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3.1. Los Reyes Católicos: unión dinástica e instituciones de gobierno.
Se llega a la unión dinástica a través de la guerra de sucesión al trono de Castilla. A la muerte
del monarca Enrique IV de Castilla en 1474, la monarquía tiene dos candidatas: Isabel, hermana de Enrique IV, y Juana la Beltraneja, su hija. Pero con el tratado de Alcaçobas en 1479, Isabel se reconoce como reina de Castilla. A principios de 1479, muere Juan II de Aragón, por lo que Fernando hereda el reino de su padre En 1475 se da la unión dinástica entre las coronas de Aragón y Castilla en la concordia de Segovia, acuerdo por el que cada reino mantenía sus instituciones, su moneda, sus leyes y sus fronteras. No se trataba de una unidad institucional de dos reinos, sino una unión personal. Debido al mayor tamaño, población y economía, Castilla será hegemónica dentro de la monarquía hispánica. El objetivo de los reyes, era conseguir una monarquía moderna y autoritaria. Así, ejercieron el poder de forma personalista y tomaron medidas para reforzar la autoridad de la monarquía, entre ellas: se limitó el poder de la nobleza y se controló a las órdenes militare y se fiscalizó el poder municipal en Castilla. El Consejo Real pasó a ser de gobierno y se crearon consejos especializados. Se creó una organización territorial de justicia con dos Chancillerías y dos Audiencias. En la Corona de Aragón, debido al pactismo, aparece la figura del virrey y en Justicia se creó una Audiencia en cada reino. Se creó un ejército y una diplomacia permanente. Se impuso el derecho de presentación o patronato, se creó la Liga de la Santa Hermandad en Castilla y se formó la Institución de la Santa Inquisición en 1478, que perseguía a los sospechosos de herejía, utilizado como instrumento de una política autoritaria. Los judíos en 1492 y los mudéjares en 1502, fueron obligados optar entre convertirse al catolicismo o abandonar la península. 3.2. El significado de 1492. La guerra de Granada y el descubrimiento de América. La guerra de Granada culminó con la toma de Granada por parte de los Reyes Católicos, dando fin a la Reconquista. Para conquistar Granada, se movilizó a la nobleza y a la Santa Hermandad. Además, se aprovechó las luchas internas del reino nazarí. La última campaña fue el asedio a Granada que finalizó con la firma de una serie de capitulaciones, por parte de Boabdil, que garantizaba a los musulmanes la libertad religiosa y la conservación de sus bienes y costumbres. Sin embargo, en 1499, el cardenal Cisneros obligó a los musulmanes a convertirse al cristianismo o a abandonar Castilla. En el siglo XV, debido a dificultades para llegar a Asia por el Mediterráneo, los europeos buscaron rutas alternativas para llegar a las Indias. Por lo que, en 1492, se firman las capitulaciones de Santa Fe, un acuerdo por el cual los reyes apoyaban el proyecto de Cristóbal Colón para realizar la expedición a las Indias navegando hacia el oeste. Colón realizó cuatro viajes hacia las Indias: en el primer viaje, parte de Palos de la Frontera el 3 de agosto y llegó a las Indias el 12 de octubre, Tocó tierra en Guanahani y lo llamó San Salvador. En el segundo viaje, descubrió Las Antillas. En el tercero, descubrió la isla de Trinidad y la desembocadura del río Orinoco. Y, en el, cuarto viaje, descubrió la costa centroamericana. Tuvo lugar una serie de disputas entre Portugal y Castilla por la propiedad de estas tierras, pero los reyes consiguieron del Papa los derechos de conquista sobre las tierras. La rivalidad se resolvió con el Tratado de Tordesillas por el que se trazó una línea de demarcación al oeste de las islas de Cabo Verde, Portugal se quedó con las tierras situadas al este de la línea y, Castilla, las del oeste. 3.3. El Imperio de los Austrias. España bajo Carlos I. Política int. y conflictos europeos. Carlos I de España y V de Alemania, heredó el poder de las dos coronas de Castilla y Aragón además de heredar los señoríos de Flandes, siendo así monarca de gran parte de Europa ya que heredó: los Países Bajos, Luxemburgo, el Franco-Condado, Cerdeña, Nápoles y Sicilia. Y de Maximiliano I, el derecho a ser propuesto para la corona del Imperio Romano Germánico, que obtuvo en 1519. A la muerte de Fernando el Católico en 1516, ascendió al trono de Castilla y Aragón en el 1517. Aunque no fue bienvenido debido a el desconocimiento del idioma, la gran cantidad de consejeros extranjeros que traía consigo y la premura con la que tenía que partir a Alemania con el objetivo de la elección imperial. Al ser elegido emperador del Imperio Romano Germánico en 1519, abandonó Castilla con destino a Alemania, nombrando regente a Adriano de Utrecht. Se da un levantamiento en 1520, liderado por Padilla, Bravo y Maldonado, de las ciudades en Castilla, que reclama el regreso de Carlos V. Esto va a conllevar a movimientos antiseñoriales, pues también se comienza a denunciar los abusos de la nobleza sufridos por el campesinado, aunque esta revuelta se sofoca en 1521 en Villarlar. Además, se produce una sublevación de las germanías en Valencia y Mallorca. Debido a la crisis económica y al descontento de artesanos y comerciantes. En marzo de 1523 los agermanados fueron reprimidos por orden de Carlos V. A nivel europeo, se da una serie de guerras contra Francia por la hegemonía en Europa y el control de Italia que serán resueltas con un tratado en 1529 con Francia, en el que Carlos V renunció al ducado de Borgoña y Francia a Milán. También, guerras contra los turcos y los piratas berberiscos, en las cuales Carlos V se limita a contener el avance turco, logrando una victoria contra Barbarroja en Túnez en 1535, aunque más tarde, en 1541, fracasará en Argel. Carlos V considera la lucha contra la reforma protestante como obligación al considerarse el jefe político de la cristiandad. Intenta conciliación con Lutero y con los príncipes alemanes reformistas, aunque fracasa. Carlos V derrota a los príncipes alemanes en la batalla de Mühlberg (1547). Con la Paz de Augsburgo (1555) se reconoce libertad religiosa de los príncipes alemanes y su capacidad para imponer su religión a sus súbditos. Finalmente, se da su abdicación en 1556 y el reparto de sus posesiones entre su hermano Fernando y su hijo Felipe II. 3.4. La Monarquía Hispánica de Felipe II. Gobierno y administración. Los problemas internos. Guerras y sublevación en Europa. Carlos I cedió a su hijo Felipe II todos los territorios que le pertenecían a excepción del título imperial y el Archiducado de Austria. Así, la Monarquía Hispánica estaba constituida por un conjunto de reinos con leyes e instituciones propias, lo que llevó a un sistema de gobierno polisinodial, es decir, un gobierno a través de consejos, los cuales, tenían dos funciones: elevar informes al rey y resolver los asuntes de su competencia. Unos consejos eran los temáticos: el de Hacienda, el de la Inquisición, el cual estaba presente en todos los territorios. El de las Órdenes Militares, el de Guerra y el de Cámara. Otros consejos eran los territoriales: el de Castilla. Aragón, Flandes, Italia, Portugal y el de Indias. Cada territorio mantuvo: el virrey, que suplía al rey en los territorios no castellanos. Las Cortes, con la misma estructura y función que en la Edad Media. Las chancillerías y audiencias, tribunales superiores de justicia en Valladolid y Granada. Y la administración local, igual que con los reyes católicos: en Castilla, controlada por la oligarquía y los corregidores reales y, en Aragón, se extendió el modelo catalán de insaculación. En 1561, la capital se traslada a Madrid. En cuanto a la política interior, esta está marcada por dos conflictos internos graves: la Rebelión de los moriscos en las Alpujarras (1568) que duró dos años. Los moriscos, dispersados por Castilla y Valencia, y las Alpujarras, repobladas por cristianos viejos. Y por las alteraciones de Aragón: Antonio Pérez, secretario de Felipe II, acusado de asesinato, huye a Aragón bajo protección del Justicia Mayor. En la política exterior, la Monarquía hispánica incorporó las Filipinas en 1571. El objetivo de la monarquía era mantener la hegemonía y la ortodoxia católica en Europa. Mantuvo guerras contra: Francia, a la que derrotó en Gravelinas y San Quintín en 1557 y con la cual firmo la paz en 1559. Los turcos, que, para frenar su expansión, Felipe II organizó una flota que los derrotó en 1571.Los rebeldes flamencos, cuya rebelión comenzó en 1556. Y contra Inglaterra, invadida en 1588 por la Armada Invencible que creó Felipe II. Se da la incorporación de Portugal en 1580, al quedar el trono portugués vacante, Felipe II fue reconocido rey de Portugal en las Cortes de Tomar de 1581. Así, los reinos peninsulares quedaron unidos bajo un mismo rey. Se respetan las leyes portuguesas y se crea el Consejo de Portugal. 3.5. Exploración y colonización de América. Consecuencias de los descubrimientos en España, Europa y América. Tras los viajes de Colón y la confirmación de que América era un continente, comenzaron las expediciones privadas autorizadas por las capitulaciones firmadas entre Carlos I y Magallanes en 1518. Y, en 1519, Magallanes, inició la primera circunnavegación por el planeta la cual no completó, y fue con Elcano que se logra dar la primera vuelta al mundo, finalizada en 1522. Durante el reinado de Carlos I se producirá la expansión por América. Esta conquista fue rápida y, entre ellas, destacan la de Hernán Cortés de 1519-1521 con la conquista del Imperio azteca de México, creando el virreinato de Nueva España o la de Francisco Pizarro de 1531-1533, que conquista el imperio inca, creando el virreinato de Perú. Otras conquistas son las de Hernando de Soto en Florida, la de Francisco de Orellana en Amazonas, la de Pedro de Valdivia en Chile, la de Vasco Núñez de Balboa que descubre el Pacífico y la de Pedro de Mendoza que llegó al río de Plata y Buenos Aires. En 10 años se explora casi toda América, desde California al río de Plata. Se organizó el territorio americano sobre la base de las instituciones de la Corona de Castilla. La circunscripción superior eran los dos virreinatos, subdivididos en: audiencias, distritos administrativos y órganos de justicia. Los asuntos americanos se llevaban desde España a través de la Casa de Contratación de Sevilla, fundada por los Reyes Católicos y cuyo objetivo era organizar el comercio con América, y del Consejo de Indias, creado por Carlos I y que tenía jurisdicción sobre todos los territorios americanos. Algunas de las consecuencias de estas conquistas fueron: los territorios de américa eran considerados reinos y su población, súbditos de la Corona. En los primeros años de colonización se dio el reparto de indios entre los colonizadores, una práctica posteriormente prohibida. También, se estableció el sistema de encomienda para las explotaciones agrarias y oficios como la mita en minas o los obrajes en artesanía. Surgió una mentalidad que percibía a América como territorio de explotación y, en el ámbito político, proporcionó a la Monarquía Hispánica su hegemonía en Europa. Se da la introducción de nuevos cultivos, animales e ingresos en Europa y, en cuanto a la cultura, América ofrecía una novedosa flora, fauna, lengua, cartografía…y, por su parte, América incorporó la economía monetaria y nuevos cultivos. Aunque sufre un declive demográfico indígena y se da la aparición de una sociedad de castas. 3.6. Los Austrias el siglo XVIII: el gobierno de validos. La crisis de 1640. Los Austrias menores delegaron labores de gobierno en personas de su confianza, los validos, que actuaron al margen de los órganos de gobierno y, algunos, se enriquecieron de ello. El valido de Felipe III (1598-1621) fue el duque de Lerma, durante su reinado se dio una política pacifista y se llevó a cabo la expulsión de moriscos. Con el conde-duque de Olivares como valido, Felipe IV (1621-1666) llevó una política de prestigio internacional y se enfrentó a problemas como la Guerra de los Treinta Años, la Unión de Armas y la crisis de 1640. Algunos de los validos de Carlos II (1666-1700) fueron Juan José de Austria, Valenzuela o el jesuita Nithard. Carlos III no pudo evitar la decadencia de la Monarquía Hispánica tras conflictos como las Guerras con Francia que conllevo a la pérdida de territorios. No tuvo descendencia, lo que acarreó un problema sucesorio. En 1640, se desencadena una crisis social y económica agravada por la participación en la Guerra de los Treinta Años, el aumento de impuestos y las medidas del conde-duque de Olivares, esto conllevó a revueltas en territorios como Portugal, Andalucía o Cataluña, donde se dio la crisis catalana (1640-1652) debido al rechazo de sus cortes a la Unión de Armas. Se dan rebeliones por el reclutamiento forzoso de campesinos y los desmanes causados por las tropas enviadas la guerra, que desemboca en el asesinato del virrey catalán. Cataluña se coloca bajo la protección de Francia, pero, el coste del mantenimiento de ejército y las faltas de respeto a las leyes catalanas, provocan que Cataluña regrese a la Monarquía Hispánica tras la promesa de Felipe IV de respetar sus fueros. Respecto a Portugal, se dan rebeliones por el rechazo de la Unión de Armas, el aumento de los impuestos y por las dificultades causadas al comercio portugués por la participación española en la guerra. Las cortes portuguesas proclamaron rey al duque de Braganza. Y, dado que lo intentos militares de recuperar Portugal fracasaron, se reconoce la independencia portuguesa en 1668. 3.7. La guerra de los Treinta Años y la pérdida de la hegemonía española en Europa A lo largo del siglo XVII, España perdió su hegemonía en Europa y se convirtió en una potencia de segundo orden. Las guerras libradas durante el reinado de Felipe II, provocaron que, Felipe III, forzado por la crisis económica, siguiera una política pacifista. Es en su reinado que se firma el Tratado de Londres en 1604 y la Tregua de los Doce Años en 1609 con las Provincias Unidas, que reconocía una gran autonomía política. Estos motivos llevan al término de Pax Hispánica para estos años de política. Respecto a Felipe IV, este se vio obligado a participar en la Guerra de los Treinta Años (1618- 1648). Se alió con Austria en defensa del catolicismo frente a los países protestantes. En este periodo, Francia entró en la guerra para evitar el triunfo de Habsburgo, sucediéndose las derrotas españolas en Rocroi. La Paz de Westfalia (1648) puso fin a la Guerra de los Treinta Años y reconoció la independencia de las Provincias Unidas, pero la guerra continuó con Francia hasta la firma de la Paz de los Pirineos (1659). Por este tratado, España cedió el Rosellón y Cerdeña a Francia y se acordaba la boda de la infanta María Teresa con Luis XIV de Francia, lo que provocó la llegada de los Borbones a España en el siglo XVIII. Durante el reinado de Carlos II, España cedió a Francia el Franco Condado y diversas ciudades al sur de los Países Bajos. A su muerte, España conservaba la parte sur de los Países Bajos, el Milanesado, Nápoles, Sicilia y Cerdeña. 3.8. Principales factores de la crisis demográfica y económica del siglo XVII y sus consecuencias. Durante el siglo XVII, la producción agrícola disminuyó por malas cosechas, favoreciendo hambrunas. Tuvo lugar una caída demográfica cuyas causas fueron: grandes epidemias procedentes de Europa a través de tres oleadas en Levante y Andalucía, la expulsión de los moriscos, provocando una pérdida de población en Aragón y Valencia. Y continuas guerras y dificultades económicas debido a emigraciones y al descenso de la natalidad. La economía en España vivió una etapa depresiva debido a la caída de la producción agraria, pues había menos campesinos por la crisis demográfica. También, por la disminución de la ganadería bovina, la crisis textil y a la intromisión extranjera en el comercio con América. Se da un progresivo endeudamiento de la Corona por continuas guerras, el pago de intereses bancarios, la reducción de metales preciosos…provocando la devaluación monetaria, nuevos impuestos y la venta de cargos públicos. Es en 1680 cuando comienza su recuperación gracias al aumento de natalidad y la estabilización económica. No obstante, esta crisis tuvo consecuencias como: un aumento de nobles por la venta de títulos nobiliarios y la disminución de rentas señoriales, un aumento de religiosos, una escasa burguesía que busca dejar negocios e invertir en tierras…Durante esta crisis, la clase más afectada es el campesinado, por las malas cosechas, el endeudamiento y el aumento de impuestos. Además, se da un aumento de méndigos y pícaros. 3.9. Crisis y decadencia de la Monarquía Hispánica: el reinado de Carlos II y el problema sucesorio. En el reinado de Carlos II fue predominante la inestabilidad política con luchas estériles, sumado a la independencia de Portugal y numerosos conflictos a los que tuvo que hacer frente. Tras la muerte de Felipe IV, Mariana de Austria, madre de Carlos II, quedó como regente del reino hasta la mayoría de edad de Carlos II, ésta confía el gobierno al válido Nithard y posteriormente a Valenzuela. A la mayoría de edad de Carlos II en 1675, Juan José de Austria se convirtió en y le sucedieron el duque de Medinaceli y el conde de Oropesa. Tras las paces de Westfalia y la de los Pirineos, España ya había perdido su hegemonía en Europa para cuando Carlos II accedió al trono. La decadencia de la Monarquía Hispánica tuvo que responder a la política agresiva y expansionista de Luis XIV, provocando la pérdida del Franco Condado, Artois, Luxemburgo y diversas plazas flamencas. Tuvo lugar la Paz de Nimega (1678) y la Paz de Riswick en 1697, por la cual, Luis XIV se comprometió a devolver todo lo conquistado a excepción de Estrasburgo. Los últimos años de reinado estuvieron marcados por un problema sucesorio ya que no tuvo hijos en ninguno de sus dos matrimonios. Hubo tres candidatos a la sucesión: José Fernando de Baviera, el archiduque Carlos (Habsburgo) y Felipe de Anjou (nieto de Luis XIV). Finalmente, nombró heredero a Felipe, desencadenando la Guerra de Sucesión Española (1701- 1714) por el temor a una unión franco-española. Supone el fin de la dinastía de los Austrias y comienzo de la de los Borbones.