Jose Luis - Arguedas

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Jesús María Arguedas

José María Arguedas nacido en Andahuaylas, el 18 de enero de 1911 Lima; 2 de


diciembre de 1969 fue un escritor, poeta, profesor y antropólogo peruano. Fue autor
de novelas y cuentos que lo han llevado a ser considerado como uno de los grandes
representantes de la literatura del Perú. El crítico Martin Seymour-Smith considera a
Arguedas "el más grande novelista de nuestro tiempo", quien escribió "algunas de las
prosas más poderosas que el mundo haya conocido".
Introdujo en la literatura una visión interior más rica e incisiva del mundo indígena. La
cuestión fundamental que se plantea en sus obras es la de un país dividido en dos
culturas (la andina de origen quechua y la occidental, traída por los españoles), que
deben convivir. Los grandes dilemas, angustias y esperanzas que ese proyecto
plantea son el núcleo de su visión.
Su labor como antropólogo e investigador social se da en paralelo a su importancia y a
la influencia que tuvo en su trabajo literario. Se debe destacar su estudio sobre el
folklore peruano, en particular de la música andina. Al respecto tuvo un contacto
estrechísimo con cantantes, músicos, danzantes de tijeras y diversos bailarines de
todas las regiones del Perú. Su contribución a la revalorización del arte indígena,
reflejada especialmente en el huaino y la danza, ha sido muy importante.
Fue además traductor y difusor de la literatura quechua, antigua y moderna,
ocupaciones todas que compartió con sus cargos de funcionario público y maestro.
Entre sus novelas se encuentran Yawar fiesta (1941), Los ríos
profundos (1958), Todas las sangres (1964) y El zorro de arriba y el zorro de
abajo (1971).

José María Arguedas Altamirano nació en Andahuaylas, en la sierra sur del


Perú el 18 de enero de 1911. Proveniente de una familia criolla y aristócrata por
parte materna, quedó huérfano de madre a los dos años y medio de edad. Por
la poca presencia de su padre quien era abogado, litigante y viajero, y su mala
relación con su madrastra, ya que su madrastra lo maltrataba junto con su
hermanastro, se refugió en el cariño de los sirvientes andinos, lo que le permitió
tener un contacto cercano con la realidad y la cultura de las comunidades
indígenas. Esta experiencia le permitió convertirse en una voz comprometida
con la defensa de los derechos de los indígenas, pues dicho suceso influyó
profundamente en su vida y en su obra literaria. Sus estudios de primaria los
realizó en San Juan de Lucanas, Puquio, Ayacucho y los de secundaria
en Huancayo, Ica y Lima.
Ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos, en 1931; allí
se licenció en Literatura, y posteriormente cursó Etnología; se recibió de
bachiller en 1957 y de doctor en 1963. Entre 1937 y 1938 estuvo en prisión en
razón de una protesta contra un enviado del dictador italiano Benito Mussolini,
y se afilió al partido comunista. Paralelamente a su formación profesional, en
1941 empezó a desempeñar el profesorado, primero en Sicuani, Cuzco, y
luego en Lima, en los colegios nacionales Alfonso Ugarte, Guadalupe y
Mariano Melgar, hasta 1949.
Ejerció también como funcionario en el Ministerio de Educación, poniendo en
evidencia su interés por preservar y promover la cultura peruana, en especial la
música y la danza andina. Fue director de la Casa de la Cultura (1963-1964) y
director del Museo Nacional de Historia (1964-1966). En el campo de la
docencia superior, fue catedrático de Etnología en la Universidad de San
Marcos (1958-1968) y en la Universidad Nacional Agraria La Molina (1962-
1969). Agobiado por conflictos emocionales, puso fin a sus días disparándose
un tiro en la cabeza el 28 de noviembre de 1969, falleciendo tras cuatro días de
agonía el 2 de diciembre, a los 58 años de edad.
Su obra narrativa refleja, descriptivamente, las experiencias de su vida
recogidas de la realidad del mundo andino, y está representada por las
siguientes obras: Agua (1935), Yawar fiesta (1941), Diamantes y
pedernales (1954), Los ríos profundos (1958), El Sexto (1961), La agonía de
Rasu Ñiti (1962), Todas las sangres (1964), El sueño del pongo (1965), El
zorro de arriba y el zorro de abajo (publicado póstumamente en 1971). Toda su
producción literaria ha sido compilada en los primeros cinco tomos de
sus Obras completas (1983). Además, realizó traducciones y antologías de
poesía y cuentos quechuas, como sus trabajos de antropología y etnología y su
producción no literaria en general se encuentran compilados en la segunda
parte de sus Obras completas (2012).

osé María Arguedas Altamirano nació el 18 de enero de 1911 en la ciudad de


Andahuaylas, en la sierra sur del Perú. Era hijo de Víctor Manuel Arguedas
Arellano, un abogado cuzqueño que ejercía de Juez en diversos pueblos, y de
Victoria Altamirano Navarro, perteneciente a una hacendada y acaudalada
familia de Andahuaylas. Cuando falleció su madre (cuando él tenía 3 años),
víctima de «cólicos hepáticos», pasó a vivir en la casa de su abuela paterna,
Teresa Arellano, en la ciudad de Andahuaylas. En 1915, al ser nombrado juez
de primera instancia de la provincia de Lucanas departamento de Ayacucho, su
padre se trasladó a dicha sede, donde poco después se casó con una rica
hacendada del distrito de San Juan (Lucanas), provincia del mismo nombre del
departamento de Ayacucho, Grimanesa Arangoitia Iturbi viuda de Pacheco
(1917). El pequeño José María viajó entonces a Lucanas, para reunirse con su
madrastra; el viaje fue todo un acontecimiento para él, como lo recordaría
siempre. La familia se instaló en Puquio, capital de la provincia de Lucanas del
departamento de Ayacucho. José María y su hermano Arístides, dos años
mayor que él, fueron matriculados en una escuela particular. Al año siguiente,
1918, los dos hermanos continuaron sus estudios en San Juan de Lucanas, a
10 km de Puquio, viviendo en la casa de la madrastra. En 1919, Arístides fue
enviado a estudiar a Lima y José María continuó viviendo con la madrastra.
En 1920, tras la ascensión al poder de Augusto B. Leguía, el padre de José
María ―que era del partido contrario (pardista)― perdió su cargo de juez y
tuvo que retornar a su profesión de abogado litigante y viajero, trajinar que solo
le permitía hacer visitas esporádicas a su familia. Esta etapa de la vida del niño
José María estuvo marcada por la difícil relación que sostuvo con su madrastra
y con su hermanastro Pablo Pacheco. Aquella sentía por su hijastro un
evidente desprecio, y constantemente lo mandaba a convivir con los criados
indígenas de la hacienda, de la cual solo lo recogía a la llegada de su padre, tal
como lo ha relatado Arguedas en el primer encuentro de narradores realizado
en Arequipa en 1965.[cita requerida] Por su parte el hermanastro lo maltrataba física
y psicológicamente e incluso en una ocasión le obligó a presenciar la violación
de una de sus tías, que era a la vez la mamá de uno de sus compañeritos de
escuela (los «escoleros» mencionados en varios de sus cuentos). Al parecer,
esa fue solo una de las tantas escenas sexuales que fue obligado a presenciar,
ya que el hermanastro tenía muchas amantes en el pueblo.

Después de huir con su hermano Arístides de casa de la madrastra, en 1923


abandonó su retiro al ser recogido por su padre, a quien acompañó en sus
frecuentes viajes laborales, conociendo más de 200 pueblos. Pasaron
por Huamanga, Cuzco y Abancay. En esta última ciudad ingresó como interno
en el Colegio Miguel Grau de los Padres Mercedarios, cursando el quinto y
sexto grado de primaria, entre 1924 y 1925, mientras su padre continuaba su
vida itinerante y su hermano Arístides seguía su educación en Lima. Esta etapa
de su vida quedó conmovedoramente plasmada en su obra maestra, Los ríos
profundos.

En el verano de 1925, cuando se hallaba de visita en la hacienda Karkequi, en


los valles del Apurímac sufrió un accidente con la rueda de un trapiche, de
resultas del cual perdió dos dedos de la mano derecha y se le atrofiaron los
dedos restantes.

En 1931, ya con 20 años de edad, se estableció permanentemente en Lima e


ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. Allí, contra lo que esperaba, fue recibido con cordialidad y respeto por
sus condiscípulos, entre los que se contaban los futuros filósofos Luis Felipe
Alarco y Carlos Cueto Fernandini, y los poetas Emilio Adolfo Westphalen y Luis
Fabio Xammar. A raíz del fallecimiento de su padre, ocurrido el año siguiente,
se vio forzado a ganarse la vida entrando a trabajar como auxiliar en la
Administración de Correos. Era apenas un puesto de portapliegos, pero los
180 soles mensuales de sueldo aliviaron sus necesidades económicas a lo
largo de cinco años.

En 1933 publicó su primer cuento, «Warma kuyay», publicado en la


revista Signo. En 1935 publicó Agua, su primer libro de cuentos, que obtuvo el
segundo premio de la Revista Americana de Buenos Aires y que inauguró una
nueva época en la historia del indigenismo literario. En 1936 fundó con Augusto
Tamayo Vargas, Alberto Tauro del Pino y otros, la revista Palabra, en cuyas
páginas se ve reflejada la ideología propugnada por José Carlos Mariátegui.
En 1937 fue apresado por participar en las protestas estudiantiles contra la
visita del general italiano Camarotta, jefe de una misión policial de
la Italia fascista. Eran los días de la dictadura de Óscar R. Benavides. Fue
trasladado al penal «El Sexto» de Lima, donde permaneció 8 meses en prisión,
episodio que tiempo después evocó en la novela del mismo nombre. Pero a
pesar de simpatizar con el ideario comunista, nunca participó activamente en la
política militante. Estando en prisión, se dio tiempo para traducir muchas
canciones quechuas que aparecieron en su segundo libro publicado: Canto
kechwa.
Perdido su trabajo en el Correo y lograda su Licenciatura de Literatura en San
Marcos, Arguedas inició su carrera docente en el Colegio Nacional Mateo
Pumacahua de Sicuani, en el departamento de Cuzco, como profesor de
Castellano y Geografía y con el sueldo de 200 soles mensuales (1939-1941).
Allí, junto con sus alumnos, llevó a cabo un trabajo de recopilación del folclor
local. Descubrió entonces su vocación de etnólogo. Paralelamente contrajo
matrimonio con Celia Bustamante Vernal, el 30 de junio de 1939, quien junto
con su hermana Alicia era promotora de la Peña Cultural Pancho Fierro, un
legendario centro de reunión de artistas e intelectuales en Lima.
En 1941 publicó Yawar Fiesta, su tercer libro y primera novela a la vez. Entre
octubre de 1941 y noviembre de 1942 fue agregado al Ministerio de
Educación para colaborar en la reforma de los planes de estudios secundarios.
Tras representar al profesorado peruano en el Primer Congreso Indigenista
Interamericano de Pátzcuaro (1940), reasumió su labor de profesor de
castellano en los colegios nacionales Alfonso Ugarte, Nuestra Señora de
Guadalupe y Mariano Melgar de Lima. En esos años publicó también en la
prensa muchos artículos de divulgación folclórica y etnográfica sobre el mundo
andino.

Se recuperó, pero finalmente tendría otras recaídas posteriores.


Según atestigua César Lévano, en esta época Arguedas estuvo muy cerca de
los comunistas, a quienes apoyó en diversas labores, como en la de
capacitación a círculos obreros. Los apristas lo acusaron de ser un «conocido
militante comunista», acusación que sin duda tuvo mucho eco pues a fines de
1948 la recién instalada dictadura de Manuel A. Odría declaró a Arguedas
«excedente», cesándolo de su puesto de profesor en el colegio Mariano
Melgar. Al año siguiente se inscribió en el Instituto de Etnología de San Marcos
y reanudó su labor intelectual. Ese mismo año publicó Canciones y cuentos del
pueblo quechua. En los años siguientes continuó ejerciendo diversos cargos en
instituciones oficiales encargadas de conservar y promover la cultura.
En marzo de 1947 fue nombrado Conservador General de Folklore
del Ministerio de Educación, para luego ser promovido a Jefe de la Sección
Folklore, Bellas Artes y Despacho del mismo Ministerio (1950-1952). Llevó a
cabo importantes iniciativas orientadas a estudiar la cultura popular en todo el
país. Por su gestión directa, Jacinto Palacios Zaragoza, el gran trovador
ancashino, creador de la guitarra andina de 2 manceras, grabó el primer disco
de música andina en 1948. Los teatros Municipal y Segura abrieron sus puertas
al arte andino.
En 1958 publicó Los ríos profundos, novela autobiográfica, por la cual recibió
en 1959 el Premio Nacional de Fomento a la Cultura «Ricardo Palma». Esta
novela ha sido considerada como su obra maestra. Por entonces empezó a
ejercer como catedrático de Etnología en la Universidad de San Marcos (de
1958 a 1968). De la misma disciplina fue también profesor en la Universidad
Nacional Agraria La Molina (de 1962 a 1969).
Según Alonso Cueto, la amistad que tenía Arguedas con Carlos Cueto
Fernandini y su familia, lo hicieron testigo de su afición al fútbol, era hincha
del Alianza Lima, y su fascinación por la cultura popular. Mencionó alguna vez:
"El corazón de un pueblo está en dos lugares: los mercados y los estadios".
En 1961 publicó su novela El Sexto, por la cual se le concedió, por segunda
vez, el Premio Nacional de Fomento a la Cultura «Ricardo Palma» (1962).
Dicha obra es un relato novelado de su experiencia carcelaria en el famoso
penal situado en el centro de Lima, que sería clausurado en 1986.
En 1962 editó su cuento La agonía de Rasu Ñiti. Viajó en ese mismo año
a Berlín Occidental (Alemania), donde se llevó a cabo el primer coloquio de
escritores iberoamericanos, organizado por la revista Humboldt.
En 1963 fue nombrado Director de la Casa de la Cultura del Perú, donde llevó
a cabo una importante labor profesional; sin embargo, renunció al año
siguiente, como gesto de solidaridad para con el presidente de la Comisión
Nacional de Cultura.
En 1964 publicó su obra más ambiciosa: Todas las sangres, novela de gran
consistencia narrativa, en la que el escritor quiso mostrar toda la variedad de
tipos humanos que conforman el Perú y a la vez los conflictos determinados
por los cambios que origina en las poblaciones andinas el progreso
contemporáneo. Sin embargo, esta novela fue criticada severamente durante
una mesa redonda organizada por el Instituto de Estudios Peruanos el día 23
de junio de 1965, aduciéndose que era una versión distorsionada de la
sociedad peruana.
La depresión de José María Arguedas hizo crisis en 1966, llevándolo a un
primer intento de suicidio por sobredosis de barbitúricos el 11 de abril de aquel
año.
A partir del intento de suicidio, su vida ya no volvió a ser la misma. Se aisló de
sus amigos y renunció a todos los cargos públicos que ejercía en el Ministerio
de Educación, con el propósito de dedicarse solamente a sus cátedras en
la Universidad Agraria y en la de San Marcos. Para tratar su mal se puso en
contacto con la psiquiatra chilena Lola Hoffmann, quien le recomendó, a
manera de tratamiento, que continuara escribiendo. De este modo publicó otro
libro de cuentos: Amor mundo (en ediciones simultáneas en Montevideo y en
Lima, en 1967), y trabajó en la que sería su obra póstuma: El zorro de arriba y
el zorro de abajo.
En 1967 dejó su magisterio en la Universidad de San Marcos, y, casi
simultáneamente, fue elegido jefe del departamento de Sociología de
la Universidad Nacional Agraria La Molina, a la cual se consagró a tiempo
completo. Continuó su afiebrado ritmo de viajes. En febrero estuvo en Puno,
presidiendo un concurso folclórico con motivo de la fiesta de la Candelaria. En
marzo pasó 15 días en México, con motivo del Segundo Congreso
Latinoamericano de Escritores, en Guadalajara, y ocho días en Chile, en otro
certamen literario. A fines de julio viajó a Austria, para una reunión de
antropología, y en noviembre estaba de nuevo en Santiago de Chile,
trabajando en su novela de los «zorros».
Sus novelas fueron:

 1941: Yawar fiesta. Revisada en 1958.


 1954: Diamantes y pedernales. Editada conjuntamente con una
reedición del libro Agua y el cuento «Orovilca»
 1958: Los ríos profundos. Premio Nacional de Fomento a la Cultura
Ricardo Palma en 1959. Fue reeditada en 1978 por la Biblioteca
Ayacucho de Caracas con prólogo de Mario Vargas Llosa.
 1961: El Sexto. Premio Nacional de Fomento a la Cultura Ricardo
Palma en 1962.
 1964: Todas las sangres
 1971: El zorro de arriba y el zorro de abajo, novela inconclusa y que
fue publicada póstumamente.
Sus cuentos fueron:

 1935: Agua. Colección de cuentos integrada por: Agua, Los


escoleros y Warma kuyay. Segundo premio en el concurso
internacional promovido por la Revista Americana de Buenos Aires.
Traducida al ruso, alemán, francés e inglés por La Literatura
Internacional, de Moscú.
 1955: La muerte de los Arango. Cuento. Primer premio del Concurso
Latinoamericano de Cuento en México.
 1962: La agonía de Rasu Ñiti. Cuento.
 1965: El sueño del pongo. Cuento, en edición bilingüe (castellano-
quechua).
 1967: Amor mundo. Colección de cuatro cuentos de tema erótico:
«El horno viejo», «La huerta», «El ayla» y «Don Antonio».36
Recopilaciones póstumas (cuentos)

 1972: El forastero y otros cuentos (Montevideo: Sandino). Contiene


«El barranco», «Orovilca», «Hijo solo» y «El forastero».
 1972: Páginas escogidas (Lima: Universo). Selección de la obra de
Arguedas, editada por Emilio Adolfo Westphalen.
 1973: Cuentos olvidados (Lima: Imágenes y Letras). Compilación de
cuentos perdidos en periódicos y revistas de los años 1934 y 1935,
edición y notas de José Luis Rouillon.
 1974: Relatos completos (Buenos Aires: Losada). Contiene los
siguientes importantes relatos: «Agua», «Los escoleros», «Warma
kuyay», «El barranco», Diamantes y pedernales, «Orovilca», «La
muerte de los Arango», «Hijo solo», La agonía de Rasu Ñiti, El
sueño del pongo, «El horno viejo», «La huerta», «El ayla» y «Don
Antonio».
Sus poesías fueron:

 1962: Túpac Amaru Kamaq taytanchisman. Haylli-taki. A nuestro


padre creador Túpac Amaru. Himno-canción.
 1966: Oda al jet.
 1969: Qollana Vietnam Llaqtaman / Al pueblo excelso de Vietnam.
 1972 – Katatay y otros poemas. Huc jayllikunapas. Poemas en
versiones quechua y española. Publicado póstumamente por Sybila
Arredondo de Arguedas.
Estos conforman la mayor parte de su producción escrita (solo un 13 % de esta
corresponde a su narrativa).

 1938: Canto kechwa. Con un ensayo sobre la capacidad de creación


artística del pueblo indio y mestizo. Edición bilingüe preparada en la
prisión.
 1947: Mitos, leyendas y cuentos peruanos. Recogidos por los
maestros del país y editados en colaboración con Francisco
Izquierdo Ríos.
 1949: Canciones y cuentos del pueblo quechua.
 1953: Cuentos mágico-realistas y canciones de fiestas tradicionales:
Folclor del valle del Mantaro.
 1956: Puquio, una cultura en proceso de cambio.
 1957: Estudio etnográfico de la feria de Huancayo.
 1957: Evolución de las comunidades indígenas. Premio Nacional
Fomento a la Cultura Javier Prado en 1958.
 1958: El arte popular religioso y la cultura mestiza.
 1961: Cuentos mágico-religiosos quechuas de Lucanamarca.
 1966: Poesía quechua.
 1966: Dioses y Hombres de Huarochirí. Hermosa traducción directa
al castellano, de los mitos de la creación del mundo de la
recopilación hecha por el sacerdote cuzqueño Francisco de Ávila a
fines del siglo XVI, en la provincia de Huarochirí.
 1968: Las comunidades de España y del Perú.

Premio
 1958. Premio Nacional Fomento a la Cultura Javier Prado por su
tesis de especialidad en Etnología, «La evolución de las
comunidades indígenas»
 El Premio de Narrativa José María Arguedas otorgado desde el año
2000 por Casa de las Américas para difundir la obra narrativa de
escritores latinoamericanos.

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