2024. PRINCIPIOS PARA EL EJERCICIO DE LA PSICOLOGIA (1)

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
MODALIDAD ESCOLARIZADA
Plan 2024

PRINCIPIOS PARA EL EJERCICIO DE LA PSICOLOGÍA

Actualización
2024: MC. García Martínez
Verónica Elizabeth MC. Gómez
Acosta Giselle Jaqueline

Culiacán de Rosales, Sinaloa, Agosto de 2024.


UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

PROGRAMA DE ESTUDIO

1. DATOS DE IDENTIFICACIÓN

UNIDAD DE PRINCIPIOS PARA EL EJERCICIO DE LA PSICOLOGÍA


APRENDIZAJE O
MÓDULO:

Clave: 22102

Ubicación: Primer semestre Área: Básico disciplinar

Horas y créditos: Teóricas: 60 Prácticas: 40 Estudio Independiente: 60

Total de horas: 160 Créditos: 10

Competencia(s) del E11. Evalúa el diseño y la implementación de proyectos y programas de


perfil de egreso al que intervención psicológica, que permita mejorar la estrategia de aplicación,
aporta: valorando la congruencia y pertinencia, así como el proceso y resultados de estos,
en los ámbitos educativos, clínicos, psicosociales y organizacionales.

Unidades de aprendizaje Paradigmas en Psicología


relacionadas: Epistemología y Psicología

Responsable(s) de MC. García Martínez Verónica Fecha: Agosto 2023


elaborar el Elizabeth Dra. Gaxiola Bojórquez
programa: Martha
MC. Gómez Acosta Giselle Jaqueline
Dra. Izábal Wong Cristina Elizabeth
Responsable(s) de MC. García Martínez Verónica Elizabeth Fecha: agosto 2024
actualizar el MC. Gómez Acosta Giselle Jaqueline
programa:

2. PROPÓSITO

Los estudiantes del primer semestre logran identificar los principios, normas y consideraciones éticas para su
futuro ejercicio profesional, aplicando la normativa jurídica y fundamentos legales que en México son clave
para un ejercicio profesional ético como psicólogos en sus diversas áreas de acción, respetando la normativa,
conductas y obligaciones que implica el ejercer la psicología.

3. SABERES

Teóricos: - Identifica los principios éticos y deontológicos del quehacer profesional del
psicólogo en diversos campos de intervención profesional.

PROEA SAU UAS FPE-02-2022


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FACULTAD DE PSICOLOGÍA
LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

PROGRAMA DE ESTUDIO

- Analiza los valores éticos de la disciplina psicológica, cuyo valor supremo es “tomar
a la persona siempre como un fin y nunca como medio para otra cosa que no sea su
propio perfeccionamiento como persona”.
- Recupera los principios y normas morales de la práctica profesional de la psicología.
“Son orientaciones o guías para que la razón humana pueda saber cómo se puede
concretar el valor ético último: la dignidad de la persona humana”

Prácticos: - Aplica las normas psicoéticas básicas: Confidencialidad, veracidad, consentimiento


válido y fidelidad a las promesas hechas.
- Contextualiza la ética en el quehacer profesional del psicólogo.

Actitudinales: - Interioriza los valores, principios y normas morales del quehacer profesional
psicológico.

4. CONTENIDOS

UNIDAD I. ÉTICA, MORAL, PRINCIPIOS Y NORMAS DE CONDUCTAS EN EL DESEMPEÑO


DE CALIDAD DEL PSICÓLOGO
I.1 La Ética y la moral
I.2 Calidad del trabajo desempeñado por el psicólogo
I.3 Resultados del trabajo del psicólogo
I.4 De las relaciones
I.5 Generalidades
I.6 Principios básicos que rigen el comportamiento en los psicólogo
UNIDAD II. MARCO LEGAL Y FUNDAMENTOS LEGALES EN MÉXICO PARA LA
APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA

II.1. Cumplimiento de las disposiciones legales


II.2 Ejercicio de las competencias profesionales del psicólogo
UNIDAD III. NORMATIVA Y CONSIDERACIONES EN EL EJERCICIO PROFESIONAL
III.1 Manejo de información confidencial
III.2 Secreto profesional
III.3 Consentimiento informado
III.4 Sobre la formación profesional
III.5 Normas deontológicas

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PROGRAMA DE ESTUDIO

III.6Sobre el consentimiento informado y contrato psicoterapéutico


III.7Secreto profesional en psicoterapia
III.8 Intervención
III.9 Evidencia científica
III.10Docencia
III.11 Supervisión
III.12Consultorios y lugar de ejecución profesional
UNIDAD IV Áreas de la psicología y diferencias en su ejecución profesional
IV.1 Relativo a la imparcialidad
IV.2. Derechos humanos e inclusión
IV. 3 De la relación profesional
IV.4 Sobre la adscripción a federaciones y colegios
IV.5 Sobre la imagen pública
IV.6 Psicología general
IV.7 Psicología clínica
IV.8 Psicología educativa
IV.9 Psicología laboral
IV.10 Psicología social
IV.11 Psicología forense

5.ACTIVIDADES PARA DESARROLLAR LAS COMPETENCIAS

Actividades del docente:


● Se debe favorecer tanto el trabajo autónomo del estudiante como el trabajo colaborativo en grupos
de trabajo cooperativo haciendo uso de las diferentes herramientas telemáticas interactivas y de los
recursos didácticos tradicionales que respondan a las competencias y propósitos aquí expuestas líneas
arriba.

Actividades del estudiante:


❖ Elaboración de mapas conceptuales.
❖ Visitas de observación de campo (con sus respectivos reportes).
❖ Reportes de lectura con sus críticas y aportaciones que cualifiquen dicho producto.
❖ Exhibición de películas alusivas a la psicoética con discusión-reflexión grupal; sincrónica y asincrónica.
❖ Presentación de casos con dilemas éticos.
❖ Prácticas de investigación diagnóstica pedagógico-clínico en escenarios diversos (escuelas, hospitales).

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PROGRAMA DE ESTUDIO

6. EVALUACIÓN DE LAS COMPETENCIAS

6.1. Criterios de desempeño 6.2 Portafolio de evidencias

Foro Control de lectura


Debate Mapa conceptuales
Presentaciones orales Cuestionarios
Evaluaciones escritas u orales

6.3. Calificación y acreditación:

Parcial: Final:
Estar inscrito en el periodo que corresponde. Actividades de clase 25%
Contar con el 80% de asistencias para tener derecho a Actividades extra clase 25%
ser evaluado. Evaluación sumativa 25%
Actividades de clase. Proyecto o actividad final 25%
Actividades extra clase entregadas en tiempo y forma.

7. RECURSOS DIDÁCTICOS

Presentaciones de Power Point, proyector, laptop, cartulinas, plumones, adhesivos de colores, videos.

8. FUENTES DE INFORMACIÓN

Bibliografía básica

URL o biblioteca
Autor(es) Título Editorial Año digital donde está
disponible

Sociedad
Código ético
Mexicana de Trillas 2007
del
Psicología
psicólogo

Hinojos
a Consideraciones:
FMP 2022
Mendoz Ética en Psicología
a
Berenic
e
http://ru.juridicas.un
La ética, los
Julio Zan colecciones 2004 am.mx/xmlui/handle
derechos y la justicia
/123456789/11142

El consentimiento https://www.anmm.
Xavier A. López-de informado en la org.mx/bgmm/1864
Gac Méd Méx S/F
la Peña legislación en salud _2007/1996-132-5-5
en México 51-557.pdf

Bibliografía complementaria
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LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

PROGRAMA DE ESTUDIO
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FACULTAD DE PSICOLOGÍA
LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

PROGRAMA DE ESTUDIO

URL o biblioteca
Autor(es) Título Editorial Año digital donde está
disponible

THE FOUNDATIONS
EL PROFESIONAL DE
OF BIOETHICS. NEW
GRACIA, D. LA PSICOLOGÍA Y SU 1987
YORK:
“ETHOS”
OXF.UNIV.PRESS

FILOSOFÍA DEL
GACETA MÉDICA DE
CF. J. GONZÁLEZ SUICIDIO: SOBRE LA 1983
MÉXICO
ÉTICA PROFESIONAL

LA ÉTICA DE LOS https://biblioteca.ita


AGUSTÍN
PROFESORES EN LA m.mx/estudios/revis
DOMINGO ESTUDIOS 67 1996
FORMACIÓN ta/067/000173227.p
MORATALLA
UNIVERSITARIA df

http://www.scielo.e
ÉTICA PARA
du.uy/scielo.php?scri
OMAR PSICÓLOGOS:
DECLÉE DE BROWER 1996 pt=sci_arttext&pid=S
FRANCA-TARRAGÓ INDUCCIÓN DE LA
1688-422120120002
PSICOÉTICA
00009

Federación
Nacional de
https://colegiopsicol
Colegios,
Código de Ética de ogiaedomex.org.mx/
Sociedades y
las y los Psicólogos FENAPSIME 2018 wp-content/uploads
Asociación de
Mexicanos /2022/10/codigo-de-
Psicólogos de
etica.pdf
México
(FENAPSIME)

http://paginasperson
ales.unam.mx/app/
JULIANA EL ETHOS, DESTINO
COLEC, FILOSOFÍA 1996 webroot/files/5880/
GONZÁLEZ DEL HOMBRE
Asignaturas/1878/Ar
chivo2.4607.pdf

http://pepsic.bvsalu
ROSÁNGELA ÉTICA Y PSICOLOGÍA PERSPECTIVAS
2004 d.org/pdf/pp/v5/v5a
MENDOZA, MA. CLÍNICA PSICOLÓGICAS
04.pdf

GALÁN JÍMENEZ,
JAIME SEBASTIAN
ÉTICA Y http://www.spenta
F. & DE
SUPERVISIÓN EN DAENA 2018 mexico.org/v13-n1/
ÁVILA
PSICOTERAPIA A3.13(1)28-40.pdf
RAMÍREZ,
XOCHIQUETZALY
YERUTI

PROEA SAU UAS FPE-02-2022


UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

PROGRAMA DE ESTUDIO

https://revistas.ucat
REFLEXIONES SOBRE
MYRIAM RÍOS olicaluisamigo.edu.c
LA ÉTICA DEL POIÉSIS 2017
MADRID o//index.php/poiesi
PSICÓLOGO
s/article/view/2501

https://cssp.gob.sv/
JUNTA DE wp-content/upload
CÓDIGO DE
VIGILANCIA DE LA INICIATIVA s/2017/05/C%C3%9
ÉTICA DE LA 2021
PROFESIÓN EN SPOTLIGHTH 3DIGO-DE-%C3%89
PROFESIÓN EN
PSICOLOGÍA TICA-ACTUALIZADO.
PSICOLOGÍA
pdf

https://www.couns
eling.org/docs/defa
ult-source/default-d
ocument-library/20
CÓDIGO ÉTICA DE
APA COUNSELING.ORG 2014 14_code_of_ethics_
LA APA
ph_spanishaddress.
pdf?sfvrsn=336b53
2c_4

9. PERFIL DEL DOCENTE

Licenciado en psicología adscrito a la Facultad de Psicología con conocimiento y manejo del Código Ética del
Psicólogo.

PROEA SAU UAS FPE-02-2022


PRESENTACIÓN DE LA ASIGNATURA

La presente compilación tiene como propósito que el estudiante de primer

semestre se familiarice con la normativa legal, jurídica y ética que se entrelaza

en el quehacer profesional del psicólogo en México, ya que resulta de vital

importancia que, desde el comienzo de su formación académica y profesional

como licenciados en psicología, rescaten y al mismo tiempo internalice la

responsabilidad que conlleva el ser psicólogo.

El documento tiene como base los documentos de la Sociedad Mexicana

de Psicología y la Federación Mexicana de Psicología por referir algunos, así

también como lecturas complementarias de la ley General de Salud (México), la

Norma-004-SSA3- Expediente Clínico; y la Norma Oficial Mexicana-NOMO12-SSA

con las cuales se busca que el estudiante conozca las implicaciones ético y

legales de su futuro ejercicio profesional.

Dentro de la unidad I el alumno podrá reflexionar sobre los conceptos de

ética y moral, la calidad de su desempeño profesional y los principios básicos

que rigen el comportamiento del psicólogo.

En la segunda unidad el estudiante podrá adentrarse dentro de las

disposiciones legales y el ejercicio de las competencias profesionales del

psicólogo.

En la tercera unidad se encontrará con las normativas y consideraciones

en el ejercicio profesional tales como el manejo de información confidencial, la

secrecía profesional, consentimiento informado, intervención, evidencia

científica, docencia e investigación.

Por último, en la cuarta unidad se adentra a las áreas de aplicación y sus

diferencias en su ejecución, como también, de lo relativo a la imparcialidad,

derechos humanos e inclusión, de la relación profesional, nuestro papel en la

adscripción a federaciones y colegios, así como la imagen pública del psicólogo.

Gómez Acosta Giselle


J. García Martínez
Verónica E.
UNIDAD I. ÉTICA, MORAL, PRINCIPIOS Y NORMAS DE CONDUCTAS EN EL
DESEMPEÑO DE CALIDAD DEL PSICÓLOGO

I.1 La Ética y la moral


I.2 Calidad del trabajo desempeñado por el psicólogo
I.3 Resultados del trabajo del psicólogo
I.4 De las relaciones
I.5 Generalidades
I.6 Principios básicos que rigen el comportamiento en los psicólogos

Referencias

Sociedad Mexicana de Psicología. ( 2007 ).Código ético del

psicólogo.Trillas Zan, J. (2004). La ética, los derechos y la justicia.

Colecciones
C a p í t u l o 1
CONCEPTOS DE ”ÉTICA” Y MORAL

Las palabras “ética” y “moral” tienen un significado etimológico semejante


en sus raíces griega y latina. En el uso común se emplean casi siempre
indistintamente y, a veces, conjuntamente, aunque quienes las usan así
probablemente no serían capaces de decirnos con precisión si significan lo mismo o
se refieren a algo diferente. De todos modos, quizás para dar mayor énfasis retórico
al discurso, parece que suena bien refor- zar a la “ética” con la “moral”, aun a riesgo
de incurrir en una redundancia, como ocurre si nos atenemos al significado
etimológico de los términos.
En el lenguaje filosófico contemporáneo se han estipulado, sin embargo,
dos distinciones y dos clases de definiciones diferentes de estos términos. En un
primer sentido se comprende a lo moral como una dimensión que pertenece al
mundo vital, o al Lebenswelt, y que está compuesta de valoraciones, actitudes,
normas y costumbres que orientan o regulan el obrar humano. Se entiende a la
ética, en cambio, como la ciencia o disciplina filosófica que lleva a cabo el análisis
del lenguaje moral y que ha elaborado diferentes teorías y maneras de justificar o
de fundamentar y de revisar críticamente las pretensiones de validez de los enun-
ciados morales. Por eso, “coincidiendo con un uso lingüístico no del todo desacos-
tumbrado en filosofía, se puede usar el término Ética como sinónimo de “filosofía
de lo moral” (N. Hoerste, Texte zur Ethik). Conforme a este uso del lenguaje, la
ética puede considerarse entonces como una ciencia que pertenece al campo de la
filosofía, como la metafísica o la epistemología, mientras que “lo moral” es, en
general, el objeto de esta ciencia, es decir, lo que ella estudia.

1. UNA DIVISIÓN EN EL CAMPO DE LA ÉTICA


Hay otra manera de definir y diferenciar los términos “ética” y “moral”, que
se ha planteado a partir de la crítica de Hegel a la ética de Kant, y de su fuerte

19
LA ÉTICA, LOS DERECHOS Y LA JUSTICIA

diferenciación entre “moralidad” y “eticidad”. Este otro uso de los términos se ha


generalizado recientemente fuera del contexto sistemático de la filosofía
hegeliana.1
En los escritos de ética de los filósofos modernos y contemporáneos encon-
tramos planteadas dos clases de cuestiones: a) la cuestión de lo que es bueno para
mí como persona y para nosotros como comunidad; b) la cuestión de lo que es
correcto o de lo que es justo en las relaciones con los otros (incluso especialmente
con otros grupos humanos y culturas diferentes), cualesquiera sean los bienes que
cada uno se proponga alcanzar como fin. Los distintos autores se han ocupado
preferentemente de alguna de estas dos clases de cuestiones. Pero también puede
considerarse que ambas, tanto las preguntas y las discusiones acerca del bien,
como las que están centradas en el tema de la justicia, pertenecen al campo disci-
plinario de la ética, no obstante que se trata de cuestiones distintas, y que quizás
tengan que ser tratadas con métodos diferentes. Esta diferencia, que estaba implí-
cita en Kant, comienza a hacerse reflexiva a partir de Hegel.
En la filosofía de Hegel, esta distinción que él marca muy fuertemente no
tiene, sin embargo, la intención de oponer de manera excluyente la “ética” contra
la moral sino de eliminar la confusión, y de estudiar la relación dialéctica entre
ambas. Distinguir para unir. Al comienzo de su Filosofía del derecho introduce
Hegel esta distinción terminológica, en los siguientes términos:

Moralidad y eticidad, que corrientemente valen como sinónimos, están


tomados aquí como esencialmente diferentes entre sí. Por otra parte, incluso la
representa- ción [el lenguaje no filosófico] parece distinguirlas. El lenguaje
kantiano usa con preferencia la expresión moralidad y, en realidad, los
principios prácticos de su filosofía se limitan completamente a este concepto y
hacen imposible el punto de vista de la eticidad, a la que incluso expresamente
aniquilan y subvierten. Aunque moralidad y eticidad sean sinónimos según su
etimología, esto no impide usar estas dos palabras diferentes para conceptos
diferentes.2

Mediante la introducción de esta convención terminológica quería marcar


Hegel la diferencia entre la “eticidad” concreta —realizada como una forma de
vida y como el ethos de una comunidad, que es lo que había sido tematizado en la
filosofía griega antigua de Platón y de Aristóteles—, y el concepto moderno de la
“moralidad” como un orden de principios universales, producto de la reflexión de
la conciencia sobre la ley moral y el deber de la voluntad autónoma, que es el

1
Retomo en este punto conceptos desarrollados en mis libros anteriores: J. De Zan, Panorama de la ética
continental contemporánea, Akal, Madrid, 2002, cap. 2 “Moralidad y eticidad. Una disputa contemporánea
entre Kant y Hegel”, pp. 17-28; cf. también, J. De Zan, La filosofía práctica de Hegel, ICALA, Río Cuarto,
2003.
2
GWF Hegel, Filosofía del derecho, “Introducción”, § 33

20
JULIO DE ZAN Conceptos de “ética" y
moral
punto de vista de la ética kantiana. Hegel comprende la eticidad concreta como
esencialmente histórica y piensa que recién en el sistema de las instituciones del
Estado de derecho y de la sociedad civil moderna se ha alcanzado una eticidad que
respeta y realiza, en principio, las exigencias de la moralidad. Por eso para Hegel
no se pueden ya contraponer moralidad y eticidad.
El uso de los términos “moralidad” y “eticidad” en el lenguaje filosófico
post- hegeliano ha asociado algunas veces el punto de vista de la eticidad con el
historicismo y el relativismo ético, y por otro lado, en cuanto este punto de vista se
remite a las costumbres e instituciones de una tradición, presenta un sesgo que se
ha considerado también como conservador. El término “moralidad” se asocia en
cambio con la preten- sión de fundamentación filosófica de principios morales
igualmente válidos para todos los seres humanos, es decir, con una posición
filosófica racionalista y universalista. El punto de vista de la moralidad se ha
considerado también como una orientación más crítica y progresista. Es claro que
los calificativos “conservador” o “progresista”, aso- ciados a la ética de la eticidad y
de la moralidad, respectivamente, son valoraciones relativas y polémicas. Si se
atiende a las orientaciones más recientes del pensamiento posmoderno puede
decirse que estas valoraciones tienden a invertirse.
Los ensayos de síntesis o de unificación de estas dos instancias de la “ética”
y la moral (como el que llevó a cabo Hegel en su sistema) así como el abandono de
alguna de ellas, o el reduccionismo de la una a la otra, se han mostrado, sin embar-
go, como operaciones inconsistentes en la teoría y de alto riesgo en la praxis.
Parece, por lo tanto, que en la situación posmoderna debiéramos mantener o acen-
tuar más bien esta diferencia y contar, al mismo tiempo, con Aristóteles y con Kant
como dos fuentes complementarias e irreductibles del pensamiento ético, renun-
ciando al proyecto de una teoría unificada.
Algunos filósofos contemporáneos (como Paul Ricoeur, Jürgen Habermas,
Ronald Dworkin, Richard Rorty, B. Williams, etc.) han retomado esta diferencia
independientemente de los presupuestos sistemáticos de la filosofía de Hegel, en-
tendiendo en general a la moral como la tematización de los principios universales
de la moralidad y a la “ética” como la tematización del ethos histórico particular de
cada comunidad. “Moralidad” alude a la forma incondicionada del deber, de la
obligación, de la rectitud, la justicia y la solidaridad en las relaciones con los de-
más; al respeto de la dignidad de la persona, de la pluralidad de las culturas, de las
formas de vida y de los derechos humanos fundamentales. (Esta es la dimensión
de lo moral que ha sido especialmente puesta de relieve y estudiada por Kant y por
las teorías éticas de orientación kantiana).
El ethos, en cambio, en cuanto tema de la “ética” en el sentido al que nos
estamos refiriendo, se puede describir como un conjunto de creencias, actitudes e
ideales que configuran un modo de ser de la persona, o la “personalidad cultural

21
LA ÉTICA, LOS DERECHOS Y LA JUSTICIA

básica” de un grupo humano, tal como la conciben los antropólogos. Por eso la
“ética” alude en este sentido a una concepción de la buena vida, a un modelo de la
vida virtuosa y a los valores vividos de una persona o de una comunidad, encarna-
dos en sus prácticas e instituciones. La “ética” así entendida se interesa ante todo
por el sentido o la finalidad de la vida humana en su totalidad, se interesa por el
bien o el ideal de la vida buena y de la felicidad. Estos otros son los temas en los
cuales se han centrado las teorías éticas de orientación aristotélica y hermenéutica.
En la “ética” se revelan o se encuentran ya dados incluso los fines más elevados
que orientan la existencia del hombre o de los miembros de una comunidad en
cuanto tales, y a través de los cuales ellos creen poder alcanzar la felicidad o el
bien supremo. Así entendida, la “ética” se vincula íntimamente, casi siempre, con
la religión.
Otros filósofos actuales han redescubierto por su propia cuenta esta diferen-
cia entre la “ética” y la moral, independientemente de la tradición del debate de la
moralidad y la eticidad en la filosofía continental. Michel Walzer alude a esta
diferencia con los términos thick y thin. Toma la idea de densidad (thickness) como
“un tipo de argumentación moral referencialmente rica, culturalmente resonante y
ligada a un sistema o red simbólica de significados locamente contextualizada”:
esto es la “ética” en el sentido en que se usa el término en este libro. “ Thin, tenue,
es simplemente el término de contraste” (la moral). 3 John Rawls trabaja en cambio
con la diferencia y el solapamiento de las “doctrinas comprensivas” de las diferen-
tes comunidades y los principios universalizables de la justicia como equidad que
conforman la estructura de una sociedad bien ordenada. 4 Esta diferenciación, que
es tan importante en Rawls, es también básicamente equivalente. El núcleo de
unas “doctrinas comprensivas”, en la terminología rawlsiana, es una “ética”; y la
“teoría de la justicia” de este autor es una teoría sobre la moral pública de una
sociedad pluralista y democrática.
La ética que ha de regir las relaciones en el ámbito intercultural e internacio-
nal no puede tener un contenido mucho más rico que el de los principios de justicia
y de solidaridad humana; es una ética mínima, 5 tenue o delgada, que carece de la
densidad sustantiva de las valoraciones fuertes y de los modelos de vida virtuosa
propios de cada comunidad. En este contexto, thin no quiere decir sin embargo
débil, aclara Walzer, sino que, por el contrario, es como la escueta y descarnada
estructura ósea del esqueleto que sostiene desde dentro las bellas formas del cuer-
po humano. La metáfora del esqueleto no es de Walzer, pero me parece útil para
representar las relaciones de la “ética” y la moral. La moralidad universalista se ha

3
Michel Walzer, Thick and Thin. Moral Arguments at home and Abroad, New York, 1994.
4
John Rawls, Political liberalism, New York, 1993.
5
Cf. Adela Cortina, Ética mínima, Madrid, 1986.

22
JULIO DE ZAN Conceptos de “ética" y
moral
comprendido a veces como un corsé impuesto desde fuera a la vida “ética” por una
racionalidad abstracta que niega las diferencias. Pero este sesgo de la moralidad
universalista queda enteramente disuelto si se abandona el método kantiano del
construccionismo racional a priori y se lo reemplaza por un procedimiento
hermenéutico reconstructivo que busca explicitar y fundamentar los principios
básicos de la moral a partir de las experiencias de la vida buena y del ethos vivido,
como las condiciones normativas necesarias de su propia existencia, o como la
gramática universal de la interacción humana con sentido.
Esta es la diferencia que ha dado lugar a la formación de las teorías éticas
rivales que mencionábamos al comienzo: 1) ética deontológica, formal o de nor-
mas, o ética de la justicia; y 2) ética teleológica, material, de los valores y de las
virtudes, o ética del bien. Sin embargo, la aparente oposición de estas teorías éticas
que se presentan como alternativas, debería resolverse en alguna forma de integra-
ción o de complementariedad, por cuanto se trata en realidad de una diferencia que
no es meramente teórica, sino que pertenece al campo objetivo de los fenómenos
morales y, en consecuencia, tanto las teorías éticas como la educación deberían
trabajar con esta diferencia. La búsqueda de la integración y de la articulación de
la moralidad universalista con los valores e ideales de la vida buena de los grupos
y culturas históricas particulares y con la problemática de las identidades y de las
diferencias es uno de los temas más significativos de las reflexiones éticas con-
temporáneas. Esta distinción entre lo“ético” y lo moral se reencuentra en ambos
lados: tanto en el campo objetual, de los fenómenos morales, como en el campo
epistémico de la Ética como disciplina filosófica (que debería estudiar por separa-
do estos dos temas de la “ética” y la moral), o de las teorías éticas, que se concen-
tran muchas veces en uno solo de estos campos.
Atendiendo a la crítica que me ha hecho R. Maliandi, 6 de que “convendría
tomar recaudos aclaratorios para evitar la confusiones originadas en la ambigüe-
dad del término”, o en los dos sentidos diferentes con los cuales se usa, escribiré la
palabra “ética” entre comillas siempre que se refiera a este concepto que se define
como diferente de la moral. Ética, sin comillas (y con mayúscula cuando es usada
como sustantivo) se refiere en cambio en este libro a la disciplina filosófica y a las
diferentes teorías éticas que han desarrollado los filósofos. La convención
terminológica enunciada, si bien es bastante corriente en el lenguaje filosófico
contemporáneo, puede ofrecer otra dificultad con el uso de la palabra “moral” en
el lenguaje cotidiano, porque con ella se alude por lo general a la subjetividad de la
conciencia y a la responsabilidad personal. La ética de Kant parece decir, en cam-
bio, lo contrario de este sentido usual cuando sostiene como tesis central que la ley

6
Ricardo Maliandi, Ética: conceptos y problemas, Biblos, 2004, p. 75.

23
LA ÉTICA, LOS DERECHOS Y LA JUSTICIA

moral es objetiva y universal, y que la moralidad implica reciprocidad en el trato


con los demás. Los filósofos contemporáneos en su mayoría apoyan de diferentes
maneras la idea de que la moralidad no puede entenderse como un asunto mera-
mente privado y subjetivo. Estos conceptos filosóficos no se oponen, sin embargo,
al uso común en la medida en que el sesgo intimista del sentido de la palabra
“moral” se interprete con referencia a las acciones de la persona en las circunstan-
cias concretas, y especialmente en situaciones difíciles, frente a las cuales solo el
propio sujeto puede tomar la decisión, después de haber deliberado en cada caso
sobre lo que debe hacer. Sobre este aspecto personal de la responsabilidad moral
volveré en el último capítulo (8).
Esta distinción, que aquí he introducido, no es, por cierto, una cuestión me-
ramente terminológica (una cuestión de palabras) sino que tiene en la actualidad
una importancia sistemática fundamental. Como se podrá comprobar a lo largo de
todo este libro, esta distinción juega un papel decisivo en el tratamiento de los
problemas teóricos y prácticos, que difícilmente se podrán solucionar si no se
trabaja reflexivamente con ella.

2. COMUNIDADES HOMOGÉNEAS
Y SOCIEDADES MULTICULTURALES

Las sociedades tradicionales premodernas han funcionado la mayoría de las


veces como unidades cohesionadas por un sistema monolítico de ideas, creencias
y valores homogéneos, profundamente arraigado en su propia historia, el cual fun-
da una manera unívoca de concebir “lo natural”, el bien y los ideales de vida del
hombre y de la comunidad, es decir, un ethos cultural que configura y define una
fuerte identidad colectiva.
En este contexto la educación, por ejemplo, no hace otra cosa que inculcar
directamente a los jóvenes el modo de ser propio de la comunidad en la que ingre-
san, como la forma de vida “ética”, los valores y costumbres que caracterizan o
identifican a los miembros de esa comunidad y que ellos comprenden como natu-
rales, de tal manera que no permiten ninguna libertad para elegir otra forma de
vida diferente. Este modelo de educación moral supone que la posible experiencia
de conflictos de valores ha de tener siempre una resolución ya dada en el ordena-
miento jerárquico de los valores mismos. El modelo no es cuestionado mientras la
homogeneidad cultural de la comunidad y su sistema de valores se mantiene
inalterado.
El comunitarismo es una posición filosófica que pretende restaurar de algu-
na manera aquel modelo. En su justificada crítica del individualismo y del
atomismo

24
JULIO DE ZAN Conceptos de “ética" y
moral
liberal, los comunitaristas ponen de relieve que el individuo no precede en realidad
a su comunidad, sino que, por el contrario, depende profundamente de ella. Los
valores y creencias, o la comprensión del mundo comunitaria, determinan su
autocomprensión y con ello también su identidad. Extremando esta línea de pensa-
miento, algunos llegan a decir que el individuo no elige libremente (aunque crea
hacerlo así) sus valores y los fines fundamentales, sino que los encuentra siempre
ya ahí en la tradición histórica de su comunidad. Uno de los comunitaristas promi-
nentes, que es Alasdair MacIntyre, expresa con el mayor vigor esta interpretación:
“Soy hijo o hija de alguien... ciudadano de esta o aquella ciudad, miembro de este
o aquel gremio o profesión... Como tal heredo del pasado de mi familia, mi ciudad,
mi tribu, mi nación, una variedad de deberes, herencias, expectativas correctas y
obligaciones. Ellas constituyen los datos previos de mi vida, mi punto de partida
moral”.7 El tipo de identidad en la que piensa este autor es la identidad convencio-
nal de las sociedades premodernas en las que la dinámica del cambio y la movili-
dad social eran casi inexistentes, y el individuo quedaba ya identificado de manera
“natural”, no por sus elecciones, sino por su nacimiento en determinada familia,
etnia, lugar y clase social o corporación, por los roles sociales y las funciones
profesionales que heredaba de sus antepasados.
El avance del proceso de modernización, la movilidad social, territorial y
profe- sional de amplios sectores sociales, la apertura al mundo, la globalización,
etc., han erosionado y puesto en crisis los restos de aquel tipo de cultura tradicional
y las iden- tidades estáticas, ligadas a las estructuras corporativas de las sociedades
premodernas que algunos comunitaristas quisieran restaurar o mantener, y han
difundido otros valo- res que tienen que ver con la vida privada y la libertad
individual para elegir diferentes planes de vida, para buscar otros horizontes fuera
del lugar de origen, cambiando los roles heredados y las posiciones sociales, etc. Se
habla de la transición de un modelo de identidad fuerte, estable y cerrada, a un
nuevo tipo de identidades abiertas, menos duras y más dinámicas. En la
terminología de Paul Ricoeur8 se trata del paso de la identidad “idem”, que forma
parte de lo involuntario de nuestro ser y denota perma- nencia inalterada del
carácter, como herencia natural y cultural, a la identidad “ipse”, entendida como
fidelidad a las propias elecciones de la libertad y mantenimiento de la palabra dada,
como lealtad y cumplimiento de las promesas. Esta es la identidad pro- piamente
moral, que se ha desprendido ya de los presupuestos sustancialistas de un núcleo
inalterable de la personalidad. Este sentido de la identidad moral tiene su ancla- je
más profundo, según mi manera de ver,9 en la fidelidad a la verdad, no como algo ya
dado, sino como el horizonte o la meta de una búsqueda del sentido, que implica

7
A. MacIntyre, Tras la Virtud, Barcelona, 1984, pp. 271-272.
8
P. Ricoeur, Soi-même comme un autre, París, 1996.
9
Cf. J. De Zan, “Identidad y universalidad”, en Erasmus, nº 1, Río Cuarto, 1999.

25
LA ÉTICA, LOS DERECHOS Y LA JUSTICIA

apertura a la crítica y disponibilidad para la autocorrección y el cambio. La


autonomía llega hasta la definición de la propia identidad, que no se acepta como
algo que se recibe ya hecho, sino que se desea realizar como elección y libre
construcción de sí mismo.
Ahora bien, en una sociedad abierta, democrática y pluralista, en la que no
existe ya una única concepción del mundo y del hombre que sea reconocida por
todos, y especialmente en las grandes sociedades multiculturales, se da también un
pluralismo de las convicciones “éticas” acerca del bien o de los ideales y modelos
de vida, y bajo este aspecto podría decirse que la “ética”, en el sentido especial que
se ha definido aquí, en cuanto diferente de la moral, es vivida ahora como una
tradición cultural o como una opción individual o de grupo, que reclama respeto y
solidaridad de la sociedad global, pero que no puede pretender universalizarse, u
“oficializarse” en la esfera pública mediante el derecho, sino que tiene que apren-
der a convivir con otras tradiciones y con otras formas de vida.
Hay quienes experimentan estos cambios como una suerte de privatización
de la “ética”, como un empobrecimiento o una pérdida de la vida comunitaria;
otros ven en ello un progreso o la liberación de un modelo de sociedad cerrada,
premoderna y antiliberal. Esta es una presentación muy elemental de un debate
abierto que divide las opiniones en la sociedad y en la filosofía actual, no solamen-
te en América Latina, sino también en Europa y los EE. UU. El debate central en la
filosofía norteamericana de las últimas décadas del siglo XX ha sido esta confron-
tación de liberalismo y comunitarismo. No podría detenerme ahora a analizar aquí
los argumentos en pro y en contra de una y otra posición. Pero ya el planteamiento
de esta situación trae aparejado como consecuencia una pérdida de legitimidad de
los contenidos de los sistemas jurídicos que conservan resabios de aquellas “éti-
cas” tradicionales, y del mencionado modelo de educación “ética” de las comuni-
dades antiguas, el cual sería rechazado como autoritario en una sociedad moderna.
¿Esto quiere decir, entonces, que los aspectos morales de la educación que-
dan reservados a la familia y a las comunidades religiosas o a otros grupos priva-
dos; que la escuela pública debe abstenerse de incidir en esta dimensión porque
ello sería interferir en la libre elección de valores e ideales de los alumnos? ¿Cómo
establecer esta demarcación en el sistema jurídico?
Me parece que aquí, frente a estas preguntas, revela toda su significación la
distinción que he venido remarcando desde el comienzo entre el tema de las nor-
mas y los principios morales con pretensiones de validez universal, y el tema de
los ideales y modelos éticos de vida, que deben ser respetados en la medida en que
representan opciones que definen una identidad o un ethos particular y valioso,
pero que dependen de convicciones y de opciones de vida que no pueden
argumentarse como vinculantes para todos. El que se reconozca como fenómeno

26
JULIO DE ZAN Conceptos de “ética" y
moral
sociológico la progresiva privatización de los ideales y modelos éticos no quiere
decir que pueda admitirse también la privatización y la relatividad de todos los
valores y de los principios morales, porque sin una moral pública no es posible el
orden político, el derecho, ni la sociedad misma.

3. ”ÉTICA”, MORAL Y EDUCACIÓN


Quiero proponer ahora esquemáticamente algunas aplicaciones de estos con-
ceptos de la “ética” y de la moral en el campo de la educación. Esta consideracio-
nes acerca de cómo se opera la diferencia que he explicado en este campo privile-
giado de su aplicación permitirá terminar de aclarar los conceptos y comprender la
importancia de trabajar con su diferencia.
Las dificultades e interrogantes globales que se han planteado sobre la edu-
cación “ética” y moral han sido diferentes en las distintas épocas de la historia.
Podríamos rememorar esos problemas de manera elemental a través de tres pre-
guntas.10 1) En la filosofía griega antigua se había planteado un tipo de preguntas
como éstas: ¿Puede enseñarse la ética?, ¿cómo es posible enseñar la virtud? o
¿cómo se lleva a cabo la educación del comportamiento moral? Este primer grupo
de preguntas alude a la cuestión pedagógica y metodológica de la formación ética
o moral de los jóvenes. 2) Aunque aquellos problemas clásicos sigan ocupando
todavía hoy a la pedagogía y a la psicología, en la época moderna se han planteado
otras preguntas nuevas y más álgidas: ¿Tiene derecho el maestro a inculcar a los
alumnos su concepción “ética” de la vida buena o su escala de valores? ¿Es com-
patible con el principio liberal de la tolerancia y de la neutralidad del Estado con-
cederle la atribución de diseñar planes de formación moral? ¿Cómo se puede legi-
timar la educación en determinados valores y principios morales sin violar la auto-
nomía y la libertad de conciencia, respetando las propias creencias y el modelo de
vida adoptado por el grupo social de pertenencia? ¿Quién está autorizado para
establecer fines y objetivos iguales para la educación que se imparte a grupos,
comunidades y culturas diferentes? Este segundo grupo de interrogantes alude al
problema de la legitimidad de la educación moral en la escuela pública.
3) Por otra parte, y no obstante la relevancia que han cobrado las cuestio-
nes de la Ética en la sociedad actual, este fenómeno no se refleja, sin embargo, en
un incremento de la demanda educativa en esta línea. Se ha llegado a decir incluso
que las preguntas centrales que se plantean ahora en nuestra época al respecto no
son ya las clásicas preguntas antiguas y modernas, citadas más arriba, sino pregun-
tas más pragmáticas como estas otras: ¿Vale la pena insistir hoy en la educación

10
Cf. Adela Cortina, “Moral dialógica y educación democrática”, en Ética aplicada y democracia radical,
Tecnos, Madrid, 1993, pp. 210 y ss.

27
LA ÉTICA, LOS DERECHOS Y LA JUSTICIA

moral? ¿Cómo es posible conciliar la educación en valores y principios ideales


con el desarrollo de las aptitudes y competencias para el éxito en las condiciones
reales de la sociedad moderna? ¿Qué resultado cabe esperar de una educación
“ética” y moral en contradicción o a contrapelo de las prácticas sociales y modelos
imperantes que el niño encuentra fuera de la escuela? El tercer grupo de preguntas
plantea los problemas pragmáticos de la utilidad y la eficacia de la educación
moral en la sociedad moderna. Ya en la época de la formación de esta sociedad
advertía I. Kant11 sobre el olvido (entrañado en la concepción pragmática de la
educación) de la formación del juicio acerca del valor de los fines, o de la cuestión
esencial del sentido, la racionalidad y la rectitud moral de las acciones humanas.
Esta tendencia se ha acentuado con la importancia creciente de la formación cien-
tífico-tecnológica y el predominio de una racionalidad puramente instrumental que
se impone cada vez más a través de la modernización de las sociedades.
En relación con este problema, la educación tiene que cuidarse de las dos
deformaciones o tendencias unilaterales opuestas que han desacreditado a veces la
idea misma de la formación moral: a) la orientación pragmatista que reduce la
educación a una función acrítica y meramente reproductiva de las pautas y de la
moralidad social de hecho vigentes, y fomenta actitudes adaptativas o de acomo-
damiento oportunista; b) la orientación puramente principista, normativista, abs-
tracta y utópica que, al no promover la reflexión sobre las condiciones históricas
de aplicación de los criterios morales, trasmite una moralidad descontextualizada
e imposible, que carece de toda factibilidad de inserción positiva en la dinámica de
la sociedad real. Frente a estos extremos es preciso cultivar el equilibrio reflexivo
de una ética de la responsabilidad que permita una inserción eficiente y a la vez
crítica en la trama de la interacción social.12
A los mencionados problemas pedagógicos hay que agregar los cuestionamientos
que provienen de las propias teorías éticas filosóficas. Algunas orientaciones del
pen- samiento contemporáneo, especialmente bajo la influencia del neopositivismo,
y lue- go del contextualismo posmoderno, han sostenido un relativismo o
escepticismo ético (ya sea bajo la forma del emotivismo o del neopragmatismo) que
dejan sin sustento las perspectivas de la educación. “Según el individualismo-
relativismo ético, que ha sido dominante en la ideología de las democracias
liberales de Occidente, cada cual es enteramente libre de elegir, conforme a sus
propias convicciones, el sistema de valores y el código moral que mejor le parezca,
sin que estas decisiones íntimas de la concien- cia de cada uno deban dar cuenta o
puedan ser confrontadas, discutidas, criticadas o

11
I. Kant, Fundamentación de la Metafísica de las costumbres, (Ak. Ausg., IV, 415), edición española bilin-
güe, Ariel, Barcelona, 1996, p. 161.
12
Cf. K.-O. Apel, Diskurs und Verantwortung, Fráncfort, 1988.

28
JULIO DE ZAN Conceptos de “ética" y
moral
justificadas conforme a algún criterio intersubjetivamente válido, más allá de la
propia conciencia individual o de grupo. Ahora bien, claro está que las decisiones
de la con- ciencia privada del individuo (o de los grupos sociales), así establecidas
y fundadas solamente en sus preferencias subjetivas o en las convenciones
particulares ligadas al contexto social y cultural, no pueden tener pretensiones de
validez ni exigir reconoci- miento más allá de la propia esfera privada de la vida
individual o del grupo social de pertenencia. Pero si se acepta esta reducción de la
moralidad a la esfera de la vida meramente privada, ¿cómo habrá de ser posible
fundamentar entonces las condicio- nes para que la libertad de cada uno pueda
coexistir con la libertad de todos los otros, en el marco de una ley general?”.13 La
privatización de la moralidad le quita el piso al propio Estado de derecho de las
democracias liberales.
Se ha creído a veces que el rechazo del modelo autoritario de la educación
ética de las sociedades tradicionales premodernas, como “inculcación” de deter-
minados valores o como “indoctrinación” (que es el que practican todavía las so-
ciedades cerradas y las ideologías fundamentalistas) y que las condiciones desea-
bles de una sociedad abierta, pluralista y democrática tienen que llevar a prescindir
de la fundamentación de principios o de normas morales universales y a practicar
una educación moralmente neutra o aséptica. ¿Pero cómo se podrían fundar enton-
ces las exigencias de moralidad de la vida pública y de justicia y solidaridad so-
cial? Para responder hoy adecuadamente a estos problemas es preciso trabajar con
la diferencia conceptual enunciada al comienzo.
1) Retornando en primer lugar las preguntas antiguas clásicas sobre cómo
es posible la educación “ética” y moral, podría decirse ahora que la dificultad
mayor del problema ha estado precisamente en la no diferenciación de los campos
que la filosofía contemporánea distingue con estos dos términos, porque la res-
puesta es muy diferente para cada caso. El procedimiento pedagógico de la “ética”
es narrativo y hermenéutico. Como lo ha mostrado particularmente A. MacIntyre,
el método tradicional de la educación en la “ética” del bien y de la virtud ha sido el
de “contar historias” que presentan los modelos de vida y de identificación.14 Como
arquetipos del método narrativo de la “ética” pueden citarse la “paideia” griega
antigua, a partir de la historia de los héroes homéricos, y la “paideia” cristiana
primitiva centrada en el relato evangélico de la vida de Cristo. La liturgia de la
narración evoca y actualiza la memoria colectiva de la comunidad y reproduce la
identificación de sus miembros con el ethos trasmitido en el relato.15 También para

13
J. De Zan, Libertad, poder y discurso, Almagesto, Buenos Aires, 1993, p. 200.
14
Alasdair MacIntyre, Tras la virtud, (1984), Crítica, Barcelona, 1987, p. 155.
15
En este mismo sentido interpretamos la sentencia de L. Wittgenstein en las Conversaciones con F. Weismann,
según la cual lo ético (das ethische, o el ethos) no se puede enseñar sino que se muestra (es zeigt sich) como
se muestra la belleza de una obra de arte. Y lo que se aprende mediante el relato de vidas que han sabido
encontrar su sentido y realizarlo, o de una vida buena y feliz, es lo más significativo, no solamente para el

29
LA ÉTICA, LOS DERECHOS Y LA JUSTICIA

R. Rorty la ética “toma la forma de una narración [...] antes que la de una búsqueda
de principios generales”. Semejante búsqueda sería por lo demás inútil para este
autor.16 Algunos autores contemporáneos como los citados han reivindicado la
“ética”, pero contraponiéndola a la moral. Hay que decir, sin embargo, remedando
una fórmula de Kant, que una moral sin “ética” es una abstracción vacía, pero
una “ética” sin moral es ciega y puede ser peligrosa.
El desarrollo de la conciencia moral, en cambio, y la formación del concep-
to de justicia, según lo ha mostrado J. Piaget, se realizan como un aprendizaje que
los niños tienen que hacer por sí mismos en la interacción comunicativa con los
otros, entre pares. La educación moral desarrolla la aptitud para asumir los roles y
puntos de vista de los otros como sujetos morales. En sus investigaciones de psico-
logía moral ha estudiado Piaget los procesos de aprendizaje del respeto mutuo y de
la idea de justicia a partir de los juegos de interacción y de la cooperación entre los
niños.17 En esta relación y en los conflictos de sus egocentrismos naturales se
produce el descentramiento de la conciencia de sí, el aprendizaje del reconoci-
miento recíproco, la toma de conciencia de los límites propios y la aceptación de
los otros, así como el aprendizaje en cierto modo forzoso del respeto de sus dere-
chos.18 Se trata de un aprendizaje práctico, de un proceso de socialización que no
puede ser sustituido por la enseñanza de ningún catálogo de normas o valores. Este
proceso de la educación, o autoeducación moral, conlleva el aprendizaje de los
presupuestos actitudinales del comportamiento moral, como la actitud de diálogo,
la disponibilidad para escuchar a los otros, y no solamente para tolerar, sino para
apreciar positivamente las diferencias, porque lo que está en primer plano aquí no
es ya la propia identidad (como en la “ética”), sino el reconocimiento y el respeto
moral de la alteridad. Estos aprendizajes prácticos de las relaciones morales de
alteridad necesitan ser complementados y orientados, sin embargo, por el educa-
dor (pese a Piaget) mediante el ejercicio del discurso moral y la reflexión sobre sus
condiciones normativas, para que la formación de la conciencia moral pueda al-
canzar el nivel de un saber crítico y bien fundado. Porque el reconocimiento
intersubjetivo de los criterios morales de justicia y del juicio crítico solamente
puede estar fundamentado mediante buenos argumentos, cuyas pretensiones de
conocimiento de la “ética”, sino también, y sobre todo, en orden a la eficacia de la motivación “ética” para
vivir bien (cf. J. De Zan, “Wittgenstein y la ética”, en Tópicos, nº 7, Santa Fe, 1999, p. 79-96).
16
Cf. Richard Rorty, Contingencia, ironía y solidaridad, Paidós, Barcelona, 1991.
17
Cf. J. Piaget, El criterio moral en el niño, Martínez Roca, Barcelona, 1984; también los trabajos de Lawrence
Kohlberg. Cf. Kohlberg y otros, La educación moral, Barcelona, 1997.
18
Para Hegel los individuos naturales llegan a ser personas morales por mediación del reconocimiento recí-
proco, pero esta transformación solamente se logra a través de la experiencia dolorosa de la lucha por el
reconocimiento (Kampf um Anerkennung), que es el primer paso del proceso de la Bildung. Esta experien-
cia ya ganada para el género en la prehistoria de la humanidad tiene que reproducirse en forma abreviada e
incruenta, pero no exenta de negatividad y padecimiento, en la Bildung de cada uno de los individuos, cf. J.
De Zan, La filosofía práctica..., o.cit., pp. 271-292.

30
JULIO DE ZAN Conceptos de “ética" y
moral
validez pueda sostenerse en la confrontación con las diferentes situaciones y los
puntos de vista de los demás.
2) Con respecto a las “preguntas de los modernos” sobre la legitimidad de
la educación “ética” y moral, y en particular sobre el derecho de la escuela como
institu- ción estatal a intervenir en este campo, la distinción entre “ética” y moral
permite delimitar las competencias: mientras la educación en el sentido de la
rectitud y de la honestidad, en los principios morales universales de justicia y
solidaridad, y en el respeto de los derechos humanos, es función irrenunciable (y
deber moral) de la socie- dad global y de la escuela pública, la trasmisión de un
ethos o la formación “ética” en un determinado sistema de valores y forma de vida;
en cambio, es deber y derecho reservado en principio a la familia, a los grupos o
comunidades de pertenencia, o libremente elegidos y a las escuelas confesionales que
estos grupos puedan fundar para sí mismos y para sus propios hijos. Las opciones
“éticas” sobre valores, planes de vida, modelos de identificación, etc., son elecciones
profundamente personales o de grupos libremente adheridos a una tradición y, en
este terreno, la libertad de conciencia y las diferencias de las identidades deben ser
respetadas como algo sagrado. Los diferentes grupos étnicos, culturales, religiosos,
etc., tienen derecho a vivir conforme a sus pro- pias concepciones del bien, siempre
que éstas sean razonables, es decir: respetuosas de este mismo derecho frente a
todos los demás. Pero sin una moral pública, igualmen- te vinculante para todos los
miembros de la sociedad, sin el respeto universal de los principios de justicia y
solidaridad, toda convivencia humana civilizada se pone en peligro. De ahí que la
educación moral, que incluye los temas de la dignidad de la persona, de los
derechos humanos y del valor moral de la democracia como método para legitimar
las decisiones colectivas, es el fundamento y el núcleo esencial de la educación
moral y cívica.
La educación pública no debería adoptar, sin embargo, una orientación
raciona- lista y agnóstica, que desconoce o disuelve las valoraciones y creencias
constitutivas de la identidad de los grupos humanos de pertenencia de los alumnos,
sino que tiene que ayudarlos a crecer desde ellos mismos en su propia identidad;
pero tampoco puede adoptar e imponer las concepciones “éticas” de alguno de esos
grupos, aunque sea el grupo mayoritario.19 Esta neutralidad del sector público-
estatal no puede significar, sin embargo, dejar libradas las cuestiones axiológicas a
la mera subjetividad, sin la

19
Al exponer estos criterios en un seminario para maestros de enseñanza primaria, algunos de ellos me señala-
ron que veían cierta dificultad en este punto porque ellos se encuentran muchas veces (y no sólo en los
barrios marginales) con chicos que no traen modelos valiosos de identificación, ni de la familia ni de los
lugares sociales de donde provienen. Ante esta dificultad cabe decir dos cosas: 1) que el docente tiene que
revisar su primera impresión e intentar un acercamiento más profundo al alumno que le permitirá quizás
descubrir esos valores; 2) que si bien la escuela difícilmente podrá remediar las carencias de la formación
“ética” de la familia y de la sociedad civil, el docente debe asumir una función supletoria con su propio
testimonio de vida.

31
LA ÉTICA, LOS DERECHOS Y LA JUSTICIA

confrontación y la orientación racional de los principios de la moralidad publica y


no significa reducir la “ética” a un asunto puramente privado, separado de la vida
social y del ejercicio de la ciudadanía política. La escuela tiene que promover la
conexión y la transferencia de los “valores fuertes” de la familia y de las comunidades
de pertenencia de los alumnos (culturales, religiosas, etc.), al orden de los principios
universales de la moralidad, los derechos humanos y las normas de la convivencia
democrática, traba- jando en la articulación o el posible “solapamiento” (para
emplear la terminología de Rawls) de estas dos instancias diferentes, pero
complementarias, de la formación “éti- ca” y moral.
3) El problema de la “ética” y la moral en la sociedad moderna y en la
educa- ción no se resuelve, sin embargo, con la separación de la formación “ética”
y de la educación moral a través de la demarcación de sus competencias en lo
privado y en lo público, respectivamente, como si se tratara de dos esferas
autosuficientes que pueden estar incomunicadas. El problema es bastante más
complejo por cuanto, en primer lugar, la “ética” no es asunto meramente privado,
como se verá enseguida, en el apar- tado siguiente de este mismo capítulo; y en
segundo lugar, una educación eficaz en los principios morales presupone siempre
alguna formación “ética”, que ordene el sentido de la propia existencia personal y le
permita al individuo responderse a la cuestión existencial última de “porqué ser en
definitiva moral”. Sin valores fuertes (en el senti- do de Charles Taylor), ideales y
modelos éticos de identificación, es difícil y poco realista esperar que el sujeto
asuma en su conducta principios morales y mantenga unas actitudes y unas
prácticas consecuentes. En este sentido habría que recordar las expresiones de Hegel
cuando decía que la moralidad abstracta de los principios univer- sales es impotente
(Ohnmacht des Sollens) si no está injertada en un ethos vivido, que le trasmita la
fuerza de sus motivaciones histórico-culturales, y si no cuenta con el respaldo
institucional de una comunidad “ética” (un System der Sittlichkeit).
Pero por otro lado la “ética”, la idea del bien y los planes de vida de los
individuos y los grupos, así como las estructuras institucionales, deben estar abier-
tas y expuestas siempre, a su vez, a la confrontación racional crítica del discurso
moral. En los casos de conflicto o de cuestionamiento, la “ética” debe reconocer la
validez universal y la preeminencia de los principios morales, porque también hay
formas de eticidad que no son moralmente aceptables, o que no son aptas para la
convivencia plural en una sociedad moderna y democrática. 20 Bajo este aspecto
debe hablarse de una jerarquización de la moral sobre la “ética”, o de “la prioridad
de la justicia sobre el bien”, según la conocida formula sustentada por J. Rawls.21
20
El punto de vista moral y de los derechos humanos permite discutir y reprobar por ejemplo el ethos del
nazismo, de la lucha marxista de clases, o de ciertas concepciones religiosas fundamentalistas actuales.
21
Cf. John Rawls, El liberalismo político, Crítica, Barcelona, 1996, esp. 2ª parte: IV. “La idea de un consenso
entrecruzado” (o por solapamiento); V. “La primacía de lo justo y las ideas sobre el bien”; VI. “La idea de una
razón pública”.

32
JULIO DE ZAN Conceptos de “ética" y
moral
4. ”ÉTICA” Y SOCIEDAD CIVIL
Para una comprensión más adecuada del juego de los conceptos que estoy
explicando en el contexto de las sociedades multiculturales del mundo contempo-
ráneo, me parece necesario introducir todavía algunas precisiones de la teoría po-
lítica más reciente, que permitan evitar malentendidos. Ronald Dworkin ha reco-
nocido que la concepción liberal de la separación o de la “discontinuidad” de la
“ética” y la moral es insostenible. Si bien su pretensión de universalizar una “éti-
ca” liberal para la sociedad moderna es discutible, y no será aceptada por quienes
prefieren otra forma de vida y otros valores diferentes a los del liberalismo, tiene
razón este autor, sin embargo, al cuestionar la asimilación de esta distinción con la
diferencia de las esferas de lo público y lo privado, porque no se podría prescindir
de las normas universales de la moralidad en la vida privada, y tampoco podría
hacerse abstracción del ethos de las personas y de las comunidades, en el espacio
público de la sociedad. La concepción que reduce los valores fuertes y los conteni-
dos sustantivos de la “ética” a la esfera privada tiende a generar individualidades
esquizofrénicas, con una doble personalidad, las cuales vivirían en las pequeñas
comunidades privadas de la familia, de los amigos “éticos”, de las diferentes iden-
tidades culturales, de las congregaciones religiosas, etc., como personas motiva-
das por las convicciones y valores del propio ethos, pero al mismo tiempo debe-
rían actuar en el espacio público poniendo entre paréntesis aquellas vidas, como
ciudadanos sin identidad, miembros de un Estado neutral.

Aparentemente el liberalismo nos pide que ignoremos los instintos y los afec-
tos en ocasiones políticas que son centrales para el resto de nuestras vidas.
Insiste en que distribuyamos nuestra solicitud con exquisita igualdad, que no
nos ocupemos más de un hermano que de un extraño, que desterremos las
fidelidades especiales que todos sentimos respecto de la familia o de nuestras
particulares comunidades, vecindario e instituciones. Nos pide que
anestesiemos nuestras convicciones más profundas y potentes acerca de la fe
religiosa, de la virtud “ética” y de cómo vivir. El liberalismo parece en este
sentido una políti- ca de la esquizofrenia “ética” y moral; parece pedirnos que
nos convirtamos, en y para la política [o en y para la vida pública], en
personas incapaces de reconocernos como propias, en criaturas políticas
especiales enteramente dife- rentes de las personas ordinarias que deciden por
sí mismas, en sus vidas coti- dianas, qué quieren ser, qué hay que alabar y a
quién hay que querer.22

Para resolver este problema que los propios filósofos liberales como Rawls
y Dworkin se han planteado es preciso revisar y corregir el modelo dicotómico de
lo público y lo privado, tal como había sido concebido por el liberalismo. Hemos

22
Ronald Dworkin, Ética privada e igualitarismo político, Barcelona, 1993, pp. 56-57.

33
LA ÉTICA, LOS DERECHOS Y LA JUSTICIA

dicho que la moral pertenece al espacio público; podría mostrarse incluso que el
reconocimiento recíproco, el respeto de la persona del otro, de los principios de la
moralidad y de los derechos humanos son presupuestos necesarios y constitutivos
de la intersubjetividad humana y de lo público. Pero esto no quiere significar, sin
embargo, que la “ética”, en cuanto diferente de la moral, deba quedar recluida
entonces en la esfera de lo privado. Así como ha mostrado L. Wittgenstein la
imposibilidad de un lenguaje privado, de la misma manera se podría mostrar tam-
bién la imposibilidad de una “ética” privada. La “ética” y la religión son experien-
cias y formas de vida comunitarias, articuladas en un lenguaje y, por lo tanto,
públicas. El problema de las teorías liberales, y también de muchos comunitaristas,
es que presuponen la identificación de lo público con el orden jurídico-político del
Estado. En la filosofía política más reciente se ha revisado, sin embargo, este pre-
supuesto que empobrece el concepto de lo público y que no se corresponde ya con
el descentramiento de la posición del Estado en la sociedad actual, mostrando en
cambio que la condición posmoderna de la cultura se caracteriza por la pluralidad
y la autonomía de los espacios públicos de la sociedad civil. 23 No se puede hablar
ya de un espacio público unificado y centrado en el Estado. Lo público se expande
y se diversifica de manera autónoma en los espacios de la sociedad civil, y es allí
dónde cobra su mayor vitalidad y libertad de expresión. El orden jurídico-político
constituye solamente un sector particular de lo público.
La separación entre la “ética” y la moral ha llevado también en las socieda-
des modernas a una aproximación cada vez mayor del concepto de la moral públi-
ca y el orden normativo del Estado de derecho democrático. Diferentes autores
contemporáneos24 hablan de entrelazamiento (Verschränkung), complementariedad
y “solapamiento” de ambos campos; sostienen, por ejemplo, que el principio de la
democracia tiene una relevancia moral y que el derecho penal estatal debe coinci-
dir en sus contenidos normativos fundamentales con los principios universales de
la moral, y que por eso es posible un derecho penal intercultural o internacional. 25
Bajo este punto de vista, la diferencia entre el derecho y la moral no radica tanto en
los contenidos sino en los procedimientos y en el tipo de sanción, porque la moral

23
La ruptura de la antigua dicotomía de lo público y lo privado presupone también una redefinición del concep-
to de sociedad civil que la tradición del pensamiento liberal (y en parte también el marxismo) había identifi-
cado con la esfera de lo privado y consideraba centrada en las relaciones económicas del mercado
(Bürgerlische Gesellschaft). Cf. Jürgen Habermas, Faktizität und Geltung, o. cit., 1992, cap. VIII, “Zur Rolle
von Zivilgeselschaft und politischer Öffentlichkeit”.
24
Cf. J. Habermas, Escritos de moralidad y eticidad, Barcelona, 1991, esp. pp. 159-172; E. Tugendhat, Lec-
ciones de ética, Barcelona, 1997; O. Höffe, Demokratie im Zeitalter der Globalisierung, München, 1999.
25
Cf. O. Höffe, “¿Hay un derecho penal intercultural? Ensayo filosófico”, en Erasmus, nº 1, Río Cuarto, 1999,
p. 65. Las violaciones de los principios morales básicos de la convivencia, o de los derechos humanos, son
delitos contra la humanidad y deben ser condenados de manera igual en todos los lugares, como sometidos a
una única jurisdicción global. Sobre esto volveré en el capítulo 4.

34
JULIO DE ZAN Conceptos de “ética" y
moral
es una institución social que conlleva un tipo de sanción interna, a diferencia de la
sanción o penalidad externa del derecho, que impone coactivamente la reparación
de la injusticia o del daño cometido.
Por ahora me limito solamente a mencionar esa aproximación entre la moral
y el derecho como punto de contraste con la “ética”. Porque en las democracias
liberales y pluralistas contemporáneas la “ética” no está provista en cambio de
ninguna forma de sanción o de censura pública ni de penalidad jurídica. Si uno no
vive ya conforme al ethos y a las pautas de vida de su comunidad, eso significa
simplemente que uno no se identifica más con esa comunidad, o que se ha ido de
ella. Una comunidad “ética” se caracteriza, entre otras cosas, por la libertad de
adhesión, o la libertad de entrar y salir de ella, sin sufrir por eso ninguna clase de
sanción moral o penal, como ocurría en las comunidades premodernas. Estas li-
bertades son las que caracterizan precisamente a todas las comunidades o espacios
de la sociedad civil moderna.
Como ha escrito Benjamin Barber recientemente: “La sociedad civil, por su
propia naturaleza, es un espacio abierto y público (como el sector público del
Estado) pero no obstante, al mismo tiempo, está constituida por asociaciones vo-
luntarias y no coercitivas (como el ámbito de la vida privada) [...] En la sociedad
civil deberían existir lugares para todos. El pluralismo es la condición básica de la
sociedad civil moderna”.26 En esta perspectiva se mantiene la distinción, tan cara
al liberalismo, entre los ámbitos de lo público y lo privado (distinción caracteriza-
da por la existencia, por un lado, de un sector público estatal que engloba a los
órganos de gobierno y a las instituciones jurídico-políticas del Estado y, por otro
lado, el sector privado autónomo de la vida económica, laboral y profesional, cons-
tituido por relaciones y asociaciones contractuales entre los individuos, las cuales
se insertan en la lógica sistémica del mercado). Pero la teoría política hace cobrar
relieve ahora a la existencia de un tercer dominio que, en cierto modo, actúa como
mediador entre aquellos dos y que reúne algunas de las características de ambos.
Este tercer dominio intermedio o central es el de la sociedad civil, constituida por
el entramado de los espacios de la vida privada de los individuos, de las familias,
y otros agrupamientos, con los espacios públicos de las diversas comunidades
culturales, ético-religiosas, etc. Estas dimensiones de la vida social no están sepa-
radas del espacio público (como la vida monacal y de las corporaciones medieva-
les), pero constituyen espacios de la sociedad civil que se caracterizan por su liber-
tad interna, tanto frente a las regulaciones coactivas del ordenamiento jurídico
estatal, como frente a las coacciones sistémicas del mercado, puesto que la
interacción entre sus miembros no está orientada por intereses económicos (no
voy allí para vender algo, ni estoy expuesto a que me vendan nada). Estos son los
26
Benjamin Barber, Un lugar para todos, Barcelona, 2000, p. 44.

35
LA ÉTICA, LOS DERECHOS Y LA JUSTICIA

espacios de la interacción conforme a las tradiciones, regida por valores y animada


por el ethos propio de cada comunidad. En las sociedades premodernas estos espa-
cios de la “ética”, de la moral y el derecho, de la sociedad civil y del Estado se
encontraban fundidos de manera todavía no diferenciada. Pero la complejidad de
las sociedades modernas y posmodernas, multiculturales, pluralistas y democráti-
cas, nos exige trabajar cuidadosamente con estas diferencias, delimitar sus auto-
nomías y desplegar la riqueza de sus relaciones.

5. TIPOS DE REFLEXIÓN ÉTICA Y DISCIPLINAS DEL CAMPO


Una de las tareas de la ética como disciplina filosófica es la de delimitar su
propio campo y diferenciar los espacios dentro del mismo. Como este campo es
dinámico, está en movimiento y se ha reconfigurado de manera bastante significa-
tiva en las últimas décadas, debido a la incidencia de los importantes replanteos de
la teoría ética realizados por los filósofos contemporáneos, reina todavía una cierta
anarquía en la abundante literatura existente sobre el tema. La sistematización de
los manuales no da cuenta la mayoría de las veces del estado de avance de la
disciplina.
En la vida social nos encontramos permanentemente con un nivel
prerreflexivo de valoraciones “éticas” y de normatividad moral, no diferenciadas
ni cuestionadas, sino incorporadas en las costumbres y en las formas de la acción
social conforme a valores y normas, que son analizadas por los sociólogos; pero
también en la manera de reaccionar frente las acciones que se apartan de esta
normalidad de la acción tradicional, conforme a la costumbre, en la manera de
enjuiciarlas, etc. En las transgresiones y el enjuiciamiento de las mismas la mora-
lidad social espontánea comienza a hacerse reflexiva. Quiero citar la descripción
que realiza R. Maliandi de los diferentes niveles de la reflexión y el discurso explí-
cito sobre lo moral:

Casi insensiblemente se pasa del nivel prerreflexivo a un nivel de reflexión.


Se trata [en primera instancia] de una reflexión elemental, espontánea, que
surge a consecuencia de discrepancias morales. Es el tipo de reflexión que va
adosado a la toma de conciencia de que el otro no juzga exactamente como yo
[...] La actitud de pedir consejos, por ejemplo, porque, aunque se conocen las
normas, no se sabe cómo aplicarlas a tal situación concreta —o porque no se
sabe cuál norma habría que aplicar ahí— y, sobre todo, la actitud de brindar
ese consejo solicitado, son actitudes que van acompañadas necesariamente de
un tipo de reflexión que podemos llamar “reflexión moral”. Un segundo nivel
está cons- tituido por las reflexiones que es necesario desarrollar cuando no
nos confor- mamos con saber, o con decir qué es lo que se debe hacer, sino
que nos plantea- mos la pregunta “por qué” y tratamos de responderla. Ahí se
toma conciencia

36
JULIO DE ZAN Conceptos de “ética" y
moral
de que la reflexión no sólo es ineludible, sino también de que hay que
desarro- llarla racional y sistemáticamente. Ese desarrollo equivale ya a una
“tematización”. O sea, entramos ya en la ética. La búsqueda de fundamentos
de las normas, y la crítica de aquellas normas que no nos parecen suficiente-
mente fundamentadas, son las tareas características de este segundo nivel que
constituye la ética normativa.
La reflexión moral es practicada especialmente por el predicador moral, “el
moralista”. Aunque la prédica, como tal, no sea esencialmente reflexiva, el
moralista necesita de la reflexión para reforzar su poder persuasivo. No tene-
mos que pensar necesariamente al moralista como un predicador profesional,
o como alguien dedicado permanentemente a “moralizar”. Todo ser humano
puede ser moralista, al menos por momentos, cada vez que dice a los otros lo
que se debe, o no debe hacer. En nuestro tiempo, la imagen del moralista está
desacreditada, pues suele vinculársela a la ingenuidad, o bien a la hipocresía.
El “moralismo”, la “moralina”, etc., son efectivamente deformaciones que
evo- can cierto rigor moral artificial propio, por ejemplo, de la época
victoriana y referido particularmente a la regulación de las relaciones
sexuales. [...]
La ética normativa [como disciplina filosófica] es la búsqueda de los funda-
mentos de las normas y de las valoraciones, y va indisolublemente asociada a
la crítica, es decir, al cuestionamiento de cada fundamentación. Tanto la
fundamentación como la crítica son tareas filosóficas [...] El pensamiento po-
sitivista, en sus diversas variantes, ha cuestionado siempre el derecho de la
ética normativa a constituirse en saber riguroso. El gran prejuicio positivista
consiste en suponer que sólo las ciencias “positivas” revisten ese carácter, y
que todo lo normativo, es una cuestión subjetiva, algo así como una cuestión
de gustos (y de gustibus non est disputandum). En este prejuicio reside la ra-
zón de por qué la filosofía analítica —que mantiene siempre algún lastre de
positivismo— suele ignorar la diferencia entre la mera reflexión moral y la
ética normativa”.27

Para una determinación más completa del campo disciplinario de las inves-
tigaciones éticas habría que distinguir y separar a la ética filosófica, especialmente
en cuanto ética normativa, de la ética descriptiva, que tiene por objeto las valora-
ciones y reglas sociales de la moral positiva, de hecho vigente en una sociedad, a
la cual se suele contraponer la moral crítica, o racional, que sería la ética filosófi-
ca.28 La ética descriptiva enuncia, analiza y explica los fenómenos y conflictos
morales, e incluso puede llegar a predecir las conductas posibles de los individuos
y los grupos en situaciones típicas, conformes a sus creencias y hábitos morales.
En este plano descriptivo-explicativo se pueden ubicar también, tanto los estudios

27
Ricardo Maliandi, o. cit., 2ª ed., 1994, pp. 43-44 y 49-51.
28
Sobre esta distinción cf. C. Nino, Ética y derechos humanos, Buenos Aires, Paidos, 1984, “Moral social y
moral crítica” y “Las funciones sociales de la mora”, pp. 79-87.

37
LA ÉTICA, LOS DERECHOS Y LA JUSTICIA

de psicología como de sociología moral, o de antropología social y cultural y de


historia de la moralidad social. Estos últimos tipos de estudios se refieren a fenó-
menos morales como las conductas sociales y los valores culturales, para describir
y analizar su característica, su evolución y su incidencia en los otros aspectos de la
dinámica de la sociedad y de la cultura. También puede hacerse un tratamiento
descriptivo de la ética de las profesiones, como la ética judicial. El artículo de
M. D. Farrell sobre “Ética de la función judicial”, por ejemplo, se mantiene en este
nivel descriptivo de cuáles son las exigencias que el sistema jurídico, tal como está
diseñado y como funciona de hecho en un determinado país, le plantea a la función
de los jueces.29 La ética descriptiva debería hacerse cargo del cuestionamiento
epistemológico de la pretensión de neutralidad de las ciencias sociales. El mencio-
nado artículo puede leerse como expresión de cierta cultura jurídica tradicional.
Este tipo de análisis puede limitarse en este campo al punto de vista jurídico for-
mal, y recomendar incluso cuáles son las conductas más funcionales desde este
punto de vista internalista del sistema, o puede avanzar hasta una teoría empírica
explicativa, como las que han desarrollado las diferentes orientaciones de la socio-
logía del derecho, en las que puede encontrarse también la descripción de los códi-
gos sobreentendidos a los que se atienen de hecho los jueces en su función, los
cuales conforman una cierta ética positiva de la conducta judicial. En el capítulo 3
me voy a referir todavía brevemente al tipo de análisis de una sociología crítica del
campo jurídico, como la que ha planteado P. Bourdieu.
La ética como ciencia del campo de la filosofía comprende a su vez: 1) una
ética ontológica, que trata el punto de vista de la “ética” en cuanto diferente a la
moral, y es desarrollada generalmente en la actualidad con un método
fenomenológico o hermenéutico. Esta es la parte sustantiva de la teoría ética, la
cual se orienta a explicitar el sentido de la vida buena, ya sea fundada en una
determinada concepción antropológica y metafísica o, de una manera contextualista
e historicista, en relación con los valores e ideales constitutivos de la identidad de
una cultura. Esta parte o este enfoque de la ética es el que se ha desarrollado sobre
todo en la tradición de la ética filosófica de la antigüedad griega y del medioevo,
pero no es extraña tampoco a la tradición moderna del empirismo. La filosofía
contemporánea más reciente ha recuperado esta dimensión de la reflexión sobre la
identidad del sujeto moral. Si bien la denominación “ética ontológica” que aquí
propongo no es usual, este tipo de teoría ética es el que disputa la primacía en la
filosofía más reciente con la que se enuncia a continuación.
2) La ética normativa, o ética del deber (deontológica) y de la justicia,
para la cual reservamos el nombre de moral, siguiendo una convención que se está

29
M. D. Farell, “La ética de la función judicial”, en: J. Malem y otros, La función judicial. Ética y democracia,
Gedisa, Barcelona, 2003, cf. esp. pp. 161-162.

38
JULIO DE ZAN Conceptos de “ética" y
moral
imponiendo en los últimos años, ha sido la parte o el enfoque de la ética filosófíca
predominante en la modernidad, que se refiere a la fundamentación (y a la crítica)
racional de las normas y principios morales mediante diferentes vías independien-
tes de presupuestos ontológicos y metafísicos, como lo proponen de manera espe-
cialmente explícita las éticas procedimentales. La distinción corriente en la filoso-
fía analítica entre éticas deontológicas en sentido restringido y éticas conse-
cuencialistas, como el utilitarismo, representa dos orientaciones diferentes (riva-
les o complementarias, según los autores), las cuales se ubican ambas dentro de la
ética normativa. En cuanto a la posible relación entre 1) y 2), se plantean en dife-
rentes autores, ya sea como dos partes sistemáticamente conectadas, como dos
enfoques independientes, pero complementarios (este es el punto de vista que yo
he sostenido en otro lugar),30 o como dos concepciones rivales y excluyentes.
3) En las últimas décadas se han desarrollado en el campo de la ética
algunas nuevas especialidades con el nombre éticas aplicadas, como la bioética y,
en especial, la ética de las decisiones clínicas en medicina, la ética de la economía y
de la empresa, la ética de la investigación científica, etc. La denominación “ética
aplicada” no es muy feliz por cuanto reproduce la diferencia corriente entre ciencia
teórica, o ciencia básica, y ciencia aplicada, o tecnología. Aunque es corriente hablar
hoy de “teorías éticas”, la ética no es en ninguna de sus partes una ciencia teórica
sino que, como ya lo había determinado claramente Aristóteles, y lo reiteran los
grandes filósofos modernos como Kant y Hegel, es parte de la filosofía práctica. En
tal sentido, toda ética es ya siempre “aplicada” y tiene como fin la realización o la
praxis de lo que ella estudia. La termino- logía se halla de todos modos impuesta.
“La ética aplicada debe ser vista como una actividad interdisciplinaria en la que se
procura resolver racionalmente problemas profesionales” que se plantean en
situaciones complejas, en las que intervienen dife- rentes ciencias.31 Esta modalidad
del trabajo interdisciplinario entre filósofos eticistas y científicos es el que ha dado
lugar a desarrollos interesantes en los campos especiales mencionados y en algunos
otros. En la llamada ética judicial, hasta donde llega mi conocimiento, esta apertura
a la cooperación interdisciplinaria entre las ciencias jurídi- cas y la filosofía es
menos frecuente. Cabe mencionar el Simposio sobre Ética de las Profesiones
Jurídicas de la Universidad de Comillas, del año 2001. A. Hortal Alonso, editor de
las ponencias, remarca en su conferencia inaugural el carácter interdisciplinario del
evento: “La justicia puede ser precisamente el punto de encuentro tanto de nuestros
quehaceres profesionales como de nuestras pesquisas intelectuales entre juristas y
filó- sofos. Será bueno que intentemos encontrar un lenguaje común capaz de
hacer

30
Cf. J. De Zan, “Moralidad y eticidad, o Kant y Hegel”, en Cuadernos de Ética, nº 7, Buenos Aires, 1989;
“Etica y moral en J. Habermas”, en P. Britos, J. De Zan y otros, Éticas del siglo, Rosario, 1994, pp. 23-72, y
J. De Zan, Panorama de la ética continental contemporánea, Akal, Madrid, 2003.
31
R. Maliandi, Ética, conceptos y problemas, 3ª ed. Biblos, Buenos Aires, 2004, p. 73.

39
LA ÉTICA, LOS DERECHOS Y LA JUSTICIA

entender las diferencias y, al mismo tiempo, las estrechas relaciones entre la ética y
el derecho, entre la justicia [como idea] y la Justicia [como institución], entre lo
que la ética filosófica tiene que decir sobre la justicia, y su relación con el conjunto
de las instituciones y las prácticas jurídicas”.32
4) La metaética analiza el significado de los términos morales y el uso del
lenguaje que se hace en los enunciados valorativos y normativos, ya sea en el
lenguaje moral de la vida cotidiana, como en la propia filosofía moral, o ética
filosófica. En los clásicos de la filosofía moral encontramos siempre un nivel de
reflexión metaética, pero este se ha constituido recién en el siglo XX como una
disciplina diferente de la ética normativa. teoría de la argumentación moral. Como
los procedimientos de la argumentación moral, desde el punto de vista formal, se
identifican básicamente con los discursos que hacen en general un uso prescriptivo
o apelativo del lenguaje, también llamado discurso práctico, la teoría de la argu-
mentación moral está emparentada con la teoría de la argumentación jurídica.33

6. CARACTERÍSTICAS DEFINITORIAS
DE LA RACIONALIDAD MORAL
El terreno en el que se ubica fundamentalmente este libro no es el de la ética
descriptiva o el de la metaética, ni el de la ética ontológica del bien o de la vida
buena, sino el de los principios morales de la ética normativa del deber, y de la
ética aplicada a la función judicial. A fin de precisar las determinaciones expues-
tas en los puntos anteriores voy a enunciar algunas características definitorias del
discurso moral entendido en este preciso sentido.34
1) Lo moral tiene que ver, en primer lugar, con las elecciones libres entre
alternativas posibles y con la deliberación racional para la decisión. En tal sentido,
la racionalidad y la libertad son presupuestos de la moralidad. (Kant decía que nos
damos cuenta de que somos libres porque tenemos conciencia moral). “Moral” e

32
J. L. Fernández Fernández y A. Hortal Alonso (comp.), Ética de las profesiones jurídicas, Comillas, 2001. El
trabajo interdisciplinario entre juristas y filósofos es más frecuente en cambio en la filosofía del derecho.
Para mencionar dos ejemplos europeos puede recordarse el equipo interdisciplinario dirigido por Habermas
y financiado por la Deutsche Forschungsgemeinschaft, integrado por un importante grupo de juristas, que
trabajó durante cinco años en la Universidad de Fráncfort en un programa de investigación de Filosofía y
Teoría del derecho, y ha producido, además de muchas otras publicaciones, una serie de libros como: K.
Günther, Der Sinn für Angemessenheit, Fráncfort, 1988; B. Peters, Rationalität, Recht und Gesellschaft,
Fráncfort, 1991; I. Maus, Zur Aufklärung der Demokratietheorie, Fráncfort, 1992, B. Peters, Die Integration
moderner Gesellschaften, por aparecer; L. Wingert, Gemeinsinn und Moral, 1993; R. Forst, Kontexte der
Gerechtigkeit, 1994 y el libro del propio Habermas, Faktizitát und Geltung, Fráncfort, 1992; el otro ejemplo
es el seminario realizado en Trento, que dio lugar al volumen editado por G. Vattimo y J. Derrida, Diritto,
giustizia e interpretatione. Anuario filosofico europeo, Roma-Bari, Laterza, 1998.
33
Cf. Robert Alexy, Teoría de la argumentación jurídica, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1989.
34
Cf. J. Hierro Pescador, “Ética”, en Diccionario de Filosofía Contemporánea, Salamanca, 1979.

40
JULIO DE ZAN Conceptos de “ética" y
moral
“inmoral” son calificaciones que solamente pueden merecer los actos humanos (y
sus producciones) en cuanto voluntarios o decidibles y, por lo tanto, imputables a
la responsabilidad del sujeto. Lo moral no es por lo tanto un ámbito de propieda-
des naturales, ni de entidades metafísicas (como los valores en sí). Y el discurso
moral no es un discurso teórico a acerca de lo que es, o no es, sino un discurso
práctico acerca de lo que se debe hacer.
2) Si se admite que la racionalidad de las expresiones y de las acciones
humanas está conectadas con (o dependen de) la existencia de buenas razones que
puedan justificarlas, y de la disponibilidad de los sujetos para exponerlas (en el
doble sentido de expresarlas y de arriesgarlas a la luz pública) y confrontar estas
razones mediante un diálogo argumentativo, o discurso, se puede decir que lo
moral constituye entonces la modalidad especial de la racionalidad que correspon-
de al campo de las acciones y de las máximas que las orientan, o de las normas que
las rigen, y que esta racionalidad moral se actualiza y se justifica mediante el
discurso práctico acerca de lo correcto y de la justicia. El discurso moral, que
tematiza lo que se debe o no se debe hacer, es constitutivo de la moralidad. Los
conceptos de justicia y de deber son centrales en el campo de lo moral, pero decir
que algo es justo, o se debe... equivale a decir que hay buenas razones que se
pueden sostener mediante argumentos en favor de una determinada conducta como
obligatoria. Uno puede tener buenos argumentos en contra de la justicia de una
norma jurídica y, sin embargo, la norma sigue vigente mientras no haya sido dero-
gada. En el campo moral en cambio no se concibe una situación semejante; si
existen argumentos válidos que fundamentan el juicio negativo sobre la
razonabilidad o moralidad de una conducta, de una costumbre o de una norma,
éstas quedan, eo ipso, determinadas como no morales o inmorales (y a la inversa).
Esto es lo que se significa al decir que el discurso es constitutivo de lo moral.
3) En conexión con la característica anterior de lo moral hay que decir
entonces que el deber implica la conciencia de una autoobligación, que el su-
jeto tiene que aceptar por sí mismo, porque se lo impone su propia razón y
conciencia moral, y cuya validez es independiente del hecho de que, además,
esté respaldada o no en una autoridad, o en alguna sanción externa, ya sea de
carácter social o metasocial. Esta propiedad es la que Kant definió con el con-
cepto de autonomía de la voluntad moral. No tendría sentido por lo tanto decir
que algo es un deber moral, pero yo no estoy de acuerdo. Sí es posible en
cambio que, de hecho, a pesar de todo, uno obre mal, contra las propias con-
vicciones de su conciencia moral. La diferencia y la tensión entre lo moral y la
facticidad de las prácticas (o entre el deber y los hechos) no es ningún argu-
mento contra la validez de los principios o de las normas. Esta diferencia, que
es característica y constitutiva de la moral, es lo que hace necesario explicitar
las normas para poder juzgar y corregir las prácticas.

41
LA ÉTICA, LOS DERECHOS Y LA JUSTICIA

4) El acuerdo y el desacuerdo en el campo de lo moral no es una cuestión


de preferencias subjetivas, sino que tiene que ver con el juicio reflexivo acerca de
la razonabilidad de una conducta o de una norma, y solamente puede fundamen-
tarse mediante argumentos racionales cuya pretensión de validez haya sido ex-
puesta a la crítica y pueda ser públicamente reconocida. Por lo tanto, la moralidad
implica apertura para escuchar a los otros y considerar los argumentos de todos
los demás. La moral no es un asunto privado sino esencialmente comunicable. La
distinción entre una moral pública y una moral privada es incorrecta porque, como
ha explicado L. Wittgenstein, “uno solo no puede seguir una regla”. Tampoco
puedo justificar algo como moralmente correcto sólo para mí. 35 La moral implica
el trato igual y el reconocimiento recíproco de las personas: es esencialmente inter-
subjetiva. A la gramática de lo moral, como a la gramática de lo verdadero, perte-
nece una necesaria pretensión de validez universal. Más aún, desde Kant se consi-
dera que la universalizabilidad de una máxima de acción (o la posibilidad de acep-
tar que sea adoptada por todos los demás) es el criterio para juzgar su moralidad.
Mientras las normas jurídicas se aplican solamente dentro de los límites de una
determinada jurisdicción territorial, las normas morales no admiten semejantes
recortes de su validez.
5) Con respecto a lo que ordena una norma jurídica, o cualquier otra clase
de normas, aún puede preguntarse siempre si, además, es correcto, o si es justo
hacer eso. Esta pregunta, o esta duda ulterior, no cabe ya en cambio con respecto a
una norma moral o a una forma de obrar que se considera la moralmente correcta.
La moral aparece por lo tanto como una instancia última o final para la justifica-
ción de las conductas humanas, que no se subordina a ninguna otra instancia supe-
rior. Tampoco la religión puede justificar una acción moral diciendo que Dios la ha
ordenado. Esta situación es inaceptable, no sólo para la ética, sino también para la
teología. Pueden plantearse, sin embargo, todavía dos tipos de preguntas especial-
mente difíciles, que la filosofía moral tratará de dilucidar, una de carácter general
y absolutamente radical, y la otra de carácter puntual o excepcional: a) ¿por qué
ser en definitiva moral? b) ¿no es posible que nos enfrentemos con situaciones
límite en las que nos vemos forzados a obrar contra nuestras propias convicciones
y sentimientos morales?
No obstante que ya ha sido dicho en los apartados anteriores de este mismo
capítulo, y a modo de insistencia, quiero reiterar que la caracterización que acabo
de explicitar se refiere a la ética normativa, o moral, pero no es aplicable en cam-
bio directamente a la ética ontológica del bien, la cual, en las expresiones P.
Ricoeur,

35
Sobre los niveles del razonamiento moral y el principio de universalización como principio de la ética,
véase O. Guariglia, Moralidad, Ética universal y sujeto moral, Buenos Aires, Fondo de Cultural Económica,
1996, caps. 2 y 3, pp. 21-61.

42
JULIO DE ZAN Conceptos de “ética" y
moral
explica “la intencionalidad de una vida realizada” y no comienza con la obligación
y la norma, sino con el deseo y la búsqueda de la felicidad. A la “ética” pertenecen
los valores propios de una comunidad en particular, o de una profesión; por ejem-
plo, las concretas formas de vida y los modos de obrar que se conectan con la
identidad de las personas, de las culturas y de los diferentes grupos humanos. La
ética normativa, o la moral, pone el acento en la búsqueda de “la articulación de
aquella intencionalidad ‘ética’ dentro de normas caracterizadas a la vez por la
pretensión de universalidad y por un efecto de restricción” que tiene que ver con el
respeto y la solidaridad con los proyectos de los otros. 36 En tal sentido, esta última,
la moral, se sitúa en la proximidad del derecho y se solapa con él, mientras que la
primera, la “ética”, se puede conectar en cambio con la estética, como lo había
mostrado el romanticismo y lo han vuelto a tematizar diversos autores contempo-
ráneos, desde Kierkegaard y Wittgenstein, hasta Foucault y Rorty. Esta aproxima-
ción tiene por otro lado antecedentes mucho más remotos en la tradición del pen-
samiento filosófico sobre lo bueno y lo bello.

36
P. Ricoeur, o. cit., 1996, p. 175.

43
UNIDAD II. MARCO LEGAL Y FUNDAMENTOS LEGALES EN MÉXICO PARA LA
APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA

II.1. Cumplimiento de las disposiciones legales


II.2 Ejercicio de las competencias profesionales del psicólogo

Referencias

Hinojosa, B. (2022). Consideraciones éticas en psicología. FMP.


TÍTULO PRIMERO
FUNDAMENTO LEGAL
Editorial FMP

I. Cumplimiento de las disposiciones legales

1.1 Marco jurídico de la salud mental

En el ámbito de la salud mental, es


importante señalar los lineamientos legales que
intervienen en el ejercicio profesional, no solo a
nivel moral, sino, a nivel normativo como parte
esencial para tomar en cuenta, en la correcta
ejecución de la intervención en salud mental.

Fue en la 65ª asamblea general de


las Naciones Unidas, que se comenzaba a reconocer
la importancia de la salud mental en el mundo,
aseverando, que “los problemas de salud mental
tienen una gran importancia en todas las sociedades,
contribuyen de forma significativa a la carga que
suponen las enfermedades y a la pérdida de calidad
de vida y suponen unos enormes costos económicos
y sociales” es por ello que, para la edición 65ª de
la misma, se insta a los gobiernos de los estados
miembros de la asamblea a invertir en la salud
mental.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 15
Editorial FMP

Con ello, se adquiría el compromiso bilateral


y multilateral para crear políticas públicas de
educación, empleo y protección para la atención
focalizada de la salud mental.

Ahora bien, aquellos que firmaron tratados


internacionales sobre derechos humanos, están
obligados a respetar, proteger y cumplir los derechos
establecidos en los mismos.

Entre los acuerdos más importantes,


destacan: la Declaración Internacional de Derechos,
en la que se incluyen: la Declaración de los
Derechos Humanos de la ONU, el Convenio
Internacional sobre Derechos Políticos y Civiles y el
Convenio Internacional sobre Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (ONU, 1948).
Estos documentos deben ser analizados, bajo una
visión y postura crítica argumentada, puesto que, se
habla de legislación en materia de salud mental.

Los Principios para la Protección de los


Enfermos Mentales y el Mejoramiento de la
Atención de la Salud Mental, es un documento que

16 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

se puede se puede localizar en el orden jurídico


nacional. Este, pretende establecer lineamientos
en la aplicación de la salud mental. Se basan,
principalmente, en la protección de los enfermos
mentales y en el mejoramiento de la atención de la
salud mental sin distinciones de raza, culto, nivel
socioeconómico, preferencia sexual, etc. (ONU,
1991).

Existen diversos acuerdos internacionales de


estándares sobre buenas prácticas, estos incluyen:
los Principios para la Protección de las Personas
con Enfermedades Mentales y para la Mejora de los
Servicios de Salud Mental, las Normas Uniformes
para la Igualdad de Oportunidades de las Personas
con Discapacidad, la Declaración de Caracas, la
Declaración de Madrid, Convención sobre los
derechos de las personas con discapacidad de las
Naciones Unidas 2010 y otros estándares como la
“Ley sobre cuidados de Salud Mental: diez
principios básicos”, de la Organización Mundial de
la Salud. En México, podemos encontrar que, desde
el 2006, se tiene la Declaración para la
Reestructuración Psiquiátrica.
CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 17
Editorial FMP

La Organización Mundial de la Salud


(OMS), ha sido la más interesada en las
legislaciones en materia de salud mental. Ha
promovido que vaya más allá del nivel institucional
y que los países busquen la regularización en todos
los servicios referentes a la misma, tal como: la
accesibilidad a la atención, la calidad en el servicio,
la rehabilitación, el seguimiento y la integración
efectiva de los enfermos mentales en la comunidad.

En México, la normativa jurídica se sustenta,


primeramente, en el artículo 4to de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde
afirma que:

Toda persona tiene derecho a la protección


de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades
para el acceso a los servicios de salud y establecerá
la concurrencia de la Federación y las entidades
federativas en materia de salubridad general, conforme
a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta
Constitución. (Cámara de Diputados del H. Congreso
de la Unión, 2013)

18 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

Este sería nuestro primer parámetro para


fundamentar nuestra actividad dentro de un marco
jurídico; ya que, como abordaremos más adelante, la
psicología está contemplada como parte del ámbito
de ciencias de la salud desde hace algunos años a la
fecha.
1.1.1 Ley General de Salud

En febrero de 1984, se publica por primera


vez en nuestro país, una normativa sobre los
derechos a la salud. Dentro de la misma, se
comenzaron a contemplar: la protección de los
derechos, primeramente, de las poblaciones
vulnerables de atención prioritaria y en segundo, se
integra en varios artículos la salud mental.

Es así, como podemos encontrar los artículos


2° Completo y 3° Fracciones: II; VIII; XI; XX;
además, de las disposiciones marcadas en el título
tercero, relacionadas con la salud mental que se
consignan en el capítulo VII.

Dicha ley, sigue teniendo modificaciones


significativas, debido a los movimientos cada vez

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 19
Editorial FMP

más marcados en cuanto a la movilidad social que,


con el paso del tiempo, ha sido significativamente
más participativa, generando la necesidad de ampliar
y modificar las disposiciones legales.

Recientemente, nos encontramos con las


modificaciones en materia de los tratamientos para
la reorientación sexual, proyecto de ley, que se
espera sea aprobada en el Senado.

1.1.2 Reglamento Interior de la Secretaría


de Salud

La Secretaría de Salud, organismo encargado


de la generación e innovación de la atención a la
salud, se contempla un reglamento interno, que
compete a la autoridad dentro del consejo nacional
de salud mental, quien será el responsable de
proponer el contenido de la política y las estrategias
nacionales.

El Artículo 35 del Reglamento Interior de la


Secretaría de Salud, establece que, corresponde al
Secretariado Técnico del Consejo Nacional de Salud
Mental:
20 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

Fracción I. Proponer al superior jerárquico el


contenido de la política y estrategias nacionales
en materia de atención a los problemas de salud
mental;

Fracción II. Elaborar y participar en la


instrumentación de los programas específicos
de prevención, atención y rehabilitación de los
trastornos mentales;

Fracción III. Llevar a cabo la planeación,


supervisión y evaluación de los servicios de salud
mental, mediante el establecimiento y desarrollo
de modelos de organización y operación de
servicios en los diferentes niveles de atención.
(Secretaria de Salud, 2015)

La fracción cuarta de este artículo, hacía


referencia a promover actividades de
información, orientación y sensibilización
que coadyuven a la prevención de problemas
de salud mental, en coordinación con las
instituciones y organismos especializados en
la materia, sin embargo, fue derogado;

Fracción V. Impulsar, en forma conjunta con


CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 21
Editorial FMP

las dependencias y órganos competentes, el


establecimiento de redes asistenciales y de apoyo
comunitario, para la rehabilitación y reinserción
social del usuario de los servicios de salud
mental;

Fracción VI. Fijar criterios, promover


y coordinar investigaciones y desarrollo
tecnológico en relación con la salud mental
en coordinación con las demás unidades
administrativas competentes;

Fracción VII. Promover y asesorar el


desarrollo de investigaciones científicas y
programas de enseñanza en materia de salud, en
coordinación con las unidades administrativas
competentes, con la finalidad de impulsar la
formación, capacitación y actualización de
personal de salud en general y especializado;

Fracción VIII. Participar en la elaboración de


propuestas para la actualización y desarrollo
de disposiciones jurídicas en materia de salud
mental;

Fracción IX. Propiciar la celebración de


convenios y acuerdos de coordinación con
22 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

los gobiernos de las entidades federativas


y municipios, para impulsar su apoyo y
participación en el desarrollo de las acciones en
materia de salud mental;

Fracción X. Participar en la definición,


instrumentación, supervisión y evaluación de
las estrategias y contenidos técnicos de los
materiales de comunicación social en el ámbito
de su competencia, así como de los materiales
didácticos y metodologías que se utilizan para
la capacitación, actualización y desarrollo
humano del personal que opera los programas
a su cargo, en coordinación con las unidades
administrativas competentes;

Fracción XI. Promover mecanismos para


fomentar la participación de la sociedad civil y,
en lo general de la comunidad, así como de los
sectores públicos y privados en las acciones en
materia de salud mental;

Fracción XII. Coadyuvar en la operación del


Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica
en relación con la información de morbilidad
y mortalidad vinculada con la materia de
competencia;
CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 23
Editorial FMP

Fracción XIII. Participar, en el ámbito de


su competencia, en la definición y desarrollo
del Sistema de Protección Social en Salud, en
coordinación con las unidades administrativas
competentes;

Fracción XIV. Colaborar en la definición de los


requerimientos para la acreditación de unidades
prestadoras de servicios de salud mental inscritos
en el Sistema de Protección Social en Salud;

Fracción XV. Proponer los lineamientos y


procedimientos técnicos para la organización,
programación y presupuestación relacionados
con los programas a su cargo;

Fracción XVI. Promover la certificación de las


unidades de atención a la salud mental de los
sectores público, privado y social del país;

Fracción XVII. Establecer las especificaciones


técnicas del equipo e insumos que se utilizan en
los programas a su cargo;

Fracción XVIII. Proponer o definir, según sea el


caso, los mecanismos que permitan el control en el
suministro y distribución oportuna, suficiente y de
24 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

calidad de los insumos utilizados en los programas


a su cargo, en coordinación con las unidades
administrativas competentes;

Fracción XIX. Supervisar y evaluar la


información generada por los sistemas
institucionales de información y de investigación
en salud, relacionada con las actividades de los
programas a su cargo, en coordinación con las
unidades administrativas competentes;

Fracción XX. Supervisar el desempeño de


las localidades, jurisdiccionales sanitarias,
entidades federativas, regiones, comunidades o
establecimientos, según sea el caso, en relación
con los programas del ámbito de su competencia;

Fracción XXI. Ejercer las atribuciones


establecidas en el artículo 16 del presente
Reglamento, las demás que le señalen otras
disposiciones aplicables, así como aquellas que le
encomiende su superior jerárquico (Secretaría de
Salud, 2004, págs. 53-55).

El conocer las facultades del Secretario


Técnico, nos permite tener fundamento para la

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 25
Editorial FMP

promoción de políticas públicas para mejorar


el servicio de salud, en este caso, salud mental
específicamente. De esta manera, conocemos las
acciones a tomar en cuenta y sobre todo, tenemos el
conocimiento del reglamento de Secretaría de Salud
y el promotor del mismo.

1.1.3 Normatividad en la prevención


y tratamiento de las enfermedades
mentales

La normatividad en la prevención y
tratamiento de las enfermedades mentales, se
establece en nuestro país en 1995, es entonces,
cuando se promueven políticas públicas con normas
y códigos destinados a la regulación de los servicios
en materia de salud mental.

Estas guías se elaboraron con la finalidad de


regular las actividades profesionales en salud
general y contemplando dentro de ellas la salud
mental. Por su parte, la Norma Oficial Mexicana,
NOM- 025-SSA2-1994, la cual establece la
prestación de servicios de salud en unidades de
atención integral hospitalaria médico-psiquiátrica.

26 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

Dicha norma tiene por objeto “uniformar


criterios de operación, actividades, actitudes del
personal de las unidades que prestan servicios de
atención hospitalaria médico-psiquiátrica, la cual
se proporcionará en forma continua e integral, con
calidad y calidez” (Secretaría de Salud, 1994).

Es importante señalar que todas las


consideraciones tomadas en esta norma, son de
carácter obligatorio en todas las unidades adjuntas
a la Secretaría de Salud. Se considera como una
herramienta auxiliar a la Ley General de Salud
considerando:

1. La especialización en la atención médica


para la salud mental con base científica, teniendo
en cuenta los factores sociodemográficos, la ética
profesional para la aplicación de los recursos
psicoterapéuticos y humanos.

2. El respeto a los derechos humanos que


contempla el trato digno, la no discriminación y
sobre todo los consentimientos informados que son
obligatorios por ley para cualquier procedimiento
CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 27
Editorial FMP

específico de las enfermedades mentales.

1.1.4 Instrumentos jurídicos de COFEPRIS.

La Comisión Federal para la Protección


Contra Riesgos Sanitarios, es un organismo creado
en el 2001, con la finalidad de auditar y promover la
aplicación adecuada de las leyes que provienen de
los sistemas de salud.

Dicho organismo, se encarga de la regulación


y la procuración del Código Civil Federal, el Código
de Comercio, el Código Federal de Procedimientos
Civiles, el Código Penal Federal, el Código Federal
de Procedimientos Penales, así también revisa la
correcta aplicación de las normas oficiales y las
leyes de salud.

En cuestiones de salud mental, desde el


2016, atiende las denuncias ciudadanas que
impliquen un riesgo de salud, ya sea por:
establecimientos que no tienen las características
necesarias para operar, así como, el seguimiento de
oficio en denuncias sobre la actividad profesional
inadecuados o con falta
Editorial FMP
28 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

de autorización por parte de la Dirección General


de Profesiones. Todo esto, considerado como un
riesgo sanitario, mismo que las vuelve acreedoras
de recomendaciones o sanciones.

II. Ejercicio de las competencias


profesionales del psicólogo.

El 11 de diciembre del 2019, se realizó


una modificación a la Ley General de Salud, en su
artículo 79, donde se establece que, el ejercicio de
la psicología se hará únicamente cuando se cumpla
con los títulos correspondientes emitidos por una
institución que avale la Secretaría de Educación
Pública (SEP) y corrobore, la dirección general
de profesiones a través de la emisión de la cédula
profesional.

Bajo esta ley, se debe considerar que, solo las


instituciones reguladas, ofrecen planes y programas
de acuerdo al catálogo de profesiones que se
encuentran permitidas en el país, de esta manera,
se asegura la formación profesional de cada área de
estudio.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 29
Editorial FMP

En el caso de psicología, en el país se


encuentran ocho diferentes planes y programas
permitidos, que hacen referencia a la psicología
general y como un derivado, la psicología educativa.
Mismas que pueden ser revisadas en el catálogo de
profesiones, el cual, se encuentra en la página oficial
de la Secretaría de Educación Publica (SEP).

Dentro de las consideraciones de regulación


de la práctica psicológica, se continúa trabajando
para tener las regulaciones y homologación sobre
las competencias profesionales, debido a que existen
instituciones que ofrecen planes y programas que no
son regulados.

El Consejo Nacional para la Enseñanza


e Investigación en Psicología (CNEIP), es
un organismo creado para la promoción de la
investigación y la enseñanza en psicología. Este ha
propuesto criterios para la acreditación de programas
educativos de psicología en licenciatura y posgrado
a través de la implementación de políticas y normas
contempladas en la Ley Federal de Educación; sin
embargo, a pesar de sus esfuerzos, no ha logrado
30 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

instaurar alguna norma que regule las instituciones


educativas en el ejercicio de la psicología, en cuanto
a los diferentes quehaceres y competencias de los
psicólogos.

A nivel educativo, se han implementado en


el país distintos paradigmas educativos, que son
parte del proceso evolutivo de la sociedad a nivel
global, y de la cual, se encarga La Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE); es por ello, que México adopta un modelo
basado en competencias para la globalización y la
competitividad de los profesionistas mexicanos.

En la visión pedagógica, el enfoque por


competencias, abona a una reestructuración
curricular de los planes y programas de estudio,
para que el docente elabore estrategias significativas
centradas en el estudiante: cómo aprende, cuáles
condiciones y acciones facilitarán su aprendizaje
y cómo podrán aprender a lo largo de la vida
(Verdejo, 2008).

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 31
Editorial FMP

Existe una evaluación nacional (Tab


1), que pretende examinar los conocimientos y
habilidades académicas necesarios para iniciarse
en el ejercicio profesional. Esto incluye una
evaluación especial para el área de psicología
(EGEL-PSI), que contempla las áreas de evaluación
psicológica, intervención en psicología, así como,
la investigación y medición en psicología.

El problema, podemos encontrarlo en


las generalidades de la profesión, donde no se
especifican las áreas de acción de los psicólogos; y
en el surgimiento desmedido de escuelas privadas
que no cuentan con las supervisiones adecuadas.
Esto ha llevado a la confusión de las competencias
profesionales al momento en el que, el egresado
de la carrera en psicología, se enfrenta al ámbito
laboral.

32 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

En el ensayo, Génesis Social de la


Psicología en México, presentado por Carrascoza y
Manero, se realiza la observación crítica sobre las
discrepancias de la institucionalidad.

La psicología en México no ha logrado


unificación ni uniformidad: no existe consenso en
las comunidades de psicólogos sobre las teorías
y los métodos apropiados para la disciplina, los
objetos de estudio son cada vez más disímiles y se
ha originado un surgimiento inusitado de escuelas
de Psicología – aunado al número de especialidades
y subespecialidades que cada vez tienen menos
relación entre sí (Carrascoza y Manero, 2009).

Es por todo lo anterior, que el Observatorio


Mexicano de Psicología (OMP) junto con el
Registro Nacional de Psicología (RNP) y la
Federación Mexicana de Psicología(FMP),
proponen el análisis detallado de la práctica
psicológica, con las adecuadas consideraciones
en la ejecución profesional, para ayudar en la
promoción y la regulación esta ciencia y de esta
manera, brindar un servicio más confiable.
CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 33
Editorial FMP

Así, se homologan las competencias


profesionales de acuerdo a las investigaciones de
la población en general, la población vulnerable y
la población de atención prioritaria de los distintos
puntos del país.

Teniendo la fundamentación legal que


acompaña todo el ejercicio profesional de la salud
en el país, las guías y acuerdos internacionales,
puede proponerse una normativa general para todas
las áreas de la psicología y la forma de proceder
adecuadamente en beneficio de los usuarios
(consultantes) de nuestros servicios profesionales
y de la relación horizontal entre profesionistas.

En el entendido de, no ser un verdugo rígido


que controle a la profesión o mostrar superioridad
moral sobre el gremio, sino, un lugar de encuentro
donde se propongan formas para ejecutar de mejor
manera nuestra ciencia.

34 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
UNIDAD III. NORMATIVA Y CONSIDERACIONES EN EL EJERCICIO PROFESIONAL

III.1 Manejo de información confidencial


III.2 Secreto profesional
III.3 Consentimiento informado
III.4 Sobre la formación profesional
III.5 Normas deontológicas
III.6 Sobre el consentimiento informado y contrato psicoterapéutico
III.7 Secreto profesional en psicoterapia
III.8 Intervención
III.9 Evidencia científica
III.10Docencia
III.11Supervisión
III.12Consultorios y lugar de ejecución profesional

Referencias

Hinojosa, B. (2022). Consideraciones éticas en psicología. FMP


Editorial FMP

procedimientos, que podamos aplicar en el ejercicio


diario de la psicología, sin que ello implique un
código ético impuesto y carente de argumentación,
sino por el contrario, el establecimiento de ideas
claras basadas en los riesgos dentro del ejercicio
profesional.

Promover en los profesionistas, la capacidad


de crítica a las políticas públicas y a las normativas
impuestas por entes gubernamentales, permite
generar propuestas más tangibles, que ayuden a la
actualización y al activismo dinámico por parte
del gremio, para lograr legislaciones actualizadas
allegadas a la realidad de la población
contemporánea y el ejercicio profesional.

I. Manejo de información confidencial

Una de las bases fundamentales del ejercicio


de un psicólogo, es la confianza que se debe
promover en usuarios del servicio. Esta permite
que se obtenga la información suficiente para la
generación de diagnósticos clínicos o para la toma
de decisiones.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 37
Editorial FMP

En todo el mundo, existen leyes que protegen


la integridad de las personas, a través de normativas
en el manejo de información confidencial,es por ello
que el usuario debe tener claro, ¿cuál será el manejo
de esa información?

En México, existen ciertas restricciones en la


legalidad del uso de la información confidencial que
se pueden extraer de documentos oficiales, como la
identificación (INE) y Clave Única de Registro de
Población (CURP), así como, de las entrevistas o el
llenado de formularios.

1.1 Ley Federal de Protección de Datos


Personales en Posesión de los Particulares

Bajo la consideración de la Ley Federal


de Protección de Datos Personales en Posesión de
los Particulares, Capítulo I Artículo 3, fracción VI
que a la letra dice: “Datos personales sensibles:
Aquellos datos personales que afecten a la esfera
más íntima de su titular, o cuya utilización indebida
pueda dar origen a discriminación o conlleve un
riesgo grave para éste. En particular, se consideran
sensibles aquellos que puedan revelar aspectos
38 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

como origen racial o étnico, estado de salud presente


y futuro, información genética, creencias religiosas,
filosóficas y morales, afiliación sindical, opiniones
políticas, preferencia sexual” (DOF, 2016).

El ejercicio profesional del psicólogo, debe


cumplir con las normativas de ley para asegurar
la confidencialidad de los datos sensibles de los
usuarios de su servicio, y de esta forma, garantizar
los derechos humanos.

1.2 Secreto profesional

Dentro de las consideraciones sobre la


información sensible, se debe tomar en cuenta el
manejo de información que no tenga injerencia
legal, pero que pueda dañar la reputación o el honor
de una persona por lo que se considera lo siguiente:

I. El psicólogo, asume la responsabilidad


de la información que obtenga del usuario mediante
métodos de entrevista o en la interacción con el
mismo, por lo que su utilización será de manera
ética y con uso estrictamente profesional, evitando

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 39
Editorial FMP

la extracción de la misma, con fines de conveniencia


personal.

II. Los informes psicológicos que se


utilicen de manera escrita o digital, tienen que
estar debidamente cifrados para evitar fugas de
información; estos mismos, deberán ser
resguardados en un lugar seguro, teniendo una
vigencia de 5 años, después de los cuáles, deben ser
destruidos bajo la normativa de la Ley Federal de
Protección de Datos Personales en Posesión de los
Particulares.

III. El psicólogo debe abstenerse de revelar


la información que resulte de su servicio profesional.
En caso de requerirse para una situación judicial,
deberá asegurarse que se emitan oficios de la
autoridad competente, requiriendo la información
con el fundamento legal correspondiente y con la
solicitud específica de lo que se requiere, detallando
cuál es la finalidad de esta.

IV. El profesional de la psicología no usará,


por ningún motivo, la información para fines
lucrativos o en contra del usuario.
Editorial FMP
40 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

V. El psicólogo no debe obtener beneficio


económico por revelar la información dada por un
usuario de sus servicios.

VI. Se abstendrá de revelar información


a familiares directos o conocidos, en situaciones
fuera del tratamiento psicológico.

a) En caso de ser menor de edad o persona


en situación de riesgo o vulnerabilidad, se
deberán especificar los objetivos de intervención
y considerar si la información obtenida es de
relevancia clínica, para evitar el daño al sujeto en
observación.

b) Si se presume de riesgo suicida, se debe


tomar en consideración la posibilidad de actuar
mediante el protocolo de tratamiento especializado
para suicidio, antes de tomar la decisión de
revelar información que pueda ser causante de la
finalización de la relación psicólogo-usuario.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 41
Editorial FMP

1.3 Consentimiento informado

Es de vital importancia, que el usuario


conozca el tipo de servicio que está adquiriendo
cuando se acerca a un psicólogo. Dicho
profesionista, está obligado a informar sobre sus
acreditaciones, tales como estudios, especialidades y
el alcance que puedan tener sus intervenciones.

En este orden de ideas, una vez identificado


como un profesionista capacitado para ejecutar la
función que ostenta, deberá dar a conocer al usuario
el tipo de procedimientos que lleva a cabo, desde las
investigaciones de caso, lo cual, incluye: el tipo de
pruebas y los objetivos de las mismas; así como, el
diagnóstico (si es que existe), el tipo de intervención
y la duración del tratamiento.

I. El psicólogo informará debidamente, sobre


su línea de trabajo, la cual, debe ser aceptada por el
usuario, ya sea, verbal o en caso de requerirse, por
escrito.

42 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

II. El profesionista, debe dar a conocer


qué tipo de psicólogo es, respecto a la rama de la
psicología en la que fue formado y el modelo de
intervención que puede hacer, dejando la decisión al
usuario de contratar o no los servicios.

III. Se debe dar a conocer, el tipo de


investigación de caso que habrá de realizarse. Si se
requiere medición a través pruebas psicométricas, se
informará al usuario de qué tipo son estas, el tiempo
y de ser necesario o solicitado, los resultados de las
mismas.

IV. Cuando sea necesaria una referencia


profesional, el psicólogo debe informar
inmediatamente al usuario, ya que, solo él, puede
decidir si contrata un servicio adicional o bien,
busca otro profesionista de su elección.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 43
EL Y LA LEY

Coordinador: Antonio

El consentimiento informado
en la legislación en salud de México
Xavier A. López-de la Peña*

Resumen

Abordamos el informado en la This paper with Mexican


legis- lación mexicana en el contexto de un Health of a
contrato por el Código Civil en el que by the Mexican Civil Code, mwhich of
o paciente capaz de tomar una agrees to of
management and has received
decisión razonada, acepta el plan de atención
ma so that
médica después de haber recibido suficiente
and
información de forma y clara, y acepta las can agrees, or
not agree, a of action and
de acciones según orien-
tación del Código de En México, el rnformedconsent
informado ha sido has recently incorporated health care
and of
incorporado en la research, other medicalprocederes, a
legislación y enfocado básicamenteal terreno de legal andnot
la investigación, en tanto que en la mayoría de los as with surgicalprocedures such as
procedimientos demandala control (e g vasectomy or
la the of the of
autorización, no informado en los to Mexican
tratamientos en general incluyendo a other
procedimientos de de la fertilidad such as authorization,
como la y la or approval - which
necesidad de Incorporar a la norma legal mexicana an and
el consentimiento informado en general y aplicarlo not legal protector
en de otros términos (autorización, ourpoint of
permiso, voluntad aceptación y aprobación) usados
tienen
muy diferente y y no como mecanismo
protector de los Derechos del Paciente desde
nuestro punto de vista

Palabras clave: Consentimiento informado, derechos Key words: Mexican


paciente, legislación médica mexicana.

Medicina Critica.Hospital Generalde Zona No 1 "Dr Luis Avila Mexicano del Seguro Social,
Aguascalientes, Miembro numerario de la Mexicana de Historia y da la
Correspondencia y solicitud de sobretiros: Dr. Xavier A de la Fátima 215, Del Valle 20080 Aguascalientes.Ags. México.
Gac Méd Méx No. 5
Desarrollo humano. Esto significaque la persona
interesada debe tener la capacidadjurídi- ca
La relación médica que se establece de dar su consentimiento y ejercer su
entre las personasenfermas o no como elección sin coerción, dolo, engaño,
sucede por ejemplo en el caso de costreñimientoo mala
voluntarios sanos para un estudio clinico
experimental y el médico, es una relación
contractual en lo general por el
Código Civil' en su Libro las
Obligaciones",y en particular en el Título
Décimo, Capitulo "De la prestaciónde
serviciosprofesionales"en la que las partes,
mediante un pacto o convenio se obligan
sobre un problema de salud y a cuyo
cumplimiento pueden ser compelidas".
Dicho pacto o convenio se establece
mediante la figura del consentimiento, que
representa la conformidad de
voluntadesentre los contratantes, es decir,
entre la oferta de servicios por parte del
médico (oferente) y su aceptación por
parte del paciente (demandante), y que
constituyeel princi- pal requisito del
contrato como se especifica en el Articulo
1794 del Código Civil citado.
El consentimiento puede ser a su vez
tácito cuando resulte de hechos o de actos
que lo presu- pongan o que autoricen a
presumirlo sin lugar a duda, y que se da de
la maneramás comúncuando una persona
acude a solicitar y, en su caso, recibe
atención médica, en que no se suele
solicitar al paciente que otorgue su
consentimiento porque éste resulta
sobreentendido. Y la llamada forma
expresa que es aquella que se manifiesta
verbal- mente, por escrito o por signos
inequivocos y que nuestra ley, en algunos
casos le señala como necesaria según se
refiere en el Articulo 1803 del Código Civil.
El consentimiento en si mismo ha sido y
es un elemento de siempre en los
contratos, sin embar- go, su integración
formal en el terreno de la medi- cina cobra
una importancia sobresaliente a partir del
conocido Código de Nuremberg de 1947 al
señalarlo como requisito indispensable en
casos de investigación médica, después
de conocerse los horrores "médicos"
cometidos por los nazis en los campos de
concentración europeos y que fue
estructurado de la siguiente forma:
Es absolutamente esencial el
consentimiento voluntario del sujeto
interpretación; y que debe tener suficiente conceptode autonomía, con- dición
conoci- miento y comprensión de todos los individual que de nadie se depende en
elementos del problema, a fin de poder ciertos conceptos y está basado en el
tomar una decisión inte- ligente e principio general de la libertad individual
iluminada. que confiere a la persona el derecho a su
De esta manera, el objetivofundamental inviolabilidad sin restric- ción alguna.
que se perseguía era el de garantizar el En México este concepto del
derecho que a toda persona asiste a consentimiento informado en la relación
consentir, en los términos contractual o medico no-
propone,suparticipaciónen un acto médico paciente como arriba señala-
especifico. mos, ha conseguido espacios en la
El desarrollo y evolución del concepto legislación en salud a paso muy lento como
del con- sentimientoinformado como tal consecuencia,de un lado, de la diferenciaen
en la esfera médi- ca, a venido a cuantoa evoluciónentre la ciencias médicas
desplazar (cuando menos eso pretende), y la ley. En tanto que la primera crece y
el llamado "paternalismo médico" al se desarrolla de forma exponencial la se-
colocar al paciente como interlocutor gunda se mantiene habitualmente
válido y en términosdeigualdadensu retrasada con respecto de ella, y por el
relacióncon elprestador de servicios de otro, a la escasa concien- cia médico-
salud. legislativaen torno a la protección en la
El Código de Nuremberg, piedra norma, de los derechos del paciente que
angular del concepto medico moderno del sigue orientada en sentido "paternalista".
consentimiento, también adiciona un Hace apenas 12 años el concepto y
elemento de suma importan- término de derechos del paciente resultaba
cia y es el de que éste sea informado como "novedoso" en el ambiente profesionalZ al
hoy se le conoce al referirse que: "[el incorporar al paciente como sujeto activo y
paciente]...debe tener suficiente no como receptor pasivo en la relación
conocimiento y comprensión de médica a la luz del precepto hipocrático,
todos los elementosdel problema con lo bajo la forma de un "diálogo
que se sientan, también, las bases de lo 3
terapéuticon que
que con posterio- ridad se modelarael

552 Gac Méd Méx No. 5


oponea la actitud paternal médica-es la experimentales.
propuesta del doctor Horacio Jinich- la Las molestias o los riesgos esperados.
democrática: de un "Yo" diferenciado y
IV. Los beneficios que puedan obtenerse.
digno que dialoga con un "Tú" respetado
V. Los procedimientos alternativos que pudieran
en su propia y distintiva identidad y
ser ventajosos para el sujeto.
nunca manejado como si fuera un objeto,
un "ello". Asi, el Código Sanitario de los
Estados Unidos Mexicanos de no
hace referencia al término consentimiento
en la relación médico-paciente,y es hasta
el siguiente emitido en 1 que ya se le
menciona en dos ocasiones; en el Articulo
191 especificándolocomo requisitopara
realizarinves- tigación médica que
implique riesgo y en el 202 como
requisito para la toma de órganos y tejidos
con fines de trasplante.
La emisión posterior de la Ley General
de Salud6 de 1984 que derogó el Código
Sanitario último referido, incluye el
término consentimiento en ocho
ocasionesy, particularmenteen su corres-
pondiente Reglamentode la Ley General de
Salud en Materia de Investigación para la
Salud7 emitido en 1987, en el cuyos
20, 21 y 22, se plasman el
concepto, definición y forma del con-
sentimiento informado en concordancia
con lo expuesto en el citado Código de
Nuremberg de la siguiente manera:
Se entiende por consentimiento
informado el acuerdo por escrito,
mediante el cual el sujeto de investigación
o, en su caso, su representantelegal
autoriza su participación en la
investigación, con pleno conocimiento de la
naturaleza de los proce- dimientos y
riesgos a los que se someterá, con la
capacidad de libre elección y sin coacción
alguna. (Articulo 20).
Para que el consentimientoinformado se
consi- dere existente, el sujeto de
investigación o, en su caso, su
representante legal deberá recibir una
explicación clara y completa, de tal forma
que pueda comprenderla, por lo menos,
sobre los siguientes aspectos:

La justificacióny los objetivosde la


investigación. Los procedimientos que
vayan a usarse y su propósito,
incluyendo la identificación de los
procedimientos que son
VI. La de recibir respuesta a XI. que si existen gastos adicionales, éstos
cualquier pregunta y aclaracióna serán absorbidospor el presupuestode
cualquier duda acerca de los la investiga- ción (Articulo 21).
procedimientos, riesgos,
beneficios y otros asuntos El consentimientoinformadodeberá
relacionados con la investiga- formularse por escrito y deberá reunir los
ción y el tratamiento del sujeto. siguientes requisi- tos:
La libertad de retirar su
Será elaborado por el investigador
consentimiento en cualquier
momento y dejar de participar en principal, indicandola
el estudio; sin que por ello se informaciónseñaladaen el articu- lo
creen perjuicios para continuar su anterior y de acuerdoa la norma técnica
cuidado y tratamiento. que emita la Secretaria.
La seguridad no se Será revisado y, en su caso, aprobado
identificaráal sujeto y que se por la comisión de ética de la
mantendrá la confidencialidad de institución de atención a la salud.
la información relacionada con su Indicará los nombres y direcciones de
privacidad.
dos testigos y la relación que éstos
El compromiso de tengan con el sujeto de investigación.
proporcionarleinformación Deberá ser firmado por dos testigos y
actualizada obtenida durante el
estudio, aun- que ésta pudiera por el sujeto de investigación o su
afectar la voluntad del sujeto para representante legal, en su caso. Si el
continuar participando. sujeto de investigación no pudiere
X. La disponibilidad de tratamiento firmar, imprimirá su huella y
a su nombrefirmará otra persona que
médico y la indemnizacióna que
legalmente dere- cho, por desig- y
V. se extenderán por duplicado, quedando un
parte de la instituciónde atención a
ejemplar en poder del sujeto de
la salud, en el caso de daños que
investigación o de su representante
la ameriten, directamente
legal. (Articulo 22).
causadospor la investigación, y

Gac Méd Méx No.


5
De suerte que la orientacióny
tales derechos,incorporándoloa
aplicaciónconse- cuente del término
terrenosfuera de la investigaciónmédica,
consentimiento en nuestra le- gislaciónen
como representaría prác- ticamente toda
salud se da predominantementeen la
interacciónmédico-paciente,tráte- se de
esfera de la investigación médica. Asi, el
procedimientos preventivos, diagnósticos,
término consentimiento es utilizado en 30
terapéuticos (tanto médicos como
artículos de la Legislación Sanitaria
quirúrgicos) o rehabilitatorios,
Mexicana como se puede apreciaren el concediendo al paciente el lugar de
cuadro y (67%) igualdad que demanda en su relación ante
,se aplicandirectamente al terreno de la el prestador de servicios de salud.
investiga- ción (19 articulos Paradójicamentey en contra de la
correspondientesal Reglamento de la Ley opinióngene- ral médica en México, la figura
General de Salud en Materia de Investi- del consentimiento informado no se exige
gación para la Salud 7 y en 1 artículo de la como requisito legal en la de las
Ley General de Salud). Le sigue su relaciones contractuales
aplicación en materia de disposición de paciente(fuera, insistimos,de la esferade la
órganos, tejidos y cadá- veres de seres inves- tigación básicamente) que
humanos con ocho menciones (27%): 5 supuestamente debe- rían requerirlo.
articulos en la Ley General de Salud y en 3 Por ejemplo, en el caso que un paciente
en el Reglamento de la Ley General de requie- ra tratamiento quirúrgico para
Salud en Materia de Control Sanitario de la solucionar su pro- blema de salud, en
Disposición de Órganos,Tejidosy Cadáveres nuestralegislaciónse le solicita que otorgue
HumanosB y finalmente, con una su autorización (Acción y efecto de
aplicacióncada uno (3%) en la Ley General autorizardar a uno autoridado facultad para
de Salud ya como requisito para utili- zar hacer alguna no su consentimiento
nuevos recursos terapéuticoso de como se de acuerdo al Articulo 80 del
diagnóstico en 1 artículo, y como sanción Reglamentode la Ley General de Salud en
en otro al que sin consentimiento(o aún con Materia de Prestación de Servicios de
el si menor o inca- paz) realice Atención que dice.
inseminación artificial en una mujer. En todo hospital y siempre que el
La creciente conciencia ciudadana en estado del pacientelo permita,
torno a los Derechos Civiles ha hecho que la deberárecabarsea su ingreso
teoría y prác- tica del consentimiento autorizaciónescrita y firmadapara
informado logre espacios cada vez practicarle, con fines de diagnóstico o
mayores en las legislacionesen salud al terapéuticos, los procedi- mientos médico-
adoptarlo como medio de defensa y quirúrgicosnecesarios de
respeto hacia
Cuadro El término consentimiento en los arüculos de la legislación mexicana en salud

A B C TOTAL

Materia de aplicación:
Ari. No. Ari. No. Ari. No. Núm (%)

Investigación

Disposiciónde órganos 324,325,326,327,328


Usodenuevos 1 03
Inseminación 466
Total Núm (%) 19(63 3(1 30(1
) O) 00)
A. Ley General de Salud.
Reglamento de LGS en Matena de la Salud.
C. Reglamentode Materiade de la de a n o , Cadáveresde Seres Humanos.

554 Gac Méd Méx No. 5


do al padecimiento de que se trate, El documento deberá ser impreso,
debiendoinfor- marle claramente el tipo de redactado en forma clara, sin abreviaturas,
documento que se le presenta para su enmendaduraso tachaduras.
firma. Además. señala el Artículo 83 del
Esta autorizacióninicialno excluyela Reglamento citado:
necesidad de recabar después la
correspondiente a cada procedimiento
que entrañe un alto riesgo para el
paciente. (Estos subrayados y los
siguientesen el texto son nuestros).
Aún en los casos de urgencia, se insiste
en que el documento solicita la
autorización como se refiere en el Articulo
81 del mismo Reglamento:
En caso de urgencia o cuando el
paciente se encuentre en estado de
incapacidad transitoria o permanente, el
documento a que se refiere el artículo
anterior, será suscrito por el familiar más
cercanoen vínculo que le acompañe, o en su
caso. por su tutor o representantelegal, una
do del carácter de la
autorización.
Cuando no sea posible obtener la
autorización por incapacidad del paciente
y ausencia de las personas a que se refiere
el párrafo que antecede, los médicos
autorizados del hospital de que se trate,
previa valoración del caso y con el
acuerdo de menosdosdeellos,llevarána
proce- dimientoterapéutico que el
caso requiera,dejando constancia por
escrito. en el expediente clinico.
El contenido que debe llevar esta
autorización se refiere en el Articulo 82 de
este Reglamentoque a la letra dice:
El documento en el que conste la
autorizacióna que se refieren los artículos
80 y 81 de este regla- mento, deberán
contener:

Nombre de la institución a la que


pertenezcael hospital.
Nombre, razón o
denominaciónsocialdel hos- pital.
Titulo del documento.
IV. Lugar y fecha.
V. Nombre y firma de la persona que
otorgue la autorización.
VI. Nombre y firma de los testigos.
En caso de que deba ventivos, diagnósticos y terapéuticos
realizarsealguna amputa- ción, médicos o quirúrgicos, a excepción de que
mutilacióno extirpación se trate de algún procedimiento
produz- ca modificaciónfísica diagnóstico, preventivo, terapéuti- co o
permanenteen el paciente o en la rehabilitatonoque tenga carácter
condición fisiológica o mental del experimen- tal como se señalaen el
mismo, el documento a que se refiere Articulo 84 Reglamen- to citado, se
el articulo anterior deberá ser trate de una investigación (aunque
suscrito, además, por dos testigos también con sugestivasfaltasgraves éticas y
idóneos designados por el interesado lega- les en este rubro en nuestro
o por la persona que lo suscriba. como ha sido reportado), se tenga que
Estas autorizaciones se ajustaran a disponer de órganos, tejidos o cadáveres
los mode- los que señal en las normas de seres humanos, se em- pleen nuevos
técnicas (hoy conoci- das como Norma recursos de diagnóstico o terapéuti- cos o,
Oficial Mexicana). finalmente, se realice
La prácticade cirugíaspara control inseminaciónartificial como se detalla con
definitivode la fertilidad como son la sus fuentes, en el cuadro
vasectomia y la goclasia, Hay otros términos que también son
también requieren de "autorización utilizados en nuestra legislación en salud
ex- presa y por escrito de los para legitimar la relación contractual
solicitantes, previa infor- mación a los médico-paciente, que sin em- bargo, no son
mismos sobre el carácter de la inter- consentimientoinformado y éstos se
vención y sus consecuencias" como presentan en el cuadro también con su
señala el artículo 119 del Reglamento fuente a la legislación correspondiente. De
en cuestión. entre ellos so- bresalen los
Entonces, queda claro que el autorización y aprobación con un 40% cada
consentimiento informado no es un uno seguidodel término permiso con dos
requisito legal en la relación referencias (8%) y finalmente las acepcio-
contractual médico-pacienteen la nes aceptación, anuencia(éste es el único
práctica de la medicina en término sinónimode consentimiento)y
México, tanto en métodos pre- aprobacióncon una sola mención
correspondienteal 4% cada una de ellas.

Gac Méd Méx No. 5 555


Cuadro Otros términos, no consentimiento, en los de la legislación mexicana en salud

A C D TOTAL

Término:
No. No. Art. No. No. Núm (%)

Aceptación 37 1 (4)
Anuencia 19
Aprobación 27 1 (4)
Autorización 345 80-83,119,247 16
Permiso 346 79
Voluntad 67,346 10 (40)

Total (%) 12 (48) 3 (12) 25 (100)

A. Ley General de Salud.


B. Reglamentode Organos, y
C. Reglamento de la LGS en Materia de de Servicios de Médica.
D. Reglamento de LGS en Materia de Investigaciónpara la Salud.

La utilización de términos para referirse a procedimientos alternativos que pudi


asun- tos legales ya en medicina como en ser para
cualquier as- pecto que lo requiera tiene, el usuario. su caso.
como en un principio una
importancia singular, es por ello
queproponemosal legisladorincorporarel
termino consentimiento
enunciados en el cuadro e incluir y
definir el conceptode
consentimientoinformadoa utilizarde
formageneral,aprovechandolas formasque
nues- tra propia legislaciónofrece, de la
siguiente manera: Se entiende por
consentimiento informado el acuerdo por
escrito, mediante el cual el usuario, o en
su caso su representante legal consiente
de maneralibre, sin coacciónalguna y en
uso sus facultades y derechos, en
la realización de un determinado
procedimiento de prevención, detec- ción,
diagnóstico, tratamiento médico o
quirúrgico o de rehabilitación,despuésde
recibir una explica- ción clara y completa
por parte del prestador de servicios de
salud, de tal forma que pueda com-
era prenderla, sobre el objetivo y
justificacióndel
n pro- cedimientoy de cómo
habrá de realizarseéste. Las molestiaso
riesgosposiblesy los beneficiosque se
espera obtener con el procedimiento y la
referen- cia acerca de otros
garantía de recibir respuesta a cualquier reglamento no previstas en este capitulo
pregunta y aclaración a cualquier duda serán sancionadas con multa hasta por
acerca del procedi- miento y la libertad de quinientas veces el salario mínimo general
retirar su consentimientoen diario,vigenteen económi- ca de que
cualquiermomentosin que se creen se trate, atendiendolas reglas de califi-
perjui- cios para continuar con su cuidado y cación que se establecen el articulo 418
tratamiento. Además deberán establecerse de la Ley. El consentimientoinformado
las sanciones respectivas en caso de deberia ser estu- diadoy analizadoya no
violación al precepto por- que, asi como la de ma- nera práctica e
autorización que se establece como
incluirse como requisito de forma amplia
requisito en el articulo 80 citado del Regla-
en la legislación de salud de México como
mento de la Ley General de Salud en
norma de las relaciones contractuales
Materia de Prestación de Serviciosde
Atención Médica care- ce de ella pacienteo médico-no-pacienteen atención
Especificamente, y que se acoge, si acaso, res- peto y salvaguarda de sus derechos
al ambiguo y discrecional Articulo 250 que como ser autónomo y en capacidad de
que: "las infraccionesal presente ejercer sus

556 Gac Méd Méx No. 5


nes en libertad. Sólo se alejará la sombra 5. Estados Unidos Mexicanos. Diario Oficial
de la Fede-
infantilizante del "paternalismo médico", ración, 13 de marzo de 1973.
Estados Unidos Mexicanos. Diario Oficial de la Fede-
cada más ausente, por fortuna, ante ración, 7 de febrero de 1984 y 14 de junio de 1991.
quienes luchamos por una relación
Estados Unidos Mexicanos. Oficial de la
equitativa y justa entre ambos
Fede- ración, 6 de enero de
interlocutores. 8. Estados Unidos Mexicanos. Diario Oficial de la
Fede- ración, 20 de febrero de 1985.
9. Real Academia Española. Diccionario de la
Referencias Lengua Española, 1970. Ed. Editorial
S.A. Madrid (España} 1970

GG. Código Civil Distrito Federal en Materia NM. Cienciay conciencia.Etica

10. Común. y para toda la República en Materia enanestesiologia. Rev Mex Anest
Federal.

Editorial Sista, S.A. de C.V. México 1995. 11. Estados Unidos Mexicanos. Diario Oficial de la
Fede-
Sepúlveda B. Los derechos del paciente. Gac ración, 14 de mayo de
Méd Méx 12. López-de la El consentimiento
informado y aprobación de comités
Jinich H. El diálogoterapéutico. Méx médicas
evaluadores en investigaciones
mexicanas. Rev lnvest Clin

Lara MC, De la Fuente JR. Sobre el


Estados Unidos Mexicanos. Diario Oficial de la consentimiento informado. Bol Of Sanit Panam
ración, 1 de marzo de 1955.
Gac Méd Méx No. 5 557
Editorial FMP

Existen normativas que regulan esta práctica,


aunque en la actualidad, todos los países se
enfrentan a la intrusión profesional, debido a sesgos
dentro de las leyes de salud, las cuales, especifican
la labor psicoterapéutica, sin embargo, no son claros
en las limitaciones y en las sanciones adecuadas.

Los lineamientos y normativas dentro


de la práctica, no pretenden ser una imposición
sobre ideologías específicas de proceder de cada
psicoterapeuta, ya que, cada consultante tiene
distintas necesidades y sería imposible, marcar solo
un reglamento básico de procedimientos específicos.
Sin embargo, se intenta promover el derecho de
los usuarios a una atención con bases firmes,
conocimientos previos y calidad, evitando que
sean utilizados como medios para estafa o recurso
económico, de quienes no tienen las consideraciones
éticas adecuadas.

3.1 Sobre la formación profesional

La psicoterapia, debe ser vista como una


especialidad. En México, existe una jerarquía de
64 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

estudios, que van desde la formación básica hasta


la formación superior, siendo esta última, la que
capacita a las personas dentro de un saber o
profesión específico.

La psicología general, es aquella que se


toma dentro de este marco de formación superior,
con planes y programas generales, avalados y
supervisados por Comisión Interinstitucional para
la Formación de Recursos Humanos para la Salud
(CIFRHS), estancia encargada de regular a las
instituciones educativas, que oferten psicología
dentro de sus carreras. Sin embargo, no existe
la información adecuada, sobre la capacitación
que los profesionistas adquieren al terminar dicha
profesión.

La mayoría de los estudiantes al terminar la


licenciatura, se enfocan a las áreas clínicas, lugares
a los que son dirigidos, para dar prácticas o estancias
profesionales, sin tener dentro de sus currícula una
formación clínica especializada en psicoterapia.

Es claro que, los planes y programas de las


CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 65
Editorial FMP

universidades, deben tener una actualización, pero,


sobre todo, una supervisión más rigurosa por parte
de las autoridades. Esto puede evitar las lagunas de
información, sobre qué se puede o no hacer, una vez
egresados e introducidos al ejercicio profesional.

En el ámbito del trabajo con seres


humanos, no se tiene suficiente formación para
atender los cambios culturales e ideológicos que
evolucionan día con día, pero sí, puede haber un
acercamiento a los procedimientos más adecuados
que eviten errores metodológicos en la atención de
consultantes.

Un periodo de 5 años, no permite incluir


programas especializados en el desarrollo humano,
la comprensión de la conducta, las habilidades
diagnósticas, las herramientas psicotécnicas, la
biología de la conducta, la neuropsicología, la
psicopatología, el entrenamiento emocional propio
y agregar las herramientas de investigación de casos
únicos; los modelos metodológicos de atención,
los diagnósticos diferenciales y los métodos de
tratamiento.

66 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

Hoy en día, existen escuelas que ofertan la


carrera de psicología en 3 años, modalidad online,
sistema que, hasta el momento, no define las
competencias que desarrollará el estudiante y las
limitantes a las que se enfrentará, una vez terminada
la carrera profesional.

Por ello, es importante recalcar que la


introducción al quehacer psicológico, ocurre dentro
de los primeros años de formación, en los cuales,
debe definirse por alguna de las escuelas que le sea
de mayor afinidad y de esta manera, poder continuar
su formación en la misma.

“No todos los psicólogos dan


psicoterapia”. Es una premisa que debe difundirse
dentro de la psicología, no solo con los
profesionistas, sino también, con los consultantes,
que recurren a un psicólogo, con la idea de ejecutar
la psicoterapia como la alternativa de solución a sus
problemas.

Las siguientes consideraciones a tomar en


cuenta sobre este aspecto, nos aproximarán al mejor
desempeño dentro de esta práctica y sobre todo, a
CONSIDERACIONES
Editorial FMP
ÉTICA
Editorial FMP

las propuestas de regulación en el ámbito clínico-


psicoterapéutico:

I. Los psicólogos recién egresados de la


licenciatura, no poseen los conocimientos para poder
ejecutar el proceso psicoterapéutico, dado que en
México y en muchos otros países de Latinoamérica,
los planes y programas de las universidades se
enfocan en la generalidad de la psicología.

II. La psicoterapia, no está incluida dentro


del profesiograma nacional como una especialidad,
sin embargo, debe considerarse como tal, toda vez
que son temáticas singulares, que no se contemplan
en la generalidad de la carrera de psicología.

III. Las sanciones a la intrusión profesional


deben ser más severas, para evitar que consultantes
caigan en malas prácticas o en estafas de personas
que no tienen la acreditación, ni conocimientos
sobre el trabajo con otro individuo.

IV. El psicólogo, debe ser honesto sobre


sus acreditaciones y evitar ostentarse como

68 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


Editorial FMP

psicoterapeuta, cuando no ha realizado los estudios


suficientes para ejecutar dicha actividad dentro de
su profesión.

V. Es labor del profesionista, informar y


promover la correcta comprensión de los limitantes
que se tienen dentro del ámbito profesional, así
como comunicar, sobre todas las áreas de la
psicología, para que los usuarios de sus servicios,
aclaren qué tipo de psicólogo es el que requieren.

VI. Las instituciones educativas, deben pasar


por el proceso de acreditación de CIFRHS, dejando
en claro los perfiles de egreso y la competencia para
la que fueron formados, sin ofertar una formación
psicoterapéutica en menos de 5 años.

VII. Las supervisiones clínicas, como


prácticas profesionales, deberán dejar en claro que
no constituyen una acreditación para la ejecución de
la psicoterapia sin los documentos legales
necesarios, los cuales son: título y cédula
profesional.

CONSIDERACIONES
Editorial FMP
ÉTICA
Editorial FMP

VIII. Las instituciones, deberán contar


con supervisores acreditados que permitan guiar
a los estudiantes en una preparación ética y con
fundamento científico.

IX. Las autoridades educativas deberán


tener un consejo de honor, ética y justicia; el cual,
contemple supervisiones a planes y programas y su
riguroso seguimiento, así como, las supervisiones
docentes y la ejecución práctica, que se realicen
durante la preparación de los estudiantes.

3.2 Normas deontológicas

Existen códigos éticos en distintos países,


todos ellos, dirigidos a la regulación de las prácticas
psicológicas, en concordancia con el respeto a los
derechos humanos y el acceso a una atención digna
respecto a cada situación a consultar.

En el caso de la psicoterapia, las normativas


o códigos éticos, las podemos encontrar dentro
de la generalidad psicológica, pero aún, no se
han delimitado específicamente para lograr

70 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

comprender la diferenciación entre el psicólogo y el


psicoterapeuta.

En el presente escrito, se ha tomado la


decisión de hacer un apartado especial sobre la
psicología, sus ramas y una sección especial dirigida
a la psicoterapia.

Es por ello, que tomando en cuenta las


normativas y regulaciones ya mencionadas, se
proponen algunas consideraciones del ejercicio
psicoterapéutico, donde se retoman con detalle, las
propuestas a las aproximaciones de una correcta
ejecución.

3.3 Sobre el consentimiento informado y


contrato psicoterapéutico

Como en todas las relaciones comerciales, la


psicoterapia es una de ellas. En esta, la prestación
de servicios debe ser comunicada de forma clara
y precisa, para que el usuario (consultante), pueda
tomar la decisión de contratar o no dicho servicio.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 71
Editorial FMP

Cabe recalcar que dentro de estas


consideraciones, también se toma en cuenta la
protección al prestador del servicio, y que, de
esta manera, exista una relación consultante-
psicoterapeuta, respetuosa, informada y basada en
la legalidad.

I. El consentimiento informado, en
psicoterapia, debería ser aquel documento en
el cual, el paciente es comunicado sobre todas
las acreditaciones del psicoterapeuta, donde se
especifica su especialidad, el tratamiento, técnicas,
riesgos, ventajas y todo lo relacionado con el
proceso psicoterapéutico. El usuario declarará la
voluntad para poder dar el inicio al tratamiento.

II. Es importante que, todos los procesos


psicoterapéuticos sean voluntarios y no, por
obligación de terceros, como medio de sometimiento
a realizar conductas que se consideren “correctas”,
pero de las cuales, el consultante no esté de
acuerdo.

III. En casos, donde el consultante es


72 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

menor de edad o tenga una discapacidad, como la


pérdida de la noción de tiempo-espacio, la realidad,
etc; para ejercer este derecho, el psicoterapeuta
deberá referirse con el tutor, ser claro y solicitar la
autorización correspondiente.

IV. Cuando existan limitantes para


ejercer el libre derecho de elegir el proceso
psicoterapéutico, el psicoterapeuta deberá, en
todo momento, respetar la integridad y velar por
el respeto de sus derechos humanos.

V. Dentro de este consentimiento informado,


es importante llevar el contrato psicoerapéutico, en
el cuál, se incluirá la información sobre los derechos
y obligaciones de los consultantes, así como las
consideraciones para terminar dicho contrato.

VI. Deberá dar la explicación de los


procedimientos diagnósticos que utilizará, así
como, las acreditaciones que tiene para hacerlo, ya
que, no puede ejecutar pruebas psicométricas sin
el debido conocimiento de las mismas. Además,
es necesario que se hagan basados en pruebas y
CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 73
Editorial FMP

procedimientos de corte científico.

VII. Debe incluirse un apartado, donde se


haga del conocimiento en caso de grabación de
las sesiones psicoterapéuticas, la finalidad de las
mismas y el destino que tendrán una vez que se
termine la relación consultante-psicoterapeuta.

VIII. Se puede considerar el contrato verbal,


toda vez que exista el acuerdo mutuo y se den a
conocer las responsabilidades, en caso de terminar
el contrato previo a la fecha estipulada o a las
condiciones que se habían acordado previamente.

3.4 Secreto profesional en psicoterapia

I. Los resultados que sean extraídos de


procesos diagnósticos y se encuentren dentro
de documentos, como son: los instrumentos
psicométricos o interpretación de resultados, deben
ser cuidadosamente resguardados, evitando en todo
momento, sean manipulados por personas ajenas
que pudieran utilizar la información de forma
dolosa.

74 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

II. Es imperante, que el psicoterapeuta


resguarde la información obtenida de sus
consultantes, esta no puede ser divulgada por
ningún motivo. En caso de autolesiones o tendencias
suicidas, deberá apelar al procedimiento de
personas en riesgo, para evitar romper la relación
psicoterapéutica y violentar el secreto profesional.

III. En caso de ser revelada la información,


debe cesar la relación psicoterapeuta-consultante
y hacer la referencia adecuada, debido a la
imposibilidad de reestructurar la confianza adecuada
para continuar con un proceso psicoterapéutico.

IV. En órdenes emitidas por una autoridad o


un juez, deberá requerirse un documento escrito que
solicite la información específica, que es necesaria
para el proceso legal, y contestar la solicitud,
haciendo referencia única y exclusivamente
a la información requerida. De lo contrario,
podrá dar su opinión profesional generalizada
sobre la situación, basado en todo momento en
resguardar el secreto profesional y los derechos
humanos de los involucrados, si es necesario.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 75
Editorial FMP

V. En caso que en la información obtenida


se mencione el atentar contra terceros o se trate de
la comisión de un delito, podrá considerar revelarla
la información, siempre y cuando, haya agotado
los recursos psicoterapéuticos de persuasión, para
promover que el consultante lo haga por sí mismo.

VI. Si el psicoterapeuta se ve involucrado en


una demanda en su contra, podrá considerar revelar
el secreto psicoterapéutico cuando el argumento de
la contraparte sea falso y se esté atentando contra
sus propios derechos humanos.

VII. Dado que el profesionista está bajo una


actividad de responsabilidad civil, deberá considerar
el contar, con un seguro que ampare su ejercicio y
le permita cumplir con el Artículo 2615 del Código
Civil Federal.

VIII. Las grabaciones psicoterapéuticas,


pueden ser utilizadas como recurso legal, siempre
y cuando, no se trate del beneficio propio del
psicoterapeuta, en una situación, donde incurrió
en un delito o que atente contra la integridad del
consultante.
76 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

3.5 Intervención

I. En todo momento, cuida y respeta la


ideología del consultante, así como los derechos
humanos establecidos bajo las normativas
internacionales.

II. El psicoterapeuta, evita hacer


intervenciones de carácter público, que sean
utilizadas como medio de entretenimiento
y con los cuales, se vea beneficiado,
pero ponga en riesgo al consultante.

III. El proceso de intervención, se


lleva únicamente bajo los lineamientos que se
acordaron en el contrato psicoterapéutico. Por
ningún motivo, se debe sustituir por el proceso
de un tercero o como intercambio; esto es, que el
psicoterapeuta sugiera que un familiar deba estar
en psicoterapia y no finalizar el proceso ya iniciado
con la primera persona que lo consulta.

IV. Debe delimitarse el campo de acción


psicoterapéutica. Si es un terapeuta familiar,

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 77
Editorial FMP

deberá atender exclusivamente a familias; en


caso de ser psicoterapeuta individual, no podrá
ofertar psicoterapia familiar a menos que tenga
las especializaciones correspondientes.

V. El psicoterapeuta, puede limitar


su intervención o negarla en caso de que, el
consultante pretenda simultanear la intervención
con otro colega o con algún tratamiento
alternativo dañino para el consultante.

VI. Debe manejarse con veracidad en


los procesos de intervención, y por ningún
motivo, podrá crear falsas expectativas sobre el
tratamiento.

VII. El psicoterapeuta, no puede prestarse


a ejecutar acciones comerciales, las cuales, falsen
la información de una intervención o se hagan
aseveraciones que son falsas o mal intencionadas,
para obtener un beneficio económico propias o de
terceros.

VIII. El psicoterapeuta cuida, en todo

78 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

momento, su propia salud mental y está sujeto


a asistir a tratamiento psicológico, así como,
a suspender su labor psicoterapéutica, si un
acontecimiento personal sobrepasa sus límites y la
posibilidad de atender adecuadamente.

IX. El profesional, no busca obtener


información personal de sus consultantes para
beneficio propio.

X. No comete actos ilícitos durante


los procesos de intervención, lo cuál, en
caso de hacerlo, deberá ser meritorio de la
expulsión del grupo al que esté agremiado y la
suspensión de la cédula profesional.

XI. En caso de la finalización del proceso


psicoterapéutico de forma abrupta o por situaciones
de conflicto con el paciente, se abstendrá de hacer
comentarios que perjudiquen al consultante; así
como, evitar que bajo su postura de autoridad, se
haga daño a la integridad psicológica o física, toda
vez, que se trate de actos de venganza.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 79
Editorial FMP

3.6 Evidencia científica.

Toda ciencia tiene sus propios parámetros,


por los que rige la evidencia de su efectividad
o actuar. En el caso de la psicología, debe
seguir los procedimientos y protocolos que
dictan las normativas internacionales, sobre la
investigación en sujetos y en las áreas de salud.

La evidencia científica, implica usar


la investigación con todos sus datos, para la
generación de modelos de toma de decisiones y
tratamientos de manera consciente y regulada.

Para ello, se deben de respetar los


lineamientos de clasificación científica sugerido
por la Agency for Healthcare Research and Quality
(Tab 2); los cuales, nos dan una idea clara de los
procesos de investigación, así como, los niveles
de confiabilidad que obtendremos de las mismas.

Tabla 2 (AHRQ, 2021).

80 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

Queda claro, entonces, que un


procedimiento que se lleve a cabo en intervención
psicoterapéutica o en la psicología, en general,
no puede ser tomado como verídico, solo por
tener una muestra aleatoria no significativa,
ni un adecuado seguimiento de investigación.
Tampoco puede limitarse a discursos de los
profesionistas, que aseguren que en su vivencia,
funcionó dicho procedimiento.

Es imperante que, en la psicología, sus


diversas áreas, así como en la psicoterapia, haya
un apego a los procedimientos científicos, con
la finalidad de ofertar calidad en sus servicios, y
sobre todo, una base que sirva como antecedente
de investigación, para el avance de esta ciencia.

Todo profesional, dentro de los ámbitos


generales y específicos de la psicología, debe
estar en constante capacitación, además, debe
reportar a su colegio o federación, de forma
periódica (según lo establezcan en particular las
instancias donde estén agremiadas), reportes de
observaciones y descubrimientos significativos,
CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA 81
Editorial FMP

mismos, que deberán ser analizados por un


consejo de investigación especializado, donde
se puedan generar aportes a nuestra ciencia.

Se vuelve necesario, tener criterios éticos


que regularicen las prácticas de investigación, ya
que, como en muchos aspectos, existen sesgos
que pueden implicar una violación a los derechos
humanos o a la integridad del individuo.

3.6.1 Investigación

Las consideraciones respectivas a la


investigación, van encaminadas a la promoción de
la misma, así como, el acercamiento a prácticas más
sanas y éticas de las cuales se obtenga información
significativa.

I. Se debe tener en cuenta, las normativas


internacionales, para la ejecución de la investigación
científica en el ámbito de la psicología, también es
necesario, basar la investigación en lo establecido
en el Reglamento de la Ley General de Salud en
Materia de Investigación para la Salud, debido a

82 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

que, la psicología está catalogada como ciencia de


la salud, desde el 2006, según el reglamento interno
de la Comisión Interinstitucional para la Formación
de Recursos Humanos para la Salud (CIFRHS).

II. El psicólogo, debe poner el bien superior


del bienestar humano y sus derechos humanos a
toda investigación.

III. Se puede oponer a cualquier


investigación, que suponga un daño evidente al
sujeto de observación.

IV. En caso de que la investigación no


suponga un daño evidente, pero pueda suponer
un riesgo, deberá contar con una carta responsiva
firmada por el sujeto de observación que cuente con
todos los recursos psicológicos para autorizarla, de
lo contrario, deberá tener la responsiva del tutor o
representante legal a cargo.

V. La investigación que requiera invadir


el espacio personal o intervenir directamente en
su intimidad, pudor o creencias, debe hacerse con
CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 83
Editorial FMP

respeto y siempre velando por la dignidad humana.

VI. La investigación que incluya el uso de


animales, debe reducirse al mínimo y solo podrá
realizarse, en caso de demostrar que puede tener
relevancia, para la evidencia científica.

VII. Las universidades, que tengan dentro


de sus planes de estudios, materias que pretendan
demostrar, bajo ejemplo, la investigación
psicológica de los procesos conductistas, deberán
omitir en todo momento el empleo de animales, ya
que esto es función exclusiva de los centros de
investigación.

VIII. Los laboratorios y centros de


investigación psicológica que empleen animales,
deben manejar un trato digno hacía ellos.

IX. Es responsabilidad del psicólogo,


utilizar de manera adecuada, los resultados
obtenidos de las investigaciones realizadas, así
como de las fuentes a las que entregue los mismos.
Editorial FMP
84 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

3.6.2 Divulgación

Cuando se realizan publicaciones de


investigaciones, se involucran distintas situaciones
a considerar, ya que se trata de información
delicada, que necesita filtros para que pueda ser
comprendida de manera adecuada es por ello que,

I. La publicación de investigaciones, debe


ser debidamente registrada bajo los lineamientos
de derecho de autor correspondientes.

II. En caso de ser un grupo de


investigación, se deberán otorgar los créditos
correspondientes a todos los participantes y
evitar que el profesionista que encabeza la
investigación, se otorgue los créditos exclusivos.

III. Se deben buscar los medios adecuados


para hacer la publicación de las investigaciones.

IV. Los resultados que deban ser de carácter


público, deberán evitar el uso de tecnicismos que
promuevan la confusión en la interpretación de los

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 85
Editorial FMP

mismos, preferiblemente, deben ser explicados.

V. Se debe considerar el objetivo final de la


investigación, para hacer la divulgación adecuada,
puede ser de manera pública o dentro de los
colegios, federaciones e instituciones
correspondientes.

VI. Solo deberán publicarse los resultados


de las investigaciones que sean relevantes, y de
las cuales, los estudios de validez y confiabilidad
puedan ser comprobados adecuadamente.

VII. Se evitará hacer publicaciones sobre


investigaciones que no estén terminadas o tengan
resultados ambiguos, con la finalidad que estas no
sean tomadas como válidas, por personas ajenas a
los resultados.

3.6.3 Responsabilidad comunitaria

La responsabilidad comunitaria, involucra a


todas las áreas de la psicología. Los actos benéficos
para la comunidad, son relevantes para disminuir los
estigmas que se han creado de nuestra ciencia.
Editorial FMP
86 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

Debe tomarse en cuenta, que, la mayoría


de los discursos de los psicólogos, son dirigidos
al mismo gremio y olvidan a la comunidad en
general, que no se comprende la terminología que
se utiliza en la psicología, tomando los conceptos de
manera inadecuada y asignándola a lo que pueden
comprender.

La psicología comunitaria, es un área de


subespecialidad de la psicología social. Esta, se
encarga de recabar la información suficiente para
aportar a las investigaciones sociales, así como,
de regresar a la comunidad, los resultados de una
manera clara.

Toda labor del psicólogo, debe ir


encaminada al mejoramiento de las condiciones
sociales de la comunidad donde se desenvuelve;
lo cual implica, no solo una labor clínica de
rehabilitación, consejería o psicoterapéutica, sino,
la elaboración de talleres, cursos y congresos
dirigidos a la misma.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 87
Editorial FMP

Lo anterior, con el fin de capacitar a la


población y encaminarla a mejorar el concepto de la
labor psicológica.

3.6.3.1 Ejecución de teorías con rigor


científico

La necesidad de inmediatez, ha
sido un fenómeno social que, nace de la
búsqueda de soluciones rápidas a malestares
que aquejan a la sociedad; promoviendo la
utilización de técnicas, que carecen del rigor
científico, denominadas “pseudociencias”, las
cuales, prometen resultados aparentemente
rápidos y con los mínimos esfuerzos.

Esto ha generado que profesionistas


busquen alternativas, que no requieren
supervisión, y en las cuales, no existe
regulación alguna.

Debe tomarse en consideración, que


la propagación de este tipo de técnicas,
vuelve riesgosa la práctica en el trabajo
con individuos, ya que, algunas pueden ser
88 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

nocivas para la salud. La mayoría de ellas, se


derivan de opiniones de un solo autor, que no
tuvo el protocolo adecuado de investigación.

En 1995 el Grupo de Trabajo sobre


Promoción y Difusión de Procedimientos
Psicológicos de la subdivisión 12 de la APA
publica, por primera vez, los tratamientos
basados en evidencia (TBEs) los cuales eran
procedimientos que cumplían con una serie de
pasos para la evaluación de los resultados en los
tratamientos psicológicos (L. Chambless, 2001).

El rigor científico, basa sus aproximaciones


en los apoyos empíricos, donde existe una
demostración fehaciente con resultados
estadísticos, que apoyan la aseveración de ser
funcionales.

Kazdin (2018), considera que un tratamiento


con apoyo empírico debe tener los siguientes
criterios:
1) Comparaciones del tratamiento con una
condición de control.
CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA 89
Editorial FMP

2) Asignación aleatoria de los participantes


al tratamiento y a la condición de control.
3) Especificación cuidadosa de la población.
4) Uso de manuales de tratamiento que
especifiquen con detalle el procedimiento
terapéutico.
5) Múltiples medidas de cambio terapéutico.
6) Diferencias estadísticamente significativas
al final del periodo de intervención entre el
tratamiento y la condición de control.
7) Replicación de los resultados por un
investigador o equipo de investigación
independiente que pueda reproducir los
hallazgos obtenidos en el estudio original.

Para el profesionista, con las acreditaciones


y regulación adecuada, debe ser obligatorio
el uso único y exclusivo de técnicas que no
supongan un riesgo a la salud del consultante,
tanto psicológica como física.

El rigor científico, en la práctica de la


psicoterapia, permite tratamientos más seguros.

90 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

Si bien es cierto, que cada caso debe tratarse


como único y seleccionar las técnicas adecuadas
para el mismo, estas deben estar debidamente
fundamentadas y documentadas como válidas y
confiables dentro de las TBEs.

3.6.3.2 Responsabilidad del uso de


pseudociencias

Las pseudociencias, no tienen una


regulación específica, y en la actualidad,
cualquier persona puede acceder a ellas y
ostentarse como “terapeuta” de la misma; es
por ello, que el psicólogo con las acreditaciones
correspondientes, debe evitar el uso de ellas, ya
que, debe diferenciar su práctica y garantizar el
bienestar de sus consultantes.

Las técnicas “pseudocientíficas”, reciben


dicho adjetivo debido a que su eficacia, no ha
podido ser verificada adecuadamente por los
procedimientos de investigación y estadística.
En caso de ser utilizadas por un profesionista
acreditado, deberían considerarse sanciones, como,
el cesar su cédula profesional y la expulsión de su
gremio.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 91
Editorial FMP

La única forma de hacer frente a los


embates de la posmodernidad es desarrollando
una perspectiva psicohigiénica de la psicología
y la psicoterapia, es decir, una visión de la salud
psicológica que no se reduzca al tratamiento
de la psicopatología (rehabilitación) sino que
integre además el desarrollo de los recursos y
potencialidades de todas las personas (identificación,
promoción y desarrollo) (Paredes, 2008).

3.7 Docencia

En la didáctica de la psicología, se debe tener


en cuenta la responsabilidad del docente frente a
grupo. El instructor de una cátedra, debe tener los
conocimientos necesarios para poder comunicar su
área de especialidad, de la mejor manera, además
de poseer las habilidades pedagógicas que son
necesarias, para el desarrollo de competencias en los
alumnos.

I. Los centros educativos, deben tener


claros los requerimientos necesarios para la
impartición de una materia, en particular,
haciendo rigurosos exámenes de cátedra para la
92 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

contratación de docentes en el área de psicología.

II. El profesionista, debe contar con un


grado mínimo de maestría, que es el que otorga un
conocimiento más profundo en un área de estudio.

III. El docente debe promover en todo


momento la investigación, para la formación
integral del alumno.

IV. No se deben aceptar asignaciones de


materias si no es su campo de acción o carece de
los conocimientos y herramientas necesarias para
impartirla.

V. El docente, no se aprovecha de su carácter


de autoridad, para abusar verbal, físicamente o
psicológicamente de algún alumno.

VI. El docente, no impone sus propias


creencias ni persuade a los alumnos para hacer un
cambio de ideología, porque crea poseer la verdad.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 93
Editorial FMP

VII. Debe ser imparcial y no manifestar


tendencias políticas o religiosas, con el objetivo de
atraer a los alumnos, a movimientos que promueva.

VIII. El docente, no promueve ejercicios


o prácticas dentro del aula, que dañen a otro ser
humano o ser vivo.

IX. Deben evitarse conductas que puedan ser


confundidas por los alumnos y que signifiquen una
falta de respeto en el ámbito escolar.

X. El docente, se abstiene de ejercer cátedra


de planes y programas que incurran en faltas éticas
o haga promoción de las pseudociencias.

XI. Es responsabilidad del docente,


otorgar todos los elementos necesarios para
desarrollar el correcto aprendizaje de su cátedra, por
lo que, no debe limitar el compartir su conocimiento
o material didáctico a los alumnos.

94 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

3.8 Supervisión

La supervisión clínica es una actividad


profesional en la cual un supervisor experimentado
brinda retroalimentación a un psicoterapeuta en
formación, o bien, ya con práctica establecida, a fin
de apoyar en el manejo de los casos de sus
pacientes. (Villafuerte, 2016).

En México, no existe una regulación


específica para los casos de supervisión y pocos son
los que ejecutan la misma. Generalmente, ocurre en
las prácticas profesionales, al finalizar la
licenciatura, lo cual confunde a los estudiantes,
creyendo que los contenidos revisados durante su
formación general, sirven para realizar funciones
propias de psicoterapia; sin embargo, no son
supervisiones formales, bajo los lineamientos
necesarios, y en ocasiones, el docente no está
preparado para dicha supervisión.

Debe existir una didáctica delimitada a las


labores de supervisión, donde el enseñante, tenga
las suficientes bases pedagógicas para poder llevar

CONSIDERACIONES
Editorial FMP
ÉTICA
Editorial FMP

a cabo esta labor, es entonces, donde podemos


considerar:

I. El supervisor, debe estar debidamente


acreditado para poder llevar a cabo la labor de
supervisión. Si se encuentra dentro de una
institución educativa, esta deberá contar con un
programa específico para ello y debe asignar esta
tarea, solo a personal capacitado.

II. Los programas de supervisión, deben


ser impartidos únicamente a personas con las
acreditaciones correspondientes, que puedan
ser comprobadas ante la Dirección General de
Profesiones.

III. No debe tomar una postura autoritaria,


en donde se violenten los derechos humanos de
los supervisados, ni hacer uso de su posición,
para insultar o menospreciar el trabajo del otro en
cuestión.

IV. El psicólogo supervisor, debe tener,


el grado mínimo de maestría y dos años de

96 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

experiencia clínica, así como, de formación docente.

V. El mentor, jamás hará uso de técnicas que


promuevan las pseudociencias, ni enseñará al otro,
la utilización de instrumentos de los cuales no se
tenga comprobación científica de su eficacia.

VI. El Psicólogo supervisor, debe brindar


las cordialmente las herramientas necesarias,
al supervisado, de manera cordial y hacer las
observaciones pertinentes de manera respetuosa.

VII. Las retroalimentaciones del trabajo de


supervisión, podrán ser de manera escrita o verbal,
cuidando en todo momento, los datos personales.

VIII. La supervisión, debe estar


perfectamente planeada, de manera que tenga la
metodología adecuada, con objetivos generales y
específicos; así como, evaluaciones de avance y
finales, previamente consideradas en el programa
de supervisión.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 97
Editorial FMP

IX. La relación supervisor-supervisado,


tiene una duración limitada al proceso en el que se
cumpla con el programa de supervisión establecido,
pero, si es decisión de ambas partes, puede seguir un
proceso de mentoría posterior.

X. El supervisor, conoce la responsabilidad


de hacer una mentoría adecuada, lo cual implica, la
salud mental del consultante y la forma en cómo el
supervisado, realiza los abordajes con el mismo.

XI. Deberá negarse a realizar cualquier


supervisión, si existen irregularidades, tales como:
no poder comprobar la preparación profesional del
supervisado en el área de la psicología o que haya
incurrido en faltas éticas, que pongan en riesgo
reputacional al supervisor.

XII. Deberá actuar con honestidad y


hacerle saber al supervisado, si no cumple con las
características o requisitos necesarios para poder
realizar la labor psicoterapéutica.

98 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

3.9 Consultorios y lugar de ejecución


profesional

Según la Secretaría de Salud (2009), es


un consultorio todo establecimiento público,
social o privado, ligado a un servicio hospitalario
o dedicado al ejercicio profesional independiente,
que tenga como propósito prestar servicios
de atención médica a pacientes ambulatorios.

Para una práctica adecuada, se deben tener


en cuenta, los requisitos básicos de los lugares
de trabajo del profesional de la psicología. En la
actualidad, existen muchos sesgos, debido a la falta
de información, sobre el cómo debe ser el lugar
donde este labore, prestándose a malas prácticas,
llegando a utilizar lugares de recreación, como:
parques, cafeterías, cocheras o las salas de la
vivienda del psicólogo, para llevar a cabo su labor.

El psicólogo y el psicoterapeuta, deben


considerar que un lugar apropiado dará más
seguridad, tanto a ellos como para los consultantes,
al momento de estar en el proceso.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 99
Editorial FMP

En México, la regulación de los centros


de trabajo del psicólogo, está bajo la supervisión
de la Comisión Federal para la Protección contra
Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), ubicándose bajo
la categoría de salud, en el proceso de servicios de
asistencia social; grupo de salud mental.

3.9.1 Regulación de los centros de trabajo

Para la Secretaría de Salud, los consultorios


psicológicos están catalogados dentro de las
actividades sujetas a presentación de aviso de
funcionamiento o que requieren licencia sanitaria
para funcionar, por lo que es necesario hacer los
registros correspondientes de cada lugar de trabajo.

Las normas y leyes vigentes, donde se


pueden encontrar los requerimientos específicos
son: Ley General de Salud, las Normas Oficiales
Mexicanas NOM-005-SSA3-2010, NOM-004-
SSA3-2012 y NOM-003-SEGOB-2011.

3.9.2 Lugar de trabajo.

En el caso de los consultorios de psicología,

100 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


Editorial FMP

destinados únicamente a la evaluación y peritajes,


deberán contar con un lugar adecuado para realizar
las entrevistas correspondientes, así como, las
pruebas psicológicas originales, debidamente
resguardadas y un espacio adecuado para archivo,
donde se tenga perfectamente cifrado el material.

En el caso de los consultorios del área


clínica, deberán contar con espacio y mobiliario
suficiente y adecuado para la entrevista, así
como para la intervención psicoterapéutica,
principalmente cuando se trabaja con
niños y grupos (Secretaría de Salud, 2009).

En cumplimiento de la ley y de las normas


mexicanas vigentes de salud, se toma en cuenta que
el lugar de trabajo, debe tener:

I. La documentación correspondiente
al aviso a la COFEPRIS de funcionamiento y
el responsable sanitario del establecimiento de
servicios de salud.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 101
Editorial FMP

II. Debe existir, la información del


profesional que labora en el centro, estando visibles
su título y cédula profesional.

III. Un espacio adecuado para recepción,


que se pueda considerar sala de espera, para un
mínimo de 6 personas.

IV. Debe contar con sanitarios para los


pacientes, donde se cuente con la higiene necesaria
y elementos suficientes para el funcionamiento
adecuado.

V. Un lugar destinado al archivo, donde se


resguarden los expedientes clínicos.

VI. El espacio debe estar debidamente


aseado, en buen estado y con mantenimiento
constante.

VII. Cuenta con las señalizaciones


adecuadas (alfabéticas y lógicas), extintor y rutas
de evacuación, perfectamente marcadas.

VIII. Debe contener un botiquín de primeros


auxilios.
Editorial FMP
102 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

IX. Cuenta con el equipamiento, para


el consultorio de psicología, considerado en el
Apéndice Normativo “C”:
Mobiliario
Asiento para el psicólogo;
Asiento para el paciente y su acompañante;
Asientos para pacientes en grupo;
Guarda de material y papelería;
Mueble para escribir;
Sistema para guarda de expedientes clínicos.
(Secretaría de Salud, 2009).

X. El profesionista, no utiliza centros


de recreación, cafeterías, cocheras, parques, ni
espacios que pongan en riesgo la confidencialidad
de la información o el proceso relacional
consultante-psicoterapeuta.

XI. El espacio destinado al proceso


psicoterapéutico, está debidamente ventilado y con
energía eléctrica.

XII. No se ejerce la psicoterapia en la


vivienda del terapeuta.

CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA 103


Editorial FMP

XIII. No se comparte el consultorio con


personas ajenas a la profesión o que ejecuten las
pseudociencias.

3.9.3 Telesalud mental

Definimos la Tele-psicología como


la prestación de servicios psicológicos
empleando tecnologías de la información y de la
telecomunicación, mediante el procesamiento de
datos por medios eléctricos, electromagnéticos,
electromecánicos, electro-ópticos o electrónicos
(Traducido por: Consejo General de la Psicología
España, 2017).

En Estados Unidos, la APA, comenzó


a realizar las investigaciones correspondientes
al implemento de la tecnología en los procesos
psicoterapéuticos, encontrando, distintos
inconvenientes para poder marcarlo, como una
opción para el acompañamiento psicológico,
sin embargo, los estudios arrojaron algunas
consideraciones publicadas entre 2013 y 2016.

104 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


Editorial FMP

Mientras tanto, en Europa, los tratamientos


en línea tomaban más relevancia. No fue,
hasta julio de 2017, que el Consejo General
de la Psicología en España, hace la primera
publicación, tomando como base, la traducción
de las recomendaciones que APA hacia para
poder ejecutar este proceso psicoterapéutico.

En 2019, la crisis global desatada por la


pandemia de COVID-19, obligó a la población
mundial a un aislamiento y cambio de vida radical,
por lo que, los protocolos tomados en 2013, fueron
retomados para ser analizados e intentar una
regulación para la atención psicológica a distancia.

Cabe señalar, que la política de la APA


generalmente requiere una revisión sustancial
de la literatura empírica relevante, como base
para establecer la necesidad de una guía y
para poder dar una justificación válida para
la redacción de las mismas (APA, 2021).

En México, no existe una guía o protocolo


para la atención psicológica en línea, apenas se
CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 105
Editorial FMP

cuenta con algunos cursos emitidos por Secretaría


de Salud, para el manejo de ciertas afecciones por
la pandemia, las cuales, están abiertas a público en
general.

Es claro, que la comodidad de una atención


en línea, sobrepasará la necesidad de la pandemia y
muchos profesionistas, estarán dispuestos a volverla
una forma de trabajo permanente, es por ello, la
necesidad de generar consideraciones éticas al
respecto.

3.9.3.1 Normativa APA para la atención a


distancia

Como se ha mencionado anteriormente, la


APA, no establece guías de trabajo a menos que lo
considere necesario. Es entonces, cuando destina
los recursos necesarios y el personal adecuado,
para la revisión de cada punto a tomar en cuenta.
Dentro de estas recomendaciones, generadas en
la guía para la telepsicología, podemos encontrar:

I. El profesionista en atención a distancia,


al igual que en la actividad presencial, deberá
106 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

contar con todos los requisitos de acreditación y


especialización necesaria, para poder ejecutar la
telepsicología, independientemente el área de la
psicología a la que se dedique.

II. En todo caso, el psicólogo deberá contar


con formación en primeros auxilios psicológicos y
atención en crisis.

III. Los profesionistas, deben valorar su


capacidad para poder ejecutar la telepsicología y si
conocen las herramientas necesarias para hacerlo.

IV. Debe revisar, si la atención en


telepsicología es necesaria, eficaz y segura para cada
caso.

V. Se hará una evaluación para poder


determinar los posibles riesgos y beneficios de esta
atención. Además, de evaluar los límites culturales y
éticos.

VI. Se hará un análisis del estado mental del


paciente y se decidirá si es conveniente el trabajo a
CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 107
Editorial FMP

distancia.

VII. Es necesario que se investigue, si el


consultante tiene los recursos necesarios, tanto
en el conocimiento de la tecnología, como en las
necesidades tecnológicas.

VIII. Se debe tener un lugar apropiado


para realizar la transmisión, donde se asegure la
privacidad del consultante, así como el lugar donde
tomará la sesión respectiva.

IX. El paciente, debe ser informado sobre


las posibles interrupciones que puedan suceder y se
invitará a evitarlas a toda costa.

X. Las sesiones, pueden darse por


terminadas, si el profesional determina que ya no es
posible seguir con ellas, debido a un riesgo
inminente al que se enfrente el consultante.

XI. Se debe generar de manera digital,


el consentimiento informado, así como, el
contrato psicoterapéutico, que contendrán toda la
108 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

información sobre el proceso que está por iniciar,


las acreditaciones correspondientes, la teoría
psicológica utilizada, la duración del proceso, la
dirección del espacio físico del consultorio (donde
el paciente pueda visitarlo en caso de ser necesario)
costos y datos de facturación, entre otros.

XII. El paciente, debe ser debidamente


informado sobre el riesgo que representa a la
privacidad de sus datos, el uso de la tecnología.

XIII. Es necesario, que conozca la política de


privacidad de datos, de la herramienta que utilizará
para las sesiones con el paciente.

XIV. El profesional, que haga uso de


redes sociales, debe tener cuidado, al compartir
información delicada, además, se recomienda
seguir un código de conducta adecuado para evitar
el riesgo reputacional.

XV. En caso de grabar las sesiones, es


necesario que se utilice una plataforma segura para
evitar pérdida de información, ya que, se corre el
CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 109
Editorial FMP

riesgo de “hackeo” o intervención maliciosa.

XVI. Se debe hacer una aplicación


correcta,de los métodos de evaluación, conociendo
los limitantes para la aplicación de los mismos.
Al utilizar las versiones digitales de las pruebas
psicológicas, debe asegurarse que sean originales,
donde se hayan pagado los derechos de las mismas,
además, de revisar debidamente la estandarización,
de acuerdo al sujeto de prueba.

XVII. Debe limitar su atención a consultantes


de su país. De ser necesaria la atención fuera de
este, deberá conocer las leyes que rigen dicho lugar,
además, de las licencias que debe poseer, evitando
caer en mala práxis al momento de ofertar un
servicio, en un territorio donde sus acreditaciones
pudieran no ser validas.

XVIII. Se deben corroborar las credenciales


del profesionista, así como, la identidad del
consultante.

110 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


Editorial FMP

XIX. Debe cumplir con las leyes vigentes y


relevantes dentro del lugar donde se encuentre de
forma física, de manera que, la información que
proporcione al consultante, deberá ser verificable.

XX. La información del consultante, debe


corroborarse, y en caso de ser requerido, pueda
enviarse a los cuerpos de emergencia o hacer las
referencias pertinentes.

3.9.3.2 Plataformas digitales

XXI. El profesionista, debe conocer los


dispositivos por los cuales puede ofertar sus
servicios. Los métodos de mensajería, quedan
descartados de la metodología permitida entre ellos:
whatsapp, messenger, imessenger.

XXII. Debe contar con cámara web


y micrófono de calidad, para una transmisión
adecuada.

XXIII. La iluminación del lugar donde


esté transmitiendo la sesión, debe ser la adecuada,

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 111
Editorial FMP

evitando los lugares oscuros o situarse a contra


luz, lo que impediría, el reconocimiento facial.
Estas mismas recomendaciones, deben hacerse al
consultante.

XXIV. La seguridad del equipo con el


que se trabaje, es fundamental, por lo que se
debe considerar, un buen sistema de firewall y
antivirus, los cuales, deben tener la seguridad
equivalente a un sistema de seguridad bancario
de resguardo de datos.

XXV. El profesionista, cuenta con un plan de


apoyo en caso de que se tengan problemas técnicos
y no pueda llevar a cabo la sesión planeada.

XXVI. Las características de ancho de banda


que son necesarias, para una correcta transmisión de
datos, son de: 4.0 Mbps de subida y 10.0 Mbps de
bajada, así, como menos de 13 ms de ping, por lo
que, al momento de contratar un sistema de internet,
se asegurará de que cuente con los requisitos
mínimos de funcionamiento.

112 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


Editorial FMP

XXVII. La conexión, debe ser a través de


Ethernet, para evitar cortes en la línea por fallas en “
“wifi”.

3.10 Relativo a la imparcialidad

Los continuos cambios sociales,


obligan al profesionista a estar en una
constante formación y actualización.

En los últimos años, el desarrollo


de movimientos sociales ha originado
distintas vertientes en los ámbitos
del trabajo con seres humanos.

En las cuestiones de imparcialidad es


necesario entender la postura neutra que un
psicólogo debe mantener ante esos constantes
cambios y mostrarse como un observador de los
mismos. Su compromiso profesional ha de ser
también un compromiso social que le exige, en
primer término, conocer y tener en cuenta el
contexto social de su consultante (Hernáez, 2007).

Cuando se ofertan servicios y no se toma

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 113
Editorial FMP

en cuenta el contexto social o se mantienen


posturas rígidas, puede llevar al consultante
a dudar de la atención obtenida, ya que, no
se descalifica solo la ideología, sino también
,existe el señalamiento directo al profesionista.

Se ha de tener cuidado con emitir juicios


de valor en contra de una ideología. Aunque el
psicólogo, en su fuero personal no esté de acuerdo,
debe mesurar su postura y actuar como un ente
neutro, el cual, analiza la conducta del consultante
ante esa postura y genera las opciones necesarias de
actuación.

3.11. Derechos humanos e inclusión

3.11.1 Derechos humanos

La psicología como ciencia estudia su


comportamiento en infinidad de situaciones
y contextos, mientras que los derechos
humanos representan todo un conjunto
normativo que protege a los sujetos por el
simple hecho de ser humano (Ramón, 2021).

114 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


Editorial FMP

En su artículo “Psicología y Derechos


Humanos”, Jorge Ramón, nos insta a realizar una
distinción particular, entre el Derecho Internacional
de los Derechos Humanos y el Derecho
Internacional Humanitario, explicando que, cada
uno conlleva un actuar distinto del psicólogo.

Dentro del Derecho Internacional de los


Derechos Humanos, se habla de lo establecido
en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos (1948), además, de otros pactos
internacionales, que llevarán a una normativa
que protege a los seres humanos, en su derecho a
la vida, la libertad y la autonomía. Situación que
implica, una aplicación ética de la psicología para
evitar violentar dichas garantías, así como, una
sensibilización ante las condiciones sociales y
culturales en las que se desenvuelve el individuo.

El Derecho Internacional Humanitario,


está enfocado en las normativas, que se refieren a
los conflictos armados, pactados en la convención
de Ginebra de 1949 y están destinados a
enjuiciar los crímenes de guerra.
CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 115
Editorial FMP

En este caso, el psicólogo debe considerar


de importancia, su participación social, ya
que implica un tipo de ayuda humanitaria
para aquellos que han estado involucrados
en situaciones de violencia de este tipo.

Es necesario una correcta capacitación


para la atención en crisis y las metodologías
adecuadas para tratamiento de estrés agudo. Es
importante comprender que esta perspectiva no
necesariamente sigue unos patrones patológicos,
en cuanto a que las situaciones que desencadenan
la afección psicológica son de carácter externo
e inducidos a consecuencia del conflicto bélico.
(Ramón, 2021)

Por lo tanto todo profesionista de la psicología:

I. Conoce y respeta las declaraciones


internacionales sobre los Derechos Humanos.

II. Está documentado, conoce los pactos

116 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


Editorial FMP

y normativas internacionales sobre los Derechos


Humanos, así como, del contexto socio-cultural en
el que se desenvuelve él y sus consultantes.

III. Defiende la libertad de creencias de la


persona que lo consulta, sin violentar su propio
derecho, para lo cual, ejercerlo, puede implicar la
necesidad de canalización.

IV. Garantiza la protección del individuo


ante la discriminación y evita caer en prácticas
que puedan ser interpretadas como un acto de
discriminación hacia una ideología religiosa,
política o económica.

3.11.2 Sexualidad

En el ámbito de la sexualidad, la psicología


se ha llegado a ver rebasada por los múltiples
cambios ideológicos y la diversidad cultural.
Considerando que las investigaciones sobre
patología a nivel sexual cambian constantemente,
los psicólogos no toman en cuenta, los procesos
del fuero interno de los sujetos, lo que lleva
al profesionista, a

CONSIDERACIONES
Editorial FMP
ÉTICA
Editorial FMP

creer que puede tratar el tema en la generalidad.

Los prejuicios de los psicólogos, llegan


a intervenir en la relación con el consultante,
creyendo que el actuar debe ser de determinada
forma, sin apertura a los motivantes que llevan al
otro a conducir su sexualidad, en alguna expresión
en particular.

I. El psicólogo, debe estar capacitado en el


área de la sexualidad, antes de trabajar, dicho tema
en: congresos, talleres o en terapia psicológica.

II. Debe omitir juicios de valor, en contra de


la expresión sexual de la persona que lo consulta.

III. No ejerce técnicas o tratamientos que


carezcan de información sobre su eficacia y que
atenten contra el derecho a la libertad de expresión
de la sexualidad del consultante.

IV. Debe evitar hacer uso de técnicas de


conversión para cambiar la postura o identidad

118 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


Editorial FMP

sexual de su consultante.

V. No obliga al consultante, a realizar actos


que vayan en contra de su seguridad, por ser un
estereotipo social.

VI. Debe prepararse en perspectiva de


género, para poder abordar las problemáticas
sociales que aquejan al consultante en caso de ser
necesario.

VII. No utiliza técnicas que puedan prestarse


a la comisión de un delito o denigren la integridad
del consultante.

3.11.3 Religión

Como parte de los Derechos Humanos, las


prácticas de ideologías religiosas, deben ser motivo
de respeto para el psicólogo. Debe comprender,
que la mayoría de sus consultantes tiene posturas
religiosas o espirituales distintas, por lo que:

I. La actividad del psicólogo, sea en

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 119
Editorial FMP

el área educativa, laboral, clínica o social, es


completamente laica.

II. Al interactuar con un consultante, convive


con sus ideologías religiosas y es necesario, evitar
juicios en contra de dicha postura ideológica.

III. El psicólogo, como ser humano en


interacción con su ambiente social, tiene derecho
a ejercer la ideología religiosa o espiritual que
prefiera, sin que esto intervenga en la relación con
el consultante.

IV. Evita imponer ideas espirituales y/o


religiosas, mediante prácticas psicológicas, que
persuadan a los consultantes para adquirir una
postura ideológica.

V.No hace uso de prácticas pseudocientíficas


o esotéricas, tales como: lectura de cartas,
mediumnidad, canalizaciones, rituales a elementos
(la luna, el fuego, etc.), yoga, kundalini, entre
otros.

120 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


Editorial FMP

3.11.4 Política

Se ha tratado, anteriormente, sobre la


neutralidad, que debe poseer el psicólogo, en
los aspectos de ideologías; siempre respetando
la libertad de los individuos, de acuerdo a los
pactos y normativas internacionales. Sin embargo,
esto no quiere decir, que el psicólogo adquiera
una postura pasiva ante las acciones de políticas
públicas, que promuevan el desarrollo de la ciencia.

El psicólogo, debe ser un ente promotor del


bienestar social, tomando en cuenta las necesidades
de su contexto, el cual, conoce y ha estudiado
a profundidad. Impulsa reformas a la ley y se
involucra activamente en el quehacer de la ciencia
ante los escenarios políticos correspondientes.

En el caso de los cargos políticos, es


importante reconocer que las habilidades de
persuasión que desarrolla en su formación, así
como, el conocimiento de la conducta humana lo
posiciona en un lugar privilegiado por lo que sería
una desventaja para un contrincante político, así

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 121
Editorial FMP

que deberá evitar postularse a cargos de elección


popular y mantener su servicio exclusivo de
mentoría a los ciudadanos que así decidan hacerlo.

3.12 De la relación profesional

El psicólogo, se encuentra en constante


interacción con el medio, estableciendo
relaciones sociales significativas, tanto en el
ámbito personal, como en el profesional. Esto
lleva al profesionista a ser mesurado, en cuanto
a sus relaciones sociales y la imagen pública.

3.12.1 Con usuarios del servicio

I. El psicólogo, establece relaciones cordiales


con sus consultantes las cuales, son estrictamente
profesionales.

II. No debe establecer relaciones externas,


que impliquen un vínculo estrecho fuera del
servicio profesional, ya sea personal o comercial.

III. En caso de formar un vínculo extra-

122 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


Editorial FMP

profesional, deberá hacer las canalizaciones


pertinentes, sin importar el área de la psicología de
la que se trate.

IV. El psicólogo, no se relaciona en ningún


ámbito con familiares cercanos a su consultante.

V. Deberá evitar, utilizar la información


obtenida de algún consultante, en contra de un
familiar, pareja o conocido y ponerse en franca
ventaja con respecto a los otros.

3.12.2 Con otros profesionistas

I. El profesionista, establece relaciones


cordiales con colegas y evita los conflictos o
controversias, que provengan de la competencia.

II. Debe tomar en cuenta, la importancia


de relacionarse con médicos generales, psiquiatras,
ginecólogos, endocrinólogos, neurólogos,
nutriólogos, abogados y demás profesionistas, que
puedan apoyar su ejercicio profesional.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 123
Editorial FMP

III. Evita las relaciones, con personas que


puedan estar incurriendo en delitos contra la salud
mental, como: coaches de vida, personas que ejerzan
la psicología sin autorización o estén involucrados
en el uso de pseudociencias.

IV. No permite la intrusión profesional,


por lo que, por ningún motivo, firma diagnósticos
emitidos por personas sin cédula profesional o hace
préstamo de la misma.

3.12.3 Con la comunidad

I. Establece relaciones cordiales con los


miembros de su comunidad.

II. El profesionista, evita ser partícipe de


problemáticas de índole civil, que impliquen una
mala imagen para sí.

III. El psicólogo, no participa abiertamente


en manifestaciones sociales, en contra de
instituciones gubernamentales, religiosas o
civiles.

124 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


Editorial FMP

IV. Procura un servicio social cada dos


años, en el que se ejecute un programa específico,
para apoyo a la comunidad.

V. Participa en la creación de políticas


públicas que beneficien a la comunidad.

VI. Evita juicios de valor en contra de


miembros de su comunidad, motivados por
percepciones personales.

VII. No daña a ningún miembro de la


sociedad, por errores de omisión, mala praxis o por
ostentar acreditaciones que no posee.

3.12.4 Conflicto de interés

Dentro de la práctica profesional es muy


común que se omitan los conflictos de interés y se
caiga en prácticas poco sanas en el ejercicio ético.

Según Thompson “conflicto de intereses”


como “un conjunto de condiciones en las cuales
el juicio del profesional con relación al interés
CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 125
Editorial FMP

primario (puede referirse al bienestar de consultantes


o la validez de una investigación) tiende a ser
excesivamente influida por un interés secundario
(tal como ganancia económica) (1993)

Es por ello que se pone a consideración lo


siguiente:

I. El psicólogo no puede tener una ganancia


secundaria por el malestar del consultante o sacar
beneficio de ello.

II. Evita que intereses económicos lo lleve a


realizar prácticas en el fuero profesional para las que
no está acreditado.

III. Defiende la confidencialidad del paciente.

IV. Antepone el bienestar de su consultante


sobre los intereses de estigmas o paradigmas
sociales.

V. No establece relaciones económicas con


familiares de consultantes con la finalidad emitir
diagnósticos a conveniencia de terceros.

126 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


Editorial FMP

VI. No elabora peritajes falsos para obtener


beneficios económicos.

3.13 Sobre la adscripción a federaciones y


colegios

Las asociaciones de profesionistas


nacen por la necesidad de agrupar miembros
de una misma profesión. Esta agrupación
no tiene intereses lucrativos y pretende
beneficiar el desarrollo de la profesión.

Dentro de sus funciones está la de


salvaguardar los principios éticos de su ciencia y
promover la calidad de los servicios: el desarrollo
científico, el conocimiento, la habilidad para poner
en práctica de manera adecuada dicho conocimiento
y la actitud para ejecutarlo en el ámbito social.

Estas asociaciones, tienen la responsabilidad


civil de cuidar que sus miembros o agremiados, se
conduzcan de manera ética y prudente dentro de
la sociedad. No deben permitir, que por beneficio
primario o secundario (sea esto por relación con
otros

CONSIDERACIONES
Editorial FMP
ÉTICA
Editorial FMP

o intereses económicos), se agremien a personas que


han incurrido en malas prácticas o que tengan un
historial de ejercicio irregular.

Las anteriores son las encargadas de emitir


recomendaciones a profesionistas que estén
actuando de manera inadecuada, generar sanciones,
en el fuero de su competencia o inclusive, de emitir
las denuncias correspondientes ante las autoridades
competentes, en caso de ser necesario.

Entonces, es importante acotar lo siguiente:

I. Las asociaciones civiles de profesionistas,


sean Federaciones o Colegios, deben estar
debidamente registrados ante la instancia de
profesiones correspondiente.

II. Tienen delimitados los cargos y funciones


de los miembros de la mesa directiva.

III. Dentro de su organización,


deben considerar la apertura de un
comité que se encargue de justicia, ética,

128
CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

ceremonialidad y protocolo.

IV. No buscan beneficios económicos con


la aportación de los agremiados, ni los condiciona
utilizando este método, para tener beneficios dentro
de la misma.

V. No agremian a profesionistas que hayan


cometido faltas éticas graves, como: intrusión
profesional, ejercer la psicoterapia sin los
conocimientos correspondientes, ostentar un grado
académico que no poseen, realizar prácticas de
pseudociencias, entre otras.

VI. El comité de justicia, ética,


ceremonialidad y protocolo, debe realizar
investigaciones exhaustivas, cuando encuentre
anormalidades dentro de las prácticas de los
profesionistas agremiados.

VII. Debe ayudar a la vigilancia y


supervisión de las buenas prácticas dentro de la
profesión.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 129
Editorial FMP

3.14 Sobre la imagen pública

Existen normas sociales de comportamiento,


que ayudan a la buena convivencia,
entre los habitantes de una comunidad.

Se entiende como imagen pública, al


conjunto de creencias y correlaciones que perciben
los individuos sobre una persona en particular.

Esta imagen, está compuesta por factores


como la percepción visual, lo que implica la forma
en cómo viste la persona, así como, su higiene
personal; los gestos, las posturas y el mensaje verbal.

Es importante señalar, que no se trata


de rendir pleitesía a las demandas sociales. La
imagen pública, genera autoridad profesional,
lo cual, lleva al respeto por el trabajo que
el profesionista realiza.
El ejercicio de una profesión presupone,
por un lado, el dominio de un cuerpo teórico
disciplinar y, por otro, la adquisición de habilidades
técnico-profesionales relacionadas directamente
130 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

a una práctica profesional en los ámbitos de su


competencia, en el contexto de una sociedad
determinada, ambos indispensables para conseguir
una autoridad profesional (Valle, 1997)

El psicólogo, debe estar consciente


de su responsabilidad social y lo que implica
mantener una imagen adecuada ante su
comunidad, evitando caer en actitudes
reprobables o que pongan en riesgo su reputación.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 131
UNIDAD IV Áreas de la psicología y diferencias en su ejecución profesional

IV.1 Relativo a la imparcialidad


IV.2. Derechos humanos e inclusión
IV. 3 De la relación profesional
IV.4 Sobre la adscripción a federaciones y colegios
IV.5 Sobre la imagen pública
IV.6 Psicología general
IV.7 Psicología clínica
IV.8 Psicología educativa
IV.9 Psicología laboral
IV.10Psicología social
IV.11Psicología forense

Referencias

Hinojosa, B. (2022). Consideraciones éticas en psicología. FMP


Editorial FMP

II. Áreas de la psicología y diferencias en


ejecución profesional

Con el tiempo, se ha visto la necesidad de


explicar los fenómenos conductuales en la mayoría
de las áreas donde el ser humano se desenvuelve;
es así, como la ciencia psicológica comenzó a
diversificarse, de tal manera, que se formaron
distintas áreas de especialización.

Con frecuencia, se llega a relacionar la


labor del psicólogo, con la estricta ejecución
psicoterapéutica, inclusive, entre los mismos
profesionistas; sin embargo, como en todas las
ciencias, existen especialidades y subespecialidades
que competen el estudio de cada una de ellas y se
focalizan en la comprensión conductual.

2.1 Psicología general

La psicología en México, comienza su


transformación en la década de los 90, donde se
hace una clara diferenciación sobre la psicología
transcultural o social y la psicología enfocada

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 45
Editorial FMP

al análisis del comportamiento. Esto implica,


el abordaje en los planes y programas de las
universidades en el país, teniendo como máxima
referencia, la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM)

Podemos observar en la actualidad, que


dichos programas de estudios se enfocan en la
introducción general a un área del conocimiento,
que tiene varias y bastas ramificaciones, sin que, se
abarque alguna en específico.

Lo mismo ocurre, en las diversas


universidades en el país, las cuales, según
las normativas aprobadas en 2017, deben ser
supervisadas y aprobadas por la Comisión
Interinstitucional para la Formación de Recursos
Humanos para la Salud (CIFRHS), por lo que deja,
una homologación en los requerimientos esenciales
para poder ofertar la carrera de psicología.

Con lo anterior, podemos decir que la


psicología general, tiene un panorama global sobre
el ejercicio de la psicología, lo cual, habilita al
46 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

profesionista para aportar a la investigación y el


manejo de los conceptos conductuales generales,
pero en ningún caso, los habilita para el trabajo
especializado en algún área específica.

Serán entonces, profesionistas capacitados


para la investigación, la aplicación de pruebas
generales como parte de una metodología
de la investigación y ejecutar las referencias
correspondientes al ámbito específico que el
usuario requiera.

2.2 Psicología clínica

La psicología clínica, es una de las áreas


que encuentra más conflicto dentro del ejercicio
profesional, debido, a la intrusión y la poca
información sobre su campo de acción.

Por mucho tiempo, se ha relacionado a la psicología


clínica con el ámbito de psicoterapia, sin embargo,
se omite que es una rama de investigación por
excelencia.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 47
Editorial FMP

La Federación Europea de Asociaciones


de Psicólogos, hace una revisión general sobre
las consideraciones que pueden llevarnos a una
definición de la psicología clínica, afirmando que:
“es un campo de especialización de la Psicología
que aplica los conocimientos y técnicas de ésta al
estudio del comportamiento anómalo, aquél que
supone algún trastorno para la propia persona y/o
para otros” (EFPA, 2003).

Por su parte, la Organización Internacional


del Trabajo (OIT), coloca a los psicólogos clínicos
como: “Los psicólogos investigan y estudian los
procesos mentales y del comportamiento de los
seres humanos, individualmente o como miembros
de grupos o sociedades, y asesoran sobre estos
conocimientos o los aplican a fin de promover
la adaptación y desarrollo tanto individual como
social, educativo o profesional de las personas”
(OIT, 1991).

Por ello, podemos deducir que la


especialidad clínica, debe contener una regulación
más estricta, ya que, no solo se trata de un
aspecto de carácter
Editorial FMP
48 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

científico y de investigación, sino que, también se


está tomando en cuenta, que interviene en el proceso
de salud-enfermedad y la relación que debe tener
con otras personas, en un carácter de rehabilitación
clínica, por lo tanto, se deberían tomar las siguientes
consideraciones:

I. Al ser una especialidad de la


ciencia psicológica, deberá tomarse como una
especialización dentro de los programas de estudio
generales. Lo cual, requieren materias específicas
del ámbito de la investigación y la metodología,
para la aplicación de procesos específicos.

II. El psicólogo clínico, debe mostrar


las credenciales emitidas por las autoridades
educativas competentes, para poder ostentarse
como tal.

III. Por su parte, las instituciones


encargadas de las actualizaciones en competencias
profesionales, deberán contar con una base de
datos pública, donde el usuario pueda corroborar la
capacitación de su especialista en dicha área.
CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 49
Editorial FMP

IV. No debe confundirse la labor del


psicólogo clínico con el ámbito psicoterapéutico;
ya que, si bien, tiene su formación encaminada al
proceso de rehabilitación, debe decidir el modelo
de subespecialidad al que quiera dedicarse, bien
sea en el ámbito de la consejería, la docencia o la
investigación.

V. Debe cumplir con la normativa que


se sugiere para su área de especialización y los
fundamentos bioéticos que exige su ejecución en el
ámbito laboral.

VI. En caso de subespecializarse en la


consejería y rehabilitación, deberá cumplir con los
lineamientos legales correspondientes a las leyes
de salud vigentes.

VII. Un psicólogo clínico, participa


activamente en investigaciones y publicaciones
basadas en evidencia, para enriquecer los
conocimientos sobre las psicopatologías y
fenómenos conductuales de la población donde se
desenvuelve.

50 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

VIII. Cumplirá con un servicio social


cada dos años, para actualización en materia de
investigación y participación social. Esto con
el fin de obtener suficiente información sobre
epidemias en el ámbito de salud mental; así como,
para permitir el activismo social y que dichas
investigaciones puedan ser puestas en práctica para
labores de prevención de riesgos.

2.3 Psicología educativa

En lo que concierne al ámbito educativo,


debemos retomar los inicios de la psicología en su
carácter científico, los cuales, datan de las primeras
pruebas e investigaciones que se elaboraron con
el propósito de dar una explicación clara a los
procesos de aprendizaje del individuo.

Teniendo en cuenta, que las primeras


concepciones del coeficiente intelectual habían
dado la apertura para la medición de procesos
psicológicos y cognitivos en los laboratorios
de 1880 y que se consolidaron con la llegada de
pruebas específicas en 1900, podemos inferir, el

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 51
Editorial FMP

despliegue de lo que después sería la psicología


educativa.

No obstante, podemos decir que la


psicología educativa, ha sido confundida con la
psicoterapia infantil, siendo una rama muy distinta.

Los programas educativos relacionados a


la especialidad en psicología educativa, llevan a la
misma al ámbito de la aplicación en el aula, más
que en una forma psicoterapéutica.

Por tanto, la labor del psicólogo educativo


debe ser bien definida, a fin de que, se cumplan
los objetivos para los que fueron formados,
considerando:

I. El psicólogo educativo, tiene la


capacidad de elaborar planes y programas para
las necesidades educativas especiales de los
alumnos que sean detectados dentro del aula, con
dificultades de aprendizaje.

II. Es un evaluador, quien tiene los

52 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

conocimientos y las herramientas necesarias,


para hacer las mediciones correspondientes al
desempeño académico de los alumnos.

III. No sustituye la labor docente y no está


capacitado como un pedagogo para poder actuar
frente a grupo, pero, debe trabajar en conjunto con
una supervisión pedagógica, para poder resolver
las problemáticas individuales de los estudiantes.

IV. No tiene la formación para ejecutar


la psicoterapia infantil, por lo que, debe conocer
sus limitantes de acción y hacer las referencias
pertinentes al detectar la necesidad específica en
un alumno.

V. Actúa como orientador y puede apoyar


en la toma de decisiones en situaciones complejas,
que tengan que ver con un alumno, un docente y su
relación con el aprendizaje.

VI. No tiene la formación como un educador


de necesidades especiales, es así que, su labor
dentro de los centros de rehabilitación, centros
CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 53
Editorial FMP

de aprendizaje múltiple o los relacionados con


escuelas especiales, es únicamente como evaluador
y promotor de programas especializados, en
coordinación con el docente, no para atención
clínica del individuo en cuestión.

VII. No es un terapeuta de lenguaje. Para


poder ejecutar técnicas en cuestiones de esta
problemática, deberá tomar las especialidades
correspondientes y no ostentar un apoyo para el
cual no está capacitado.

2.4 Psicología laboral

La psicología laboral, es una de las ramas


con más auge en la actualidad, según el curso
que dictó la UNAM en 2002, sobre psicología de
grupos de trabajo. Se trata de la aplicación de los
conocimientos y prácticas psicológicas al terreno
organizacional, para entender científicamente
el comportamiento del hombre que trabaja, así
como, para utilizar el potencial humano con mayor
eficiencia y eficacia, en armonía con una filosofía
de promoción humana.

54 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

Para esta área, basta que se tengan los


conocimientos básicos de psicometría laboral, así
como, la capacitación en entrevista y análisis de
datos.

Cuestiones que se ven dentro de la psicología


general, pero se recomiendan los estudios de
especialización para evitar la confusión en el
momento de aplicar los conocimientos, debido a
que, muchos reducen la psicología laboral, a
únicamente ejecutar dinámicas de grupos.

Es así, como nos encontramos con una rama


de la psicología, que tiene sus contras, en el
momento de competir con áreas administrativas y
contables, ya que, se suele competir con la idea
errónea del psicólogo clínico en una empresa.

Al momento de ejecutar el área laboral, se


debe tener en claro: la filosofía, misión y valores de
la empresa, ya que, de ello depende en gran medida,
la forma en cómo se puede actuar dentro de la
misma, promoviendo un ejercicio más sano y menos
frustrante para el profesionista de la psicología. Por
CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 55
Editorial FMP

tal motivo, se debe tomar en cuenta lo siguiente:

I. Un psicólogo laboral, no se reduce a


la aplicación de técnicas y dinámicas de grupos.

II. Debe tener conocimientos suficientes


sobre psicometría y entrevista laboral, así
como, el comportamiento y la conducta de
los seres humanos en situaciones laborales.

III. Dentro del proceso de reclutamiento


y selección de personal, debe actuar de manera
objetiva, sin anteponer sus ideologías o beneficios
personales, como lo puede ser la conservación del
propio empleo.

IV. Los informes de resultados que arrojen


las pruebas, deberán ser estrictamente los necesarios
para la toma de decisiones en la postulación y se
omitirán, datos personales que no se consideren
relativos al objetivo propuesto.

V. Deberá estar suficientemente capacitado


para la ejecución de estrategias que lleven al
56 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

mejoramiento del ambiente o rendimiento laboral.

VI. Los procedimientos de toma de


decisiones, deben ser considerados junto con los
equipos de trabajo que le sean asignados.

VII. El psicólogo laboral, se capacita en


el ámbito de la legalidad laboral, conociendo las
normativas y legislaciones laborales vigentes en su
estado y la federación.

VIII. Expresará su limitación para ejecutar


tareas que vayan en contra de sus principios o de los
valores que representa su ciencia.

2.5 Psicología social

Se le considera como una rama de la psicología


que estudia cómo el entorno social influye
directa o indirectamente en la conducta y
comportamiento de los individuos. Siendo la
psicología social hoy por hoy una de las ramas
de mayor perspectiva, que estudia los fenómenos
psíquicos que surgen en el transcurso de la

CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA 57


Editorial FMP

interacción entre los humanos en los grupos y


colectividades, y en términos más amplios, en las
diferentes comunidades humanas, organizadas y
no organizadas (Merani, 2002).

Se trata del inicio y fin de la psicología, sin


embargo, no es el área más popular al momento de
elegir una disciplina de especialidad. Al revisar los
datos estadísticos, son muy pocos los egresados que
optan por una rama de las áreas sociales, debido a la
incertidumbre en su campo de acción.

La injerencia de la psicología social con las


ciencias sociales, como lo es la sociología, hace
difícil la definición de los límites y alcances de
ambas ramas.

Con el avance de los fenómenos sociales,


esta parte de la psicología comenzó a hacer un
análisis filosófico social, que da una explicación
sistematizada, a la forma en cómo el
comportamiento humano avanza de acuerdo a
diferentes factores externos.

58 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

En su afán de perseguir el carácter científico,


introdujo metodologías de otras ciencias, como lo
es la estadística, sometiendo al análisis profundo los
datos arrojados, por investigaciones sociales; y a su
vez de la administración, al surgir la necesidad de
dar una explicación, a los fenómenos descubiertos
mediante la teoría general de sistemas.

Se podría decir que, el psicólogo social en la


actualidad, es un investigador de fenómenos sociales
que permite a las otras áreas, hacer aproximaciones
para la prevención y predicción de los mismos. Es
por ello, que se recomiendan las siguientes
deferencias:

I. El psicólogo social, debe someter


sus investigaciones a rigurosas metodologías
científicas.

II. Es responsable de la divulgación de los


resultados de sus investigaciones, cuando tengan
carácter especialmente relevante en la sociedad.

III. Deberá regirse con normas bioéticas,


en el momento de realizar sus experimentaciones,
CONSIDERACIONES
Editorial FMP
ÉTICA
Editorial FMP

sobreponiendo en todo momento, el bien del


individuo antes que su investigación.

IV. Tiene la responsabilidad, de la


información, que se derive de sus investigaciones,
por lo que, debe ser cuidadoso al momento de
hacerlos públicos.

V. Deberá cumplir con las responsabilidades


que se encuentran dentro del código civil.

VI. No podrá ostentarse como rehabilitador,


consejero o psicoterapeuta, ya que su formación
y competencias, son ajenas al aspecto clínico o
psicoterapéutico.

2.6 Psicología forense

“La ciencia que enseña la aplicación de


todas las ramas y saberes de la Psicología ante las
preguntas de la Justicia, y coopera en todo momento
con la Administración de Justicia, actuando en el
foro (tribunal), mejorando el ejercicio del Derecho”
(Urra, 1993).

60 CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA
Editorial FMP

Es una de las ramas más recientes de


la psicología y tiene su relación estrecha con
la sociología, sin embargo, está enfocada en
la aplicación individual de los procesos de
investigación, para dar una clara idea de los
componentes psicológicos de la práctica judicial.

Su función principal, se identifica a través


de los peritajes psicológicos, que pretenden, dar
una idea clara y profunda de los procesos de
comportamiento criminal, y de esa manera, apoyar
al sistema de justicia para la toma de decisiones
respecto a un caso específico.

Por su relevancia, igual que en muchas otras


áreas, es necesario hacer un profundo análisis, sobre
las consideraciones normativas que deben tomarse
en cuenta. Dichas sugerencias, son incluidas en
el libro del “Código Ético de la Práctica Jurídico-
Forense”, de la Federación Mexicana de Psicología.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 61
Editorial FMP

XXVII. La conexión, debe ser a través de


Ethernet, para evitar cortes en la línea por fallas en “
“wifi”.

3.10 Relativo a la imparcialidad

Los continuos cambios sociales,


obligan al profesionista a estar en una
constante formación y actualización.

En los últimos años, el desarrollo


de movimientos sociales ha originado
distintas vertientes en los ámbitos
del trabajo con seres humanos.

En las cuestiones de imparcialidad es


necesario entender la postura neutra que un
psicólogo debe mantener ante esos constantes
cambios y mostrarse como un observador de los
mismos. Su compromiso profesional ha de ser
también un compromiso social que le exige, en
primer término, conocer y tener en cuenta el
contexto social de su consultante (Hernáez, 2007).

Cuando se ofertan servicios y no se toma

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 113
Editorial FMP

en cuenta el contexto social o se mantienen


posturas rígidas, puede llevar al consultante
a dudar de la atención obtenida, ya que, no
se descalifica solo la ideología, sino también
,existe el señalamiento directo al profesionista.

Se ha de tener cuidado con emitir juicios


de valor en contra de una ideología. Aunque el
psicólogo, en su fuero personal no esté de acuerdo,
debe mesurar su postura y actuar como un ente
neutro, el cual, analiza la conducta del consultante
ante esa postura y genera las opciones necesarias de
actuación.

3.11. Derechos humanos e inclusión

3.11.1 Derechos humanos

La psicología como ciencia estudia su


comportamiento en infinidad de situaciones
y contextos, mientras que los derechos
humanos representan todo un conjunto
normativo que protege a los sujetos por el
simple hecho de ser humano (Ramón, 2021).

114 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


Editorial FMP

En su artículo “Psicología y Derechos


Humanos”, Jorge Ramón, nos insta a realizar una
distinción particular, entre el Derecho Internacional
de los Derechos Humanos y el Derecho
Internacional Humanitario, explicando que, cada
uno conlleva un actuar distinto del psicólogo.

Dentro del Derecho Internacional de los


Derechos Humanos, se habla de lo establecido
en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos (1948), además, de otros pactos
internacionales, que llevarán a una normativa
que protege a los seres humanos, en su derecho a
la vida, la libertad y la autonomía. Situación que
implica, una aplicación ética de la psicología para
evitar violentar dichas garantías, así como, una
sensibilización ante las condiciones sociales y
culturales en las que se desenvuelve el individuo.

El Derecho Internacional Humanitario,


está enfocado en las normativas, que se refieren a
los conflictos armados, pactados en la convención
de Ginebra de 1949 y están destinados a
enjuiciar los crímenes de guerra.
CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 115
Editorial FMP

En este caso, el psicólogo debe considerar


de importancia, su participación social, ya
que implica un tipo de ayuda humanitaria
para aquellos que han estado involucrados
en situaciones de violencia de este tipo.

Es necesario una correcta capacitación


para la atención en crisis y las metodologías
adecuadas para tratamiento de estrés agudo. Es
importante comprender que esta perspectiva no
necesariamente sigue unos patrones patológicos,
en cuanto a que las situaciones que desencadenan
la afección psicológica son de carácter externo
e inducidos a consecuencia del conflicto bélico.
(Ramón, 2021)

Por lo tanto todo profesionista de la psicología:

I. Conoce y respeta las declaraciones


internacionales sobre los Derechos Humanos.

II. Está documentado, conoce los pactos

116 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


Editorial FMP

y normativas internacionales sobre los Derechos


Humanos, así como, del contexto socio-cultural en
el que se desenvuelve él y sus consultantes.

III. Defiende la libertad de creencias de la


persona que lo consulta, sin violentar su propio
derecho, para lo cual, ejercerlo, puede implicar la
necesidad de canalización.

IV. Garantiza la protección del individuo


ante la discriminación y evita caer en prácticas
que puedan ser interpretadas como un acto de
discriminación hacia una ideología religiosa,
política o económica.

3.11.2 Sexualidad

En el ámbito de la sexualidad, la psicología


se ha llegado a ver rebasada por los múltiples
cambios ideológicos y la diversidad cultural.
Considerando que las investigaciones sobre
patología a nivel sexual cambian constantemente,
los psicólogos no toman en cuenta, los procesos
del fuero interno de los sujetos, lo que lleva
al profesionista, a

CONSIDERACIONES
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ÉTICA
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creer que puede tratar el tema en la generalidad.

Los prejuicios de los psicólogos, llegan


a intervenir en la relación con el consultante,
creyendo que el actuar debe ser de determinada
forma, sin apertura a los motivantes que llevan al
otro a conducir su sexualidad, en alguna expresión
en particular.

I. El psicólogo, debe estar capacitado en el


área de la sexualidad, antes de trabajar, dicho tema
en: congresos, talleres o en terapia psicológica.

II. Debe omitir juicios de valor, en contra de


la expresión sexual de la persona que lo consulta.

III. No ejerce técnicas o tratamientos que


carezcan de información sobre su eficacia y que
atenten contra el derecho a la libertad de expresión
de la sexualidad del consultante.

IV. Debe evitar hacer uso de técnicas de


conversión para cambiar la postura o identidad

118 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


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sexual de su consultante.

V. No obliga al consultante, a realizar actos


que vayan en contra de su seguridad, por ser un
estereotipo social.

VI. Debe prepararse en perspectiva de


género, para poder abordar las problemáticas
sociales que aquejan al consultante en caso de ser
necesario.

VII. No utiliza técnicas que puedan prestarse


a la comisión de un delito o denigren la integridad
del consultante.

3.11.3 Religión

Como parte de los Derechos Humanos, las


prácticas de ideologías religiosas, deben ser motivo
de respeto para el psicólogo. Debe comprender,
que la mayoría de sus consultantes tiene posturas
religiosas o espirituales distintas, por lo que:

I. La actividad del psicólogo, sea en

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ÉTICA EN PSICOLOGÍA 119
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el área educativa, laboral, clínica o social, es


completamente laica.

II. Al interactuar con un consultante, convive


con sus ideologías religiosas y es necesario, evitar
juicios en contra de dicha postura ideológica.

III. El psicólogo, como ser humano en


interacción con su ambiente social, tiene derecho
a ejercer la ideología religiosa o espiritual que
prefiera, sin que esto intervenga en la relación con
el consultante.

IV. Evita imponer ideas espirituales y/o


religiosas, mediante prácticas psicológicas, que
persuadan a los consultantes para adquirir una
postura ideológica.

V.No hace uso de prácticas pseudocientíficas


o esotéricas, tales como: lectura de cartas,
mediumnidad, canalizaciones, rituales a elementos
(la luna, el fuego, etc.), yoga, kundalini, entre
otros.

120 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


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3.11.4 Política

Se ha tratado, anteriormente, sobre la


neutralidad, que debe poseer el psicólogo, en
los aspectos de ideologías; siempre respetando
la libertad de los individuos, de acuerdo a los
pactos y normativas internacionales. Sin embargo,
esto no quiere decir, que el psicólogo adquiera
una postura pasiva ante las acciones de políticas
públicas, que promuevan el desarrollo de la ciencia.

El psicólogo, debe ser un ente promotor del


bienestar social, tomando en cuenta las necesidades
de su contexto, el cual, conoce y ha estudiado
a profundidad. Impulsa reformas a la ley y se
involucra activamente en el quehacer de la ciencia
ante los escenarios políticos correspondientes.

En el caso de los cargos políticos, es


importante reconocer que las habilidades de
persuasión que desarrolla en su formación, así
como, el conocimiento de la conducta humana lo
posiciona en un lugar privilegiado por lo que sería
una desventaja para un contrincante político, así

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 121
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que deberá evitar postularse a cargos de elección


popular y mantener su servicio exclusivo de
mentoría a los ciudadanos que así decidan hacerlo.

3.12 De la relación profesional

El psicólogo, se encuentra en constante


interacción con el medio, estableciendo
relaciones sociales significativas, tanto en el
ámbito personal, como en el profesional. Esto
lleva al profesionista a ser mesurado, en cuanto
a sus relaciones sociales y la imagen pública.

3.12.1 Con usuarios del servicio

I. El psicólogo, establece relaciones cordiales


con sus consultantes las cuales, son estrictamente
profesionales.

II. No debe establecer relaciones externas,


que impliquen un vínculo estrecho fuera del
servicio profesional, ya sea personal o comercial.

III. En caso de formar un vínculo extra-

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profesional, deberá hacer las canalizaciones


pertinentes, sin importar el área de la psicología de
la que se trate.

IV. El psicólogo, no se relaciona en ningún


ámbito con familiares cercanos a su consultante.

V. Deberá evitar, utilizar la información


obtenida de algún consultante, en contra de un
familiar, pareja o conocido y ponerse en franca
ventaja con respecto a los otros.

3.12.2 Con otros profesionistas

I. El profesionista, establece relaciones


cordiales con colegas y evita los conflictos o
controversias, que provengan de la competencia.

II. Debe tomar en cuenta, la importancia


de relacionarse con médicos generales, psiquiatras,
ginecólogos, endocrinólogos, neurólogos,
nutriólogos, abogados y demás profesionistas, que
puedan apoyar su ejercicio profesional.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 123
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III. Evita las relaciones, con personas que


puedan estar incurriendo en delitos contra la salud
mental, como: coaches de vida, personas que ejerzan
la psicología sin autorización o estén involucrados
en el uso de pseudociencias.

IV. No permite la intrusión profesional,


por lo que, por ningún motivo, firma diagnósticos
emitidos por personas sin cédula profesional o hace
préstamo de la misma.

3.12.3 Con la comunidad

I. Establece relaciones cordiales con los


miembros de su comunidad.

II. El profesionista, evita ser partícipe de


problemáticas de índole civil, que impliquen una
mala imagen para sí.

III. El psicólogo, no participa abiertamente


en manifestaciones sociales, en contra de
instituciones gubernamentales, religiosas o
civiles.

124 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


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IV. Procura un servicio social cada dos


años, en el que se ejecute un programa específico,
para apoyo a la comunidad.

V. Participa en la creación de políticas


públicas que beneficien a la comunidad.

VI. Evita juicios de valor en contra de


miembros de su comunidad, motivados por
percepciones personales.

VII. No daña a ningún miembro de la


sociedad, por errores de omisión, mala praxis o por
ostentar acreditaciones que no posee.

3.12.4 Conflicto de interés

Dentro de la práctica profesional es muy


común que se omitan los conflictos de interés y se
caiga en prácticas poco sanas en el ejercicio ético.

Según Thompson “conflicto de intereses”


como “un conjunto de condiciones en las cuales
el juicio del profesional con relación al interés
CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 125
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primario (puede referirse al bienestar de consultantes


o la validez de una investigación) tiende a ser
excesivamente influida por un interés secundario
(tal como ganancia económica) (1993)

Es por ello que se pone a consideración lo


siguiente:

I. El psicólogo no puede tener una ganancia


secundaria por el malestar del consultante o sacar
beneficio de ello.

II. Evita que intereses económicos lo lleve a


realizar prácticas en el fuero profesional para las que
no está acreditado.

III. Defiende la confidencialidad del paciente.

IV. Antepone el bienestar de su consultante


sobre los intereses de estigmas o paradigmas
sociales.

V. No establece relaciones económicas con


familiares de consultantes con la finalidad emitir
diagnósticos a conveniencia de terceros.

126 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA


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VI. No elabora peritajes falsos para obtener


beneficios económicos.

3.13 Sobre la adscripción a federaciones y


colegios

Las asociaciones de profesionistas


nacen por la necesidad de agrupar miembros
de una misma profesión. Esta agrupación
no tiene intereses lucrativos y pretende
beneficiar el desarrollo de la profesión.

Dentro de sus funciones está la de


salvaguardar los principios éticos de su ciencia y
promover la calidad de los servicios: el desarrollo
científico, el conocimiento, la habilidad para poner
en práctica de manera adecuada dicho conocimiento
y la actitud para ejecutarlo en el ámbito social.

Estas asociaciones, tienen la responsabilidad


civil de cuidar que sus miembros o agremiados, se
conduzcan de manera ética y prudente dentro de
la sociedad. No deben permitir, que por beneficio
primario o secundario (sea esto por relación con
otros

CONSIDERACIONES
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o intereses económicos), se agremien a personas que


han incurrido en malas prácticas o que tengan un
historial de ejercicio irregular.

Las anteriores son las encargadas de emitir


recomendaciones a profesionistas que estén
actuando de manera inadecuada, generar sanciones,
en el fuero de su competencia o inclusive, de emitir
las denuncias correspondientes ante las autoridades
competentes, en caso de ser necesario.

Entonces, es importante acotar lo siguiente:

I. Las asociaciones civiles de profesionistas,


sean Federaciones o Colegios, deben estar
debidamente registrados ante la instancia de
profesiones correspondiente.

II. Tienen delimitados los cargos y funciones


de los miembros de la mesa directiva.

III. Dentro de su organización,


deben considerar la apertura de un
comité que se encargue de justicia, ética,

128
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ceremonialidad y protocolo.

IV. No buscan beneficios económicos con


la aportación de los agremiados, ni los condiciona
utilizando este método, para tener beneficios dentro
de la misma.

V. No agremian a profesionistas que hayan


cometido faltas éticas graves, como: intrusión
profesional, ejercer la psicoterapia sin los
conocimientos correspondientes, ostentar un grado
académico que no poseen, realizar prácticas de
pseudociencias, entre otras.

VI. El comité de justicia, ética,


ceremonialidad y protocolo, debe realizar
investigaciones exhaustivas, cuando encuentre
anormalidades dentro de las prácticas de los
profesionistas agremiados.

VII. Debe ayudar a la vigilancia y


supervisión de las buenas prácticas dentro de la
profesión.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 129
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3.14 Sobre la imagen pública

Existen normas sociales de comportamiento,


que ayudan a la buena convivencia,
entre los habitantes de una comunidad.

Se entiende como imagen pública, al


conjunto de creencias y correlaciones que perciben
los individuos sobre una persona en particular.

Esta imagen, está compuesta por factores


como la percepción visual, lo que implica la forma
en cómo viste la persona, así como, su higiene
personal; los gestos, las posturas y el mensaje verbal.

Es importante señalar, que no se trata


de rendir pleitesía a las demandas sociales. La
imagen pública, genera autoridad profesional,
lo cual, lleva al respeto por el trabajo que
el profesionista realiza.
El ejercicio de una profesión presupone,
por un lado, el dominio de un cuerpo teórico
disciplinar y, por otro, la adquisición de habilidades
técnico-profesionales relacionadas directamente
130 CONSIDERACIONES ÉTICA EN PSICOLOGÍA
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a una práctica profesional en los ámbitos de su


competencia, en el contexto de una sociedad
determinada, ambos indispensables para conseguir
una autoridad profesional (Valle, 1997)

El psicólogo, debe estar consciente


de su responsabilidad social y lo que implica
mantener una imagen adecuada ante su
comunidad, evitando caer en actitudes
reprobables o que pongan en riesgo su reputación.

CONSIDERACIONES
ÉTICA EN PSICOLOGÍA 131

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