Bardo Todol
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El Bardo Thodol se atribuye a Padmasambhava, monje que en el siglo VIII llevó el
budismo al Tibet. Se cree que fue Karmalingpa quien encontró en el siglo XVI el texto
perdido conocido con el nombre de “La liberación del estado intermedio por la
escucha”. Esta enseñanza venía transmitiéndose en forma oral desde el siglo XIV. El Dr.
Evans-Wentz lo publicó por primera vez en occidente en 1927, bajo el título de “El libro
Tibetano de los Muertos”.
La obra versa sobre el “estado intermedio”, aquél que sobrevive después de la muerte
y previo a un nuevo nacimiento, siendo una guía para los que desean traspasar la muerte
y convertir este proceso en un acto de libración. Esta obra ya es considerada como el
fundamento de un conocimiento psicológico que como tal, pertenece a toda la
humanidad y deja de ser patrimonio de una religión o de una cultura en particular.
La intención de este artículo es brindar la posibilidad para aquellos que así lo sientan, de
ayudar a sus semejantes en el momento posterior a la muerte clínica. Esta invaluable
ayuda es muy sencilla, solo consiste el leer al fallecido estas palabras que, adaptadas del
Bardo Thodol, refuerzan su espíritu universal e indestructible, brindando también fuerza
y comprensión tanto al ser que abandona su cuerpo como a todos los presentes.
El recorrido de esta vida ha llegado a su fin y nadie se ha venido conmigo de este mundo
para acompañarme. He llegado al momento de morir, yo solo. Por lo tanto, puedo pasar
errando en este estado mucho tiempo sin siquiera darme cuenta de lo que está
pasando.
Rindiéndole homenaje a todos los maestros del Bardo, inicio este recorrido para que por
medio de su Gran Amor y Compasión, me conduzcan de nuevo al sendero correcto.
Cuando por intensa confusión, ignorancia, agresión, deseo, envidia, fuertes tendencias
inconscientes, proyecciones confusas, me encuentre errante en samsara, que los
maestros del Bardo de esta Sagrada Línea, caminen ante mi en el camino de la luz, del
estudio, de la reflexión y de la meditación, para que esto me ayude a cruzar el camino
peligroso del Bardo, en que me encuentro.
Cuando siga las tendencias de mi Karma y me encuentre sin un refugio, que Dios sea mi
refugio y transforme estas tendencias inconscientes en la luminosidad y la felicidad del
samadhi (bienaventuranza).
En todas las etapas del Bardo que tenga que enfrentar, que sea el sonido del Dharma el
que disipe la oscuridad. Cuando me sienta perseguido por sonidos, luces y todo aquello
que me asuste y cause confusión, que pueda percibir la sabiduría de la visión interna.
Y en el momento del nacimiento espontáneo del Bardo del devenir, que toda conciencia
falsa se disipe y pueda escoger claramente con un estado de conciencia iluminada.
Y que cuando vea a mis futuros padres en unión, que pueda ver con todo el poder, paz
y amor, el lugar venturoso de mi próxima encarnación, donde sea para el bien de otros,
y de mayor servicio para la humanidad. Que el amor y la compasión acompañen todas
mis decisiones.
Ahora que todos los estados del conocimiento están en mi alcance, que pueda
comprender sólo mediante el oír, pensar y ver. Y donde escoja nacer, que todo el lugar
sea bendito y todos los seres vivientes sean felices.
Que para todos los seguidores de la verdad y del Dharma, mediante una meditación
enfocada en Dios, que esta plegaria se llene de bendiciones y por medio de la cual, el
alma llegue a cumplir con su propósito de la unión con Dios.
Ahora, con seguridad hay quienes te estan ayudando en ambas dimensiones, ocúpate
de gobernar tanto tus pensamientos como todas tus emociones. Durante este tiempo y
en cualquier tiempo durante este proceso.
Tú no mueres en el sentido que dejas de existir. Lo que sucede es que el Ser consciente
abandona tu cuerpo físico y sólo sufres un cambio de forma, al mismo tiempo
experimentas un cambio de conciencia.
Lo importante en este proceso es que a través de todos los cambios que estas
experimentando, mantengas la integridad y la continuidad de tu conciencia.
Deberás mantenerte calmado y despierto, repitiendo:
Yo no soy el cuerpo que pertenece al mundo de las sombras, no soy las emociones
que desatan mis deseos, no soy los pensamientos que llenan mi mente, no soy la
mente misma.
Yo soy el espíritu divino dentro de mi corazón, eterno inmortal, antiguo, sin principio
ni fin. Más radiante que el sol en toda su gloria del mediodía, más blanco que la
nieve, más sutil que el éter, es el Yo, el espíritu dentro de mi corazón.
Por todo esto, todo es sagrado y puro. No hay nada que envidiar porque Dios está
dentro de ti. Y Él es todo lo que existe. Por eso, lo tienes todo en plenitud; toda la
sabiduría, toda la verdad y toda la alegría. No hay nada que odiar, porque Dios lo es
Todo en Todo. Y Dios es amor. Por eso, no hay nada sino el Amor. Ahora más que nunca
mantente calmado, lleno de paz y amor, y agradece a la vida que acabas de dejar atrás
todas sus vivencias, todas sus enseñanzas y principalmente por su sabiduría al dejarte
ahora en la libertad del Espíritu. Por eso conviértete en el Espíritu que has siempre has
sido y di con nosotros:
Cada vez que sientas o veas algo que pueda producir confusión o no lo entiendas
aférrate solamente a Dios, y no pierdas conciencia de Él.
Has pasado ahora a la Experiencia Extracorporal Consiente. En esta etapa puede que
experimentes muchas cosas dentro de las cuales puede que veas tu cuerpo que has
dejado atrás… Es el momento de entregárselo a Dios, en paz y con gratitud por no
sebtirya sufrimientos. Estas libre de todo dolor y ya no estás atado por sus limitaciones.
Tal vez has visto y has escuchado a la gente llorando y a tus parientes rodeando tu
cuerpo. Bendícelos, pero no te sigas sientiendo apegado a ellos. Vuelve tu conciencia
hacia Dios, y sabe con fe total que Dios cuida tanto de los vivos como de los muertos.
Puede que ahora, incluso veas a personas que han hecho la transición antes que tú.
Puede ser que veas, como en una pantalla, una retrospectiva de tu vida pasada en la
tierra, posiblemente incluso tus vidas anteriores, proyectadas por tu mente. Míralas con
calma y con bondad y extrae de estas escenas la sabiduría que otorga la experiencia.
Perdona a todos, incluyéndote a ti mismo, bendiciendo a todos los seres y alabando a
Dos. Repite constantemente.
Se ven toda clase de fenómenos, tal vez empieces por ver tu cuerpo que es llevado a la
sepultura. No te dejes entristecer por esto. Ahora posees un cuerpo nuevo: el
parasomático astral. Sienéntete agradecido por este cuerpo y aprende usarlo con
eficiencia.
Lo importante ahora es permanecer calmado y sereno ante cada una de las imágenes
de tu vida; no debes apegarte más a la tierra: olvídate de todo lo relacionado con la vida
terrenal. Si llegarás a ver a alguna persona que sigue viviendo en la tierra, bendícela y
entrégala a Dios. Toda actitud debe corresponder con lo que dice la oración: “Perdona
mis errores así como perdono a los que han actuado erradamente conmigo”
Tu destino es la liberacón. Por eso no hagas más que las cosas que te conduzcan hacia
la liberación o que te ayuden a conseguirla y lo que es muy importante no te
comprometas a nada que no te lleve a esa meta.
Verás colores, figuras, formas y seres diversos; oirás sonidos, notas, voces, cánticos y
música de muchos tipos. Te encontrarás con personas de variados intereses,
inclinaciones y conductas. Trata a todos reverentemente. No le temas a nadie. Respeta
a todos. Mantén tu alma orientada hacia Dios en todo. Oye a Dios en cada sonido.
Adora al Dios interno en cada forma. Ama todo.
Dios llena al mundo entero, pero está principalmente en el corazón de cada Ser. Por eso,
que de ahora en adelante sea tu noble tarea el descubrirlo allí y no en otro lugar. Repite
constantemente:
¡Oh Dios! Que estás dentro de mí. ¡Oh Dios! Que estás dentro de mí.
“Tu y yo somos una misma cosa” “Tu y yo somos una misma cosa”
Repite esto todo el tiempo hasta el momento de tu renacimiento, para poder encontrar
el nacimiento adecuado conducente a la liberación.
EL RENACER
¿Por qué naces de nuevo? Escucha, oh alma, de que buscarás un nacimiento nuevo.
Este nuevo nacimiento de por sí no elima ese condicionamiento destructivo, sino que
este se empieza a disolver en la medida en que la persona comienza a ser responsable
de su propia vida. Así se va a vanzando hacia la unidad o Dios y la necesidad de renacer
va desapareciendo.
Y así uno nace de nuevo. ¿Con qué libertad se puede escoger el próximo nacimiento?
El karma, la ley de causa y efecto, opera en el universo y habrán de ser ajustadas las
fuerzas que han sido generadas por pensamientos, sentimientos, palabras y actos. Los
deseos, aspiraciones, las tendencias, las relaciones, todos ellos modifican, condicionan
y afectan la libertad de la elección del renacimiento.
Me refugio en el Buda
Me refugio en la Ley de la Justicia y del Amor
Me refugio en la compañía de los Seres Liberados
Me refugio en Cristo
Me refugio en la Ley del Amor
Me refugio en la Comunión de los Santos
La conciencia de los seres liberados es, en esencia, la conciencia del amor por todos.
Por esto, sigue con humildad estas prácticas que te llevarán a un buen renacimiento.
“Deseo renacer ahí donde me sea posible con mayor facilidad la liberación, y en
donde pueda serle de un máximo servicio a todos los seres”.
¡Todos los seres merecen y van hacia la liberación! Es nuestra herencia real de Dios y
mereces la liberación porque conoces tu Real Naturaleza. Tu Real Origen y tu Verdadero
Destino. El destino del ser humano es Dios. Y por eso el ser humano merece la
liberación.
Aún cuando estés por renacer, en el mismo momento antes de renacer puedes liberarte.
Acuérdate de estas palabras. No las olvides y repite lo siguiente.
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Fuente: Lectura extraída de “El libro Tibetano de los Muertos” (Dr. Evans Wentz)