PlatzHenao - Catalina-2017

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 43

SOLEDAD Y DEMENCIA 1

Soledad y Demencia: la Relación Bidireccional

Trabajo de grado para pregrado de psicología

Catalina Platz Henao1

Autora

Oliver Müller

Director

Bogotá, diciembre 4 de 2017

Programa de psicología

Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud

Universidad del Rosario

1 Nota de autor: Esta investigación se realizó con el asesoramiento de Oliver Müller del programa de Psicología, de
la Universidad del Rosario. Envío de correspondencia a: Catalina.Platz@urosario.edu.co
SOLEDAD Y DEMENCIA 2

Acta de Aprobación
SOLEDAD Y DEMENCIA 3

Agradecimientos

Quisiera agradecer a todas las personas que me han apoyado y han sido

inspiración para seguir mis sueños. De ellas he aprendido mucho y me han

enseñado a no rendirme ante los obstáculos que se me presentan a lo largo de la

vida, sumado a mi esfuerzo que es lo más importante, y me ha llevado a tener

grandes logros con mi trabajo de grado.

También agradezco a mi tutor Oliver Müller, ya que de él aprendí como

realizar un trabajo de grado y tener mayor amor a la psicología.

Es oportunidad también para agradecer a mis padres que siempre han estado a

mi lado apoyándome, dándome fuerzas para seguir y por ultimo quisiera

agradecerles a mis dos mejores amigas Laura y Eliana, quienes me han animado

constantemente a seguir adelante me han dado todo su apoyo y han sido una

compañía y guía durante este trabajo de grado.


SOLEDAD Y DEMENCIA 4

Índice

Pág.

Resumen…………………………………………………………………………5

Abstract………………………………………………………………………….6

Introducción…………………………………………………………..................7

Justificación……………………………………………………….....................10

Marco teórico

1. Envejecimiento y deterioro cognitivo………………………………………14

1.1 Envejecimiento normal y envejecimiento patológico…………………….14

1.2 Deterioro cognitivo leve y demencia. ……………………………………..15

2 Soledad como factor de riesgo en el deterioro cognitivo leve y

la demencia en el adulto mayor…………………………………………….....16

2.1 Diferencias entre soledad y el aislamiento social objetivo……………….16

2.2 Factores de riesgo de la soledad…………………………………………...17

2.3 Prevalencia de soldad en el mundo………………………………………..17

Objetivos………………………………………………………………………...20

Metodología……………………………………………………………………...21

Resultados……………………………………………………………………..…22

Discusión……………………………………………………..………………..…32

Referencias…………………………………………………………….…….......37
SOLEDAD Y DEMENCIA 5

Resumen

El objetivo de esta revisión literaria es analizar la relación entre la soledad y la demencia.

Se consultaron como fuentes principales las bases de datos Scopus y Web of Science, también se

accedió a los artículos que se encontraron como segunda fuente de información, los cuales son

referenciados desde la búsqueda inicial. Se encontraron 18 artículos cuantitativos en los que se

halló que la soledad es un factor de riesgo (FR) que aumentaron las probabilidades de sufrir de

deterioro deterioro cognitivo leve (DCL) o padecer demencia, y cuatro estudios de carácter

cualitativo que se enfocaron en la demencia y en cómo afecta a las personas de la tercera edad

llevándolas a perder las funciones cognitivas, que les permiten comunicarse como interactuar

con otros, y esto termina causando aislamiento y soledad. Por último,es pertinente hacer notar

que no se hallaron estudios cuantitivos que traten esta relación direccionada entre la demencia y

la soledad, ya sea por falta de instrumentos o formatos de recolección de información, que sean

simples de entender para las personas que sufren los primeros estadios de este sindeome. Se debe

tener en cuenta el caso de Latinoamerica, donde no se presentan estudios en referencia a la

relación bidireccional entre soledad y demencia.

Palabras clave: Deterioro cognitivo , Demencia, Soledad, Adulto mayor, Deterioro Cognitivo Leve
SOLEDAD Y DEMENCIA 6

Abstract

This literary review aims to analyze the relationship between loneliness and

dementia. The databases Scopus and Web of Science were used as main sources

additional articles referenced in texts found in the initial search were also

admitted. In the systematic search were found 18 quantitative articles that found

that loneliness is a factor of risk (RF) that increases the chances of suffering from

mild cognitive impairment (MCI) or suffer from dementia, and four qualitative

studies that focused on dementia and how it affects the people of the third age

who end up losing their cognitive functions, that allow them to communicate and

interact with others, making them isolated and lonely. Finally, it is relevant to

note that quantitative were not found, either by lack of tools or formats for

collecting information, which are simple to understand for people suffering the

early stages of this syndrome. Also, one must take into account the case of Latin

America, where studies are not presented in reference to the two-way relationship

between loneliness and dementia.

Key words: cognitive impairment, dementia, loneliness, elderly, mild cognitive impairment
SOLEDAD Y DEMENCIA 7

El objetivo principal de esta revisión literaria es analizar la relación que existe entre

demencia y soledad en la tercera edad, ya que se ha encontrado que los adultos mayores al

percibirse o sentirse solos, pueden tender a desarrollar deterioro cognitivo progresivo. Para

Donovan, Wu, Rentz, Sperling, Marshall y Glymour (2017) esta disposición se da más

comúnmente en las mujeres y hombres mayores de 65 años que entran en la etapa de la tercera

edad, en la que pueden padecer diferentes situaciones, por ejemplo, sufrir una serie de pérdidas

de diferente índole (emocionales, cognitivas, funcionales y familiares), que generen una

desestabilización en sus acciones cotidianas y en su condición de vida. También pueden llegar a

perder alguna capacidad para hacer actividades que vayan desde lo cognitivo hasta lo recreativo

(Holmén, Ericsson y Winblad, 2000; Holwerda et al., 2014).

Con el fin de dar mayor claridad a la relación presentada, es importante conocer el

significado a nivel psicológico de los conceptos que se expondrán en este documento. Con

respecto al deterioro cognitivo, éste es definido por Fustinoni (2002) como “la pérdida o

alteración de las funciones mentales, tales como memoria, orientación, lenguaje, reconocimiento

visual, conducta con la actividad e interacción social de la persona afectada” (p.39). Es una

alteración del funcionamiento cognoscitivo, que bien puede variar en un nivel que se encuentre

bajo el envejecimiento normal, hasta un grado de afectación mayor que resulte en una patología.

Petersen (como se citó en Custodio et al., 2012) define el DCL como el “deterioro

cognitivo que supera lo normalmente esperable para la edad, pero que no cumple con criterios de

demencia, pues la funcionalidad está preservada” (p.324)

La demencia es un síndrome que causa daños en distintas regiones del cerebro lo que

origina complicaciones de comunicación neuronal, afectando el funcionamiento cognitivo de los

adultos mayores que la padecen. Ocasionando alteraciones a nivel comportamental, emocional,


SOLEDAD Y DEMENCIA 8

motor y racional, estos cambios en la mayoría de los casos son irreversibles y tienden a empeorar

con el paso del tiempo (Alzheimer Association, 2017).

También es importante relacionar el concepto de soledad que presentan S. Cacioppo,

Capitanio y J. Cacioppo (2014), como una percepción, donde la persona se siente aislada y

abandonada, a pesar de que esto no tenga que ser necesariamente cierto. La correlación que se da

entre la soledad y el deterioro cognitivo en las personas de la tercera edad, se debe analizar

tomando como punto de partida los estudios realizados por varios autores, entre ellos Wilson et

al. (2007) y Tilvis et al. (2004), quienes se interesaron por comprobar la existencia de una

relación directamente proporcional entre estas variables.

S. Cacioppo, Capitanio y J. Cacioppo (2014), identificaron que la percepción de

aislamiento es causante de un impacto en el cerebro, tomando en cuenta que esta determina la

influencia en el comportamiento, siendo esto evidenciado en las diferentes regiones cerebrales

que reflejan las demandas funcionales, que se dan en una vida solitaria o frente a una vida social.

Esto llega a generar un cambio en los procesos que intervienen en las habilidades sociales,

teniendo en cuenta que la percepción de las relación es individual, y puede verse como

satisfactoria tanto como disfuncional, desde el invidividuo que participe en la interacción.

En otras investigaciones específicas estudiaron la percepción de la demencia como un

FR, el cual se presenta al momento de padecer soledad, esto llega a generar una distorsión de la

realidad en las personas de la tercera edad, haciéndolas creer que han sido abandonadas por sus

familiares. Por otro lado, también puede haber un impacto en las habilidades al relacionarse

interpersonalmente o con su red de apoyo global. Se ha encontrado en la investigación de Duane,

Brasher y Koch (2011) que las personas que viven con este síndrome, se les dificulta relacionarse

con otros, bajo el hecho de contribuir en un entorno. De igual forma, en el estudio cualitativo de
SOLEDAD Y DEMENCIA 9

Moyle, Kellet, Ballantyne y García (2010) se presentaron testimonios otorgados por ancianos

que sufrían de demencia en sus primeros estadios, quienes a pesar de tener cuidadores

constantemente a su disposición y a sus familiares haciéndoles compañía, revelaban sentirse

solos. Esta situación se presenta debido al detrimento de sus funciones cognitivas, tales como la

pérdida de memoria y de las habilidades comunicativas; ya que generan limitaciones en la

expresión y percepción de las emociones, presentando dificultad para reconocer rostros

familiares y recordar nombres de personas.


SOLEDAD Y DEMENCIA 10

El envejecimiento es una fase del desarrollo que, sin duda, tiene un impacto significativo

en los seres humanos, en la medida que se ven afectadas sus condiciones de vida funcional, las

cuales se pueden perder gradualmente y/o a largo plazo. Hoy en día, y con mayor frecuencia se

encuentran personas diagnosticadas con DCL, el cual resulta de un proceso de envejecimiento

patológico, y en la mayoría de los casos en demencia. Según la OMS (2017), “dentro de la

población de 60 años se calcula que hay 47,5 millones de personas que sufren de demencia”.

En las personas de la tercera edad, se inicia una etapa en la que desarrollan cambios de

tipo emocional y de autoestima, los cuales están asociados con la pérdida de procesos cognitivos

(especialmente la memoria) y sociales (suele haber un detrimento en la red de apoyo) (Hawkley

y Capitano, 2015).

En el estudio de Wilson et al. (2007) presentan una investigación prospectiva, en la que

fueron evaluados 823 adultos mayores libres de demencia, mediante una batería de pruebas

neuropsicológicas, a raíz de la cuales se valoraron las funciones de la memoria episódica,

semántica y de trabajo, la velocidad perceptiva y la capacidad visoespacial. Los resultados

dejaron en evidencia, que los sujetos que reportaron sentirse solos presentaron un desempeño

cognitivo bajo que se evidencia con el paso del tiempo.

De igual manera, en una investigación longitudinal realizada por Bassuk, Glass y

Beckham (1999) cuyo objetivo parte de “determinar la relación entre la desconexión social y el

deterioro cognitivo incidente en los ancianos” (p.165), bajo los resultados presentados se

demostró que la mayoría de adultos mayores que no tienen vínculos o relaciones personales

cercanas o que brinden un buen apoyo emocional terminan sufriendo el doble de riesgo de

desarrollar un deterioro cognitivo.


SOLEDAD Y DEMENCIA 11

Igualmente, en el estudio de tipo fenomenológico-cualitativo realizado por Buckley y

McCarthy (2009) demuestran que un grupo de ancianos presenta dificultades para sostener

relaciones sociales, mantener una amistad y llegar a la pérdida de su red de apoyo de manera

significativa, siendo esto un FR para desarrollar demencia.

Por otro lado, también se ha encontrado que la demencia puede influir en la percepción de

soledad de un individuo. En el estudio “The experience of living alone with early stages of

Alzheimers disease. What are people concern?” Harris (2006) afirma que el deterioro cognitivo

tiene un efecto negativo en las habilidades sociales de los adultos mayores, llegando a afectar la

capacidad para comunicarse y comprender lo que otras personas quieren decir al hablarle. Esto a

su vez puede ocasionar que las personas de la tercera edad terminen por aislarse, abandonando

actividades sociales y optando por quedarse en sus casas, lo que origina un sentimiento de

soledad en ellas.

Estos estudios representan una parte importante de la presente revisión literaria, al

demostrar que existe una relación bidireccional entre la variable de soledad y el deterioro

cognitivo en los adultos mayores. Asimismo, ponen en evidencia la complejidad que supone este

tema psicológico, en la medida en que comprende múltiples variables a considerar que

interactúan entre sí. Por lo tanto, su justificación versa sobre los tres pilares principales:

relevancia investigativa, social y disciplinar.

En primera instancia, la relevancia investigativa de este trabajo se basa en su carácter

exploratorio, al problematizar sobre este tema el cual es poco investigado en Colombia y en

Latinoamérica. Es importante anotar, que no se encuentra un número considerable de revisiones

con respecto a la relación direccionada hacia el sentimiento o percepción de soledad para esta
SOLEDAD Y DEMENCIA 12

región del continente Sudamericano. De otro lado los documentos existentes cuentan con

información limitada a su generalidad y suelen verse sesgadas a una muestra reducida

(limitándose únicamente a zonas muy específicas y pequeñas, en los países que se realizan

dichas investigaciones).

En segundo lugar, la presente revisión literaria tiene una relevancia social, en la medida

en que pretende generar un impacto en la comunidad y en la población de adultos mayores, que

presentan un deterioro cognitivo significativo y/o carecen de una red de apoyo. Según Hawkley y

Cacioppo, (2007) las investigaciones que se han realizado entorno a la soledad demuestran que

hay un vínculo directo y proporcional entre la soledad y/o la falta de una red de apoyo social,

relaciónado con el deterioro de la salud en general.

En referencia a la salud mental, se teoriza la relación que se da entre el sentimiento de

soledad y el incremento en el riesgo de padecer demencia, esto se centra en que este sentimiento

pueda afectar el funcionamiento cognitivo y la memoria de forma sistemática. Afectando

negativamente la actividad cognitiva, ya que en este sentido se vería alterada la actividad

neuronal en estas áreas en específico, aumentando la probabilidad de que estas personas sufran

de demencia (Holwerda et al., 2014).

Teniendo en cuenta las investigaciones teóricas que se presentan, podemos encontrar una

relevancia disciplinar, en la que se considera a nivel general el envejecimiento y el deterioro

cognitivo y a nivel especifico la demencia. Al ser temas ampliamente estudiados por la

psicología, especialmente por las ramas de psicología clínica, la psicología de la salud y la

neuropsicología; se puede generar una comprensión amplia sobre la relación existente entre la

soledad y demencia, ya que se constituye como un insumo de información relevante para generar
SOLEDAD Y DEMENCIA 13

mayores investigaciones, tratamientos eficaces desde la prevención y la promoción en salud que

auguren el bienestar psicológico, físico, emocional y social de los adultos mayores.


SOLEDAD Y DEMENCIA 14

Envejecimiento y Deterioro cognitivo

Envejecimiento normal y envejecimiento patológico. El deterioro cognitivo puede

formar parte del envejecimiento de manera limitada, donde se presenta una disminución en el

funcionamiento cognitivo y social del adulto mayor, el cual se relaciona con las alteraciones que

se producen a nivel cerebral y fisiológico, propi del aumento de la edad. Sin embargo, si dicha

disminución presenta un impacto en la independencia funcional de la persona, es posible que nos

encontremos ante la presencia del DCL que se encuentra por debajo de lo esperado en el

envejecimiento normal; bien sea puede tratarse del DCL o de la demencia (Salthouse, 2011;

Struble y Sullivan, 2011).

El envejecimiento normal se caracteriza a nivel neuropsicológico, sea por un deterioro

estructural y funcional del lóbulo pre-frontal, por la afectación de otras estructuras subcorticales

como los ganglios basales y la sustancia blanca. Como consecuencia de estos cambios cortico-

subcorticales, se ve afectado principalmente el funcionamiento ejecutivo de la persona, debido a

la presentación de alteraciones en los procesos de inhibición, planificación, autorregulación,

memoria prospectiva, memoria de trabajo, fluidez verbal, velocidad de procesamiento, entre

otras (Petersen et al., 1999).

Sin embargo, es importante mencionar que el deterioro en estos procesos tiende a ser leve

y paulatino, por lo cual no produce un impacto significativo a nivel de autonomía en la persona,

ni en su capacidad para desenvolverse funcionalmente en las actividades complejas,

instrumentales y básicas de la vida cotidiana. En otras palabras, no se afecta el perfil cognitivo

global y, por el contrario, hay funciones que se encuentran preservadas (como, por ejemplo, la

capacidad lingüística) (Barroso et al., 2011).

El DCL es propio del envejecimiento patológico, este se caracteriza por la presentación


SOLEDAD Y DEMENCIA 15

de los siguientes signos: evidenciar un estado cognitivo general por debajo de la media; mostrar

un deterioro de memoria que puede varias desde quejas subjetivas hasta un rendimiento

disminuido objetivo; y presentar alteraciones que varían de leves a severas en el funcionamiento

independiente de las actividades de desempeño cotidiano (Barroso, et al. 2011).

Deterioro cognitivo leve y demencia.

Dentro del envejecimiento patológico, se identifica un espectro de deterioro cognitivo,

emocional y comportamental en la persona, destacándose el DCL y la demencia. Con el objetivo

de identificar las diferencias entre ambos síndromes, se tendrá en cuenta bajo los aspectos que

presenta el DCL y la demencia, tanto en los procesos cognitivos como en la pérdida de

autonomía.

Así pues, en el DCL, se puede percibir que existe un déficit o un desempeño pobre en

algún proceso cognitivo, esto se prueba en el rendimiento que presentan los sujetos por debajo de

la media para la edad y el nivel educativo de la persona. Se debe tener en cuenta que el deterioro

no interfiere con las habilidades de los adultos mayores, al realizar sus tareas de la vida diaria de

forma autónoma (Custodio et al., 2012; Yu, Lam y Lee, 2016).

En cambio, en la demencia se presenta un empobrecimiento progresivo y severo a nivel

cognitivo, principalmente en lo que tiene que ver con la memoria. Se produce una alteración al

registrar, almacenar y recordar la información; se presenta dificultad para prestar atención a

varios estímulos al mismo tiempo, problemas severos para dirigir la atención de una tarea a otra,

el nivel de consciencia es alterado negativamente y, en general, se pierde la autonomía para

realizar tareas de la vida diaria.

En el DSM-5 la demencia se cataloga como un trastorno neurocognitivo mayor, el cual se

valora bajo los siguientes criterios:


SOLEDAD Y DEMENCIA 16

A) Deterioro cognitivo significativo que se presenta en uno o más procesos (atención,

función ejecutiva, memoria, lenguaje, habilidades perceptuales, y apraxias motoras), el cual es

evidenciado a nivel subjetivo por el propio individuo o por un informante cercano al mismo, y a

nivel objetivo, por el registro de un rendimiento por debajo de lo esperado en una evaluación

clínica o neuropsicológica cuantitativa.

B) El deterioro cognitivo interfiere con la funcionalidad, en distintas actividades

cotidianas y en la autonomía de la persona.

C) Los déficits cognitivos no se dan específicamente en el escenario de un delirium.

D) El deterioro global no se explica preferiblemente por medio de otro trastorno mental.

(APA, 2014).

Soledad como factor de riesgo en el deterioro cognitivo leve y la demencia en el adulto

mayor

Diferencias entre soledad y el aislamiento social objetivo. Es común confundir la

soledad con el aislamiento social, pues son dos conceptos que se solapan fácilmente, y en este

sentido, se vuelve imprescindible conocer las características diferenciales entre uno y otro, para

entender a mayor profundidad el impacto que presenta el deterioro cognoscitivo patológico en

los adultos mayores.

En el aislamiento social objetivo, no se presenta como una red de apoyo social evidente

para el anciano, o en su defecto, es muy reducida. De otro lado, en lo que concierne a la soledad,

la persona tiende a basarse en una percepción subjetiva, por ejemplo, diferenciar entre el tamaño

de su círculo social real y el que desea tener. Lo anterior también se denomina como soledad

emocional y varía siempre de persona a persona (Cacciopo, 1994; Hólmen et al., 2000).
SOLEDAD Y DEMENCIA 17

Factores de Riesgo de la Soledad

La soledad es un asunto de gran importancia en las personas de la tercera edad, sobre

todo en los países y comunidades en que el número de personas mayores aumenta de manera

considerable con el paso del tiempo, ya que se ven obligadas a enfrentarse con distintos cambios

en su estilo de vida (Boss, Kang y Branson, 2015). Esta condición se encuentra determinada por

ciertos factores de riesgo que usualmente son tomados como variables de control en las

investigaciones, tales como: el género (los hombres tienden a sentirse más solos), el nivel de

educación que tiene la persona, la edad, su estado civil (sí están casados o divorciados, sí son

viudos o solteros), sí ha experimentado alguna pérdida, el nivel de autoestima, el ser incluido

socialmente, el ser útil para sus seres queridos y para la comunidad en la que viven y, por último,

sufrir depresión (Ellwardt, Aartsen, Deeg y Steverink 2013; Hackley y Capitanio, 2015;

Holwerda et al., 2014; Zhou, Wang & Fang, 2017).

Según Prince et al. (1997) la soledad entendida en toda su complejidad, y teniendo en

cuenta sus variables, se vuelve determinante para el bienestar de los ancianos, al considerar que

se desencadena por síntomas de estrés elevados.

Este tipo de situaciones emocionales en los adultos mayores, por lo general, tienden a

arraigarse fácilmente en pensamientos o ideas negativas, esto los vuelve vulnerables a cualquier

tipo de suceso estresante, generando en última instancia, dificultades en el rendimiento funcional

durante los eventos de distinta índole que enfrentan en su día a día (Hawkley y Cacciopo, 2007).

Prevalencia de soledad en el mundo

Varios autores en los diversos estudios, han encontrado que la soledad es un fenómeno

prevalente a nivel mundial, que a su vez tiene implicaciones psicológicas muy significativas en
SOLEDAD Y DEMENCIA 18

lo que concierne al funcionamiento cognitivo y emocional de las personas. Según Luanaigh y

Lawlorz (2008) el sentimiento o sensación de soledad, tiende a crecer en las personas de la

tercera edad que tienen 75 años o más; se podría decir, que en esta edad se presenta un mayor

número de implicaciones en cuanto a lo personal, lo social y emocional, teniendo como resultado

un deterioro y situaciones dilemáticas, ya que la soledad se presenta como un factor subjetivo, y

varía según la perspectiva de cada persona.

En los Estados Unidos Hawkley y Capitanio, (2015), reportaron que, dentro de una

muestra de sujetos pertenecientes al Proyecto de Población Nacional de Vida Social, Salud y

Envejecimiento; el 40% de los mayores de 65 años de edad, pueden sentirse solos

ocasionalmente. Sin embargo, se manifestó que los adultos mayores que aún trabajaban, con una

muestra de sujetos entre los 57 a 85 años de edad, presentaron altos niveles en factores como: la

autoestima, sentido de pertenencia y el sentirse útil para la sociedad. Estos resultados terminan

demostrando que la soledad es un factor determinante al presentar baja autoestima, siendo que

puede afectar la salud mental general y la disminución cognitiva de la persona.

En autores británicos como Víctor et al. (2002) se encontró que el porcentaje de ancianos

que manifestaron sentirse solos oscilaba entre el 9-10%; y en años posteriores los estudios

realizados por Victor, Scambler, Bowling y Bond (2005) evidencian que el 7% de la población

reportó sentirse sola varias veces durante su vida, o en los peores casos siempre. Tanto en España

como en Portugal, se sacaron porcentajes de soledad entre 10 y 18%. En otros países como

Polonia, con un 21%, en Rusia, con el 24%, y en Ucrania con el 34%, donde la población de la

tercera edad muestra mayores índices de soledad (Víctor, 2012). En el continente asiático los

investigadores Zhong, Shu-Lin Chen, Yeates y Conwell (2015) elaboraron un estudio basado en
SOLEDAD Y DEMENCIA 19

cierta población China, con una muestra de 2295 sujetos y encontraron que aproximadamente un

50% de los adultos mayores reportó sentirse solo.

Ahora bien, lo que se refiere a Latinoamérica, se deja la evidencia que no existen estudios

donde se investigue la prevalencia de soledad en personas de la tercera edad. Esto se presenta

como un factor negativo ya que, al no haber contado con esos datos no se puede llegar a

cuantificar los casos de soledad en los adultos mayores. Sería de gran utilidad dar a conocer la

temática para entender la problemática del abandono y buscar así formas de solucionar.
SOLEDAD Y DEMENCIA 20

Objetivos

Objetivo general:

Analizar la relación que existe entre demencia y soledad

Objetivos específicos:

• Identificar mecanismos de cómo la demencia influye en la soledad en las personas de la

tercera edad.

• Identificar los mecanismos cómo la soledad aumenta el riesgo de desarrollar demencia y

agrava el deterioro cognitivo.

• Evaluar la calidad de la evidencia empírica que se ha obtenido sobre la relación entre

demencia y soledad.

• Identificar vacíos en la literatura con respecto a esta relación del aislamiento social y la

demencia
SOLEDAD Y DEMENCIA 21

Metodología

Con el fin del cumplimiento de los objetivos planteados para la elaboración de esta

revisión literaria, se utilizaron como fuentes principales las bases de datos Scopus y Web of

Science, utilizando como base de búsqueda unas palabras clave previamente elegidas: (loneliness

AND “cognitive decline”) o (loneliness AND dementia), (loneliness AND “cognitive

impairment”), (loneliness AND elderly AND (cognitive decline OR impairment)) y (loneliness

AND older AND (cognitive decline OR impairment)). La lista de artículos científicos arrojada

por las bases de datos previamente nombradas fue revisada según su cumplimiento con los

siguientes criterios de inclusión: idiomas (inglés, español, alemán y francés), artículos de

investigación empírica de carácter cuantitativo, revisiones teóricas, y artículos que se encuentren

como segunda fuente de información referenciados por los que se encontraron en la búsqueda

inicial.
SOLEDAD Y DEMENCIA 22

Resultados

En esta revisión se consideró el análisis y la delimitación del estudio tanto de artículos

como de instrumentos de medición, puesto que ayudan a un mejor entendimiento que se puede

presentar entre el DCL y la demencia en las personas de la tercera edad. Se presenta a manera de

guía, puesto que es un campo de estudio complejo que necesita ser explorado a profundidad, y

así permite dar mayor validez a los estudios antes expuestos.

Tabla 1

Países de referencia y número de investigaciones

País Número de Investigaciones

China 4

Estados unidos 6

Países Bajos 2

Portugal 1

Reino Unido 3

Suecia 1

Suecia
Total 118

Desde la búsqueda sistemática realizada en las revisiones literarias consultadas y llegando

a una conformidad de los estudios, se evidencian resultados presentes en los continentes de

América, Asía y Europa; se presentan por medio de distintos autores se ocuparon al realizar

estudios juiciosos entre la relación de soledad y demencia presentadas en la tabla número uno.
SOLEDAD Y DEMENCIA 23

Tabla 2

Medida de Variables

Variables a medir Instrumentos y autor

Funcionamiento Mini Mental State Examination (MMSE) (Folstein, Folstein & McHugh, 1975)

cognitivo Clinical Dementia Rating (CDR) (Hughes, Berg, Danziger, Coben, Martin, nd) Geriatric Mental State (GMS)

Automated Geriatric Examination for Computer Assisted Taxonomy (AGECAT)

The Cambridge Mental Disorders of the Elderly Examination (CAMDEX)

The 16-item version of the Informant Questionnaire for Cognitive Decline (IQCODE) (Jorm,1994)

The10-word list test of immediate and delayed memory from the Telephone Interview for Cognitive Status (Brandt y

Folstein,1988)

Soledad The UCLA-Loneliness Scale (Russell, 1996)

Una pregunta en una escala de Likert de 5 puntos (Si se sentían solos)

Una pregunta con respuesta de si o no (Si tenían alguien con quien hablar, cuando tenían algún problema) y la variable

de soledad se midió para hacer seguimiento.

Una pregunta sobre la soledad emocional en una escala de Likert de cuatro puntos (“¿Qué tan seguido experimentan la

soledad?”)

Una pregunta de respuesta sí o no (si sufrían de soledad) Autoreporte.


SOLEDAD Y DEMENCIA 24

Un cuestionario estructurado que incluye preguntas demográficas, sociales, psicológicas y cognitivas

Los formatos de obtención de información utilizados y expuestos en la tabla número dos hacen referencia a las variables que se

midieron (funcionamiento cognitivo y soledad), bajo las cuales se evidencio un desarrollo completo y complejo de la prevalencia,

siendo expuesto por medio del análisis de esta revisión literaria. Teniendo en cuenta los criterios de inclusión, se trabajaron 18

estudios o investigaciones cuantitativas, las cuales se centran en las variables a medir.


SOLEDAD Y DEMENCIA 25

Tabla 3

Artículos cuantitativos entorno a la influencia de la soledad en los parámetros de la salud

Variables Autores Resultados

La soledad y

su influencia Donovan, Wu, Se observó que la soledad aceleró el declive cognitivo de los sujetos,

en el SssssperpRentz, durante 12 años independientemente de factores sociodemográficos,

deterioro Sperling, salud, física y emocional. Después del ajuste para la depresión interactuando

cognitivo Marshall y Glymour con el tiempo, tanto las categorías de baja como de alta depresión estaban

(2017) relacionadas con el rápido deterioro cognitivo y el efecto estimado de la soledad fue

marginalmente significativo.

Ellwardt, Aartsen, El apoyo emocional demora el deterioro cognitivo solo indirectamente, y

Deeg, y Steverink también el apoyo instrumental, y que de forma contraria la soledad opera como un FR.

(2013)

Gow y Mortensen En el estudio longitudinal realizado en esta investigación se encontraron asociaciones entre fuentes de apoyo social

(2016) (el estar casado y el vivir con otros) y el no sentirse solo con tener un buen nivel de funcionamiento cognitivo en los
SOLEDAD Y DEMENCIA 26

participantes de edades entre los 50 y 80 años, mientras que en los participantes que tenían la misma edad, pero que

reportaron sentirse solos debido a situaciones como la muerte de su pareja y el no vivir con nadie, presentaron el sufrir

de un nivel de declive cognitivo mayor.


SOLEDAD Y DEMENCIA 27

Tabla 3 (continuación)

Holwerda, Deeg, Los altos mayores con sentimientos de soledad tenían más probabilidades de desarrollar demencia que los que no

Beekman, Van tenían dichos sentimientos. Por otro lado, el aislamiento social no tuvo una relación significativa con la aparición

Tilburg, Stek, de demencia.

Jonker y Schoevers

(2016)

Los datos de la investigación confirmaron las correlaciones entre la soledad, el enviudar, la percepción de salud,

Paúl y Ribeiro el malestar psicológico y el deterioro cognitivo.

(2009)

Wilson, et al (2007) Los sujetos que tenían riesgo de sufrir la enfermedad de Alzheimer fue más que duplicado en las personas que se

encontraban o se sentían solas.

Yu, Lam y Lee En total el 17,6% de los participantes fueron diagnosticados con MCI. Estos participantes informaron niveles

(2016) significativamente mayores de la percepción de la soledad y la depresión en comparación con los controles

pareados. Las diferencias entre grupos en la soledad seguían siendo importantes, incluso después de que los

niveles de depresión habían sido controlados.


SOLEDAD Y DEMENCIA 28

Zhong, Chens y Se halló que los sujetos de la muestra que obtuvieron puntuaciones bajas en el Mini Mental State se

Conwell (2016) experimentaban sentirse solos de forma transitoria o cronica. Sin embargo los adultos mayores que se sentían

solos de manera cronica tendían a tener una mayor perdida de sus funciones cognitivas.

Tabla 3 (continuación)

Zhong, Chens, La soledad severa se asoció con las funciones cognitivas más pobres, teniendo en cuenta los puntos de evaluación previa,

Tu y Conwell las evaluaciones posteriores, y viceversa.

(2017)

Zhou, Wang y Se comprobó que la soledad aumenta el riesgo de padecer demencia, concluyendo que los hombres que se sentían solos

Fang (2017) tendían a sufrir más de demencia, que las mujeres.

Soledad Adams, Sanders Al estudiar la depresión se tomaron en cuenta las variables, tales como: la edad, el número de condiciones de salud

relacionada y Auth (2004) crónicas, el duelo reciente por la pérdida de un ser querido, Un menor número de personas en la red de apoyo social, el

con ciertos participar cada vez menos en actividades sociales y poco interés en asistir a la iglesia. Además, los puntajes de soledad

parámetros de evidenciaron que únicamente el 8% de los datos, se veían afectados por los puntajes de las pruebas que evaluaban la

la salud variable de depresión, haciendo notar que la soledad es un FR independiente que tiene cierta influencia en la
SOLEDAD Y DEMENCIA 29

sintomatología de este trastorno.

Hawkley, Presencia en el incremento de la Presión arterial (PAS) son acumulativos, de tal modo que altos niveles iniciales de

Thisted, Masi y soledad se ligaron a un mayor aumento de la PAS, que se presentaron en un periodo de 4 años. La soledad se tomó como

Cacioppo (2010) una variable que tenía influencia sobre la PAS, independiente a ciertos factores sociodemográficos y culturales, junto a

ciertas condiciones de salud mental y física, presencia de estrés y el apoyo social con el que contaban.

Hawkley, La soledad estuvo directamente relacionada con una disminución significativa de la actividad física teniendo en cuenta

Thistedulos y variables como la edad, género, educación y estabilidad económica junto a otras variables sociodemográficas; tales como

Cacioppo (2009) el sufrir de depresión, sufrir estrés, manejar hostilidad y el apoyo social junto a la percepción de la salud de la persona.

Esta relación se hizo con base en las emociones hedonistas, pero no por medio de un control de lo social, como el tamaño

del grupo de apoyo, el estado civil, o pertenecer a un grupo religioso.

En referencia a la tabla número tres se presentan en total 13 artículos cuantitativos. En tres de ellos se muestra como se afecta a

la salud mental y emocional, presentada por medio de una correlación directa entre las soledad y deterioro cognitivo, siendo que en

general se puede aumentar la probabilidad de padecer DCL, y en algunos casos esto lleva a la demencia. Es de anotar la existencia de

cinco artículos, los cuales no se consideraron pertinente exponerlos en esta tabla, puesto que los resultados no mostraban una relación

directamente direccionada a la soledad y el deterioro cognitivo y, en otros casos se enfocaba en una relación direccionada entre el
SOLEDAD Y DEMENCIA 30

aislamiento social y la soledad. Los resultados mostraban que la pérdida de un ser querido

o la inexistencia de una red de apoyo social, se convierten en FR que aumentan las posibilidades

que una persona mayor, pueda sufrir de demencia o se enfoque en interacciones negativas.

En particular se muestran los resultados resumidos de las 10 investigaciones que se han tomado

como referencia para revisar la relación bidireccional entre las variables de soledad y deterioro

cognitivo que podía convertirse en DCL o demencia, con el objetivo de analizar la

correspondencia que existe entre estas.

Los resultados hallados en los artículos empíricos aquí expuestos, permiten demostrar en

esta revisión literaria, que la soledad presenta un alto impacto en la salud mental y física de los

ancianos. Por lo tanto, las investigaciones que se han interesado por estudiar la soledad y sus

efectos en diversos grupos de la tercera edad, llegan a demostrar que se presenta como un FR

para la salud en general, siendo esta una hipótesis que se ve apoyada en los estudios de Hawkley,

Thisted, Masi y Cacioppo (2010), Hawckley Thisthed y Cacciopo (2009), quienes demostraron

que las personas adultas que se sentían solas, tendían a tener comportamientos menos saludables

como dejar de ejercitarse. Por otro lado, demostraron Adams, Sanders y Auth, (2004), Donovan,

Wu, Rentz, Sperling y Marshall (2017) de igual forma que los ancianos también se ven muy

afectados por trastornos emocionales como la depresión.

Por último, se puede decir que la soledad como un FR, aumenta la probabilidad en que se

desarrolle un deterioro cognitivo. Esta revisión se centró en las investigaciones que se

referencian a continuación Donovan, Wu, Rentz, Sperling y Marshall(2017); Ellwardt, Aartsen,


SOLEDAD Y DEMENCIA 31

Deeg, Steverink y Glymour (2013); Gow y Mortensen (2016); Holwerda, et al. (2016); Paul y

Ribeiro (2009); Wilson, et al (2007); Yu, et al. (2016) Zhong, Chens y Conwell (2016); Zhong,

Chens y Conwell, (2017); Zhou, Wang y Fang, (2017) cuyos resultados mostraron que la soledad

efectivamente es un FR relevante y común, para que los adultos mayores desarrollen o sufran de

deterioro de sus funciones cognitivas tanto en el DCL como en la demencia, independiente de la

existencia o no de otras variables causales.

Además, otras investigaciones revisadas que son de carácter cualitativo se centran en la

influencia que ejerce la demencia sobre la percepción o sentimiento de soledad, ya que estas

personas sufren la pérdida de sus funciones cognitivas generando como consecuencia su

aíslamiento y que posteriromente se sientan solas o en otros casos que se perciban solas, puesto

que no recuerdan una interacción directa con su circulo social más cercano (Duane et. al. 2011;

Harris, 2006; Moyle et al., 2010).

Por otro lado los resultados de los cinco estudios restantantes de los 18 encontrados uno

de ellos la investigación de van Houwelingen, den Elzen, le Cessie, Blom y Gussekloo (2015) no

estudiaba la relación directamente direccionada entre soledad y deterioro cognitivo de ellos se

centraban más entre la relación direccionada entre aislamiento social tomandolo como un tipo de

soledad y el deterioro cognitivo u otras variables (depresión), que se referencian a continuación

Bassuck et al. (1999); Burholt et al. (2016); Prince, Harwood, Blizard, Thomas y Mann (1997) y

Ryan (1998) y uno de ellos se concentraba en las interacciones sociales negativas como posibles

causa que origina el aislamiento social (Wilson et al., 2015) .


SOLEDAD Y DEMENCIA 32

Discusión

El objetivo general de esta revisión literaria es presentar el análisis frente a la relación

existente entre demencia y soledad.

Los estudios cuantitativos revisados indican la relación existente y significativa entre las

variables de soledad y deterioro cognitivo. Autores como Paúl y Ribeiro (2009), Tilvis et al.

(2004), y Zhong, Chens y Conwell (2016) consideraron que la influencia esta direccionada a

estos dos temas tan importantes los cuales se evidencian, en las personas al percibirse solas en la

tercera edad, y muestran dificultades en la interacción tanto social como de empatía en un

entorno, puesto que al ser FR aumenta la posibilidad de padecer DCL o en los peores casos

demencia.

Por otro lado, en la búsqueda sistemática realizada no se encontraron investigaciones de

tipo cuantitativo que hicieran referencia a la influencia que puede llegar a ejercer la demencia

sobre la percepción de soledad en los ancianos. Sin embargo, se encontraron estudios

cualitativos, en los que autores como Duane et al. (2011), Harris (2006), Moyle et al. (2010)

afirman que el hecho de padecer demencia tiene un efecto negativo en la vida de los adultos

mayores, ya que se percibían solos así tengan una buena red de apoyo, mostrando que al final no

esto no es una garantía para recuperar las buenas condiciones de vida de estas personas, puesto

que no se ve una mejoría en su funcionamiento global y sigue sin minimizarse el avance del

deterioro cognitivo que presentan.

A nivel específico, Moyle et al. (2010) encontraron que la demencia incide en la soledad

presentada bajo la influencia de las siguientes situaciones: 1) Mantenerse conectado con los

demás, 2) Perder la capacidad de participar socialmente, 3) Experimentar soledad, 4) superando a


SOLEDAD Y DEMENCIA 33

la soledad” (p. 1447). En estos tópicos se presentan la relevancia de las relaciones familiares e

interpersonales, las cuales son fundamentales para disminuir los sentimientos de soledad en las

personas que experimentan demencia.

Por otra parte el autor Harris (2006) se interesó por investigar las experiencias de los

adultos mayores que padecen los primeros estadios de demencia, plantea una serie de entrevistas

que realiza a los adultos, en las cuales evidencia que debido al detrimento que se presenta en las

funciones cognitivas de las personas, no le permiten ser activas socialmente, ya sea, porque se

sienten más seguras quedándose en sus casas o porque pierden el interés para socializar con

otros, puesto que se les dificulta entender y seguir el hilo de una conversación. Esto llevando a

que puedan terminar aislándose inconscientemente y se genere en ellos inevitablemente un

sentimiento de soledad.

El impacto que genera la soledad como FR, puede llegar a aumentar las posibilidades de

sufrir un deterioro cognitivo, ya sea leve o severo en el adulto mayor. Para Ryan (1998) la

percepción de las personas frente al sentimiento de soledad está ligado a su entorno, por lo tanto,

buscan tener una red de apoyo social, al verse incapaces de reconocerla y terminar

deteriorándose rápidamente tanto cognitiva como emocionalmente.

Es relevante y de tener en cuenta, el momento en que el anciano no es capaz de dar su

punto de vista u opinión con respecto a algún tema del que se le esté hablando. Esto es un indicio

que el adulto mayor se encuentra en un deterioro cognitivo, en el que se genera una menor

actividad por parte de ciertos neurotransmisores, creando un desbalance químico en el cerebro y

presentando la dificultad para producir estados emocionales positivos, y llegar a manejar de

forma efectiva sus comportamientos. Sumado a esto, se empiezan a deteriorar en los procesos de

memoria, atención, ejecución y son menos activos (Ellwardt et al., 2013)


SOLEDAD Y DEMENCIA 34

En cuanto al detrimento en sus niveles de actividad, también se ve asociado a una serie de

cambios en sus vidas, por ejemplo, dejan de trabajar, se ven afectados por la muerte de un ser

querido, sufren por el abandono de los hijos en el hogar, entre otros. Estos cambios tienen un

efecto a nivel emocional, relacional y de autovaloración, ya que pueden llegar a pensar que no

son tan útiles como antes. (Hawkley y Capitanio, 2015). También se ha comprobado que entre

más solos puedan sentirse los adultos mayores, su deterioro cognitivo se incrementará de manera

significativa, al igual que el sentimiento de depresión ya que son dos FR que se deben tratar o

intervenir (Donovan, et al. 2017).

Teniendo en cuenta la lectura de los artículos de carácter cuantitativo y el análisis de las

revisiones literarias halladas, se encontró que la mayor parte de estos documentos presentan la

soledad como un FR, el cual aumenta las probabilidades en los adultos mayores de sufrir de DCL

o demencia, generando un declive de los procesos cognitivos en los adultos mayores. Esta

probabilidad ha sido estudiada en varios países del continente europeo, por autores como

Ellwardt et al. (2013); Gow et al. (2016); Holwerda et al. (2012); Paul y Ribeiro et al. (2009); en

China Yu, Lam y Lee (2016); Zhong, et al. (2016); Zhong, et al. (2017); Zhou, et al. (2017) y en

los Estados Unidos por Donovan et al. (2017); Hackley et al. (2015); Wilson et al. (2007).

Ahora bien, nos encontramos con también con tres estudios cualitativos que presentan la

relación de soledad y demencia. Autores como Harris (2006), Duane, et al. (2011) y Moyle et al.

(2010), enseñan un compendio de información desde la recolección la cual se obtiene por medio

de entrevistas a varias personas, las cuales están en los primeros estadios de demencia, y esto los

lleva a obtener resultados subjetivos a causa de su representatividad y poco control en variables

extrañas.
SOLEDAD Y DEMENCIA 35

Es de anotar que, en la búsqueda sistemática realizada, no se encontró ningún tipo de

investigación que hiciera referencia a la temática trabajada en Latinoamérica. Este caso hace

difícil encontrar información de la relación o la influencia directa que presenta la soledad sobre

la aparición del deterioro cognitivo.

Desde la revisión sistemática realizada en este trabajo de grado presento la propuesta para

realizar los siguientes aspectos metodológicos y teóricos, en aras de tener información más útil y

comprensiva dentro del campo investigativo relacionado a esta temática particular.

En el caso de la evaluación y realizar un seguimiento riguroso a esta correlación, es

necesario crear un instrumento o formato de obtención de información que tenga preguntas

cerradas, para así llegar a respuestas suficientemente claras para los adultos mayores que sufran

de demencia (Burholt et al. ,2016). También se deben crear modelos o ejercicios terapéuticos de

intervención, que permitan trabajar el aspecto de la soledad (Boss, Kang y Branson, 2015). Esto

con el fin de brindar herramientas a esta población, a sus familiares y los profesionales en

contacto con estos, y así tienen las nociones mínimas para saber enfrentar los retos que presenta

este FR.

Es un tema importante para trabajar con un equipo interdisciplinario, sobre todo en las

carreras que forman parte de las ciencias de la salud, puesto se debe llamar la atención sobre el o

los FR que genera la soledad, con la intencionalidad de proponer o trabajar en campañas de

prevención que brinden mayor información, tanto a los adultos mayores como a cuidadores y

familiares.
SOLEDAD Y DEMENCIA 36

Por último, al ser una revisión teórica se presenta este análisis en el que se evidencia la

relación bidireccional entre la soledad y demencia, teniendo en cuenta que la población de

estudio son los adultos mayores, quienes padecen o presentan carencias afectivas que las llevan a

este trastorno. Cada investigación aporto los elementos necesarios para identificar las causas y

las consecuencias, que permiten evidenciar la soledad como un FR que aumenta las

probabilidades de sufrir un deterioro cognitivo (leve o severo) en esta población. Además, se

presenta cierta evidencia que siguiere que las personas de la tercera edad que sufren de

demencia, tienen mayores probabilidades de percibirse solas que aquellas que presentan un

envejecimiento normal.
SOLEDAD Y DEMENCIA 37

Referencias

Adams, K. B, Sanders, S. & Auth, E. A. (2004). Loneliness and depression in independent living

retirement communities: risk and resilience factors. Aging & Mental Health, 8(6), 475-

485. Doi: https://doi.org/10.1080/13607860410001725054

Alzheimers Association, (2017). Alzheimer. Autor.

Disponible en: http://www.alz.org/espanol/overview-espanol.asp

American Psychiatric Association.(2014). Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos

mentales, DSM-V-TR. Barcelona: Masson.

Barroso, R.J., Delgado, C.R. & Barco, A.N. (2012). Neuropsicología del envejecimiento y las

demencias. En Olga Bruna (Ed.) & Teresa Roig (Ed.), Rehabilitación neuropsicológica

Intervención y práctica clínica. (pp. 259-268). Barcelona, España: Elsevier Masson.

Bassuk, S. S., Glass, T. A. & Berkman, L. F. (1999). Social Disengagement and Incident

Cognitive Decline in Community-Dwelling Elderly Persons. Social Disengagement and

Incident Cognitive Decline in Community-Dwelling Elderly Persons. Annals of Internal

Medicine, 131(3), 1-9.

Boss, L., Kang, D. H. & Branson, S. (2015). Loneliness and cognitive function in the older adult:

a systematic review. International Psychogeriatrics, 27(4), 541-553. Doi:

10.1017/S1041610214002749

Brandt, J., S., M., Folstein, M. (1988). The telephone interview for cognitive status.

Neuropsychiatry Neuropsychol Behav Neurol 1: 111–117.


SOLEDAD Y DEMENCIA 38

Buckley, C. & McCarthy, G. (2009). An exploration of social connectedness as perceived by

older adults in a longterm care setting in Ireland. Geriatric Nursing, 30(6), 390-396. Doi:

10.1016/j.gerinurse.2009.09.001

Burholt, V., Windle, G., Morgan, D. J. & CFAS Wales team. (2016). A Social Model of

Loneliness: The Roles of Disability, Social Resources, and Cognitive Impairment. The

Gerontologist, 57(6), 1 - 12. Doi: 10.1093/geront/gnw125

Cacioppo, J. T. (1994). Social neuroscience: Autonomic, neuroendocrine, and immune responses

to stress. Psychophysiology, 31(2), 113-128. Doi:10.1111/j.1469-8986.1994.tb01032.x

Cacioppo, S., Capitanio, J. P., & Cacioppo, J. T. (2014). Toward a Neurology of Loneliness.

Psychological Bulletin, 140(6), 1464–1504. Doi: http://doi.org/10.1037/a0037618

Custodio, N., Herrera, E., Lira, D., Montesinos, R., Linares, J. & Bendezú, L. (2012). Deterioro

cognitivo leve: ¿dónde termina el envejecimiento normal y empieza la demencia? Anales

de la Facultad de Medicina, 73(4), 321-330. Recuperado de:

http://www.scielo.org.pe/scielo.php?pid=S102555832012000400009&script=sci_arttext

Donovan, N. J., Wu, Q., Rentz, D. M., Sperling, R. A., Marshall, G. A. & Glymour, M. M.

(2017). Loneliness, depression and cognitive function in older US adults. International

Journal of Geriatric Psychiatry, 32(5), 564-573. Doi: 10.1002/gps.4495

Duane, F., Brasher, K. & Koch, S. (2013). Living alone with dementia. Dementia, 12(1), 123-

136. Doi: 10.1177/1471301211420331


SOLEDAD Y DEMENCIA 39

Ellwardt, L., Aartsen, M., Deeg, D. & Steverink, N. (2013). Does loneliness mediate the relation

between social support and cognitive functioning in later life? Social Science &

Medicine, 98, 116-124. Doi:10.1016/j.socscimed.2013.09.002

Folstein, M., F., Folstein, S., E. & McHugh, P., R. (1975). “Mini-mental state”: a practical

method for grading the cognitive state of patients for the clinician. Journal of Psychiatric

Research. 1, 12 (3) 189- 198

Fratiglioni, L., Paillard-Borg, S. & Winblad, B. (2004). An active and socially integrated

lifestyle in late life might protect against dementia. The Lancet Neurology, 3(6), 343-353.

Doi: 10.1016/S1474-4422(04)00767-7

Gow, A. J. & Mortensen, E. L. (2016). Social resources and cognitive ageing across 30 years: the

Glostrup 1914 Cohort. Age and Ageing, 45(4), 480-486. Doi: 10.1093/ageing/afw070

Harris, P. B. (2006). The experience of living alone with early stage Alzheimer’s disease. What

are the person’s concerns? Alzheimer’s Care Quarterly, 7, 84-94.

Hawkley, L.C. & Cacioppo, J. T. (2007). Aging and loneliness: Downhill quickly? Current

Directions in Psychological Science, 16(4), 187-191.Doi: 10.1111/j.1467-8721.2007.

Hawkley, L.C. & Capitanio, J. P. (2007). Perceived social isolation, evolutionary fitness and

health outcomes: a lifespam approach. The Royal Society Publiching, 16(4), 1-12. Doi:

10.1098/rstb.2014.0114

Hawkley L. C., Thisted R. A. & Cacioppo, J. T. (2009) Loneliness predicts reduced physical

activity: crosssectional and longitudinal analyses. Health Psychology, 28(3), 354 – 363.

Doi: 10.1037/a0014400
SOLEDAD Y DEMENCIA 40

Hawkley, L.C., Thisted, R. A., Masi, C. M. & Cacioppo, J. T. (2010). Loneliness predicts

increased blood pressure: 5-year cross-lagged analyses in middle-aged and older adults.

Psychology and Aging, 25(1), 132 - 141. Doi: 10.1037/a0017805.

Holmén, K., Ericsson, K. & Winblad, B. (2000). Social and emotional loneliness among non-

demented and demented elderly people. Archives of Gerontology and Geriatrics, 31(3),

177–192. Doi: https://doi.org/10.1016/S0167-4943(00)00070-4

Holwerda, T.J., Deeg, D.J.H., Beekman, A.T.F., Van Tilburg, T.G., Stek, M.L., Jonker, C.,

Schoevers, R.A. (2012). Feelings of loneliness, but not social isolation, predict dementia

onset: results from the Amsterdam Study of the Elderly (AMSTEL). Journal of

Neurology, Neurosurgery, and Psychiatry, 85(2), 135-142. Doi: 10.1136/jnnp-2012-

302755

Hughes, C., P., Berg, L., Danziger WLCoben, L., A. & Martin, R., L. (nd) A new clinical scale

for the staging of dementia. British Journal of Psychiatry. 140 (6), 566-572

Jorm A.F. (1994). A short form of the Informant Questionnaire on Cognitive Decline in

the Elderly (IQCODE): development and cross-validation. Psychological Medicine,

24.145–153.

Luanaigh,C. Ó., & Lawlor, B. A. (2008).Loneliness and the health of older people. International

Journal of Geriatric Psychiatry, 23(12), 1213-1221. Doi: 10.1002/gps.2054

Moyle, W., Kellett, U., Ballantyne, A. & Gracia, N. (2011). Dementia and loneliness: an

Australian perspective. Journal of Clinical Nursing, 20(9), 1445-1453. Doi:

10.1111/j.1365-2702.2010.03549.x
SOLEDAD Y DEMENCIA 41

Paúl, C. & Ribeiro, O. (2009). Predicting loneliness in old people living in the community.

Reviews in Clinical Gerontology, 19(1), 53-60. Doi: 10.1017/S0959259809990074

Petersen, R. C., Smith, G. E., Waring, S. C., Ivnik, R. J., Tangalos, E. G. & Kokmen, E. (1999).

Mild cognitive impairment: clinical characterization. Archives of Neurology, 56(3), 303-

308. Doi: 10.1001/archneur.56.3.303

Prince, M. J., Harwood, R. H., Blizard, R. A., Thomas, A., & Mann, A. H. (1997). Social support

deficits, loneliness and life events as risk factors for depression in old age. The Gospel

Oak Project VI. Psychological Medicine, 27(02), 323-332. Doi:

10.1017/S0033291796004485

OMS, (2016). Demencia. Ginebra: Autor. Disponible en

www.who.int/entity/mediacentre/factsheets/fs362/es/

Russell, D. W. (1996). UCLA Loneliness Scale (version 3): reliability, validity and factor

structure. Journal of Personality Assesment 66: 20–40

Ryan, M. C. (1998). The relationship between loneliness, social support, and decline in cognitive

function in hospitalized aged men and women. Journal of Gerontological Nursing, 24(3),

19-27. Doi: 10.3928/0098-9134-19980301-06

Salthouse, T. (2011). Consequences of Age-Related Cognitive Declines. The Annual Review of

Psychology, 63, 201-226. Doi: https://doi.org/10.1146/annurev-psych-120710-100328

Struble, L. M. & Sullivan, B. J. (2011). Cognitive health in older adults. The Nurse Practitioner,

36(4), 24-34. Doi: 10.1097/01.NPR.0000394724.43311.16


SOLEDAD Y DEMENCIA 42

Tilvis, R. S., Kähönen-Väre, M. H., Jolkkonen, J., Valvanne J., Pitkala, K. H. & Strandberg T. E.

(2004) Predictors of cognitive decline and mortality of aged people over a 10-year period.

The Journals of Gerontology: Series A: Biological Sciences and Medical Sciences, 59(3),

268-274.Doi: 10.1093/gerona/59.3.M268.

Van Houwelingen, A. H., den Elzen, W. P., le Cessie, S., Blom, J. W., & Gussekloo, J. (2015).

Consequences of interaction of functional, somatic, mental and social problems in

community-dwelling older people. PloS one, 10(4), 1-11. Doi:

https://doi.org/10.1371/journal.pone.0121013

Victor, C. R. (2012). Loneliness in care homes: a neglected area of research?

Aging Health, 8(6), 637 - 646 Doi: https://doi.org/10.2217/ahe.12.65

Victor, C.R., Scambler, S. J., Shan, S., Cook, D. G., Harris, T., Rink, E. & De Wilde, S. (2002).

Has loneliness amongst older people increased? An investigation into variations between

cohorts. Aging & Society, 22(5), 357-375. Doi:

https://doi.org/10.1017/S044686X02008784

Victor, C. R., Scambler, S. J., Bowling, A. N. N. & Bond, J. (2005). The prevalence of, and risk

factors for, loneliness in later life: a survey. Aging and Society, 25(3), 357-375. Doi:

10.1017/S0144686X04003332

Wilson, R. S., Boyle, P. A., James, B. D., Leurgans, S. E., Buchman, A. S., & Bennett, D. A.

(2015). Negative social interactions and risk of mild cognitive impairment in old age.

Neuropsychology, 29(4), 561. Doi: http://dx.doi.org/10.1037/neu0000154


SOLEDAD Y DEMENCIA 43

Wilson, R. S., Krueger, K. R., Arnold, S. E., Schneider, J. A., Kelly, J. F., Barnes, L. L. &

Bennett, D. A. (2007). Loneliness and risk of Alzheimer disease. Archives of General

Psychiatry, 64(2), 234-240. Doi: 10.1001/archpsyc.64.2.234

Yu, J., Lam, C. L. & Lee, T. M. (2016). Perceived loneliness among older adults with mild

cognitive impairment. International Psychogeriatrics, 28(10), 1681-1685. DOI:

10.1017/S104161021600043

Zhong, B. L., Chen, S. L. & Conwell, Y. (2016). Effects of transient versus chronic loneliness on

cognitive function in older adults: Findings from the Chinese Longitudinal Healthy

Longevity Survey. The American Journal of Geriatric Psychiatry, 24(5), 389-398. Doi:

http://dx.doi.org/doi: 10.1016/j.jagp.2015.12.009

Zhong, B. L., Chen, S. L., Tu, X. & Conwell, Y. (2017). Loneliness and Cognitive Function in

Older Adults: Findings From the Chinese Longitudinal Healthy Longevity Survey. The

Journals of Gerontology: Series B, 72(1), 120-128. Doi:

https://doi.org/10.1093/geronb/gbw037

Zhou, Z., Wang, P. & Fang, Y. (2017). Loneliness and the risk of dementia among older Chinese

adults: gender differences. Aging & Mental Health, 1-7. Doi:

http://dx.doi.org/10.1080/13607863.2016.1277976

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy