Carlos Tarea
Carlos Tarea
Carlos Tarea
• AÑO: 2023
Beato CARLOS O ACUTIS
Un adolescente de nuestro tiempo como muchos
Otros, comprometido en el colegio, con los amigos,
Un gran experto, para su edad, en ordenadores .
En todo esto de ha integrado su encuentro con
Jesucristo.
Carlo Acutis llega a ser un testigo del resucitado, se
Encomienda a la virgen maría , vive la vida de gracia y
Les cuenta asus coetáneos la impresionante experiencia Carlo estaba muy dotado para todo lo que esta relaciondo
con el mundo de la informática hasta tal punto que tanto
sus amigos como los adultos licenciados en ingeniería
informatica lo consideranban un genio.todos se quedaban
maravilloso por su capacidad de entender los secretos
Carlos acutis fallece e tan solo 15 años a causa de una
que ocultan la infotrmatica y los que solo tienen acceso
leucemia fulminanate, dejando en la memoria de todos
los que le han conocido un gran bacio y una profunda
quienes han realizado estudios universitarios los
admiración por el que ha sido su y ala vez intenso intereses de Carlos abarcan desde la programacion de
testimonio de vida auténticamente cristiano ordenadores, pasando por el montaje de películas , la
Desde que recibió la primera comunión a los 7 años de creación de sitio web , hasta los boletines , de los que se
edad siempre , anteso o después de la celebración ocupaba también de la re daccion y la maquetación y el
eucarística, se presente en el santisimo sacramento . la voluntario con lo mas necesitados, con los niños y con los
viergen era su gran confidente y nuncabreve dejaba de ancianos.
honrarla rezando cada dia el santo rosario.
Carlos acutis biologia
• Carlo Acutis nació el 3 de mayo de 1991 en Londres, Reino Unido, en el seno de una familia italiana, originaria de
Lombardía. Sus padres, Andrea Acutis y Antonia Salzano, se encontraban en Londres por motivos profesionales en el
momento de su nacimiento, sin embargo, tras el nacimiento de Carlo, la familia Acutis regresó a Italia en septiembre de ese
mismo año para más tarde instalarse en la ciudad de Milán. Allí asistió a la escuela primaria y secundaria con las
Hermanas Marcelinas, luego fue al Liceo Clásico León XIII, dirigido por los jesuitas.4En la capellanía de la secundaria
ejerció cierta influencia con su ejemplo, lo que hizo que más tarde fuera destacado por el plantel docente de la institución.
Carlo transmitió en particular la importancia que tenía para él la Eucaristía que según él era «la calzada que lleva al Cielo».
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• Fue criado en una familia tradicional pero no practicante. Sin embargo, a temprana edad mostró su gusto por la piedad y
rezar en las iglesias, durante los viajes familiares solicitaba a sus padres visitar los santuarios de la región. De joven tuvo
una devoción por la Eucaristía y por la Virgen María, a quien luego definió como «la única mujer de mi vida». 7Se interesó
por la historia de las apariciones de Nuestra Señora de Lourdes y de la Virgen de Fátima, también estudió la vida de los
santos, entre ellos Luis Gonzaga y Tarsicio, pero en particular se interesó por Francisco de Asís, Antonio de Padua,
Domingo Savio y los tres pastores de la Virgen de Fátima: Francisco Marto, Jacinta Marto y Lucía dos Santos. Su madre
tomó clases de teología para poder responder a las cuestiones que Carlo le planteaba. 1
• A los siete años Carlo manifestó su deseo de recibir la comunión a la que llamó «mi autopista hacia el Cielo». 8Para no
ceder a lo que creían que era un capricho, sus padres consultaron a monseñor Pasquale Macchi, ex secretario del papa
Pablo VI. Tras constatar la madurez del niño, el prelado lo autorizó a realizar su primera comunión. La ceremonia tuvo lugar
en el Monasterio Ambrosiano de Perego el 16 de junio de 1998. Desde entonces y hasta su muerte, Carlo asistió todos los
días a misa. En una ocasión dijo: "Si nos acercamos a la Eucaristía todos los días, vamos directos al Paraíso". Rezó el
rosario todos los días, se confesaba una vez por semana y participaba en el catecismo para los niños de su parroquia.9
• También dedicaba su tiempo libre a visitar a los ancianos y ahorraba dinero para dárselo a los más necesitados, ayudaba a
las personas sin hogar, fue voluntario en los comedores populares y ayudó como catequista,10a menudo decía: «La
felicidad es mirar a Dios. La tristeza es mirarte a ti mismo».11
Enfermedad y Fallecimiento
• Carlo enfermó de leucemia del tipo M3, a principios de octubre de 2006.
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Al entrar al hospital le dijo a su madre: «De aquí ya no salgo». 15Más
tarde, también les comentó a sus padres: «Ofrezco al Señor los
sufrimientos que tendré que padecer por el Papa y por la Iglesia
católica, para no tener que estar en el Purgatorio y poder ir directo al
Cielo». Cuando la enfermera le preguntaba cómo se sentía con esos
dolores, Carlo respondía: «Bien. Hay gente que sufre mucho más que
yo. No despierte a mi madre, que está cansada y se preocuparía más».
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Pidió la extremaunción y tres días después del diagnóstico, el 12 de
octubre de 2006, falleció en el hospital San Gerardo de Monza, Italia. 17
• Antes de conocer su enfermedad, Carlo grabó un vídeo donde dijo que,
si moría, le gustaría que lo enterraran en Asís. Por ello fue sepultado
allí.18
Exhumacion y Confucion
• El 5 de julio de 2018 Carlo Acutis fue declarado venerable por el papa Francisco. El
cuerpo fue exhumado y se encontró en un estado de Incorruptibilidad cadavérica
«bien integrado». Con el propósito de preservar su cuerpo, fue sometido a un
proceso de embalsamamiento y su rostro fue reconstruido utilizando una máscara de
silicona que recreó su apariencia para la posterior exposición.2122
Las imágenes del
cuerpo con el rostro reconstruido a la perfección contribuyeron a una confusión, ya
que en diversos periódicos y en las redes sociales trascendió que su cuerpo se
encontró intacto después de catorce años de fallecido.23
• El 6 de abril de 2019, después de unos momentos de oración en la
basílica inferior de San Francisco de Asís y en la catedral de San Rufino, los restos
del beato Carlo Acutis fueron trasladados a la iglesia de Santa Maria Maggiore
también llamada santuario della Spogliazione («del despojamiento») en Asís,
mientras que su corazón fue puesto en un relicario que se quedó en la basílica
inferior de San Francisco. A ambas ceremonias asistieron varios miles de personas.
• Carlo Acutis llega a ser un testigo del Resucitado, se encomienda a la Virgen María, vive la vida de gracia
y les cuenta a sus coetáneos la impresionante experiencia con Dios.
Se nutre a diario de la Eucaristía, participa con fervor en la Santa Misa, pasa horas y horas ante el
Santísimo Sacramento. Su experiencia y su madurez cristiana atestiguan hasta qué punto son ciertas las
indicaciones del Santo Padre Benedicto XVI en la Exhortación Apostólica Sacramentum Caritatis: “El
sacrificio de la Misa y la adoración eucarística corroboran, sostienen e incrementan el amor por Jesús y la
disponibilidad para el servicio eclesial”.
• Carlo también tiene una tierna devoción a la Virgen, recita fielmente el Rosario y, sintiéndola como
Madre amorosa, le dedica sus renuncias como sacrificios.
Este muchacho sociológicamente idéntico a sus compañeros de colegio es un auténtico testigo de que el
Evangelio puede ser vivido íntegramente incluso por un adolescente.
Su breve existencia, orientada a la meta del encuentro con Cristo, ha sido como una luz que alumbra no
sólo el camino de los que se han cruzado con él, sino también de todos los que conocerán su
historia. Confío plenamente en que esta primera biografía de Carlo Acutis a cargo del Dr. Nicola Gori, con
su reconocida capacidad descriptiva, ayudará a los adolescentes de hoy, tan problemáticos y
condicionados por los medios de comunicación, a reflexionar sobre el significado de la vida y sobre los
valores evangélicos como plena realización de ésta.
• Mirando a este adolescente como a un compañero suyo, que se ha dejado seducir por la amistad de
Cristo, y precisamente por eso ha experimentado una alegría más verdadera, nuestros muchachos
entrarán en contacto con una experiencia de vida que nada ha quitado a la riqueza de los jóvenes años
de la adolescencia, sino que los ha valorizado aún más.
• El testimonio evangélico de Carlo no es sólo un estímulo para los adolescentes de hoy, sino que impulsa
a los párrocos, sacerdotes y educadores a plantearse la validez de la formación que les dan a los chicos
de nuestras comunidades parroquiales y qué hacer para que esta formación sea incisiva y eficaz.