2 Odisea de Homero
2 Odisea de Homero
2 Odisea de Homero
1- Porque coexisten aspectos de la oralidad en la versión por escrito de la obra, es decir que conviven en esa
materialidad dos órdenes:
A- el de la oralidad (que es anárquico, volátil, prioriza el efecto sobre un auditorio antes que la formalidad de
la coherencia y la cohesión, etc.), efectivizada por las intervenciones de la tarea del aedo, que todavía pueden
recuperarse en Odisea,
B- y el de la fijación de la escritura (que busca sentidos globales, organización por relaciones de causa y
efecto, desarrollo armónico y verosímil de la temporalidad, etc.), que le imprimieron los gramáticos cuando
reformularon y acondicionaron la versión oral a la escritura.
2) Tiempo:
Odisea tiene una organización que no respeta el orden natural de la narración, debido a la estrategia del
comienzo in medias res, es decir que no se cuentan los hechos respetando la sucesión cronológica en que ocurrieron.
Esto está determinado también por la presencia de los dos narradores, que tienen diferentes puntos de vista sobre lo
que cuentan y conocen los episodios que refieren en sus coordenadas de espacio y tiempo específicas.
A diferencia de la tragedia, que debe desarrollarse durante en un ciclo solar (un día) y no puede representar las
acciones en simultáneo, en la épica la extensión temporal es variable y sin limitaciones (el viaje de Odiseo, por
ejemplo, dura diez años); y, como estamos frente a una narración, se pueden representar acciones que ocurren de
manera simultánea (por ejemplo, algunas de las acciones que protagonizan Telémaco y Odiseo se desarrollan en
paralelo).
3) Espacio:
A diferencia de la tragedia que exige, por las limitaciones propias de la representación teatral, un único espacio
representado en el escenario, donde se desenvuelven las acciones, la épica no tiene restricciones de espacios. De
hecho, en Odisea, a lo largo del itinerario conflictivo por el que avanza el retorno del protagonista, se van sucediendo
muchos espacios, adonde lo arrastra el devenir de los hechos.
4) Personajes:
Aristóteles insiste en que la épica representa a los personajes mejores de lo que el hombre es en verdad.
Esto es apreciable, sobre todo, en la forma de representación del héroe épico, que aparece muy codificada.
Aquiles y Odiseo poseen rasgos distintivos: linaje, valor, facundia, belleza, búsqueda de gloria, hybris (ὕβρις).
Además de esta tipificación, el héroe épico sigue un código que organiza sus acciones, orientado por:
Timé (τιμή): honor
Areté (ἀρετή ): excelencia
Kleos (κλέος): deseo de gloria
Por otra parte, el personaje es un héroe comunitario, forma parte de un pueblo y a él representa. Moviliza
su destino con la finalidad de alcanzar el reconocimiento y respeto de los demás y persigue la inmortalidad en
los cantos rememorativos de su pueblo.
Frente a estos rasgos comunes, Odiseo es un héroe más complejo porque, si bien responde a la tipificación
y se conduce según el código heroico, su historia incorpora matices encontrados a la imagen heroica, por las
particularidades del carácter del propio personaje:
-Tiene aristas conflictivas: que su nombre preanuncia (Ὀδυσσεὺς: el que genera odio); ello se evidencian
con más énfasis en otros argumentos de obras del Mundo Clásico.
-La circunstancia del viaje que lo moviliza admite, en diversas interpretaciones, la figuración del personaje
como una representación alegórica de la búsqueda de la identidad, la vuelta al origen, el retorno a la
memoria familiar, etc.
5) Narradores:
En Odisea, el relato aparece referido por dos narradores, que se reparten la tarea de contar la historia:
a) Uno en 3˚ persona, omnisciente. Tiene a su cargo la mayor parte del relato, abre y cierra la
narración.
b) Otro en 1˚ persona, protagonista: el propio Odiseo. Es el encargado de contar sus aventuras
frente a la corte de Alcínoo, desde el enfrentamiento con los Cicones hasta la reclusión que sufrió
con Calipso.
Además, en distintos momentos, los narradores de Odisea les delegan la palabra a muchos otros
personajes que se vuelven responsables de contar episodios más acotados, generalmente sobre algunas
situaciones vividas por ellos mismos. Por ejemplo, en el comienzo de la narración, Néstor y Menelao le
cuentan a Telémaco las dificultades de sus propios regresos desde Troya.
Esta fuerte presencia de relatos contados por distintas voces, con los que se ha ido organizando de
manera coherente la escritura de Odisea, es otra huella de la importancia de la oralidad en el Mundo Clásico.
La forma de circulación por excelencia de la palabra es oral y su valoración sobre este rol ha quedado
registrado en la propia composición de Odisea, mediante las representaciones de la tarea de los aedos y este
entramado fino de muchas voces que nos cuentan en conjunto la historia del regreso de Odiseo a su patria.