Reflexión Sobre La Educación Inclusiva
Reflexión Sobre La Educación Inclusiva
Reflexión Sobre La Educación Inclusiva
Grupo: 07.
En una escuela inclusiva los docentes, los estudiantes y los padres: saben que todos los niño/as
pertenecen como parte de la comunidad educativa, hacen énfasis en el aprendizaje de todos
los estudiantes, proveen igualdad de oportunidades para todos los estudiantes, reconocen el
valor de todas las personas, ven a cada persona como un individuo único, aprenden de y sobre
personas con características diversas, trabajan juntos en la organización para la solución de los
problemas y comparten la responsabilidad de todos los estudiantes.
Las escuelas deberán: Elaborar un diagnóstico de las barreras existentes que impiden contar
con una escuela y una educación inclusivas. Sensibilizar y dialogar con la comunidad educativa.
Formular de manera participativa su proyecto escolar incluyente. Garantizar mecanismos de
participación y escucha con el estudiantado e incluso con los sujetos históricamente excluidos
para encontrar medidas y ajustes razonables para la inclusión. Implementar ajustes razonables
y construir "rampas culturales y/o físicas" para la inclusión educativa. Gestionar capacitación,
acompañamiento o apoyos especializados. Canalizar a la autoridad educativa inmediata casos
que requieran una intervención más especializada.
Actualmente la inclusión hace alusión a todos los estudiantes, y a todas las personas, pues los
niños, adolescentes, jóvenes y adultos forman parte de una sociedad inclusiva, no solo las
personas con discapacidad o catalogados con Necesidades educativas especiales, pues cada
individuo es único y tiene un estilos y ritmos de aprendizaje propio, sin embargo, los
estudiantes son parte de un grupo y no se les puede enseñar a cada uno de manera personal y
diferenciar las actividades a resolver, más bien, dejar que todos aprendan juntos y convivan con
sus diferencias, así dejamos de lado la creencia de que al atender a unos, vamos a discriminar a
otros.
“La inclusión y la equidad deben ser principios básicos y generales que conduzcan el
funcionamiento del sistema educativo... Esto implica velar porque diversos elementos que son
parte o influyen en su operación observen estos principios de manera transversal: normatividad,
infraestructura, presupuesto, becas, valores y actitudes, planes, programas, métodos y
materiales, ambiente escolar y prácticas educativas, gestión escolar, evaluación, capacitación,
sistemas de información, maestros, directores, supervisores, padres y madres de familia” (SEP,
2016a, p. 64).
Recientemente se creó la estrategia nacional para la educación inclusiva (ENEI) que coloca en el
centro el aprendizaje de niñas, niños, adolescentes y jóvenes para garantizar el ejercicio del
derecho a la educación; independientemente de sus capacidades, circunstancias, necesidades,
estilos y ritmos de aprendizaje.
Su objetivo es convertir progresivamente el actual Sistema Educativo Nacional caracterizado
por ser estandarizado, centralizado, poco flexible, inequitativo y fragmentado, en un sistema
inclusivo, flexible y pertinente; que identifique, atienda y elimine las barreras para el
aprendizaje y la participación que se presentan dentro del sistema educativo y en el entorno,
favoreciendo el acceso, avance, permanencia, aprendizaje, participación y conclusión de los
estudios de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en todo el país, en su amplia diversidad, en
igualdad de condiciones y oportunidades.
La estrategia se debe implementar tomando en cuenta criterios de diversidad, territorialidad,
interculturalidad e igualdad de género; y avanzar gradualmente en la construcción de la Nueva
Escuela Mexicana para todas y todos desde la comunidad, superando de manera progresiva la
dispersión y precarización que se ha producido por la segmentación del sistema en
modalidades y subsistemas para atender a los grupos de mayor pobreza y vulnerabilidad
De acuerdo a la Estrategia Nacional se Educación Inclusiva existen cuatro acepciones principales
de inclusión: l. Inclusión como escolarización de educandos con discapacidad. 2. Inclusión
como respuesta a los problemas de conducta. 3. Inclusión como atención a los grupos en mayor
riesgo de exclusión como indígenas, migrantes o comunidades rurales aisladas. 4. Inclusión
como desarrollo de una escuela común, no selectiva, organizada para acoger la diversidad y
asegurar el logro educativo de todas las personas.
Considero que el propósito principal de las escuelas debe ser convertirse en una institución
inclusiva, tomando en cuenta este último punto de la inclusión, para asegurar el logro
educativo de todas las personas, porque al ser la educación un derecho humano fundamental,
no puede negarse a nadie, ha de ser un medio para el progreso, para acceder a un mejor nivel
de vida.
Para contribuir a conseguir una educación para todos, los maestros necesitan estar preparados,
contar con conocimientos que les permitan reconocer las necesidades de cada alumno, sus
maneras de aprender, para diversificar su enseñanza e intervenir adecuadamente para que
todos los alumnos aprendan y convivan en armonía.
Conclusión
Es muy importante resaltar las bondades que ha traído el programa de inclusión en el aula de
clase para atender las NEE que obstaculizan el avance de los estudiantes, como continuidad de
directrices que la ONU ha trazado para el mundo, con el fin de llevar un poco de igualdad a los
más excluidos.
El reto más importante que deben alcanzar las familias de las personas vulnerables, que
presentan Barreras para el Aprendizaje y la Participación debe ser, sin lugar a duda, la
convivencia y aceptación de todos como seres únicos y, a la vez, desiguales uno del otro,
capaces de vivir en armonía y solidarios con la diferencia.
Mientras no exista una verdadera política de Inclusión que destine recursos para acompañar y
capacitar a todas las personas vulnerables, aquellas que siempre han sido excluidas en distintos
ámbitos y no se les da su derecho a la educación, se seguirá generando una exclusión de los
otros participantes del aula, llámense estudiantes de no inclusión y docentes, ya que el tiempo
dedicado a los menores no alcanza para aclarar las dudas y actividades propuestas, lo cual está
ofreciendo en los niños una ilusión a medias, por no decir mediocre.
El estado se debe concienciar en la necesidad de actuar inmediatamente en el programa de
inclusión, con el fin de mejorar los procesos y hacerlos cada vez más efectivos en el
mejoramiento de la calidad de vida de cada uno de los implicados y sus núcleos familiares; solo
así se logrará el gran objetivo de "sociedad inclusiva".