Practicas de Social
Practicas de Social
Practicas de Social
¿Qué lugar tiene “el significado” y “el acto social” en la perspectiva del
interaccionismo simbólico?
El acto social, plantea Mead, es un espacio de intermediación, interactivo y social en el cual
las personas comparten su realidad mediante el lenguaje, las personas en sus vidas
cotidianas interactúan entre ellas, dicha interacción constituye en parte el acto social, pero
ese acto no es solo la interacción en sí misma sino que es también la construcción de
significados. El lenguaje (verbal y paraverbal) es el vehículo por el cual las personas crean
la realidad, ya que la realidad es realidad sólo si es significativa para la persona, por lo
tanto, el acto social y la producción de significados constituyen la base sobre la cual las
personas vivencian sus vidas cotidianas, se piensan a sí mismas y piensan a los otros, y por
lo cual es un excelente campo de problemáticas a abordar para estudiar los fenómenos
psicosociales.
Según como destacan varios de los autores de este módulo, las representaciones sociales
son importantes en nuestra vida cotidiana porque nos permiten hacer conocido lo extraño,
permiten interpretar y darle sentido a la realidad de nuestra vida cotidiana para poder tener
ciertos puntos de intercambio con nuestros grupos de referencia y pertenencia y que eso
extraño ya no sea extraño en nuestra vida cotidiana.
Según Moscovici, las Representaciones Sociales se conforman mediante dos procesos, los
cuales complementándose posibilitan que el conocimiento científico se transforme en
conocimiento popular y dicha transformación posibilita el uso de conocimiento en la vida
cotidiana, así en ésta, los comportamientos son modelados según dicho conocimiento y por
lo tanto lo social es transformado por la puesta en práctica de la Representación Social, en
este sentido la representación social actúa tanto en lo psicológico transformando el
conocimiento, como en lo social, mediante su puesta en práctica.
El primer proceso se denomina objetivación, y se refiere a la descomposición de ciertos
componentes del conocimiento científico, componentes que se articulan y combinan con los
conocimientos y vivencias ya establecidos previamente, de esa manera el conocimiento
científico se vuelve abstracto en un mar de conocimientos y experiencias. Esta abstracción
posibilita que el conocimiento sea más fácil de pensar y comprender, y permite su
articulación con distintos tipos de conocimiento.
El segundo proceso se denomina anclaje y se refiere a la articulación del conocimiento
objetivado y convertido en sentido común con el conocimiento popular colectivo, de esa
manera, este conocimiento colectivo actúa como un sistema de referencia que permite
transformar el conocimiento del sentido común ya elaborado en las personas y al
transformarlo lo introduce en una red de significados colectivos que permiten a las personas
comportarse y comunicarse de manera coherente en la sociedad.
Podría pensarse al individuo como un ser que va adquiriendo conocimientos, como formas
de actuar, pensar y sentir para desarrollarse dentro del entorno social, podemos proponer
mirar al individuo como un medio para la producción de subjetividad. En ese sentido
podemos ver al individuo como natural y universal, ya que estos tienen características
propias y otras universales que abarcan a todos los individuos de dicho entorno social,
podríamos plantear a la producción de subjetividad como herramientas y mecanismos que
el individuo va adquiriendo y adaptando a su estilo de vida, moldeándolo para ser
consumidor de servicios como le impone el entorno en el que se desenvuelve, por ejemplo
la infancia, ver televisión, el internet y la tecnología, etc.
Algunos aspectos que plantean los autores del módulo que es necesario interrogar son la
noción de comunidad, en tanto dicha noción ha cambiado sus características debido a los
cambios en las formas de producción de subjetividad típicas del capitalismo tardío,
producción de subjetividad que ha debilitado el sentimiento de pertenencia a una comunidad
que poseían anteriormente los sujetos. La debilitación de estas formas de concebirse y
concebir a la comunidad dificulta las intervenciones con intenciones transformadoras, por lo
que interrogar dicha noción plantea no solamente hacerlo en el sentido geográfico, sino
también, y sobre todo, en el relacional. Otra noción necesaria de interrogar es la de la
antinomia incluidos-excluidos; en una sociedad estructurada y organizada por la lógica de la
razón y la libertad, los individuos son responsabilizados y culpabilizados por sus propias
condiciones, sus éxitos y fracasos recaen sobre sus decisiones personales, y de esa
manera, aquellos que se considera como excluidos son concebidos como culpables de su
propia exclusión, invisibilizando de esta manera las relaciones de poder que posibilitan la
exclusión en sí. En ese sentido, el último aspecto que es necesario interrogar es el del papel
del interventor y las políticas públicas. Los interventores se acercan a las comunidades
desde políticas públicas que establecen quienes deben recibir sus beneficios, es decir, los
excluidos; al intervenir desde la noción de exclusión acríticamente, como un supuesto a
priori, lo que promueve es la asunción de roles, tanto para el interventor como para la
sociedad. Por lo tanto, es necesario interrogar tanto la posición del interventor como
también la manera en que se formulan las políticas públicas, será necesario incluir a la
comunidad en la conformación de estas para que dichas comunidades puedan incidir en la
toma de decisiones y por lo tanto permitan hacer uso de su voz y de su capacidad de
autotransformación.
De acuerdo a los aportes de Ana María Fernández (1986), define uno de los
momentos epistémicos del pensamiento sobre lo grupal, planteando las teorías que
se ubicarían en el mismo.
El primer momento epistémico es el que Fernandez denomina como “el todo es más que la
suma de las partes”, dicho grupo se entiende como una isla con fronteras, separados del
mundo, el grupo en sí mismo es una entidad única. Predominan los aportes de la teoría de
la gestalt y donde se considera que el grupo es más que la suma de los individuos que lo
componen, es decir, el grupo en sí mismo tiene características intrínsecas propias y
particulares que no se obtienen solo por sumatoria de las características individuales de
cada uno de sus integrantes, esto se percibe como un “plus grupal”, es decir, que la
conformación del grupo brinda características adicionales para estudiar e investigar que si
se investigara a sus integrantes de manera aislada. Dicha forma de concebir al grupo
homogeniza las singularidades y diferencias de los integrantes de este, es decir no
considera la multiplicidad ni la diversidad. El coordinador grupal en este momento
epistémico tiene las características de ser un Líder, donde lo que se intenta es que por las
idealizaciones o fuertes enlaces emocionales para con dicho líder se posibilite una mejora
en los integrantes del grupo. Las teorías que se ubican dentro de este primer momento
epistémico son, en principio, las de Elton Mayo sobre la producción de los trabajadores en
las fábricas y las de Lewin y su estudio sobre las democracias, y dentro de las que vendrían
a ser terapéuticas se encuentran las de Pratt y aquellas similares a las de alcohólicos
anónimos, la diferencia de estas últimas es que tienen una estructura fraternalista en donde
el predominio de los enlaces emocionales se encuentra entre los integrantes del grupo y no
tanto para con el coordinador líder. Una de las características de este primer momento
epistémico es que en los grupos se trabajan sobre lo manifiesto y/o explícito.
Aporta un objeto unívoco, externo al sujeto, que tiene cualidades intrínsecas planteadas en
la teoría y que van a ratificarse o rectificarse mediante la aplicación de técnicas, y que
brindará un conocimiento universal e invariable, es decir que la intervención será
únicamente una rectificación o ratificación de la teoría. Se va a realizar la intervención
desde aprioris disciplinarios que serán utilizados de forma acrítica frente al objeto de
conocimiento, la teoría es lo que guía la intervención y el interventor no es otra cosa que un
técnico cuya función es la de aplicar técnicas.
El conocimiento nuevo que puede surgir en dicha intervención no es relevante, y de hecho,
se considera como un obstáculo de la misma forma que se considera como un obstáculo a
las emociones del sujeto, se tendrá que considerar a dicho sujeto como trascendental,
neutral y objetivo, por lo cual su subjetividad no puede y no debe interferir en el acto de
conocer.
Las representaciones sociales para este autor podrían explicarse como formas de
conocimiento social, es decir, la interacción de los sujetos con el medio, hacer de algo
extraño a ser conocido, lo cual nos permite actuar en sociedad. Es una forma de
modelación del conocimiento que permite la familiarización de los conceptos, acciones o
cosas que en general son extrañas para nosotros, para lo cual poder estar al corriente y no
ser ignorantes a la hora de entablar una conversación.