Arlt y el periodismo

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 5

Arlt y el periodismo

Aguafuertes Porteñas
Por Laura Josefina Carracedo.
Roberto Arlt periodista
Su primera incursión en el medio periodístico la hace en la revista Don Goyo, de la mano de su
director y amigo Conrrado Nalé Roxlo. La revista seguía la línea marcada por Caras y Caretas.
Allí, desde enero de 1926 Arlt comienza a colaborar con narraciones breves, irónicas, narradas
en primera persona y todas con una clara presencia autobiografica. En Don Goyo Arlt escribió
“Autobiografía Humorística”. El humor, destacado en ésta columna no excluía la verdad de su
contenido. “...He nacido bajo la conjunción de los planetas Mercurio y Saturno. Esto de haber
nacido bajo dicha conjunción es una verdadera suerte, según dice mi astrólogo, porque ganaré
mucho dinero. Mas yo creo que mi astrólogo es un solemne banduleque, dado que hasta la
fecha no solo no he ganado nada, sino perdido la bonita suma de diez mil pesos”. Su fuerte
sentido social y de la política de la cual era sumamente consciente, está contemplado en esta
autobiografía. Relata al respecto, un hecho de su infancia. Al escuchar a sus padres comentar
que en España le han dado muerte a Ferrer – fundador de la Escuela Moderna -, fabricó con
papel barrilete la bandera de España y, secundado por sus amigos se dirigió hacia el almacén
de un asturiano y luego de griteríos y rotura de un cristal, quemó el símbolo español.
“ Huí contento seguro de que Ferrer desde el cielo aplaudía mi desagravio”.
Algo que sabia hacer Arlt en sus columnas era condensar de manera sintética toda una
realidad. La síntesis era tan perfecta que se producía una paradoja. Se convertía en una gran
lupa que no dejaba ni un átomo de la misma sin describir. Culmina, con humor, - el artículo
comentado - ese humor que tuvo y mantuvo siempre, incluso con sus pares y los críticos que
no cesaban de atacarlo. “Señor Director de la Revista Don Goyo lo que he vivido después de los
10 años de edad ocuparía, sin exagerar, diez volúmenes y mejor es terminar: aquí. “

En la revista colaboraban escritores de la talla de Eduardo Mallea, Alfonsina Storni y Leopoldo


Marechal.

En el año 1927 ingresa como cronista en la sección policial del Diario Crítica, que desde su
origen, apeló al sensacionalismo y títulos catástrofe. Arlt jugará en este rol de detective y
tendrá una participación corta pero exitosa. El era un comprometido con el mundo en que
vivía y así – comprometido hasta el tuétano – tomaba su trabajo. El compromiso sería tal que,
llegó a evitar el suicidio de una mujer que escribió pidiendo auxilio a la redacción. Redactor,
fotógrafo y él lograron desarmar a la misma, impidiendo que se matara.

Finalmente en 1928, llega a la redacción del diario El Mundo, dirigido en primer término por
Alberto Gerchunnoff. Pero será con la asunción como director de Carlos Nuncio Sáenz Peña
cuando Roberto Arlt comienza a escribir sus columnas “Aguafuertes Porteñas”, siendo unos de
los pocos, en su época, que firma con su nombre la editorial. Los temas que abordaba se
centraban en la candente situación social y política. Una Argentina convulsionada con una
crisis moral y económica que vendría con el golpe de 1930. Se preocupa y se ocupa,
convirtiéndose en la voz de los “sin voz”. Arlt narra realidades, describe a personajes típicos de
la fauna porteña de la década del cuarenta. Observador, sagaz, auténtico, directo, dice las
cosas sin rodeos. Descorre velos y muestra lo que nadie quiere ver. Sobretodo, la oligarquía
pacata que tanto lo atacó. Ocupa su atención la “viveza criolla” típicamente porteña. Desnuda
la hipocresía de los porteños que aparentan lo que no son. Desde su columna también, narra
con una prosa ágil y amena, las calles y sus peculiaridades, el abandono de ciertas zonas.
Investiga, demanda y opina. Los hospitales desamparados por la Administración Municipal
fueron también su tema. Lo que describe fue visto por él, no imaginado. Si habla de la ciudad
de La Plata como un paraíso, es porque estuvo ahí, como surge de la lectura del Aguafuertes:
“Paraíso de los vagos”. Relata asimismo, la revolución del treinta y habla de corrupción la
política.

El arrabal, era el lugar en donde tomaban vida sus personajes. A la vez, cada barrio le confería
a éstos una peculiaridad o característica propia. Por ejemplo los barrios de Flores, Caballito,
Villa Crespo y Floresta. Mitos como el amor eterno, la virginidad, la fidelidad, son pulverizados
con cinismo; ante la perplejidad y el espanto de los burgueses.

La vagancia es una característica distintiva en sus personajes. Esta característica porteña es


abarcada en todas sus acepciones. Nos enseña desde estas famosísimas columnas que
“fia*****” no es lo mismo que, “tirarse a muerto”, la diferencia radica en que la primera es
espontánea, mientras que en la segunda interviene la predeterminación de no trabajar. Sin
embargo “la fiaca” no viene al leer Aguafuertes ni siquiera poniendo el intelecto en marcha
para premeditar no leer. Bucea constantemente la sociedad en la que le toca vivir y busca la
identidad propia de ella, una identidad confusa producto del crisol de razas inmigratorio. El
escritor se nutre de esas calles que camina, de esa gente que ve y con la que habla como sólo
él puede hacerlo. La ciudad se le representa como un gran teatro y éste y actores son su
materia prima. Su decir: “rudo” “ácido” “directo” no le quitó el tono poético que imponía en
sus crónicas.

Arlt sube la apuesta y no solo trata de tipificar los personajes que describe, sino que quiere
entender la sicología de ellos y para esto apela a detalles, que a todos nosotros nos pasaríamos
inadvertidos, pero que, al leerlos aparecen en nuestra memoria como una fotografía
revelándose.

Arlt le debe al periodismo el reconocimiento popular. Como también la posibilidad de viajar a


Chile, Brasil, Uruguay, Africa y España. Es justamente desde este espacio que el escritor es
conocido masivamente y reconocido públicamente. Sus famosas columnas Aguafuertes eran
auténticos diálogos con sus lectores, el tono era completamente coloquial. Tanto es así, que
fueron ellos, los lectores, los que entendieron el mensaje y materializaron la comunicación
enviando la: “cartas de lectores” inusuales, sin duda, para aquella época. Transcribe muchas
de esas cartas y responde en sus columnas. Arlt manifiesta su encanto, atracción y
agradecimiento por las mismas, al decir: “Cada carta con una propuesta sobre qué escribir es
como una ayuda gratis y oportuna en esta tarea de yugar a diario.” “...y entonces,
agradeciendo al Diablo que le haya enviado un colaborador, se sienta a la Uderwoodm mira de
reojo la carta, cavila tres segundos el tema y, de pronto las teclas empiezan a resonar... y la
crónica sale”. Justamente sobre el tema, resulta maravillosa la lectura del Aguafuertes:
“Antipatía” donde Arlt alerta a los hombres que las mujeres tienen antipatía instintiva hacia
aquellos que son inteligentes. Razona que, de advertirlo, se preguntarán como podré
engañarlo?, Destrozar su alma?, Dominarlo, hundirlo, moverlo como un fantoche?. Las lectoras
acusan semejante cross de mandíbula y le escriben.

El sabe que “pegó” lo hace siempre y sabe que vendrá la réplica. El título del Aguafuertes
resume en sí la relación del escritor con sus lectores: “Me escriben simpatizantes” en la cual
reproduce algunas cartas, dignas de ser leídas. “Esta me tutea”, reza el encabezado de una
carta de una dama. Provoca y le gusta ese eco de la gente. La dama empezó así su misiva:
“Estimado Arlt: Permití que te dé un consejo: abandona esa campaña que estas haciendo para
abrirle los ojos a los pocos zonzos que quedan para el casorio. Vas mal, corazón, volvete que te
conviene...” quien la firma?: Una pisolera de Boedo.

Hacia fines de la década del 30 continua en el diario El Mundo con sus crónicas. En este
período, alternaba Tiempos Presentes con la columna Al Margen del Cable, en esta etapa
condensaba su atención el ascenso del nazismo y la segunda Guerra Mundial, temas
demasiados fuertes e inevitables para la sensibilidad arlatiana. El mundo se desmoronaba ante
sus ojos.

Escribió un total de 2000 Aguafuertes Porteñas desde 1928 a 1942 fueron recopiladas en dos
libros Aguafuertes Porteñas (1933) y Nuevas Aguafuertes Porteñas (1960).

En ellas Arlt retrata la ciudad, su gente, la desigualdad social. Sus personajes marginales, los
excluidos, los vencidos y abandonados, son tan magistralmente observados, que, a veces,
hasta duele. Nos enseña a mirar y no a simplemente ver, y así, hoy leemos descripciones
absolutamente actuales. Los ojos de Arlt se posaban en limite, mas cerca del mal que del bien;
de la pobreza y miserabilidad que de la riqueza; de la desazón , el derrumbe social y político
que del autismo oligárgico.

Pudo mirar para otro lado, quizá el mejor, o por el menos el más cómodo, el más seguro; pero
no, fue en esa ciudad oculta que él descubre para todos nosotros donde Arlt se sintió cómodo
como un pez en el agua. No llegó ahí de casualidad, eligió estar en este lugar: el más
trasgresor, el más polémico nos guste o no, y también el menos hipócrita.

Es muy interesante la amistad que mantuvo con el pintor uruguayo Guillermo Facio Hebequer,
reconocido en su arte en Buenos Aires. Facio fue algo mas que su amigo, fue su compinche,
fue admirado por Arlt. Parafraseándolo: los dos eran “del mismo palo”. El taller de Facio
quedaba en Parque Patricios, ese taller era un templo para Arlt. Un lugar donde la puerta
estaba siempre abierta, asilo y refugio de cuanto personaje quisiera anclar. Lugar atestado de
bocetos de manos, caras, cuerpos, que, desparramados en cajoneras despertaban la
admiración de Arlt. Facio fue para la pintura lo que este incomprendido escritor fue para la
literatura. Para decirlo de otro modo, Facio pintaba lo que Arlt escribía.

Por qué Arlt llama Aguafuertes ha la columna que le dará tantas satisfacciones?

He aquí una pista. Su amigo, Facio deja la técnica de aguafuertes por el litograbado, debido a
los problemas que el uso de los ácidos le causaba a la vista. El aguafuerte es una técnica del
grabado sobre metal que consiste en dibujar sobre una capa de barniz que recubre la plancha
y luego corroer la incisión con un ácido que penetra al material dando a la imagen inicial una
deformación fuerte, dramática.

"El paisaje de las nubes", su última nota en 1942 fue publicada el mismo día en que se daba
cuenta de su muerte en una escueta y perdible mención en el diario al que perteneció.

Este escritor adelantaba, por eso fue incomprendido por sus contemporáneos que lo criticaban
por tener “mal gusto” y “errores de ortografía”... Evidentemente, aquellos que lo
desacreditaron le hicieron un pase de Verónica a lo que en realidad había en la escritura de
Arlt “cultura y estilo”, de esto, seamos piadosos..., no se dieron cuenta. Se dijo que escribía
mal; Arlt no escribió mal nunca, aunque si tenemos en cuenta la ironía que lo caracterizó, si
alguna cosa hay mal escrita de verdad, le doy crédito , ya que no puedo preguntárselo, que lo
hizo a premeditadamente para lejos de aplacar la hoguera de la critica avivarla...

Seria el Señor tiempo, con el que alguna vez se peleó en sus obras su mejor aliado.

Hoy, nadie discute quién es y quién fue Roberto Arlt para la literatura Argentina y
latinoamericana.

Engrosó – paradójicamente o no tanto - en su momento, la lista de marginales, excluidos,


aquellos que ocuparon su atención.

Inventor, con inventos famosos... por sus fracasos. Como “las medias eternas” para dama, las
que jamás se correrían. Sobre las cuales un amigo dijo de las mismas eran como “botas de
plástico”.

Que alguien le avise, por favor, donde quiera que esté: en un girasol, entre los cabellos de una
prostituta, en la tecla de una Underwood, en el banco de una plaza que no fracasó en esto de
ser inventor, no¡ Quien sino él fue el creador de esa prosa única e incomparable. Su estilo, su
manera de decir, fue su mejor invento y sin duda, su mejor legado. Hoy, en pleno siglo XXI
quisiera tenerlo para que escriba sus Aguafuertes, tendría tantos temas..., estaría desesperado
por la falta de tiempo para poner su mirada en todos. Imagino un cubículo solo para las cartas
de lectores dirigidas a él. Seguramente habría una nueva versión basada en la primera del
Aguafuertes titulada: "La tragedia del hombre que busca empleo". Roberto Arlt es más
contemporáneo que nunca y la actualidad “del animal porteño” está en el escritorio de un
compañero de oficina, viviendo con nosotros, o en este o aquel político.

Hay que decirlo, de lectura imprescindible Aguafuertes Porteñas, hacer reír, hacer pensar,
conmueve, impacta, en concreto, tan vigente como “Cambalache” aunque esto no sea nada
alentador. Pero ¡cuidado! el pobre Arlt de esto último no tiene la culpa.

Su manera de escribir – como él mismo la calificó – “es un cross a la mandíbula”, no menos


cierto es que, por leerlo, muchos, pondrían una y mil veces esa pieza ósea.
Artl cerró uan editorial sobre las críticas de las era blanco contínuo, con cuatro palabras:

“ Y que el futuro diga”.

Y el futuro dijo y fue justo.

Laura Josefina Carracedo.-

Publicado en: 2002-04-26

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy