09_Constituidos Reyes en La Caridad de Cristo I
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2.Padres de la Iglesia
San León Magno
Oficio de Lectura, 10 de Noviembre, San León Magno, Papa y doctor de
la Iglesia
El especial servicio de nuestro ministerio
De los Sermones de san León Magno, papa
Aunque toda la Iglesia está organizada en distintos grados de manera que la
integridad del sagrado cuerpo consta de una diversidad de miembros, sin
embargo, como dice el Apóstol, todos somos uno en Cristo Jesús; y esta
diversidad de funciones no es en modo alguno causa de división entre los
miembros, ya que todos, por humilde que sea su función, están unidos a la
cabeza. En efecto, nuestra unidad de fe y de bautismo hace de todos nosotros
una sociedad indiscriminada, en la que todos gozan de la misma dignidad,
según aquellas palabras de san Pedro, tan dignas de consideración: También
vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del
Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios
espirituales que Dios acepta por Jesucristo; y más adelante: Vosotros sois
una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo
adquirido por Dios.
2
LEVORATTI, A. J. – TAMEZ, E. – RICHARD, P. (ed.), Comentario Bíblico Latinoamericano:
Nuevo Testamento (Estella, España 2010) 448-450.
La señal de la cruz hace reyes a todos los regenerados en Cristo, y la unción
del Espíritu Santo los consagra sacerdotes; y así, además de este especial
servicio de nuestro ministerio, todos los cristianos espirituales y perfectos
deben saber que son partícipes del linaje regio y del oficio sacerdotal. ¿Qué
hay más regio que un espíritu que, sometido a Dios, rige su propio cuerpo?
¿Y qué hay más sacerdotal que ofrecer a Dios una conciencia pura y las
inmaculadas víctimas de nuestra piedad en el altar del corazón?
Aunque esto, por gracia de Dios, es común a todos, sin embargo, es también
digno y laudable que os alegréis del día de nuestra promoción como de un
honor que os atañe también a vosotros; para que sea celebrado así en todo el
cuerpo de la Iglesia el único sacramento del pontificado, cuya unción
consecratoria se derrama ciertamente con más profusión en la parte superior,
pero desciende también con abundancia a las partes inferiores.
Así pues, amadísimos hermanos, aunque todos tenemos razón para gozarnos
de nuestra común participación en este oficio, nuestro motivo de alegría será
más auténtico y elevado si no detenéis vuestra atención en nuestra humilde
persona, ya que es mucho más provechoso y adecuado elevar nuestra mente a
la contemplación de la gloria del bienaventurado Pedro y celebrar este día
solemne con la veneración de aquel que fue inundado tan copiosamente por
la misma fuente de todos los carismas, de modo que, habiendo sido el único
que recibió en su persona tanta abundancia de dones, nada pasa a los demás
si no es a través de él. Así, el Verbo hecho carne habitaba ya entre nosotros, y
Cristo se había entregado totalmente a la salvación del género humano.
3.Magisterio de la Iglesia
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA
POST-SINODAL
CHRISTIFIDELES LAICI
DE SU SANTIDAD
JUAN PABLO II
SOBRE VOCACIÓN Y MISIÓN DE LOS LAICOS
EN LA IGLESIA Y EN EL MUNDO