Leyendas
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Leyendas
al otro día, el dueño del taxi se presentó a cobrar sus servicios en la calle y
número anotados. tocó la puerta y salió un señor que resultó ser el marido de
la misteriosa dama de la noche anterior. cuando el conductor informó los
motivos de su visita, el esposo no se sorprendió y le reveló con tristeza en la
mirada que no era el primer taxista que iba a verlo por la misma causa, ya que
su señora recurría a ellos para buscar ayuda.
terminó confiándole que la esposa había muerto varios años atrás, de una
pulmonía fulminante, en la casa materna de la calle altamirano y en un frío
mes de diciembre. por eso, la pobre no dejaba de penar ni de molestar a los
choferes de taxis.
leyenda del charro negro
un día, el espantapájaros hizo algo que estaba prohibido, les ofreció unas semillas, pero
aun así ellos no querían saber nada. el espantapájaros se preguntaba por qué nadie quería
ser su amigo. hasta que una noche fría cayó a sus pies un cuervo ciego, el cuervo estaba
gritando y hambriento y el espantapájaros decidió cuidar de él.
tras varios días, el cuervo ciego mejoró. antes de despedirse, el espantapájaros preguntó
por qué los pájaros nunca querían hacerse amigos de los espantapájaros. y el cuervo
explicó que el trabajo de los espantapájaros era asustar a los pobres pájaros que solo
querían comer, eran unos seres malvados y despreciables.
aterrorizado el amo, despertó a todos los vecinos. les contó que su espantapájaros había
cobrado la vida, sus compañeros le explicaron que los vecinos de la aldea estaban
quemando un molino donde se encontraba escondido un espantapájaros con una bufanda
muy larga. el cuervo ciego entonces les explicó que ese era el espantapájaros bueno, el
que le había salvado la vida.
conmocionados por la historia, los cuervos quisieron salvar al espantapájaros pero era
demasiado tarde y ya no podían hacer nada… el espantapájaros murió quemado. los
cuervos esperaron hasta el amanecer y cuando no había llamas se acercaron a los restos
del molino, cogieron las cenizas del espantapájaros y volaron alto, muy alto, y desde lo
más alto esparcieron las cenizas por el aire.
el viento llevó las cenizas por toda la comarca. las cenizas volaron junto con todos los
pájaros, y de esta manera, el espantapájaros nunca volvió a estar solo porque sus cenizas
ahora volaban con sus nuevos amigos. y en recuerdo de la trágica muerte del
espantapájaros, el cuervo ciego y todos sus compañeros decidieron vestir de luto. y, por
eso, desde entonces, en memoria del espantapájaros, todos los cuervos son negros.
leyenda del hombre que no puso ofrenda
había un señor que no quería hacer todos los santos, decía que
no era cierto, que no vienen, y se burlaba de que los demás sí
creyeran. el día de todos los santos se fue al monte por leña y
allá lo espantaron los muertos.
que le dicen: “¿por qué otros nos están dando y tú no? a otros
amigos les están dando su comida, sus tamales, hay todo, ¿y por
qué tú no vas a hacer nada?” todavía llegó a su casa con trabajos
y pensó: “sí es cierto lo que dicen, hay que hacer todos los
santos”.
"¿dónde están mis hijos?, ¿dónde están mis hijos?", son las palabras que
han escuchado quienes han percibido el desgarrador y macabro llanto de
la llorona. quienes la han visto en noches oscuras a lo largo y ancho de la
llanura, entre montañas y ríos, cuentan que posee un rostro cadavérico,
de cabello negro y muy largo, su cuerpo esta cubierto de harapos y de
sus ojos rojos escurren lagrimas color sangre que denotan su tristeza,
dolor y arrepentimiento, y sobre su pecho, sostenido con sus manos
gigantes, carga un bebé muerto, su hijo, por quien llora todo el tiempo
desconsoladamente.
cuenta la leyenda que la llorona alguna vez fue una mujer de inigualable
belleza, con ojos que parecían dos luceros y un espléndido cuerpo que
enloquecía a los hombres, pero toda su belleza se esfumó cuando en un
momento de ira, celos y desespero por un amor que no fue
correspondido, decidió matar a su hijo recién nacido ahogándolo en un
riachuelo.