Illia El Proyecto Que No Fue
Illia El Proyecto Que No Fue
Illia El Proyecto Que No Fue
proyecto de país
aún pendiente
Su política fue de corte nacionalista y
esto se vio reflejado en la cancelación
de contratos con empresas
extranjeras (contratos de concesión
petrolera),en su profundo compromiso con la educación pública (puesta en marcha del
Plan Nacional de Alfabetización y el aumentos progresivos de las partidas
presupuestarias para educación) y en su permanente compromiso democrático (con la
habilitación de la participación política de los partidos políticos proscriptos).
La política petrolera
La Educación
Política económica
En cuanto a política
económica destacamos el gran
impulso dado a la industrialización,
reflejada en el gran aumento del
PBI (interno e industrial) entre los
años 63 y 65, la disminución de la
deuda pública y el ordenamiento
general del sector.
Para facilitar esto y hacer más
eficiente el rol del Estado, llevo
adelante controles y de esta
manera crea la Sindicatura de Empresas del Estado, para un control más fuerte
de las empresas públicas.
Las buenas cosechas y una mejora en la balanza de pagos, permitieron el
aumento de salarios y un estímulo a la demanda.
El derrocamiento
El golpe de Estado del 28 de junio de
1966 que derrocó al gobierno
constitucional, obedeció a varias causas:
el posible retorno al poder del peronismo,
su enfrentamiento con los capitales
petroleros y las empresas multinacionales
farmacéuticas, la extraordinaria campaña
de acción psicológica a través de todos los
medios de comunicación ( que lo
presentaban con un líder lento, inútil,
indeciso, tortuga, hombre senil,
manipulable ) y la presión de los mandos
militares, inspirados en la Doctrina de la
Seguridad Nacional.
Además hay que destacar que el
golpe fue posible fundamentalmente en
virtud del pacto o alianza militar-sindical
peronista. ¿Porqué pacto? Porque todo
pacto incluye una contraprestación entre las partes intervinientes, y dicho pacto
se concretó en la escalada de violencia gremial que se corporizó en el plan de
lucha con toma de fábricas decretado por la CGT y ejecutado con precisión
cronométrica y finalizó con la entrega por parte del gobierno dictatorial de
Onganía (entregando el manejo del sistema de las obras sociales a los sindicatos
peronistas).
Las caricaturas
Las caricaturas sirven para fijar imágenes. Frente al humor, el receptor del
mensaje relaja su guardia y acepta muchas de las premisas implícitas en él. Aún
hoy se recuerda la imagen de la tortuga con la que se identificó a Illia, además
era dibujado con un aire cansino, echado sobre un sillón, y, siempre, con una de
las palomas de Plaza de Mayo sobre su cabeza.
Enfatizaban en aquellos temas sobre los que presionaba la crítica:
ingenuidad, lentitud, incapacidad, inmovilismo, irrealidad y anacronismo. Esto
último estaba íntimamente ligado a la reiterada acusación de ser indiferente ante
el avance de la infiltración comunista. Illia también aparecía indiferente ante la
posibilidad de un golpe de Estado. Es la imagen repetida de "estar en el aire",
creando la sensación que el presidente vivía en una Argentina irreal.
Las campañas no hacen un golpe de Estado. Lo acompañan, generan
imágenes, ayudan a crear la sensación de inevitabilidad, una sensación de
consenso. Nada más. A la hora de ponerse en marcha este nuevo golpe cívico-
militar fue central definir una campaña mediática basada en algunos ejes tales
como a) emergencia de un sector “moderno” del ejército que estaba ansioso por
tecnificar el país b) la decadencia del sistema de partidos; c) la inviabilidad de
los “viejos” modelos radical y peronista; d) la senectud y lentitud del presidente
Illia.
Los periodistas Mariano Grondona, Bernardo Neustadt y Mariano
Montemayor, desde sus columnas editoriales, contribuyeron, como parte
integrante del poder mediático, a la campaña de prensa sobre la base de
coincidentes mensajes críticos contra el gobierno de Illia. En estas críticas se
proponía la idealización mesiánica de los militares azules como hombres de
orden y poder. En tal sentido los periodistas apostaron a una alianza entre
ejército, sindicato y empresarios, dirigida a retomar un proceso de crecimiento
económico exponencial que sin partidos, asegurara el destino de grandeza
largamente postergado.”