Ciudades, Dispositivos y Mapas
Ciudades, Dispositivos y Mapas
Ciudades, Dispositivos y Mapas
TEORÍA Y PENSAMIENTO
Luis Ernesto Serrano | César Cortés Vega | Eréndira Meléndez
coordinadores
Producción:
Secretaría de Cultura
Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura
Esta obra está sujeta a una licencia Creative Commons Atribución 2.5 México
(CC BY 2.5). Para ver una copia de esta licencia visite: https://creativecommons.
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informativos o culturales siempre que se cite la fuente y se respeten a cabalidad
los derechos morales de los autores involucrados. Disponible para su acceso
abierto en: https://cenidiap.net/j/es/biblioteca-digital?id=243
ISBN: 978-607-605-753-7
Hecho en México
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Dibujar el espacio
[79] Leonardo Aranda LUIS ERNESTO SERRANO
56
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e forma simultánea a la transformación
perenne de las culturas y las civilizaciones,
las ciudades se han constituido y recons-
tituido en procesos extremadamente complejos,
particularmente de forma acelerada a lo largo
del siglo xx e hiperacelerada a principios del xxi.
Las ciudades, como lugares específicos en los
que se gestiona buena parte de las actividades
humanas, pero también como dispositivos de
producción material y simbólica, pueden ser en-
LUIS ERNESTO SERRANO
1
David Harvey, Ciudades rebeldes. Del derecho a la ciudad a la revolución urba-
LUIS ERNESTO SERRANO
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11 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
económicas primarias, desde la producción agropecuaria
hasta el extractivismo minero, pero también parte de las ac-
tividades secundarias, es decir, esos enormes espacios ocu-
pados por parques industriales y maquiladoras. Esta base
de explicación sobre el proceso urbano, interdependiente
del modo de producción, permite una aproximación crítica
a la lectura de la ciudad contemporánea como dispositivo
(complejo) específico y propio de la actual economía-mundo
globalizada. En esta perspectiva resulta más fácil ver que en
las ciudades se concentran también múltiples posibilidades
de reorganización social que apuntan a otras formas aso-
ciativas, solidarias de los lindes, con lxs otrxs más allá de
las difusas fronteras urbanas. También múltiples formas
de experimentación, visualización y narración co-elaborada de
estas posibilidades alternas.
Pero, ¿cómo sabernos y pensarnos haciendo cosas en los
múltiples contextos urbanos cuando el montaje del dispo-
sitivo de este modo de producción despliega, hacia y des-
de todas las subjetividades, una matriz de pensamiento en
forma de sentido común (moderno, progresista, innovador)
dominante? Sentido que fluye precisamente por otra lógi-
ca de flujo de capital, aparentemente inmaterial: nuestra
subjetividad hipervinculada a los dispositivos web, las pla-
taformas y toda la cauda de informaciones que tecleamos,
subimos y bajamos. Tal como sucede en el momento en el
que los autores montamos el original de este libro (en red) o
LUIS ERNESTO SERRANO
3
Luis García Fanlo, “¿Qué es un dispositivo? Foucault, Deleuze, Agamben”, A Parte
Rei. Revista de Filosofía, núm. 74, marzo de 2011.
56
13 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
na es una operación conceptual y factual en la que existen
distintas formas de vivir la modernidad capitalista. Distintos
ethos para vivir lo invivible, decía Bolívar Echeverría.
Referencias
García Fanlo, Luis, “¿Qué es un dispositivo? Foucault, Deleuze, Agamben”, A Parte
Rei. Revista de Filosofía, núm. 74, marzo de 2011.
Harvey, David, Ciudades rebeldes. Del derecho a la ciudad a la revolución urba-
na, Madrid, Akal, 2013.
Navarro, Mina Lorena, “Claves desde la ecología política para re-pensar la ciu-
dad y las posibilidades de comunalización. Entrevista a Horacio Machado”,
en Producir lo común. Entramados comunitarios y luchas por la vida, Madrid,
Traficantes de sueños, 2019.
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esde la multipolaridad de sus contraposi-
ciones, trabajar proyectos de arte para la
revisión de los conflictos que la urbe pro-
pone es de sí ya atractivo. Y es que en ello es
posible, al menos, encontrar el desvío de los tra-
yectos normalizados que solemos tomar los ha-
bitantes de semejantes espacios. En la presente
reunión de textos hay varios ejemplos de esto,
guiados por una atracción afín que trasciende
la mera creación artística para vincularse con la
política. Esto implica, de principio, formas de re-
CÉSAR COTÉS VEGA
1
Giorgio Agamben, “¿Qué es un dispositivo?”, Sociológica, año 26, núm. 73, Méxi-
CÉSAR COTÉS VEGA
56
19 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
propone, más bien, investigar los modos concretos por los cua-
les las positividades (o los dispositivos) actúan al interior de las
relaciones, en los mecanismos y en los juegos del poder.4
4
Ibidem, p. 252.
5
Ibid., p. 254.
56
20 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Esto es lo que para Agamben constituye el fundamento
de la subjetivación que todo dispositivo contendría, pues en
la medida en la que implica una subdivisión basada en una
genealogía —teológica— que separa el ser del ejercicio de la
administración se debe producir por necesidad un sujeto, es
decir, alguien a quien gobernar. De este modo, las irrupciones
desde el arte en la urbe que persistan en una visión romanti-
zada de la misma y que, por tanto, contribuyan a su economía
—oikonomia—,6 solo son parte del dispositivo, y no constituyen
ningún cuestionamiento al orden que compone: “[…] un con-
junto de praxis, de saberes, de medidas y de instituciones cuya
meta es gestionar, gobernar, controlar y orientar […] los com-
portamientos, los gestos y los pensamientos de los hombres”.7
Para Agamben, la profanación implica una restitución de
las cosas y sus acontecimientos al derecho humano, puesto
que la consagración designa a su contrario, la salida del te-
rritorio de la humanidad hacia la administración de la ley di-
vina. La religión implica tal sustracción, mientras que su pro-
fanación es un contradispositivo que restituye su uso común.
No obstante, el problema del dispositivo moderno es más
complejo. Y es que, como lo menciona el mismo Agamben,8
el capitalismo contemporáneo es una extensa e intrincada
red de mecanismos que pugnan por establecerse y ganar te-
6
Según Agamben: “en los primeros siglos de la historia de la Iglesia […] el tér-
mino de oikonomia jugó en la teología un rol decisivo […] en griego oikonomia
CÉSAR COTÉS VEGA
56
21 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
rreno. Y, si bien estos son parte de la historia y de toda acti-
vidad de adaptación de las sociedades a contextos dados, es
en la actual circunstancia de proliferación de máquinas que
operan como procesos de subjetivación y a la vez de desub-
jetivación. Por ejemplo:
9
Ib., p. 262.
56
22 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
En este sentido, vale la pena anotar, con respecto a la
selección de trabajos incluidos en el presente volumen, que
la mayoría apunta a experiencias particulares, mostrando
modos de hacer y de asumir el ejercicio de indagación y
presentación en la urbe, como un territorio de posibilidades
que, aunque no sencillamente, puedan encontrar caminos
hacia ciertas maneras de usar el tiempo o el movimiento de
forma autónoma. Lo anterior correspondería a aquel “ingo-
bernable” mencionado por Agamben al final de su texto, que
entonces emplea tal potencia para ejercer la política frente
a un Estado que ya no podría, necesariamente, negociar con
seres desubjetivados, dóciles y pasivos ante los deseos del
dispositivo que asumen como propios, sino unos que puedan
interferir los acontecimientos desde su ingobernabilidad.
Referencias
Agamben, Giorgio, “¿Qué es un dispositivo?”, Sociológica, año 26, núm. 73, México,
mayo-agosto de 2011.
Aquino, Tomás de, Suma teológica, México, Espasa-Calpe Mexicana, 1968.
Foucault, Michel, La verdad y las formas jurídicas, Barcelona, Gedisa, 1978.
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…¡otros mapas tienen formas, con sus islas y sus cabos!,
¡pero hemos de agradecer a nuestro valiente capitán
El habernos traído el mejor –añadían-,
uno perfecto y absolutamente en blanco”.
Lewis Carroll (1895)1
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uando lo posible se hace visible aparecen
los mapas, y acudimos a ellos para conocer
rutas y determinar un camino a seguir;
aceptamos tal convención para continuar por
esos trazos, suponiendo que fueron elaborados
por quienes ya recorrieron los caminos y los ex-
perimentaron con buena fortuna y paso a paso.
ERÉNDIRA MELÉNDEZ
1
Lewis Carrol, La caza del Snark, 1895, http://maquinasdefuego.
blogspot.com/2015/02/150301lewis-carrollla-caza-del-snark.html
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24 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Y así, conforme avanza la tecnología, lo hace también la ex-
pansión de la mirada: con distintas herramientas se defi-
nen territorios, paisajes y caminos; en las diferentes vistas y
perspectivas, las formas de hacer mapa establecen narrati-
vas diversas, coordenadas de la imaginación para transitar
a lo posible.
Buena parte de las ideas que componen este libro son
sobrevivientes a un sismo, una pandemia y a nuestras his-
torias personales. Iniciaron su andar antes del terremoto en
México de 2017, y originalmente serían publicados por sepa-
rado como parte de la colección Abrevian Ensayos2 del Centro
Nacional de Investigación, Documentación e Información de
Artes Plásticas (Cenidiap). La metáfora viene bien: se habían
quedado en el tintero.
El panorama se puso borroso, dejamos de ser visibles y por
eso hubo que hacer cambio de ruta para rescatar lo escrito,
esbozos de letras viajeras en una deriva; entre la intención
y el paso del tiempo nos volvimos navegantes nómadas, los
contenidos quedaron y la imaginación, y tal vez también la
necedad de no renunciar a seguir pensando el tema de
la ciudad, nos hizo buscar otros caminos. Asimismo, al mi-
rarnos como creativos, podríamos girar estos textos con la
vitalidad que da la imagen, así es que, junto con la invitación
renovada a los autores, porque parecía que había un libro
posible en la Facultad de Artes y Diseño de la unam, hicimos
una propuesta de revisión al 2022 a quienes habían escrito
ERÉNDIRA MELÉNDEZ
2
http://cenidiap.net/j/es/biblioteca-digital?id=245
56
25 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
En tal viraje, perdimos las letras de Verónica Toscano, Raciel
Rivas y Diego Álvarez que decidieron ya no participar.
Junto con el emplazamiento a repensar los textos convo-
camos a crear en una propuesta gráfica. Al ser artistas, el re-
sultado que tenemos compone cruces entre texto e imagen,
tiempo, saberes y gestiones.
Aparecimos antes: en 2015, hicimos un mapeo y quisimos
que fuera colaborativo. Luis, César, Leonardo y yo diseñamos
“cartografías de la investigación artística”, y experimenta-
mos el pensar juntos. De aquellas acciones no hicimos una
memoria, no la hemos hecho aún. Estuvimos, y al escribir
este texto me doy cuenta, viviendo una narrativa distinta
acerca del arte y la investigación, sobre lo que podría pare-
cer evidente, y no lo es: una comunidad. En cada reunión que
grabamos hubo un paisaje sonoro: escuchamos e imagina-
mos acciones, ideas, trazos en el aire que quisimos recorrer.
Nos juntamos después para definir una propuesta de te-
mas de la siguiente entrega de Abrevian Ensayos, la número
seis. Entre la publicación y lo que recibimos se amplió el mate-
rial para una séptima, es decir, otro conjunto de diez ensayos.
Al interior del Cenidiap, aquel pequeño motor llamado
Abrevian —que con el tiempo hizo pasar a una comunidad
académica burocrática por un proceso donde lo no pensado
ocurrió: hicimos a ritmo acelerado videos y escribimos ensa-
yos breves, y con ellos salimos a otros centros de las artes—
ya estaba desahuciado, o solo en un letargo.
ERÉNDIRA MELÉNDEZ
3
“Entiendo la investigación artística como un proceso indefinido y una búsque-
da experimental cuyo objetivo no es generar teoría sobre un objeto, un fenó-
ERÉNDIRA MELÉNDEZ
meno o un otro del que nos encontramos distanciados, sino reconocer las rela-
ciones que existen entre nosotros y aquello que nos interpela por su cercanía y
familiaridad o porque nos resulta extraño y distante para entonces problemati-
zar el origen de estos afectos en colectividad, en consenso con otras.”
56
27 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
A los artistas no nos han visto, solo a las obras, y en con-
junto, como objeto de estudio. Hablando de la historia, crí-
tica y sociología del arte, o la pedagogía, van abordando las
obras, extrayendo los saberes del arte; no suelen dejar a los
artistas ni bien catalogados, ni bien acreditados como suje-
tos. Pero los escritos desde al arte, hechos por los artistas,
más allá de los manifiestos, pueden considerarse incluso un
nuevo género; los mapas del arte se abren a más posibili-
dades y resulta que los cambios de narrativas ya están en
muchos ámbitos.
El arte como manifestación de la libertad radical también se
ocupa de la transmisión de saberes escritos y no, pero sí ela-
borados desde teorías de la percepción, de la comunidad, de
las redes y los enjambres, de la ecología y más; en la biología
y en la astronomía, por ejemplo, se están tendiendo puentes.
También a lo largo de mi recorrido por la investigación sobre
las artes y en el análisis del discurso crítico, o en la misma
historia de los artistas consolidados en México, han tenido ne-
cesariamente que estar avalados por textos críticos y también
literarios. Las razones tal vez están en que para el dominio de
la escritura se requiere un tiempo similar que para el dominio
de la producción de objetos. Las exigencias actuales para ar-
tistas en formación, dentro de las universidades, implican el
dominio también de la escritura para presentar proyectos y
obtener financiamientos, así es que, queriendo o no, los tiem-
pos de taller y materiales han tenido que ser equivalentes a
ERÉNDIRA MELÉNDEZ
4
“Sócrates veía que Alcibíades estaba cegado por su riqueza y orgulloso de sus
bienes, todavía más de sus tierras. Le condujo entonces a un lugar donde había
56
29 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
historias, imágenes, complicidades, redes, toboganes, deri-
vas colectivas y relieves, fusiones de colores y texturas.
Como geógrafos, desde el encierro bibliotecario, algunos
investigadores van construyendo su visión del mundo, a di-
ferencia de los viajeros que son los experimentadores y traen
una mirada muy distinta desde ese mundo en panorama,
abierto. El encierro del que hablé antes, en el taller, siempre se
nutre de la experiencia, una experiencia del afuera, de ahí el
choque entre los saberes bibliotecarios, académicos y la expe-
riencia. Las narraciones del mundo son entonces construccio-
nes que combinan los saberes impresos en los libros, escritos
por otros contra las experiencias que “no están sustentadas”,
que no están acotadas por lo que dijeron “los sabios”, mien-
tras la experiencia es narrada de forma anecdótica, no hay
sustento, solo testigo de que alguien se movió por el mundo
para hacer intervenciones. Esa es la ruta actual de un artista,
el movimiento y la intervención, ejecutantes en lo colectivo
de ideas creativas, que necesariamente requieren de una na-
rración, o de varias; la narración ya tiene que venir junto a los
espectadores integrados e invitados al festín del arte.
En este libro hacemos cruces, seguimos en deriva, por-
que no dejamos de pensarlo y modificarlo, pero entre texto e
dominios que no figuran incluso sobre la tierra?’” Francisco Javier Gómez Espe-
losín, “¿Mapas en la antigüedad? De la cosmología a la cartografía”, https://re-
cursos.march.es/culturales/documentos/conferencias/4_41039.pdf?v=268041021.
Consulta: julio, 2022.
56
30 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
imagen anotamos un punto en el mapa de nuevas identida-
des de artistas pensando el mundo, está vez a través de texto
e imagen, en colectivo. Como escuchando a Deleuze:
5
“El rizoma según Deleuze y Guattari, ¿Cómo entenderlo? (Parte 1)”, video, https://
www.youtube.com/watch?v=nfgt1ml1pcU&t=7s. Consulta: 5 de febrero, 2021,
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YURI AGUILAR
“C
ada hombre es un artista”, afirma Joseph
Beuys en el documental Todo hombre es un
artista, quien responde a la pregunta del
entrevistador mientras pela una patata, expli-
cándolo de la siguiente manera:
Todos
somos artistas.
Tácticas del
r
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descentramiento
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YURI AGUILAR
]
disciplinar
[33
56
33 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Entrevistador: ¿Qué es para usted la belleza?
1
Werner Krüger, Joseph Beuys. Todo hombre es un artista, video, Inter Nationes,
1976, https://www.youtube.com/watch?v=cGRADyI-ZeM&t=1363s, 6:38-7:30. Con-
YURI AGUILAR
56
34 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
en el ámbito de la cotidianidad, se reconocen dos propuestas
de arte íntimamente ligadas a la cultura comunitaria de los
pueblos del sur de la Ciudad de México, espacios de resisten-
cia y adaptación cultural. La primera realizada por el profe-
sor Mayo, cronista y activista cultural del pueblo de Santiago
Tepalcatlalpan, y la segunda por los colectivos La Mulita Con-
sentida y El Semillero del pueblo de San Pedro Mártir.
En las celebraciones de Día de Muertos tiene lugar la pro-
ducción de una cultura ancestral en el panteón de Santiago
Tepalcatlalpan, que se caracteriza por la decoración de las
tumbas de los ancestros de los actuales habitantes del pue-
blo. Es el caso del profesor Mayo, quien participa entusiasta
y respetuosamente en esta producción comunitaria, desple-
gando conciencia de la importancia que tienen las capacida-
des creadoras de cada persona en acción común.
En estas mismas celebraciones de noviembre, en San Pe-
dro Mártir, los colectivos mencionados, por medio del Cine-
club El Gato Azul, convocan a la comunidad cada año desde
2015 a participar en una caravana. En 2016, con el título Entre
calacas te verás, se hizo esta actividad como un espacio en
movimiento donde la capacidad productora de las personas
se desplegó de manera común, aunque cada quien colaboró
de la forma que quiso. La cita fue en El Semillero de Ejidos
de San Pedro Mártir, donde se disfrazaron de calaveras, ha-
bilitaron el gato móvil como carro alegórico y se vistieron
como títeres gigantes; de ahí salieron en caravana, con músi-
ca y colores, hacia el centro del pueblo. Fue un aporte a esta
impresionante celebración comunitaria, en la que cientos de
YURI AGUILAR
3
https://www.facebook.com/watch/?v=342725439835908. Consulta: agosto, 2022.
56
36 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Colectivo El Semillero, cartografía colaborativa, s/f.
4
Werner Krüger, loc. cit., 2:46.
56
37 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Retomo la idea de la producción creativa de Beuys con
respecto a las capacidades físicas e intelectuales, las cuales
me sugieren la producción cultural en dos dimensiones: la
material de los productos/acciones, pero también la inma-
terial de las ideas, introduciéndonos en un tema de enor-
me actualidad en los ámbitos del arte, pero también de la
academia, referente al reconocimiento del arte como inves-
tigación; de lo cual se desprende el reconocimiento de la
investigación científica como una producción cultural, algo
que se manufactura, como lo sostienen Bruno Latour y Steve
Woolgar con respecto de la construcción de los hechos en la
ciencia: “el examen histórico que hicimos de la génesis de
un hecho, demostró el influjo del contexto del laboratorio
a la hora de delimitar el número de afirmaciones alternati-
vas que se podían hacer: solo gracias al cambio crucial de
una red a otra pudo comenzar a circular como un hecho un
enunciado determinado”.5
En otra apertura o, mejor dicho, en otro sisma, las discipli-
nas se desubicaron y perdieron su lugar central, ya que la cien-
cia también se construye socialmente: necesita formar parte
de una red. Se trata del descentramiento disciplinar del que
dan cuenta las formas actuales de la producción cultural, tan-
to en la academia como en el arte, llamadas indistintamente y
conjuntamente interdisciplinas, postdisciplinas, transdisicpli-
nas. Desde el ámbito del arte este descentramiento se esta-
blece como un giro al interior de las prácticas instituyentes:
YURI AGUILAR
5
Bruno Latour y Steve Woolgar, La vida en el laboratorio. La construcción de los
hechos científicos, Madrid, Alianza Editorial, 1995, p. 169.
56
38 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Yuri Aguilar, proceso de Teporingo-Romerolagus diazi, 2003,
construcción y modelado con ramas y varas, 600 x 600 x 200 cm.
Parque Ecológico Juana de Asbaje, Ciudad de México.
6
Brian Holmes, “Investigaciones extradisciplinares. Hacia una nueva crítica de las
instituciones”, en Producción cultural y prácticas instituyentes. Líneas de ruptura
YURI AGUILAR
56
39 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Yuri Aguilar, Teporingo-Romerolagus diazi, 2003,
construcción y modelado con ramas y varas, 600 x 600 x 200 cm.
Parque Ecológico Juana de Asbaje, Ciudad de México.
56
40 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Yuri Aguilar, Puma dorado-Felis con color azteca, 2005,
YURI AGUILAR
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41 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Otra transformación, la del artista, la de uno mismo, lleva a
ese genio incomprendido y bohemio aparentemente autó-
nomo hacia la apertura exploratoria de cualquier profesión,
oficio o papel que imponga el proceso creativo. Esta trans-
formación comienza por la des-educación del artista, como
proponía en la década de 1970 Allan Kaprow:
7
Allan Kaprow, La educación del des-artista, Madrid, Ádora Ediciones, 2007, http://
YURI AGUILAR
umh2120.edu.umh.es/wp-content/uploads/sites/918/2013/02/kaprow-comple-
to.pdf Consulta: agosto, 2022.
56
42 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
res culturales establecen la concientización del trabajo cola-
borativo, siempre existente, pero ocultado por la perspectiva
disciplinar: “su uso fluido de las redes les habilita un univer-
so de conexiones donde reciben valoraciones singulares… les
permite disfrutar de cierta autonomía en la elección de sus
tareas y la distribución de su tiempo. Su versatilidad para cru-
zar fronteras disciplinarias y entornos culturales desorganiza
las categorías habituales de los estudios cuantitativos”.8 Ya no
es posible comprender al artista/productor cultural como un
creador individual, ni especializado. La producción exige ser
multitareas, plurihabilidoso e hiperactivo: “Sin embargo, en
la práctica, los artistas no solo producen arte, sino que están
involucrados en su distribución y consumo, aunque este fe-
nómeno generalmente pasa desapercibido.”9
No podemos seguir siendo artistas ingenuos o ciegos, de-
jándonos estar en la comodidad del trabajo especializado
que la cultura capitalista nos invita a tomar, sin la posibilidad
de enriquecer nuestra labor por adaptaciones y cambios en
nuestras tareas. De esta forma, mi actuación como productor
transita entre el arte, el diseño, la docencia y la investigación;
desde mi experiencia personal, todas estas disciplinas se hi-
bridan en cada actuación que desarrollo en los diferentes
ámbitos que aborda mí trabajo: el profesional, el académico
y el social.
8
Néstor García Canclini, “Jóvenes creativos trabajando en red: una visión mul-
tidisciplinaria”, en Jóvenes creativos: estrategias y redes culturales, México, Uni-
versidad Autónoma Metropolitana, Juan Pablos Editor, 2013, p. 16.
YURI AGUILAR
9
Mónica Mayer, Escandalario. Los artistas y la distribución del arte, México, Co-
naculta, Fundación Bancomer, Ex Teresa Arte Actual, Pinto mi raya, 2006, pp. 8 y 9.
56
43 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Yuri Aguilar, Tarántula rojiza del Pedregal-Aphonopelma serratum,
2006, construcción de ramas y varas, 10 000 x 13 000 x 200 cm.
Proyecto para el Bosque del Pedregal, Ciudad de México.
56
44 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Yuri Aguilar, Discursos usados, 2012, instalación con libros,
300 x 300 x 220 cm.
10
Véase https://sites.google.com/view/yuriescultor/cimbras-y-andamios/oku-
plaza-santiago?authuser=0
56
47 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
A partir de la táctica urbana de bombardeo de sillas, Ciu-
dad Emergente ha realizado en reiteradas ocasiones el di-
seño de sillones con tarimas/pallets recicladas. Entonces,
Bárbara y yo desarrollamos un diálogo epistolar en cad por
internet que nos permitió llegar a soluciones que mezcla-
ban los intereses de Cem con los del Grupo de Investiga-
ción-Acción-Interdisciplinaria en Arte y Entorno (giae). La
apropiación de técnicas y metodologías es otra estrategia del
descentramiento disciplinar: para comunicarse con un arqui-
tecto hay que usar su lenguaje, y así con otras profesiones.
En referencia con la necesidad de hacer lo necesario al
momento de producir, quiero hacer notar que la educación
disciplinar de los arquitectos está encaminada al diseño,
casi nunca a un trabajo manual, más allá de la elaboración
de maquetas y modelos, por ello es pertinente comentar la
participación activa como carpintero de los participantes de
la Okuplaza, por ejemplo, Javier (director fundador de Cem).
En otro contexto, el del Parque de la Tortuga en Fuentes
de Tepepan, también en la Ciudad de México, dentro de los
talleres comunitarios Hazlo Tú Mismo, que desarrollo conti-
nuamente, se manifestó una vez más el hecho del descentra-
miento disciplinar, en esta ocasión a través de un miembro
de la seguridad pública del parque. En una imagen aparece
el policía Joaquín convertido en el cortador oficial del taller:
siempre participativo y dispuesto a cooperar en los talleres,
aportaba difusión e ideas constructivas interesantes, formaba
parte de la comunidad, se integraba. Murió un año después.
Ya hemos comentado sobre la implicación de los trabajos
YURI AGUILAR
11
Ciudad Emergente, Chile, 2017, http://www.ciudademergente.org/
56
49 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Las preguntas que se realizaron fueron ¿Qué te gusta de
tu pueblo? ¿Qué harías por tu pueblo? ¿Qué actividades cul-
turales te gustan? ¿Conoces la Red Cultural Tlalpan?, las cua-
les nos permitieron conocer representativamente las percep-
ciones socioculturales de los habitantes de San Pedro Mártir,
realizar un diagnóstico sobre las necesidades culturales de
la población y establecer la visibilidad de la Red Cultural
Tlalpan. Los resultados muestran claramente el sentido de
pertenencia y apropiación de los habitantes con su localidad
y costumbres, resaltando el aprecio por la gente del mismo
pueblo. Es importante señalar la apertura de la población a
expresiones culturales externas (modernas), como la música
y el teatro, lo que apunta hacia procesos de integración y
asimilación de las otras formas culturales ajenas al contexto.
De lo anterior resaltan cinco propuestas: fiestas patrona-
les, teatro, música, plantar más árboles y recolectar basura,
que establecen nuevas líneas de actuación que me llevan a
disciplinas y lugares donde nunca he estado. No obstante,
la producción cultural comunitaria en la que se inserta este
ensayo obliga a reconsiderar la importancia de la disciplina
como una herramienta para incursionar en otras, dejando
de lado el pensamiento disyuntivo de la concepción discipli-
nar y configurando las actuaciones desde la transdisciplina,
comprendida de la siguiente manera:
56
50 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Yuri Aguilar en colaboración con giae-cem, Poliminó-Espacio dialogal 2,
YURI AGUILAR
56
51 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
muchas disciplinas, sino la apertura de todas las disciplinas a
aquellos que las atraviesan y las trascienden […]. La transdisci-
plinariedad conduce a una actitud abierta hacia los mitos y las
religiones y hacia quienes los respetan en un espíritu transdis-
ciplinario.12
Referencias
Anes, José et al., Carta de la transdisciplinariedad, Portugal, Convento de Arrábi-
da, noviembre de 1994.
Castro, Sixto J., “Goerge Dikie, la teoría institucional y las instituciones artísti-
cas”, Fedro. Revista de Estética y Teoría de las Artes, núm. 12, Sevilla, marzo
de 2013.
Ciudad Emergente, Chile, 2017, http://www.ciudademergente.org/
Echeverría, Bolívar, Definición de cultura, México, Fondo de Cultura Económica,
Itaca, 2010.
Estankona, Andrea, “Arte como institución interior. Arte y relato institucional”,
Revista Sans Solei. Estudios de la Imagen, vol. 5, núm. 1, 2013.
García Canclini, Néstor, “Jóvenes creativos trabajando en red: una visión mul-
tidisciplinaria”, en Jóvenes creativos: estrategias y redes culturales, México,
Universidad Autónoma Metropolitana, Juan Pablos Editor, 2013.
YURI AGUILAR
12
José Anes et al., Carta de la transdisciplinariedad, Portugal, Convento de Arrá-
bida, noviembre de 1994.
56
52 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
giae, Espacio de trabajo, organización y documentación [procesual] del Grupo
de Investigación–Acción–Interdisciplinaria en Arte y Entorno, México, unam,
2017, https://giaiae.wordpress.com/
Holmes, Brian, “Investigaciones extradisciplinares. Hacia una nueva crítica de
las instituciones”, en Producción cultural y prácticas instituyentes. Líneas de
ruptura en la crítica institucional, Madrid, Traficantes de sueños, 2008.
Kaprow, Allan, La educación del des-artista, Madrid, Ádora Ediciones, 2007.
Krüger, Werner, Joseph Beuys. Todo hombre es un artista, video, Inter Natio-
nes, 1976, https://www.youtube.com/watch?v=cGRADyI-ZeM&t=1363s Consulta:
agosto, 2022.
Latour, Bruno y Steve Woolgar, La vida en el laboratorio. La construcción de los
hechos científicos, Madrid, Alianza Editorial, 1995.
Mayer, Mónica, Escandalario. Los artistas y la distribución del arte, México, Cona-
culta, Fundación Bancomer, Ex Teresa Arte Actual, Pinto mi raya, 2006.
Secretaría de Cultura DF, Rescate de la memoria histórica de Santiago Tepal-
catlalpan. Entrevista al maestro Mayo García Rayón, video, VincularTV, 2010,
https://youtu.be/VDHVY0dT3rM
YURI AGUILAR
56
53 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
São Paulo
o
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rr
ue
no es una ciudad
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pe
Ló
fía
So
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An
]
[54
L
a teoría de la deriva, escrita por Guy Debord
en 1958, es una reflexión sobre la vida urba-
na y las formas de ser percibida, en que la
cartografía, como herramienta para articular un
territorio, se ve influida por la experiencia y el
afecto de quien la construye.
La deriva surge con el afán de búsqueda por
generar experiencias nuevas del espacio urbano,
una estrategia que modifica la forma de realizar
recorridos y una acción con la cual se permite
ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
1
J. B. Harley, La nueva naturaleza de los mapas. Ensayos sobre la historia de la
cartografía, México, Fondo de Cultura Económica, 2005, p. 112.
56
57 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
rio, sino también vivencias y experiencias, donde la percep-
ción y el afecto son herramientas y métodos de pesquisa.
Referencias
Debord, Guy, “Teoría de la deriva”, Internationale Situationniste (1958-1969), tra-
ducción extraída de Internacional situacionista, vol. I: La realización del arte,
Madrid, Literatura Gris, 1999. pp. 54-57.
Harley, J. B., La nueva naturaleza de los mapas. Ensayos sobre la historia de la
cartografía, México, Fondo de Cultura Económica, 2005.
56
58 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
Ana Sofía López Guerrero, sin título, 2020. São Paulo, Brasil.
56
59 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
Ana Sofía López Guerrero, sin título, 2020. São Paulo, Brasil.
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60 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Ana Sofía López Guerrero, 24 horas en Ciudad Universitaria, 2020.
São Paulo, Brasil.
ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
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61 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Isabela Madureira, sin título, 2020. São Paulo, Brasil. ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
56
62 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
Ana Sofía López Guerrero, sin título, 2020. São Paulo, Brasil.
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63 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Ana Sofía López Guerrero, Paisaje habitual, 2021. São Paulo, Brasil.
ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
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64 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Ana Sofía López Guerrero, sin título, 2021. São Paulo, Brasil.
ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
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65 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
Ana Sofía López Guerrero, Ciudad de tipos, 2021. São Paulo, Brasil.
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66 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
Ana Sofía López Guerrero, sin título, 2021. São Paulo, Brasil.
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67 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Ana Sofía López Guerrero, sin título, 2021. São Paulo, Brasil.
ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
56
68 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
Ana Sofía López Guerrero, sin título, 2021. São Paulo, Brasil.
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69 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Ana Sofía López Guerrero, sin título, 2021. São Paulo, Brasil. ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
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70 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
Ana Sofía López Guerrero, sin título, 2021. São Paulo, Brasil.
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Ana Sofía López Guerrero, sin título, 2021. São Paulo, Brasil. ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
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72 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Ana Sofía López Guerrero, sin título, 2020-2021. São Paulo, Brasil.
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73 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
Ana Sofía López Guerrero, sin título, 2021. São Paulo, Brasil.
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74 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
Ana Sofía López Guerrero, sin título, 2021. São Paulo, Brasil.
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75 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Ana Sofía López Guerrero, sin título, 2021. São Paulo, Brasil.
ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
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76 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Ana Sofía López Guerrero, sin título, 2021. São Paulo, Brasil.
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77 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
ANA SOFÍA LÓPEZ GUERRERO
Ana Sofía López Guerrero, sin título, 2021. São Paulo, Brasil.
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78 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
I
N uestra forma de representar el espacio es una práctica
que sirve como correlato de las trasformaciones sociales
que se han dan a lo largo de la historia. En el espacio se en-
tretejen formas de habitar, formas de conocer y formas de ser,
que conectan a las personas con el mundo que les rodea. Re-
presentar el espacio es una práctica que territorializa aquello
que de otra forma resulta inconmensurable. Esta es una prác-
tica que transita entre la imaginación y la abstracción, y que
dota a aquello que se ha territorializado de nuevas dimen-
siones. El mapa, como principal documento de esta práctica,
es un instrumento que cumple múltiples funciones, que van
desde la memoria e identidad, hasta una función política y
militar. Como toda representación, al mapa lo atraviesan có-
digos subjetivos y sociales, lo que hace que cada uno sea una
forma diferente de dibujar el espacio.
Dibujar
da
el espacio
an
Ar
do
LEONARDO ARANDA
ar
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]
[79
56
79 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
II
E l ejemplo más antiguo de la actividad cartográfica hasta
ahora encontrado es el mapa de Bedolina, Italia, que data
aproximadamente de entre 1 500 y 2 000 años a. C. Este mapa
evidencia cómo, a partir de que el ser humano inicia un pro-
ceso de sedentarización, surge la necesidad de representar
el espacio, como un medio de significación y de adminis-
tración del mismo. El mapa crea un territorio desde donde
se empieza a construir un sentido de memoria, territorio e
identidad.
LEONARDO ARANDA
56
80 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
III
E l espacio también se ha representado desde la subjeti-
vidad. Los mapas itinerarios privilegian la narrativa de
un trayecto sobre el espacio, más que una representación
objetiva del mismo. Estos mapas representan la vivencia
subjetiva del espacio, indexada por símbolos de significa-
ción individual: características del paisaje, indicios o sucesos
acontecidos durante el trayecto. Estos símbolos aparecen de
manera secuencial, →→→, para representar y reconstruir la
narrativa de una experiencia del territorio.
LEONARDO ARANDA
56
81 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
IV
L a civilización griega, acostumbrada a privilegiar el pensa-
miento y la observación, logró deducir varios principios
de representación del espacio mirando hacia el horizonte.
Uno de los mapas más importantes, en este sentido, es el
Mapamundi de Ptolomeo, realizado en el siglo II d. C. Este
mapa representa la totalidad del mundo hasta entonces
conocido por Occidente. El mapa detalla con precisión los
territorios representados y logra plas-
mar el horizonte del mundo de
la antigüedad occidental.
LEONARDO ARANDA
56
82 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
V
L os romanos fueron famosos constructores de caminos.
“Todos los caminos llevan a Roma”, reza el dicho. Su mapa
más importante es la Tabula Peutingeriana, que muestra los
caminos erigidos por el Imperio romano, realizado entre
los siglos iv y v de nuestra era. Prácticamente ilegible para
nuestra mirada moderna, privilegia el trazo de las vías cons-
truidas como principio de organización. Imperio y territorio son
una y la misma cosa. No se necesita otro punto de orientación.
LEONARDO ARANDA
56
83 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
VI
E l cielo, la tierra y el infierno son un continuo dentro de
un eje vertical que orienta el mundo a través de un eje
que nos lleva desde lo divino hasta lo infernal. En el siglo
xiii, el Mapa de los Salmos retrata un mundo representado
como un círculo en cuyo centro se encuentra la ciudad sa-
grada de Jerusalén. En la parte superior se observa la figura
de Cristo, acompa-
ñada por dos ánge-
les, mientras que en
la parte inferior se
pueden observar dos
criaturas, parecidas
a reptiles, que re-
presentan a demo-
nios. El plano físico
es desplazado por el
plano simbólico, que
representa la jerar-
quía entre lo divino
y lo diabólico.
LEONARDO ARANDA
56
84 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
VII
E l Atlas Catalán, del siglo xiv, aparece como una síntesis de
la tradición cartográfica del periodo cristiano, y los albores
de la modernidad. Gigantescos monstruos marinos aún habi-
tan los mares, mientras que personajes y ciudades legenda-
rias pueblan los continentes. Encontramos por primera vez a
la rosa de los vientos. El comercio marítimo trae leyendas des-
de tierras lejanas y los mapas se vuelven su representación.
LEONARDO ARANDA
56
85 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
VIII
P ara el mundo del Renacimiento el mapa es el territorio.
Objeto de lujo y prestigio, instrumento de navegación
marítima, y representación de un mundo que a los ojos de
Occidente se expande más allá del horizonte; el mapa se
convierte en la representación de los imperios en los albores
de la era colonial.
Gerardus Mercator y su famoso mapamundi inauguran la
forma moderna de representar al mundo: precisa, científica y
objetiva, al mismo tiempo imposible y absurda.
LEONARDO ARANDA
56
86 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
IX
A partir del siglo xix, ya no es el mundo, sino la urbe la que
ocupa la imaginación espacial. La ciudad se convierte en
el centro de la vida social; llena de vidas que administrar, es
la verdadera dimensión del Estado moderno y es necesario
que su cuerpo en constante transformación se haga legible
para el poder. El mapa es información y poder. John Snow y
su Mapa del cólera son testigos de una transformación de la
vida humana y la nueva relación que las personas tendrán
con este nuevo hábitat de concreto.
LEONARDO ARANDA
56
88 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
XI
Y a no es el espacio, sino el tiempo lo que la cartogra-
fía ha logrado conquistar. En el siglo xxi la cartografía
funda una nueva territorialidad: una que es dinámica y que
se puede monitorear en tiempo real. Ya no hay mundo, sino
información. Y los datos son fáciles de visualizar y controlar.
Los lugares son coordenadas, los ciudadanos, información
que se puede agregar. Como imaginaba Borges, vivimos en
un mapa escala 1:1. Mapa y
territorio son lo mismo,
pero esta vez es el
territorio el que
se transforma
para adecuar-
se al mapa.
56
89 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
XII
D e esta narrativa y este trayecto surgen varias preguntas:
¿cómo recuperar, entonces, la función simbólica del es-
pacio? ¿Cómo crear el mapa de una ciudad donde realidad y
mito convergen? ¿Cómo pensar la cartografía más allá de la
búsqueda de objetividad? La ciudad que para mí incita todas
esas preguntas es Quauhnáhuac.
LEONARDO ARANDA
56
90 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
XIII
L a ciudad como escenario de lo real se fundamenta en la
ficción histórica. Sin embargo, en las rocas, en los edificios,
en el lodo y las capas de polvo se sedimenta la memoria de la
vida acontecida. ¿Cómo puede un mapa sacar provecho de esas
otras historias? ¿Cómo se representa aquello que en el espacio
aparece como sedimento y no como índice o huella, aquello
para lo que no existe un monumento?
LEONARDO ARANDA
56
91 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
XIV
L os senderos y jardines de estilo afrancesado y linaje colo-
nial de nuestras ciudades lo habitan fantasmas. Es el moho
arriba de las piedras, pero también el olor del agua estancada
y el estiércol de los patos. ¿Qué es esto sino una ciudad atra-
vesada por la vida? Pero si los fantasmas son espectros, por
definición invisibles, ¿cómo podemos hacer de ellos habitan-
tes del espacio?
LEONARDO ARANDA
56
92 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
XV
P ero no solo aquello que es invisible es difícil de carto-
grafiar. También aquello que vive en la penumbra y en
el instante del acontecimiento escapa a la representación. El
tiempo real de los mapas actuales lo vuelve todo inmediato y
lo somete a la esclavitud de lo actual. Pero, ¿cómo represen-
tamos la duración del tiempo? ¿Cómo damos cuenta de los
tiempos demasiado largos e inconmensurables de la historia
o los tiempos demasiado cortos de la vivencia?
LEONARDO ARANDA
56
93 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
XVI
E n el fondo, el problema es cómo representar las vidas que
se han desvanecido y se han disuelto bajo el suelo. Las
vidas vividas, pero también las vidas perdidas. No aquellas
de los relatos heroicos de la historia en mayúsculas, sino la
vida en minúsculas de las personas que en su habitar han
configurado el espacio. El espacio vivido es rito y mito, es
relato y es tiempo. ¿Cómo dibujar esa clase de espacio?
LEONARDO ARANDA
56
94 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Iconoclasistas y
o
el pequeño gesto político
nd
do
re
Ar
del mapeo colectivo
a
ed
añ
st
Ca
a
li
ci
Ce
a
ik
Er
]
Del espacio público al espacio del arte [95
Introducción
El punto de partida para esta reflexión debe con-
textualizarse en lo que Marcelo Expósito califica
como un “replanteamiento dramático de las ge-
nealogías artísticas contemporáneas y una per-
turbación de los relatos lineales del modernis-
mo”,1 a la luz de la necesidad de articular prácticas
y críticas dentro del marco institucional del arte.
ERIKA CECILIA CASTAÑEDA ARREDONDO
Articulación que funge, además, como traducción
al interior de la institución, de la militancia y el
1
Marcelo Expósito, “Lecciones de historia: el arte, entre la ex-
perimentación institucional y las prácticas en movimiento”, en
Cuauhtémoc Medina (ed.), Sur, sur, sur, sur. Séptimo Simposio
Internacional de Teoría de Arte Contemporáneo, México, Patro-
nato de Arte Contemporáneo, 2010, pp. 162-183.
56
95 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
activismo político, en términos de su actualización y de la re-
activación de su potencial emancipatorio. Estas articulacio-
nes y traducciones entre movimientos sociales y políticas de
los movimientos pueden ser tratadas “diagramáticamente”,
como propone Expósito, para ubicarlas como artefactos na-
rrativos que reformulan las experiencias políticas autónomas
de las prácticas artísticas, de la teoría crítica y de los propios
discursos historiográficos en la institución del arte.
Un ejemplo paradigmático de tal operatividad, articulación/
traducción, es el caso de la obra del colectivo argentino Icono-
clasistas, quienes bajo esta lógica diagramática realizan carto-
grafías cuya función traductora incorpora un tipo de visibilidad
del campo de fuerzas y tensiones, relaciones de negociación,
colaboración, antagonismo, consenso y disenso, que se ejecu-
tan políticamente bajo situaciones particulares y locales. La vi-
sibilidad que proponen, la cartográfica, permite incorporar un
punto de vista y exploración diferenciada de fenómenos diná-
micos y en constante actualización, cuyos trazos no necesaria-
mente son materiales, sino que involucran múltiples tipos de
saberes y experiencias que el mapeo colectivo hace evidentes,
tales como los fenómenos sociales de desigualdad e injusticia.
El mapeo colectivo es un diagrama que moviliza el foco
El gac se autodefine: “Nuestra metodología de trabajo apunta principalmente ERIKA CECILIA CASTAÑEDA ARREDONDO
2
56
97 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
A partir del 2005 empezamos a trabajar conectándonos con
agrupaciones estudiantiles y movimientos sociales, de Buenos
Aires y de afuera, hasta ensanchar esa red poniendo materiales
de libre circulación y poniendo en práctica los talleres de ma-
peo colectivo que fue el proceso de construcción colectiva que
nosotros hicimos.4
56
98 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
ron hacer un mapa que condensara toda la información y
ofreciera un panorama de la problemática de la explotación
en el país. Este proyecto los condujo a procurar la asesoría
de geógrafos, con quienes realizaron recorridos y prácticas
56
99 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
de campo. A raíz de esta cooperación, comenzaron a diseñar
y desarrollar herramientas de señalética que les ayudaron a
indicar y abreviar la información en los mapas.
A lo largo de los años, han logrado ubicar su práctica del
mapeo colectivo en numerosos países de América Latina y en
España, como un recurso de visualización a través del cual se
identifican zonas de memoria emotiva, modos de vida, con
especial énfasis en la precarización de la existencia, el des-
empleo, la pobreza, la exclusión, las condiciones de trabajo,
la represión y el control; la ausencia de servicios públicos, las
migraciones y desplazamientos, el consumismo y la conta-
minación.5 Los mapas colectivos procuran ampliar la mirada
sobre estas problemáticas, en un ensamblaje espacio-tem-
poral que es capaz de indicar ciertas dinámicas históricas
que se han sedimentado y creado capas o estratos que dan
sustento a una realidad específica. Estos mapas pueden va-
lerse también de palabras claves e iconografías que revelan
situaciones problemáticas.
Trabajan de modo colectivo, coordinando talleres empla-
zados en lugares específicos, en función de cuyas problemá-
ticas planean y proyectan los alcances de los cartogramas.
Precarización se refiere a “el conjunto de condiciones materiales y simbólicas ERIKA CECILIA CASTAÑEDA ARREDONDO
5
que determinan una incertidumbre vital con respecto al acceso sostenido a los
recursos esenciales para el pleno desarrollo de la vida de un sujeto. La preca-
rización de la existencia está atravesada por ejes de estratificación social que
implican un acceso fragmentado a la ciudadanía: el género, la etnicidad, las
prácticas sexuales, la identidad de género, la edad, así como los recursos mo-
netarios o cognitivos disponibles y la capacidad de movilidad”. María de Jesús
Vara, Precarización de la existencia y huelga de cuidados. Estudios sobre género
y economía, España, Akal, 2006, pp. 104-135.
56
100 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
En cierto momento del taller trabajan sobre derivas urbanas,
develación de paisajes y corporalidades; la consigna es per-
cibir las diversas formas de precarización de la vida en sus
aspectos urbanos (disposición de las ciudades), subjetivos
(vínculos con otros, lazos sociales), materiales (trabajo, sa-
lud, vivienda) y simbólicos (imágenes, imaginarios, mensajes,
etcétera). Los talleristas realizan estos recorridos valiéndose
de un mapa en el que señalizan cómo modelan e impactan
los discursos, situaciones, instituciones y prácticas en la pre-
cariedad de la vida y en términos de género; toman en cuen-
ta los dispositivos urbanos de control (cámaras, radares), las
instituciones de disciplina (trabajo, hospital, escuela), la vio-
lencia, los mandatos sociales, la publicidad, etcétera, todo lo
que permita ofrecer un panorama completo y complejo en
el mapa, incluyendo levantamientos fotográficos y de video.
Todo ese compilado de información es graficado y llevado a
debate con el fin de discutir sobre su eficacia y potencialidad
para generar micropolíticas de resistencia y transformación.6
Cuando un proyecto artístico, como el de Iconoclasistas,
plantea un trabajo político con muy variadas mediaciones y
alcances se enfrenta a la tarea de producir ideas de lo político
que, aunque están ancladas en las problemáticas presentes
6
Para una descripción detallada del funcionamiento de los talleres, consultar el
instructivo en https://iconoclasistas.net/recursos
56
101 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
brimiento de lo conceptual: pensemos en la importancia dada
a la codificación iconográfica, a la textualidad, a la oralidad y a
la performatividad en las prácticas del mapeo, concretamente
en la deriva psicogeográfica del situacionismo.7 En segundo
término, por la afinidad con una estética administrativa, que
en muchos niveles los capacita para ejercer una crítica institu-
cional en términos sociales y de gobierno, potencialmente di-
rigida a la institución del arte, aunque aprovechando las vías
y canales de circulación que ésta les ofrece.
Para comprender esta compleja gestión que opera Icono-
clasistas, hay que considerar que es constitutiva de un arte
que busca desmarcarse de los totalitarismos de la industria
cultural al usar estrategias del diseño de información para
representar a un otro en una encrucijada, en una espaciali-
dad que es problemática y en la que generalmente no apa-
rece: la del mapa.8
El mapa es su dispositivo de investigación y representación
espacial sobre el habitar y el mostrarse de los sujetos, dirigi-
do a su constitución como sujetos plurales y a construir una
noción de lo político estrechamente vinculada al “aparecer”,
7
Para un panorama general del grupo situacionista puede consultarse el es-
56
102 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
concepto que problematiza Hannah Arendt: “esta pluralidad
es la condición no solo la sine qua non [sin la cual no], si no
la condición per quam [por la cual] de toda vida política... vivir
y estar entre hombres”.9 La pluralidad se expresa, entonces,
en la acción, en la posibilidad de habitar el mundo y accionar
sobre sus cosas.
En el trabajo de Iconoclasistas se encuentra siempre pre-
sente la pregunta sobre el sujeto político: ¿quién es?, ¿lo mi-
ramos y/o nos mira? Y ese juego de miradas es un reflejo es-
quemático sobre el cual está constantemente operando un
flujo que va del afecto al efecto, en cuya dinámica procuran
hacer visibles las tecnologías del poder. El propio dispositivo
cartográfico es reelaborado para señalar que los índices que
marcan territorios son en sí mismos una forma extrema de
violencia y extractivismo.
Aquí es importante advertir que la práctica del mapeo
colectivo se ubica en un nodo problemático. Tenemos, por
un lado, la forma rebelde que sigue inserta en la dramática
guevariana que guía al activismo en América Latina y, por
otro, la legitimación institucional del arte político, que tie-
ne sus raíces en las Documenta X y XI, en Venecia 2003 y en
Berlín 2004, respectivamente, que marcaron un consenso en
9
Hannah Arendt, La condición humana, España, Paidós, 2014, p. 7.
56
103 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Abraham Lepe Romano, Gráfica generativa
a partir de cartografías de los Iconoclasistas #2, 2022.
10
Ana Longoni, “Legitimación del arte político”, en Brumaria, núm. 5, 2005.
56
104 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
positivo cartográfico; su sitio web y su presencia en redes so-
ciales es clave, su obra es su proyecto, el taller de mapeo de
la exploración del sur y las periferias. De modo que en cierto
sentido han logrado ubicarse en lo que la Documenta X se
planteaba como poético-político, algo distinto de la ambi-
ción de operación eficaz y militante, y que busca cuestionar
los campos de representación sin ser parte de las políticas
de representación.
Paradójicamente esto conduce a lo que Ana Longoni seña-
la como “el adentro y el afuera”: la institución del arte se vive
como un dilema, conflicto o escisión, “entre lo que se produ-
ce para una determinada movilización y lo que se presenta
en las convocatorias del círculo artístico”.11 Esta disyuntiva se
vive también en el otro ámbito, lo que los grupos buscan
como objetivos para sí, como proyectos, y lo que los sujetos
sociales les demandan.12
Pero, entonces, ¿cómo puede Iconoclasistas, a través de
su gestión y su agencia, concretar representaciones de lo
que se vive al interior de sus talleres de mapeo colectivo?,
¿cómo genera una suerte de dispersión de la idea de que es
posible un porvenir mejor? Partamos de considerar que han
abandonado la subordinación a la demanda de los movi-
11
Idem.
12
Este argumento puede ejemplificarse con las múltiples alusiones y revisiones,
apropiaciones, etcétera, del proyecto Tucumán arde de 1968 que, como Ana Lon-
goni señala, ha sido sometido a una mitificación y se ha inscrito en una dialéc-
tica entre escena local e internacional.
56
105 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
mapeo colectivo, para mostrar de forma muy esquemática
que la referencia a una realidad está construida a partir de
un programa coyuntural orquestado en muchos niveles so-
ciales, y han centrado su experiencia en dos aspectos, pri-
mero en la discusión sobre lo espacial como lugar y terri-
torio, esencialmente lugar del aparecer, y luego en el uso
de las “cualidades intrínsecas de los medios” para repensar
las posibilidades de compartición del espacio, también en
términos afectivos.
Eso que hacen es una mediación que está en el núcleo de
cualquier posibilidad política del arte mismo, en el sentido
de que, como indica Brian Holmes, implica operar sobre una
matriz cuádruple en la que investigación, participación, co-
municación y colaboración están en el centro de toda opor-
tunidad de anclaje del arte en el terreno social.13 La inves-
tigación estriba en una reflexión crítica con respecto del
“sistema-mundo capitalista”.14
En el entorno más próximo de Iconoclasistas, su reflexión
nos sigue señalando ese tipo de desaparición del Estado-na-
ción, que precipitó a Argentina hacia el capitalismo en crisis
que ha afectado a todo el mundo desde las postrimeras del
siglo xx; esa desaparición los hizo repensar sus ámbitos más
13
Brian Holmes, “‘Eventwork’: la cuádruple matriz de los movimientos sociales
contemporáneos”, texto proporcionado en el marco de Tres Crisis. Seminario
sobre Cultura y Economía Política, impartido por el doctor Cuauhtémoc Medina
con colaboración de Brian Holmes en el programa Campus Expandido del Museo
de Arte Contemporáneo de la unam, México, febrero-junio de 2013.
14
Cfr. Immanuel Wallerstein, Análisis de sistemas-mundo: una introducción,
México, Siglo XXI, 2005.
56
106 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
punto en que esa reflexión dejó de ser inmediata y se exten-
dió de la misma manera en que lo ha hecho la precarización
por todo el globo.
15
Jean-Luc Nancy, La comunidad desobrada, España, Arena Libros, 2001.
56
107 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
y su debate por la igualdad?, ¿es entonces viable mediante
una esquemática incorporar una génesis compleja conflic-
tiva y afectiva del espacio mismo? En fin, más allá de los
ejemplos concretos que se podrían enumerar, ¿cuáles son
los límites epistemológicos de tal estrategia?
Como se advierte, estos cuestionamientos son muy difíci-
les de resolver y corresponden a un complejo entramado de
saberes que pueda dar cuenta suficiente de ellos, pero mi in-
tención, para mostrar cómo vehicula esos debates el mapeo
colectivo iconoclasista, es vincular esa práctica concretamen-
te con la tesis de Mika Hannula respecto de la importancia
política de los pequeños gestos.16
El pequeño gesto, de acuerdo con la autora, es una acción li-
minal, de margen, que posee una lógica particular: su continua
contraposición a las tendencias racionalistas de instrumentali-
zación y objetualización de la experiencia humana, práctica al-
ternativa de modos de ser, que es potencialmente política por
su conexión mutua y relacional con situaciones específicas. Es,
entonces, un breve proceso, una dinámica que se ejecuta me-
diante efectos de prueba-error y que plantea su referente en
lo emocional y en un contexto situacional. El pequeño gesto
es político porque convierte algo (un mapa, una práctica de
16
Mika Hannula, The Politics of Small Gestures. Chances and Challenges for Con-
temporary Art, Istambul, Art-Ist, 2006, pp. 13-36.
56
108 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Destaco que, en el proceso de diferenciación de un pe-
queño gesto, Hannula se plantea una serie de dicotomías
a partir de las cuales establece parámetros de diferencia y
negación sobre la definición del mismo, y en todas esas di-
cotomías señala que éste debe oponerse a la tendencia a la
instrumentalización y a la mercantilización que brutalmente
simplifican nuestros modos de ser, como son las ideas de
felicidad o prosperidad. Finalmente, el carácter político del
pequeño gesto, su efecto, se ejecuta en el contexto del espa-
cio público, “el reino del dar y tomar, del empujar y extraer”,17
precipitado por las complejidades del tal espacio que invita
a la interacción y al intercambio, al interior de lo cual el arte
tiene un lugar privilegiado que le permite cuestionar lo que
ha sido negligente y oculto, así como extraer visibilidades y
fuerzas que normalmente no se encontrarían reunidas por
su naturaleza conflictiva, tal es el estatus que guarda la prác-
tica del taller de mapeo colectivo de Iconoclasistas.
Cartografiar en clave colectiva como estrategia artística
implica irrumpir en el espacio de forma sorpresiva y suspen-
siva, como ya vimos, al plantear situaciones irresolutas en
el contexto interpretativo que provee el espacio público. Al
responder sobre el cuestionamiento del objetivo del arte en
17
Manuel Delgado, “Lo común y lo colectivo. El espacio público como espacio
de y para la comunicación”, conferencia dictada en Medialab Prado-Plaza de
las Letras, España, 31 de enero de 2008, http://medialab-prado.es/article/lo_co-
mun_y_lo_colectivo Activo a junio de 2014.
56
109 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
ERIKA CECILIA CASTAÑEDA ARREDONDO
56
110 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
ción de lo local para participar en la producción de conteni-
do dentro de la esfera pública.
El mapeo colectivo hace uso del pequeño gesto porque
busca mostrar cómo tales procesos artísticos producen ul-
teriormente formas alternativas de “ser-con”,18 arreglos que
toman direcciones sorpresivas y que están sometidos a una
interpretación transitoria y coyuntural. De manera que resulta
muy sugerente cuestionar si tanto la idea del pequeño gesto,
como su uso en el mapeo colectivo, regresan sobre el concep-
to de solidaridad mecánica planteado por Émile Durkheim, tal
como sugiere Manuel Delgado, noción en la que:
18
Cfr. Jean-Luc Nancy, op. cit.
19
Idem.
56
111 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
La solidaridad mecánica, tal como la apunta Delgado, se orien-
ta a cuestionar cómo abordar y actuar en un espacio que es
idílico, abstracto, pre-formado; pero la práctica del mapeo co-
lectivo iconoclasista en realidad se enfrenta a un espacio atra-
vesado por la colonialidad-modernidad. En respuesta a esa
cuestión de la solidaridad mecánica, el mapeo colectivo abre
tramas que presentan la resistencia a la territorialización y al
extractivismo como la realización de un espacio político que
es un pequeño gesto. A pesar de ello, esta trama de resisten-
cias, ese pequeño gesto, nos sigue regresando una pregunta
inquietante: ¿no se corre el peligro, mediante esta práctica,
de abrazar una idea aliviadora que propugne por lo peque-
ño como virtud de lo infinitesimal como bandera de lucha,
elemento cohesionador que nos tranquiliza, pero que puede
advertidamente reducir por la vía del discurso la complejidad
de lo real que es siempre inacabado?
En lo público cuenta lo que hacemos y lo que nos pasa, y
ello es base de su profunda exclusión porque hay una tácita
negación de la identidad: “su proclividad a la difusión invita
a una superación de diferencias. En el lugar del encuentro,
la diferencia es definida aparte, esos pequeños conflictos
ya existen, la anarquía ya reina en la calle”, como menciona
20
Id.
56
113 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
puede trasladarse ni ejecutarse continuamente, dada su na-
turaleza autorreferencial y potencialmente autodestructiva,
lo que la convirtió en una especie de anti-monumento da-
daísta, y demostró que es la circunstancialidad, más que el
contenido, la base del aspecto político de una obra.
Puesto en paralelo este ejemplo con el mapeo colectivo,
podemos entender que este último mantiene una práctica
activa desde la circunstancialidad siempre cambiante de los
espacios que aborda y esa es su potencia poética política.
Finalmente, la práctica de Iconoclasistas es fundamental
en muchos sentidos, especialmente porque las incursiones
específicas de sus talleres permiten elaborar la circunstan-
56
114 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
cialidad de lo local, al grado de generar acontecimientos; en
muchos sentidos, el análisis de su propuesta permite clari-
ficar el orden de lo que podía llegar a significar una práctica
artística para un espacio liminal, tratada, como indiqué, a
través de las dinámicas que hacen evidente el desarraigo y
la desterritorialización del que son víctimas muchos de los
actores que concurren en los talleres de mapeo colectivo.
La activación de estos talleres genera una particular per-
formatividad22 a través de la concurrencia y articulación de
una muy diversa y compleja variedad de capas que tienen
como hilo conductor una constitución enunciativa particular
a modo de manifestar deseos y formas de resistencia poé-
ticas políticas que reactivan el espacio público y lo circuns-
criben en el terreno de la disputa y la circunstancialidad, en
la condición agónica de una modernidad-colonialidad atra-
vesada por las crisis globales y los efectos neoliberales del
despojo y el extractivismo, todo lo cual cabe en la esquemá-
tica del pequeño gesto cartográfico.
22
Al respecto, me valgo del uso del concepto de performatividad que elabora
56
115 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
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pdf Consulta: agosto, 2022.
Delgado, Manuel, “Lo común y lo colectivo. El espacio público como espacio de
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graficapolitica.com.ar/ iconoclasistas.html Consulta: febrero, 2016.
Longoni, Ana, “Legitimación del arte político”, Brumaria, núm. 5, 2005.
56
116 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
La dureé est essentiellement mémoire, conscience, liberté.
Gilles Deleuze, Le bergsonisme
I Paseantes de la superficie
Para iniciar la escritura de este texto comencé
por un recuerdo, una imagen pequeñita, un still
que se ha resistido a la borradura o al archivo
muerto. La imagen es apenas clara, aunque me
parece que no es tan antigua: mostraba a Julio
Cortázar paseando por París. Haciendo una bre-
ve pausa en su recorrido hablaba de los afiches.
En eso consiste todo el recuerdo.
Por supuesto que no estaba seguro de la co-
rrecta recomposición de esta imagen, puedo decir
Bergson
co
oz
y los afiches
Or
o
dr
ALEJANDRO OROZCO
an
ej
Al
7]
[11
56
117 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
que era una película de corte documental, una entrevista qui-
zá de la década de 1970, en blanco y negro, donde Cortázar,
parado frente a un muro, explicaba a la cámara la lectura per-
sonal que daba de los carteles que se apelmazaban en las
paredes de algún boulevard parisino. De nuevo, eso era todo.
En esta poco nítida imagen, sin embargo, yacían tres ele-
mentos cuyas relaciones puedan tal vez acercar una noción
particular de la ciudad que intriga por su conexión con las
funciones de la memoria. Esta tríada no es en realidad trian-
gular, es decir, no se conecta de manera equilibrada en cada
extremo; si tuviera que describirse gráficamente sería más
bien la sección consecutiva, circular o elíptica de un cono,
mas nunca el cono mismo.
Los elementos que entonces habrá que nombrar para el
inicio de este recorrido son tres: la superficie, la memoria y
la imagen. Vagos aún, demasiado generales, se acomodan en
este también vago recuerdo para englobarse dentro de una
idea denominadora que es la ciudad, en lo general, y los car-
teles urbanos en lo particular. Cortázar hace aquella pausa en
su recorrido no por casualidad, lo que me parece se confirma
en una entrevista posterior en la que al hacer el recuento de
su experiencia ambulatoria dentro de la urbe francesa en-
lista sin pormenores los afiches, los carteles, las luminarias
como parte de aquel procedimiento de abandono del mundo
ordinario, como el momento en el que uno se deriva hacia el
verdadero establecimiento de una relación con la ciudad. Por
ALEJANDRO OROZCO
56
122 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
ALEJANDRO OROZCO
56
123 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
II El afiche
Había comenzado por referirme a los afiches, los carteles
comunes y corrientes, esta suerte de palimpsesto moderno
que aún se produce en medio de las pantallas y anuncios
luminosos. A la par había pensado en muchas modalidades
del graffiti y especialmente en el esténcil y los stickers, otra
forma de irrupción urbana que goza de exuberante acumu-
lación. En todas estas versiones que he considerado dentro
del grupo “afiche” hay un común denominador: la adhesión
de una superficie a otra. Ya sea pintura, papel o engomado,
todas estas expresiones son acumuladas en espacios públi-
cos. Por un lado, pueden ser pensados como revestimientos,
aquello que cubre la desnudez y monotonía del concreto;
por otro, como adiciones, transformaciones y discretos en-
claves de tiempo. El afiche, proveniente de un galicismo que
en buena medida resuena en todos los autores citados, vie-
ne de l’affiche, palabra que a su vez recoge el latín affictum,
forma en participio de fijar, variante de affingere, también
con relación al verbo aplicar. Esta adhesión común al papel,
al engomado y a la pintura se aplica y se fija en la pared;
por ello, cuando aquí se menciona afiche se trata de todas o
cualquiera de sus posibilidades.
El afiche es externo, surge en las manos del artista, arte-
sano, publicista de taller o anunciante tradicional. Es colo-
cado literalmente en el muro, su presencia ya lleva de algún
modo la pared a cuestas, es lo que le sostiene. En efecto, hay
ALEJANDRO OROZCO
56
139 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
ser útil, cuando se embadurna y cuando se encima. El afiche
en todas sus formas deja de servir, se acaba, recuerda solo
que en las paredes y en los recorridos hay espacio aún para
la memoria. Por eso el vagabundeo del paseante lo aprecia,
como lo apreció Cortázar, porque detenerse ahí permite con-
sultar de algún modo que la memoria externa, local y públi-
ca, existe. Por eso el que camina en la superficie lo recuerda
cuando se ha transformado o cuando se ha ido, porque su
perenne permanencia evoca la resistencia y la borradura.
1
https://www.museoamparo.com/exposiciones/piezas/20/gabriel-de-la-mora-
lo-que-no-vemos-lo-que-nos-mira
56
141 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
han agregado. De la Mora decide finalmente colocar estas
piezas al revés, mostrando la parte posterior donde se hacen
más visibles las diferentes capas que para entonces ya se
han mezclado. Las imágenes resultantes son extrañamente
poéticas, en ellas hay un manto que rebasa la idea de mero
collage, se trata más bien de una pieza que se ha detenido,
que se venía formando, transformando poco a poco, sucesi-
vamente. Una obra común e involuntaria, o quizás colectora
de todo tipo de voluntades pasajeras y afectaciones ambien-
tales. Esta memoria, social y arqueológica, se torna vestigio
y creación, pero, sobre todo, cambio de piel. Involuntaria-
mente o no, De la Mora, al desprender, marca un corte en la
recolección de nuevas imágenes, de nuevas memorias, pero
también al desprender retira la piel limpiando y preparando
el nacimiento de la nueva corteza.
Como lagarto o insecto, la piel removida se presenta como
pieza, y regenera el pasillo, la parada de autobús o la placa de
anuncios que se vuelve a amontonar. Por eso, hay que decirlo,
aunque el arte urbano se dirija en particular a tal aglomera-
ción, aunque el anuncio local y maltrecho se instale sin procla-
marse recuerdo, y aunque de las mismas paredes se despren-
dan obras completas, lo que sucede en las calles no solo es
arte, es también la superficie de la memoria que se regenera.
VI Olvido y permanencia
A pesar de todo intento por seguir a Bergson en este itinera-
ALEJANDRO OROZCO
ALEJANDRO OROZCO
56
144 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Arte y estética en el
entorno urbano
os
ob
al
ll
Vi
ro
va
Ál
5]
[14
Otro de los lastres del capitalismo de consumo:
a pesar de que satura de objetos nuestro horizonte,
empobrece el mundo.
Rafael Lemus
P
ara mí, analizar el arte y la estética en
el entorno urbano implica pensar en las
fuerzas que lo rigen e indagar sobre la
responsabilidad de los artistas al aproximarse
a manifestaciones tendientes a presentar y re-
presentar expresiones estructurales que permi-
Á LV A R O V I L L A LO B O S
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145 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
de una urbe, el arte tendría que tomar un valor colectivo
que trascienda lo individual y lo particular para ocuparse
de la conciencia multiplicada, con aportes críticos a conflic-
tos sociales como el uso irracional de los recursos, el de-
rroche consumista, la alienación que producen los medios
informativos, la manipulación de los partidos políticos y las
desigualdades sociales.
En esta lógica, el arte y la estética urbana contemporánea
deben estar basados en comportamientos éticos sobre la se-
guridad social, la convivencia y el respeto de las personas,
Á LV A R O V I L L A LO B O S
56
146 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
que sin duda constituyen los elementos más importantes en
una ciudad, así como en la protección al medio ambiente y
la conservación de las demás especies que la habitan. La
ciudad es la morada de gente común: poetas, putas y pa-
seantes callejeros, turistas, mujeres y hombres de negocios,
estudiantes, obreros y amas de casa, profesionistas y orgu-
llosos habitantes de diversas índoles que conviven con otros
animales, mobiliario y demás objetos de uso cotidiano, como
si se tratara de un museo viviente. Es también la masa amor-
fa de sucesos cotidianos y el entorno en el que se disputan
el poder las fuerzas religiosas, científicas, artísticas, tecnoló-
gicas, educativas, políticas y económicas.
1
Corrado Maltese, “¿Es posible un modelo crítico?”, en VI Coloquio Internacional
de Historia del Arte. La ciudad concepto y obra, México, Instituto de Investigacio-
nes Estéticas, unam, 1987, p. 148.
56
147 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Panorámica de Medellín desde la Comuna 13 San Javier.
Foto: Álvaro Villalobos, 2021.
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151 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Estética del lucro
Los involucrados en el comercio devengan y gastan capitales
muchas veces necesarios para el desarrollo económico ge-
neral de la ciudad y del Estado-nación. Las leyes de mercado
son los reguladores principales, debido a que la competencia
incontrolada impulsa a todo el sistema a elevar sus logros
donde impera una gestión dirigista de los poderes económi-
cos sobre los de menor valía. Con base en las dinámicas de
consumo, se realizan cambios considerables en el entorno
urbano, por ejemplo, inmensos centros comerciales para to-
dos los gustos, gastos y conciencias consumidoras.
En la ciudad muchos hacemos lo mismo: deglutir artí-
culos comerciales y marcas de productos internacionales
efímeros camuflados con sentimientos artesanales locales,
comidas hidroponizadas, light, pseudoveganas u orgánicas
que nos prometen elevar el estatus de vida, con colores o
sabores que homogenizan el paladar y nos identifican como
consumidores universales, siendo este factor uno de los que
de manera más visible gentrifica.
Coexisten en las ciudades latinoamericanas grupos cul-
turales, con diversidad lingüística y étnica, que buscan un
nuevo asentamiento dado que provienen de lugares gene-
ralmente agotados, donde escasea la producción de recur-
sos, deprimidos por la acción destructiva de la gente o por
la falta de una política benefactora y generadora de pautas
de educación y protección del ambiente. Para el migrante a
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Arte y entorno urbano
Para tratar la problemática general del arte en el entorno
urbano primero hay que entender que la cantidad de usua-
rios y consumidores en estos conglomerados humanos tiene
tasas de crecimiento superiores a las de la población misma.
Hay que tener en cuenta que con el neoliberalismo, en el
capitalismo salvaje, se exprime a la especie humana como
si fuera la única energía posible y aumenta cada vez más
la competitividad con mano de obra barata, movilizando en
pleno el rendimiento de las fuerzas de trabajo humanas para
elevar sin límites la calidad de sus pretensiones y sus logros.
En conglomerados urbanos los incrementos de población
marchan a la par del crecimiento de las estructuras protési-
cas, es decir, prótesis u órganos artificiales con los que las
personas suplantan o aumentan la potencia de sus faculta-
des naturales: escaleras eléctricas, ascensores, automóviles,
etcétera. Mediante estas ampliaciones de las “potencialida-
des” del individuo y la colectividad se genera una superpro-
ducción de artículos suntuarios que en conjunto destruyen
y deterioran el ambiente, lo que provoca un devenir de uso
momentáneo, acelerando muchos ritmos de vida de los ciu-
dadanos. Consumir, deglutir lo máximo posible durante el
día acelera la destrucción de los valores de las personas, con
consecuencias sociales irreconciliables, procreándose en to-
dos los sentidos comerciales una estética del lucro, que en
la ciudad se ve, por ejemplo, en los sistemas de construcción
Á LV A R O V I L L A LO B O S
56
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mala situación económica, a robar, pedir limosna e invadir
atrozmente zonas del espacio público para vender objetos,
muchas veces “pirata”, de pésima calidad para sobrevivir.
Ni el sector productivo ni las políticas en torno al trabajo
ofrecen soluciones satisfactorias a estos problemas. Menos
puede pensarse que se apliquen políticas sobre el arte pú-
blico y sus relaciones con el entorno urbano. El migrante eco-
nómico casi siempre huye de un territorio más pobre a otro
que considere más próspero, debido a que en su lugar de
origen ya no encuentra recursos, ni un nivel adecuado para
la educación y el progreso. En contraste, los medios masivos
de información promueven modelos ideales de vida en las
ciudades basados en el consumo y las apariencias de osten-
taciones materiales. En este sentido, el arte posibilita realizar
fuertes críticas a estos modos de aniquilación y violación a
los derechos fundamentales por parte del capitalismo.
y la aparente monumentalidad.
Para comprender las generalidades de una concepción
estética integral urbana, en la que el arte esté incluido, es
56
158 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
necesario sintetizar en modelos adecuados los fenómenos
sociales al alcance de los grupos de población, y una clasi-
ficación de la tipología cultural aproximada de los barrios o
colonias. Podría clasificarse racionalmente para cualificar los
sectores con respecto a las actividades laborales, de presta-
ción de servicios, actividades deportivas, artísticas, religio-
sas, económicas de producción material y de ocio. Ampliar
la seguridad de las personas en barrios, colonias y fraccio-
namientos, en la satisfacción y calidad de los servicios pú-
blicos, así como en la tranquilidad de ciudadanos, inclusive
dentro de las propias casas, inquilinatos y vecindades.
El arte como recurso y como representación esencial de
las necesidades de los habitantes de las ciudades puede
aspirar a un provecho colectivo y trascender el valor de lo
individual o lo particular, ocupándose de la conciencia mul-
tiplicada con beneficios comunes que propongan soluciones
prácticas y necesarias, con aportaciones críticas a sus pro-
pios conflictos, al derroche consumista y a las desigualdades
sociales. Un ejemplo en ese sentido es la obra de Krzysztof
Wodicsko Tijuana Projection, realizada en In Site 2001 de la
ciudad de Tijuana. Por medio de una performance compleja,
el artista polaco ventiló problemas graves para las emplea-
das de las maquiladoras de la frontera entre México y Esta-
dos Unidos, generalmente empresas del país del norte que
explotan la mano de obra barata de los y las mexicanas.
Se trató de una intervención del espacio público en la que
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Á LV A R O V I L L A LO B O S
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161 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
histórica a la escultura moderna pensada y proyectada para
un espacio particular, exigente por lo específico y riguroso de
sus características.
Participación comunitaria
Si el arte en el entorno urbano contemporáneo ha de pro-
poner obras que trasciendan el simple objeto como forma
e introduzcan la dimensión del beneficio común, tendrá que
hacerlo eminentemente con la participación de la comuni-
dad, la cual debe intervenir activamente en la construcción
de su hábitat. Así, en la actualidad se están desarrollando
obras, happenings, performances e intervenciones en el es-
pacio público con fuertes incidencias de grupos sociales es-
pecíficos. El trabajo colectivo y de participación ciudadana
precisa ser de carácter multidisciplinario para que genere las
mejores aplicaciones en las diversas perspectivas posibles,
puestas al alcance de los proyectos y las piezas mismas, trá-
tese de recursos materiales o del potencial humano.
Lo importante en el trabajo artístico colectivo es la pues-
ta en práctica de la estética social, colectiva y comunitaria,
contraria a los intereses particulares y a los beneficios indi-
viduales, basados en el enriquecimiento y la fortuna produ-
cidos por el valor comercial de las obras. Un ejemplo crítico
a la individualidad lo representa el Festival Internacional de
Performance Comuna 4, de Aranjuez, en la ciudad de Mede-
llín, Colombia, evento artístico que se realiza cada año desde
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167 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Cara de Dalí, graffiti en la Comuna 13 San Javier, Medellín, Colombia.
Foto: Álvaro Villalobos, 2021.
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168 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Chango con ciudad en la cabeza, graffiti en la Comuna 13 San Javier,
Medellín, Colombia. Foto: Álvaro Villalobos, 2021.
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170 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Mujer pensante, graffiti en la comuna 13 San Javier, Medellín, Colombia.
Foto: Álvaro Villalobos, 2021.
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171 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Conclusiones
Entendido el entorno urbano como el flujo de personas y
acontecimientos en un complejo asentamiento territorial
que involucra bienes muebles e inmuebles, procesos, volun-
tades y decisiones en constante interacción, nunca como un
bloque cerrado con medidas precisas proporcionadas por
topógrafos, estadistas y sensores, resulta posible imaginar la
inserción de obras creadas en dinámicas móviles e indeter-
minadas, con un carácter orgánico en su conformación, pero
adecuadas a las solicitudes de sus habitantes.
Si bien son relativas las visiones sobre el arte y la esté-
tica urbanas, y esa relatividad condiciona la proyección, los
enfoques de abordaje y las maneras de leerlas y valorar los
resultados finales, no tendrían que tomarse modelos normati-
zados, hieráticos y fijos ni concepciones estables sobre lo que
puede o no considerarse obras de arte para las ciudades. Aun-
que los criterios de movilidad e indeterminación en los que se
basa este postulado apuntan a definiciones azarosas e incier-
tas, está claro que el arte y la estética para el entorno urba-
no deberían satisfacer los intereses generales comunitarios y
nunca los particulares. El arte bajo estos parámetros demanda
criterios, normas y procedimientos que pueden ser axiomáti-
cos para coexistir con variables versátiles y flexibles basadas
en análisis profundos de las necesidades colectivas. Las varia-
bles que influyan en las decisiones sobre las obras tienen que
incluir las tradiciones, la memoria y el presente, obligando a
Á LV A R O V I L L A LO B O S
Referencias
Callinicos, Alex, Un manifiesto anticapitalista, Barcelona, Crítica, 2003.
Ceballos, Alejandro, Moravia patent. Iniciativas que transforman la comunidad,
Quito, Laboratorio Local, Centro de Arte Contemporáneo, Fundación Museos
de la Ciudad, 2011.
Czubak, Bozena, Krzysztof Wodicsko, Guest/Goscie, Waisawa, Zcheta National Ga-
llery of Art, Norodowa Galería Sztuki, 2009.
Maltese, Corrado, “¿Es posible un modelo crítico?”, en VI Coloquio Internacional
de Historia del Arte. La ciudad concepto y obra, México, Instituto de Investi-
gaciones Estéticas, unam, 1987.
Merewheter, Charles, “Arte y contexto público”, conferencia, Bogotá, Museo de
Arte, Universidad Nacional de Colombia, 1993.
Uribe, Carlos, “Arte y artistas como mediadores culturales en comunidades lo-
cales”, en Ex-situ/In-situ. Moravia. Prácticas artísticas en comunidad, Colom-
bia, Municipio de Medellín, Comfenalco Antioquia, 2010.
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56
176 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Con-texto
Cuenco era el nombre del correo electrónico que
usaba Alicia, una metáfora, una evocación, como
este ejercicio de remembranza colectiva que ela-
boramos a propósito del texto que escribió sobre
Nina Hole (1941-2016). Ensayamos una reflexión en
torno al fuego, el de ellas dos, ceramistas de fuego,
que iremos llenando al calor de nuestros afectos.
Reunidas a la distancia, pero cercanas en el ánimo,
estamos: Ana, Carmen, Esther, Leticia y Eréndira, hi-
lando con palabras un tejido de la memoria.
Un mapa de recuerdos es la intención, una
aproximación lúdica que saltará de lo coloquial
a lo académico, en un tono que sonará diluido.
Así, no quisimos dejar pasar la intención de Ali-
cia de presentarnos a Nina.
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de un texto de Alicia
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1
Ana María Rodríguez, Carmen Gómez del Campo, Esther Cimet, Leticia Torres,
56
177 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y
Margarita González y Eréndira Meléndez. M A P A S
Alicia Sánchez Mejorada era historiadora del arte y cera-
mista, investigadora del Centro Nacional de Investigación,
Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap)
del inbal; querida amiga y compañera. Su texto estaba en
proceso de escritura, pero lo quiso registrar antes de termi-
narlo, así, porque quiso, para la colección Abrevian Ensayos
del Cenidiap, que quedó suspendida por lo menos durante
cinco años. Alicia murió en 2018, y la extrañaremos siempre.2
2
Leticia Torres, “Trazo de una memoria: Alicia Sánchez Mejorada”, Discurso Vi-
sual, México, julio-diciembre de 2020, http://www.discursovisual.net/dvweb46/
HJ_46-06.html Consulta: marzo, 2022.
3
Alicia, Leticia y Ana estuvieron presentes en Xalapa, durante la celebración del
Simposio Internacional de Cerámica Escultórica Monumental en enero de 2007.
56
178 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
como el fuego candente, pero al mismo tiempo esperan con
paciencia lo que el fuego les depara; es como una apuesta al
porvenir y aquello que traerá consigo. Escribe Alicia:
4
Simposio Internacional de Cerámica Escultórica en Xalapa, Veracruz, video,
https://vimeo.com/14046329 Consulta: marzo, 2022.
56
179 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Héndira, Oleaje, 2022, electrografía a partir de fotos de obras
de Nina Hole, 15 x 23.37 cm. COLECTIVO LA JAULA EXPANDIDA
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180 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
jar paisaje; evocar cómo de esas imágenes, que bailan y lan-
zan a los habitantes de la tierra, empiezan a surgir, al azar y
ya trabajadas, las esculturas, acciones que se vuelven parte
del entorno urbano: se quedan en la imaginación unas y en
el sitio otras, despiertan el asombro y dejan huella.
Nina dejó sus piezas por el mundo —en su texto, Alicia de-
talla un listado de dónde estuvo la artista. La última vez que
vimos la que quedó en Xalapa ya estaba grafiteada, se podría
decir que intervenida o apropiada, como si se tratara de un
sello, de una marca de la casa. Se veía medio abandonada,
por desgracia; tal vez esto dependa de la técnica. La de Adán
Paredes, por ejemplo, no se veía así, un monolito de cuatro
metros emplazado en una avenida de la capital veracruzana.
Hagamos algunos subrayados sobre el texto de Alicia para
seguir tejiendo más adelante:
56
182 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
También en sus piezas cerámicas, como El sueño, relieve
que acompaña a una de las integrantes de este colectivo en
su consultorio psicoanalítico; ahí está su huella.
En cuanto a Nina, el público es parte de sus piezas, inclu-
so podría ser que algunas de las imágenes registradas hayan
sido capturadas por alguna o algún espectador. Estas obras
nos hacen recordar las pinturas negras de Goya,5 nos llevan a
esas tonalidades. En el proceso creativo, la autora empezaba
por hacer una como casita. Primero le ponían una base de
ladrillo, donde iban a ir, obviamente, los leños y todo eso,
luego la envolvían en una tela especial para convertirla en
horno y pieza a la vez, y no paraban de quemarla por tres
días. Se quedaba envuelta toda la noche y el fuego era ali-
mentado para elevar la temperatura. Participaban entre vein-
te y treinta personas, ¡era increíble!
La quema junto con la pieza misma no se había mostrado
antes, queda como tarea pendiente ver cómo funciona con el
paisaje, con la arquitectura, eso no alcanzó a captarlo Alicia
en su texto, sino que iba dirigido a una publicación dedicada
al paisaje urbano; y sí, la cerámica monumental forma parte
de ese paisaje. Lo que suponemos que la cautivó fue cómo,
in situ, quedó todo: horno, pieza y demás.
Alicia también escribió y publicó sobre las quemas que
hacen los artesanos en la localidad de Mata Ortiz, Chihuahua.
COLECTIVO LA JAULA EXPANDIDA
5
Valeriano Bozal, “Pinturas negras [Goya]”, Museo del Prado, https://www.mu-
seodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/pinturas-negras-goya/3ac8fe0b-
3dd9-4dcd-b1e1-a21877cc8163 Consulta: marzo, 2022.
56
183 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
COLECTIVO LA JAULA EXPANDIDA
Héndira, Maqueta, 2022, electrografía a partir de fotos de obras
de Nina Hole, 15 x 11.8 cm.
56
184 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
analizado, pero donde lo que queda de la quema igualmente
pasa a formar parte del entorno, de lo cotidiano, de lo diario.
Armar hornos ambulantes es muy linda idea. Como señala-
mos, hay una parte en que Alicia nos cuenta cómo el proyec-
to de Nina implicaba viajar por el mundo, e iniciar talleres:
había que tener un mínimo de diez personas para hacer una
pieza monumental, para trabajar con toneladas de barro; en-
tonces, era un trabajo comunitario.
Alicia estaría encantada de que estemos trabajando jun-
tas su texto, pues, nos parece, admiraba a Nina, porque una
de sus pasiones era la técnica de la cerámica, los materiales,
los colores, los procesos. Lo comunitario también le fascina-
ba: en su casa siempre había chorcha, pues el de los cera-
mistas es un gremio muégano; todo mundo trabajaba, todo
mundo cargaba.
Buena tribu
Lo lindo del trabajo de Nina es que era realizado por tribus
itinerantes, convocadas y reunidas en el sitio, junto con la
gran pieza. Y esto cautivó a Alicia, todo el equipo humano,
el equipo técnico; como siempre decía: “donde toda huella,
todo gesto que tú imprimes al barro, el barro lo va a guardar
y estará ahí metido”.6
Las huellas de Alicia están en sus piezas y en su escritura,
COLECTIVO LA JAULA EXPANDIDA
6
Nina Hole. Ceramic Artist, http://www.ninahole.com/publications/Mark.html
Consulta: marzo, 2022.
56
185 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Héndira, Humo, 2022, electrografía a partir de fotos de obras
de Nina Hole, 15 x 20.18 cm. COLECTIVO LA JAULA EXPANDIDA
56
186 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
iba diciendo y tenía la gran facultad de sacar algo coherente
de la multiplicidad de voces, ¡una gran facultad! El tiempo era
una pasión en ella, pero de una manera diferente a la exigida,
por eso siempre llegaba tarde, era una tránsfuga del reloj, una
nómada: le dedicaba tiempo a cada gente y a cada lugar, el
que ella requería, y por eso llegaba tarde, porque se ocupaba,
hacía y estaba ahí, y entonces, pues sí, se colgaba, se colgaba
y se colgaba; se quedaba, se quedaba y se quedaba, y por fin
llegaba. Así le pasaba con todo mundo, siempre, cómo sacarle
jugo a todo, a todo lo que oía, veía, platicaba…
Se podría pensar que debió haber pertenecido a un equi-
po como los de la quema de Nina, pero eso hubiera significa-
do perderse de todo lo demás; no se podía quedar quieta, im-
posible pensar en Alicia en esos términos, lo suyo era trabajar
tarde y noche con veinte proyectos diferentes, maravillosos.
Nina llamó su atención por ciertas cualidades de su cerá-
mica, como lo arcaicoprimitivo, ese carácter primigenio, fun-
dador, además de, como dijimos, su práctica como proceso
comunitario, su desafío técnico. Era más que una ceramista,
realizaba un proyecto que propiciaba y movilizaba el trabajo
comunitario. Llegaba con la gente a capacitarla para hacer
algo en conjunto, una gran pieza que se quedaba ahí. No
solo incorporaba a las y los participantes en el momento de
la construcción del horno, sino en la arquitectura de la es-
COLECTIVO LA JAULA EXPANDIDA
56
188 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Emociona esto, por la materia, por la creación en comu-
nidad, por el proceso técnico de la quema, la utilización del
fuego y de la tierra, del barro, y la alquimia que esconde: se
trata de un performance, una ceremonia que tiene un carác-
ter arcaico, que se nutre de las mitologías del mundo y los
elementos básicos del origen de la humanidad. El barro tam-
bién está en la arquitectura: no puedes hacer el trazo de su
historia sin este material, hay una metáfora recíproca entre
ambas prácticas. La descripción de Alicia, en su texto, es muy
vívida. También la del crítico Marc Lancet:
7
Idem.
56
189 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
de Nina Hole es maravillarse y asombrarse ante el poder del
fuego, un proceso que habitualmente queda oculto en el hor-
no de los ceramistas, que en este caso se convierte en una
ceremonia comunicativa; es la experiencia del asombro ante
algo muy primigenio y básico como el fuego, esa es la materia
prima de su trabajo.
Tiene algo de arcaico, primitivo, religioso; hace contacto
con algo muy fuerte, con un elemento de la naturaleza. Téc-
nicamente, es una experimentación que se basa en lo que
ya estaba haciendo un escultor, el ceramista estadunidense
John Roloff,8 quien empezó con esto en la década de 1980 e
integró algo que le permitió desarrollar la técnica y que ella
retomó: una fibra que se desarrolló en la tecnología de los
hornos modernos, y es con lo que ella envolvía las escultu-
ras. Hacía huecos en la base de las piezas hechas de ladrillos
refractarios, usaba leños suficientes para que, la escultura
misma convertida en horno, elevara y conservara el calor. Te-
nía que estar alrededor de tres noches prendida, calculaba el
procedimiento anterior, ya que se requería, se requiere, toda
una colaboración tremenda para hacer las piezas, para hacer
la construcción, había que pensar y calcular.
Nina trataba de hacer coincidir el amanecer con el mo-
mento de mayor plenitud del fuego, en un diálogo con el
sol y con el día, con la noche, con el cosmos. Debe haber
COLECTIVO LA JAULA EXPANDIDA
8
John Roloff. Selected Work, https://www.johnroloff.com/ Consulta: marzo, 2022.
56
190 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
COLECTIVO LA JAULA EXPANDIDA
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COLECTIVO LA JAULA EXPANDIDA
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192 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
siderados en todos los aspectos: la estructura, la ceremonia,
algo verdaderamente extraordinario.
En otras obras, Nina evoca un desgaste de la materia, al
destacar ciertas texturas de maderas añejas, carcomidas,
como si se tratara de objetos hallados en la playa. Asociar
esto con el paso del fuego es verlo como el paso del tiempo,
pero en un lapso concentrado. En la cerámica las huellas del
tiempo se consiguen con el fuego, así sucede en las piezas de
Nina Hole, hay casitas, barcos, como cosas encontradas en la
playa, que las olas vinieron a dejar: cuando caminas, te las
encuentras, y llaman tu atención por todas las texturas. Pue-
de ser una forma de engaño para los historiadores, para los
estudiosos del tiempo, podría ser que solo con instrumentos
o experiencia las piezas se vean de factura reciente.
También hay que pensar en el rápido enfriamiento de la
cerámica, en el momento y el lugar geográfico donde se ha-
cen las piezas. Tiene que ser al aire libre, en una plaza, en
distintos lugares del mundo, y no se puede controlar la tem-
peratura, a diferencia del procedimiento en el taller habitual.
Hay una incertidumbre en cuanto a si la pieza va a sostener-
se o no, podría también convertirse en una instalación, o si
no simplemente en un performance, donde lo que quede sea
la memoria de la experiencia. Por el rápido enfriamiento, la
escultura podría colapsar, tal vez, pero al menos hay diez que
COLECTIVO LA JAULA EXPANDIDA
Esculturas de fuego
Es tan impráctico traer partes de la escultura dentro del hor-
no para quemarlas —comenta Nina— que la idea de hacer la
escultura y el horno como una sola unidad resulta muy lógica.
En 1994, Nina Hole comenzó a experimentar con nuevas
técnicas de construcción y materiales cerámicos. Inventar la
manera de construir un horno dentro de sus propias estruc-
turas en barro, innovar el proceso, le permitió quemar las
piezas in situ. Su meta era ser capaz de ir a cualquier parte
del mundo y construir esculturas monumentales de arcilla
que pudieran ser desarrolladas y quemadas en un plazo cor-
CAOLLI EC CI AT I SV ÁO NLCAH EJ AZ UML EA J OE XR PA ADNA D I D A
Al rojo vivo
Nina está interesada en generar un momento cumbre, una
experiencia asombrosa con sus esculturas monumentales de
fuego. Uno tiene que estar allí por la noche, cuando la pieza
CAOLLI EC CI AT I SV ÁO NLCAH EJ AZ UML EA J OE XR PA ADNA D I D A
Nina Hole
Artista madura con una gran trayectoria, miembro de la Aca-
demia Internacional de la Cerámica (iac), de la Unión de Ar-
tistas Daneses y cofundadora de la Internacional de Cerá-
mica Centro Guldagergård, también de Dinamarca. Entre sus
esculturas de fuego destacan:
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199 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
2006: Dos Taarns, Appalachian State University, Carolina del Norte.
2005: Una casa para todos, Centro Internacional de Cerámica, Kecs-
kemét, Hungría.
2005: Momento crucial, SUNY Fredonia Campus University, Estados
Unidos.
2004: Rojo y blanco transformador, Minneapolis, Minnesota.
2002: Pasaje, Museo de Arte de Cerámica Internacional, Skaelskor,
Dinamarca.
2002: La H conmemorativa, Atenas, para celebrar el 50 aniversario de
la Academia Internacional de la Cerámica, Grecia.
2001: Torre del Lagarto, Taipei, Yingko, Museo de Cerámica de Taiwán.
2000: Torre da Lua, Montemor-O-Novo, Portugal.
1998: Charlottenhus, Copenhague, Dinamarca.
1997: Festival Internacional de Alfareros, Aberystwyth, Gales.
1995: Casa del sol naciente, Gulgong, Australia.
56
200 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Y cuando despertó,
el Stuka ya
s
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ob
no estaba ahí.
zR
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He
r
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Ed
1]
Posibilidad y fracaso. [20
La investigación-acción desde
la noción beuysiana de arte ampliado
de marzo de 1944. Un bombardero Junkers
Ju 87, o Stuka, despegó a las 11:05 am y
nunca regresó a la base. El operador de
radio y artillero Joseph Beuys fue el único sobre-
viviente del accidente. Según recuerdos del pro-
pio Beuys, después de que su avión cayera, cerca
de la península de Crimea, un grupo de nóma-
EDGAR HERNÁNDEZ ROBLES
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202 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
“Libertad. Arte. Hermandad. Amor. Socialismo. Aislación.
Transmisor. Receptor. Libertad individual”1
El nombre que Joseph Beuys eligió en 1967 para su primera
exposición individual, Paralellprozess 1 (Proceso paralelo 1),
también denominó el programa según el cual conduciría su
sistema de trabajo en los años subsecuentes. Este proceso
paralelo consistía, por un lado, en toda la producción de
objetos, esculturas, instalaciones, múltiples y acciones; por
otro, lo conformaban varios recursos de carácter extrainsti-
tucional, que reunió bajo el concepto de “conferencia per-
manente” y que incluían el debate y la discusión abierta a
partir de dos de sus ideas guía: la teoría de plástica social y
la noción de arte ampliado. Ambas herederas de la tradición
romántica europea, la primera presupone el pensamiento
como material de una plástica primigenia y un sistema teó-
rico intuitivo donde el lenguaje funciona como material para
generar una comunicación intersubjetiva, es decir, aquella
que también construye sociedad de manera paralela; la se-
gunda, el arte ampliado, plantea la relación entre creatividad
y trabajo humano. Creatividad=capital fue la fórmula con la
cual el artista planteó el proyecto que liberaría al arte de su
autonomía para insertarlo de lleno en la sociedad y para que
configurase un nuevo orden en el que la propiedad privada
fuese suprimida, así como el trabajo alienado, la acumula-
ción y el consumo.
EDGAR HERNÁNDEZ ROBLES
1
Texto que aparece en el segundo pizarrón que acompañó la acción Fat Trans-
formation Piece/Four Blackboards en la Galería Tate, Londres, febrero de 1972.
B. Lange, “Questions? You have Questions?”, en Claudia Mesch y Viola Michely
(eds.), Joseph Beuys. The Reader, Massachusetts, The MIT Press, 2007, p. 178.
56
203 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
Desde este ensanchamiento del arte, Beuys pretendía in-
tegrar a todos los individuos como motores creativos de una
sociedad. “Todo hombre es un artista”, es la máxima beuy-
siana catalizadora de un arte como mecanismo de agencia
política, que permite reconstruir el tejido social a partir de
la acción no violenta de la sociedad civil. Asimismo, preten-
día extender el proceso creativo en todas las ramas de la
vida, pero sobre todo en sus posibilidades pedagógicas in-
cluyentes. De esta forma, la plástica social se articula como
herramienta de ampliación del arte.
El terreno donde Beuys fue plantando estas ideas tuvo su
genealogía en la tríada de exposiciones colectivas en las que
participó, que a la postre pasaron a la historia por ser también
parte de los momentos seminales en la institucionalización
del arte contemporáneo y que trazaron el sendero que toma-
rían los proyectos de “conferencia permanente” en su agenda,
ya que en cada una de ellas se fue eslabonando lo que sería
una de las más grandes aportaciones del creador alemán.
La muestra Seven Exhibitions, organizada en 1972 en la
Tate Gallery de Londres, sigue siendo un parteaguas en el
proceso de institucionalización del arte conceptual. Por vez
primera el sistema artístico europeo le abría las puertas a
una práctica en ese entonces todavía marginal, cuando el
discurso museístico apenas se ajustaba a los planteamientos
de este nuevo tipo de arte. Congruente con las característi-
EDGAR HERNÁNDEZ ROBLES
Hay mucha gente que dice “sí, bien, pero el ser humano no pue-
EDGAR HERNÁNDEZ ROBLES
56
207 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
es una cuestión cultural antes que nada. Y además, una cues-
tión de educación y crianza en general. ¿No? De modo que no
partimos de los medios de producción, sino de la libertad del
ser humano como criatura creativa que se autodetermina, y ahí
encontramos el medio de producción primario que actúa en la
historia y crea el futuro. En esa medida, es un complemento del
marxismo, un complemento necesario.2
2
Clara Bodenmann-Ritter, Joseph Beuys. Cada hombre, un artista, Madrid, Visor,
1995, p. 56.
56
208 C I U D A D E S , D I S P O S I T I V O S Y M A P A S
completo caos. Pero también su potencial como elemento
de trascendencia espiritual y de sanación, así como a él lo
salvo la grasa untada por los tártaros después de que el
Stuka se estrellara.
Es en esta cura desde el interior en la que Beuys concibe
la revolución como otro proceso energético matérico. Y fue
en un momento clave de la historia de Alemania Federal,
que atestiguaba el asesinato de Rudi Dutschke, la aparición
de la Fracción del Ejército Rojo y la radicalización de la vio-
lencia como manifestación, cuando decidió intervenir polí-
ticamente y fundar el Partido Alemán de Estudiantes que, a
la postre, lo llevaría a crear la Free International University
(fiu) for Creativity and Interdisciplinary Research3 en 1971,
una organización horizontal con sedes en distintos lugares
del mundo para generar plástica social y la eventual funda-
ción de una comunidad emergente de conocimiento en la
que arte y ciencia, en su conjunto, se practicaran en primer
lugar en el proceso de formación, en todo el ámbito educa-
tivo, y su fundamento fuese la autodeterminación, donde
no existieran figuras de jerarquía y, sobre todo, se planteara
una estructura interna alejada de modelos económicos ca-
pitalistas: una universidad que pugnara por la transforma-
ción social.
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Universidad Libre Internacional para la Creatividad y la Investigación Interdis-
ciplinaria.
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El número tres permea constantemente todo el proyecto
beuysiano. Influido por la teosofía de Rudolph Steiner, por
el concepto de escultura de Wilhelm Lembruck y los plantea-
mientos del científico social Wilhelm Schumndt sobre una
economía basada en las habilidades, Beuys estructuró un
concepto base para el entendimiento de la escultura y su
relación con los problemas del cuerpo social a partir de las
nociones de forma, movimiento y caos —como la grasa— que
están alineados a la idea de corazón, cabeza y cuerpo. En un
siguiente plano se encuentran, en el mismo orden: pensa-
miento, sentimiento y voluntad, así como libertad, igualdad y
solidaridad corresponden en el siguiente nivel a cultura, ley
y economía. Entonces, ¿de qué forma la conferencia perma-
nente de Beuys se relaciona con los procesos de la investiga-
ción-acción participativa? “La creatividad no está limitada a
aquellos que ejercen una de las artes tradicionales e incluso
en éstos no se limita al ejercicio de su arte. Cada uno de no-
sotros posee un potencial creativo que queda oculto por la
competitividad y las exigencias del éxito. Descubrir, investi-
gar y desarrollar este potencial debe ser tarea de la escuela.”4
A partir de los tres proyectos que forman parte de la con-
ferencia permanente —Fat Transformation Piece/Four Blac-
kboars, la oddr y la fiu, todos de una clara naturaleza con-
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“Manifesto on the Foundation of the Free International University (fiu) for Crea-
tivity and Interdisciplinary Research”, 1974.
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lación con los fundamentos para la construcción de un orga-
nismo social que, a partir de una estructura tripartita basada
en libertad, igualdad y solidaridad, lograría una coexistencia
pacífica entre los seres humanos; una tercera opción que no
fuese el socialismo ni el capitalismo. Joseph Beuys hablaba
de esta tercera posibilidad desde una ideología antroposó-
fica, pero con la indudable influencia del sociólogo alemán
Herbert Marcuse; una sociedad caracterizada por la partici-
pación colectiva:
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Herbert Marcuse, “El arte como forma de realidad”, Universidad de Buenos Ai-
res, Argentina, noviembre de 2004, http://www.marcuse.org/herbert/pubs/70s-
pubs/727tr04ArteRealidad.htm Consulta: agosto, 2022.
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Planteada originalmente por el psicólogo social Kurt Lewin
en 1944, el mismo año en que Beuys cayó en el Stuka, la
investigación-acción se basa en un proceso de campo dirigi-
do por el mismo investigador que, involucrado como agente
de cambio social, se dedica a analizar, conceptualizar, even-
tualmente resolver y volver a conceptualizar problemas. Es
también un proceso epistemológico crítico que implica la in-
tervención colectiva de agentes de distintas disciplinas que
colaboran con una comunidad o grupo vulnerable en su po-
sible empoderamiento y emancipación sin pretender generar
una nueva relación de sojuzgamiento y con el fin último de
un cambio social a mano de los mismos implicados. Un pro-
ceso en el que todos los participantes convienen por un bien
común, colaborando en horizontal y cuestionando perma-
nentemente las estructuras de poder, incluso a los mismos
que plantean las acciones de investigación-acción. Esta más
en su proceso, y no en la posible solución del problema, su
riqueza esencial. Como un work in progress, es la autogestión
y la participación efectiva de cada uno de los miembros de
una comunidad como agentes permanentes de cambio, don-
de solo es necesario un catalizador.
Los principios de transformación de la materia, según Beuys,
incluyen la participación de un catalizador o elemento con-
ductor. En el esquema de una sociedad planteada desde la
idea de una plástica social y basada en las habilidades de
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el fracaso.
La oddr y la fiu, e incluso el Partido Verde Alemán —del
cual Beuys eventualmente fue expulsado a pesar de haberlo
fundado— fueron proyectos planteados, presentados y luego
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archivados solo como procesos artísticos (a excepción del Par-
tido que, sin embargo, perdió toda conexión con la idea origi-
nal con la cual se había fundado), más que ser considerados
como la posibilidad de un arte socialmente comprometido.
Huelga decir que aún ahora, a cuarenta años de distancia,
bajo las condiciones que el capitalismo voraz pone sobre la
mesa como la alienación de la ciudadanía y del trabajo, es
pertinente que sigamos revisando estas ideas que, todavía
sin llegar a puerto, sentaron un precedente; quizá su lega-
do sea el mismo que el de una semilla. Así, en 7,000 robles,
el último proyecto de Beuys, se sembraron en la ciudad de
Kassel siete mil semillas y, al lado de cada una, se colocó
un bloque de granito con la intención de representar la re-
lación final entre lo natural y lo intelectual, una suerte de
nuevo razonamiento empírico que esbozase una verdadera
transformación de la sociedad y de su sistema económico,
un proceso de revitalización. Sin mencionar el impacto eco-
lógico favorable que tiene sembrar o plantar árboles en una
ciudad, la trascendencia de su obra es provocar una verda-
dera revolución de conciencia que, como el lento proceso en
el cual un roble alcanza su completo desarrollo, puede llegar
a tardarse unos ochocientos años. Crear vida. Una verdadera
Gesamtkunstwerk u obra de arte total. Un proyecto a largo,
muy largo plazo.
La figura de Joseph Beuys cargó con un pesado estigma
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Secretaría de Cultura
Lucina Jiménez
Directora general