Guia de Seminarios
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Equipo 1 EXCELENCIA.
Es importante tener en cuenta que cada fármaco está preparado para ser administrado
por una vía determinada con el fin de que ejerza su acción de la forma más eficaz posible.
El médico es el encargado de recetar al paciente la dosis necesaria y el enfermero o
técnico auxiliar de enfermería será el encargado de administrar el medicamento.
Vía rectal: el fármaco se introduce en el recto. Se utiliza cuando existen dificultades para
la administración por otras vías.
En este post nos centraremos a explicar la administración de medicamentos por vía oral,
al ser la más extendida por su seguridad y por tener una buena aceptación entre los
pacientes, a nivel general. Esta vía no es recomendable, por ejemplo, a los enfermos
que estén inconscientes, pues podrían asfixiarse.
Hay muchos fármacos que se pueden administrar vía oral: gotas, jarabes, tisanas,
elixires, suspensiones, viales bebibles, comprimidos, cápsulas, píldoras, pastillas,
granulados y liofilizados.
Como has visto, es importante lavarse las manos y usar guantes, explicarle al paciente
la técnica y verificar que efectivamente el paciente puede ingerirlo vía oral. El técnico en
Cuidados Auxiliares de Enfermería debe registrar el medicamento, la hora, la dosis y las
observaciones de la administración en la hoja de administración.
Los 15 correctos son las recomendaciones que se deben tener en cuenta al momento de
administrar cualquier fármaco para no cometer errores que pueda poner en peligro la
salud del paciente.
Los 15 correctos son:
8. Paciente correcto: verificar nombre y número de historia clínica para cerciorarse que
sea el paciente correcto.
10. Velocidad de infusión correcta: en la orden médica debe estar indicada la velocidad
de infusión en caso de ser intravenoso.
12. Preparar y administrar el medicamento uno mismo: lo correcto es realizar esta tarea
uno mismo por más que confiemos en el compañero(a) así nos aseguramos qué es
lo que estamos administrando.
14. No administrar medicamento si la orden fue verbal: quizás uno de los errores más
frecuentes en la administración de medicamento. Si el medicamento no está
ordenado por escrito entonces no se administra.
Equipo 2 BONDAD.
Aplicados en la piel (uso cutáneo) para un efecto local (tópico) o en todo el cuerpo
(sistémico)
Vía oral:
Muchos medicamentos se pueden administrar por vía oral como líquidos, cápsulas,
tabletas o comprimidos masticables. Dado que la vía oral es la más conveniente y por lo
general la más segura y menos costosa, es la que se utiliza con mayor frecuencia. Sin
embargo, tiene limitaciones debidas al trayecto característico que debe seguir el fármaco
a lo largo del tracto digestivo. La absorción por vía oral puede comenzar en la boca y el
estómago. No obstante, habitualmente el fármaco se absorbe en las garrapatas. El
fármaco atraviesa la pared intestinal y viaja hasta el hígado antes de ser transportado
por el torrente sanguíneo hasta su diana. La pared intestinal y el hígado alteran
químicamente (metabolizan) muchos fármacos, disminuyendo la cantidad de fármaco
que llega al torrente sanguíneo. En consecuencia, estos fármacos, cuando se inyectan
por vía intravenosa, son administrados en dosis más pequeñas para producir el mismo
efecto.
Cuando se toma un fármaco por vía oral, la comida y otros fármacos que se encuentren
en el tracto digestivo pueden afectar a la cantidad y la rapidez con que se absorbe. De
este modo, algunos fármacos deben ingerirse con el estómago vacío, otros han de
tomarse con comida, otros no deben tomarse junto con ciertos fármacos y algunos
pueden estar contraindicados por vía oral.
Algunos fármacos administrados por vía oral irritan el tracto digestivo. Por ejemplo, la
aspirina (ácido acetilsalicílico) y la mayoría de los demás fármacos antiinflamatorios no
esteroideos (AINE) pueden dañar el revestimiento del estómago y del intestino delgado
y causar una úlcera o agravar una preexistente. Hay otros fármacos cuya absorción en
el tracto digestivo es limitada o irregular, o bien, son destruidos en el estómago por los
ácidos y las enzimas digestivas.
Cuando no puede utilizarse la vía oral, se requieren otras vías de administración, como
por ejemplo:
Vías inyectables.
La administración mediante inyección (por vía parenteral) incluye las siguientes vías de
administración:
Para la administración por vía subcutánea se inserta una aguja en el tejido adiposo (graso)
justo bajo la piel. Una vez inyectado el fármaco, este se desplaza hacia los pequeños
vasos sanguíneos (capilares) y es arrastrado por el torrente sanguíneo. Como alternativa,
un fármaco llega al torrente sanguíneo a través de los vasos linfáticos (véase la figura
Sistema linfático: una defensa contra la infección). Los fármacos de proteínas de gran
tamaño, como la insulina, suelen alcanzar el torrente sanguíneo a través de los vasos
linfáticos debido a que se mueven lentamente desde los tejidos hasta el interior de los
capilares. La vía subcutánea es la que se utiliza para la administración de muchos
fármacos proteicos, ya que si se suministraran por vía oral serían destruidos en el tracto
digestivo.
Para la administración por vía intravenosa se inserta una aguja directamente en una vena.
Así, la solución que contiene el fármaco puede administrarse en dosis individuales o por
infusión continua intravenosa (venoclisis). En la infusión intravenosa (venoclisis), la
solución se mueve por gravedad (a partir de una bolsa de plástico colapsable) o bien, lo
que es más habitual, mediante una bomba de infusión por un tubo fino flexible (catéter)
introducido en una vena, por lo general en el antebrazo. La vía intravenosa es la mejor
manera de administrar una dosis precisa en todo el organismo de modo rápido y bien
controlado. También se utiliza para la administración de soluciones irritantes que
producirían dolor o dañarían los tejidos si se utilizaran por vía subcutánea o en inyección
intramuscular. Una inyección intravenosa puede ser más difícil de administrar que una
inyección subcutánea o intramuscular, porque la inserción de una aguja o un catéter en
una vena puede resultar complicada, en especial si la persona es obesa.
A través de la piel
Algunos fármacos se colocan bajo la lengua (vía sublingual) o entre las encías y los
dientes (vía bucal) para que puedan disolverse y ser absorbidos directamente por los
capilares en esa zona. Estos fármacos no se tragan. La vía sublingual está indicada
sobre todo para la administración de nitroglicerina, un fármaco utilizado para aliviar la
angina de pecho, debido a que su absorción es rápida y el fármaco llega de inmediato al
torrente sanguíneo, sin necesidad de pasar previamente por la pared intestinal y el
hígado. Sin embargo, la mayoría de los fármacos no pueden tomarse de esta forma
porque pueden ser absorbidos de manera incompleta o irregular.
Vía rectal
Muchos fármacos que se administran por vía oral pueden también utilizarse por vía rectal
en forma de supositorio. En esta presentación, el fármaco se mezcla con una sustancia
cerosa que se disuelve o licúa tras ser introducida en el recto. La absorción del fármaco
es rápida gracias al revestimiento delgado del recto y al abundante riego sanguíneo. Los
supositorios se prescriben para las personas que no pueden tomar un fármaco por vía
oral porque tienen náuseas o no pueden tragar, o bien debido a restricciones en la
alimentación, como sucede antes y después de una intervención quirúrgica. Los
fármacos que pueden ser administrados por vía rectal incluyen el paracetamol
(acetaminofeno, para la fiebre), el diazepam (para las convulsiones) y los laxantes (para
el estreñimiento). Los fármacos que en forma de supositorio sean irritantes
probablemente se administrarán en forma inyectable.
Vía vaginal
Algunos medicamentos pueden administrarse a las mujeres por vía vaginal en forma de
solución, comprimido, crema, gel, supositorio o anillo. De esta forma, el fármaco es
lentamente absorbido por la pared vaginal. A menudo se utiliza esta ruta para dar
estrógenos a las mujeres durante la menopausia con el fin de aliviar los síntomas
vaginales, como la sequedad, la irritación y el enrojecimiento.
Vía ocular
Los fármacos utilizados para tratar los trastornos oculares (como el glaucoma, la
conjuntivitis y las lesiones) pueden mezclarse con sustancias inactivas para generar un
líquido, un gel o un ungüento que puedan ser aplicados en el ojo. Las gotas oftámicas
son relativamente fáciles de usar, pero pueden salir del ojo muy rápido y por lo tanto no
tener una buena absorción. Las formulaciones en gel y en ungüento mantienen el
fármaco en contacto con la superficie del ojo durante más tiempo, aunque pueden
empañar la visión. También se puede utilizar la implantación de sólidos, que liberan el
fármaco de manera continuada y lenta, pero pueden ser difíciles de colocar y mantener
en su sitio.
Los fármacos oftálmicos se utilizan fundamentalmente por su efecto local. Por ejemplo,
las lágrimas artificiales se utilizan para aliviar la sequedad de los ojos. Otros fármacos
(por ejemplo, los utilizados para tratar el glaucoma [véase la tabla Fármacos empleados
para tratar el glaucoma], como acetazolamida y betaxolol, y los que se emplean para
dilatar las pupilas, como fenilefrina y tropicamida) producen un efecto local (actuando
directamente sobre los ojos) después de haber sido absorbidos por la córnea y la
conjuntiva. Algunos de estos fármacos entran luego en el torrente sanguíneo y pueden
tener efectos secundarios no deseados sobre otras partes del cuerpo.
Vía ótica
Los fármacos utilizados para tratar la inflamación y la infección del oído se pueden aplicar
directamente en el oído afectado. Las gotas óticas que contienen soluciones o
suspensiones se aplican normalmente sólo en el conducto auditivo externo. Antes de
aplicar las gotas óticas se debe limpiar a fondo la oreja con un paño húmedo y luego se
debe secar. A no ser que los fármacos se utilicen durante un largo periodo de tiempo o
en exceso, poca cantidad de fármaco penetra en el torrente sanguíneo, por lo que no se
producen efectos secundarios sistémicos o son mínimos. Los fármacos que se pueden
administrar por vía ótica incluyen hidrocortisona (para aliviar la inflamación),
ciprofloxacino (para tratar la infección) y benzocaína (para aliviar el dolor de oído).
Vía nasal
En caso de que un medicamento deba ser inhalado y absorbido por la delgada membrana
mucosa que reviste los conductos nasales, es necesario transformarlo en diminutas
gotitas suspendidas en el aire (atomizado). Una vez absorbido, el fármaco entra en el
torrente sanguíneo. Los fármacos administrados por esta vía suelen actuar rápidamente.
Algunos irritan los conductos nasales. Los fármacos que pueden ser administrados por
vía nasal son la nicotina (para dejar de fumar), la calcitonina (para la osteoporosis), el
sumatriptán (para la migraña) y los corticoesteroides (para las alergias).
Vía inhalatoria
Los fármacos administrados por inhalación bucal deben ser atomizados en gotitas más
pequeñas que los administrados por vía nasal para lograr que los fármacos pasen por la
tráquea y entren en los pulmones. La profundidad que alcanzará el fármaco en los
pulmones dependerá del tamaño de las gotas. Las más pequeñas son las que alcanzan
mayor profundidad, con lo que aumenta la cantidad de fármaco absorbido. En el interior
de los pulmones, son absorbidas por el torrente sanguíneo.
Nebulizaciones
Los efectos secundarios pueden incluir aquellos que se producen cuando el fármaco se
deposita directamente en los pulmones (como tos, sibilancias, dificultad para respirar e
irritación pulmonar), los debidos a la difusión del fármaco al medio ambiente (que pueden
afectar a personas que no están en tratamiento) y los producidos por la contaminación
del dispositivo utilizado para la nebulización (particularmente cuando el dispositivo se
vuelve a utilizar y no se ha limpiado de forma adecuada). La utilización adecuada del
dispositivo ayuda a prevenir los efectos secundarios.
Vía cutánea
Los fármacos aplicados sobre la piel suelen emplearse por su efecto local, y por ello se
utilizan sobre todo para el tratamiento de trastornos cutáneos superficiales, como
psoriasis, eccema, infecciones de la piel (virales, bacterianas y micóticas), prurito y piel
seca. El fármaco se mezcla con sustancias inactivas. Dependiendo de la consistencia de
las sustancias inactivas, la formulación puede ser un ungüento, una crema, una loción,
una solución, un polvo o un gel (véase Preparados tópicos).
Vía transdérmica
Clasificación:
Existen varias clasificaciones para los medicamentos, de las cuales la más comúnmente
aceptada es aquella que se basa en las principales acciones farmacológicas o usos
terapéuticos de los mismos. Los medicamentos se pueden clasificar de acuerdo a la vía
de administración, indicación, presentación o por su forma molecular.
Según la vía de administración:
Según la indicación:
Inmunosupresores
Citostàticos.
Antigripales.
Antídotos.
VIH.
Opiáceos.
Alcohólicos.
AINES.
Barbitúricos.
Equipo 3 PACIENCIA.
Equipo 4 RESPONSABILIDAD.
1) ¿Cuáles son los cuatros grupos de medicamentos?
1. Analgésicos
En este grupo de tipos de medicamentos se encuentran todos los fármacos que tienen
como finalidad aliviar el dolor físico, ya sea de cabeza, de articulaciones o cualquiera. Su
catálogo se puede dividir en dos grandes familias: los opiáceos y los no opiáceos.
2. Antiácidos y antiulcerosos
Dos grupos distintos de tipos de medicamentos, pero que comparten funciones similares:
la disminución de las secreciones gástricas. Si disminuye la acidez, se previene la
aparición de úlceras. Un ejemplo conocido es el Omeprazol.
En estos fármacos, los efectos secundarios más importantes son las alteraciones del
tránsito intestinal (diarrea o estreñimiento).
3. Antialérgicos
En esta categoría se agrupan fármacos que tienen la finalidad de combatir los efectos
negativos de las reacciones alérgicas o la hipersensibilidad.
Los más populares son los fármacos de la familia de antihistamínicos, cuyo mecanismo
de acción influye sobre la histamina, la cual tiene un importante papel en la alergias. Sus
reacciones adversas son mínimas, pero puede ocasionar diarrea, somnolencia, fatiga o
cefaleas.
4. Antidiarreicos y laxantes
Los antidiarreicos son tipos de medicamentos que tienen como propósito aliviar y detener
los efectos de la diarrea. Los más utilizados actualmente son fármacos que inhiben la
motilidad del intestino, lo que favorece la retención para conseguir una mayor
consistencia y volumen en las heces. Las reacciones adversas de estos fármacos son
mínimas, aunque se han registrado algunas como el dolor abdominal o el estreñimiento.
Equipo 5 GRATITUD.
5. Administrar el medicamento.
1. Hacer un listado con todos los medicamentos prescritos por el médico, incluyendo
las dosis, los horarios de las tomas y los posibles efectos secundarios.
Cada tipo de tratamiento presenta sus particularidades y es necesario que los cuidadores
estén al tanto de ellas así como de cualquier cambio que pueda producirse en el
tratamiento. Sin embargo, y salvo que se especifiquen otras pautas, existen una serie de
principios básicos que se pueden aplicar de forma general a la administración de
medicamentos en personas mayores.
Si tienes a varias personas a tu cuidado, la medicación de cada una de ellas deberá estar
separada y bien identificada.
Las medicinas se deben guardar según su categoría. Por ejemplo, no pongas los
fármacos orales y los cutáneos en el mismo sitio.
Evita dejar a la vista otros medicamentos que no formen parte del tratamiento habitual y
mantén cualquier fármaco fuera del alcance de los niños.
En control en la toma de medicamentos es uno de los aspectos más delicados entre las
tareas que desempeñan a diario familiares y cuidadores de personas mayores en el
hogar. Llevar un control exhaustivo de las tomas, gestionar los horarios y la posología de
cada medicamento resulta fundamental para garantizar la seguridad del paciente y el
éxito del tratamiento.
En Cuidum queremos ofrecerte las herramientas necesarias para evitar cualquier riesgo.
Aplicando estas pautas y siguiendo las recomendaciones de este artículo, dominarás las
técnicas para el control de la administración de medicamentos en ancianos para que el
proceso sea siempre seguro.
Equipo 6 EMPATIA.
Vía oral
Cómo tomarlo: En el caso de las cápsulas, se deberían tomar enteras salvo que sean
de cubiertas entéricas o el prospecto lo desaconseje. Los comprimidos efervescentes
están formulados para ser diluidos en agua, ayudando a la disolución del principio activo
o a mantenerlo en suspensión. Los especialistas indican que también se puede preparar
una suspensión extemporánea para que “hay que añadir agua hasta la marca que tiene
el envase, pero nunca de una sola vez, sino que iremos añadiéndola y agitándola”.
Vía tópica: El medicamento busca una acción local, por lo que se aplica en forma de
pomada, geles, lociones, cremas, polvos y ungüentos.
Vía transdérmica:Se trata de parches transdérmicos en los que el fármaco pasa a través
de la piel. Es sencillo de utilizar y muy efectivo por su rápida absorción. Para personas
que tienen un problema en la piel puede ser desaconsejable.
Vía oftalmológica: Son medicamentos que buscan la acción local en los ojos, donde se
aplican. “La biodisponibilidad es baja, pero esta vía permite alcanzar concentraciones de
principio activo elevadas”, indican desde la farmacia Luis Marcos. Como desventaja, hay
que tener mucho cuidado para que el envase no toque el ojo y el fármaco no se
contamine.
Vía parental: La vía parenteral es una vía de urgencia que se aplica mediante una
inyección.