0 ∈ 1 ∈ 2 ∈ 3 ∈ ...

y al mismo tiempo con,

0 ⊆ 1 ⊆ 2 ⊆ 3 ⊆ ...

Es decir, cada vez que un elemento -uno de la lista- pertenece a otro elemento, al mismo

tiempo es un subconjunto. Esta propiedad lleva un nombre.

Definición 4.3. Un conjunto a se dice que es un (Conjunto) Transitivo si


∀y (y ∈ a) −→ (y ⊆ a)

Proposición 4.4. Los siguientes enunciados son equivalentes.


a) ∀y (y ∈ a) −→ (y ⊆ a)
 
b) ∀y (y ∈ a) −→ y ∈ P(a)

c) a ⊆ P(a)

d) a ∈ P P(a)


  
e) ∀x ∀y (x ∈ y) ∧ (y ∈ a) −→ (x ∈ a)

S
f) a⊆a

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a ∈ P(a)
S
g)

Demostración. Tarea.

Todas estas son definiciones alternativas para conjunto transitivo. Debido al inciso (e),

es que lleva el nombre de “transitivo”.

Esta noción se generaliza para las clases y relacionales arbitrarias de la siguiente ma-

nera.

Definición 4.5. Sean A una clase y R una relacional. Diremos que la clase A es R-transitiva

si
  
∀x ∀y (xRy) ∧ (y ∈ A) −→ (x ∈ A)

Dicho de una manera coloquial, A es R-transitiva si A es cerrada bajo R-predecesores.

Claramente, una clase A es ∈-transitiva si y solo si A es transitiva.


n  o
Consideremos al conjunto a = ∅, {∅}, {∅} . El conjunto a es uno transitivo que

no está en la lista. Ası́, tampoco el ser transitivo, es una condición suficiente para estar en

la lista.

En este mismo conjunto a, vemos que la ∈ no es transitiva sobre a y por tanto la ∈

no lo ordena totalmente, mucho menos lo bien ordena. Esto nos da un ejemplo de que las

nociones de ser un conjunto transitivo y de que la ∈ sea transitiva no son equivalentes.

Ahora pensemos en un conjunto que es tanto transitivo como bien ordenado por la

pertenencia. ¿Estará ese conjunto en la lista? Hay un problema; bien podrı́amos tener

uno con estas dos propiedades y ser al mismo tiempo un conjunto “muy grande”, ser un

conjunto ¡infinito!, mientras que los de la lista no lo son, son “finitos”. Bueno, estas son solo

ideas pues no tenemos la definición de conjunto infinito. Sin embargo, la “idea de finitud”

se puede capturar de la siguiente manera,

(4) Todo subconjunto no-vacı́o, de un conjunto de la lista, tiene ∈-máximo.

Con esto tenemos las herramientas suficientes para poder dar una definición global de

número natural.

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Definición 4.6. Un conjunto n es un (Número) Natural si

1) n es un conjunto transitivo.

2) ⟨n, ∈n ⟩ ∈ COBO, en forma estricta. Y

3) Todo subconjunto no vacı́o de n, tiene ∈n -máximo.

Notemos que, entre los elementos de un natural no hay cadenas “finitas” cerradas con

la ∈, en particular un natural no se pertenece a sı́ mismo (la pertenencia es irreflexiva, sobre

cualquier natural) y no hay dos naturales que se pertenezcan mutuamente (la pertenencia

es asimétrica, sobre cualquier natural). En otras palabras, el axioma de Buena Fundación

(ABF) es cierto sobre los naturales. Probaremos estos hechos más adelante.

Una manera económica de trabajar con la definición de natural, nos la da la siguiente,

Proposición 4.7. Sea n un conjunto. Son equivalentes las siguientes afirmaciones.

a) n es un natural.

b) n satisface,

1) n es un conjunto transitivo.

2) ∈ es asimétrica sobre n, es decir,


¬∃x ∈ n ∃y ∈ n (x ∈ y) ∧ y ∈ x

3) Si b es un conjunto no vacı́o tal que b ⊆ n, entonces

i) b tiene ∈n -mı́nimo; y

ii) b tiene ∈n -máximo.

c) n satisface,

1) n es un conjunto transitivo.

2) ∈ es irreflexiva sobre n, es decir,

∀x ∈ n(x ∈
/ x)

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3) ∈ es tricotómica sobre n, esto es,


∀x ∈ n ∀y ∈ n (x ∈ y) ∨ (x = y) ∨ (y ∈ x)

4) Si b es un conjunto no vacı́o con b ⊆ n, entonces

i) b tiene ∈n -minimal; y

ii) b tiene ∈n -maximal.

Demostración. De manera cı́clica, comprobemos que (a) implica (b), que si (b) es cierto,

entonces (c) también y que (a) se deduce de (c). Comencemos por suponer que n es un

natural, con el objetivo de verificar (b) notemos que de la definición 4.6 se tiene que n es un

conjunto transitivo, puesto que ⟨n, ∈n ⟩ ∈ COBO de forma estricta, ∈n es asimétrica sobre

n y todo subconjunto no vacı́o de n admite ∈n -mı́nimo y ∈n -máximo. Concluimos entonces

la primer implicación.

Ahora, para comprobar que (b) implica (c), supongamos que (b) es cierto. Notemos

primero que n ya es transitivo. Además a partir del inciso (3) de (b) se deduce (4) de (c),

ya que todo ∈n -mı́nimo (resp., máximo) es un ∈n -minimal (resp., maximal). Ahora, con el

objetivo de verificar la irreflexividad de ∈ sobre n, supongamos por el contrario que existe

x ∈ n tal que x ∈ x, de inmediato, tendrı́amos un absurdo a la asimetrı́a de ∈n , pues si

ponemos y = x, x, y ∈ n son tales que x ∈ y y y ∈ x. En suma, ∈ es irreflexiva sobre n.

Por otra parte, con el objetivo de verificar la tricotomı́a de ∈ sobre n, fijemos x, y ∈ n.

En estas circunstancias, {x, y} es un subconjunto no vacı́o de n y, por ende, admite un

elemento ∈n -mı́nimo digamos z = mı́n ∈n {x, y}. Consideremos los siguientes casos.

Caso 1. z = x y z = y. Aquı́ obtenemos directamente que x = y.

Caso 2. z = x y z ̸= y. En esta situación, por la definición de ∈n -mı́nimo, x ∈n y.

Caso 3. z ̸= x y z = y. Ası́, y ∈n x.

Finalmente, ∈ es tricotómica sobre n.

Para finalizar, comprobemos que a partir de (c) deducimos (a). Supongamos pues que

(c) es cierto. De inmediato, n es transitivo, además, en virtud de los incisos (2) y (3) de (c),

para comprobar que ⟨n, ∈n ⟩ ∈ COBO basta verificar que ∈n es asimétrica y transitiva sobre

n y que todo subconjunto no vacı́o b de n tiene ∈n -mı́nimo. Primero, para verificar que ∈n

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es transitiva sobre n, fijemos x, y, z ∈ n tales que x ∈n y y y ∈n z, de este modo, {x, y, z} es

un subconjunto no vacı́o de n. En busca de una contradicción, una combinación del inciso

(3) de (c) con la suposición de que x ∈


/ n z indica que z ∈n x o bien z = x. Cuando x = z,

tenemos que {x, y, z} = {x, y} y tanto x ∈ y como y ∈ x, ası́ {x, y} no admite ∈n -minimal,

una contradicción. Por otro lado, si z ∈n x, entonces {x, y, z} no admite ∈n -minimal, el

absurdo deseado. En consecuencia, x ∈n z y, por ende, ∈n es transitiva sobre n. Ahora, para

la asimetrı́a, supongamos por el contrario que existen x, y ∈ n tales que x ∈n y y y ∈n x,

entonces la transitividad de ∈n sobre n muestra que x ∈n x, un absurdo a la irreflexividad

de ∈n sobre n. De este modo, ∈n también es asimétrica.

Por último, fijemos un subconjunto no vacı́o b de n. En virtud del inciso (4) de (c),

existe x ∈ b con la cualidad de que x es ∈n -minimal. Argumentaremos que dicho x debe

ser el ∈n -mı́nimo de b. Sea y ∈ b, si y ̸= x, entonces, como ∈ es tricotómica sobre n por (3)

de (c), obtenemos que x ∈n y o bien y ∈n y. Aquı́, la ∈n -minimalidad de x garantiza que

necesariamente x ∈n y. En estas circunstancias, x = y o x ∈n y para cada y ∈ b, es decir,

x es ∈n -mı́nimo. Esto muestra que n es un natural.

Notación 4.8. A la clase de todos los números naturales la denotamos como

N = {x : x es un número natural}

De principio, N es una clase, quedará pendiente responder a la pregunta: ¿existe N?,

es decir, ¿N ∈ V ? o será que ¿N es una clase propia?.

Por lo pronto, pasemos a ver que nuestra definición de número natural nos está fun-

cionando correctamente; veamos que se verifica la propiedad (1). Es decir, la siguiente

proposición.

Proposición 4.9. Todo elemento de un natural es un natural. O bien, N es una clase

∈-transitiva.

Demostración. Sean n un natural y x ∈ n. Veamos que x ∈ N. con esta idea en mente,

comprobemos que x satisface las propiedades de la proposición 4.7(b).

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Teorı́a de Conjuntos I

En primer lugar, si y ∈ x y z ∈ y, la transitividad de n garantiza que tanto y como z

forman parte de sus elementos y, por ende, la transitividad de ∈ sobre n muestra que z ∈ x.

De este modo, la transitividad de n y la de ∈n muestran que x es un conjunto transitivo.

En segundo lugar, como x ⊆ n, no existen y, z ∈ x con z ∈ y y y ∈ z, esto es, la ∈

resulta asimétrica sobre x.

En último lugar, si b es un subconjunto no vacı́o de x, entonces la transitividad de n

indica que b tiene las mismas propiedades con respecto a n, es decir, ∅ ̸= b ⊆ n. Luego, como

n ∈ N, en virtud de la proposición 4.7, obtenemos la existencia de elementos ∈n -mı́nimo y

∈n -máximo de b y, por ende, ∈x -mı́nimo y ∈x -máximo de b (Ejercicio). De hecho,

mı́n ∈x b = mı́n ∈n b y máx ∈x b = máx ∈n b

Finalmente, x ∈ N.

Otra propiedad que vemos que tienen los elementos de la lista es la siguiente,

(5) A los de la lista los podemos “descomponer” de la siguiente manera,

1 = {0} = 0 ∪ {0}

2 = {0, 1} = {0} ∪ {1} = 1 ∪ {1}

3 = {0, 1, 2} = {0, 1} ∪ {2} = 2 ∪ {2}

4 = {0, 1, 2, 3} = {0, 1, 2} ∪ {3} = 3 ∪ {3}

5 = 4 ∪ {4} . . .

Notemos que al 0 no lo podemos “descomponer”, éste ocupa un lugar privilegiado.

Abusando de la notación, solo para dar una idea de lo que está pasando, escribimos esto

para un natural n, como

n + 1 = n ∪ {n}.

Esto nos da la idea de que los de la lista, los podemos ir “recorriendo” uno por uno

partiendo desde el 0. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que con los axiomas que

tenemos (de hecho solo con ZF1 , ZF3 y ZF4 ), podemos probar que al definir a la propiedad

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Teorı́a de Conjuntos I

φ(x, y) ⇋ “ y = x ∪ {x} ”, el siguiente enunciado es cierto.

  
 
∀x ∃y φ(x, y) ∧ ∀y ∀z φ(x, y) ∧ φ(x, z) −→ (y = z)

Es decir, para cualquier conjunto existe otro conjunto que tiene exactamente a todos los

elementos del conjunto dado y a él mismo como elementos y es el único con esta propiedad.

Por lo cual, podemos definir a una funcional.

Definición 4.10. La Funcional Sucesor será la funcional

+

: V −→ V
x 7−→ ⌣ + (x) = x+ = x ∪ {x}

Además, si a es un conjunto, al único a+ lo llamaremos el Sucesor de a.

Ejemplo 4.11. Las siguientes afirmaciones son ciertas.

+

a) ⌣
= ⟨x, y⟩ : y = x ∪ {x}
  
 
= w : ∃x ∃y w = ⟨x, y⟩ ∧ y = x ∪ {x}

b) 0+ = 1, 1+ = 2, 2+ = 3, 3+ = 4, . . .

c) ∀x (x ∈ x+ ) ∧ (x ⊆ x+ )


d) No hay un conjunto para el cual el 0 sea su sucesor, en sı́mbolos ¬∃x(x+ = 0). Dicho

/ IMG ⌣ + .

de otro modo, 0 ∈

e) Como veremos más adelante, + [N] ⊊ N.


Simultáneamente, como veremos más adelante porque ahora es imposible comprobarlo,

la funcional sucesor al restringirla a la clase de los naturales, +↾ , trabaja “a las mil mar-
⌣ N

avillas”. Entre un natural y su sucesor no hay otro -el sucesor de un natural, es su Sucesor

Inmediato- y también es inyectiva, no hay dos naturales con el mismo sucesor (véanse las

proposiciones 4.22 y 4.30). Estas propiedades, generalmente, no son ciertas.

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Teorı́a de Conjuntos I

Al decir que el sucesor es un sucesor inmediato, lo que queremos es que la funcional

sucesor trabajara de la siguiente manera,

 
∀x ∄y (x ∈ y) ∧ y ∈ x+

Bien podrı́a ser -nadie, hasta ahora, nos lo impide- que hubiera un conjunto, digamos a tal

que a = {a} y en este caso, a+ = a ∪ {a} = a ∪ a = a. Resultando que a ∈ a ∈ a+ .

Ahora bien, para que la funcional sucesor fuera inyectiva se deberı́a tener,

 
∀x ∀y (x ̸= y) −→ x+ ̸= y +

Para ver que esto en general no ocurre, pensemos que hubiera dos conjuntos b y c (b ̸= c)

tales que b = {c} y c = {b}. Pero si esto fuera cierto, tendrı́amos que,

b+ = b ∪ {b} = b ∪ c = c ∪ b = c ∪ {c} = c+

lo que negarı́a la inyectividad de la sucesor.

En cambio, si tuviéramos a la mano al Axioma de Buena Fundación (ABF) estas dos

propiedades sı́ serı́an ciertas de manera general. Y por supuesto, hay casos particulares -a

parte de los naturales- en los que alguna de estas propiedades son ciertas.

Ahora, regresando con la idea de que cada conjunto de la lista, salvo por el 0, lo

podemos escribir -decı́amos, “descomponer”- como el sucesor del anterior, introducimos lo

siguiente.

Definición 4.12. Una clase I será llamada Inductiva si

1) 0 ∈ I
 
2) ∀x (x ∈ I) −→ x+ ∈ I .

Ası́, una clase inductiva es una que tiene como elemento al 0 y es cerrada bajo la

funcional sucesor. Es decir, su imagen directa bajo + está contenida en ella misma. Y,

como es de esperarse,

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Teorı́a de Conjuntos I

Proposición 4.13. La clase N es una clase inductiva. Esto es,

a) 0 ∈ N
 
b) ∀x (x ∈ N) −→ x+ ∈ N .

Demostración. El inciso (a) se deduce trivialmente de que 0 es un natural por vacuidad.

Para verificar el inciso (b), fijemos n ∈ N y empleemos la proposición 4.7(b) para concluir

que n+ es un natural. Es decir, comprobemos que n+ es un conjunto transitivo, que ∈

es asimétrica sobre n+ y que todo subconjunto no vacı́o de n+ tiene ∈n+ -mı́nimo y ∈n+ -

máximo.

Para verificar que n+ es transitivo, fijemos x ∈ n+ . Es claro que en tales condiciones,

dado que n+ = n ∪ {n}, tenemos que x ∈ n o bien x = n. En cualquier caso, x resulta

un conjunto transitivo por ser un natural (véase la proposición 4.9). Por otra parte, para

ver que ∈n+ es asimétrica sobre n+ , fijemos x, y ∈ n+ y consideremos los siguientes casos.

Si x, y ∈ n, entonces, como ∈n ya es asimétrica, no puede ser que x ∈ y y y ∈ x. Luego,

cuando x, y ∈ {n}, se tiene que, x = n = y y, por ende, la irreflexividad de ∈n muestra

que, x ∈ y que es lo mismo que y ∈ x, son imposibles. En efecto, si n ∈ n, entonces n ∈


/n n

de ahı́ que n ∈
/ n un absurdo. Finalmente y sin perder generalidad, si x ∈ n y y ∈ {n},

entonces x ∈ y y si por el contrario tuviéramos que y ∈ x, dado que x ∈ n, la transitividad

de n indica que y ∈ n. Luego, como y = n el caso anterior produce el absurdo deseado. En

suma, ∈n+ es asimétrica.

Por último, para verificar que todo subconjunto no vacı́o de n+ tiene ∈n+ -mı́nimo y

∈n+ -máximo, fijemos ∅ ̸= b ⊆ n+ . En estas circunstancias, la igualdad n+ = n ∪ {n}

produce el siguiente par de casos.

Caso 1. n ∈
/ b.

Aquı́, tenemos que b ⊆ n+ \ {n} = n ası́, como b ̸= ∅ y n ∈ N, b tiene ∈n -mı́nimo y

∈n -máximo, los cuales, son respectivamente el ∈n+ -mı́nimo y ∈n+ -máximo buscados.

Caso 2. n ∈ b.

Por la contención b ⊆ n+ , es inmediato que todo elemento de b es un elemento de n o

bien es n mismo, esto quiere decir que n es ∈n+ -máximo. Por otro lado, si resulta que b\{n}

es no vacı́o, entonces por el caso anterior, dado que b \ {n} ⊆ n, este tiene un elemento

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Teorı́a de Conjuntos I

∈n -mı́nimo y como n ∈ b es ∈n+ -máximo, concluimos que dicho elemento le pertenece o es

igual que cada elemento de b, es decir, es el ∈n+ -mı́nimo de b.

Finalmente, n+ es un número natural. Y de esta manera concluimos que la clase N es

una clase inductiva.

Con este resultado obtenemos que todo conjunto que está en la lista, es un número

natural.

La definición que dimos de inductivo es en general, es para clases, pero

¿Hay conjuntos inductivos?

La respuesta no es nada trivial. Con los axiomas que tenemos hasta ahora,

¡No podemos probar, ni refutar, la existencia de conjuntos inductivos!

A este tipo de enunciados, se les conoce como enunciados independientes. En esta situación,

debemos postular dicha existencia. Además, esto nos será de utilidad para comprobar que

la clase de los números naturales, N, es un conjunto.

ZF7 : Axioma de Infinito. (Zermelo 1908)

Hay un conjunto Inductivo.

  

∃x (∅ ∈ x) ∧ ∀y (y ∈ x) −→ y ∪ {y} ∈ x

Lo primero que debemos notar es que un conjunto inductivo, digamos i, tendrı́a que

tener a “todos” los elementos de la lista, pues

 +
0, 0+ , 0+ , . . . ∈ i

Y decimos “todos” pero, recordemos que, solamente tenemos definidos a los primeros de

ellos. Siendo más osados, podrı́amos pensar que todo número natural pertenece al inductivo

i. Es decir, N ⊆ i para todo conjunto inductivo i. Para aterrizar esta idea, empezamos con

la siguiente,

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Teorı́a de Conjuntos I

Definición 4.14. Llamaremos ω a la intersección de todos los conjuntos inductivos.

T
ω= {i : i es inductivo}

Esta definición está justificada por ZF7 , ya que entre sus consecuencias encontramos

que {i : i es inductivo} es una clase no vacı́a y, por ende, el hecho de que la intersección

de cualquier clase no vacı́a es un conjunto (véase la proposición 2.24(b)), obtenemos que

ω ∈ V . Veamos que todo número natural pertenece a ω.

Proposición 4.15. Cada número natural pertenece a cualquier conjunto inductivo. En

especial,
N ⊆ ω.

Demostración. Mediante reducción a lo absurdo. Supongamos que existen conjuntos n e

i tales que n ∈ N, i es un conjunto inductivo y n ∈


/ i.

En virtud de la proposición 4.13, sabemos que n+ ∈ N. Consideremos al conjunto,

n o
b = x ∈ n+ : x ∈
/i

en otras palabras, b = n+ \ i. Es evidente que b ⊆ n+ y de nuestra suposición, n ∈ n+ \ i,

por lo cual, b es un subconjunto no vacı́o de n+ y, por ende, existe m = mı́n ∈n+ b. Las

propiedades que satisface m son

i) m ∈ b; y,
 
ii) ∀x ∈ n+ (x ∈ b) −→ (m ∈ x) ∨ m = x .

En estas condiciones, una combinación de la contrapositiva de (ii) junto a la definición de

b y a la tricotomı́a de ∈ sobre n+ nos da las siguientes dos propiedades de m.

i’) m ∈ n+ y m ∈
/ i. Y,

ii’) ∀x ∈ n+ (x ∈ m) −→ (x ∈ i) .


Con estas propiedades, podemos comprobar la siguiente,

Afirmación 1. Se cumplen,

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Teorı́a de Conjuntos I

1) m ∈ N. De (i’), m ∈ n+ y de la proposición 4.9, m ∈ N.

2) m ̸= ∅. De (i’), m ∈
/ i, como i es inductivo, ∅ = 0 ∈ i y, por ende, m ̸= ∅.

3) m ⊆ n+ . De (i’), m ∈ n+ , luego la transitividad de n+ nos da que m ⊆ n+ .

4) m ⊆ i. Del inciso (ii’) y de (3) de la presente afirmación, esto es cierto.

Por los incisos (1) y (2) de la afirmación 1, m es un subconjunto no vacı́o de n+ ; por esta

razón, existe k = máx ∈n+ m = máx ∈m m. De inmediato, se satisfacen

i) k ∈ m; y,
 
ii) ∀x (x ∈ m) −→ (x ∈ k) ∨ (x = k) .

Del inciso (4) de la afirmación 1, p ∈ i. Ası́, la inductividad de i muestra que p+ ∈ i, pero

Afirmación 2. k + = m. Veamos mediante doble contención esta afirmación. Comencemos

con la contención de izquierda a derecha. Tenemos que k ∈ m. De este hecho, concluimos

por un lado, que {k} ⊆ m y, por otro lado, que k ⊆ m. Esto último se debe a que m es un

conjunto transitivo. Concretando, k + = k ∪ {k} ⊆ m.

Se tiene que m ⊆ k ∪ {k}, pues no es otra cosa más que la propiedad (ii) que ya cumple

k. Finalmente, m = k + .

Esta última afirmación contradice el hecho de que m ∈


/ i. Concluimos que no pueden

haber tales conjuntos n e i y, por lo tanto, N ⊆ ω.

Con esto, concluimos con el resultado más importante de la sección.

Teorema 4.16. Los siguientes enunciados son ciertos.

a) N ∈ V .

b) N es un conjunto transitivo.

c) N es un conjunto inductivo.

d) ω ⊆ N.

e) N = ω.

f) ω es el ⊆-menor conjunto inductivo.

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Teorı́a de Conjuntos I

Demostración. En virtud de la proposición 4.15, N ⊆ ω y, por ende, ZF6 muestra que N

es un conjunto. Una combinación de las proposiciones 4.9 y 4.13 con el argumento anterior

indica que N es un conjunto transitivo e inductivo. En estas condiciones, al combinar la

pertenencia N ∈ {i : i es inductivo} con la definición 4.14, obtenemos que ω ⊆ N. En

consecuencia, ω = N. Finalmente, ω es un conjunto inductivo y por su definición es el

⊆-menor con dicha propiedad.

4.2 Inducción y Orden sobre ω

En la sección anterior vimos que la clase de todos los números naturales, N, no era

otro más que ω, la intersección de todos los conjuntos inductivos. Concluimos que ω es

un conjunto, es transitivo y también que no solo es un conjunto inductivo cualquiera, sino

que es el ⊆-menor de todos ellos. Esta última propiedad es muy importante, la hacemos

explı́cita aquı́,

Si i es un conjunto inductivo, entonces ω ⊆ i.

Quitando algunas abreviaturas, nos queda de la siguiente manera,


Si i es un conjunto tal que

i) 0 ∈ i; y,
 
ii) ∀x (x ∈ i) −→ x+ ∈ i ,

entonces ∀x ∈ ω(x ∈ i).


Y esto no es otra más que el Principio de Inducción, para números Naturales,

para ω. Como sabemos este principio nos da un método de prueba. Al inciso (i), se le

conoce con el nombre de Base de la Inducción y al inciso (ii), con el de Paso Inductivo.

Al antecedente de la implicación, en (ii), se le llama Hipótesis Inductiva. Enunciamos

explı́citamente,

Teorema 4.17. (Principio de Inducción, para números Naturales)


Si i es un conjunto tal que
i) 0 ∈ i; y,
 
ii) ∀x (x ∈ i) −→ x+ ∈ i ,
entonces ∀x ∈ ω(x ∈ i).

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Teorı́a de Conjuntos I

Demostración. En virtud del teorema 4.16(f) sabemos que ω ⊆ i.

El siguiente par de resultados nos muestran algunas equivalencias del principio de

inducción sobre ω que nos serán de utilidad.

Proposición 4.18. Los siguientes enunciados son equivalentes al Principio de Inducción.

a) Si a es un conjunto de naturales, a ⊆ ω, tal que

i) 0 ∈ a; y,
 
ii) ∀x (x ∈ a) −→ x+ ∈ a ,

entonces a = ω.

b) Si a es un conjunto de naturales, a ⊆ ω, tal que

i) 0 ∈ a; y,
 
ii) ∀x ∈ ω (x ∈ a) −→ x+ ∈ a ,

entonces a = ω.

Demostración. Tarea.

Teorema 4.19. Los siguientes enunciados son equivalentes

a) El Principio de Inducción para ω.

b) Si I es una clase inductiva, entonces ω ⊆ I.

c) Si I es un clase tal que

i) 0 ∈ I; y,
 
ii) ∀x (x ∈ I) −→ x+ ∈ I ,


entonces ∀x (x ∈ ω) −→ (x ∈ I) .

d) Si ψ es una fórmula del lenguaje formal de la Teorı́a de Conjuntos tal que

i) ψ(0) es cierta; y,

☞ Ir al ı́ndice 84 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I
 
ii) ∀x ψ(x) −→ ψ x+ ,

entonces ∀n ∈ ω ψ(n).

e) Si φ es una fórmula del lenguaje formal de la Teorı́a de Conjuntos tal que

i) φ(0) es cierta; y,
 
ii) ∀x ∈ ω φ(x) −→ φ x+ ,

entonces ∀n ∈ ω φ(n).

Demostración. Mostraremos de manera cı́clica el resultado. Para la implicación (a)−→(b),

fijemos I una clase inductiva, φ la fórmula del lenguaje formal de la teorı́a de conjuntos que

la determina y consideremos al conjunto (por ZF6 ),


i = x : x ∈ ω ∧ φ(x) = ω ∩ I.

De este modo, como I es una clase inductiva y ω es un conjunto inductivo, el conjunto i

resulta ser también inductivo. En consecuencia, podemos aplicar el principio de Inducción

sobre ω, para concluir que ω ⊆ i ⊆ I.

Con la implicación (b)−→(c) en mente, supongamos (b) y fijemos una clase I que

satisfaga las condiciones del inciso (c). En esta situación, por la definición 4.12 sabemos

que I es una clase inductiva y, por ende, (b) indica que ω ⊆ I, esto es,


∀x (x ∈ ω) −→ (x ∈ I)

Ahora, para ver que el inciso (d) se deduce de (c), fijemos ψ, una fórmula del lenguaje

formal de la teorı́a de conjuntos tal que satisface las condiciones del inciso (d). En estas

condiciones, si suponemos (c) y consideramos a la clase I, determinada por la fórmula ψ,

es decir,

I = {x : ψ(x)},

entonces I es una clase que satisface las propiedades de (c). En efecto, dado que ψ(0) es

cierta, 0 ∈ I, además el hecho de que para cualquier conjunto x, la hipótesis ψ(x) implique

☞ Ir al ı́ndice 85 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

ψ x+ , indica que para todo conjunto x, si x es un elemento de I, entonces x+ ∈ I. Por lo




tanto, (c) garantiza que ω ⊆ I. Pero como ψ es la fórmula que determina a I, esto último

indica que cada número natural satisface la fórmula ψ.

Continuemos con la implicación (d)−→(e). Supongamos que (d) es cierto y sea φ una

fórmula de la teorı́a de conjuntos tal que φ(0) es cierta y para cualquier natural n el hecho

de que φ(n) sea cierta, implica que φ n+ es cierta. Consideremos a la fórmula,




 
ψ(x) ⇋ (x ∈ ω) ∧ φ(x) ∨ (x ∈
/ w) ∧ (x = x)

Con el objetivo de poder emplear (d) para indicar que todo natural satisface la fórmula ψ,

mostremos la siguiente,
 
Afirmación. ψ(0) es cierta y ∀x ψ(x) −→ ψ x+ .

Dado que 0 ∈ ω, la hipótesis de que φ(0) sea cierta implica que ψ(0) es cierta. Ahora,

sea x un conjunto y supongamos ψ(x). Ası́ dado que ψ(x) es una disyunción excluyente,

dividimos la prueba de ψ x+ en dos casos.




Caso 1. x ∈ ω y φ(x).

De inmediato, una combinación de la propiedad de φ enunciada por (ii) en el inciso

(d) con la proposición 4.13, muestra que x+ ∈ ω y φ x+ es cierta; en especial, ψ x+ es


 

cierta.

Caso 2. x ∈
/ ω y x = x.

Aquı́, empleemos la proposición 4.13 para obtener que x+ ∈


/ ω. De este modo, x+ ∈

y x+ = x+ , luego ψ x+ es cieta.


Finalmente, ψ satisface las hipótesis de (d) y, por ende, cada número natural satisface

ψ. Pero por la definición de ψ, esto quiere decir que todo natural satisface φ.

Por último, para corroborar que (a) se deduce de (e), supongamos (e) y tomemos i

un conjunto inductivo. Ası́, al denotar como φ(x) a la fórmula “x ∈ i ”, la inductivi-

dad de i garantiza que φ(0) es cierto y una particularidad de la segunda condición de la


 
definición 4.12, indica que ∀x ∈ ω φ(x) −→ φ x+ . En suma, de (e) concluimos que todo

natural satisface φ. Finalmente, como φ(x) es precisamente “x ∈ i ”, todo

natural es un elemento de i.

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Teorı́a de Conjuntos I

En virtud del teorema 4.19, podemos parafrasear al Principio de Inducción sobre ω

como sigue,

Si queremos probar que todos los naturales satisfacen una propiedad, es suficiente verificar

que el 0 tiene la propiedad y que bajo la suposición de que un natural arbitrario tiene la

propiedad, comprobar que su sucesor también la tiene.

Nosotros utilizaremos a menudo esta “versión” -equivalencia- del PI/ω, para demostrar

propiedades de los naturales. A continuación, comenzaremos por argumentar algunas de

ellas.

Proposición 4.20. La funcional sucesor preserva la pertenencia sobre los naturales, es

decir
 
∀x ∈ ω ∀y ∈ ω (x ∈ y) −→ x+ ∈ y +

Demostración. Notemos que al considerar a la fórmula,

 
φ(y) ⇋ ∀x ∈ ω (x ∈ y) −→ x+ ∈ y + ,

el resultado es equivalente a que ∀y ∈ ω φ(y). Empleemos el PI/ω para comprobarlo.

Afirmación. Se verifican,
i) φ(0) es cierta; y,
 
ii) ∀y ∈ ω φ(y) −→ φ y + .

Para ver (i) -ver la Base de la Inducción- notemos que para todo x ∈ ω el antecedente de

la implicación (x ∈ y) −→ x+ ∈ y + es falso y, en consecuencia, la implicación es cierta.




De inmediato, φ(0) es cierta.

Con el objetivo de corroborar (ii) -el Paso Inductivo- fijemos n ∈ ω, supongamos que

φ(n) es cierta -la Hipótesis Inductiva- y veamos que φ n+ .




Continuemos pues por verificar que para cada x ∈ ω la hipótesis x ∈ n+ implica


+
x+ ∈ n+ ; como x ∈ n+ = n ∪ {n}, podemos considerar un par de casos. En primer
+
lugar, si x ∈ n, entonces la HI muestra que x+ ∈ n+ y, por ende, como n+ ∈ n+ y

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Teorı́a de Conjuntos I
+ +
n+ es transitivo, x+ ∈ n+ . Cuando x = n, x+ = n+ y puesto que se cumple la
+ +
pertenencia n+ ∈ n+ , tenemos x+ ∈ n+ . Esto muestra el PI.

En conclusión, el PI/ω muestra que ∀y ∈ ω φ(y).

Proposición 4.21. Todo natural es el 0 o bien el 0 es uno de sus elementos, esto es,


∀x ∈ ω (x = 0) ∨ (0 ∈ x) .

Demostración. Tarea. Hint. Emplee el PI/ω.

Pasemos ahora a analizar el orden entre los naturales. Nuestro candidato para ordenar-

los es, obviamente, la relacional de pertenencia, ∈.

Sabemos que la relacional ∈ es irreflexiva, sobre ω. También es transitiva, sobre ω,

pues ω es un conjunto de conjuntos transitivos. Tenemos pues que la relacional ∈ ordena

parcialmente, en forma estricta, a ω. Para tener que ∈ ordena totalmente a ω, nos hace

falta ver que cualesquiera dos naturales son comparables, es decir, falta la tricotomı́a:

Proposición 4.22. La pertenencia es tricotómica sobre ω, esto es,


∀x ∈ ω ∀y ∈ ω (x ∈ y) ∨ (x = y) ∨ (y ∈ x)

Demostración. Consideremos a la fórmula,


φ(n) ⇋ ∀m ∈ ω (n ∈ m) ∨ (n = m) ∨ (m ∈ n)

Probaremos por inducción que ∀n ∈ ω φ(n).

Comencemos por verificar la BI. Tenemos que probar que


∀m ∈ ω (0 ∈ m) ∨ (m = 0) ∨ (m ∈ 0)

pero ya es cierto por la proposición 4.21.

Para verificar el PI, fijemos n ∈ ω y supongamos inductivamente que φ(n). De-

☞ Ir al ı́ndice 88 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

mostremos que φ n+ , es decir,




     
+ + +
∀m ∈ ω n ∈m ∨ n =m ∨ m∈n

sea pues, m ∈ ω. Por HI, tenemos tres casos.

Caso 1. n ∈ m. Por la proposición 4.20, tenemos n+ ∈ m+ = m ∪ {m}. Ası́, n+ ∈ m o

bien, n+ = m.

Caso 2. n = m. Por ser funcional la sucesor, n+ = m+ y como m ∈ m+ , tenemos m ∈ n+ .

Caso 3. m ∈ n. Tenemos que minn y también que n ∈ n+ y, por ende, la transitividad de

n+ , m ∈ n+ .

En cualquier caso, tenemos lo que querı́amos. Ası́, el PI/ω garantiza el resultado.

Y, como era de esperarse, la relacional ∈ bien ordena a los naturales.

Proposición 4.23. Todo subconjunto no vacı́o de ω tiene ∈ω -mı́nimo.

  
∀x ∅ ̸= x ⊆ ω −→ ∃y ∈ x ∀z ∈ x (y = z) ∨ (y ∈ω z)

Demostración. Sea pues ∅ ̸= b ⊆ ω. Hay un m ∈ b. Fijémonos en el natural m+ y sea

c = m+ ∩ b. Ası́, ∅ ̸= c ⊆ m+ ∈ ω. Por lo cual, c tiene un ∈m+ -mı́nimo, digamos n. Éste

cumple con,

i) n ∈ c; y,
 
ii) ∀x ∈ n+ (x ∈ c) −→ (n ∈ x) ∨ (n = x) .

Veamos que n es también, el ∈ω -mı́nimo de b. En primer lugar, n ∈ b. Esto se debe a (i) y

a que c ⊆ b. En segundo lugar, veamos que

 
∀u ∈ ω (u ∈ b) −→ (n ∈ u) ∨ (n = u) .

Sea p ∈ b ⊆ ω. Comparemos a p y a n en el orden de ω. Si fuera el caso de que p ∈ n, como

n ∈ m+ ∈ ω, tenemos que p ∈ m+ y finalmente, tendrı́amos que p ∈ c, lo cual contradirı́a

☞ Ir al ı́ndice 89 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

a (ii). Concretando, p ∈
/ n, ahora bien, por la tricotomı́a de ∈ω , tenemos que n ∈ p o bien,

n = p. Es decir, n es el ∈ω -mı́nimo de b.

Resumimos todos estos resultados en el siguiente,

Teorema 4.24. ⟨ω, ∈ω ⟩ ∈ COBO de manera estricta.

Entre números naturales la relación que hay entre la pertenencia, ∈, y la contención,

⊆, es muy estrecha. De hecho,


Proposición 4.25. ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω (n ∈ m) ←→ (n ⊊ m)

Demostración. Sean n, m ∈ ω. Verifiquemos primero la implicación de izquierda a derecha.

Supongamos que n ∈ m; por ser m transitivo, n ⊆ m, pero es imposible que n = m, pues

la ∈ω es irreflexiva, por lo tanto n ⊊ m.

Para ver la implicación de derecha a izquierda, supongamos que n ⊊ m y, con la

intención de llegar a una contradicción, que n ∈


/ m. Como la ∈ es tricotómica sobre ω,

tenemos n = m o que m ∈ n. En el primer caso, contradice el hecho de que n ⊊ m y en el

segundo, tendrı́amos que m ∈ n ⊆ m, lo cual también es absurdo debido a la irreflexividad

de ∈ sobre ω.

Ahora, como es natural, damos una notación particular, para el orden de los naturales.

Notación 4.26. Para n, m ∈ ω escribiremos

n<m⇋n∈m⇋n⊊m

Y siendo consistentes con esto, también pondremos

n ⩽ m ⇋ n ⊆ m ⇋ (n ∈ m) ∨ (n = m)

Terminamos esta sección, enunciando algunas propiedades y dejando sus pruebas como

tarea. Hint. Emplee el PI/ω.

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Teorı́a de Conjuntos I

Proposición 4.27. Dado un natural, este es igual al 0 o bien existe otro natural con la

propiedad de que el natural dado es su sucesor. En sı́mbolos,

  
+
∀x ∈ ω (x = 0) ∨ ∃y ∈ ω y = x

Proposición 4.28. Los siguientes son ciertas

a) ω ̸= 0; y,

b) ¬∃x x+ = ω .


Otra prueba de que ω ∈


/ ω a parte de la irreflexividad de ∈ω se encuentra en una

combinación de las proposiciones 4.27 y 4.28.

Proposición 4.29. En los naturales la funcional sucesor, es la sucesor inmediato. Es decir,

 
∀x ∈ ω ∄y (x ∈ y) ∧ y ∈ x+ .

Proposición 4.30. Entre naturales, la funcional sucesor tiene comportamiento inyectivo.

En otras palabras, la funcional +↾ es inyectiva. En sı́mbolos,


⌣ ω

 
∀x ∈ ω ∀y ∈ ω (x ̸= y) −→ x+ ̸= y +

A continuación, recopilamos los resultados de la sección.

Corolario 4.31. (Teorema Axiomas de Peano)

a) 0 ∈ ω.

b) Si n ∈ ω, entonces n+ ∈ ω.

c) ∀n ∈ ω 0 ̸= n+ .


 
d) ∀x ∈ ω ∀y ∈ ω (x ̸= y) −→ x+ ̸= y + .

e) Si a es un conjunto inductivo formado por naturales, entonces a = ω.

☞ Ir al ı́ndice 91 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

4.3 Recursión sobre ω

Introducción
En otras áreas del conocimiento -fuera de las Matemáticas- como serı́an la Biologı́a, la

Fı́sica, la Quı́mica, la Filosofı́a, etc., la inducción es considerada como un proceso deductivo:

“...pasar de lo particular a lo general...”, “...de casos particulares inferir el caso general...”.

Esta forma de razonar es muy socorrida por las ciencias fácticas y como sabemos, no es un

procedimiento válido. Un ejemplo histórico en contra de esta falsa creencia, es la inferencia

de la “verdad” del enunciado: “Todos los cisnes son blancos” a partir del hecho de que

“todos los cisnes que se han visto hasta ahora, son blancos”.

En cambio, la inducción en Matemáticas no corresponde a este proceder. La Inducción

Matemática es, como es sabido y lo hemos hecho notar, un método de prueba. El PI/ω, a

la letra dice,

Si φ es una fórmula conjuntista tal que


i) φ(0); y,
 
ii) ∀x ∈ ω φ(x) −→ φ x+ ,

entonces ∀x ∈ ω φ(x).

El porqué funciona esto como un método de prueba, está justificado por la forma en

que fueron construidos los naturales -y por algunas de las propiedades que de esta emanan-.

Sin embargo, bien podemos pensar a ω construido de otra manera.

Puesto que todo número natural es el 0 o bien, es el sucesor de otro número natural

(véase la proposición 4.27), a ω se le puede ver como un conjunto generado; generado a

partir del 0 y utilizando como generador a la funcional sucesor, +. Es decir, si partimos



del 0 y aplicamos reiteradamente la funcional sucesor, tarde que temprano, recorreremos a

todos y cada uno de los números naturales.

Bajo esta perspectiva, al Principio de Inducción sobre ω, PI/ω, lo podemos releer

de la siguiente manera,

“Para probar que todo número natural tiene una propiedad basta probar, que el 0 tiene la

propiedad, y que la función sucesor preserva dicha propiedad.”

☞ Ir al ı́ndice 92 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Dejamos al lector pensar, a pesar de no haberlos construido rigurosamente todavı́a, que los

números Enteros, Z se pueden ver como un conjunto generado y, por lo tanto, tienen un

principio de inducción.

Ahora bien, si en los naturales hay un método de prueba, qué acaso ¿no habrá también

un método de definición? ¿Cómo podrı́amos definir, por ejemplo, una función cuyo dominio

fueran todos los números naturales?

Teniendo en mente la idea de que ω es un conjunto generado, podrı́amos decir lo

siguiente: Para definir una función para todo número natural, digamos f , habrı́a que hacerlo

en dos pasos. El primer paso serı́a definir el valor que tomarı́a la función en el número 0

-es decir, definir el valor que toma f (0)- y el otro paso consistirı́a, en primer lugar suponer

definida la función en un natural arbitrario -es decir, suponer que n ∈ ω y también que

sabemos el valor de f (n)- y en segundo lugar, definir el valor que toma la función para el

sucesor de ese número, en función del valor ya tomado —es decir, definir f n+ , en función


de f (n)-.

Este tipo de definición es reconocido bajo el nombre de Método Recursivo y es muy

socorrido por distintas y diversas ramas de las matemáticas. A modo de ejemplo, puesto

que oficialmente todavı́a no podrı́amos, damos la definición recursiva del Factorial de un

número natural:
i) 0! = 1

ii) n+ ! = n! · n+ .
 

Con esto tenemos definida la función, ⌣


! : N −→ N .

Vale la pena mencionar que este tipo de definiciones, de principio chocan con una

petición que se le hace a cualquier definición: el definens no debe contener algo, o hablar,

del definendo. En nuestro ejemplo, en (ii), ¡utilizamos el factorial de un número cuando lo

que queremos es definir El Factorial!. Esta petición tiene fundamento en tratar de evitar

circularidades. Nosotros lo resolvemos probando la existencia -y unicidad- de dicha función.

La contraparte de inducción es recursión. La recursión es un método de definición.

A la letra, el Teorema de Recursión, para ω -en su versión más simple- dice,

☞ Ir al ı́ndice 93 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Para toda función g : b −→ b y todo a ∈ b, hay una única función f tal que

f : ω −→ b

i) f (0) = a; y,
 
ii) ∀n ∈ ω f n+ = g f (n)


Es justo mencionar el hecho de que al haber visto a ω como un conjunto generado,

motiva a tener este método de definición, tener el Teorema de Recursión, sin embargo no

siempre es cierto para cualquier conjunto generado. Para dar un contra-ejemplo, nos per-

mitimos darlo en un conjunto que hasta este momento, oficialmente, no lo hemos construido,

pero será válido más adelante. Se trata de los números enteros, Z.

El conjunto de números Enteros, Z, se pueden pensar como generados a partir del 0 y

aplicando las operaciones: “sucesor inmediato” y “predecesor inmediato”. A pesar de que

en Z es cierto un principio de inducción, no es válido un teorema de recursión. Veamos un

ejemplo.

Ejemplo contra la existencia: Consideremos a la función

g : Z −→ Z
p 7−→ g(p) = p2 + 1

Para ésta función no hay una

f : Z −→ Z


tal que para cada p ∈ Z se verifique la igualdad f (p + 1) = g f (p) . Pues en caso contrario,

tendrı́amos que, por un lado, para cualquier p ∈ Z, f (p + 1) > 0, pues

f (p + 1) = g(f (p)) = (f (p))2 + 1 > 0

Y por otro lado tenemos que,

f (p) ⩽ (f (p))2 < (f (p))2 + 1 = g(f (p)) = f (p + 1)

Con esto concluirı́amos que hay una sucesión “infinita” de enteros positivos (naturales)

☞ Ir al ı́ndice 94 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

estrictamente decreciente, a saber,

f (p + 1) > f (p) > f (p − 1) > · · · > · · · > 0

lo cual es absurdo.

En General, dada una función arbitraria, no podemos concluir -el contraejemplo nos lo

afirma- que exista una función que trabaje sobre el conjunto generado. Pero es posible que

para casos particulares si existiera. En tales casos, como veremos más adelante, ésta serı́a

única.

El porqué falla recursión en algunos conjuntos generados y no ası́ en los números

naturales, es debido a la especial forma de ser generados. Esta forma tan particular de ser

generados recibe el nombre de Libremente Generado. El trabajar este concepto, se sale de

nuestros objetivos.

Notación 4.32. Los axiomas que tenemos hasta ahora,

Z− = {ZF1 , . . . , ZF5 } ∪ ZF6 ∪ {ZF7 }

A este fragmento de la Teorı́a Formal de Conjuntos se le conoce con el nombre de la Teorı́a

de Zermelo (sin contemplar el Axioma de Buena Fundación, ABF).

La primera versión que daremos de recursión será trabajando con los axiomas que hasta

ahora tenemos Z− y será un esquema de teorema, es decir, será enunciado para clases. Más

adelante daremos otras versiones -unas como casos particulares- para conjuntos, ası́ como

también motivaremos la necesidad de aumentar con un axioma más nuestra teorı́a, con el

fin de garantizar que ciertas clases de conjuntos sean conjuntos.

Teorema 4.33. (Esquema de Recursión para ω (en Z− ))

Si A es una clase, a ∈ A y G : A −→ A , entonces hay una única funcional F tal que


F : ω −→ A
i) F (0) = a; y,
 
ii) ∀n ∈ ω F n+ = G F (n) .


Demostración. Esta la dividiremos en dos partes, la parte de la existencia y la correspon-

diente a la de unicidad.

☞ Ir al ı́ndice 95 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Para la existencia, empezamos dando una,

Definición. Sean f ∈ V y n ∈ ω. Diremos que f es un Cálculo de Longitud n si

f : n+ −→ A
1) f (0) = a; y,
 
2) ∀m ∈ n f m+ = G f (m) .


Consideremos ahora a las clases F = f : ∃n ∈ ω (f es un cálculo de longitud n) y




F = F . Con esto tenemos que F es la buscada pues se verifica la siguiente,


S

Afirmación. Los siguientes enunciados son ciertos

a) F es un sistema compatible de funciones.

b) ∀n ∈ ω∃f ∈ F DOM(f ) = n+ .


c) F : ω −→ A y F cumple con (i) y (ii).

Verifiquemos primero (a). Basta ver que cualesquiera dos cálculos de longitud algún natural

son compatibles. Es decir, si f, g ∈ F , entonces ∀n ∈ ω φ(n), donde

  
φ(n) ⇋ n ∈ DOM(f ) ∩ DOM(g) −→ f (n) = g(n)

Y esto lo haremos usando el PI/ω. Primero, como f, g ∈ F , existen k, l ∈ ω tales que

f y g son, correspondientemente, cálculos de longitud k y l.

Para la BI, notemos que a partir de la proposición 4.21 y del hecho de que que

DOM(f ) = k + y DOM(g) = l+ , sabemos que 0 ∈ DOM(f ) ∩ DOM(g), más aún por el

inciso (2) de la definición de cálculo de longitud, f (0) = a = g(0). Esto indica que φ(0).

Veamos el PI, sea n ∈ ω y supongamos inductivamente que φ(n). Con el objetivo

de verificar que φ n+ es cierto, supongamos que n+ ∈ DOM(f ) ∩ DOM(g) notemos que,




en virtud de que n+ ∈ DOM(f ) ∩ DOM(g) = k + ∩ l+ y de que k + y l+ son transitivos,

deducimos que n ∈ DOM(f ) ∩ DOM(g). Ası́, la HI -φ(n)- indica que f (n) = g(n). Por lo

tanto, una combinación de la definición de cálculo de longitud para n+ ∈ DOM(f )∩DOM(g)

☞ Ir al ı́ndice 96 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

con el hecho de que G es funcional, produce las relaciones

f n+ = G f (n) = G g(n) = g n+ .
   

En suma, el PI/ω indica que ∀n ∈ ω φ(n). Esto es, F es un sistema compatible de

funciones.

Ahora, con el inciso (b) en mente, definamos la fórmula

 
ψ(n) ⇋ ∃f ∈ F n+ = DOM(f )

Usaremos el PI/ω para corroborar que ∀n ∈ ω ψ(n).

Veamos la BI. Sea f = ⟨0, a⟩ . Puesto que a ∈ A , tenemos que f : 0+ −→ A . La




cual cumple con (1) y, por vacuidad, con (2). Ası́, f ∈ F . Esto es ψ(0).

Procedamos con el PI. Sea n ∈ ω. Supongamos inductivamente que ψ(n) es cierto y


+
demostremos que ψ n+ , es decir, que hay una f : n+ −→ A que cumple con los incisos


(1) y (2) de la definición de cálculo de longitud. En virtud de la HI existe g : n+ −→ A

con las condiciones deseadas. Consideremos a

D 
+
E
h= n , G g(n) .

Veamos que h existe y es una función. Como n ∈ n+ = DOM(g), se tiene que g(n) ∈ A =

DOM(G) y, por ende, G g(n) está bien definido. Ası́, h es una función.

Ahora bien, como DOM(g)∩DOM(h) = n+ ∩ n+ = ∅ resulta que g y h son funciones




compatibles y, por lo tanto, g ∪h = f es una función. Veamos que f es la buscada. Tenemos,

en virtud de la proposición 3.33(b) que

+
DOM(f ) = DOM(g) ∪ DOM(h) = n+ ∪ n+ = n+ ; y,


IMG(f ) = IMG(g) ∪ IMG(h) ⊆ A ∪ A = A.

+
Esto muestra que f : n+ −→ A . Falta ver que f cumple con (1) y (2). Pero (1) es

inmediato de que 0 ∈ n+ = DOM(g) y de que f (0) = g(0) = a. Para (2), fijemosm ∈ n+ y

☞ Ir al ı́ndice 97 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

consideremos dos casos:

Caso 1. m ∈ n. Ası́, la proposición 4.20 indica que m+ ∈ n+ = DOM(g). Por lo cual,

   
f m+ = g m+ = G g(m) = G f (m)
 

Caso 2. m ∈ {n}. Ası́, m = n, luego m+ = n+ ∈ DOM(h) y, por ende,

     
f m+ = f n+ = h n+ = G g(n) = G f (n) = G f (m)
  

Con lo que concluimos que ψ n+ . En consecuencia, se cumple (b), es decir, para cada


n ∈ ω, hay un cálculo de longitud n en F , el cual, tiene dominio n+ .

Veamos ahora que se verifica (c). Por (a) tenemos que F forma un sistema compatible

de funciones, por lo cual, el teorema 3.35 muestra que F = F es una funcional. Ahora,
S

del mismo resultado, de la definición de cálculo de longitud y del inciso (b), concluimos que,

F = DOM(f ) : f ∈ F = ω
S S
DOM(F ) = DOM

IMG(F ) = IMG( F ) = IMG(f ) : f ∈ F ⊆ A.


S S

Veamos ahora que F cumple con (i) y (ii). Comencemos por notar que F(0) = f (0) = a

donde f es cualquier cálculo de longitud, es decir, f ∈ F . (Observemos que se usa, en un

sentido muy fuerte, el hecho de que F ̸= ∅ que se deduce fácilmente de (b)). Por esta

razón, se satisface (i).

Por otra parte, para probar (ii), debemos verificar que

   
+

∀n ∈ ω F n = G F (n) .

+
Sea pues n ∈ ω. Por (b) aplicado a n+ ∈ ω, hay una f : n+ −→ A , la cual, cumple con

(1) y (2). De inmediato,

☞ Ir al ı́ndice 98 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

     +
F n+ = f n+ n+ ∈ n+ = DOM(f )

= G f (n) por (2) aplicado a f

= G F (n) por definición de F, F (n) = f (n)

y G es funcional

Con esto finalizamos la prueba correspondiente a la parte existencial. Pasemos ahora

a comprobar la unicidad.

Veamos que si H : ω −→ A es una funcional que cumple con lo exigido, entonces

H = F . Supongamos que H cumple (i) y (ii). Para probar que F = H, en virtud de

que DOM(F ) = ω = DOM(H), la proposición 3.18 garantiza que es suficiente ver que

∀n ∈ ω F (n) = H(n) . Consideremos a la fórmula


ρ(n) ⇋ F (n) = H(n)

Emplearemos el PI/ω para mostrar ∀n ∈ ω ρ(n).

La BI se deduce fácilmente de (i), pues tenemos que F (0) = a = H(0). Ahora con el

PI en mente, fijemos n ∈ ω y supongamos inductivamente que ρ(n). En estas condiciones

obtenemos que,

 
F n+ = G F (n)

por (ii) para F

= G H(n) por la HI -ρ(n)- y G es funcional
 
= H n+ por (ii) para H

Esto no es más que ρ n+ . Finalmente, F es única.




La funcional F , cuya existencia y unicidad quedó probada por el Esquema de Recursión

para ω (en Z− ) (ER− /ω), se dice que queda definida recursivamente por las clausulas (i)

y (ii). A la primera clausula se le llama Base de la Recursión (BR), y a la segunda el

Paso Recursivo (PR).

Antes de comenzar con algunos ejemplos vamos a ver algunas observaciones y haremos

énfasis en la necesidad de postular otro axioma.

☞ Ir al ı́ndice 99 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Recursión sobre ω (en ZF− )


Recordemos que nuestros axiomas hasta ahora son

Z− = {ZF1 , . . . , ZF5 } ∪ ZF6 ∪ {ZF7 }

Y que con estos axiomas, hemos demostrado el ER− /ω, que a la letra dice

Si A es una clase, a ∈ A y G : A −→ A , entonces hay una única funcional F tal que


F : ω −→ A
i) F (0) = a; y,
 
ii) ∀n ∈ ω F n+ = G F (n) .


Como se vió en dicha prueba, ésta solo nos garantiza la existencia de una funcional, de

F , pero no sabemos si es función, es decir, no sabemos si es conjunto, ası́ como tampoco,

tenemos garantı́a de que su imagen, IMG(F ), sea un conjunto.

Por supuesto, en el caso particular cuando la clase A es un conjunto, o equivalentemente,

cuando G es una función, tenemos que son conjuntos, tanto F (pues F ⊆ ω × A véase la

proposición 3.9) como la IMG(F ) (pues IMG(F ) ⊆ A ∈ V ). En este caso -en Z− -, el

esquema toma la forma de un teorema y quedarı́a enunciado como sigue.

Teorema 4.34. (Teorema de Recursión para ω (en Z− ))

Para toda función g : b −→ b y todo a ∈ b hay una única función f tal que

f : ω −→ b

i) f (0) = a
 
ii) ∀n ∈ ω f n+ = g f (n) .


En general, tanto la funcional F como la IMG(F ), no son conjuntos. Por ejemplo,

consideremos el siguiente caso particular. Tomemos A = V , a = ω ∈ A y G = +, por el


ER− /ω, tendrı́amos que hay una única funcional F tal que

F : ω −→ A

i) F (0) = ω. Y,
 
+
   +
ii) ∀n ∈ ω F n = F n .

☞ Ir al ı́ndice 100 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

¿La IMG(F ) es un conjunto?

Abusando de la notación y de la definición de imagen,

  + 
+ +

IMG(F ) = F (n) : n ∈ ω = ω, ω , ω ,...

Para poder ver que no necesariamente se tiene que IMG(F ) ∈ V , recordemos los

primeros pasos de la Jerarquı́a Acumulativa de Zermelo; abusando nuevamente de la no-

tación,
i) V0 = ∅.

ii) ∀n ∈ ω Vn+1 = P (Vn ) .




S
iii) Vω = {Vn : n ∈ ω}
Teniendo por lo pronto hasta aquı́ construido, podemos continuar construyendo un

poco más de la siguiente manera

iv) Vω+0 = Vω .
 
v) ∀n ∈ ω Vω+(n+1) = P (Vω+n ) .
S
Para obtener finalmente a Vω+ω = {Vω+n : n ∈ ω}.

En este estrato -en Vω+ω -, se puede “ver” que IMG(F ) nunca para de construirse, es

decir, es una clase propia. En cada paso n+ ∈ ω, se tiene que la n-ésima composición de
+, + n (véase el ejemplo 4.38 más adelante), aplicada a ω cumple que

⌣ ⌣

+ n


(ω) ∈ Vω+(n+1) \ Vω+n

Es decir, IMG(F ) se sigue construyendo de manera estricta en Vω+ω . Pero ¿por qué es

relevante que en Vω+ω , IMG(F ) sea una clase propia?. Esto es porque Vω+ω es un modelo

de los axiomas Z− junto con ABF, en especial, lo que sea “verdadero” para Vω+ω , lo será

para la Teorı́a de Zermelo es decir para la teorı́a que describen los axiomas de Z− . A la

clase Vω+ω se le conoce como el Universo de Zermelo.

Concretando, con los axiomas que tenemos hasta ahora no se puede probar que

algunas clases -particulares, pero importantes, por lo sencillas y no conflictivas que parecen-

☞ Ir al ı́ndice 101 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

sean conjuntos. Si queremos que nuestra teorı́a permita, o mejor dicho, pruebe la existencia

de conjuntos similares a IMG(F ) tenemos que agregar algún principio adicional este es,

ZF8 : Esquema Axiomático de Reemplazo. (Fraenkel 1922, Skolem 1923)

Para toda fórmula φ(x, y), la condición de que para cualquier conjunto x exista un

único conjunto y tal que se satisface φ(x, y) implica que para cualquier conjunto u

existe un conjunto v cuyos elementos son exactamente aquellos conjuntos y para los

cuales exista un miembro w de u con la propiedad φ(w, y). En otras palabras, la

siguiente fórmula es un axioma

  

∀x∃y φ(x, y) ∧ ∀w φ(x, w) −→ w = y −→
  
 
∀u∃v∀w w ∈ v ←→ ∃z z ∈ u ∧ φ(z, w)

Notación 4.35. Agregamos a nuestra lista de axiomas este último esquema,

ZF− = Z− ∪ ZF8 , y
ZF = ZF− ∪{ABF}

Al fragmento de la Teorı́a Formal de Conjuntos determinada por ZF− se le conoce con el

nombre de la Teorı́a de conjuntos de Zermelo-Fraenkel, sin el Axioma de Buena Fundación.

Simultáneamente, la Teorı́a de conjuntos de Zermelo-Fraenkel es la teorı́a descrita por ZF.

A continuación veremos un par de equivalencias de ZF8 .

Teorema 4.36. (Z− ) Los siguientes enunciados son equivalentes.

a) Esquema Axiomático de Reemplazo, ZF8 .

b) La imagen de un conjunto a través de una funcional, es un conjunto. Es decir, para

cualesquiera F funcional y a conjunto, se verifica que F [a] también es un conjunto.

c) La restricción de una funcional a un conjunto cualquiera es una función. Es decir, si

F es una funcional y a ∈ V , entonces F↾a es una función.

☞ Ir al ı́ndice 102 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Demostración. Comprobaremos que (a)←→(b) y que (b)←→(c). Comencemos con la

implicación (a)−→(b). Supongamos ZF8 y fijemos F una funcional y a un conjunto. Con-

sideremos a la fórmula,

     
φ(x, y) ⇋ x ∈ DOM(F ) ∧ y = F (x) ∨ x ∈
/ DOM(F ) ∧ (x = y)

En virtud de que F es una funcional, para cualquier conjunto x existe un único conjunto

y de tal modo que φ(x, y) sea cierta. En consecuencia, por ZF8 , obtenemos que para el

conjunto dado, el conjunto a, existe un conjunto b de tal modo que para cualquier conjunto

y se verifica la equivalencia


(y ∈ b) ←→ ∃x (x ∈ a) ∧ φ(x, y)

Empleemos ZF6 para definir al conjunto

n o
c = y : (y ∈ b) ∧ y ∈ F [a]

Veamos que el conjunto c es el buscado al mostrar la siguiente,

Afirmación. F [a] = c.

La contención de derecha a izquierda se deriva directamente de la definición de c.

Ahora, para ver la otra contención, fijemos y ∈ F [a], ası́ existe x ∈ a tal que y = F (x). De

inmediato, x ∈ DOM(F ) y por la definición de φ, tenemos φ(x, y); en especial, y ∈ b y, por

lo tanto, y ∈ c.

Continuemos por ver la implicación (b)−→(a). Supongamos que (b) es cierto y fijemos

φ(x, y) una propiedad. Para corroborar ZF8 , supongamos que para cada conjunto x existe

un único conjunto y con φ(x, y). Definamos a la funcional F : V −→ V determinada, para

cada x ∈ V , mediante la regla,

T
F (x) = y : φ(x, y)

En estas condiciones, es claro que ⟨x, y⟩ ∈ F es equivalente a que φ(x, y) sea cierta.

☞ Ir al ı́ndice 103 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I
  
Afirmación. ∀x ∃y ∀w (w ∈ y) ←→ ∃z (z ∈ x) ∧ φ(z, w)

Sea x un conjunto. Una consecuencia de la hipótesis -(b)- es que F [x] es un conjunto,

pero
  
 n o
F [x] = w : ∃z (z ∈ x) ∧ w = F (z) = w : ∃z (z ∈ x) ∧ φ(z, w) ,

es decir, un conjunto w es un elemento de F [x] si y solo si existe z elemento de x tal que

φ(w, z). Esto concluye la afirmación.

Pero la afirmación no es más que el consecuente de ZF8 . Ası́, concluimos (a)←→(b).

Pasemos ahora a verificar la equivalencia (b)←→(c). Supongamos primero que (b) es

cierto y sean F una funcional y a un conjunto. La hipótesis nos da que F [a] es un conjunto.

Ahora bien, por definición,


n o
F↾a = ⟨x, y⟩ : (x ∈ a) ∧ y = F (x)

Ası́, F↾a ⊆ a × F [a] y, una combinación de la proposición 3.9 con ZF6 , indica F↾a ∈ V .

Para la implicación (c)−→(b), supongamos cierto el inciso (c) y fijemos F una funcional

y a un conjunto. Aquı́, la hipótesis indica que F ↾a es una función y, por esta razón,

IMG (F↾a ) es un conjunto (véase la proposición 3.7). Queda como tarea indicar porqué

F [a] = IMG (F↾a ) ∈ V .

Una consecuencia de que la restricción de cualquier funcional a un conjunto resulte una

función -en especial, consecuencia de ZF8 - en el contexto de la funcional F otorgada por el

ER− /ω y su imagen, IMG(F ), es que tanto F como IMG(F ) son conjuntos (F = F ↾ω e

IMG(F ) = F [ω]).

En estas condiciones enunciamos el,

Teorema 4.37. (Esquema de Recursión para ω (en ZF− ))

Si A es una clase, a ∈ A y G : A −→ A , entonces hay una única función f tal que


f : ω −→ A
i) f (0) = a; y,
 
ii) ∀n ∈ ω f n+ = G f (n) .


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Teorı́a de Conjuntos I

De ahora en adelante y a menos que se diga lo contrario, estaremos trabajando en ZF− ,

la Teorı́a Formal de Conjuntos de Zermelo-Fraenkel, sin contemplar al ABF.

En estas condiciones estamos bien posicionados, para comenzar a dar un par ejemplos

del uso del Esquema de Recursión para ω (en ZF− ), ER/ω.

Ejemplo 4.38. a) Recordemos el ejercicio de la tarea 1, que a la letra dice

Muestre que los conjuntos

∅, {∅}, {{∅}}, . . . , {. . . {∅} . . .} . . .

existen y son todos distintos entre sı́.

De esta forma, el universo de conjuntos tiene una cantidad abundante de objetos de

estudio.

Emplearemos el ER/ω para construirlos y el PI/ω para comprobar que todos son

distintos entre sı́. Para esto, comencemos por considerar a la clase A = V , al conjunto

a = ∅ ∈ A y a la funcional G = {⌣ }(véase el ejemplo 3.17(b)), es decir,

G : A −→ A
x 7−→ G(x) = {x}

En estas condiciones el ER/ω nos da una única función f tal que

f : ω −→ A

i) f (0) = a; y,
 
ii) ∀n ∈ ω f n+ = G f (n) .


De este modo, f (0) = ∅ y si n ∈ ω, entonces f (n+ ) = f (n) . Entre los valores que


 n o
toma f , encontramos a f (1) = {∅}, f (2) = {∅} , f (3) = ∅ . Abusando de la

notación y empleando la definición de imagen de una función, obtenemos

 n   o
IMG(f ) = f (n) : n ∈ ω = ∅, {∅}, {∅} , . . . , . . . {∅} . . . , . . .

☞ Ir al ı́ndice 105 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

En consecuencia, estos conjuntos existen. Ahora con el objetivo de verificar que todos

son distintos entre sı́, veamos que f es una función inyectiva, es decir,

  
∀n ∈ ω ∀m ∈ ω f (n) = f (m) −→ (n = m)

Para esto, utilizaremos el PI/ω. Comencemos por considerar a la fórmula

  
φ(n) ⇋ ∀m ∈ ω f (n) = f (m) −→ (n = m)

En estas condiciones, lo que queremos probar no es más que ∀n ∈ ω φ(n).

Para la BI, veamos que para cualquier m ∈ ω, la hipótesis m ̸= 0 garantiza di-

rectamente que f (m) ̸= f (0). Supongamos pues que m ∈ ω \ {0} y notemos que,

en virtud de la proposición 4.27, existe k ∈ ω con m = k + . De inmediato, por la

condición (ii) de f , f (m) = f k + = f (k) . Como f (k) ∈ f (m), concluimos que


 

f (m) ̸= ∅ = f (0). Es decir, φ(0) es verdadera.

Continuemos ahora con el PI. Sea n ∈ ω y supongamos inductivamente que φ(n) es

cierta. Con el objetivo de comprobar que φ n+ es cierta, fijemos m ∈ ω y supongamos




que f (m) = f n+ . Como ∅ ̸= {f (n)} = f n+ , se sigue que f (m) ̸= ∅ = f (0) y, por


 

ende, del hecho de que f es función, m ̸= 0. Luego, en virtud de la proposición 4.27,

obtenemos la existencia de k ∈ ω con m = k + y ası́, f (m) = f k + = f (k) . De


 

esta manera, la igualdad f (m) = f n+ , que es lo mismo que f (k) = f (n) ,


  

indica que f (n) = f (k); por esta razón, la HI -φ(n)- nos da que n = k. Finalmente

m = k + = n+ y, con esto obtenemos φ n+ . En conclusión, hemos construido y




diferenciado entre sı́ a los conjuntos

 
∅, {∅, {∅} , . . . , . . . {∅} . . . , . . .

b) La n-ésima composición de una función que se puede componer consigo misma.

☞ Ir al ı́ndice 106 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Comencemos por definir a la clase de funciones

n o
F = f : ∃x f ∈ x x

y por observar que si y es un conjunto entonces para cualesquiera f, g ∈ y y, g ◦f y f ◦g

son elementos de y y bien definidos. Esto quiere decir que F es la clase de todas las

funciones que se pueden componer consigo mismas. De este modo, si además fijamos

g ∈ F , hay un conjunto b tal que g ∈ b b y ası́ podemos -de manera intuitiva- componer
 
de manera iterativa g ◦ g ◦ g ◦ (. . .) . Nuestro objetivo es definir g n ∈ b b, para cada

n ∈ ω, de manera rigurosa y buscamos que tenga las siguientes caracterı́sticas

i) g 0 = Idb y
 + 
ii) ∀n ∈ ω gn =g◦ gn .

En virtud del ER/ω es suficiente encontrar una clase A, un elemento a de A y una

funcional G : A −→ A de tal modo que a = Idb y que la regla de correspondencia de

G para cualquier x ∈ A sea G(x) = g ◦ x. Consideremos al conjunto A = b b, a su

elemento a = Idb ∈ b b y veamos que la siguiente es funcional

G : A −→ A
f 7−→ G(f ) = g ◦ f

Primero que nada, si f ∈ A, g ◦ f ∈ A está bien definida. Además, si f, h ∈ A

cumplen que g ◦ f ̸= g ◦ h, entonces una combinación de que g ◦ f, g ◦ h ∈ A con

la proposición 3.18, muestra la existencia de x ∈ b con (g ◦ f )(x) ̸= (g ◦ h)(x); en


 
especial, g f (n) ̸= g h(x) . De este modo, el hecho de que g sea función garantiza

que f (x) ̸= h(x) y, por ende, f ̸= h. Con esto último obtenemos que G es una función.

Ası́, tenemos todas las hipótesis del ER/ω, por lo cual, podemos producir una función

única fg tal que

fg : A −→ A

i) fg (0) = Idb y
 
ii) ∀n ∈ ω fg n+ = G fg (n) .


☞ Ir al ı́ndice 107 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

De este modo, si para cada n ∈ ω, denotamos por g n a fg (n) obtenemos la definición

de la n-ésima composición que buscábamos. En estas condiciones la unicidad de la

función fg nos da que la siguiente es funcional

n o
G= ⟨g, n⟩, fg (n) : ⟨g, n⟩ ∈ F × ω

Y se verifica que, para cualesquiera g ∈ F y n ∈ ω, G ⟨g, n⟩ = g n .




Observemos que G : F × ω −→ F no es una funcional inyectiva debido a que si a es

un conjunto y g = Ida , entonces para cualquier n ∈ ω se tiene que g n = g (ejercicio).

Queda de tarea verificar la siguiente,

Proposición 4.39. Si a es un conjunto y f ∈ F , entonces los siguientes enunciados

son ciertos.
 + 
a) ∀n ∈ ω f n = (f n ) ◦ f .

b) Si existe n ∈ ω tal que f n ∈ a a, entonces f ∈ a a.

Hint. Emplee el PI/ω para ( a) y realice dos casos para ( b)

c) La potencia n-ésima de un conjunto como el producto cartesiano n-ésimo de dicho

conjunto. Sea a un conjunto cualquiera. Buscamos rescatar las siguientes propiedades


i) a0 = ∅ y
 + 
ii) ∀n ∈ ω an = a × an .

Cuando a = ∅ definimos directamente, para cada n ∈ ω, an = a y ya se cumplen las

condiciones buscadas. Ahora, supongamos a ̸= ∅ y consideremos a la funcional

a × ⌣ : V \ {∅} −→ V \ {∅}
x 7−→ a × ⌣ (x) = a × x

En estas condiciones, definimos a la funcional G : V −→ V como la unión de las



funcionales compatibles ⟨∅, a⟩ y a × ⌣ . De este modo, el ER/ω garantiza la exis-

tencia de una única función f tal que

f : ω −→ V

☞ Ir al ı́ndice 108 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I
i) f (0) = ∅ y
 
ii) ∀n ∈ ω f n+ = G f (n) .


Ahora, si denotamos, por an a la imagen f (n), para cada n ∈ ω, entonces inmediata-

mente, la definición de G rescata las propiedades que querı́amos. Además, entre los
+
valores que calculamos, tenemos a a0 = ∅, a1 = a0 = G a0 = G(∅) = a, como


a ̸= ∅, a2 = G(a) = a × a ̸= ∅, a3 = G a2 = a × a2 = a × (a × a) ̸= ∅,. . . .
 

Con este ejemplo nos permitimos definir a la funcional ⌣ ⌣ : V ×ω −→ V determinada

para cualquier ⟨a, n⟩ ∈ V × ω como ⌣ ⌣ ⟨a, n⟩ = an .




4.4 Operaciones y relaciones

En virtud del ejemplo 4.38(c), podemos hacer la siguiente,

Definición 4.40. Sean a y f conjuntos. Diremos que f es una Operación sobre a si existe

un n ∈ ω tal que f ∈ an a. Además, cuando para algún n ∈ ω tengamos la certeza de que


n
f ∈ a a, diremos que f es una Operación de Aridad n sobre a.

A las operaciones de aridad 1, 2 sobre algún conjunto a las llamaremos, respectivamente,

operaciones Unarias y Binarias sobre a.

Definición 4.41. Sean a un conjunto, e ∈ a y ⌣


∗ ⌣ : a × a −→ a , ⌣
• ⌣ : a × a −→ a

dos operaciones binarias. Diremos que,

1) e es Neutro con respecto a ∗ en a si

∀x ∈ a (x ∗ e = x = e ∗ x)

2) ∗ es Asociativa sobre a si


∀x ∈ a ∀y ∈ a∀z ∈ a (x ∗ y) ∗ z = x ∗ (y ∗ z)

3) ∗ es Conmutativa sobre a si

∀x ∈ a ∀y ∈ a (x ∗ y = y ∗ x)

4) ∗ es Distributiva con respecto de • en a si


∀x ∈ a ∀y ∈ a∀z ∈ a z ∗ (x • y) = (z ∗ x) • (z ∗ y)

☞ Ir al ı́ndice 109 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

A diario utilizamos las operaciones binarias definidas sobre el conjunto de los números

naturales, sobre ω, tales como la suma, el producto y la exponenciación. Pero nada, hasta

el momento, garantiza que dichas operaciones existan, dicho de otro modo, que estas sean

conjuntos bien definidos. En esta sección nos encargaremos de definirlas formalmente.

La suma para ω.

Aquı́ comenzaremos por emplear el ejemplo 4.38(b) de aplicaciones del ER/ω, para

definir a la composición n-ésima de la funcional sucesor restringida a ω, es decir, de la


n
función ⌣ +↾ω (ZF8 ). Definimos, para cada n ∈ ω, a la función +n = ⌣ +↾ω : ω −→ ω .

De este modo, se cumplen



i) ∀n ∈ ω +0 (n) = Idω (n) = n
 + 
ii) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω +n+ (m) = +n (m)

En estas circunstancias, podemos hacer la siguiente,

Definición 4.42. La Suma en ω es la función


+ ⌣ : ω × ω −→ ω
⟨n, m⟩ 7−→ ⌣ + ⌣ (⟨n, m⟩) = n + m = +m (n)

De inmediato, las propiedades (i) y (ii) nos permiten rescatar las siguientes propiedades

para ⌣
+ ⌣.

Proposición 4.43. Los siguientes enunciados son ciertos.

a) El 0 ∈ ω es neutro con respecto a ⌣


+ ⌣ en ω, es decir

∀n ∈ ω (n + 0 = n)

b) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω n + m+ ̸= n . Por esta razón, a 0 lo llamaremos el Neutro Aditivo.




c) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω n + m+ = (n + m)+ .


d) ∀n ∈ ω n+ = n + 1 .


Demostración. El inciso (a) es inmediato de la definición 4.42 y de (i).

Continuemos por verificar (c) para esto, fijemos n, m ∈ ω. De este modo, una combi-

nación de la definición 4.42 con el inciso (ii) produce las relaciones

☞ Ir al ı́ndice 110 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

+ +
n + m+ = +m+ (n) = +m (n) = n + m

Que es lo que querı́amos.

Ahora, para el inciso (b), comprobaremos que de hecho,

 
∀n ∈ ω ∀m ∈ ω n < n + m+

Empleemos el PI/ω para verificarlo. Iniciemos con definir a la siguiente fórmula

 
φ(m) ⇋ ∀n ∈ ω n < n + m+

De esta manera, el inciso (b) resulta ser la fórmula ∀m ∈ ω φ(m). Con la BI en mente,

fijemos n ∈ ω y notemos que la definición 4.42 implica las relaciones

n < n+ = +1 (n) = +0+ (n) = n + 0+

Con esto tenemos que φ(0) es cierta.

Ahora con el objetivo de ver el PI, fijemos m ∈ ω y supongamos inductivamente que

φ(m). Ası́, para cualquier n ∈ ω, la HI, es decir, φ(m), produce las relaciones

 +
n < n + m+ < n + m+

+
De inmediato, de la transitividad de < y de (c) concluimos n < n + m+ . Esto concluye

la inducción y obtenemos que el inciso (b) es cierto.

Finalmente, el inciso (d) se deduce de (c) pues si n ∈ ω, entonces

n + 1 = n + 0+ = (n + 0)+ = n+ .

Ahora pasamos a la pregunta ¿la suma es asociativa y conmutativa sobre ω?.

Proposición 4.44. La suma en ω es una operación asociativa y conmutativa sobre ω. Es

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Teorı́a de Conjuntos I

decir, los siguientes son ciertos


a) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω ∀k ∈ ω n + (m + k) = (n + m) + k y

b) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω (n + m = m + n)

Demostración. Tarea.

Pasemos ahora a verificar la cancelación de la suma y la preservación del orden al sumar

el mismo natural.

Proposición 4.45. Los siguientes enunciados son ciertos.


a) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω (n < m) ←→ ∃k ∈ ω \ {0}(m = n + k) .


b) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω ∃k ∈ ω(n + k ⩽ m + k) −→ (n ⩽ m) .


c) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω (m < n) −→ ∀k ∈ ω(m + k < n + k) .


d) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω ∀k ∈ ω (m + k = n + k) ←→ (m = n) .
 
e) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω (n + m = 0) ←→ (n = 0) ∧ (m = 0) .

Demostración. Comencemos por verificar el inciso (a). Utilizaremos el PI/ω, con esta

idea en mente, consideremos a la fórmula


φ(m) ⇋ ∀n ∈ ω (n < m) ←→ ∃k ∈ ω \ {0}(m = n + k)

De este modo, (a) es equivalente a que ∀m ∈ ω φ(m). Pasemos a ver la BI, debido a que el

antecedente de φ(0), “(n < 0)” es siempre falso, φ(0) es verdadera.

Por otra parte, para el PI, fijemos m ∈ ω y supongamos inductivamente que φ(m) es

cierta. Sea n ∈ ω y supongamos que n < m+ . Por la definición de sucesor, tenemos el

siguiente par de casos.

Caso 1. n < m.

Aquı́, la HI, garantiza la existencia de p ∈ ω\{0} tal que m = n+p, ası́ una combinación

de que la sucesor es funcional con la proposición 4.43(c) muestra que m+ = (n+p)+ = n+p+

y, por ende, tenemos que k = p+ ∈ ω \ {0} es tal que m+ = n + k.

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Teorı́a de Conjuntos I

Caso 2. n = m

Aquı́, la proposición 4.43(d) indica que para k = 1 ∈ ω \ {0}, se da la igualdad

m+ = n + k.

Finalmente, también es cierta φ m+ . En conclusión el inciso (a) es cierto.




Para el inciso (b), utilizaremos el PI/ω junto con la propiedad


ψ(n) ⇋ ∀m ∈ ω ∃k ∈ ω(n + k ⩽ m + k) −→ (n ⩽ m)

De esta manera, (b) es equivalente a ∀n ∈ ω ψ(n). Comencemos por observar que la BI se

deduce inmediatamente de que si m ∈ ω se verifica que 0 ⩽ m -el consecuente de ψ(0)- y,

por ende, ψ(0) es cierta.

Ahora, con el objetivo de mostrar el PI, fijemos n ∈ ω y supongamos inductivamente

que ψ(n) es cierta. Sea m ∈ ω y supongamos que existe k ∈ ω con la cualidad de que

n+ + k ⩽ m + k. En estas condiciones, una combinación de las proposiciones 4.44(b)

y 4.43(c) produce las relaciones

n + k + = (n + k)+ = (k + n)+ = k + n+ = n+ + k ⩽ m + k < (m + k)+ = m + k +

En suma, n + k + < m + k + , por lo cual, la HI garantiza que n ⩽ m; sin embargo, la

condición n = m junto al hecho de que +k+ es una función, contradice a la desigualdad

estricta n + k + < m + k + . En consecuencia, n < m y, por lo tanto, n+ ⩽ m. Finalmente,

ψ n+ es cierta.


Notemos que la tricotomı́a de < (véase la proposición 4.22), junto con la contrapositiva

de (b) del presente resultado implican (c).

Continuemos con el inciso (d). Fijemos n, m ∈ ω y consideremos a la fórmula

ρ(k) ⇋ (n + k = m + k) −→ (n = m)

De esta manera, con el objetivo de corroborar que ∀k ∈ ω ρ(k), empleemos el PI/ω.

Comencemos con la BI, suponer que n + 0 = m + 0, indica directamente que n =

m (véase la proposición 4.43(a)). Es decir, ρ(0) es cierta. Ahora, con el PI en mente,

☞ Ir al ı́ndice 113 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

fijemos k ∈ ω y supongamos inductivamente que ρ(k) es cierta. En estas condiciones, si

n + k + = m + k + , entonces la proposición 4.43(c) indica que (n + k)+ = (m + k)+ y, por

ende, la inyectividad de la sucesor restringida a ω (véase la proposición 4.30) muestra que

n + k = m + k. En suma, la HI, -ρ(k)- indica que n = m. Finalmente, ρ k + es cierta.




Por último, para (e) es suficiente observar que si n, m ∈ ω, entonces n = 0 = m implica

m + n = 0 + 0 = 0 y debido a que 0 ⩽ m, m + n ⩽ m + 0. Por lo cual, el inciso (b) de la

presente proposición, indica que n ⩽ 0 de donde n = 0 y, por ende, 0 = m + n = m + 0 = m.

El producto para ω

Comenzaremos utilizando al ER/ω. Para cada m ∈ ω, consideremos a a = 0 ∈ ω = A

y a la función G = +m : ω −→ ω (G ∈ A A), tenemos que existe una única función ·m tal

que

·m : ω −→ ω

i) ·m (0) = 0 y
 
ii) ∀n ∈ ω ·m n+ = +m ·m (n) = ·m (n) + m .
 

Definición 4.46. El producto para ω es la función


· ⌣ : ω × ω −→ ω
⟨n, m⟩ 7−→ ⌣ · ⌣ (⟨n, m⟩) = n · m = ·m (n)

En estas circunstancias, el producto sobre ω recupera las siguientes propiedades



i) ∀m ∈ ω m · 0 = ·0 (m) = 0 = ·m (0) = 0 · m y

ii) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω m+ · n = ·n (m+ ) = m · n + n .


Queda como tarea demostrar el siguiente,

Teorema 4.47. Los siguientes enunciados son ciertos.

a) El 1 ∈ ω es neutro con respecto a ⌣


· ⌣ en ω, es decir,

∀n ∈ ω(n · 1 = n = 1 · n)

☞ Ir al ı́ndice 114 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

b) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω \ {1}(n+ · m ̸= n+ ). Por esta razón, a 1 lo llamamos el Neutro

Multiplicativo.

c) ⌣
· ⌣ es asociativo sobre ω, es decir,


∀m ∈ ω ∀n ∈ ω ∀k ∈ ω m · (n · k) = (m · n) · k .

d) ⌣
· ⌣ es distributiva con respecto de ⌣
+ ⌣ en ω, es decir,


∀m ∈ ω ∀n ∈ ω ∀p ∈ ω m · (n + p) = (m · n) + (m · p) .

 
e) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω (m · n = 0) ←→ (m = 0) ∨ (n = 0) .

f) ⌣
· ⌣ es conmutativo sobre ω, es decir,

∀m ∈ ω ∀n ∈ ω (m · n = n · m) .


g) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω (n ⩽ m) −→ ∀k ∈ ω(n · k ⩽ m · k) .

h) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω ∃k ∈ ω(m · k < n · k) −→ (m < n) .

i) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω ∀k ∈ ω (m · k + = n · k + ) ←→ (m = n) .


 
j) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω ∀k ∈ ω ∀j ∈ ω (n < m+ ) ∧ (k < j + ) −→ (n · k < m+ · j + ) .


Demostración. Hints.

Exponenciación sobre ω.

Nuevamente comenzaremos por emplear el ER/ω, para ello fijemos m ∈ ω, a = 1 ∈



ω = A y a la función G = ·m : ω −→ ω (G ∈ A A), ası́ existe una única función m tal que

m : ω −→ ω


i) m (0) = 1
 
⌣ ⌣
ii) ∀n ∈ ω m n+ = m (n) · m .


☞ Ir al ı́ndice 115 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Definición 4.48. La Exponenciación sobre ω es la función



: ω × ω −→ ω
⌣ ⌣
⟨n, m⟩ 7−→ ⌣ (⟨n, m⟩) = nm = n (m)

De inmediato, la exponenciación sobre ω recupera las siguientes propiedades


i) ∀m ∈ ω m0 = 1 .


 + 
ii) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω mn = mn · m .

Queda como tarea mostrar el siguiente,

Teorema 4.49. Los siguientes enunciados son ciertos.

a) ∀n ∈ ω (1n = 1).

b) ∀n ∈ ω n1 = n .


 
c) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω mn+k = mn · mk .
 
d) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω (n · m)k = nk · mk .
 k 
e) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω mn·k = mn .
 
f) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω (n < m) −→ ∀k ∈ ω \ {0, 1} k n < k m .
 
g) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω ∃k ∈ ω \ {0, 1} k m ⩽ k n −→ (m ⩽ n) .


 
h) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω (n < m) −→ ∀k ∈ ω \ {0} nk < mk .
 
i) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω ∃k ∈ ω \ {0} mk ⩽ nk −→ (m ⩽ n) .


4.5 Más Recursión para ω.

Hay muchas versiones o variantes del Esquema de Recursión para ω (en ZF− ), veamos

algunas de las más utilizadas. El objetivo de esta sección, es dar cuatro variantes, cada una

con una sugerencia para su justificación y un ejemplo de su uso. Y finalizaremos la misma

con un par de aplicaciones del ER/ω muy importantes.

☞ Ir al ı́ndice 116 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

ER/ω(a) Si A es una clase, a ∈ A y G1 : A × ω −→ A , entonces hay una única función f1 tal

que

f1 : ω −→ A

i) f1 (0) = a
  
ii) ∀n ∈ ω f1 n+ = G1 f1 (n), n


Observemos que los valores que toma f1 en 0, 1, 2 y 3 son

• f1 (0) = a


• f1 (1) = G1 ⟨f1 (0), 0⟩ = G1 (⟨a, 0⟩)

  
• f1 (2) = G1 ⟨f1 (1), 1⟩ = G1 G1 (⟨a, 0⟩), 1
D D  E

• f1 (3) = G1 f1 (2), 2 = G1 G1 G1 (⟨a, 0⟩), 1 , 2

Para una prueba de ER/ω(a), hay que rehacer la prueba original modificando la

definición de cálculo de longitud como

Definición. Sean f ∈ V y n ∈ ω. Diremos que f es un Cálculo de Longitud n si

f : n+ −→ A

1) f (0) = a; y,
 
2) ∀m ∈ n f m+ = G ⟨f (m), m⟩ .


Y cambiando los argumentos que se hacı́an para F y para los cálculos de longitud.

Para dar un ejemplo de su uso, podemos considerar al caso particular A = ω, a = 1

y a la funcional
G1 : ω × ω −→ ω
⟨p, q⟩ 7−→ G1 (⟨p, q⟩) = p · q +

Entonces por ER/ω(a), existe una única función ⌣


! tal que


! : ω −→ ω

i) ⌣
!(0) = 0! = 1 y
   
n+ n+ n+
  
ii) ∀n ∈ ω ⌣
! = !=G ⌣
!(n), n = n! · .

☞ Ir al ı́ndice 117 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Ası́ El Factorial queda definido recursivamente.

ER/ω(b) (Versión Paramétrica)

Si P es un conjunto, A una clase, H : P −→ A y G2 : (P × A) × ω −→ A son

funcionales, entonces hay una única función f2 tal que

f2 : P × ω −→ A
  
i) ∀p ∈ P f2 ⟨p, 0⟩ = H(p)
D !
  E
p, n+

ii) ∀p ∈ P ∀n ∈ ω f2 = G2 p, f2 ⟨p, n⟩ , n

Para la prueba de ER/ω(b) se puede usar ER/ω(a).

Hint: Define por recursión una función f1 : ω −→ P A como sigue, f1 (0) = H (ZF8 )

y para cada n ∈ ω, f1 n+ = G1 f1 (n), n donde la funcional G1 queda determinada


 

por

G1 : P A × ω −→ P A
⟨h, n⟩ 7−→ G1 (⟨h, n⟩) = G1 (h, n) : P −→ A  
p 7−→ G1 (h, n)(p) = G2 ⟨p, h(p)⟩, n

Observe que para cada número natural n, f (n) es una función. Finalmente, si defin-

imos a f2 : ω −→ P A para cualquier ⟨p, n⟩ ∈ P × ω como f2 ⟨p, m⟩ = f1 (m)(p), se




verifican los incisos (i) y (ii) de ER/ω(b).

Para ejemplificar el uso de ER/ω(b), consideremos a P = ω, A = ω y a las funciones

H : ω −→ ω como la identidad, H = Idω y G : (ω × ω) × ω −→ ω definida


 
por G ⟨n, m⟩, k = m+ para todos n, m, k ∈ ω. Aquı́, ER/ω(b), garantiza la

existencia de una única función ⌣


+ ⌣ tal que


+ ⌣ : ω × ω −→ ω

☞ Ir al ı́ndice 118 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

i) ∀m ∈ ω m + 0 = H(m) = Idω (m) = m y
   
+ +
ii) ∀m ∈ ω ∀n ∈ ω m + n = G ⟨n, n + m⟩, m = (m + n) .

Otra manera de obtener La Suma entre Naturales. (A este método de definición le

llaman suma por la derecha)

Para la próxima versión del ER/ω, necesitamos la siguiente,

Definición 4.50. Si a es un conjunto, denotamos el conjunto de todas las sucesiones


ω
finitas de elementos de a por, ⌣ a. Formalmente,

ω
⌣ S n
a= a : n∈ω

ER/ω(c) (Recursión en función de varios valores tomados anteriormente)


ω
Si a es un conjunto y g : ⌣ a −→ a , entonces hay una única función f3 tal que

f3 : ω −→ a


∀n ∈ ω f3 (n) = g (f3↾n )

Notemos que los valores que toma f3 en 0, 1 y 2 son, respectivamente,

• f3 (0) = g (f3↾0 ) = g (f3↾∅ ) = g(∅) = g(0)


 
• f3 (1) = g (f3↾1 ) = g 0, g(0)
n D   Eo
• f3 (2) = g (f3↾2 ) = g ⟨0, g(0) , 1, g 0, g(0)

Para la prueba de ER/ω(c) se puede usar ER/ω(a).


ω
Hint: Consideremos a 0 ∈ ⌣ a = A y a la funcional

ω ω
G1 : ⌣ a × ω −→ ⌣ a 

 
x ∪ n, g(x)
 si n ∈
/ DOM(x)
⟨x, n⟩ 7−→ G1 (⟨x, n⟩) =

0 en otro caso.

☞ Ir al ı́ndice 119 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Empleemos el inciso ER/ω(a), para producir a la única función f1 tal que

ω
f1 : ω −→ ⌣ a

i) f1 (0) = 0 y
 
ii) ∀n ∈ ω f1 n+ = G1 ⟨f1 (n), n⟩ .


Se debe usar el PI/ω para corroborar los siguientes puntos


a) ∀n ∈ ω f1 (n) : n −→ a ;
  
+
 
b) ∀m ∈ ω ∀n ∈ ω (n ∈ m) −→ f (m)(n) = f n (n) ;

c) f1 [ω] es un sistema compatible de funciones, es decir,


∀m ∈ ω∀n ∈ ω f1 (n) es compatible a f1 (m) y

S S 
d ) ∀n ∈ ω f1 [ω](n) = g f1 [ω]↾n

S
Finalmente, al definir a f3 = f1 [ω], el argumento anterior muestra que


∀n ∈ ω f3 (n) = g (f3↾n )

Como ejemplo de su uso construiremos a La Sucesión de Fibonacci, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, . . .

Para obtener la función-sucesión que nos da la de Fibonacci, basta aplicar ER/ω(c)

al caso particular siguiente; consideremos al conjunto a = ω y a la función

ω
g : ⌣ ω −→ ω 


1
 si DOM(t) ∈ {0, 1}
t 7−→ g(t) =

t(n) + t(n + 1)

 si existe n ∈ ω con DOM(t) = n + 2

En virtud del inciso ER/ω(c) hay una única función F : ω −→ ω tal que

 
∀n ∈ ω F (n) = g F↾n

☞ Ir al ı́ndice 120 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

En estas condiciones,

F (0) = g(0) = 1

F (1) = g F↾1 = 1
   
F (2) = g F↾2 = g F↾0+2 = F↾2 (0) + F↾2 (1) = F (0) + F (1) = 1 + 1 = 2
   
F (3) = g F↾3 = g F↾1+2 = F↾3 (1) + F↾3 (2) = F (1) + F (2) = 1 + 2 = 3

F (4) = F(2) + F(3) = 2 + 3 = 5

Finalmente, hay una única función F : ω −→ ω tal que


i) F (0) = 1, F (1) = 1 y


ii) ∀n ∈ ω F (n + 2) = F (n) + F (n + 1)

ER/ω(d) (Recursión hasta un determinado número)

Si A es un conjunto, a ∈ A y g una función con DOM(g) ⊆ A × ω e IMG(g) ⊆ A,

entonces hay una única función f4 tal que

0) DOM (f4 ) = ω o DOM (f4 ) = k0+ donde k0 = mı́n {k ∈ ω : ⟨f4 (k), k⟩ ∈


/ DOM(g)}

00) IMG (f4 ) ⊆ A

i) f4 (0) = a
  

ii) ∀n n+ ∈ DOM (f4 ) −→ f4 n+ = g ⟨f4 (n), n⟩
 

Para la prueba de (d), se puede usar (a).

Hint. Empleemos la proposición 2.19 para producir un conjunto a∗ con a∗ ∈


/ A y

consideremos a la clase A∗ = A ∪ {a∗ }. En estas condiciones, al definir a la función

g ∗ : A∗ × ω −→ A∗ 

 
g ⟨x, n⟩
 si ⟨x, n⟩ ∈ DOM(g)
⟨x, n⟩ 7−→ g ∗ (⟨x, n⟩) = g ∗ (x, n) =
a∗


 en otro caso.

Aquı́, el inciso (a) garantiza la existencia de una única f ∗ tal que

f ∗ : ω −→ A∗

☞ Ir al ı́ndice 121 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I
i) f ∗ (0) = a
 
ii) ∀n ∈ ω f ∗ n+ = g ∗ ⟨f ∗ (n), n⟩ .


En el caso cuando exista k ∈ ω con f ∗ (k) = a∗ , consideremos a k0 el menor de tales

k y definamos f4 = f ∗ ↾k0 . Y cuando, para cada n ∈ ω se tenga que f ∗ (n) ̸= a∗ ,

consideremos a f4 = f ∗ .

Para ejemplificar el uso de ER/ω(d), fijemos x ⊆ ω, de inmediato, al considerar al

conjunto A = x, un elemento a ∈ x y a la función

g : x × {0} x
⟨y, 0⟩ 7−→ g(⟨y, 0⟩) = y

Tenemos que DOM(g) ⊆ A × ω e IMG(g) = x, de este modo, hay una única función

f con IMG(f ) = x y tal que DOM(f ) = ω o bien, DOM(f ) ∈ ω. Más aún, debido

a que g es una función inyectiva, un argumento sencillo con el uso del PI/ω muestra

que f también lo es. En estas circunstancias, para cualquier conjunto x ⊆ ω existe

una función inyectiva de x en ω. A los conjuntos como IMG(f ) se les conoce como

Enumeraciones de x.

Finalizaremos esta sección con otro par de aplicaciones del ER/ω.

La construcción del Universo de Zermelo, Vω+ω

Construimos los primeros ω + ω-estratos de la Jerarquı́a Acumulativa recursivamente

como sigue
i) V0 = ∅.

ii) ∀n ∈ ω Vn+1 = P (Vn ) .




S
iii) Vω = {Vn : n ∈ ω}

iv) Vω+0 = Vω .
 
v) ∀n ∈ ω Vω+(n+1) = P (Vω+n ) .

S
vi) Vω+ω = {Vω+n : n ∈ ω}.

☞ Ir al ı́ndice 122 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Es necesario constatar que debido al ER/ω empleado dos veces, la primera para a =

∅ ∈ V = A y la funcional G = P(⌣ ) : V −→ V (G ∈ A A) y la segunda para el conjunto

a1 = Vω ∈ V con la misma clase A y la misma funcional G, los pasos (i), (ii), (iv), (v) están

bien definidos. Más aún, los pasos (iii) y (vi) son precisamente la unión sobre la imagen

de las funciones otorgadas por el ER/ω, correspondientemente. En consecuencia, hemos

construido al estrato Vω+ω el cual es un conjunto.

Para tener una noción de la importancia que tiene la construcción de los estratos,

verifique los siguientes resultados.

Proposición 4.51. Los siguientes enunciados son ciertos,

a) ∀n ∈ ω (Vn ⊆ Vn+ )

b) ∀n ∈ ω (Vn ∈ Vn+ )

c) ∀n ∈ ω (Vn ∈ Vω )


d) ∀n ∈ ω Vω+n ⊆ Vω+n+


e) ∀n ∈ ω Vω+n ∈ Vω+n+

f) ∀n ∈ ω (Vω+n ∈ Vω+ω )

Demostración. Hint. En cada inciso se debe emplear el PI/ω.

Continuaremos con la siguiente aplicación del ER/ω. Cuando R es una relacional, en

ocasiones, nos encontraremos en la necesidad de coleccionar a todos los R-predecesores de

un elemento a de una clase A con el fin de analizar el comportamiento de la relacional R.

Naturalmente, decimos “R-predecesores de a”a todos aquellos conjuntos x que cumplen con

la condición xRa. Suele suceder que los R-predecesores de un elemento a de una clase A

no sean todos elementos de A; por ejemplo, si A = {1, 3} ⊆ ω, tenemos que tanto 0 es un

∈-predecesor de 1, como 2 es un ∈-predecesor de 3 y que ninguno de ellos es elemento de

A. En estas condiciones, nos preguntamos, ¿Será que podamos coleccionarlos a todos? Más

aún, ¿Dicha colección forma un conjunto?. Veremos que esto último no siempre es posible

y que lo será cuando R satisfaga una condición adicional.

☞ Ir al ı́ndice 123 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Clausura R-transitiva

Para ver esta aplicación del ER/ω, comencemos por dar la siguiente,

Definición 4.52. Sean R una relacional y a ∈ V . El Segmento Inicial (Propio) determinado

por a bajo R, denotado por aR , es la clase de los R-predecesores estrictos de a,


aR = x : (xRa) ∧ (x ̸= a)

También suele denotarse por (←, a) o por a↓ .

Ejemplo 4.53. Sea a un conjunto, de esta manera,


a) a∈ = x : (x ∈ a) ∧ (x ̸= a) ⊆ a

b) (ABF) a∈ = a.

c) Si a ∈
/ CMP(R) o a es un elemento R-minimal de CMP(R), entonces aR = ∅.


d) a∋ = x : (a ∈ x) ∧ (x ̸= a) ∈
/ V.

Definición 4.54. Una relacional R se dirá que es Izquierda-Limitada si todo segmento

inicial determinado por R es un conjunto,

∀x (xR ∈ V )

Lema 4.55. Si R es una relacional izquierda-limitada, entonces

⌣R
: V −→ V
x 7−→ ⌣ R (x) = xR

Demostración. Basta argumentar que si a y b son conjuntos entonces la condición de que

los conjuntos aR y bR sean distintos implica que a ̸= b. Supongamos que, en efecto, aR ̸= bR

y, sin perder generalidad, que existe x ∈ aR \ bR . De este modo, se tiene que xR b o bien,

x = b. Cuando x = b se tiene que b ̸= a pues x ∈ aR . Ahora, si xR b, entonces la relación

xRa muestra que a ̸= b.

Para el siguiente resultado es conveniente estar familiarizado con la definición 4.5.

☞ Ir al ı́ndice 124 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Proposición 4.56. Sean R una relacional y a ∈ V . Si R es izquierda limitada, entonces

hay un ⊆-menor conjunto R-transitivo que contiene al conjunto a. Es decir, hay un conjunto

b tal que

a) 1) a ⊆ b

2) b es R-transitivo
  
b) ∀c (a ⊆ c) ∧ (c es R-transitivo) −→ (b ⊆ c) .

Demostración. Para cada conjunto x, empleemos una combinación del lema 4.55, el Es-

quema Axiomático de Reemplazo, ZF8 (véase la proposición 4.36), y el Axioma de Unión,

ZF4 , para definir al conjunto x′ como sigue,

x′ =
S S
⌣R
[x] = {yR : y ∈ x}

Observemos que con lo anterior, resulta que, ′ : V −→ V . En estas condiciones, para


a ∈ A = V y la funcional ′ : A −→ A , el ER/ω produce una única función,


f : ω −→ V

i) f (0) = a y
 ′ 
ii) ∀n ∈ ω f n+ = f (n) .


S S
Por otro lado, consideremos a b = f [ω] = f (n) : n ∈ ω y veamos que b es el buscado.

Con el inciso (a) en mente, notemos que, en virtud de la proposición 2.13 y la perte-
S
nencia a = f (0) ∈ f [ω], a ⊆ f [ω] = b. Ahora, con el objetivo de verificar que b es

R-transitivo, supongamos que yRx y x ∈ b, veamos que y ∈ b. Notemos que si x = y,

entonces automáticamente y ∈ b, ası́ podemos suponer que además x ̸= y. De la definición

de b, tenemos que hay un n ∈ ω tal que x ∈ f (n). Ahora bien, como yRx, x ̸= y y x ∈ f (n),

′
zR : z ∈ f (n) = f (n) = f n+ ⊆ f [ω] = b
S  S
y ∈ xR ⊆

En consecuencia, b es R-transitivo.

☞ Ir al ı́ndice 125 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Para el inciso (b), supongamos que c es un conjunto R-transitivo y que a ⊆ c, veamos


S
que b ⊆ c. Ahora bien como b = f (n) : n ∈ ω , por las propiedades que tiene la unión

(véase la proposición 2.13), basta comprobar que


∀n ∈ ω f (n) ⊆ c

Con esta idea en mente, usemos el PI/ω. Consideremos a la propiedad φ(n) ⇋ f (n) ⊆ c.

Comencemos con la BI, por hipótesis, f (0) = a ⊆ c, ası́ φ(0) es cierta. Continuemos

con el PI, sea n ∈ ω y supongamos inductivamente que f (n) ⊆ c -φ(n)-. Verifiquemos la

contención f n+ ⊆ c. Por la propiedad (ii) de f tenemos que,




′ S 
f n+ = f (n) =

yR : y ∈ f (n)

En estas condiciones, dada x ∈ f n+ , hay un y ∈ f (n) tal que x ∈ yR y, por ende, la HI




indica que f (n) ⊆ c. En consecuencia, como y ∈ c, xRy y c es R-transitivo, concluimos que

x ∈ c. En suma, b ⊆ c.

Notación 4.57. Dado un conjunto a, el conjunto b cuya existencia queda garantizada por

la proposición 4.56 y cuya unicidad por los axiomas ZF4 , ZF6 , y ZF7 , le llamaremos La

Clausura R-Transitiva de a y lo denotaremos por CTR (a).

Observemos que gracias a la proposición 4.56 y por las propiedades de la intersección

(véase la proposición 2.24) tenemos

Tn o
CTR (a) = c : (a ⊆ c) ∧ c es R-transitivo

Notemos además que ∈ es izquierda limitada por el ejemplo 4.53(1), de este modo, si

a ∈ V ¿Qué podemos decir de la CT∈ (a)? ¿será que ∅ ∈ CT∈ (a)?. La siguiente manera de

construir, bajo ABF, a la Clausura ∈-Transitiva recursivamente es más conocida.


i) 0 a = a;
S

S + S Sn 
n
ii) ∀n ∈ ω a= a y
S  Sn
iii) CT∈ (a) = a : n∈ω .

☞ Ir al ı́ndice 126 Mat. Felipe Prieto


CAPÍTULO 5: CONSTRUCCIÓN CONJUNTISTA DE LA MATEMÁTICA CLÁSICA

Pendiente.

5.1 Los números Enteros, Z

Pendiente.

5.2 Los números Racionales, Q

Pendiente.

5.3 Los números Reales, R

Pendiente.
CAPÍTULO 6: TEORÍA DE LA COMPARACIÓN

Dados dos conjuntos ¿cómo sabemos que tienen el mismo tamaño? o ¿cómo saber si

uno es más grande que el otro? Cambiando la preguntas a unas más intuitivas pero igual

de impresisas, ¿cómo saber que tienen el mismo número de elementos? o ¿cómo saber si

uno tiene mayor número de elementos que el otro?

En este capı́tulo, daremos la manera conjuntista de capturar estas nociones. Em-

pezamos con las definiciones para conjuntos del mismo tamaño, o si se prefiere con el

mismo número de elementos.

6.1 Equipotencia

Comenzamos con una,

Definición 6.1. Un conjunto a es Equipotente a otro conjunto b si hay una biyección de a

en b.

Notación 6.2. Sean a y b conjuntos.

1) Si f ∈ a b, escribiremos a ∼f b cuando f : a b.

2) Abreviaremos como a ∼ b a la fórmula ∃f a ∼f b

Cuando se tiene que a ∼ b, se suele decir que a y b tienen el mismo Cardinal y esto

incluso se describe con la ecuación |a| = |b|. Esto puede ser confuso. Hay que aclarar las

cosas; en primer lugar, esta definición establece una relación (de hecho una relacional)

entre conjuntos y NO se está definiendo lo que es o serı́a el Cardinal de un conjunto. Lo

único que se tiene es una manera de comparar dos conjuntos, conjuntos con el mismo

tamaño.

Proposición 6.3. Los siguientes enunciados son ciertos.

a) La relacional ∼ es de equivalencia sobre V .


Teorı́a de Conjuntos I

b) Sea [a]∼ = {b : b ∼ a}. Ası́

i) [∅]∼ = 1, y

ii) Si a ̸= ∅ entonces [a]∼ ∈


/ V.

Demostración. El inciso (a) y el (b)(i) son inmediatos, comprobaremos el inciso (b)(ii).

Con este objetivo en mente, fijemos a ∈ V \ {∅}. Mostraremos que para cualquier c ∈ V
S
existe un conjunto b ∈ [a]∼ con c ∈ b, de esta manera [a]∼ no es un conjunto y, por ende,

tampoco lo es [a]∼ (ZF4 ).

Sea c un conjunto. Si c ∈ a, entonces a partir de que Ida ∈ a a es una función biyectiva

(véase el ejemplo 3.26(g)), tenemos que c ∈ a ∈ [a]∼ . Ahora, si c ∈


/ a, entonces al fijar

x ∈ a, tenemos que b = (a \ {x}) ∪ {c} satisface que,

Afirmación. c ∈ b ∈ [a]∼ .

Claramente c ∈ b. Además, si f = (Ida \ {⟨x, x⟩}) ∪ {⟨c, x⟩}, entonces f es una unión

de funciones compatibles; por esta razón, f es una función. De esta manera,

f : b −→ a 


x
 si y=c
y 7−→ f (y) =

y

 si y ̸= c.

Ahora, veamos que es biyectiva. Comencemos con la inyectividad de f , sean y, z ∈ b y

supongamos y ̸= z. Como son elementos de b tenemos dos casos,

Caso 1. c ∈ {y, z}. Aquı́, tenemos que f (c) = x ∈


/ {y, z}, por lo cual, la hipótesis y ̸= z

garantiza que f (y) ̸= f (z).

Caso 2. c ∈
/ {y, z}. De este modo, f (y) = y ̸= z = f (z).

Luego, la suprayectividad de f se deduce fácilmente de que si y ∈ a \ {x} ⊆ b, se tiene

que y = f (y) y para x ∈ a, tenemos a c ∈ b con f (c) = x.

Finalmente, f ∈ b a es biyectiva, pero esto no es más que c ∈ b ∈ [a]∼ .

Ahora, pasamos con la definición para conjuntos uno al menos tan grande como el otro,

o si se prefiere, de la noción tener mayor o el mismo número de elementos.

☞ Ir al ı́ndice 129 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

6.2 Dominancia

Definición 6.4. Diremos que un conjunto a es Dominado por un conjunto b si existe una

función inyectiva de a en b. Además, cuando a sea dominado por b y no exista una función

biyectiva de a en b diremos que a es Dominado Estrictamente por b.

Notación 6.5. Sean a y b conjuntos.

1) Si f ∈ a b, escribiremos a ≼f b cuando f : a b.

2) Abreviaremos como a ≼ b a la fórmula ∃f a ≼f b .

3) Denotaremos a ≺ b cuando a ≼ b y a ≁ b

Observemos que si a ≼ b y no existe una función suprayectiva de b en a, es decir, si


 
∃f f : a b y ¬∃g g : a b , entonces a ≺ b. ¿Qué se puede decir de la conversa?

El siguiente resultado, queda de tarea.

Proposición 6.6. Los siguientes enunciados son ciertos.

a) ≼ es reflexiva y transitiva pero no es antisimétrica sobre V , es decir, ≼ no es un orden

parcial reflexivo para V .

b) ≺ es irreflexiva y no es tricotómica sobre V , esto es, ≺ no es un orden total estricto

para V .

¿Qué se puede decir de la asimetrı́a y de la transitividad de ≺? y de ¿la dicotomı́a de

≼? Algo que viene a ayudar, en forma parcial, es el siguiente,

Teorema 6.7. (Teorema de Cantor-Schöeder-Bernstein)

  
∀x ∀y (x ≼ y) ∧ (y ≼ x) −→ (x ∼ y)

Demostración. Sean a, b, f, g tales que a ≼f b y b ≼g a. Construiremos h : a b.

Con el objetivo anterior en mente, comencemos por definir a la familia {Cn : n ∈ ω}

recursivamente, como sigue,


i) C0 = a \ g[b] y
  
ii) ∀n ∈ ω Cn+ = g f [Cn ] .

☞ Ir al ı́ndice 130 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I
S
Y consideremos a C = {Cn : n ∈ ω}. Definamos además a la familia {Dn : n ∈ ω} y al

conjunto D como sigue,



iii) ∀n ∈ ω Dn = f [Cn ] . Y

S
iv) D = {Dn : n ∈ ω}.

En estas condiciones, las propiedades que tienen las familias {Cn : n ∈ ω}, {Dn : n ∈ ω}

y los conjuntos C y D, son

1) ∀n ∈ ω (Cn ⊆ a) y, por ende, C ⊆ a;

2) ∀n ∈ ω (Dn ⊆ b), ası́ que D ⊆ b;

3) a \ C =⊆ g[b];

4) Como g : b g[b] , tenemos que g −1 : g[b] b , g −1 ◦ g = Idb y g ◦ g −1 = Idg[b] ; y



5) ∀n ∈ ω Cn+ = g [Dn ] .

Gracias a los incisos (1)-(4), podemos definir una función h ∈ a b como sigue,

h : a −→ b 


f (x)
 si x ∈ C
x 7−→ h(x) =
g −1 (x)


 si x∈
/C

Afirmación. a ∼h b.

Comprobemos la inyectividad de h. Fijemos x, y ∈ a con x ̸= y y mostremos que

h(x) ̸= h(y). Si ambos x, y ∈ C o bien, ambos x, y ∈


/ C, entonces por la inyectividad de f

o la de g −1 , respectivamente, tenemos lo que querı́amos. Supongamos ahora, sin perder la

generalidad, que x ∈ C y que y ∈


/ C.

Por un lado, tenemos que hay un n ∈ ω tal que x ∈ Cn y, por ende, h(x) = f (x). De

inmediato, h(x) = f (x) ∈ f [Cn ] = Dn . Por otro lado, h(y) = g −1 (y). Luego, g −1 (y) ∈
/ Dn ;

pues si por el contrario g −1 (y) ∈ Dn , tendrı́amos que

 
y = g g −1 (y) ∈ g [Dn ] = Cn+ ⊆ C,
(4) (5)

☞ Ir al ı́ndice 131 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

una contradicción, debido a que y ∈


/ C. En consecuencia, tenemos que h(x) ∈ Dn y

h(y) ∈
/ Dn , por lo cual, concluimos h(x) ̸= h(y).

Por otra parte, para verificar que h es suprayectiva, fijemos z ∈ b y consideremos los

siguientes casos.

Caso 1. z ∈ D.

Aquı́, la definición del conjunto D produce un n ∈ ω con z ∈ Dn = f [Cn ]. Por lo

tanto, hay un x ∈ Cn ⊆ C tal que f (x) = z. De la definición de h, h(x) = z. Y x es el

buscado.

Caso 2. z ∈
/ D.

Veamos que g(z) ∈ a es el buscado. Observemos que si g(z) ∈


/ C, entonces ya habrı́amos

terminado, pues la definición de h garantiza que,

h(g(z)) = g −1 (g(z)) = z


Mostremos pues, que g(z) ∈
/ C, es decir, ∀n ∈ ω g(z) ∈
/ Cn . Con esta idea en mente,

fijemos n ∈ ω. En virtud de la proposición 4.27, n = 0 o bien, hay m ∈ ω con n = m+ .

Por un lado, cuando n = 0, dado que C0 = a \ g[b] y g(z) ∈ g[b], obtenemos que

/ C0 . Por otro lado, si existe m ∈ ω con n = m+ , no puede ser que g(z) ∈ Cm+ , pues
g(z) ∈

de ser ası́, g(z) ∈ Cm+ = g [Dm ] y, por lo tanto, habrı́a un y ∈ Dm tal que g(z) = g(w); en
(5)
especial, la inyectividad de g, garantiza la igualdad z = w y, por ende, z = w ∈ Dm ⊆ D,

el absurdo deseado.

Corolario 6.8. (Teorema del Sándwich)

  
∀x ∀y ∀z (x ≼ y) ∧ (y ≼ z) ∧ (x ∼ z) −→ (x ∼ y ∼ z)

Corolario 6.9. Los siguientes enunciados son ciertos.

a) ≺ es asimétrica sobre V .

b) ≺ es transitiva sobre V .

c) La dominancia estricta, ≺, es un Orden Parcial Estricto sobre V .

☞ Ir al ı́ndice 132 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

El siguiente resultado establece que todo conjunto está dominado estrictamente por su

potencia y será de vital importancia cuando se construya formalmente la cardinalidad de

un conjunto.

Teorema 6.10. (Teorema de Cantor)

∀a a ≺ P(a) .


Demostración. Comencemos por observar que siendo la funcional {⌣ } inyectiva (véase el

ejemplo 3.26(b)), en virtud del teorema 4.36 las equivalencias del esquema ZF8 , podemos

definir a la función f = {⌣ }↾a . Notemos que dado x ∈ a, {x} ∈ P(a), de esta manera,

f :a P(a)
x 7−→ f (x) = {x}

En consecuencia, a ≼f P(a).

Veamos ahora que no hay funciones suprayectivas de a en P(a). Con este objetivo en

mente, fijemos g ∈ a P(a) y consideremos al conjunto

b = {x : (x ∈ a) ∧ (x ∈
/ g(x))}

Mostremos que b ∈ P(a) \ IMG(g). Por un lado, como todo elemento de b es un elemento

de a, tenemos la pertenencia b ∈ P(a). Por otro lado, suponer que b ∈ IMG(g) implica la

existencia de x ∈ a con g(x); sin embargo, resulta que la pertenencia x ∈ b es equivalente

a que x ∈
/ g(x) = b, el absurdo deseado. Esto demuestra que g no es suprayectiva y, ası́

concluimos que no hay funciones suprayectivas de a en P(a), por lo cual, a ≁ P(a).

La siguiente proposición nos proporciona una manera de definir una función biyectiva

del conjunto potencia de un conjunto a en a 2.

Proposición 6.11.

∀a P(a) ∼ a 2


Demostración. Sea a un conjunto. Comenzaremos por definir algunas funciones en a 2.

☞ Ir al ı́ndice 133 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Para cada conjunto b ⊆ a, consideremos a,

χb : a −→ 2 


1
 si x∈b
x 7−→ χb (x) =

0

 si x∈
/b

A χb se le llama La Función Caracterı́stica de b.

Afirmación. χ : P(a) a
2

b 7−→ χ (b) = χb

P(a) a
Claramente χ ∈ 2. Comprobemos que χ es biyectiva. Para la inyectividad,
⌣ ⌣

fijemos b, c ∈ P(a) con b ̸= c. Sin pérdida de la generalidad, supongamos que existe x ∈ b\c,

de este modo, χb (x) = 1, mientras que χc (x) = 0; en especial, la proposición 3.18, indica

que χb =
̸ χc .

Ahora, para la suprayectividad fijemos g ∈ a 2. Queremos que g ∈ IMG(χ ), basta


verificar la existencia de b ∈ P(a) con χb = g. Con esta idea en mente, pongamos b como

La Fibra de 1, es decir, b = x : (x ∈ a) ∧ g(x) = 1 = g −1 {1} . Es fácil ver que g = χb .


   

En consecuencia, χ también es suprayectiva.


El siguiente par de proposiciones quedan como tarea.

Proposición 6.12. Si a, a′ , b y b′ son conjuntos tales que a ∼ a′ y b ∼ b′ , entonces se

verifican

a) i) Si a ∩ b = ∅ y a′ ∩ b′ = ∅, entonces a ∪ b ∼ a′ ∪ b′ .

ii) Si a ∩ b = ∅, entonces a′ ∪ b′ ≼ a ∪ b.

iii) Si a′ ∩ b′ = ∅, entonces a ∪ b ≼ a′ ∪ b′

b) a × b ∼ a′ × b′ .


c) a b ∼ a b′

Proposición 6.13. Sean a y b conjuntos. Si a ∼ b, entonces P(a) ∼ P(b).

Cerramos esta sección observando que la conversa del resultado anterior -de la proposición 6.13-

necesita Axioma de Elección.

☞ Ir al ı́ndice 134 Mat. Felipe Prieto


CAPÍTULO 7: CONJUNTOS FINITOS E INFINITOS

En 1872, Cantor acepta el Infinito Actual, también conocido como Infinito de Facto,

en contra de la idea de que el Infinito es de Potencia algo considerado inalcanzable. De

esta manera, Cantor plantea definir a los conjuntos Finitos como todos aquellos conjuntos

para los que exista un natural equipotente con ellos y, en consecuencia, un conjunto será

Infinito si no es finito.

7.1 Definiciones y Propiedades de los conjuntos Finitos

Comenzamos la sección con la definición de Cantor para conjuntos finitos.

Definición 7.1. Diremos que un conjunto a es,

1) Finito si existe n ∈ ω con a ∼ n.

2) Infinito si no es finito.

Notación 7.2. Definimos a las siguientes clases particulares

1) FIN = {x : x es finito}

2) INF = {x : x es infinito}

De inmediato, V = FIN ∪ INF y FIN ∩ INF = ∅. Además, podemos observar lo

siguiente como consecuencia de que ∼ es una relacional de equivalencia sobre V (véase

la proposición 6.3(a)).

Ejemplo 7.3. Sean a y b conjuntos. Los siguientes enunciados son ciertos.

a) ∀n ∈ ω (n ∈ FIN).

b) Si a ∈ FIN y b ∼ a entonces b ∈ FIN.

c) a ∼ 0 si y solamente si a = ∅. En especial, ∅ ∈ FIN.


Teorı́a de Conjuntos I

Continuemos con el siguiente resultado.

Proposición 7.4. (Lema de Finitud)

Ningún natural es equipotente con un subconjunto propio. En sı́mbolos,


∀n ∈ ω∄x (x ⊊ n) ∧ (x ∼ n)

Demostración. Comencemos por considerar a la fórmula φ(n) ⇋ ∄ (x ⊊ n) ∧ (x ∼ n) .

Emplearemos el PI/ω para ver que, ∀n ∈ ω φ(n). La BI se deduce rápidamente de que el



0 no admite subconjuntos propios; en especial, ∄x (x ⊊ 0) ∧ (x ∼ 0) .

Para verificar el PI, fijemos n ∈ ω. Supondremos ¬φ n+ y demostraremos que ¬φ(n).




Supongamos que existe a ⊊ n+ para el cual n+ ∼ a y fijemos f ∈ n+ a biyectiva. Como

a ⊊ n+ , tenemos dos casos.

Caso 1. n ∈
/ a.

Aquı́ resulta que, f (n) ∈ a ⊆ n. Con esto, a \ {f (n)} ⊊ n. Luego, si consideramos a la



función g = f \ ⟨n, f (n)⟩ , entonces n ∼g a \ {f (n)}.

Caso 2. n ∈ a.

En este caso, la condición a ⊊ n+ garantiza que a \ {n} ⊊ n y hay un k ∈ n+ tal que

f (k) = n. De esta manera, al considerar a la función





f \ {⟨n, n⟩}
 si k = n o bien,
g=

(f \ {⟨n, f (n)⟩, ⟨k, n⟩}) ∪ {⟨k, f (n)⟩} si k ∈ n

obtenemos que n ∼g a \ {n}.

En cualquier caso tenemos que ¬φ(n).

Corolario 7.5. Los siguientes enunciados son ciertos.

a) Ningún conjunto finito es equipotente a un subconjunto propio,

 
∀x (x ∈ FIN) −→ ∄y (y ⊊ x) ∧ (y ∼ x)

☞ Ir al ı́ndice 136 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

b) Cualquier conjunto equipotente a un subconjunto propio es infinito,

  
∀x ∃y (y ⊊ x) ∧ (y ∼ x) −→ (x ∈ INF)

c) ω ∈ INF. (De hecho, ω es el primer ordinal y el primer cardinal que es infinito)

d) Z, Q, R, Rn , C ∈ INF.

En virtud del Lema de Finitud, inferimos que cualquier conjunto que admita un sub-

conjunto propio equipotente con él es infinito. La siguiente definición se planteó bajo la idea

de que los conjuntos infinitos son precisamente todos los que tienen subconjuntos propios

equipotentes con ellos, mientras que los conjuntos finitos son los que carecen de este tipo

de subconjuntos. Esta conceptualización se atribuye a Richard Dedekind, quien la propuso

en 1888.

Definición 7.6. Diremos que un conjunto a es

1) Dedekind-Infinito, en breve, D-Infinito si existe x ⊊ a con a ∼ x.

2) Dedekind-Finito, abreviado, D-Finito si no es D-Infinito. Es decir, si ninguno de sus

subconjuntos propios es equipotente con él.

Notemos que ω es D-infinito pues los números pares son un subconjunto propio de ω

equipotente con él.

Corolario 7.7. Los siguientes enunciados son ciertos

a) Si a es finito, entonces a es D-finito.

b) Si a es D-infinito, entonces a es infinito.

¿Qué puede decir de la conversa de esta resultado?. Más aún, ¿Será que existen con-

juntos que sean D-finitos pero infinitos? Esta pregunta resulta un enunciado independiente

de los axiomas de ZF− ; sin embargo, con ayuda del Axioma de Elección, AE, la respuesta

es, NO.

Veamos otro par de consecuencias del lema de finitud.

☞ Ir al ı́ndice 137 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Corolario 7.8. Si a es un conjunto, entonces



a) i) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω (n ̸= m) −→ (n ≁ m) .

ii) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω (n ∼ m) −→ (n = m) .
  
b) ∀n ∈ ω ∀m ∈ ω (a ∼ n) ∧ (a ∼ m) −→ (n = m) .

Con este resultado podrı́amos dar una definición parcial de la cardinalidad de un

conjunto. Si a ∈ FIN, entonces el cardinal de a, denotado por |a|, es el único natural con el

cual es equipotente. Formalmente,

|⌣ | : FIN −→ ω
T
a 7−→ |⌣ |(a) = |a| = {n ∈ ω : a ∼ n}

Sin embargo, prescindiremos de la notación por el momento.

Corolario 7.9. (Principio del Palomar para finitos)

Sea n ∈ ω. Si n objetos son colocados en menos de n casillas, entonces habrá una casilla

con más de un objeto. Formalmente, dados a, b conjuntos y n, m ∈ ω tales que a ∼ n,

b ∼ m y m < n, se tiene que, para cualquier f ∈ a b, existe y ∈ b con 2 ≼ f −1 {y} (f no


 

puede ser inyectiva).

Pasemos a ver algunas propiedades de los conjuntos finitos.

Proposición 7.10. Si a ∈ FIN, entonces a ∪ {b} ∈ FIN para cualquier conjunto b. De

hecho,
   
/ a) −→ (a ∪ {b}) ∼ n+

∀a ∀n ∈ ω ∀b (a ∼ n) ∧ (b ∈

Proposición 7.11. Al quitarle a un finito uno de sus elementos, sigue siendo finito.

  
+

∀a ∀n ∈ ω ∀x a∼n ∧ (x ∈ a) −→ (a \ {x}) ∼ n

Proposición 7.12. Las siguientes propiedades son ciertas.

a) Los subconjuntos de un número natural son finitos.

b) Los subconjuntos de un conjunto finito son finitos.

☞ Ir al ı́ndice 138 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Demostración. Teniendo la prueba de uno, el otro es una consecuencia inmediata. Se

sugiere proceder del siguiente modo. Para (a), debemos emplear el PI/ω. Luego, en el

inciso (b) se emplea el PI/ω sobre la “cardinalidad del conjunto”, esto es,

 
∀n ∈ ω ∀x (x ∼ n) −→ ∀y (y ⊆ x) −→ (y ∈ FIN)

Corolario 7.13. Los siguientes enunciados son ciertos para todos a y b conjuntos.

1. Si a ∈ FIN entonces a \ b ∈ FIN.

2. Si a ∈ FIN entonces a ∩ b ∈ FIN.

Proposición 7.14. Los siguientes enunciados son ciertos.

a) La unión de dos conjuntos finitos es finita.

b) Sean a y b conjuntos y n, m ∈ ω. Si a ∼ m, b ∼ n y a ∩ b = ∅, entonces a ∪ b = m + n.

Demostración. Para el inciso (a), se debe emplear el PI/ω sobre la cardinalidad de uno

de ellos. Supongamos que a ∈ FIN y sea

 
φ(n) ⇋ ∀x (x ∼ n) −→ (a ∪ x) ∈ FIN

Hay que verificar que ∀n ∈ ω φ(n).

Proposición 7.15. La unión finita (es decir, la unión de un conjunto finito) de conjuntos

finitos es finita.

Demostración. Hay que emplear el PI/ω sobre la cardinalidad del conjunto. En otras

palabras, se debe mostrar

 
 S 
∀n ∈ ω ∀x (n ∼ x) ∧ ∀y ∈ x y ∈ FIN −→ x ∈ FIN

☞ Ir al ı́ndice 139 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Proposición 7.16. Las siguientes propiedades son ciertas.

a) El producto cartesiano de conjuntos finitos es finito.

b) Sean a y b conjuntos y n, m ∈ ω. Si a ∼ n y b ∼ m, entonces a × b ∼ n · m.

Demostración. Para (a), observemos lo siguiente

S
a×b= {a × {x} : x ∈ b}

De esta manera, a × b es la unión finita de conjuntos finitos y, por ende, la proposición 7.15

muestra lo que querı́amos. Para (b), se debe emplear el PI/ω sobre la cardinalidad de

alguno de ellos y define una función biyectiva entre n × m y n · m, ası́ la proposición 6.12(b)

garantiza que a × b ∼ n · m.

Proposición 7.17. Los siguientes enunciados son ciertos para todos a y b conjuntos.

a) Si a, b ∈ FIN, entonces a b ∈ FIN.

b) Sean n, m ∈ ω. Si a ∼ n y b ∼ m, entonces a b ∼ mn .

Demostración. Para el inciso (b), emplea el PI/ω para definir una función biyectiva entre
nm y mn , ası́ la proposición 6.12(c) muestra lo que querı́amos. Finalmente, (a) se deduce

de (b).

Proposición 7.18. Los siguientes enunciados son ciertos.

1. El conjunto de todos los subconjuntos de un conjunto finito es finito.

2. Sean a un conjunto y n ∈ ω. Si a ∼ n, entonces P(a) ∼ 2n .

Demostración. Una combinación de las proposiciones 6.11 y 7.17(b) nos da lo que querı́amos.

Proposición 7.19. La imagen de un conjunto finito, a través de una funcional, es finita.

Demostración. Basta argumentar este hecho para cada natural. Sean F una funcional,
T
n ∈ ω y g : F [n] −→ n definida mediante, g(x) = m ∈ n : f (m) = x , claramente g es
 
inyectiva y como g F [n] ⊆ n, la IMG(g) es finita y, por ende, también lo es F [n].

☞ Ir al ı́ndice 140 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

7.2 Propiedades de los conjuntos Infinitos

En esta sección trabajaremos con las primeras propiedades de los conjuros infinitos.

Recordemos que un conjunto a es infinito si no existe n ∈ ω con a ∼ n. Algunas observa-

ciones sencillas por la sección anterior son,

Ejemplo 7.20. Los siguientes enunciados son ciertos.

a) Si a ∈ INF y b ∈ FIN, entonces a \ b ∈ INF.

b) ∀n ∈ ω (n ∈ FIN) y ω ∈ INF.

c) ∀n ∈ ω (n ≺ ω) y, por ende, si a ∈ FIN, entonces a ≺ ω.

d) Si ω ≼ a, entonces a ∈ INF.

Por lo anterior, se quisiera tener que ω fuese el “más chico”, salvo equipotencia, de

los infinitos. Pero esto no es demostrable con los axiomas que tenemos hasta ahora. Este

resultado depende del Axioma de Elección, AE (véase la proposición 7.24 más adelante).

Pasemos ahora a comparar algunos conjuntos con ω.

7.3 Conjuntos Numerables y contables

Una de las propiedades que nos podemos preguntar cuando se compara a un conjunto

con ω, especialmente con los finitos, es la noción ¿Será posible contar los elementos de

un conjunto? Dicho de otro modo ¿Podemos enumerar a los elementos de un conjunto?.

La siguiente definición aclara las cosas. Hay que tener presente que el significado de las

siguientes nociones varı́a de autor en autor.

Definición 7.21. Diremos que un conjunto a es

1) Numerable si a ∼ ω.

2) Contable si a ≼ ω

Es obvio que, los conjuntos numerables son infinitos y no todos los infinitos son numer-

ables; por ejemplo R. También es claro que los finitos o numerables, estando dominados

por ω, son contables. Pero ya no lo es tanto, el hecho de que los contables sean finitos o

numerables; esto habrá que probarlo. Antes veamos la siguiente,

☞ Ir al ı́ndice 141 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Proposición 7.22. Un subconjunto infinito de un numerable es numerable.

  

∀x ∀y (y ⊆ x) ∧ y ∈ INF ∧ (x es numerable) −→ (y es numerable)

Demostración. Veremos dos pruebas. La primer prueba se sigue del ER/ω(d). Si x y y

satisfacen las hipótesis del enunciado, entonces el hecho de que x ∼ ω garantiza la existencia

g ∈ ω x biyectiva. De esta manera, g −1 [y] ⊆ ω y, por ende, como consecuencia de ER/ω(d)

hay una función inyectiva f , con IMG(f ) = g −1 [y] y tal que DOM(f ) = ω o DOM(f ) ∈ ω.

En estas circunstancias, f : DOM(f ) g −1 [y] y, por ende, g ◦ f : DOM(f ) y .

Finalmente, como y ∈ INF no puede ser que DOM(f ) ∈ ω, por lo cual, DOM(f ) = ω ası́,

y ∼ ω.

La segunda prueba también se deriva del uso de una versión del ER/ω, a saber de

ER/ω(c). Sean a, b y g ∈ ω a tales, que b ⊆ a, b ∈ INF y ω ∼g a. Demostremos, ω ∼ b.

Para ello, utilizaremos el Teorema 6.7 de Cantor-Shröder-Bernstein.

Comencemos por verificar que b ≼ ω. Puesto que b ⊆ a, tenemos b ≼ a. Ahora, como

además tenemos que a ∼ ω, en particular, a ≼ ω ası́, por la transitividad de ≼ (véase la

proposición 6.6), se tiene lo que se querı́a. (Observe que este resultado se puede releer como

“Cualquier subconjunto de un numerable, es contable”.)

Ahora, continuemos con el argumento para verificar que ω ≼ b. Consideremos a la

función
ω
G : ⌣ b −→ b T
−1
 
t 7−→ G(t) = g g b \ IMG(t)

ω
Notemos que G está bien definida pues, si t ∈ ⌣ b. Como el DOM(t) ∈ ω, tenemos que

IMG(t) ∈ FIN (véase la proposición 7.19); en especial, debido a que b ∈ INF, el ejemplo 7.20

indica que b \ IMG(t) ∈ INF, en particular es no vacı́o. Ahora bien, como b ⊆ a = g[ω] y g

es una función biyectiva, se desprenden las relaciones

∅ ̸= g −1 b \ IMG(t) ⊆ g −1 [a] = ω
 

g −1 b \ IMG(t) ∈ ω = DOM(g).
T  
Ası́ concluimos que,

De este modo, por ER/ω(c) obtenemos que hay una única función f : ω −→ b , con

☞ Ir al ı́ndice 142 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

la propiedad,

∀n ∈ ω f (n) = G (f↾n )

ω
pero entonces, si n ∈ ω, lo primero que tenemos es que (f↾n ) ∈ ⌣b = DOM(G) y de aquı́

que,
f (n) = G (f↾n )
T 
g −1 b \ IMG (f↾n )

=g
T 
g −1 b \ f [n]

=g
T  
=g m ∈ ω : g(m) ∈ b \ f [n]

En estas condiciones,

f : ω −→ b T  
n 7−→ f (n) = g m ∈ ω : g(m) ∈ b \ f [n]

Probemos que f tiene la propiedad de que para todo n ∈ ω, f (n) ∈


/ f [n]. En efecto, si n ∈ ω,

por definición de f , f (n) = g(m) para algún m ∈ ω, con la propiedad g(m) ∈ b \ f [n]; es

decir, f (n) = g(m) ∈


/ f [n].

Con esto vemos que f es inyectiva pues, si n, m ∈ ω son distintos y, sin perder generali-

dad, suponemos que n < m, la definición de f garantiza que f (n) ∈ f [m], pero f (m) ∈
/ f [m]

y, por lo tanto, f (n) ̸= f (m). Finalmente, ω ≼ b.

Corolario 7.23. Un conjunto a es contable si y solamente si a es finito o numerable.

Demostración. Para la primer implicación, supongamos que a ≼ ω, ası́ hay una f : a ω

. Por lo que tenemos a ∼ f [a], con f [a] ⊆ ω. Tenemos dos casos. Si f [a] ∈ FIN, entonces

a ∈ FIN. Ahora, si f [a] ∈


/ FIN, por la proposición 7.22, a ∼ ω. La segunda implicación está

dada por el hecho de que todo conjunto finito o numerable está dominado por ω.

El siguiente resultado depende del AE y solamente lo enunciamos.

Proposición 7.24. (AE) Todo conjunto infinito, contiene un subconjunto numerable. O,

equivalentemente,
  
∀x x ∈ INF −→ (ω ≼ x)

☞ Ir al ı́ndice 143 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

También lo podemos leer como, a todo conjunto infinito le podemos extraer una sucesión

infinita de distintos elementos. Este resultado establecerı́a la equivalencia entre las dos

nociones de infinito, la de Cantor y la de Dedekind.

Proposición 7.25. La imagen de un conjunto numerable, a través de una funcional, es

contable.

Demostración. Para este resultado es suficiente verificar que la imagen de ω a través de

una funcional es dominada por ω. Comencemos por fijar F una fucional. Veamos que

F [ω] ≼ ω. Definamos,

h : F [ω] −→ ω
T
x 7−→ h(x) = m ∈ ω : f (m) = x

Tenemos que h es inyectiva pues, si x, y ∈ f [ω] son distintos, entonces, por ser F funcional,

 
m ∈ ω : f (m) = x ∩ m ∈ ω : f (m) = y = ∅

con lo cual, obtenemos que g(x) ̸= g(y).

Como un caso particular, tenemos que la imagen de una sucesión infinita es finita o

numerable.

Proposición 7.26. La unión de dos conjuntos numerables es numerable.

Demostración. Sean a, b, f y g tales que ω ∼f a y ω ∼g b. Definimos,

h : ω −→ a ∪ b 


f (n)
 si existe n ∈ ω con m = 2n
m 7−→ h(m) =

g(n)

 si existe n ∈ ω con m = 2n + 1

Observemos que h no necesariamente es inyectiva. Lo que si tenemos es que h[ω] = a ∪ b y,

debido a la proposición 7.25, a ∪ b ≼ ω, con lo que apenas obtenemos que a ∪ b es contable.

Finalmente, como a ∪ b ∈ INF, el corolario 7.23 garantiza que a ∪ b ∼ ω.

☞ Ir al ı́ndice 144 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Corolario 7.27. La unión finita de conjuntos numerables, es numerable.

Demostración. Por inducción sobre el número de uniendos.

Terminamos esta sección, mencionando otro resultado más que depende del AE.

Proposición 7.28. (AE). La unión numerable de conjuntos numerables, es numerable.

☞ Ir al ı́ndice 145 Mat. Felipe Prieto


CAPÍTULO 8: EL AXIOMA DE ELECCIÓN

En este capı́tulo, comenzaremos con algunos de los problemas que nos llevan a plantearnos

la necesidad de un nuevo axioma. Nos encontraremos con soluciones aparentes que generarán

dudas clave en el desarrollo, y finalmente, emplearemos este nuevo axioma para resolver es-

tos problemas. Abordaremos cuestiones fundamentales de conjeturas que, a simple vista,

pudieran parecer inmediatas.

¿Dada una colección infinita de conjuntos no vacı́os, se puede elegir un elemento de cada

uno de los conjuntos?

Supondremos que la colección infinita de conjuntos no vacı́os es un conjunto en sı́

mismo. Para ilustrar esto, consideremos el siguiente par de ejemplos

1. Dado un conjunto infinito de conjuntos no vacı́os, donde cada conjunto consta de un

par de zapatos, ¿se puede elegir un elemento de cada uno de estos conjuntos? La

respuesta es afirmativa; de hecho, podemos establecer una regla: de cada conjunto

(que es un par de zapatos), seleccionamos el zapato izquierdo.

2. Ahora, consideremos un conjunto infinito de conjuntos no vacı́os, donde cada conjunto

consta de un par de calcetines. ¿Podemos elegir un elemento de cada uno de los

conjuntos? En este caso, la respuesta es diferente; afirmar que sı́ serı́a realizar una

elección sin proporcionar una regla definida.

¿Podemos elegir ası́?

Por otra parte, en la sección de conjuntos infinitos, se presentó la proposición 7.24,

Pero, ¿Todo subconjunto infinito contiene un subconjunto numerable?


Teorı́a de Conjuntos I

Supongamos que a es un conjunto infinito. Intentaremos encontrar b ⊆ a que sea

numerable. En un intento apresurado, podrı́amos pensar en utilizar la infinitud de a para

seleccionar elementos en él distintos entre sı́, para formar explı́citamente a un conjunto b

con las caracterı́sticas deseadas. Pensemos de la siguiente manera,

0) Dado que a es un conjunto infinito, es no vacı́o. Entonces existe a0 ∈ a.

1) Dado que a es infinito a \ {a0 } también lo es. Entonces existe a1 ∈ a \ {a0 }.

2) Como a es infinito, a \ {a0 , a1 } también. De modo que existe a2 ∈ a \ {a0 , a1 }.

..
.

n) Supongamos que para n ∈ ω, hemos elegido an ∈ a \ {a0 , a1 , . . . , an−1 }.

n + 1) Una vez más, dado que a es infinito, a\{a0 , a1 , . . . , an−1 , an } es infinito. Ası́, podemos

tomar an+1 ∈ a \ {a0 , a1 , . . . , an−1 , an }.

De esta manera, para cada n ∈ ω, habremos seleccionado an ∈ a tal que ai ̸= an

para cualquier i ∈ ω \ {n}. Ası́, si b = {an : n ∈ ω}, tendremos que b es un subconjunto

numerable de a.

Pero, ¿Qué podemos observar? En esta manera de proceder para encontrar al conjunto

b interpretamos que se hicieron ω-elecciones de elementos en a. Dentro de nuestra Teorı́a

Formal ¿qué nos garantiza que podamos hacer estás elecciones?

Pensando nuevamente en el argumento, podemos notar que nuestra elección de un

elemento de a depende del las elecciones anteriores, y no hay una regla para elegirlos, por

lo que podrı́amos pensar en aventurarnos en una búsqueda de una función f otorgada por

el ER/ω que nos permitiera seleccionar los elementos de a con las propiedades deseadas.

De este modo tendrı́amos que f [ω] es un subconjunto numerable de a.

¿Será que podamos hallar una función ası́?

El siguiente problema lo encontramos en el enunciado,

Sean a, b y f son conjuntos tales que f : a b . ¿Existe g : b a?

☞ Ir al ı́ndice 147 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Nuevamente, un intento apresurado serı́a tratar de elegir un elemento de cada fibra

determinada por un elemento en b. Es decir, a partir de que f es una función suprayectiva,

para cada y ∈ b se tiene que f −1 {y} ̸= ∅ y quisiéramos fijar un ay ∈ f −1 {y} . Pues de


   

este modo, el hecho de que para elementos y, z ∈ b distintos, el hecho de que la intersección

f −1 {y} ∩ f −1 {z} sea vacı́a, indicarı́a que ay ̸= az . Finalmente, definirı́amos,


   

g : b −→ a
y 7−→ g(y) = ay

Pero, ¿Podemos realmente fijar ay ∈ f −1 {y} para cada y elemento de b?


 

La respuesta a todas éstas cuestiones la encontraremos con el Axioma de Elección.

8.1 Definición de una función de elección y AE

Comencemos con una definición.

S
Definición 8.1. Una función de elección para un conjunto a es una función e : a −→ a

de tal modo que f (x) ∈ x para cualquier x ∈ a \ {∅}. Diremos que un conjunto a admite

una función de elección, precisamente cuando exista una función de elección para a.

Ejemplo 8.2.

a) Por vacuidad el vacı́o admite una función de elección.

 n  o
b) Si a = ∅, {∅} , {∅} , entonces e = ∅, {∅} , {∅} , ⟨{∅}, ∅⟩ es una función

de elección para a.

c) Si a = n + 1, para algún n ∈ ω, entonces

S
e : a −→ a 


máx

∈m (m) si m ̸= 0
m 7−→ e(m) =

0 si m=0

Es una función de elección para a.

El siguiente par de incisos quedan como ejercicio

☞ Ir al ı́ndice 148 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I
 
d) Si a = ∅, {∅} y e = ⟨{∅}, ∅⟩ . ¿e es una función de elección para a ?.

e) ¿Qué pasa si en el inciso ( b) definimos con el mı́nimo en lugar de máximo? ¿Sigue

siendo una función de elección?

Teorema 8.3. Todo conjunto finito, admite una función de elección.

Demostración. Tarea.

Finalmente, enunciamos al,

AE : Axioma de Elección. (Zermelo 1908)

Todo conjunto no vacı́o formado por conjuntos no vacı́os admite una función de

elección.

   !
S   
∀x (x ̸= ∅) ∧ (∅ ∈
/ x) −→ ∃e e : x −→ x ∧ ∀y (y ∈ x) −→ e(y) ∈ y

Observemos que no es necesario postular que existan funciones de elección para el vacı́o

(véase el teorema 8.3). Continuemos por verificar todos nuestros pendientes. Comenzaremos

por dejar de tarea la proposición 6.13 y por verificar que, bajo AE, todo conjunto infinito

admite un subconjunto numerable.

Proposición 6.13. (AE) Si a y b son conjuntos, entonces la condición a ∼ b es equivalente

a que P(a) ∼ P(b).

Demostración. Tarea.

Para verificar la proposición 7.24, comenzaremos con una definición.

Definición 8.4. Sea a un conjunto. Para cada n ∈ ω definimos al conjunto de subconjuntos

de a equipotentes con n como [a]n = {x : x ⊆ a ∧ x ∼ n}. Además, al conjunto de

subconjuntos finitos de a lo denotaremos como [a]<ω , es decir,

[a]<ω = P(a) ∩ FIN =


S n
[a] : n ∈ ω

☞ Ir al ı́ndice 149 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Proposición 7.24. (AE) Todo conjunto infinito, contiene un subconjunto numerable. O,

equivalentemente,
  
∀x x ∈ INF −→ (ω ≼ x)

Sea a un conjunto infinito. De inmediato, a \ b : b ∈ [a]<ω es un con-



Demostración.

junto formado por conjuntos infinitos véase el ejemplo 7.20(a) ; en especial, está formado

por conjuntos no vacı́os. En virtud del Axioma de Elección, existe una función de elección

e : a \ b : b ∈ [a]<ω −→ a \ b : b ∈ [a]<ω . Ası́, como la unión de subconjuntos de


 S

a \ b : b ∈ [a]<ω ⊆ a. Además, por el hecho de que para


S
a es un subconjunto de a,

todo x ∈ a, podemos producir y ∈ a \ {x}, sabemos que {y} ∈ [a]1 ⊆ [a]<ω y, por ende,

x ∈ a \ {y} ∈ a \ b : b ∈ [a]<ω , por lo cual, concluimos a \ b : b ∈ [a]<ω = a. En


 S

suma, e : a \ b : b ∈ [a]<ω −→ a satisface que para cada b ∈ a \ b : b ∈ [a]<ω , e(b) ∈ b.


 

Continuemos por considerar a la siguiente función,

ω
g : ⌣ a −→ a

t 7−→ g(t) = e a \ IMG(t)

ω
Probemos que está bien definida. Si t ∈ ⌣ a, entonces hay n ∈ ω tal que t ∈ n a ası́ se

tiene que t[n] = IMG(t) ⊆ a es finita (véase la proposición 7.19) y, por ende, sabemos que

a \ IMG(t) ∈ a \ b : b ∈ [a]<ω , luego existe e a \ IMG(t) ∈ a \ IMG(t). Además, cuando


 

ω
x, y ∈ ⌣ a satisfacen que g(x) ̸= g(y), es decir, que e a \ IMG(x) ̸= e a \ IMG(y) , como
 

e es función, a \ IMG(x) ̸= a \ IMG(y). Finalmente, las relaciones IMG(x) ⊆ a, IMG(y) ⊆ a

nos indican que IMG(x) ̸= IMG(y) y, por lo tanto, sus dominios, o bien, sus reglas de

correspondencia son distintas. En consecuencia, la proposición 3.18 indica que x ̸= y. Por

lo tanto, g es una función.


ω
En estas condiciones, para g : ⌣ a −→ a , el ER/ω(c) produce una única función f tal

que

f : ω −→ a


∀n ∈ ω f (n) = g (f↾n )

Para concluir la prueba, comprobemos que f es inyectiva. En virtud de que DOM(f ) = ω,

☞ Ir al ı́ndice 150 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

basta comprobar que

 
∀n ∈ ω ∀m ∈ ω (n < m) −→ f (n) ̸= f (m)

Sean n, m ∈ ω y supongamos que n < m. Por un lado, como e es una función de elección y,


f (n) = g (f↾n ) = e a \ IMG (f↾n ) ,

sabemos que f (n) ∈


/ IMG (f↾n ). Por otro lado, como m < n = DOM (f↾n ), obtenemos la

pertenencia f (m) = f↾n (m) ∈ IMG (f↾n ). Finalmente, f (m) ̸= f (n).

Para probar que la definición de conjunto D-finito coincide con la de finito, compro-

baremos de manera equivalente que un conjunto es D-infinito si y solo si es infinito (véanse

las definiciones 7.1 y 7.6). Es claro que, todo conjunto D-infinito es infinito, comprobaremos

que también todo infinito es D-infinito. Con la idea anterior en mente, necesitaremos dos re-

sultados auxiliares. El primero nos da funciones biyectivas entre ω y un subconjunto propio

de él y el segundo nos da una caracterización de los conjuntos D-infinitos. Es importante

mencionar que ninguno de estos resultados auxiliares depende del Axioma de Elección.

Lema 8.4.

∀n ∈ ω ω \ {n} ∼ ω
n o
Demostración. Sea n ∈ ω. Consideremos a f = Idn ∪ m, m+ : m ∈ ω \ n , de esta

manera,
f : ω −→ ω \ {n} 


m
 si m < n
m 7−→ f (m) =
m+


 si n ⩽ m

Es fácil comprobar que f es biyectiva.

Lema 8.5. Un conjunto es D-infinito si y solo si domina a ω. Es decir,

  
∀x x es D-infinito ←→ (ω ≼ x)

☞ Ir al ı́ndice 151 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Demostración. Sea b un conjunto. Para la primer implicación supongamos que b es D-

infinito. Por la definición 7.6(1), podemos producir c ⊊ b de tal modo que c ∼ b. Fijemos

a ∈ b\c y g : b c . De inmediato, g : b bya∈


/ IMG(g). En estas circunstancias,

para a ∈ b y g : b b , el ER/ω garantiza la existencia de una única función f tal que

f : ω −→ b

i) f (0) = a y
 
ii) ∀n ∈ ω f n+ = g f (n)


Un argumento rutinario empleando el PI/ω para verificar que f es inyectiva permite con-

cluir que ω ≼ b.

Para ver la otra implicación, supongamos que ω ≼ b y fijemos una función f : ω b

y un conjunto x ∈ f [w]. En estas condiciones, como f es inyectiva existe un único n ∈ ω

con f (n) = x.

El lema 8.4 nos da una función g : ω ω \ {n} , por lo cual, f ◦ g : ω f [ω] \ {x}

, pues en virtud de que n ∈


/ IMG(g) y de que x = f (n), IMG(f ◦ g) = f [ω] \ {x}. En

estas condiciones, ω ≼ f [ω] \ {x} ≼ f [ω] ≼ ω y, por ende, el corolario 6.8 indica que

f [ω] ∼ f [ω] \ {x}. Sea j : f [ω] f [ω] \ {x} y consideremos a la función h = j ∪ Idb\f [ω] .

Es fácil corroborar que b ∼h b \ {x}.

Corolario 8.6. (AE) Todo conjunto infinito es D-infinito.

Demostración. Si a es un conjunto infinito, por el AE y la proposición 7.24, ω ≼ a, ası́ el

lema 8.5 muestra que a es D-infinito.

Para nuestro último resultado pendiente necesitaremos el siguiente par de resultados

auxiliares.

Lema 8.7. Si f denota a la función

f : ω × ω −→ ω
⟨n, m⟩ 7−→ f (⟨n, m⟩) = 2n (2m + 1)

☞ Ir al ı́ndice 152 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

entonces ω × ω ∼f ω.

Demostración. Tarea.

Proposición 8.8. (AE) La unión de un conjunto numerable, ajeno por pares y formado

por conjuntos numerables es numerable.

Demostración. Sea a un conjunto numerable, ajeno por pares y tal que para toda x ∈ a, se

verifique que x es numerable. Como a es numerable hay una función f : ω a . Denotemos

por an a la imagen f (n) para cada n ∈ ω. En estas condiciones, a = {an : n ∈ ω} y para

cualesquiera n, m ∈ ω, an ∼ ω y cuando n ̸= m, an ∩ am = ∅. De este modo, al definir

para cada n ∈ ω al conjunto bn = {f : f : ω an } ⊆ ω an , tenemos que bn ̸= ∅. Ası́, el

conjunto b = {bn : n ∈ ω} esta formado por conjuntos no vacı́os y, por ende, el AE garantiza
S
la existencia de una función de elección para b, digamos e : b −→ b . De inmediato, para

cada n ∈ ω se tiene que e(bn ) ∈ bn ası́, al definir a fn = e(bn ) tenemos que an ∼fn ω, esto

es fn : ω an .

Afirmación. La siguiente función es biyectiva

S
F : ω × ω −→ a
⟨n, m⟩ 7−→ F (⟨n, m⟩) = fn (m)

Está bien definida pues si ⟨n, m⟩ ∈ ω × ω, entonces F (⟨n, m⟩) = fn (m) ∈ an y como
S S S
an ⊆ {an : n ∈ ω} = a, F (⟨n, m⟩) ∈ a. Además, si n, m, j, k ∈ ω cumplen que

F (⟨n, m⟩) ̸= F (⟨k, j⟩), entonces la condición n = k indica que fn (m) ̸= fn (j) y como fn es

una función, m ̸= j. En consecuencia, ⟨n, m⟩ =


̸ ⟨k, j⟩.

Para la inyectividad de F , sean n, m, j, k ∈ ω y supongamos que F (⟨n, m⟩) = F (⟨k, j⟩),

entonces fn (m) = fk (j), como a = {an : n ∈ ω} es ajeno por pares y fn (m) = fk (j) ∈ ak ,

tenemos que n = k pues fn (m) ∈ an ∩ ak . De esta manera, tenemos fn (m) = fk (j) = fn (j)

y fn es biyectiva, m = j. En suma, ⟨n, m⟩ = ⟨k, j⟩.


S
Con la suprayectividad en mente, fijemos b ∈ a, de inmediato existe n ∈ ω con b ∈ an

y como fn ∈ ω an es biyectiva, hay m ∈ ω con fn (m) = b. Esto es, ⟨n, m⟩ ∈ ω × ω es tal que

b = F (⟨n, m⟩).

☞ Ir al ı́ndice 153 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I
S
Finalmente, el lema 8.7 muestra que ω ∼ ω × ω ∼ a.

Ahora sı́, procedamos con el último pendiente,

Proposición 7.28. (AE). La unión numerable de conjuntos numerables, es numerable.

Demostración. Sea a = {an : n ∈ ω} un conjunto tal que, para cualesquiera n, m ∈ ω,

an ∼ ω y si n ̸= m, entonces an ̸= am . Definamos para cada n al conjunto bn = {n} × an .

En estas condiciones, dados n, m ∈ ω, se tiene que ω ∼ an ∼ {n} × an = bn y cuando

n ̸= m, bn ∩ bm = {n} × an ∩ {m} × am = ∅ y, por ende, b = {bn : n ∈ ω} es una familia


S
numerable ajena por pares. En virtud del AE y de la proposición 8.8, b ∼ ω.

Ahora, emplearemos el Teorema 6.7 de Cantor-Shröder-Bernstein para corroborar que


S S S S
ω ∼ a, comprobando únicamente que ω ≼ a y a ≼ b ∼ ω.
S
Para la primera dominancia, observemos que ω ∼ a0 ⊆ a, ası́ la función identidad en
S S S
a0 con contradominio a es inyectiva, es decir, Ida0 : a0 a . De inmediato, ω ≼ a.
S
Ahora bien, con la otra dominancia en mente, para cada x ∈ a, hay m ∈ ω con x ∈ am , de

este modo, ∅ ̸= {n ∈ ω : x ∈ an } ⊆ ω, ası́ como ⟨ω, <⟩ ∈ COBO (véase la proposición 4.24)

existe nx = mı́n < {n ∈ ω : x ∈ an } ∈ ω, más aún x ∈ anx .


S S
Afirmación. f : a b
x 7−→ f (x) = ⟨nx , x⟩
S
Probemos que f está bien definida. Algo sencillo de ver es que si x ∈ a, entonces
S S
como x ∈ anx , ⟨nx , x⟩ ∈ {nx } × anx ⊆ b. Además, si x, y ∈ a son tales que f (x) ̸= f (y),

entonces ⟨nx , x⟩ =
̸ ⟨ny , y⟩. En estas condiciones, las propiedades de par ordenado (véase la

proposición 3.2) obtenemos que nx ̸= ny o bien x ̸= y, por lo cual, basta verificar que la

condición nx ̸= ny garantiza que x ̸= y. Supongamos que nx ̸= ny , de este modo por la

tricotomı́a de < sobre ω, obtenemos que nx < ny o bien ny < nx . Cuando nx < ny , tenemos

que y ∈
/ anx , pues en caso contrario, ny ⩽ nx una contradicción. Por lo tanto, x ̸= y pues

x ∈ anx . Similarmente, cuando ny < nx se obtiene que x ̸= y.


S
Para la inyectividad fijemos x, y ∈ a y supongamos que ⟨nx , x⟩ = f (x) = f (y) =

⟨ny , y⟩. Nuevamente, en virtud de la proposición 3.2 tenemos que x = y. En consecuencia,

f es una función inyectiva.

☞ Ir al ı́ndice 154 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Se puede probar que la unión contable de conjuntos contables es contable. En la

demostración de este resultado se necesita el ER/ω(b) y aplicar el AE en tres distintas

ocasiones. Una consecuencia de esta prueba es que la unión numerable de conjuntos finitos

es contable.

El Axioma de Elección es una herramienta preciada, que resulta de gran importancia

no sólo en la Teorı́a Formal de Conjuntos, pues tiene diversas aplicaciones en otras áreas

de la Matemática, tales como la Topologı́a y el Álgebra lineal.

¿Qué diferencia podemos encontrar entre AE y los axiomas estudiados anterioremente?

Los conjuntos cuya existencia es postulada por cada axioma ZF2 − ZF6 y ZF8 son únicos.

¿Sucede lo mismo con AE? ¿Por qué el Axioma de Elección es tan importante?.

En 1940, Kurt Gödel demostró que el AE era consistente con los axiomas de ZF, probó

que bajo la suposición de que estos axiomas eran consistentes, también lo eran los axiomas

de ZFE = ZF ∪{AE}. Esto implica que AE no genera contradicciones con los axiomas de

Zermelo-Fraenkel. Naturalmente la pregunta a responder era si a partir de ZF se podrı́a

deducir el AE. Todo apuntaba a que esto no era ası́, pero no fué hasta que en 1963, el

matemático Paul Cohen demostró que también ¬AE era consistente con ZF. Con estos

fundamentos, concluimos rápidamente que el Axioma de Elección es independiente de los

axiomas de Zermelo-Fraenkel.

Resulta interesante mencionar que el AE resulta controversial para un grupo de per-

sonas, llamados Los Intuicionistas. Su principal creencia es que todo objeto matemático

es considerado como producto de la mentalidad humana. Como consecuencia de esta con-

cepción, la existencia de un objeto es equivalente a la posibilidad de su construcción. Algo

que no obtenemos con el AE.

8.2 Equivalencias del Axioma de Elección (AE)

Como pudimos notar, el Axioma de Elección soluciona una serie de problemas con

distintos enfoques; sin embargo, nos planteamos la posibilidad de que, si suponemos como

verdaderas a las soluciones de dichos problemas, entonces a partir de ellas se deduzca al

Axioma de Elección.

Antes que nada, daremos un par de definiciones y de resultados auxiliares.

☞ Ir al ı́ndice 155 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Definición 8.8. El Producto de un conjunto no vacı́o a será el conjunto de funciones de

elección para a. Es decir,

  
Y S   
a= e : e : a −→ a ∧ ∀x x ∈ a −→ e(x) ∈ x

Además, si Γ es un conjunto y {aα : α ∈ Γ} es una familia de conjuntos, El Producto de la

familia será

  
Y S   
{aα : α ∈ Γ} = e : e : Γ −→ {aα : α ∈ Γ} ∧ ∀α α ∈ Γ −→ e(α) ∈ aα

Observemos que el producto de un conjunto que tiene por elemento al vacı́o es vacı́o y

si el conjunto no tiene al vacı́o como elemento, entonces nada -salvo el AE- nos garantiza que

su producto sea no vacı́o. Por otra parte, cuando en una familia de conjuntos {aα : α ∈ Γ}

existe α ∈ Γ con aα = ∅, automáticamente hace del producto de la familia un conjunto

vacı́o ¿Podemos garantizar la conversa?. Además, a las funciones como las del producto de

una familia también las llamaremos funciones de elección.

Definición 8.9. Sea A una familia de conjuntos. Diremos que A es una familia de carácter

finito si para cada conjunto a, la pertenencia a ∈ A es equivalente a que [a]<ω ⊆ A.

Ejemplo 8.10.

a) El conjunto ∅ es una familia de carácter finito. En efecto, si a es un conjunto,

entonces la condición a ∈ ∅ implica que [a]<ω ⊆ ∅. Además, como ∅ ∈ [a]0 , sabemos

que {∅} ⊆ [a]<ω , por lo cual, también [a]<ω ⊆ ∅ implica a ∈ ∅.

b) La familia de subconjuntos finitos de un conjunto infinito no es de carácter finito, es

decir, si a es infinito, entonces [a]<ω no es de carácter finito. Claramente si b ∈ [a]<ω ,

se tiene que b ⊆ a y hay n ∈ ω con b ∼ n. En consecuencia, dado c ∈ [b]<ω , tenemos

que c ⊆ a y existe m ⩽ n con c ∼ m ası́, c ∈ [a]m ⊆ [a]<ω . Sin embargo, a es

un conjunto tal que [a]<ω ⊆ [a]<ω que no pertenece a [a]<ω pues no es equipotente

a ningún numero natural. En especial, si [a]<ω es de carácter finito, entonces a es

finito. Particularmente, [ω]<ω no es de carácter finito.

☞ Ir al ı́ndice 156 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

c) La potencia de cualquier conjunto es una familia de carácter finito. Sean a y b conjun-

tos. Notemos que si b ∈ P(a), entonces para cualquier c ∈ [b]<ω se tiene que c ⊆ b ⊆ a

luego c ∈ P(a). Más aún, cuando [b]<ω ⊆ P(a) se tiene que {x} : x ∈ b ⊆ P(a)


{x} : x ∈ b ⊆ P(a) = a.
S S
y, por lo tanto, b =

d) La familia de subconjuntos unitarios junto con el vacı́o de cualquier conjunto es de



carácter finito. Fijemos a un conjunto y pongamos b = {x} : x ∈ a ∪ {∅}. Si c

es un conjunto tal que c ∈ b, entonces [c]<ω = {∅, c} ⊆ b. Por otro lado, si c es un

conjunto tal que [c]<ω ⊆ b, tenemos dos casos. Cuando c = ∅ ya se cumple que c ∈ b.

Supongamos que c ̸= ∅. Veamos que hay x ∈ a con c = {x}. Sean x, y ∈ c, entonces

{x, y} ∈ [c]<ω ⊆ b y, por lo tanto, x = y ∈ a.

e) Sea n ∈ ω. Si definimos para cada conjunto a a la colección [a]⩽n = [a]m : m ⩽ n ,


S

entonces [a]⩽n es una familia de carácter finito, ejercicio.

Lema 8.11. Sea A una familia de carácter finito. Si B es una ⊆-cadena en A, entonces
S
B ∈ A.

Veamos que para cada a ∈ [ B]<ω , a ∈ A. Con esta idea en mente,


S
Demostración.
S
fijemos n ∈ ω y a = {xm : m ⩽ n} ⊆ B. De inmediato, existen bi ∈ B con xi ∈ bi para

cada i ⩽ n. Ahora, como B es una ⊆-cadena, podemos producir k ⩽ n tal que, para toda

i ⩽ n, bi ⊆ bk . Finalmente, a ⊆ bk ∈ A; en especial, como a es finito, a ∈ [bk ]<ω ⊆ A.

Definición 8.12. Sea a un conjunto.

1) Denotaremos por BOa a la colección de todos los pares ⟨x, ⩽x ⟩ donde x ⊆ a y ⩽x es

un buen orden para x. Es decir,


BOa = ⟨x, ⩽x ⟩ ∈ COBO : x ⊆ a

2) Definimos a la relación ≪⊆ BOa × BOa , para cualesquiera ⟨x, ⩽x ⟩, ⟨y, ⩽y ⟩ ∈ BOa

mediante la regla: ⟨x, ⩽x ⟩ ≪ ⟨y, ⩽y ⟩ si y solo si x ⊆ y, ⩽x ⊆⩽y y para todos u ∈ x,

v ∈ y \x se tiene que u ⩽y v (de manera intuitiva, todo elemento de x es un predecesor

de todo elemento en y \ x).

☞ Ir al ı́ndice 157 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Cuando dos pares de elementos de BOa cumplen ⟨x, ⩽x ⟩ ≪ ⟨y, ⩽y ⟩ se suele decir que ⟨y, ⩽y ⟩

es una continuación de ⟨x, ⩽x ⟩.

Lema 8.13. Si a es un conjunto, entonces ⟨BOa , ≪⟩ es un conjunto parcialmente ordenado

y toda ≪-cadena tiene una cota superior.

Demostración. Comencemos por notar que ⟨∅, ∅⟩ ∈ BOa es un elemento tal que para cada

⟨x, ⩽x ⟩, se verifica que ⟨∅, ∅⟩ ≪ ⟨x, ⩽x ⟩. Del mismo modo, es sencillo ver que para cualquier

⟨x, ⩽x ⟩ ∈ BOa , ⟨x, ⩽x ⟩ ≪ ⟨x, ⩽x ⟩. Con el objetivo de verificar que ≪ es antisimétrica

y transitiva, fijemos ⟨x, ⩽x ⟩, ⟨y, ⩽y ⟩, ⟨z, ⩽z ⟩ ∈ BOa . En primer lugar, supongamos que

⟨x, ⩽x ⟩ ≪ ⟨y, ⩽y ⟩ y ⟨y, ⩽y ⟩ ≪ ⟨x, ⩽x ⟩, de inmediato, x ⊆ y, y ⊆ x, ⩽x ⊆⩽y y ⩽y ⊆⩽x ; en

consecuencia, ⟨x, ⩽x ⟩ = ⟨y, ⩽y ⟩. En segundo lugar, si ⟨x, ⩽x ⟩ ≪ ⟨y, ⩽y ⟩ y ⟨y, ⩽y ⟩ ≪ ⟨z, ⩽z ⟩

obtenemos que x ⊆ y ⊆ z, ⩽x ⊆⩽y ⊆⩽z y para cualesquiera u ∈ x ⊆ y y v ∈ z \ x, se cumple

que v ∈ (y \ x) ∪ (z \ y) y, por ende, u ⩽z v.

Por otro lado, para verificar que toda ≪-cadena tiene una cota superior fijemos un

conjunto Γ y B = {⟨bα , ⩽α ⟩ : α ∈ Γ} ⊆ BOa , una ≪-cadena. Consideremos al par


S S
ordenado ⟨b, ⩽b ⟩ = {bα : α ∈ Γ} , {⩽α : α ∈ Γ} .

Afirmación 1. ⟨b, ⩽b ⟩ ∈ BOa .

En primer lugar, la condición bα ⊆ a para cada α ∈ Γ implica que b ⊆ a. En segundo

lugar, para comprobar que ⩽b es un orden parcial para b, fijemos x, y, z ∈ b. En estas

circunstancias, las condiciones x ⩽b y y y ⩽b x implican la existencia de α, β ∈ Γ con

x ⩽α y y y ⩽β x ası́, en virtud de que B es una ≪-cadena, podemos suponer sin perder

generalidad que bα ⊆ bβ y ⩽α ⊆⩽β . Luego, como ⩽β es un buen orden para bβ , obtenemos

que x = y.

En tercer lugar, si x ⩽b y ⩽b z, existen α, β ∈ Γ tales que x, y ∈ bα , y, z ∈ bβ , x ⩽α y

y, y ⩽β z. Puesto que, B es una ≪-cadena, podemos suponer, sin perder generalidad,

que bα ⊆ bβ y ⩽α ⊆⩽β . De esta manera, la transitividad de ⩽β garantiza que x ⩽β z; en

consecuencia, x ⩽b z.

En cuarto lugar, para verificar que ⩽b además bien ordena a b, fijemos c un subconjunto

no vacı́o de b. De este modo, podemos producir α ∈ Γ con c ∩ bα ̸= ∅ ası́, como ⩽α bien

ordena a bα , existe x := mı́n ⩽α c ∩ βα .

☞ Ir al ı́ndice 158 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Afirmación 2. x = mı́n ⩽b c.

Sea y ∈ c si y ∈ bα , entonces x ⩽α y y, por ende, x ⩽b y. Ahora, si y ∈ c \ bα , la

contención c ⊆ b produce β ∈ Γ \ {α} con y ∈ bβ . Luego, como B es una ≪-cadena y

bβ ̸⊆ bα , obtenemos que ⟨bα , ⩽α ⟩ ≪ ⟨bβ , ⩽β ⟩, por lo cual, a partir de la definición de ≪,

deducimos que la condición y ∈ bβ \ bα implica que x ⩽β y; en particular, x ⩽b y. En suma,

y es un elemento ⩽b -mı́nimo de c.

Por último, con el objetivo de verificar que ⟨b, ⩽b ⟩ es una cota superior de B, fijemos

α ∈ Γ. De inmediato, bα ⊆ b y ⩽α ⊆⩽b . Cuando x ∈ b \ bα , podemos fijar β ∈ Γ con

x ∈ bβ y, como B es una ≪-cadena y bβ ̸⊆ bα , tenemos que ⟨bα , ⩽α ⟩ ≪ ⟨bβ , ⩽β ⟩, de donde,

y ⩽β x para cada y ∈ bα ; en consecuencia, y ⩽b x para cualquier y ∈ bα . Finalmente,

⟨bα , ⩽α ⟩ ≪ ⟨b, ⩽b ⟩, para toda α ∈ Γ.

A continuación, enunciaremos algunas de las equivalencias más importantes del AE y

resaltaremos algunos de sus nombres.

AE : Axioma de Elección

Todo conjunto no vacı́o formado por conjuntos no vacı́os admite una función de

elección.

AEP : Axioma de Elección del Conjunto Potencia

Dado un conjunto su conjunto potencia sin el vacı́o admite una función de elección.

AEC : Axioma de Elección Conjuntista

Dado un conjunto de conjuntos no vacı́os ajenos por pares su unión admite un sub-

conjunto que tiene un solo elemento de cada elemento del conjunto dado.

LID : Lema de la Inversa Derecha

Cualquier función suprayectiva admite una inversa derecha.

AEM : Axioma de Elección Multiplicativo

El producto de cualquier conjunto formado por conjuntos no vacı́os es no vacı́o.

AER : Axioma de Elección Relacional

Toda relación contiene una función de tal modo que sus dominios coinciden.

☞ Ir al ı́ndice 159 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

LTT : Lema de Tuckey-Teichmüller

Toda familia no vacı́a de carácter finito tiene un elemento ⊆-maximal.

PMH Principio Maximal de Hausdorff

Todo conjunto no vacı́o parcialmente ordenado contiene una cadena ⊆-maximal.

LKZ : Lema de Kuratowski-Zorn

Todo conjunto parcialmente ordenado en el que toda cadena tiene una cota superior

admite un elemento maximal.

TBO : Teorema del Buen Orden

Todo conjunto puede ser bien ordenado.

DD : La Dominancia es Dicotómica

La dominancia es dicotómica sobre V .

TT : Teorema de Tychonoff

El producto de espacios topológicos compactos con la topologı́a producto es compacto.

Dividiremos la prueba de estas equivalencias en dos partes con la excepción del Teorema

de Tychonoff y la implicación DD −→ AE dejaremos esta última para después. En cada

inciso colocaremos el nombre de la correspondiente equivalencia y emplearemos el uso de

sı́mbolos para enunciarlas.

Teorema 8.14. Los siguientes enunciados son equivalentes.

a) (AE) Todo conjunto a no vacı́o formado por conjuntos no vacı́os, admite una función

de elección.

b) (AEP) Para cada conjunto a no vacı́o existe e : P(a) \ {∅} −→ a tal que, para todo

b ∈ P(a) \ {∅}, e(b) ∈ b

c) (AEC) Si a es una familia no vacı́a de conjuntos no vacı́os y ajenos por pares, entonces
S
existe un conjunto b ⊆ a tal que para todo x ∈ a, x ∩ b es un conjunto unitario.

d) (LID) Si a y b son conjuntos y f : a b , entonces existe g : b a con f ◦ g = Idb .

☞ Ir al ı́ndice 160 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

e) (AEC) Si Γ es un conjunto y {aα : α ∈ Γ} es tal que, para cualesquiera α, β ∈ Γ con


S
α ̸= β, aα ̸= ∅ y aα ∩ aβ = ∅, entonces existe b ⊆ {aα : α ∈ Γ} tal que b ∩ aα es

unitario para cada α ∈ Γ.

f) (AEM) Si Γ es un conjunto y {aα : α ∈ Γ} es tal que, para cualquier α ∈ Γ, aα =


̸ ∅,
S
entonces existe una función e : Γ −→ {aα : α ∈ Γ} tal que para cada α ∈ Γ,

e(α) ∈ aα .

g) (AEM) Si Γ es un conjunto y {aα : α ∈ Γ} es tal que, para cualquier α ∈ Γ, aα ̸= ∅,


Q
entonces {aα : α ∈ Γ} ≠ ∅.

h) Si a, b son conjuntos y existe F : a −→ P(b) \ {∅} , entonces existe una función

e : a −→ b tal que f (x) ∈ F (x) para todo x ∈ a.

Demostración. Veamos el resultado de manera cı́clica. Para la implicación (a)−→(b),

supongamos que a es un conjunto no vacı́o. Notemos que P(a)\{∅} es un conjunto formado

por conjuntos no vacı́os. En virtud del AE, existe e : P(a)\{∅} −→ P(a) \ {∅} tal que
S 

f (x) ∈ x para cualquier x ∈ P(a) \ {∅}. En estas condiciones, como P(a) \ {∅} = a,
S 

concluimos que e : P(a) \ {∅} −→ a es la buscada.

Con la implicación (b)−→(c) en mente, supongamos que a es una familia no vacı́a cuyos
S
elementos son no vacı́os y ajenos por pares. Claramente, a ̸= ∅. Por hipótesis, existe una

función e : P a \ {∅} −→ a tal que e(b) ∈ b para cada b ∈ P


S  S S 
a \ {∅}. En estas

condiciones, como a ⊆ P
S 
a \ {∅}, dados b, c ∈ a distintos, b ∩ c = ∅ y de este modo
  
b ∩ IMG e↾a = e(b) . De inmediato, la IMG e↾a , es el conjunto requerido por (c).

Continuemos con la implicación (c)−→(d). Sean a, b conjuntos y f : a b una

función suprayectiva, entonces f −1 {y} ̸= ∅ para cada y ∈ b. Además, como f es función,


 

para cualesquiera y, z ∈ b distintos se verifica la igualdad f −1 {y} ∩ f −1 {z} = ∅. Ası́, la


   

familia f −1 {y} : y ∈ b es no vacı́a formada por subconjuntos no vacı́os y, por ende, la


  

S  −1 
{y} : y ∈ b tal que b ∩ f −1 {y} es un conjunto
  
hipótesis nos da un conjunto c ⊆ f

unitario para todo y ∈ c. Sea xy ∈ a el único elemento de c ∩ f −1 {y} ; en consecuencia, la


 


función g : b −→ a dada por g(y) = xy está bien definida y verifica la igualdad f g(y) = y.

En suma, f ◦ g = Idb .

☞ Ir al ı́ndice 161 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

Veamos que (d)−→(e). Sean Γ y a conjuntos tales que a = {aα : α ∈ Γ} y para todos
S
α, β ∈ Γ distintos, aα ̸= ∅ y aα ∩ aβ = ∅. Notemos que dados x ∈ a y α, β ∈ Γ si x ∈ aα

y x ∈ aβ , entonces aα ∩ aβ ̸= ∅, luego la hipótesis indica que aα = aβ . Definamos a la

función,
S
f: a −→ a
x 7−→ f (x) = aα(x)

donde α(x) es el único elemento de Γ con x ∈ aα(x) . De este modo, f está bien definida

y es, claramente, suprayectiva. Ası́, la hipótesis garantiza la existencia de una función


S
g : a −→ a tal que f ◦ g (aα ) = aα para cada α ∈ Γ; en especial, g (aα ) ∈ aα . Concluimos
S
al definir b := IMG(g) ⊆ a.

Para (e)−→(f), fijemos uin conjunto Γ y a = {aα : α ∈ Γ}, una familia de conjuntos

no vacı́os. Ası́, la familia a′ = {α} × aα : α ∈ Γ cumple las hipótesis requeridas por (e);


por esta razón, existe un conjunto b ⊆ a′ tal que b ∩ {α} × aα es un conjunto unitario
S 


para cada α ∈ Γ. Sea ⟨α, xα ⟩ el único elemento de b ∩ {α} × aα y consideremos a


e = ⟨α, xα ⟩ : α ∈ Γ .

S
De inmediato, e es una función de Γ en {aα : α ∈ Γ} y e(α) = xα ∈ aα .

Veamos que (g) se deduce a partir de (f). Fijemos un par de conjuntos Γ y a =

{aα : α ∈ Γ} de conjuntos no vacı́os. De inmediato, la hipótesis garantiza la existencia


S
de una función e : Γ −→ {aα : α ∈ Γ} con e(α) ∈ aα para toda α ∈ Γ y, por ende,
Q
e ∈ {aα : α ∈ Γ}.

Continuemos por verificar la implicación (g)−→(h). Sean a, b conjuntos y supong-

amos que existe F : a −→ P(b) \ {∅} y, para cada x ∈ a definamos ax = F (x). Ası́,

{ax : x ∈ a} satisface ser una familia de conjuntos no vacı́os. Luego, el inciso (g) implica
Q S
que el {ax : x ∈ a} es no vacı́o; por lo cual, existe e : a −→ {ax : x ∈ a} con e(x) ∈ ax
S S
para cada x ∈ a. En estas circunstancias, dado que {ax : x ∈ a} = F (x) : x ∈ a ⊆ b,

e : a −→ b satisface la condición e(x) ∈ ax = F (x) para toda x ∈ a.

Finalmente, veamos la implicación (h)−→(a). Sea a un conjunto no vacı́o formado por

conjuntos no vacı́os. En estas condiciones, como a ⊆ P


S 
a \ {∅}, F = Ida cumple que

☞ Ir al ı́ndice 162 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

F : a −→ P
S  S
a \ {∅} y, por ende, el inciso (h) produce una función e : a −→ a tal

que para cada x ∈ a, e(x) ∈ F (x) = x.

El AER es equivalente al AE, la prueba se deduce fácilmente del teorema 8.14.

Teorema 8.15. Los siguientes enunciados son equivalentes:

(a) (AE) Todo conjunto no vacı́o admite una función de elección.

(b) (LTT) Toda familia no vacı́a de carácter finito tiene un elemento ⊆-maximal.

(c) (PMH) Todo conjunto no vacı́o parcialmente ordenado contiene una cadena ⊆-maximal.

(d) (LKZ) Cualquier conjunto parcialmente ordenado y no vacı́o en el cual toda cadena

tiene una cota superior tiene un elemento maximal.

(e) (TBO) Todo conjunto puede ser bien ordenado.

Demostración. Veamos el resultado de manera cı́clica. Comencemos por verificar que el

AE implica al LTT. En busca de una contradicción supongamos que existe una familia no

vacı́a de carácter finito A sin elementos ⊆-maximales y, para cada a ∈ A consideremos a

la colección Ba := {b ∈ A : a ⊊ b}. En virtud de la hipótesis, es evidente que, para toda

a ∈ A, la colección Ba es no vacı́a y está formada por conjuntos no vacı́os. Del mismo modo,

{Ba : a ∈ A} es una familia de conjuntos no vacı́os, por lo cual, en virtud del teorema
S
▽.(e), existe una función e : A −→ {Ba : a ∈ A} tal que para toda a ∈ A, e(a) ∈ Ba .

Luego, si a ∈ A, entonces a ⊊ e(a) ∈ Ba . Para lo que sigue necesitamos la siguiente,

Definición. Una familia C ⊆ A será llamada e-inductiva si satisface lo siguiente:

(1) ∅ ∈ C;

(2) La condición a ∈ C implica e(a) ∈ C y

S
(3) Si D es una ⊆-cadena formada por elementos de C, entonces D ∈ C.

En estas circunstancias, puesto que ∅ ∈ A por ser finito, el lema anterior nos da que A

es una familia e-inductiva y, por ende, C := {C ⊆ A : C es e-inductiva} es una colección no

☞ Ir al ı́ndice 163 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

C es la ⊆-menor familia e-inductiva. Ocuparemos fuertemente


T
vacı́a. De inmediato, C0 :=

este hecho para verificar que además es una ⊆-cadena.



Pongamos D := a ∈ C0 : ∀b ∈ C0 (b ⊊ a −→ e(b) ⊆ a) .

Afirmación 1. Para cualesquiera a ∈ D y c ∈ C0 se verifica que c ⊆ a o bien, e(a) ⊆ c.

Fijemos a ∈ D y comprobemos que si Ea := {c ∈ C0 : c ⊆ a ∨ e(a) ⊆ c}, entonces Ea es



e-inductivo, pues de ser ası́, las propiedades de la intersección véase la proposición 2.24(b)

garantizan que Ea = C0 . Para la condición (1) de la definición, notemos que ∅ ∈ C0 es un

subconjunto de a. Para la propiedad (2) fijemos c ∈ Ea . Notemos que se satisface alguna

de las siguientes tres situaciones; c ⊊ a, c = a o bien, e(a) ⊆ c. En primer lugar, si c ⊊ a,

la condición a ∈ D nos da que e(c) ⊆ a. En segundo lugar, si c = a, entonces e(a) ⊆ e(c)

y; en tercer lugar, si e(a) ⊆ c, entonces e(a) ⊆ e(c). De este modo, para cualquier c ∈ Ea

se tiene que e(c) ∈ Ea . Con el inciso (3) en mente, fijemos C una ⊆-cadena formada por

elementos de Ea . En esta situación, c ⊆ a para cada c ∈ C o bien, existe c ∈ C tal que


S S
e(a) ⊆ c ⊆ C y, en cualquier caso, C ∈ Ea . En suma, Ea = C0 .

Afirmación 2. D = C0 .

Procederemos como en la afirmación 1. El inciso (1) se deduce de que el vacı́o es un

miembro de C0 sin subconjuntos propios ası́, ∅ ∈ D. Con el inciso (2) en mente, fijemos

a ∈ D y tomemos b ∈ C0 con b ⊊ e(a). Luego, en virtud de la afirmación anterior, Ea = C0

y, por ende, tenemos que b ⊆ a o bien, e(a) ⊆ b; sin embargo, la contención e(a) ⊆ b no es

posible. De este modo, b ⊆ a; en especial, si b ⊊ a, entonces la pertenencia a ∈ D implica

que e(b) ⊆ a ası́, e(b) ⊆ e(a) y, cuando a = b, también e(b) ⊆ e(a). En otras palabras, si

b ∈ C0 es un subconjunto propio de e(a), entonces e(b) ⊆ e(a). En consecuencia e(a) ∈ D.

Para la condición (3) sea C una ⊆-cadena formada por elementos de D y fijemos b ∈ C0
S
con b ⊊ C. Notemos que para cada c ∈ C, b ∈ Ec . En estas condiciones, existe d ∈ C

con b ⊆ d o bien, e(c) ⊆ b para toda c ∈ C. Veamos que esta última opción no es posible.

Si por el contrario, para cada c ∈ C, e(c) ⊆ b, entonces se verifican las relaciones

S  S
e C = {e(c) : c ∈ C} ⊆ b,

☞ Ir al ı́ndice 164 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

el absurdo deseado. En suma, existe d ∈ C con b ⊆ d. Por un lado, si b ⊊ d, la condición


S
d ∈ C ⊆ D implica que e(b) ⊆ d ⊆ C. Por otro lado, cuando b = d, b ∈ D y ası́, de
S S
la afirmación 1 deducimos que C ∈ Eb = C0 . Luego, como la contención C ⊆ b no
S
es posible, concluimos e(B) ⊆ C. Finalmente, D es una familia e-inductiva, por lo cual,

D = C0 .

En resumen, si a, b ∈ C0 son distintos, b ⊆ a o bien, a ⊊ e(a) ⊆ b (a ∈ D y b ∈ Ea )

esto demuestra que C0 es una ⊆-cadena formada por elementos de A. En estas circuns-
S
tancias, como C0 es una familia e-inductiva, la condición (3) implica que C0 ∈ C0 ; si-
S S 
multáneamente, el inciso (2) implica que C0 ⊊ e C0 ∈ C0 , una contradicción.

Continuemos con la implicación LTT −→ PMH. Sea ⟨a, ⩽⟩ un conjunto parcialmente

ordenado no vacı́o. Consideremos a A := {b ⊆ a : b es una ⩽-cadena} y veamos que es una

familia de carácter finito. Con la idea anterior en mente, fijemos c un conjunto cualquiera.

En primer lugar, si [c]<ω ⊆ A, entonces para cualesquiera x, y ∈ c distintos, la condición

{x, y} ∈ [c]<ω implica que {x, y} ⊆ a es una ⩽-cadena, en otras palabras, x y y están

relacionados, por lo tanto, c es una ⩽-cadena, es decir, c ∈ A. En segundo lugar, es

evidente que si c es una ⩽-cadena formada por elementos de a, entonces cualquiera de sus

subconjuntos finitos también lo es; en consecuencia, [c]<ω ⊆ A.

En suma, A es una familia de carácter finito y, como a ̸= ∅, existe x ∈ a, por lo cual,

{x} ∈ A. En otras palabras, A es una familia no vacı́a de carácter finito.

Finalmente, en virtud del lema de Tuckey-Teichmüller concluimos que x admite una

⩽-cadena ⊆-maximal.

Para la implicación PMH −→ LKZ, fijemos ⟨a, ⩽⟩ un conjunto parcialmente ordenado

y no vacı́o en el que toda cadena está acotada superiormente. Empleemos el PMH para

producir b ⊆ a, una ⩽-cadena ⊆-maximal ası́, la hipótesis garantiza la existencia de x ∈ a

tal que para cada y ∈ b, y ⩽ x. Proponemos a x como un elemento ⩽-maximal. Si por el

contrario, existe y ∈ a \ {x} con x ⩽ y, entonces el conjunto b ∪ {y} es una ⩽-cadena que

contiene propiamente a b, una contradicción, pues b ya es ⊆-maximal.

Continuemos con la implicación LKZ −→ TBO. Sea a un conjunto. Dado que el

lema 8.13 garantiza que ⟨BOa , ≪⟩ es un conjunto parcialmente ordenado en el que to-

das las ≪-cadenas admiten una cota superior, el LKZ nos da ⟨b, ⩽b ⟩ ∈ BOa , un ele-

☞ Ir al ı́ndice 165 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

mento ≪-maximal. Notemos que es suficiente comprobar que b = a. Si por el con-

trario, existe x ∈ a \ b, entonces el par ordenado b ∪ {x}, ⩽b ∪{⟨y, x⟩ : y ∈ b} , es de-

cir, la semiconcatenación de ⟨b, ⩽b ⟩ con {x}, {⟨x, x⟩} es un elemento de BOa tal que

⟨b, ⩽b ⟩ ≪ b ∪ {x}, ⩽b ∪{⟨y, x⟩ : y ∈ b} , el absurdo deseado. Por lo tanto, a = b.

Finalmente, veamos que TBO −→ AE. Sea a un conjunto no vacı́o de conjuntos no

vacı́os y, para cada x ∈ a sea ⩽x un buen orden para x. De este modo, la función e : a −→
S
a dada por e(b) = mı́n ⩽b b es una función de elección.

Para ver que AE implica al enunciado DD comprobemos la siguiente,

Proposición 8.16. El LKZ implica la DD.

Demostración. Fijemos a, b conjuntos y consideremos a

e = f : ∃c (c ⊆ a ∧ f ∈ c b ∧ f es inyectiva)


Entonces ⟨e, ⊆e ⟩ ∈ COPO y es no vacı́o pues la función ∅ ∈ e (véanse el ejemplo ??).

Veamos que toda ⊆-cadena d formado por elementos de e tiene una cota superior en e. Sea

d una ⊆-cadena de e, notemos que dadas f, g ∈ d se verifica que f ⊆ g o bien g ⊆ f , en

consecuencia, para cada x ∈ DOM(f ) ∩ DOM(g) se tiene que f (x) = g(x). Por lo tanto,

d es un sistema compatible de funciones y ası́, en virtud del teorema 3.35, la unión de c,


S S  S S 
F = d, es una función tal que DOM d ⊆ {DOM(f ) : f ∈ d} ⊆ a e IMG d ⊆
S
{IMG(f ) : f ∈ d} ⊆ b. Ası́ para ver que F ∈ e y obtener que F es cota superior de d,

basta comprobar su inyectividad. Sean x, y y z conjuntos tales que ⟨x, y⟩, ⟨x, z⟩ ∈ F , de

este modo existen f, g ∈ d con ⟨x, y⟩ ∈ f y ⟨x, z⟩ ∈ g. Como d es una ⊆-cadena podemos

suponer sin perder generalidad que f ⊆ g, ası́ como g es inyectiva y ⟨x, y⟩, ⟨x, z⟩ ∈ g, y = z.

En suma, toda cadena formada por elementos de e tiene cota superior y, por ende, el Lema

de Kuratowski Zorn, produce un elemento ⊆-maximal digamos f ∈ e.

Observemos que si DOM(f ) ⊊ a e IMG(f ) ⊊ b, entonces existen x ∈ a \ DOM(f ) y

y ∈ b \ IMG(f ). De inmediato,

g = f ∪ {⟨x, y⟩}

es una función inyectiva, DOM(g) ⊆ a, IMG(g) ⊆ b, por lo cual, g ∈ e y f ⊊ g, una

☞ Ir al ı́ndice 166 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

contradicción al hecho de que f es ⊆-maximal; ası́ pues, DOM(f ) = a o IMG(F ) = b. De

este modo, tenemos los siguientes casos.

Caso 1. DOM(f ) = a.

Aquı́ la inyectividad de f asegura que a ≼ b.

Caso 2. IMG(f ) = b.

Como f es inyectiva, f −1 es inyectiva y DOM f −1 = b, por lo tanto, b ≼ a.




Ası́ pues a ≼ b o bien b ≼ a y la relacional dominancia es dicotómica sobre V .

8.3 Un examen sobre el Axioma de Elección.

El Axioma de Elección es una afirmación muy especial porque asegura la existencia de

algo (un conjunto de elección o una función de elección o un buen orden) para lo cual no se

da una definición. La disyuntiva sobre si se necesita o no el Axioma de Elección debe ser

clara: si se puede definir de algún modo la elección, ésta existe y el axioma no es necesario.

Si no se puede definir de ningún modo la elección, el axioma es necesario para justificar que

la elección existe. La prueba para el lector: ¿Cuándo el Axioma de Elección es realmente

necesario? Las respuestas serán “si” o “no” en cada caso.

Si usted está trabajando en la teorı́a de conjuntos Zermelo-Fraenkel sin el Axioma de

Elección,

¿Puede usted elegir un elemento de ...

a) un conjunto finito?

b) un conjunto infinito?

c) cada miembro de un conjunto infinito de conjuntos unitarios?

d) cada miembro de un conjunto infinito de pares de zapatos?

e) cada miembro de un conjunto infinito de pares de calcetines?

f) cada miembro de un conjunto finito de conjuntos si cada uno de los miembros es

infinito?

g) cada miembro de un conjunto infinito de conjuntos si cada uno de los miembros es

finito?

☞ Ir al ı́ndice 167 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

h) cada miembro de un conjunto infinito de conjuntos de racionales?

i) cada miembro de un conjunto numerable de conjuntos si cada uno de los miembros es

numerable?

j) cada miembro de un conjunto infinito de conjuntos finitos de reales?

k) cada miembro de un conjunto infinito de conjuntos si cada uno de los miembros es

infinito?

l) cada miembro de un conjunto numerable de conjuntos si cada uno de los miembros es

infinito?

m) cada miembro de un conjunto infinito de conjunto de reales?

n) cada miembro de un conjunto infinito de conjuntos de dos elementos cuyos miembros

son conjuntos de reales?

8.4 Aplicaciones de uso común en la matemática

Veamos una aplicación del Lema de Kuratowski-Zorn.

Proposición 8.17. (LKZ) Todo Espacio Vectorial V tiene una base.

Demostración. Sea β la familia de conjuntos de vectores de V linealmente independientes,

es decir

β = {x ⊆ V : x es conjunto de vectores linealmente independientes}

S
Sea c una ⊆-cadena en ⟨β, ⊆⟩ ∈ COPO. c es una cota superior y claramente es un conjunto
S
de vectores linealmente independientes pues si n ∈ ω y v1 , v2 , . . . , vn ∈ c entonces existe
S
x ∈ c tal que vi ∈ x para cada i ⩽ n, por ser c una cadena. Ası́ pues c ∈ β. Esto muestra

que toda ⊆-cadena tiene una cota superior en β.

En consecuencia, el LKZ produce un elemento ⊆-maximal β0 ∈ β y entonces β0 es un

conjunto linealmente independiente que genera a V , pues:

Si v ∈
/ β0 , la ⊆-maximalidad de β0 indica que β0 ∪ {v} no es linealmente independiente

y, por ende, hay n ∈ ω, v1 , . . . , vn ∈ β0 , α1 , α2 , . . . , αn ∈ R \ {0} y α ∈ R tales que

☞ Ir al ı́ndice 168 Mat. Felipe Prieto


Teorı́a de Conjuntos I

α1 v1 + α2 v2 + . . . + αn vn + αv = 0. Como {vi : i ⩽ n} es linealmente independiente, α ̸= 0.


α1 α2 αn
De este modo, tenemos que −α v1 + −α v2 +...+ −α vn = v. Finalmente, v es generado por

v1 , v2 , . . . , vn ∈ β0 . En suma, β0 es una base para V .

☞ Ir al ı́ndice 169 Mat. Felipe Prieto


BIBLIOGRAFÍA

Básica:

[1] K. Hrbacek, T. Jech, Introduction to the set theory, Marcel Dekker Inc., New York,

(1997).

[2] F. Hernández, Teorı́a de Conjuntos, Una Introducción, Soc. Mat. Mex. en sus

Aportaciones Mat., 3.a ed., (2014).

[3] H. B. Enderton, Elements of set theory, Academic Press New York, (1997).

Adicional:

[4] J. Amor, Teorı́a de conjuntos para estudiantes de ciencias, Facultad de Ciencias,

UNAM, (1997).

[5] K. Deviln, The joy of sets

[6] P.R. Halmos, Navie set theory, Springer-Verlag New York, (1974).

[7] K. Kunen, Set theory. An introduction to independence proofs, Studies in logic and

the fundations of mathematics, North-Holland publishing co., vol. 102, (1980).

AAA:

[8] T. Jech, Set theory, Springer-Verlag, Berlin, 2.a ed., (1997)

[9] A. Levy, Basic Set Theory, Dover Publications, Inc. Mineola, New York, (2002).

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