1 PDF TP Politicas Publicas. Especializacion
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DNI: 23.307.660
~2.024~
DESARROLLO
En todas las culturas, el consumo de sustancias estuvo presente con diferentes
intenciones, uno de los primeros conocidos en la historia, es el de emblema de
lazo o conexión con dioses, utilizado por los chamanes, sabios o brujos de las
comunidades.
La historia social y cultural de las diferentes drogas comienza con brebajes o
fumatas, que eran permitidas por determinadas comunidades.
A lo largo del tiempo se fueron ubicando diferentes miradas sobre este consumo
socialmente permitidos. Estaba presente la hoja de coca , ya que sus atributos
era el de suplementar alimentación, horas de sueño, energía para el trabajo, etc.
lo mágico y místico era lo que distinguía el consumo.
El tiempo y la sociedad van teniendo cambios, intereses creados, y leyes que
sirven de marcos o control social en las que comienzan a existir tensiones.
Como bien sabemos, una ley es una regla o una norma de carácter obligatorio,
dictada por una autoridad competente de un territorio y como tal tiene fin de
permitir, o prohibir alguna acción de los individuos con el objeto de regular las
conductas humanas y lograr una convivencia armoniosa dentro de una sociedad,
es jurídica de carácter coercitiv, por lo cual deviene una sanción si no es
cumplida. Como bien sabemos, de leyes hay mucho para decir , entre ella,están
la ley Natural, que llamamos a aquel conjunto de leyes que emanan de la
naturaleza y rigen todos los espacios de la creación de manera irrevocable
eternas e invariables, las cuales no fueron creadas por el hombre por lo que
responden a la voluntad de las personas por ejemplo como la ley de gravedad.
A diferencia de éstas la ley positiva como conjunto de normas establecidas por
la autoridad competente de un territorio para garantizar el orden de una sociedad
deben ser cumplidas. Es importante considerar cómo se clasifican las mismas,
según ciertos criterios como permisivas y prohibitivas. Las primeras, permiten
como bien lo dice, al sujeto realizar determinadas acciones mientras que las
segundas resultan en sanciones aquel que lleva a cabo determinados actos o
comportamientos
La Constitución Nacional Argentina establece derechos y garantías
fundamentales de las personas y la forma de organizar los poderes del estado,
es así como rige y garantiza los derechos y libertades de las personas regulando
la organización y el ejercicio de los poderes del estado. Como ley suprema se
ubica en que las demás leyes respeten sus lineamientos. En el territorio
argentino así como en otros países del mundo el consumo problemático de
sustancias fue reformando las leyes reflejadas en diferentes y variados
paradigmas.
El consumo ¿Problemático, no problemático? Las drogas ¿legales o ilegales?
El sujeto que consume ¿transgresor, Desadaptado? ¿Buena o mala conducta¿
¿pobre? ¿Joven?
Resulta necesario conocer el recorrido de los diferentes modelos o paradigmas
tanto los consumos problemáticos, ya que estos responden a los anteriores
interrogantes como estereotipos sociales.
El modelo ético jurídico es el primer modelo preventivo asistencial visible
cronológicamente a la primera aproximación al tratamiento de la problemática.
El eje está puesto en la sustancia psicoactiva concebida como un fetiche maldito
donde las drogas son la causa de todos los males individuales y sociales una
especie de flagelo ligado a la delincuencia y al vicio. Cómo se trata de un modelo
jurídico su consideración de las sustancias está determinada por el criterio de
legalidad por eso resulta primordialmente punitivo. Hay sustancias lícitas como
también ilícitas que se conciben como el problema. El sujeto se convierte en
transgresor el desviado el inmoral.
El modelo médico sanitario, surge a mediados del siglo pasado y es una especie
de derivación del esquema preventivo asistencial ligado a las enfermedades
infectocontagiosas..Se trata con una mirada médica -epidemiológica que lee los
consumos problemáticos como una enfermedad, casi similar a lo que sucede
con el modelo ético jurídico. El eje del análisis está situado, en la sustancia no
en el sujeto. El consumo de sustancias es considerado la causa de la
dependencia y no se hace ninguna distinción entre consumo común y consumo
problemático.
El Modelo psicosocial, pone más énfasis en el sujeto que en el vínculo que éste
establece con la sustancia, de este modo, éste se convierte en el protagonista
de la situación. A partir de este nuevo análisis se distingue el uso del abuso de
sustancia psicoactiva, lo cual permite introducir una diferencia entre un consumo
problemático y no problemático se diría que es considerado un enfermo y la
génesis de esta enfermedad es un malestar psicológico como un trastornos
individualizante. Básicamente incorpora la psicología en los problemas de
consumo, “se droga porque tiene problemas en su casa, con su familia”, se
empieza reconocer el problema individual como un “síntoma”.
El modelo socio cultural, toma de la dimensión macro social donde las causas
del consumo problemático o no problemático de sustancias psicoactivas, están
bajo fenómenos sociales, las estructuras sociales de la época, así como sus
factores socioculturales y socios económicos. Se sostiene que el consumo de
drogas funciona como una manera de evadir la realidad como síntoma de una
sociedad en crisis o la imposibilidad de dicha sociedad que no ofrece un proyecto
a los individuos para poder existir. Los aspectos planteados tanto por el modelo
sociocultural como el psicosocial son importantes para pensar el campo de los
consumos problemáticos en el cual queda enmarcado el frágil entorno del sujeto
lo cual lo plantea como un problema macro , anulando la singularidad,
centrándose particularmente en la intersección de la pobreza y el consumo de
drogas.
Modelo ético social, este modelo surge en un concurso de UNESCO, donde
nuestro pais ganó el premio a la presentación de un trabajo Integracionista,
donde se tomó lo positivo de los modelos anteriores, agregando el concepto de
comunidad, Salud Mental con base comunitaria, se empieza a ver a la sustancia
como significante social, que muestra lo que subyace en la cultura. Desde la
sociología empezó el cambio del concepto de “Desvío” transformándolo en
“Distancia” .Se habla de una comunidad que participa, pide, no es un mero
receptor de políticas introducidas, sino al contrario toma parte en esas políticas
a través de las mesas de gestión comunitarias, autogestión, y construcción de
ciudadanía.
La triada contexto -sujeto-sustancia va haciendo un recorrido en sus diferentes
aristas. Todas estas van construyendo, y arrojando a la sociedad políticas
represivas, prejuicios y estigmatizaciones que van resultando expulsivas para las
personas que consumen.
La declaración universal de los Derechos Humanos, basados en es la dignidad
humana, nos dice que todas las personas son libres e iguales.
La dignidad de la persona humana es la esencia que fundamenta los Derechos
Humanos ya que ella constituye una garantía atribuible al pleno desarrollo del
ser humano existente en el mundo, asi mismo representa un valor intrínseco que
trae consigo el ser humano al nacer, dignidad que se transfiere a la realización
de las categorías de los Derechos Humanos cumpliendo con el respeto de los
derechos culturales sociales y económicos.los derechos Humanos son las
exigencias fundamentales morales y jurídicas que brotan de la naturaleza y
dignidad de la persona humana. Como Pilares en la vida individual y social del
ser humano a través de los cuales se logra un reconocimiento de sí mismo como
persona en capacidad de asumir una socialización basada en la igualdad, el
respeto la justicia y el bienestar de las relaciones humanas en concordancia con
los valores universales presente en la declaración universal de los Derechos
Humanos.
En cuanto a políticas públicas, la secretaría de Derechos Humanos ha
desarrollado específicamente directrices de acción a través de la creación de
herramienta jurídica enfocada en una perspectiva de derechos.
La problemática del consumo de sustancias psicoactivas interpela el trabajo
cotidiano del efector de Salud Mental y de las políticas públicas, ya que día a
día se requiere de despojar las viejas prácticas manicomiales y pensar en nuevas
miradas que traigan luz a recuperar la dignidad de los pacientes con adicciones.
Está perspectiva de derecho implica la necesidad de promover la apertura de
nuevos y novedosos discursos miradas y aportes. Hoy estamos parados frente
a nuevos desafíos que nos demandan, casi exigen, las prácticas actuales.
Aunque a veces nos encontramos sin darnos cuenta en viejas prácticas, como
reflejan los modelos antes mencionados, hoy como efectores de salud mental
tenemos la necesidad de capacitación para llevar a cabo prácticas novedosas y
más humanas.
Así mismo el trabajo interdisciplinario, intersectorial e interinstitucional demanda
de una responsabilidad y participación más activa creando redes basadas en
una mirada biopsicosocial.
En contraposición a viejos paradigmas que resultaban en prácticas expulsivas la
la creación de nuevos marcos legales permiten pasar de un modelo centrado en
la exclusión a otro basado en la integración fundados en la protección.
A la luz de pactos, tratados convenciones, etc. internacionales, la salud mental
forma parte del abordaje integral de todo sujeto y se encuentra claramente
expresada en la mayoría estos instrumentos ya que efectúan un cambio
paradigmático en políticas de salud.
Vale decir que para garantizar estos derechos debe tenerse en cuenta la
vinculación también con el ejercicio de otros derechos humanos en particular el
derecho a la alimentación, vivienda, trabajo, educación, a la no discriminación,
a la igualdad, entre otros que el acceso a la salud integral.
Resulta sine qua nom referirse a la ley Nacional de Salud Mental 26.657
sancionada el año 2.010 la cual tiene por objeto asegurar el derecho a la
protección de la salud mental de todas las personas que se encuentran en el
territorio nacional.
En el artículo cuarto este normativa aborda a las adicciones como parte
integrante de las políticas de Salud Mental que tienen como objetivo favorecer el
acceso a la atención de las personas con uso problemático de sustancias legales
e ilegales haciendo foco en la singularidad de la persona siendo por ello garante
del tratamiento y del otorgamiento de estatuto de derecho, dando un giro a la
mirada de enfermedad mental a una nueva de padecimiento psíquico o mental.
Esta ley, crea el Plan Integral para el abordaje de los Consumos Problemáticos
siguiendo la línea de los principios en materia de políticas públicas, con los
cuales busca adoptar la reducción de daño implementando políticas, programas
y prácticas con el horizonte puesto en minimizar las repercusiones sanitarias
sociales y jurídicas negativas asociadas con el consumo de drogas, así también
quita la mirada de toda medida punitiva.
Hay derechos que son transversales a la salud mental, por eso es necesario
pensar en políticas públicas como garantes de derecho.