Textos. Tema 1
Textos. Tema 1
Textos. Tema 1
TEXTO 1
“ «El hombre, para explicar el curso de los fenómenos, antes que a la razón o a la observación
recurrió a la fantasía. También los griegos, como los otros pueblos de la antigüedad, tuvieron
interesantísimos mitos sobre el origen del mundo, el destino de los mortales, las grandes fuerzas
que dominan el desarrollo de los acontecimientos, etcétera.
El mito no puede ser considerado como un complejo de falsedades y por lo tanto un obstáculo
para la conquista de lo verdadero. Por el contrario, tuvo una función muy positiva: enseñó al
hombre a no limitarse a los simples hechos en su multiplicidad no organizada, sino a
considerarlos vinculados unos con otros, y a buscar los principios de lo que sucede alrededor de
nosotros para así, a través de los principios, hallar los medios para actuar sobre la naturaleza y
transformarla en beneficio de la humanidad. En esta búsqueda primitiva, el mundo humano y el
divino se encuentran estrechamente unidos uno al otro y, por lo tanto, la indagación se extiende
desde la cosmogonía (generación del mundo o cosmos) a la teogonía (generación de los dioses).
Conexos con los mitos están los ritos religiosos, propiciatorios, con los cuales el hombre cree
conquistar el favor de las potencias que dominan el mundo».
«Pues los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración:
al principio, admirados por los fenómenos sorprendentes más comunes: luego, avanzando poco
a poco y planteándose problemas mayores, como los cambios de la Luna y los relativos al Sol y a
las estrellas, y la generación del Universo. Pero el que se plantea un problema o se admira,
reconoce su ignorancia. (Por eso también el que ama los mitos es en cierto modo filósofo; pues
el mito se compone de elementos maravillosos.) De suerte que, si filosofaron para huir de la
ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por utilidad alguna. Y
así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían casi
todas las cosas necesarias y relativas al descanso y al sustento de la vida».
TEXTO 3
«Pues la cosa es como sigue: ninguno de los dioses ama la sabiduría ni desea ser sabio,
porque ya lo es, como tampoco ama la sabiduría cualquier otro que sea sabio. Por otro lado, los
ignorantes ni aman la sabiduría ni desean hacerse sabios, pues en esto precisamente consiste la
ignorancia: en que quien no es ni bello, ni bueno, ni inteligente se cree que lo es
suficientemente. Así, pues, el que no cree estar necesitado no desea tampoco lo que no cree
necesitar».
«La filosofía es la mera idea de una ciencia posible que no está dada en concreto en ningún
lugar, pero a la que se trata de aproximar por diversos caminos (…). Mientras esta meta no haya
sido alcanzada, no es posible aprender filosofía, pues ¿dónde está, quién la posee y en qué
podemos reconocerla? Sólo se puede aprender a filosofar, es decir, a ejercitar el talento de la
razón siguiendo sus principios generales en ciertos ensayos existentes, pero siempre salvando
el derecho a la razón a examinar esos principios en sus propias fuentes y a refrendarlos o
rechazarlos».
I. KANT. Crítica de la razón Pura. Ed. Alfaguara. M, 1985 p. 651
TEXTO 5
«La palabra griega filósofo (philosophos) se formó en oposición a sophos. Es decir, amante
del conocimiento, a diferencia de quien, en posesión del conocimiento, se denominaba sabio.
Este sentido de la palabra perdura hasta hoy: la búsqueda de la verdad (no la posesión de la
verdad) es la esencia de la filosofía […] Filosofía quiere decir hacer camino. Sus preguntas son
más esenciales que sus respuestas, y cada respuesta se convierte en una nueva pregunta».
TEXTO 6
TEXTO 7
«Todos los hombres y todas las mujeres son filósofos; o, permitirnos decir, si ellos no son
conscientes de tener problemas filosóficos, tienen, en cualquier caso, prejuicios filosóficos. La
mayor parte de estos prejuicios son teorías que inconscientemente dan por sentadas, o que han
absorbido de su ambiente intelectual o de la tradición. Puesto que pocas de estas teorías son
conscientemente sostenidas, constituyen prejuicios en el sentido de que son sostenidas sin
examen crítico, incluso a pesar de que puedan ser de gran importancia para las acciones
prácticas de la gente y para su vida entera.
Una justificación de la existencia de la filosofía profesional reside en el hecho de que los
hombres necesitan que haya quien examine críticamente estas extendidas e influyentes teorías.
Este es el inseguro punto de partida de toda ciencia y toda filosofía. Toda filosofía debe partir
de las dudosas y a menudo perniciosas concepciones del sentido común acrítico. Su objetivo es
el sentido crítico e ilustrado: una concepción más próxima a la verdad y con una influencia
menos perniciosa sobre la vida humana. […] Todos los seres humanos son filósofos porque, de
una manera u otra, todos adoptan una actitud ante la vida y la muerte».
TEXTO 8
« (...) La filosofía no progresa como las ciencias en la dimensión horizontal mediante ensanches
sucesivos, progresa hacia abajo, en la dimensión de profundidad y su avance consiste en hacerse
cuestión de lo que hasta la fecha no había sido cuestionable».
José ORTEGA Y GASSET. Unas lecciones de Metafísica. Pg. 29. Alianza Editorial.