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Primero abordaremos la dirección antropológica, qué es las que estudia los factores
antropológicos con relación a la actividad criminal, desarrollando como las culturas
influyen en comportamientos delictivos, además de aplicar métodos y conocimientos de
antropología física y forense para el estudio de los individuos que cometen actos
delictivos para resolver cuestiones legales y criminales. Los principales aportes de la
dirección antropológica fueron la identificación de restos humanos, además de establecer
una definición de delincuente y dar inicio a la importancia en el análisis en las escenas del
crimen. (Alvarez & Montenegro, 2012).
Por último nos encontramos con la dirección organizacional que está enfocada en estudiar
el comportamiento delictivo de las organizaciones coma es decir que se estudia el crimen
cometido de manera colectiva y cómo este tiene influencia en procesos y culturas a nivel
social. Este enfoque estudia las dinámicas de poder y control que incitan o reprimen
comportamientos criminales en un grupo de individuos dentro de las aportaciones de esta
teoría está los delitos cometidos por cuerpos corporativos, el análisis de la corrupción y el
abuso de poder como conductas delictivas en empresas públicas y privadas y el estudio
del crimen ocupacional. (Quispe, 2022). En esta dirección se estudia la corrupción
existente en cuerpos institucionales, empresariales, políticos o corporativos.
A través del estudio de las conductas delictivas a través del tiempo, ha sido notable como
la raíz de estas conductas y comportamientos tienen su origen en una gran variedad de
factores, como lo son los factores biológicos, psicológicos, y sociales, la criminología
moderna engloba estas direcciones que se relacionan entre sí, estudiando el
comportamiento delictivo de una manera integral, buscando comprender el
comportamiento delictivo para erradicarlo.
Por otra parte tenemos a los derechos humanos como una parte fundamental de la
criminología, esta parte se asegura que la política y la justicia a nivel penal sean justas en
el control de los delitos y sean equitativas y respetuosas de la dignidad de todos los
individuos, con la finalidad de construir una sociedad más humana.
Baratta (2004), señala que la criminología debe de examinar el delito y las respuestas
institucionales que se tienen ante el crimen, asegurando que estas no violen los derechos
humanos excusándose tras la seguridad.
El individuo que ha cometido un crimen o delito, tiene los mismos derechos humanos que
quienes no lo han hecho, se debe garantizar que las autoridades encargadas actúen
dentro de los límites de la legalidad y la ética evitando violar estos derechos humanos. Es
importante que dentro del actual policial exista el respeto mutuo, para poder tener una
mejor postura ante las instituciones que no abusan de su fuerza y que respetan la
integridad de los individuos formando una sociedad democrática.
Restrepo (2015), hace referencia a la función policial como una de las más visibles del
estado, que debe estar guiada por principios de derechos humanos que promuevan la
confianza entre la ciudadanía y las instituciones de seguridad, para evitar prácticas
represivas o discriminatorias.
CONCLUSIÓN.