Charla-Un Dia para Recordar. FAMILY LIVE
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• 2. Presión financiera.
• No gastes tu vida tratando de ganar más y gastar más, o te esclavizarás a una vida
de insatisfacción, materialismo y estrés sin fin. “Porque el amor al dinero es la raíz de
todo tipo de maldad. Algunas personas, ansiosas de dinero, se han alejado de la fe y
se han atravesado con muchas penas” (1 Timoteo 6:10).
• 3. Infidelidad.
• La lujuria siempre conduce a la infidelidad del corazón, la mente y el cuerpo. Ninguna
experiencia sexual fuera del matrimonio está bien. Dios nunca te llevará a enamorarte
de alguien que no sea tu cónyuge. “No cometerás adulterio” (Éxodo 20:14).
• 4. Inseguridad y preocupación.
• Quita los ojos del mundo y su ilusión de felicidad; nunca encontrarás la paz de nadie
ni de nada que el mundo te ofrezca. Confía en el Señor. “Pero busca primero el reino
de Dios y su justicia, y todas estas cosas también te serán dadas. Por lo tanto, no te
preocupes por el mañana” (Mateo 6: 32-33).
• 5. Pecados secretos.
• Si escondes una fantasía o hábito pecaminoso, se hará más fuerte; pretender que algo no
existe o que no está mal le da mayor poder sobre tu vida. “Has puesto nuestras iniquidades
delante de ti, nuestros pecados secretos a la luz de tu presencia” (Salmo 90: 8).
• 6. Diferencias parentales.
• La Biblia es la mejor fuente disponible para padres; trata de seguir a Cristo y apunta a tus
hijos hacia Cristo, y los detalles de la crianza encajarán. “No exasperes a tus hijos; en lugar
de eso, críalos en la crianza y amonestación del Señor” (Efesios 6: 4).
• 8. Egoísmo.
• Todos nos cuidamos, especialmente cuando alguien desafía nuestros deseos. Comienza a
considerar primero la perspectiva de tu cónyuge; ganar una discusión solo debilita tu
matrimonio. “No hagas nada por ambición egoísta o vanidosa vanidad. Más bien, con
humildad, valoren a los demás por encima de ustedes mismos” (Filipenses 2:23).
• 9. Inmadurez espiritual y emocional.
• La madurez lleva toda una vida, así que dale a tu cónyuge espacio para crecer sin ridiculizar
o reprenderlo por inmadurez. Rodea tu matrimonio con modelos a seguir maduros y
piadosos. “Avanzo hacia la meta para ganar el premio por el cual Dios me ha llamado en
Cristo Jesús. Todos los que somos maduros debemos tener esa visión de las cosas”
(Filipenses 3: 14-15).
10. Ira.
Si tienes un fusible corto, debes averiguar por qué y dejar de inventar excusas. Obtén
ayuda para superar este hábito destructivo y adictivo. “Que toda la amargura, la ira, la ira, el
clamor y las malas palabras se alejen de ti con toda malicia” (Efesios 4:31).
11. Deshonestidad.
Nunca mientas ni engañes a tu cónyuge; no guardes secretos porque generará una brecha
entre ustedes. Además, una mentira siempre da a luz a otra. “No se mientan unos a otros”
(Colosenses 3: 9).
12. Orgullo.
Aquí yace la raíz de todo conflicto, inseguridad y pecado. Entonces, en lugar de
pensar en ti mismo, gasta tu energía y amor dándole gracia y amor a tu cónyuge. “ Donde hay
contienda, hay orgullo, pero la sabiduría se encuentra con aquellos que toman consejos”
(Proverbios 13:10).
13. Decepción.
Cuando llegan los momentos difíciles, puedes sentir que tu cónyuge no ha hecho lo
suficiente para hacerte feliz. Echa un vistazo a dónde colocas tu esperanza; si no es Dios, lucharás
continuamente con la desilusión.
14. Diferentes prioridades / sistema de valores
Tú y tu cónyuge pueden vivir de acuerdo con estándares opuestos, lo que puede causar contención y
frustración. Trata de recordar que Dios te hace responsable de tus acciones; vive tu vida y no te
concentres en lo que hace o no hace tu cónyuge. “¿Cómo puede un joven mantenerse en el camino de
la pureza? ¿Viviendo según tu palabra? Te busco con todo mi corazón; no me dejes desviarme de tus
mandamientos” (Salmo 119: 10-11).
15. Autoimagen
Si sufres de baja autoestima, la solución no es amarte más a ti mismo, es amar a Dios y agradecerle
por su trabajo continuo en tu vida. Deja que Dios te transforme a su imagen; abraza tu proceso, en
lugar de compararte con los demás. “Te alabo porque estoy hecho con temor y maravillosamente; tus
obras son maravillosas, lo sé muy bien” (Salmo 139: 14).
DE MUJER A MUJER………….. Aceptando el diseño de Dios.
DE HOMBRE A HOMBRE……
Mas allá del deber. Desafío divino.