07 - A - El Pronombre y La Frase Nominal
07 - A - El Pronombre y La Frase Nominal
07 - A - El Pronombre y La Frase Nominal
Preliminares
Como dijimos anteriormente, una lengua ofrece diferentes estrategias morfosintácticas y léxicas para hacer
referencia a entidades. Anticipamos que los sustantivos introducen entidades al discurso y que, aunque
pueden en algunos contextos hacerlo solos (María compró huevo), por lo general aparecen junto a otras
palabras formando frases nominales (Mi prima menor compró un kilo de huevo rojo). Asimismo, dijimos que
utilizaríamos ‘frase nominal’ como un término de cobertura para diferentes tipos de estructuras sintácticas.
En este caso, incorporaremos a los pronombres como elementos que permiten hacer referencia a entidades
nominales. Por lo anterior, también forman parte de las frases nominales.
Un término de cobertura como el anterior es ‘un arma de doble filo’, permite abstraer y, por ello,
perderá detalle. Requerirá reconocer cada uno de los tipos que forman la clase, pero agrupar estas distintas
estructuras en términos de las funciones que comparten en la oración: sujeto, OD, OI, etc.
1. El pronombre
Los pronombres forman una clase de palabras cerrada, que expresa contenidos principalmente gramaticales
y que entre sus elementos agrupa formas con distintos comportamientos. Desde una perspectiva fonológica,
unos son tónicos (yo, ella, nosotros) y otros son átonos (me, la, nos). Si los describimos desde una perspectiva
morfológica, unos son variables y tienen flexión de género y número (éstos, nuestras, míos), otros son
invariables (nadie, alguien, yo, que, se). Desde una perspectiva sintáctica, los pronombres pueden
desempeñar las mismas funciones que el sustantivo o, más específicamente, que la frase nominal con núcleo
sustantivo (sujeto, objeto directo, objeto indirecto, atributo, etc.). Esto hace que los pronombres y las frases
sustantivas se encuentren en una relación paradigmática y que formen la clase nominal. Recuerde que esta
clase es la que permite introducir entidades al discurso.
Morfosintaxis 1 – FFyL – UNAM -2- Elaboró: Varinia Estrada
Por otro lado, desde una perspectiva semántica, no se considera que los pronombres tengan contenido
léxico pleno, sino deíctico.
La deixis es la propiedad que poseen muchas expresiones gramaticales para expresar significados que dependen de
la posición que ocupen en el espacio o en el tiempo el hablante y el oyente. Si alguien usa la expresión lo que está a
mi derecha, gira después ciento ochenta grados y repite esas mismas palabras, se estará refiriendo en cada ocasión a
algo distinto. Ello es consecuencia de que el posesivo mi y el sustantivo derecha tienen propiedades deícticas. Cuentan
también con un componente deíctico en su significado los pronombres personales, los morfemas verbales de tiempo
y persona, ciertos verbos de movimiento como ir, venir, traer o llevar, así como otros grupos sintácticos [adverbios
aquí, ahí, acá; determinantes esto, eso, aquello ] (RAE, 2009: 327).
Esto quiere decir que la recuperación referencial depende del conocimiento compartido en una
interacción lingüística. Por conocimiento compartido se entiende, en un sentido amplio, información sobre
hechos conocidos del mundo y su funcionamiento (existen el sol y la luna), así como información sobre el
entorno inmediato de la conversación (quiénes están, dónde, qué cosas están cerca o lejos, etcétera).
Además, por conocimiento compartido se hace referencia al conocimiento de lo que ha sido dicho
previamente en la interacción (¿de qué se ha hablado?).
En síntesis, son un tipo de palabra particular. El grupo tiene comportamientos diferenciados y en
algunas zonas se parecen a otras clases de palabras (sobre todo determinantes, sustantivos y adjetivos). Este
último comentario no es irrelevante. Verá que los pronombres usan palabras que en otros contextos
funcionan como otras cosas. Mi recomendación sería que se aprenda de memoria algunas listas breves y
que, para lo demás, aprenda a reconocer la función principal de un pronombre: ¡Hacer referencia a una
entidad en el discurso!
La expresión persona gramatical [p]uede aludir a las personas del discurso, en el sentido de los participantes en el
acto verbal: el que habla (PRIMERA PERSONA), aquel a quien se habla (SEGUNDA PERSONA) y aquel o aquello de lo que se
habla (tercera persona) (RAE, 2009: 301).
Considerando su tonicidad y su función con respecto a la oración, los pronombres personales pueden
clasificarse de la siguiente manera:
(a) Tónicos: tienen acento prosódico y dependiendo de su forma pueden aparecer en posición de sujeto o
dentro de FP en otra función oracional (complemento de régimen prepositivo, complemento circunstancial,
complemento agente, complemento adnominal, etcétera).
Pronombres tónicos
Persona >> 1ª 2ª 3ª
Singular Plural Singular Plural Singular Plural
Función oracional tú ustedes él
nosotros ellas
yo vos vosotros ella
Sujeto nosotras ellos
usted vosotras ello
PP + sí, él, PP + ellos,
ella, ello ellas
DENTRO DE FP PP + mí PP + PP + ti, usted, vos PP + ustedes,
(Distintas funciones nosotros, vosotros,
consigo consigo
oracionales) conmigo nosotras contigo vosotras
(mismo, (mismos,
misma) mismas)
(b) Átonos o clíticos: No tienen acento prosódico, se caracterizan por acompañar siempre a un verbo.
Para una subclasificación, se llaman ‘proclíticos’ cuando van antes del verbo y se escriben como
palabras diferentes: Me lo traes, por favor. Se llaman ‘enclíticos’ cuando van después del verbo y se escriben
en una sola palabra junto al verbo: Tráemelo, por favor. En este último caso, debe prestarse mucha atención:
El verbo en forma imperativa es ‘trae’, esto quiere decir que ‘me’ es el OI (a mí) y que ‘lo’ es el OD (eso o
cualquier entidad que concuerde su flexión con masculino singular). Por lo que puede parafrasearse como:
‘Trae a mí eso, por favor’.
Observe con atención: La primera persona (singular y plural) y la segunda persona (singular) comparten
las mismas formas para OD y OI (me, nos, te). Va a requerir, una y otra vez, hacer pruebas para saber qué
función cumplen estos clíticos. En gris se señala el ámbito en donde se evidencia una diferencia marcada
entre los clíticos de OD y los de OU: Son la 2ª persona (plural) y la 3ª persona (singular y plural). Dado que las
formas son distintas para OD y para OI, se recomienda cambiar un clítico como ‘me, te, nos’ a la 3ª persona
para develar la función.
Prueba: Ante ‘me, te, nos’ > cambio a 3ª >> Si es LO/LA es OD, si es LE/LES es OI
A continuación se presentan dos modos diferentes de organizar a los pronombres personales. Si se fija
con atención, en mi clasificación y la de ellos existen puntos coincidentes. La diferencia central se plasma en
el parámetro inicial, el mío considera una cuestión fonológica, la tonicidad, los que siguen a continuación se
centran en una perspectiva sintáctica.
Morfosintaxis 1 – FFyL – UNAM -5- Elaboró: Varinia Estrada
PERSONA GRAMATICAL
PRIMERA PERSONA SEGUNDA PERSONA TERCERA PERSONA
CASO
tú: Tú no estabas allí. él: Él no ha venido todavía.
Sing
Yo vos: Vos tenés la culpa ella: Ella está aquí hace rato.
.
[usted: Usted no tiene la culpa] ello: Si ello fuera cierto…
NOMINATIVO O
nosotros: Nosotros llegamos vosotros: Vosotros tenéis
RECTO
Plur antes. razón. ellos: Ellos son así.
. nosotras: Nosotras estábamos vosotras: Vosotras iréis juntas. ellas: Ellas son diferentes.
ahí. [ustedes: Ustedes irán juntas]
lo: Eso no lo necesito.
Sing la: Trae la carpeta y dámela.
me: No me entienden. te: Te querré por siempre.
. se: Aquel hombre se veía
ACUSATIVO perdido.
os: Os ayudaremos. los: A esos ni los nombres.
Plur
nos: Nos colocaron separados. [los: Los ayudaremos las: Esas notas ya las he leído.
.
las: Las ayudaremos] se: Ambos se miraron.
le: Le presté mi bicicleta.
Sing
me: Me duelen las muelas. te: Te contaré un cuento. se: Se lo conté todo a mi
.
amigo.
DATIVO
les: Les ofrezco mi casa.
Plur os: Os daremos trabajo.
nos: Nos van a arreglar la casa. se: Se la suelo ofrecer a mis
. [les: Les daremos trabajo]
parientes.
él: Confiaba en él.
ella: Corrió feliz hacia ella.
ti: Lo compré para ti. ello: Pensaré en ello.
Sing mí: No te olvides de mí.
vos: Quiero hablar con vos. sí: Piensa demasiado en sí
. conmigo: Vendrás conmigo.
contigo: Iré contigo. mismo.
consigo: Lleva los papeles
PREPOSICIONAL U
consigo.
OBLICUO
vosotros: Esperaré por ellos: La cometa planeaba
vosotros. sobre ellos.
nosotros: Vivió entre nosotros.
Plur vosotras: No me iré sin ellas: Caminaba tras ellas.
nosotras: No te vayas sin
. vosotras. sí: No dan más de sí.
nosotras.
[ustedes: No me iré sin ustedes consigo: Hablan consigo
] mismos.
(El cuadro fue modificado, RAE, 2009: 299-300)
Morfosintaxis 1 – FFyL – UNAM -6- Elaboró: Varinia Estrada
Por otro lado, José Ignacio Hualde y otros autores nos indican:
La flexión de los pronombres personales en español se diferencia de la de los sustantivos en que, además de expresar
diferencias de género y número, señala también diferencias de caso. Por caso, como categoría flexiva, entendemos
la modificación en la forma de los sustantivos y sus modificadores como consecuencia de su función sintáctica en la
oración. En latín, por ejemplo, la palabra “rey” aparece en formas algo diferentes en cada una de las oraciones
siguientes debido a las distintas funciones sintácticas que en ellas desempeña: REX̄ LABORAT̄ "el rey trabaja", REG ̄ EM VIDEŌ
"veo al rey", MARCUS REḠ Ī FLOR̄ ES̄ DAT "Marco da flores al rey". Decimos que REX̄ está en caso nominativo o de sujeto,
REḠ EM en caso acusativo o de objeto directo, y REG ̄ Ī en caso dativo o de objeto indirecto. Está claro que en español, al
contrario que en latín, los sustantivos no tienen morfología de caso. Los pronombres personales, sin embargo, sí
tienen formas diferentes según el caso. Podemos distinguir cuatro casos morfológicos en la flexión de los pronombres
en español: nominativo, acusativo, dativo y preposicional, aunque según el pronombre las formas para dos de estos
casos pueden ser iguales [me, te, nos, se], como se muestra en la tabla 3.5:
Recuerde: La diferencia entre mi organización y la de ellos es que la mía parte de un parámetro anterior (si
es tónico o átono) para clasificarlos después de acuerdo a las funciones gramaticales que tienen tónicos y
átonos por separado.
¿Qué pasó en Juan se las echa? ¿Por qué el clítico de OD recibe el plural del OI? ¿Por qué el clítico de OI
cambia de ‘les’ a ‘se’?
i. El pronombre de OI ‘les’ se vuelve ‘se’ para evitar la cacofonía *Juan les la echa.
ii. El plural correspondiente al OI (las plantas) se pasa al clítico de OD (la) correspondiente a (agua).
¿Por qué? Parece ser que el hablante privilegia la marca de plural, puesto que el pronombre ‘se’ es opaco con respecto a
quién. Esto también pasa en ‘Se los dije’ > a los niños / a ustedes.
Los pronombres átonos se combinan entre sí y forman a menudo grupos o conglomerados (se lo, me las, te los, se me
la, etc.). Estos grupos se colocan antepuestos o pospuestos al verbo en las mismas condiciones que cuando aparece
un solo pronombre: Se lo daré; Traigo esto para dárselo; Dáselo; No se lo des. El orden de los pronombres en el interior
de estos conglomerados es estricto. Obedece a las siguientes condiciones:
A. La forma se, en cualquiera de sus valores gramaticales, precede a los demás pronombres átonos
del grupo.
B. Los demás pronombres se agrupan de acuerdo con la escala 2.ª > 1.ª > 3.ª. Es decir, los
pronombres de segunda persona preceden a los de primera, y estos a los de tercera.
C. Los pronombres de dativo preceden a los de acusativo, salvo que ninguno de los dos distinga
morfológicamente estos casos.
D. Los pronombres átonos reflexivos preceden a los no reflexivos. A estos efectos se consideran
también reflexivos los que caracterizan a los verbos pronominales.
E. En presencia de los pronombres de acusativo, los de dativo adquieren la forma invariable se si
ambos presentan rasgos de tercera persona.
Las condiciones están ordenadas jerárquicamente, de modo que cada una de ellas tiene preferencia sobre las
siguientes. De acuerdo con A, se rechazan en la lengua culta secuencias como Me se cayó por Se me cayó; Te se va a
derretir el helado por Se te va a derretir el helado, que a veces se oyen en el habla popular, aunque no en todos los
países. Los conglomerados de tres pronombres átonos son más frecuentes en el español americano (especialmente
en el de México y Centroamérica) que en el europeo. Repárese en que expresiones como Se me lo llevaron respetan
A y B, puesto que se es el primer pronombre, de acuerdo con A, y me (1.ª persona) precede a lo (3.ª persona), de
acuerdo con B. (RAE, 2009: 311-312).
Morfosintaxis 1 – FFyL – UNAM -8- Elaboró: Varinia Estrada
Los demostrativos permiten realizar divisiones en el espacio (o, más exactamente, en la distancia) que separa el
hablante del referente. […] En la interpretación clásica, los demostrativos este (y sus variantes de género y número)
denotan proximidad con el hablante; ese (y sus variantes) denotan proximidad con el oyente, y aquel (y sus variantes)
expresan lejanía respecto de ambos. Algunos análisis actuales postulan, en cambio, una oposición entre este, que
denota cercanía al hablante, y aquel, que indica lejanía. El demostrativo ese sería el elemento no marcado que puede
tomar ambos valores y que se usa en situaciones en las que la relación de proximidad no es relevante (RAE, 2009:
330).
El análisis tradicional:
- Hablante: éste, ésta, éstos, éstas >> Éste no sabe nada, Me gustan más éstas.
- Oyente: ése, ésa, ésos, ésas >> Ése tiene mucha gente, Toma ésas, son tuyas.
- Más distal: aquél, aquélla, aquéllos, aquéllas >> Vimos a aquél y nos saludó, Aquélla es de Ana.
Tenga cuidado, no confunda los pronombres demostrativos con los adjetivos determinativos
demostrativos (pertenecientes a la clase de los determinantes). La clave está en observar lo que está
alrededor, si hay un sustantivo cerca del lado derecho, se trata de un determinante, si no hay un
sustantivo, tenemos un pronombre.
Determinantes Este libro me gustó muchísimo. Esos helados son muy sabrosos. Aquella joven es mi prima menor.
Pronombres Éste me gustó muchísimo Ésos son muy sabrosos. Aquélla es mi prima menor.
Es difícil proporcionar una relación exhaustiva de los cuantificadores del español, puesto que, como se verá, se trata de una
clase transversal, de límites a veces borrosos, muy heterogénea y sujeta a variaciones geográficas. El cuadro que sigue
recoge los cuantificadores fundamentales, así como sus principales características morfológicas. Todos ellos son
cuantificadores nominales, en el sentido de que funcionan como pronombres o adjetivos. No obstante, algunos presentan
variantes adverbiales.
Es un ‘relajo’. Por eso una y otra vez intento caracterizar estas clases trancategoriales de acuerdo al
tipo de significados que expresan y a las clases de palabras por sus comportamientos.
Morfosintaxis 1 – FFyL – UNAM -10- Elaboró: Varinia Estrada
Los cuantificadores pertenecen a diversas clases gramaticales de palabras: algunos son siempre pronombres, como
cada uno, alguien, nadie y los neutros [alguno, algo]; otros, siempre adjetivos o determinantes, como cada, sendos.
[Otros pueden ser pronombres], como en con la aprobación de todos; Muchos dirán que te equivocas; Convencerás a
algunos; Ponme cuatro, o adjetivos: todos los presentes, muchos días, algunos libros, cuatro manzanas. […] Algunos
cuantificadores, como mucho, poco, bastante, demasiado, más, menos, cuánto, cuanto y tanto, pueden admitir esos
tres usos. Así, mucho es pronombre en ¿Falta poco tiempo o mucho?, adjetivo en Falta mucho tiempo y adverbio en
Duerme mucho (RAE, 2009: 360).
En la actualidad se acepta generalmente una división de base semántica entre dos grupos de cuantificadores: los
llamados fuertes (también universales y a veces DEFINIDOS) y los llamados débiles (o INDEFINIDOS) (RAE, 2009: 361).
Son fuertes los cuantificadores todo, cada (uno) y ambos. Estos cuantificadores comparten con los determinantes
definidos una importante propiedad semántica: los grupos sintácticos que forman se aplican a la totalidad de las
entidades a las que se refiere el sustantivo. Por el contrario, la predicación que introducen los débiles (como algún,
mucho, varios, poco o los numerales, entre otros) no se aplica más que a una parte de ese conjunto (RAE, 2009:361-
362).
– Pronombres indefinidos
Estos pronombres designan entidades cuya identidad no conocemos: cualquiera, alguien, nadie, alguno,
ninguno, pocos, bastantes, etc. Insistiré en cada caso: Más que aprender listas de palabras, reconozca la
función del pronombre: Refiere a una entidad indefinida. Por ejemplo: Nadie llegó, A la reunión fueron
bastantes, Alguien levantó la mano, Se lo dijo a cualquiera, Todos lo saben, Pocos lo saben, Muchos lo saben,
Quince lo saben.
Según el Manual de la NGLE, podemos subclasificar a los cuantificadores indefinidos de la siguiente
manera:
- existenciales (alguno, ninguno, algo, nada, alguien, nadie) expresan la existencia o inexistencia de la persona o
cosa de la que se habla;
- numerales cardinales (dos, veinte, ciento cuarenta y seis) expresan cómputos establecidos en función de la serie
de los números naturales;
- evaluativos (mucho, poco, un poco, un tanto, bastante, demasiado, unos cuantos) introducen una medida
imprecisa, superior a la unidad e inferior a la totalidad, establecida en función de una norma o una expectativa
- cualquiera (llamado de indistinción o de elección libre) se adscribe a los débiles. Aun así, la interpretación
existencial que muestra en algunos contextos (Pregúntale a cualquiera viene a significar ‘Pregúntale a alguien,
sea el que fuere’) alterna en otros contextos con propiedades e interpretaciones que parecen corresponder a los
cuantificadores fuertes: Cualquier persona tiene derecho a la vida equivale, en efecto, aproximadamente, a Todas
las personas tienen derecho a la vida (RAE, 2009)
Morfosintaxis 1 – FFyL – UNAM -11- Elaboró: Varinia Estrada
– Pronombres definidos
Todo/Todos/Todas: El pronombre neutro todo adopta la forma del masculino singular: Todo ha terminado entre
nosotros. [...] Cuando se construye en plural, el pronombre todo adquiere, al igual que otros cuantificadores, dos
valores. En el primero, todos se usa (en masculino) con el significado de ‘todas las personas’, como en Imagínate que
todos actuaran como lo haces tú (Dorfman, Muerte) (RAE, 2009: 374). En el segundo valor, el pronombre todos / todas
concuerda con algún grupo nominal introducido en el discurso previo, que constituye su antecedente: El hombre, que
a todos los animales domina, que de todos se vale, que se alimenta con los más nobles ¿temblará ante un indigno
roedor como tú? (Galdós, Episodios); Su cocina parecía una vitrina de aparatos domésticos y los usaba todos (Allende,
Eva). El singular todo / toda, en cambio, carece del primer valor y no suele aparecer en los contextos en los que ha de
recuperarse su antecedente. No se dice, por ejemplo, hablando de cierta ciudad, *En toda hay una sola farmacia, sino
En toda ella hay una sola farmacia (RAE, 2009: 374).
Ambos/as: La forma ambos posee flexión de género (ambos / ambas), pero carece de variante en singular. Admite un
uso adjetival o cuasiadjetival (transcribir ambos textos) y otro pronominal (transcribir ambos). Solo se combina con
sustantivos contables. En tanto es un cuantificador universal, designa la totalidad de un conjunto que contiene dos
elementos. Equivale, pues, a los dos, pero admite también en muchos contextos la paráfrasis cada uno de los dos
(RAE, 2009: 379).
Los relativos, interrogativos y exclamativos se analizan conjuntamente en las gramáticas porque presentan rasgos
léxicos y morfológicos muy similares, pero también porque en las oraciones a las que dan lugar se hace referencia a
una incógnita (o variable lógica) que corresponde al argumento, al adjunto de algún predicado o bien a un atributo.
Así, con el interrogativo qué se solicita del interlocutor que identifique el valor de la variable que corresponde al
complemento directo de lees en la pregunta ¿Qué lees? En la variante exclamativa ¡Qué lees! aparece la misma
variable, pero en este caso se expresa la sorpresa del hablante al identificar su referencia.
Por su parte, el relativo que en el libro que lees también introduce una variable, cuyo valor aporta el antecedente (en
este caso libro) del que carecen los interrogativos y los exclamativos. Estas palabras no siempre inciden directamente
sobre el verbo como argumentos o adjuntos, ya que algunas son determinantes o adverbios que modifican a otras
expresiones, como en qué ideas, cuyo precio, cuánta insensatez, cuán veloz, qué bien. Los relativos, interrogativos y
exclamativos pueden clasificarse en función de varios criterios (RAE, 2009: 406).
Desde el punto de vista semántico, los relativos, interrogativos y exclamativos pueden hacer referencia a personas
(quien, quién), cosas (lo que, qué), lugares (donde, dónde), maneras (como, cómo), tiempos (cuando, cuándo) y
cantidades o grados (cuanto, cuánto). Algunas de estas voces tienen también usos no literales, como en de donde se
deduce que…, ya que donde no denota aquí exactamente un lugar. […]
Las palabras relativas, interrogativas y exclamativas forman grupos sintácticos. Así, los segmentos de cuyo nombre, a
cuantos vecinos, detrás de los cuales o un hermano del cual son grupos relativos (§ 22.2.1) que aparecen siempre en
posición inicial y desempeñan diversas funciones. (RAE, 2009: 407)
Morfosintaxis 1 – FFyL – UNAM -12- Elaboró: Varinia Estrada
- Pronombres relativos
Permiten la introducción de una oración subordinada de relativo en una oración principal. Usualmente, los
pronombres relativos toman como referente un antecedente nominal (o una entidad fácilmente inferible en
una interacción).
Los relativos se diferencian de los interrogativos y exclamativos en que tienen antecedente. Este puede ser expreso, como
en La persona que venga me encontrará aquí, o tácito, como en Quien venga me encontrará aquí, que contiene la misma
información. […]
Las oraciones que forman los relativos suelen ejercer la función de modificadores del sustantivo antecedente, a la manera
de los adjetivos, como en la novela que estoy leyendo. (RAE, 2009: 408)
Ejemplos:
Interrogativos: ¿Qué comieron?, ¿Quién ganó?, ¿Cuántas fueron?, ¿Cuántos son?, ¿Qué te pasó?
Exclamativos: ¡Mira quién llegó!, ¡Cuántos son!
pueden ser sustituidos por una FP introducida por ‘de’ (de + FN): Los libros son de tu hermano >> Los libros
son suyos.
Recuerde: La clase de los posesivos es transcategorial, atraviesa clases de palabras diferentes y tiene
comportamientos diferentes en cada clase de palabras. Esto ha provocado que, desde una perspectiva
sintáctica, no exista acuerdo con respecto a si los posesivos pueden o no ser pronombres. Por lo tanto,
encontrará variaciones de clasificación de acuerdo a la gramática que revise. Por ejemplo:
En este curso, consideramos que sí hay pronombres posesivos, palabras que pueden conmutarse con
frases nominales, porque permiten hacer referencia a entidades: Esa casa es mía >> Esa casa es mi casa, Esa
casa es tuya >> Esa casa es tu casa. Desde esta perspectiva, ‘tuya’ y ‘tu casa’ están en una relación
paradigmática, ambas refieren a entidades, ambas establecen una relación poseedor-poseído. Esto se puede
Morfosintaxis 1 – FFyL – UNAM -14- Elaboró: Varinia Estrada
comprobar, también, en el hecho de que, en ciertos contextos, podemos conmutarlos por estructuras
preposicionales que integran una FN: La camisa es suya >> La camisa es de Juan. Hemos visto un
comportamiento similar en el ámbito de los pronombres personales que, en algunos casos, pueden
conmutarse por frases preposicionales que integran una FN: Vimos a María >> La vimos.
Como se mencionó, la doble referencialidad ‘poseedor-poseído’ está plasmada en la estructura
morfológica del posesivo y, en efecto, es una relación que está ‘a medias tintas’ entre predicar la propiedad
de una entidad y expresar una entidad con todo y su propiedad.
Claramente, se reconoce que existen posesivos usados como adjetivos (Juan es un buen amigo mío).
Incluso, es posible comprender por qué dice la Academia que el comportamiento sintáctico de (mío, tuya,
suyos y sus variantes) se parece más al de los adjetivos. Sin embargo, restringir su dominio de expresión
únicamente a la clase de los determinantes y los adjetivos no permite capturar, justamente, el hecho de que
estas palabras pueden referir a entidades: La mía está hasta el fondo. ¿La qué? ¿Qué es ‘mía’? Este anclaje
en el contexto para la recuperación de un referente es típico del ámbito de los pronombres y de la
introducción de entidades en el discurso. Se trata, pues, de un ámbito en el que hay discusión y en el que
abunda investigación. Aquí tomaremos la postura en la que se considera que sí hay pronombres posesivos.
Sólo debía advertir que en otros lados esta opinión no es compartida. Si algún día, por algún motivo, busca
alguno de estos ‘pronombres’ en el DLE, no aparecerán consignados como pronombres, sino como adjetivos
(mío).
etc). A partir de ahora, nos referiremos a los elementos que componen este paradigma simplemente como
frases nominales (FN) e integrará distintos tipos de estructuras: