Consejos para Jóvenes
Consejos para Jóvenes
Consejos para Jóvenes
Acuérdate de Dios
Honra a tus padres
desde tu juventud
Consejos
para edificar
una vida de
éxito
“Acuérdate de tu Creador
en los días de tu
juventud, antes que
vengan los días malos, y
lleguen los años de los
cuales digas: No tengo
en ellos contentamiento”.
Eclesiastés 12:1
Reconocimiento de Dios como Creador: Se nos recuerda que Dios es el
Creador de todas las cosas, incluyendo nuestra propia existencia.
Nos invita a reconocer y tener en cuenta la autoridad y el propósito de Dios
en nuestras vidas.
Acuérdate de Dios
desde tu juventud
“Honra a tu padre y a tu
madre, que es el primer
mandamiento con
promesa; para que te
vaya bien, y seas de
larga vida sobre la
tierra”.
Efesios 6:2-3
Honra a tus padres
“Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo una madianita a sus hermanos, a ojos de
Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, mientras lloraban ellos a la puerta del
tabernáculo de reunión. Y lo vio Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, y se levantó de
en medio de la congregación, y tomó una lanza en su mano; y fue tras el varón de Israel a la
tienda, y los alanceó a ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la
mortandad de los hijos de Israel”.
Números 25:6-8
Cuando nos decidimos
entregar completamente a Dios
y honrarlo, Dios nos honra.
“Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: Finees hijo de Eleazar, hijo del
sacerdote Aarón, ha hecho apartar mi furor de los hijos de Israel, llevado de celo
entre ellos; por lo cual yo no he consumido en mi celo a los hijos de Israel. Por
tanto diles: He aquí yo establezco mi pacto de paz con él; y tendrá él, y
su descendencia después de él, el pacto del sacerdocio perpetuo, por
cuanto tuvo celo por su Dios e hizo expiación por los hijos de Israel”.
Números 25:10-13
“Sadrac, Mesac y Abed-nego
respondieron al rey Nabucodonosor,
diciendo: No es necesario que te
respondamos sobre este asunto. He aquí
nuestro Dios a quien servimos puede
librarnos del horno de fuego ardiendo; y
de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no,
sepas, oh rey, que no serviremos a tus
dioses, ni tampoco adoraremos la
estatua que has levantado”.
Daniel 3:16-17