Teología Bíblica Del Pentateuco - Compressed
Teología Bíblica Del Pentateuco - Compressed
Teología Bíblica Del Pentateuco - Compressed
Publicado por:
© Editorial Teología para Vivir S.A.C
Pje. Antonio Raimondi 170, Urb. Los Precursores – Santiago de Surco
Correo Electrónico: ventas@teologiaparavivir.com
Pagina Web: www.teologiaparavivir.com
Lima – Perú
Todos los ensayos de esta obra han sido traducidos con permiso
escrito de las casas editoriales.
Prohibida su reproducción o transmisión total o parcial, por cualquier
medio, sin permiso escrito de la editorial Teología para Vivir.
Las citas bíblicas fueron tomadas de; La Biblia de los Hispanos (2005),
salvo indique lo contrario en alguna de ellas.
TABLA DE CONTENIDOS
TABLA DE CONTENIDOS
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTOS
SOBRE LOS AUTORES
PREFACIO
Jaime D. Caballero
¿Por qué un libro de teología bíblica del Pentateuco?
Puntos para tener en cuenta al momento de leer esta obra.
INTRODUCCIÓN
Jaime D. Caballero
1. ¿Qué son las Escrituras?
2. ¿Qué es lo que las Escrituras revelan?
3. ¿Por qué todo esto es importante?
4. ¿Es entonces el Pentateuco un libro humano o divino?
5. ¿Cómo interpretar las
Escrituras? Conclusión
PRIMERA PARTE: HERMENEUTICA Y HOMILETICA
EXÉGESIS BÍBLICA-TEOLÓGICA Y LA NATURALEZA DE LA
TIPOLOGÍA
Aubrey Sequeira y Samuel C. Emadi
1. Introducción
2. Teología Bíblica y Tipología
3. ¿Qué es la exégesis bíblico-teológica?
4. Exégesis bíblico-teológica y tipología
5. ¿Hay un tipo en este texto? Exégesis de los tipos contrastados con
la interpretación figurativa
6. Conclusión
NAVEGANDO POR LAS ESCRITURAS: UNA TIPOLOGÍA QUE
SIGUE EL MAPA NATURAL DE LOS PACTOS A TRAVÉS DE LA
ESCRITURA
David Schrock
1. Introducción
2. Descripción de una topografía pactual
3. Escribiendo sola scriptura: La topografía del pacto y la prioridad
del canon
ESTRUCTURA PACTUAL DE LAS ESCRITURAS E
INTERPRETACIÓN CRISTO-CÉNTRICA
Jaime D. Caballero
1. Introducción
2. La unidad, diversidad y función de las Escrituras
3. La Estructura del Antiguo Testamento: Ley, Profetas y Escritos
4. Introducción a la teología bíblica de Génesis
5. Análisis literario de Génesis
6. ¿Cuál es la verdad teológica que estas historias quieren
enseñar? Conclusión
PREDICANDO LA LEY DEL ANTIGUO TESTAMENTO A LOS
CRISTIANOS DEL NUEVO TESTAMENTO
Daniel I. Block
1. Introducción
2. Las designaciones para la “Ley” en el Antiguo Testamento
3. Los contextos literarios de las leyes en el Antiguo Testamento
4. La importancia de las Leyes del Antiguo Testamento para los
santos del Antiguo Testamento
5. La importancia de la Ley del Antiguo Testamento para los
cristianos del Nuevo Testamento
6. Conclusión: ¿Cómo deben entonces los cristianos abordar las
leyes del Antiguo Testamento?
SEGUNDA PARTE: TEMAS BIBLICO-TEOLOGICOS
LA HIPÓTESIS ZOMBIE: POR QUÉ LA HIPÓTESIS
DOCUMENTARIA ES EL FRANKENSTEIN DE LOS ESTUDIOS
BÍBLICOS
Duane Garrett*
1. Introducción
2. El trasfondo de la Hipótesis Documentaria
3. Principios distintivos de la Hipótesis Documentaria
4. Los argumentos a favor de la Hipótesis Documentaria
5. Un análisis de los argumentos a favor de la Hipótesis
Documentaria
6. ¿A dónde vamos desde aquí?
MALDITO EL QUE ES COLGADO EN UN MADERO:
DEUTERONOMIO 21:22-23 EN EL CONTEXTO DEL ANTIGUO Y
NUEVO PACTO
Ardel B. Caneday
1. Introducción
2. Deuteronomio 21:22-23 en el contexto del Pacto de la Ley
3. Deuteronomio 21:22-23 en el contexto del Nuevo Pacto
4. Conclusión
LA GLORIA VELADA EN EL TABERNÁCULO DE CARNE:
ÉXODO 33-34 EN EL EVANGELIO DE JUAN
Ardel B. Caneday
1. Introducción
2. “Hemos visto Su gloria”—¿Qué es lo que vio el apóstol Juan?
3. La nueva ratificación del pacto en la visualización de la gloria del
Verbo
4. Conclusión
LA RELACIÓN DE DEUTERONOMIO CON EL PACTO EN EL
SINAÍ
Peter J. Gentry*
1. Introducción
2. Renovación del Pacto en Josué 23-24
3. La estructura literaria de Deuteronomio
4. Deuteronomio 29:1 [28:69 Texto Masorético] ¿Subíndice o
superíndice?
5. La función de Deuteronomio 29-30: Por qué el Pacto en Moab
fue “cortado”?
6. Conclusión
LA ESPERANZA MESIÁNICA DE GÉNESIS: EL
PROTOEVANGELIO Y LAS PROMESAS PATRIARCALES
Jared M. August
1. Introducción
2. La naturaleza del término “Mesías”
3. ¿Génesis 3:15 como el protoevangelio?
4. El contexto de Génesis 3:15
5. “Simiente” singular o plural
6. Génesis 3:15 y la esperanza anticipatoria en Génesis
7. Las promesas patriarcales (Génesis 22:17-18)
8. Conclusión
EL PACTO ABRAHÁMICO EN LA PERSPECTIVA BAUTISTA
REFORMADA
Martin Salter
1. Introducción
2. El pacto, las señales y lo que estos representan
3. Trayectorias y cumplimientos
4. Tipos y simientes
5. La diferencia entre “meramente”, “principalmente” y
“parcialmente”
6. Conclusión
‘¡PADRES DE LA FE, MIS PADRES AHORA!’: ABRAHAM, EL
PACTO Y LA TEOLOGÍA DEL PAIDOBAUTISMO*
David Gibson
1. Introducción
2. La cristología del bautismo: su estructura pactual
3. La antropología del bautismo: sus sujetos pactuales
4. La teología del bautismo: su significado pactual
5. Conclusión
TERCERA PARTE: APLICACIONES ETICAS
CONTEMPORANEAS
PERSIGUIENDO LA SANTIDAD: LA IMPORTANCIA DE LAS
LEYES ALIMENTICIAS LEVÍTICAS
Charles M. Barrett
1. Introducción
2. Contexto de las leyes alimenticias
3. Interpretando las leyes alimenticias
4. Importancia teológica
ISRAEL EN LA ESCLAVITUD Y LA ESCLAVITUD EN ISRAEL
Jeffrey Mooney*
1. Introducción
2. Aceptando la esclavitud en Éxodo
3. Israel en la esclavitud: Un análisis histórico
4. Israel en la esclavitud: Un análisis canónico
5. La esclavitud en Israel: Un análisis histórico
6. La esclavitud en Israel: Un análisis canónico
7. Éxodo y el comercio moderno
¿VIOLENCIA IRRACIONAL? LA OBEDIENCIA DE ABRAHAM
A DIOS EN EL SACRIFICIO DE ISAAC
Matthew Rowley
1. Introducción
2. El peligro de una interpretación errónea de Génesis 22
3. Reinterpretando Génesis 12-22
4. Cómo “no” predicar y aplicar Génesis 22
5. Conclusión
DEDICATORIA
A los pastores y la congregación de North Bradley
Baptist Church, en Wiltshire, Inglaterra, por su amor y
apoyo incondicional durante todos estos años
AGRADECIMIENTOS
Jared August
B.S. Clarks Summit University, M.A. Clarks Summit Unversity, M.Div.
Baptist Bible Seminary, Ph.D. Baptist Bible Seminary.
Charles Barrett
B.A. Bob Jones University; M.A. Theology, Bob Jones University;
Ph.D. Church History, Bob Jones University.
Daniel Block
Dip. Bethany Bible Institute; B.Ed. University of Saskatchewan; B.A.
Historia, Friedrich Alexander University, Erlangen Germany; M.A.
Antiguo Testamento, Trinity Evangelical Divinity School; D. Phil.
Semítico, Hebreo Clásico, University of Liverpool.
Jaime D. Caballero
B.Sc. Universidad Nacional Agraria la Molina, (Perú); B.A. Seminario
Teológico Bautista, (Perú); MDiv. London Seminary (Londres,
Inglaterra); ThM. Westminster Theological Seminary (Philadelphia, US);
PhD – por completar.
Ardel Caneday
B.A. Bryan College; M.Div. Grace Theological Seminary; Th.M. Grace
Theological Seminary; Ph.D. Trinity Evangelical Divinity School.
Samuel Emadi
BS; MDiv. Southern Baptist Theological Seminary; Ph.D. Southern
Baptist Theological Seminary.
Duane Garrett
B.A. Rice University; M.Div. Trinity Evangelical Divinity School;
Ph.D. Baylor University
El Dr. Garrett ocupa la catedra principal John R. Sampey de
interpretación del Antiguo Testamento y teología bíblica en el Southern
Baptist Theological Seminary. Ha sido también profesor en Gordon-Conwell
Theological Seminary, Bethel Seminary, Mid-American Baptist Seminary,
entre otros. Sus eruditas contribuciones a diversas áreas del estudio
académico son ampliamente reconocidas.
Entre sus muchos libros están: Rethinking Genesis, A Modern Grammar
for Biblical Hebrew; Authority and Interpretation; Ecclesiastes and Song of
Songs (Zondervan Illustrated Biblical Backgrounds Commentary) (vol. 5),
Proverbs, Ecclesiastes, Song of Songs (NAC), entre muchos otros.
Peter Gentry
B.A.; M.A.; PhD. University of Toronto; Post-Ph.D. Dallas
Theological Seminary; Post-PhD. Jerusalem University College.
David Gibson
B.A. Nottingham University, Th.M. King’s Collge London; Ph.D.
University of Aberdeen.
Matthew Rowley
M.Div. Bethlehem College; Th.M. Bethlehem Seminary; Ph.D.
University of Leicerter.
Martin Salter
Ph.D. Highlands Theological College
Aubrey Sequeira
B.A.; M.Div. Southern Baptist Theological Seminary; Ph.D. Southern
Baptist Theological Seminary.
David Schrock
B.A. Albion College; M.Div. Southern Baptist Theological Seminary;
Ph.D. Southern Baptist Theological Seminary.
Un llamado de ayuda:
¿Quién es Dios?
Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tres personas, un solo Dios. Existe
una unidad intrínseca en esencia en Dios: El Padre, El Hijo y El Espíritu
comparten una sola esencia, son un solo Dios, y una sola unidad. Sin
embargo, al mismo tiempo, aunque existe una unidad intrínseca entre los
miembros de la Trinidad, también existe una diversidad entre los mismos: El
Padre no es el Hijo, y el Hijo no es el Padre, ni el Espíritu. Aunque
comparten una sola esencia, son personas diferentes. Es decir, que, aunque
existe una unidad en el obrar del Padre, el Hijo y el Espíritu, también es
posible distinguir entre las operaciones de estos. Por ejemplo, fue el Hijo el
que murió en la Cruz, no el Padre; fue el Padre el que derramó su ira sobre el
Hijo, no el Espíritu.[13]
La Confesión de Fe Bautista de Londres (1689), lo define de manera
clara: CFB 1689 II.3:
Peter O'Brien señala sobre este pasaje, “lo que Dios ha hecho en Cristo es
el clímax de lo que había comenzado a hacer en tiempos pasados”. [19] No es
que la nación de Israel sea el centro del Antiguo Testamento y Cristo del
Nuevo, sino que más bien Cristo es el personaje principal de todas las
Escrituras, esto es tanto del Antiguo como el Nuevo Testamento. Un Antiguo
Testamento que no tenga a Cristo como personaje principal será solo una
colección de historias desconectadas tomadas como ejemplo moral, o
judaísmo, será todo menos cristianismo. Este fue el entendimiento no solo de
nuestro Señor, sino también de los apóstoles. La interpretación que los
autores del Nuevo Testamento hacen del Antiguo es a través de los lentes de
Cristo.[20] Es decir que la manera como ven el Antiguo Testamento es a
través de los lentes de la persona, mensaje y obra de Cristo.
El Antiguo Testamento es la promesa acerca de Cristo, el Nuevo el
cumplimiento. Mientras que el Antiguo Testamento mira hacia delante, el
Nuevo Testamento lo hace hacia atrás. (Col. 2:16-17; Heb. 8:5, 10:1).
Observen como Pablo describe esto:
Pablo afirma que el Evangelio mismo es una persona, y que esta persona
había sido prometida a lo largo de las Escrituras, es decir, el Antiguo
Testamento. C. E. B. Cranfield menciona en su comentario sobre Romanos,
que este pasaje es “una declaración sobre el Antiguo Testamento, una
afirmación de que se lo debe entender como lo que señala hacia adelante,
hacia el evangelio”[21] pues, como menciona Joseph A. Fitzmyer comentando
sobre este pasaje: “el evangelio está relacionado con lo que ha acontecido
anteriormente en la Historia de la Redención”. [22] El Pentateuco apunta a
Cristo. Este no era solamente el entendimiento de Pablo, sino también de
nuestro Señor Jesucristo mismo.
Juan 5.45–47 “No piensen que Yo los acusaré delante del Padre; el
que los acusa es Moisés, en quien ustedes han puesto su esperanza.
“Porque si creyeran a Moisés, me creerían a Mí, porque de Mí escribió
él. “Pero si no creen sus escritos, ¿cómo creerán Mis palabras?”
Palabra de Dios? Si. ¿No es esto entonces una contradicción? No, sino que
Cristo es la Palabra encarnada, mientras que las Escrituras son la Palabra
Escrita, la misma que da testimonio, inspirado e inerrante, de la Palabra
Encarnada, esto es “Cristo Jesús”.
La Palabra escrita da testimonio de la Palabra encarnada, por lo cual,
cualquier sistema teológico de interpretación de las Escrituras (la Palabra
escrita), que no tenga como centro a la Palabra encarnada (Cristo Jesús), en si
misma contradictoria, y falla en cumplir el propósito final (telos), para el cual
las Escrituras fueron dadas al Hombre: Revelar la persona, mensaje y obra de
Cristo Jesús. Robert Mounce escribe sobre este pasaje en Apocalipsis:
Conclusión
Las presuposiciones que tengamos sobre las Escrituras impactaran la
manera como las interpretemos. Como cristianos evangélicos debemos tener
algunas presuposiciones teológicas al momento de estudiar las Escrituras.
Nos acercamos al estudio del texto sagrado como la revelación de Dios. Este
Dios es un Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Por lo cual las Escrituras
como un todo reflejaran la obra del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Sin
embargo, debemos tener cuidado de no forzar o alegorizar pasajes de las
Escrituras a fin de que encajen en un modelo Trinitario. Por otro lado,
debemos prestar atención a la manera como los escritores del Nuevo
Testamento usaban el Antiguo Testamento teniendo a Cristo como su centro
o foco de revelación.
Presuponer que las Escrituras son un libro divino nos llevara a enfatizar la
unidad entre los diferentes libros del canon, la no contradicción y la cohesión
entre el Antiguo y Nuevo Testamento, así como la Inerrancia e infalibilidad
del texto sagrado. Sin embargo, el hecho de que el Espíritu Santo uso
personas nos llevara a tener presente la humanidad de las Escrituras,
enfatizando así su diversidad, los estilos particulares de cada autor, y los
mensajes individuales (aunque no contradictorios) de cada libro. Estas guías
y presuposiciones teológicas nos servirán al momento de iniciar nuestra
exegesis y desarrollo bíblico teológico de las Escrituras.
PRIMERA PARTE: HERMENEUTICA
Y HOMILETICA
EXÉGESIS BÍBLICA-TEOLÓGICA Y
LA NATURALEZA DE LA TIPOLOGÍA
Aubrey Sequeira y Samuel C. Emadi[45]
Bosquejo: Exégesis bíblica-teológica y la naturaleza de la tipología[46]
1. Introducción.
2. Teología Bíblica y tipología.
3. ¿Qué es la exegesis bíblico-teológica?
4. Exegesis bíblico-teológica y tipología.
5. ¿Hay un tipo en este texto? Exegesis de los tipos contrastados con
la interpretación figurativa.
6. Conclusión.
1. Introducción
Como Douglas Moo ha señalado: “Es mucho más fácil hablar de tipología
que describirla”.[47] Incluso entre los evangélicos, las distintas definiciones de
la tipología son innumerables. Estos asuntos se complican aún más por
cuestiones relacionadas (e igualmente polarizantes) como la naturaleza de la
teología bíblica, el uso del Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento, la
estructura del canon, la intención del autor, la relación del autor divino y los
autores humanos de las Escrituras y otras cuestiones teológicas y
hermenéuticas complicadas.[48]
En consideración del debate que rodea a la tipología, incluso en círculos
evangélicos, este artículo aboga por un enfoque de la tipología que es
coherente con una comprensión evangélica y reformada de la disciplina de la
teología bíblica. Nuestro objetivo es establecer las características esenciales
de un tipo al fijar la tipología en presuposiciones básicas de la teología
bíblica y en las Escrituras como un libro divino-humano de
autointerpretación que se desarrolla progresivamente a lo largo de las épocas
pactuales. En otras palabras, procuramos descubrir la lógica exegética que
sostiene la interpretación de los autores del Nuevo Testamento y que los lleva
a interpretar la tipología como una característica de la revelación divina.
Comprender esa lógica revelará mucho acerca de cómo los autores del Nuevo
Testamento concibieron la naturaleza de los tipos. En pocas palabras,
intentamos describir cómo “funciona” la tipología en el Nuevo Testamento.
En última instancia, argumentaremos que la lógica exegética de los
autores del NT demuestra que los tipos son históricos, concebidos
autoralmente, arraigados textualmente, vinculados a la estructura del pacto de
las Escrituras y experimentan una escalada a partir de la sombra del antiguo
pacto a la realidad del nuevo pacto. Para desentrañar esta tesis, primero
explicaremos nuestra comprensión de la disciplina de la teología bíblica. En
segundo lugar, aclararemos cómo nuestra comprensión de la teología bíblica
crea y define los compromisos y presuposiciones hermenéuticas con respecto
a la relación entre los testamentos y el uso del Nuevo Testamento del Antiguo
Testamento.
Describiremos este enfoque de la Escritura como exégesis bíblica-
teológica. Tercero, consideraremos las implicaciones de la exégesis bíblica-
teológica para la tipología. Finalmente, explicaremos cómo este enfoque de la
tipología contrasta con la “interpretación figurativa” y los problemas
asociados con las interpretaciones figurativas como un enfoque subjetivo y
orientado por el lector hacia la relación entre los textos dentro de las
Escrituras.
2. Teología Bíblica y Tipología
Al describir el uso del término “teología bíblica” en la erudición bíblica
contemporánea, D. A. Carson dice: “Todos hacen lo que es correcto a sus
propios ojos, y lo llaman teología bíblica”. [49] Incluso un estudio superficial
de la literatura demuestra la declaración de Carson. La reciente taxonomía de
Klink y Lockett de la teología bíblica en la erudición contemporánea cataloga
cinco enfoques diferentes de la teología bíblica y varias escuelas de
pensamiento dentro de cada enfoque.[50]
Nuestra comprensión de la teología bíblica cae dentro de la tradición
Vosiana.[51] Este enfoque de la teología bíblica la ve como una disciplina que
“interpreta la Biblia en sus propios términos, siguiendo los contornos y
formas internas de la Biblia para descubrir el plan unificado de Dios a medida
que se nos revela a través del tiempo”. [52] La definición de Rosner (citada
frecuentemente) se centra en estos mismos elementos:
La teología bíblica puede definirse como la interpretación teológica
de las Escrituras en y para la iglesia. Se desarrolla con perceptibilidad
histórica y literaria y busca analizar y sintetizar las enseñanzas de la
Biblia acerca de Dios y Sus relaciones con el mundo en sus propios
términos, manteniendo a la vista la narrativa general y el enfoque
cristocéntrico de la Biblia.[53]
Sin embargo, esta idea debe ser calificada con la noción de las
“intenciones del autor indeterminadas” y “significado extendido”, mediante
las cuales un autor puede investir sus palabras con un significado aplicable en
situaciones futuras imprevistas.[66] En otras palabras, si bien los autores
bíblicos posteriores pueden desarrollar teológicamente el significado de los
textos anteriores, nunca “contravienen el significado del autor original del
Antiguo Testamento”.[67] La cuestión del “desarrollo en el significado” lleva
al tema de la “intención del autor divino” o sensus plenior (sentido pleno).
2 Pedro 1.20–21 Pero ante todo sepan esto, que ninguna profecía de
la Escritura es asunto de interpretación personal, pues ninguna profecía
fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres
inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios.
Historicidad
Pablo no está diciendo que ahora se puede ver que los eventos son
τυπιțως —como si se convirtieran en τύποι como resultado de algún
suceso o factor posterior. Más bien, Pablo insiste en que, en su mismo
momento, estaban sucediendo τυπιțως. La calidad-τύποι de los eventos
fue inherente en su acontecimiento, no inventada por el historiógrafo del
Pentateuco o dada artificialmente al significado “típico” de Pablo el
exégeta. La intención divina de los eventos incluye claramente la
naturaleza-τύπος del evento. Un designio providencial fue operativo, lo
que provocó que los eventos ocurrieran τυπιțως.[85]
Los antitipos del Nuevo Pacto son los telos de la historia bíblica. El
Nuevo Pacto cumple con las expectativas del AT en la estructura de la
escatología inaugurada. Por lo tanto, el Nuevo Testamento indica que Jesús
(y, en consecuencia, la iglesia) cumple todas las expectativas del Antiguo
Testamento, sin dejar espacio para el desarrollo histórico-redentor, aparte de
la consumación del reino.[91]
Textual
En cuarto lugar, los tipos están establecidos y desarrollados textualmente
en todo el canon. Como señala Berkhof:
Esto significa que los tipos están establecidos en el texto del Antiguo y el
Nuevo Testamento y se pueden demostrar exegéticamente. Cualquier relación
planteada entre las personas, eventos o instituciones que no esté establecida
en las Escrituras impone una red extratextual sobre el mensaje de las
Escrituras y, por lo tanto, silencia la autointerpretación de las Escrituras.
Por lo tanto, cuando se interpretan correctamente los tipos, los lectores
deben conectar el tipo propuesto con los textos precedentes que lo establecen
en algún patrón de la historia bíblica, aunque se rastrea también su desarrollo
hacia adelante a través del canon, en lugar de hacer un salto directo de un
solo texto al cumplimiento en Cristo. Por ejemplo, antes de extrapolar
directamente una idea del Salterio o los Profetas a Cristo para su
cumplimiento, es mejor ver cómo esta noción se ha desarrollado en textos
anteriores en las Escrituras, es decir, en épocas previas históricas-redentoras.
Del mismo modo, cuando se encuentra un indicio de algo mayor en la Ley, es
mejor encontrar textos subsiguientes dentro del Antiguo Testamento, es decir,
dentro del Salterio, los profetas o incluso la literatura sapiencial que
construyen y desarrollan esta noción, antes de rastrearla hasta su
cumplimiento en Cristo.
El autor de Hebreos, por ejemplo, apoya su argumentación tipológica
con este tipo de lógica exegética bíblica-teológica. Para entender la esperanza
de un rey-sacerdote melquisedeciano que se establece en el Salmo 110, el
autor se remonta a las estructuras y categorías proporcionadas en Génesis 14
y también por el sacerdocio levítico. La obsolescencia del sacerdocio levítico
no se establece mediante una afirmación cristológica, sino que se reconoce
que el sacerdocio en sí mismo debe ser provisional porque (1) un sacerdote-
rey como Melquisedec tiene prioridad bíblica sobre la línea levítica, y (2) un
futuro sacerdote-rey melquisedeciano cuya obra tendrá una finalidad que se le
promete.
Schrock explica que esta dimensión textual de la tipología reconoce que
los tipos:
Deben surgir del lenguaje, la secuencia y el hilo argumental la
Biblia. [Ellos] no pueden ser importados de una ‘red hermenéutica
extratextual', sino que deben ser verificados por el propio lenguaje o
imagen de la Biblia.[93]
Pactual
1. Introducción.
2. Descripción de una topografía pactual.
3. Escribiendo sola scriptura: La topografía del pacto y la
prioridad del canon.
1. Introducción
Hebreos 9.10 Ya que tienen que ver sólo con comidas y bebidas, y
diversos lavamientos, ordenanzas para el cuerpo impuestas hasta el
tiempo de reformar las cosas.
Si bien no se lo llama
explícitamente sacerdote en
En los los evangelios, existe una
evangelios, se razón considerable para Principalmente
identifica a Jesús creer que Cristo sirve como pronunciado en todo el
como un nuevo sacerdote. En Hebreos, Jesús Nuevo Testamento, Jesús es
Moisés (véase, p. es claramente designado el rey humano del reino de
Cristo ej., Lc. 9:35) y el como sacerdote según el Dios. Nació de David (cf. Mt.
profeta tan esperado orden de Melquisedec. Sin 1:1), en la ciudad de Belén, el
El antitipo (cf. Jn 16:1). Pedro embargo, tal designación no lugar de donde vienen los
cumplido en lo hace más niega su cumplimiento de las reyes (cf. Mt. 2:6, citando a
Jesucristo y Su explícito en Hechos estructuras del Antiguo Miqueas 5:2). Anuncia que el
Nuevo Pacto 3:21-26, citando Testamento. Véase cómo reino ha llegado (p. ej., Mt.
Deuteronomio 18. Hebreos 7 relaciona a Jesús, 4:17; Lc. 17:21), y los
Hebreos 3:5-6 como sacerdote davídico (es apóstoles aclaran que Él es el
también compara a decir, sacerdote-rey rey de ese reino.
Moisés y Jesús. melquisedeciano), con los
requisitos que se encuentran
en la Ley.
En
Pentecostés, la
iglesia recibe el
Espíritu de Dios Al cumplirse pasajes
Cuando toda la
para proclamar el como Isaías 66:18-21 y
autoridad en el cielo y en la
evangelio con poder Jeremías 33:17-22, a los
tierra fue dada a Jesús, y
(cf. Hch. 1-2). seguidores de Cristo se les
Jesús prometió estar con Su
Efesios 3:5 da el estado de sacerdotes. Si
pueblo en todo momento,
identifica a los bien no el de sumo sacerdote
efectivamente prometió a Sus
Iglesia “profetas” del (que pertenece a Jesús), cada
seguidores un lugar en Su
Nuevo Testamento, discípulo es parte de un real
reino. Y si bien el reino aún
Una lo que concuerda sacerdocio (cf. 1 P. 2:9).
no está totalmente
pluralidad de con el punto de Nuestras vidas son
consumado, esos cristianos
ectipos vista de Pedro sobre sacrificios vivos (cf. Ro.
son herederos del reino y
(supratipos) que Joel 2. En el día de 12:1-2; 1 P. 2:5), nuestras
coherederos con Cristo (cf.
residen bajo el Pentecostés, Dios oraciones ofrecen un
Ro. 8:17; 2 Ti. 2:12). Las
Nuevo Pacto, derramó Su agradable aroma al Señor
llaves del reino han sido
mostrando de Espíritu, (cf. Ap. 5:8), la alabanza de
entregadas a la iglesia (cf.
manera imperfecta convirtiendo a Su nuestros labios es un
Mt. 16:18-20); la Cena del
pero verdadera el pueblo del nuevo sacrificio de alabanza (cf.
Señor es una comida del
carácter y los pacto en un ejército He. 13:15) y el evangelismo
reino; y el Espíritu Santo
contornos de de testigos es una clase de servicio
capacita para vivir en el reino
Jesucristo proféticos. sacerdotal (cf. Ro. 15:16).
(cf. Ro. 14:17; Gá. 5:22-23).
Por lo tanto, Por lo tanto, en Cristo,
Por lo tanto, en Cristo,
en Cristo, el pueblo el pueblo de Dios son
el pueblo de Dios son hijos
de Dios son sacerdotes en servicio a
reales e hijas de Dios, cuyas
profetas de Dios, Dios, cuyas vidas santas
vidas espirituales reflejan las
cuyas vidas dan testimonio del
prioridades de Cristo, el rey.
centradas en las sacerdocio de Cristo.
Palabras dan
testimonio de
Cristo, el profeta.
Nueva En el escatón,
Creación el pueblo de Dios
creado por la
Palabra de Dios (cf.
Cristo el Stg. 1:18) morará
antitipo está en gloria con Dios
siempre presente el Verbo. Debido a
en la Nueva que la Palabra es
Creación con Sus eterna (cf. Is. 40:8),
tipos de gloria seguirá teniendo
perfeccionados; la lugar en la gloria, y
suma y sustancia los santos
de toda la tipología
ha llegado a su glorificados
gran Telos (cf. Ef. seguirán dando
1:10) testimonio profético
de Dios.
La creación: El prototipo
Salmo 8.5–6 ¡Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los
ángeles, Y lo coronas de gloria y majestad! Tú le haces señorear sobre
las obras de Tus manos; Todo lo has puesto bajo sus pies.
Más aún, la mayoría de las exaltadas visiones del sacerdote venidero son
las de los sacerdotes-reyes (cf. Sal. 110; Jer. 30:21; Zac. 3:1-10, 6:9-15). De
esta manera, los profetas no se limitan a presentar de nuevo un antiguo
sacerdocio muerto. Más bien, anticipando la carta a los Hebreos, los profetas
predijeron un hijo real que pediría las naciones (cf. Sal. 2:8), un hijo de David
a quien se le otorgaría un sacerdocio perpetuo (cf. Sal. 110:4).
Isaías 49.6 Dice El: “Poca cosa es que Tú seas Mi siervo, Para
levantar las tribus de Jacob y para restaurar a los que quedaron de Israel.
También Te haré luz de las naciones, Para que Mi salvación alcance
hasta los confines de la tierra.”
Hechos de los Apóstoles 13.47 “Porque así nos lo ha mandado el
Señor: ‘Te he puesto como luz para los gentiles (LAS NACIONES), a
fin de que lleves la salvación hasta los confines de la tierra.' ”
1. Introducción.
2. La unidad, diversidad y función de las Escrituras.
1. Método hermenéutico de la teología bíblica.
2. Centro teológico, tema principal y estructura bíblica.
3. Cristo, el centro de las Escrituras.
4. El tema central de las Escrituras: el Reino de Dios.
3. La estructura del Antiguo Testamento: la Ley, Profetas y
Escritos.
1. El prologo y epilogo.
2. Las condiciones del pacto.
3. Los profetas: la historia del pacto.
4. Los escritos: la vida bajo el pacto.
5. Conclusión.
4. Introducción a la teología bíblica de Génesis.
1. La importancia: Génesis y protología.
2. La estructura de Génesis dentro del Canon. Génesis:
El Prólogo. Apocalipsis: El Epilogo.
3. Estructura Teología del libro de Génesis.
5. Análisis literario de Génesis.
1. Estudio de la Palabra – Leitwort.
2. Estudio de la Frase – Leitphrase.
3. Estudio del Tema – Leitmotif.
6. ¿Cuál es la verdad teológica que estas historias quieren
enseñar?
1. Un ejemplo de leitmotif inter- canónico.
7. Conclusión.
1. Introducción
a. El prólogo y epílogo.
Hebreos 7.22 Por eso, Jesús ha venido a ser fiador (la garantía) de
un mejor pacto.
Hageo 2:9 ‘La gloria postrera de esta casa será mayor que la
primera,' dice el Señor de los ejércitos, ‘y en este lugar daré paz,'
declara el Señor de los ejércitos.”
e. Conclusión.
Mateo 24.37–39 “Porque como en los días de Noé, así será la venida
del Hijo del Hombre. “Pues, así como en aquellos días antes del diluvio
estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio,
hasta el día en que Noé entró en el arca, y no comprendieron hasta que
vino el diluvio y se los llevó a todos; así será la venida del Hijo del
Hombre.
Es decir, que el Señor Jesucristo habla del obrar de Dios para juicio en el
futuro, teniendo como base el Juicio de Dios en el pasado. En este caso en
particular, enfatizando la ignorancia e indiferencia sobre la venida del Señor.
[172] Esta “correlación escatológica”,[173] como la denomina W. D. Davies y
Hay una frase que se repite a lo largo de todo el libro, la misma se conoce
por su palabra hebrea toledoth,[176] que significa literalmente ‘orígenes,
inicio, generaciones o en su raíz misma, dar a luz'. Esta frase es importante,
pues si Génesis fuera una película, la frase toledoth, sería algo así como ‘la
siguiente escena' o 'siguiente capítulo. Es como un marcador dentro de un
libro que sirva para indicar cuando hay un nuevo capítulo. Esta frase ocurre
once veces en Génesis.[177]
¿Cuál es la importancia de esto? El libro de Génesis sigue un linaje o
genealogía que se remonta a los orígenes mismos de la Creación. Este linaje
tiene el propósito de mostrar aquel descendiente de la mujer (Eva) a través
del cual Dios ejecutaría los planes que él se había propuesto originalmente en
la Creación. A la luz de esto el tema de las genealogías se vuelve sumamente
importante. Vemos en el libro de Génesis claramente que sería de la línea de
Adán, Noé, Sem, Tare, Isaac y Jacob. El último libro del Antiguo Pacto,
Crónicas, contiene una genealogía de diez capítulos, marcando de esta
manera el fin del canon del Antiguo Testamento con la exceptiva del
cumplimiento de las promesas hechas desde Génesis y a través del Antiguo
Testamento. Esta es la razón por la cual Mateo comienza su libro con una
formula toledoth similar a la de Génesis, para mostrar la continuidad entre
ambos testamentos y el cumplimiento de las promesas y profecías en Cristo
Jesús.
El autor de Génesis no solo tiene el propósito de dividir la narrativa, sino
que también a través de comparaciones, paralelismos y contrastes intenta
mostrar como el propósito original de la restauración o redención de Dios
después de la caída se iba cumpliendo progresivamente a lo largo del libro,
hasta la culminación en la historia del personaje que ocupa la mayor cantidad
de capítulos en Génesis: José. José es un tipo de Cristo, a través del cual las
promesas hechas de Génesis son parcial y progresivamente cumplidas.
Isaac instruye una vez más a Esaú para que haga uso de sus
habilidades como cazador y cocinero. Esaú está cazando para ganar un
terminar un juego, sin embargo, más tarde en la narrativa, el estará
cazando para terminar a Jacob. [195]
Hay tres historias en Génesis que son muy similares, les llamaremos las
historias “Esta es mi hermana”[200]. Y los pasajes donde aparecen se citan a
continuación:
1. Introducción.
2. Las designaciones para la “Ley” en el Antiguo Testamento.
3. Los contextos literarios de las Leyes en el Antiguo Testamento.
4. La importancia de las Leyes del Antiguo Testamento para los
Santos del Antiguo Testamento.
5. La importancia de la Ley del Antiguo Testamento para los
cristianos del Nuevo Testamento.
6. Conclusión: ¿Cómo deben entonces los cristianos abordar las leyes
del Antiguo Testamento?
1. Introducción
1. El Decálogo
De hecho, cada vez que se identifica este documento por el título, siempre
se lo denomina como “las Diez Palabras” (ʭ2ר. ʡʕ ʓ rʏ , Ex. 34:28; Dt.
tʍ _ה ש4:13;
רʓ
ת
10:4), y nunca “los Diez Mandamientos”. En este punto haríamos bien en
seguir la Septuaginta al referirse a este documento como el Decálogo (δέțα
λόγοις, literalmente “Diez Palabras”), o —ya que la palabra hebrea רʡʕ tʕ
es
capaz de una amplia gama de significados— “los Diez Principios” de la
relación pactual.
Se puede demostrar que este documento es considerado como el registro
principal escrito del pacto de YHWH con Israel no solo en el hecho de que
dos copias (una para cada parte) de este documento únicamente se
almacenaron en el “arca del pacto de YHWH” (הʥʕ 2 הʍ - אʏ , Dt. 10:1-5),
ר2ת. ʡʍ ןiר
sino también mediante la referencia explícita de Moisés a este documento
como “su pacto” (iר2ת. ʡʍ , Dt. 4:13).
Levítico 20.26 ‘Sean ustedes santos, porque Yo, el Señor, soy santo,
y los he apartado de los pueblos para que sean Míos.
Tercero, se desafía a Israel a “santificarse” (20:7 , שtʓ ק_ תʍ ה. ) y “ser
santo”
(26 ,20:7 :19:2 ,ʥ2 ה ʭ2 t˙ [a YHWH];
ʍ 5. ק ש
21:6a, 6b [cf. 7, 8]). . ʍ
Levítico 25.42 ‘Porque ellos son Mis siervos, los cuales saqué de la
tierra de Egipto; no serán vendidos en venta de esclavos.
Este capítulo no solo hace referencia al pacto seis veces, [227] sino que su
presencia aquí concuerda con el modelo de los antiguos tratados hititas del
Cercano Oriente, que generalmente terminaban las estipulaciones con
declaraciones de las bendiciones como recompensa por la obediencia.[228]
Levítico 11.3–6 ‘De entre los animales, todo el que tiene pezuña
dividida, formando así cascos hendidos, y rumia, éste comerán. ‘Sin
embargo, de los que rumian o tienen pezuña dividida, no comerán éstos:
el camello, porque aunque rumia no tiene pezuña dividida; será
inmundo para ustedes. ‘El damán, porque aunque rumia, no tiene pezuña
dividida; será inmundo para ustedes. ‘El conejo, porque aunque rumia,
no tiene pezuña dividida; será inmundo para ustedes.
Jeremías 31.31–32 “Vienen días,” declara el Señor “en que haré con
la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto, no como el pacto
que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de
la tierra de Egipto, Mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo
para ellos,” declara el Señor.
vii. Séptimo, tanto Dios como Moisés consideraron las leyes como
comprensibles y alcanzables (30:11-20).
Dios no impuso sobre Su pueblo un alto estándar imposible, sino que les
reveló en gran detalle un sistema de comportamiento que era
excepcionalmente recto y misericordioso al mismo tiempo (Dt. 4:6-8). Los
genuinamente piadosos en Israel, cuyos corazones transformados por el
Espíritu de Dios, vivían por fe y por la promesa, seguros de que si guiaban
sus vidas según el pacto, vivirían (Dt. 4:20-25).
Sin embargo, Dios también tenía una visión realista de Su pueblo. Al
reconocer su propensión al pecado, Él proveyó un medio de perdón y
comunión a través del ritual sacrificatorio y ceremonial. No hubo un tiempo
en la historia de Israel en el que todo israelita fuese realmente devoto a
YHWH en este sentido. Por esta razón, dentro del nuevo pacto israelita
Jeremías anticipa un tiempo cuando los límites entre el Israel físico y el Israel
espiritual convergerán y todos amarán a Dios, y demostrarán con sus vidas
que su רהʕ i5 (tôrâ) ha sido escrita en sus corazones (Jer. 31:31-34).
Jeremías 31.31–34 “Vienen días,” declara el Señor “en que haré con
la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto, no como el pacto
que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de
la tierra de Egipto, Mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo
para ellos,” declara el Señor. “Porque éste es el pacto que haré con la
casa de Israel después de aquellos días,” declara el Señor. “Pondré Mi
ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré. Entonces Yo seré
su Dios y ellos serán Mi pueblo. “No tendrán que enseñar más cada uno
a su prójimo y cada cual a su hermano, diciéndole: ‘Conoce al Señor,'
porque todos Me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más
grande,” declara el Señor, “pues perdonaré su maldad, y no recordaré
más su pecado.”
Desde luego, estos hechos no impidieron que los israelitas posteriores
pervirtiesen la obediencia a la ley como condición para la bendición, en una
condición para la salvación. Los profetas constantemente iban en contra de su
pueblo por haber sustituido la verdadera piedad, que es demostrada
primeramente en obediencia moral, con los rituales exteriores prescritos por
la ley (Is. 1:10-17; Os. 6:6; Am. 5:21-24; Mi. 6:6-8), pensando que si
llevaban a cabo estos rituales Dios estaría obligado a recibirlos
favorablemente.
En palabras de David:
Romanos 2.12–13 Pues todos los que han pecado sin la Ley, sin la
Ley también perecerán; y todos los que han pecado bajo la Ley, por la
Ley serán juzgados. Porque no son los oidores de la Ley los justos ante
Dios, sino los que cumplen la Ley; ésos serán justificados.
Gálatas 3.12–13 Sin embargo, la Ley no se basa en la fe. Al
contrario, “El que las hace, vivira por ellas.” Cristo nos redimió de la
maldición de la Ley, habiéndose hecho maldición por nosotros, porque
escrito está: “Maldito todo el que cuelga de un madero.”
2. La solución
¿Cómo deben entonces los cristianos del Nuevo Testamento aplicar la ley
del Antiguo Testamento a sus propias vidas? Es evidente, sobre la base de las
deliberaciones y las decisiones del Concilio de Jerusalén en Hechos 15:1-21,
que a la luz de la cruz y de la obra redentora de Cristo, los cristianos gentiles
no están sujetos a las leyes del antiguo pacto de la misma manera que los
judíos que creen en Cristo lo están; especialmente la conformidad a las leyes
rituales (específicamente la circuncisión) no debía verse como una condición
previa para la salvación (v. 1). Por otro lado, el Concilio no absolvió a los
cristianos gentiles de cualquier tipo de responsabilidad hacia Dios, tal como
se trazaba en la revelación previa. Por el contrario, la demanda que los
creyentes gentiles “se abstengan de cosas contaminadas por los ídolos, de
fornicación, de lo estrangulado y de sangre” (v. 20; cf. 29) supone
familiaridad no solo con las leyes del Antiguo Testamento, sino también con
una relevancia prolongada de algunas de esas leyes para los creyentes
neotestamentarios.[251]
Estas prohibiciones puedes ser vistas como abreviatura para los llamados
en Deuteronomio a una lealtad exclusiva a YHWH/Cristo, a una escrupulosa
pureza ética y al respeto por la santidad de toda vida, incluyendo la de los
animales cuya carne podemos consumir legítimamente como alimento.
6. Conclusión: ¿Cómo deben entonces los cristianos
abordar las leyes del Antiguo Testamento?
Permítame ofrecer algunas sugerencias:
i. Primero, los Cristianos deben tomar 2 Timoteo 3:15-17 como punto de
partida, reconociendo que esta declaración no solo confirma la fiabilidad del
Antiguo Testamento como Escritura divinamente inspirada, sino que de
manera particular es éticamente relevante y a través de su aplicación Dios
crea un pueblo transformado.
Esto quiere decir también que antes de que impongamos las leyes del
Antiguo Testamento sobre otros, debemos adoptar los compromisos de
Esdras como si fuesen los nuestros, disponiendo nuestros corazones a
estudiarlas, aplicarlas y enseñarlas al pueblo de Dios (Esdras 7:10).
ii. Segundo, cuando reconocemos que con el sacrificio de Cristo todos los
sacrificios del Antiguo Testamento han sido finalizados, reconocemos
también la esencial unidad teológica y ética de los dos Testamentos, una
unidad que es resumida en el llamado de Jesús a un compromiso (amor)
pactual con Dios y con nuestros hermanos.
Esto significa que los redimidos buscan escrupulosamente complacer a
Dios en todo aspecto de la vida (1 Co. 10:31; Col. 3:17, 23; cf. Levítico 19),
y siempre ponen compasivamente el bienestar de los demás por encima del
propio (Fil. 2:3-4).
1 Corintios 9.21 A los que están sin ley, como sin ley, aunque no
estoy sin la ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo, para poder ganar a los
que están sin ley.
vi. Sexto, coja los principios subyacentes de aquellas leyes que son
cultural y contextualmente específicas y aplique esos principios a los
contextos en los cuales vivimos. Es imposible establecer el tipo particular de
corte de cabello que Levítico 19:27 busca prohibir, pero no es difícil
identificar prácticas contemporáneas paralelas que necesitan ser restringidas.
Si bien los cortes de cabello o modas cambian de generación en generación, e
incluso de año con año, ciertamente el principio aplica a todas las formas de
vestimenta que representan valores impíos.
El problema de aplicar leyes veterotestamentarias a contextos
contemporáneos es mucho más complejo de lo que insinúan estas breves
declaraciones resumidas. Sin embargo, el tiempo ha llegado para que
reexaminemos las suposiciones fundamentales que aportamos al asunto.
Escúchenme con atención.
No estoy abogando a través este medio a favor de algún tipo de salvación
por obras, es decir, una visión según la cual si observamos las leyes de la
manera correcta habremos merecido la salvación. Nadie ha sido salvado
jamás por obras.
La salvación es hecha posible solo a través de la gracia inmerecida y de la
misericordia de Dios en Jesucristo. La salvación es un regalo que se recibe
por fe, no ganada por esfuerzo humano. Pero estamos interesados en una
salvación que obre, es decir, que resulte en una vida que se conforme a la
voluntad de Dios. En cuestión está la santificación del creyente. Si bien la
obediencia no es un requisito previo para la salvación, ella es la clave para la
bendición de los redimidos.
La relación entre la obediencia a la ley y el bienestar del creyente es
declarada por el Señor Jesucristo mismo, el Sabio por excelencia del Nuevo
Testamento:
1. Introducción.
2. El trasfondo de la hipótesis documentaria.
3. Principios distintivos de la hipótesis documentaria.
4. Los argumentos a favor de la hipótesis documentaria.
5. Un análisis de los argumentos a favor de la hipótesis
documentaria.
6. ¿A dónde vamos desde aquí?
1. Introducción
A Yo soy Yahveh.
B Y me di a conocer a Abraham, a Isaac y a Jacob como El Shaddai.
A' Y mi nombre es Yahveh;
B' ¿No me di a conocer a ellos?
A Y murió
B Toda carne que se mueve sobre la tierra…
B' Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida…
A' murió
Génesis 6.20 “De las aves según su especie, de los animales según
su especie y de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada
especie vendrán a ti para que les preserves la vida.
Texto J
Texto E
1. Introducción.
2. Deuteronomio 21:22-23 en el contexto del Pacto de la Ley.
3. Deuteronomio 21:22-23 en el contexto del Nuevo Pacto.
4. Conclusión.
1. Introducción
Hasta hace poco, las únicas imágenes de crucifixión que se habían visto
eran representaciones artísticas de la muerte de Cristo por grandes maestros o
eran fotografías de rituales representados de crucifixiones reificadas como
parte del Viernes Santo y celebraciones de la Pascua como en Filipinas.
Ahora, las fotografías gráficas de los cuerpos crucificados se pueden ver
fácilmente en las pantallas de las computadoras. Según se informa, los
miembros del violento Estado Islámico en Iraq y Ash-Sham (ISIS)
crucificaron ocho hombres en Raqqa, Siria.
Sin embargo, los informes indican que estos hombres fueron ejecutados
primero y luego sus cuerpos fueron colgados en ciertos postes que se
asemejan a las cruces romanas durante tres días como medidas disuasorias y
advertencia. Estos eventos recientes nos hacen recordar los informes de los
turcos del Imperio Otomano que crucificaron a los armenios en 1914. El
mayor acceso a los medios ahora expone la práctica a un mundo horrorizado.
Aunque contemporáneamente es repugnante el colgamiento de los
cuerpos, ya sea de enemigos derrotados o de criminales condenados —
culpables o no—, se asemeja a la antigua práctica israelita que restringía la
exposición hasta la noche como en el caso de los hombres israelitas que se
entregaron a la inmoralidad sexual con las mujeres moabitas (cf. Nm. 25:4).
Josué colgó reyes derrotados sobre maderos. Colgó al rey de Hai sobre un
madero hasta caer la noche (Jos. 8:23-29), e hizo lo mismo con cinco reyes
amorreos (Jos. 10:16-27). Debido a que Saúl violó el pacto que Josué había
hecho con los gabaonitas, David otorgó a los gabaonitas siete descendientes
varones de Saúl, a quienes mataron y colgaron para ser expuestos en una
colina ante el Señor.
Un oscuro pasaje no prohíbe a Israel el colgamiento de los cuerpos de los
transgresores del pacto en maderos, sino que regula la práctica:
Génesis 24.7 “El Señor, Dios de los cielos, que me tomó de la casa
de mi padre y de la tierra donde nací, y que me habló y me juró,
diciendo: ‘A tu descendencia daré esta tierra,' El mandará Su ángel
delante de ti, y tomarás de allí mujer para mi hijo.
El texto indica que “todo aquel que es colgado en un madero está bajo la
maldición de Dios”. Esto lleva a algunos a preguntar:
Cuando el Rey Saúl violó el pacto que Josué había hecho con los astutos
gabaonitas al dejarlos vivir (cf. Jos. 9:3-17), durante tres años Israel sufrió
falta de lluvia que provocó hambruna. Al preguntar al Señor, David descubrió
el motivo del hambre:
2º Samuel 21.1 En los días de David hubo hambre por tres años
consecutivos, y David buscó la presencia del Señor. Y el Señor dijo: “Es
por causa de Saúl y de su casa sangrienta, porque él dio muerte a los
Gabaonitas.”
Por lo tanto, dentro del marco del pacto de la ley, la práctica de colgar en
un madero el cuerpo sin vida de un transgresor del pacto ejecutado, aunque
repugnante y bastante oscuro, tiene un papel significativo e instructivo en la
vida de Israel.
La práctica tenía importancia en el pacto de Israel con el Señor porque en
momentos cruciales de la historia de la nación las bendiciones o maldiciones
de Israel y la tierra pendían de aquellos cuyos cadáveres eran colocados en un
madero para ser expuestos ante el pueblo como un elemento de disuasión y
ante el Señor para llevar la maldición de la ley y propiciar la ira del Señor en
representación del pueblo del pacto. La asociación se vuelve clara.
Colgar en un madero no es una forma de ejecución, ya que la ley estipula
que es el cadáver el que debe colgarse en un madero, no la persona viva. Por
tanto, la asociación es que el transgresor del pacto quien cuelga en un madero
lleva vicariamente la maldición en representación de Israel, evitando la ira
del Señor y restaurando la bendición de la tierra. Al menos en una
ocasión se
evitó la ira del Señor y Su maldición de la tierra con el hambre llegó a su fin
mediante la implementación de esta práctica. Sin embargo, parte integral de
la regulación de la práctica es la prohibición de dejar el cadáver suspendido
en el madero pasado la puesta del sol para que la tierra no fuera profanada.
3. Deuteronomio 21:22-23 en el contexto del Nuevo
Pacto
La exposición del cuerpo sin vida de un transgresor de la ley colgado en
un madero y maldito por Dios bajo la condena de la ley para apartar Su ira,
era aborrecible. Cuánto más es un hombre inocente colgado vivo en un
madero como transgresor del pacto para propiciar la ira de Dios por otros, no
tan solo asumiendo la maldición del pacto por los demás, sino, por Su
rectitud, eliminando de una vez y para siempre esa maldición en
representación de aquellos por quienes colgó maldito. Comprensiblemente, el
madero sobre el cual Cristo Jesús fue colgado es la ofensa primordial del
evangelio según el apóstol Pablo (cf. 1 Co. 1:18-25).
Gálatas 3.10 Porque todos los que son de las obras de la Ley están
bajo maldición, pues escrito está: “Maldito todo el que no permanece en
todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.”
Gálatas 3.19–21 Entonces, ¿para qué fue dada la Ley? Fue añadida
a causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a la cual
había sido hecha la promesa, Ley que fue promulgada mediante ángeles
por mano de un mediador. Ahora bien, un mediador no representa a uno
solo, pero Dios es uno solo. ¿Es entonces la Ley contraria a las promesas
de Dios? ¡De ningún modo! Porque si se hubiera dado una ley capaz de
impartir vida, entonces la justicia ciertamente hubiera dependido de la
ley.
La ley tiene poder distinguir con mayor claridad el pecado (cf. 1 Co.
15:56; Ro. 7:7-11; Gá. 3:19) y para maldecir a causa de la infidelidad (3:10),
pero no tiene la capacidad para bendecir, dar vida o justificar, aunque
promete que todos los que perseveran en obedecer la ley recibirán estas
cosas.2[6]
La parte decisiva del argumento de Pablo está en Gal. 3:13, que presenta
la cruz de Cristo Jesús como el madero en el cual se convirtió en el
maldecido transgresor del pacto para llevar la maldición de la Torá una vez
para siempre.
Aun así, Smiles insiste en que “es difícil saber con seguridad cómo, en la
perspectiva de Pablo, la muerte de Cristo deshizo el poder de la maldición.
No parece ser una cuestión de propiciación o sustitución vicaria”.3[9]
De manera similar, Brondos hace a un lado toda interpretación de Gálatas
3:13 que implica participación, representación o sustitución al afirmar que
tales conceptos se leen nuevamente en el texto de Pablo a partir de “las
doctrinas de expiación halladas en la tradición cristiana posterior”. 4[0]
Brondos rechaza traducir υπp ਲ µων con “en nuestro lugar”, porque está
convencido de que Pablo no abrazó “la idea de la satisfacción vicaria o la
sustitución penal” dentro de su evangelio con respecto a la muerte de
Cristo.4[1]
Sin embargo, es difícil de tomar υπp ਲ µων en algún sentido que no sea
“en lugar de” en algunos versículos (por ejemplo, Flm. 13 y Jn. 11:50), y es
probable que la frase tenga el mismo sentido en otros lugares (cf. 2 Co. 5:14,
21 y 1 Ti. 2:6).4[2]
1. Introducción.
2. “Hemos visto Su gloria”—¿Qué es lo que vio el Apóstol Juan?
3. La nueva ratificación del pacto en la Visualización de la Gloria
del Verbo
4. Conclusión.
1. Introducción
Al regresar del Sinaí al campamento israelita con las tablas del pacto en la
mano, Moisés las rompe para señalar la violación de Israel del primer
mandamiento del pacto porque “cambiaron su gloria por la imagen de un
buey que come hierba” (Sal. 106:19-20; Ex. 32:19).[1]
Dios advierte al profeta con quien habla “cara a cara” con las siguientes
palabras: “Pero no podrás ver Mi rostro; porque nadie Me puede ver, y vivir”
(Ex. 33:20).[3] Aun así, cuando Moisés desciende del Sinaí lleva el pacto de
la Ley y también la gloria del Señor irradiando en su rostro.
Él transmite ambas cosas entre el pueblo de Israel. [4] Así como el Señor
se encubre de Moisés en el mismo acto de revelar Su gloria, así también Dios
se encubre de Israel cuando se revela a Sí mismo a través de Su mediador
terrenal que puso un velo al resplandor de la gloria de Dios que brillaba en su
rostro. Hafemann explica:
Además de los dos usos de Éxodo 33-34 en las cartas de Pablo, [6] sus
alusiones más fuertes en el Nuevo [Testamento aparecen en los relatos de los
Evangelios sinópticos acerca de la transfiguración de Jesús. Sus ecos
resuenan también en el prólogo de Juan, en 1:14-18. ]
De esta manera, Juan anuncia: “(Hemos visto Su gloria, gloria como del
unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Jn. 1:14). La revelación
teofanía del carácter de Dios, revelada al pasar por Moisés cuando renovó el
pacto en el Sinaí, ahora se revela plenamente en el Verbo hecho carne que —
mediante la revelación de Su gloria— inaugura el nuevo pacto. Así como el
cumplimiento del antiguo pacto prefiguraba la ratificación del nuevo, así
mismo se cumple la promesa divina:
Sin embargo, así como las maravillas y los hechos imponentes de Dios
endurecieron al Israel antiguo, así también la visualización de la gloria del
Verbo por medio de señales y maravillas, ciega los ojos y endurece los
corazones del pueblo de Israel nuevamente; esta vez provocándolos a que lo
levanten en crucifixión, lo cual —contrario a sus designios— resulta ser la
hora de la glorificación exaltada del Verbo (cf. Jn. 12:32-33) como el
sacrificio expiatorio por los pecados del mundo.
La cruz de Cristo trae el veredicto del juicio divino del Último Día para
que todo aquel que cree en Él “no sea condenado; pero el que no cree, ya ha
sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de
Dios” (Juan 3:18). Andreas Köstenberger observa correctamente:
Juan 1.18 Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está
en el seno del Padre, El Lo ha dado a conocer.
Juan deja en claro que lo que la comunidad vio de Jesús fue una
imagen íntima de la naturaleza divina, ya que la declaración
‘contemplamos Su gloria' se complementa y elabora aún más con el
detalle de que esta era la gloria como del unigénito del Padre, uno que
lleva la esencia entera del Padre y que procede directamente de Su
presencia, y a quien verle es ver al Padre.1[8]
Muchos han afirmado que πλήpης χάpιτος țαì ảλήθειας (lleno de gracia y
de verdad de Jn. 1.14) en el Evangelio traduce תʮ. t ח, ʓ -ʡ _ר,
ʓ אʱ (abundante en
ʎ ʓ
ʥʓ
misericordia y verdad de Ex. 34.6) refiriéndose a la caracterización decisiva
del Dios que guarda el pacto que es “rico en amor fiel y verdad” (HSCB,
34:6).2[1] Aunque la redacción de Juan se desvía de la Septuaginta, πολυέλεος
țαì ảληθινός (Ex. 34:6), muchos razonablemente han argumentado que la
frase griega πλήpης χάpιτος țαì ảλήθειας (lleno de gracia y de verdad)
refleja la propia traducción de Juan del texto original hebreo ( t ח, ʓ -ʡ) _ר
תʮ.ʓ אʎ ʥʓ ʱ ]2[2.
ʓ
La gloria [de Jesús] es el resplandor del carácter de Dios, la gracia y
verdad acerca de las cuales escuchó Moisés, pero que los discípulos de
Jesús han visto en Su persona humana y vida.2[3]
Dado que Juan utiliza χάpις (gracia) cuatro veces en el prólogo, ¿por qué
está ausente después del prólogo? La ausencia verbal de χάpις señala a
Jesucristo que está “lleno de gracia y verdad” (πλήpης χάpιτος țαì
ảληθείας) como la χάpις (gracia) de Dios, la Presencia divina encarnada. Él
es la gloria divina en el tabernáculo de carne. Por lo tanto, el Cristo nos da
a conocer al Padre (ò ων είς τòν țόλπον του πατpòς ਥ țεĩνος ਥ Cηγήσατο,
1:18). Entonces, ver al Hijo es ver al Padre (Juan 14:9).
La ley no era aún la mayor y antitípica gracia que era necesaria para
establecerla como ‘la verdad'; era una prefiguración típica, pero no era
por esa razón ‘falsa' en el sentido malicioso.3[3]
Juan presenta una serie de señales selectas que Jesús realiza, enfatizando
estas narraciones con varias alusiones a Éxodo 33-34, y encierra las señales
con dos relatos que ayudan a interpretar todas las señales —Su
transformación del agua en vino y Su resurrección de Lázaro.4[4 ]
Es al realizar estas señales que Jesús revela Su gloria. El Verbo, cuyos
atributos divinos están velados de la simple vista en la carne, revela Su
carácter divino mediante Sus señales. Entonces, cuando Jesús convierte el
agua en vino, Él “revela Su gloria; y Sus discípulos creyeron en Él”. (Jn.
2:11). Al incluir detalles descriptivos limitados pero necesarios, el relato de
Juan reproduce la realización modesta de la señal de Jesús. Por lo tanto, de
acuerdo con su estilo simultáneamente simple y profundo, Juan presenta
directamente la primera señal como una parábola actuada. C. H. Dodd
observa correctamente:
Juan 7.21 Jesús les respondió: “Una sola obra hice y todos se
admiran.
Juan relata que, con una entonación pretenciosa, los guardianes judíos de
las sinagogas ordenan al hombre a quien Jesús dio la vista de señalar dónde
está su sanador: “Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es
pecador” (9:24). Con asombro sardónico, el hombre responde:
Juan 9.39–41 Y Jesús dijo: “Yo vine a este mundo para juicio; para
que los que no ven, vean, y para que los que ven se vuelvan ciegos.”
Algunos de los Fariseos que estaban con El oyeron esto y Le dijeron:
“¿Acaso nosotros también somos ciegos?” Jesús les dijo: “Si ustedes
fueran ciegos, no tendrían pecado; pero ahora, porque dicen: ‘Vemos,'
su pecado permanece.
Los fariseos que escuchan su enigma presumen: “¿Acaso nosotros somos
también ciegos?” (Juan 9:40). Contentos con su oscuridad, permanecen
condenados.
Del mismo modo, Juan narra la señal final que presenta la gloria de Jesús.
Lo hace con un preludio como lo hizo con la sanación del hombre ciego de
nacimiento, “para que las obras de Dios se manifiesten en él” (iνα φανεpωθૌ
τà űpγα του θεου ਥ ν αύτ, Juan 9:3). Así que cuando llegan las noticias con
respecto a Lázaro, Jesús deliberadamente pospone ir a Betania y anuncia que
la enfermedad de Su amigo “no es para muerte, sino para la gloria de Dios,
para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella” (Juan 11:4).
En la tumba de Lázaro, en respuesta a la preocupación de Marta por el
hedor de la carne en descomposición, Jesús le recuerda: “¿No te he dicho que
si crees, verás la gloria de Dios?” (Juan 11:40). Al igual que cuando Juan
narra sobre los efectos de la primera señal de Jesús a los discípulos, agrega
que cuando los muchos enlutados que acompañaron a María vieron como
Jesús resucitó a Lázaro de entre los muertos, “creyeron en Él” (Juan 11:45).
Jesús revela Su gloria en “las obras de Dios”, incluyendo darle vista a
aquellos que no ven (Juan 9:3-5), incluso alumbrando a aquellos que
duermen en la oscuridad de la muerte (Juan 11:4, 9-11, 37).
Juan 10.32 Entonces Jesús les dijo: “Les he mostrado muchas obras
buenas que son del Padre. ¿Por cuál de ellas Me apedrean?”
Consciente de que Su misión ciega a los que dicen ver y da vista a otros
que reconocen su ceguera, Jesús resume el impacto de Sus gloriosas obras y
señales de la siguiente manera:
Juan 15.24 “Si Yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún
otro ha hecho, no tendrían pecado (culpa); pero ahora las han visto, y
Me han odiado a Mí y también a Mi Padre.
Cuanto más públicas son Sus señales, más maravillosas se vuelven, más
vívidamente Jesús revela Su identidad y carácter divinos mediante las
señales. Cuanto más claramente anuncia Su misión de redención, más
hostiles se vuelven Sus oponentes, porque Jesús revela Su gloria por medio
de Sus señales maravillosas y obras asombrosas para cumplir la profecía de
Isaías (Juan 12:39-41; Is. 6:10). Al abrir los ojos ciegos de un ser humano,
ciega los ojos de otros. Al levantar a Lázaro del manto mortuorio, Jesús
confirma el control de la muerte sobre aquellos que traman Su muerte.
La dureza de Israel se cumple: “Señor, ¿quién ha creído a nuestro
anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?” (Jn. 12:38). La hora
de Jesús para confirmar el nuevo pacto con Su muerte sacrificial ha llegado: