Presses Universitaires Du Midi Caravelle (1988-)

Download as pdf or txt
Download as pdf or txt
You are on page 1of 11

Presses Universitaires du Midi

Violencia en el deshielo: imaginarios latinoamericanos post-nacionales despus de la Guerra


Fra
Author(s): Mabel MORAA
Source: Caravelle (1988-), No. 86, L'Amrique latine et l'histoire des sensibilits (juin 2006),
pp. 181-190
Published by: Presses Universitaires du Midi
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/40854248
Accessed: 21-08-2017 22:18 UTC

JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide
range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and
facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact support@jstor.org.

Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at
http://about.jstor.org/terms

Presses Universitaires du Midi is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend
access to Caravelle (1988-)

This content downloaded from 132.248.9.8 on Mon, 21 Aug 2017 22:18:52 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
CM.H.LB. Caravelle
n 86, p. 181-190, Toulouse, 2006

Violencia en el deshielo:
imaginarios latinoamericanos
post-nacionales despus de la Guerra Fra
PAR

Mabel MORANA

Washington University, St. Louis I ULI

And out in the Wild West,


-you have seen this movie befbre-
Four lone cowboys and their skinny ponies ride the range
And suddenly up over the ridge
A thousand Indians rise up around the edge of the plateau
Like they came out of nowhere
And there are only 4 cowboys
But the cowboys look at the Indians and they say:
Lets go gefem. - Laurie Anderson

Al iniciar su libro Mmoire du Mal, Tentation du Bien. Enqute sur le


Sicle (2000), Tzvetan Todorov pasa revista a las atrocidades que
marcaron la historia del siglo XX: Primera Guerra Mundial: ocho
millones de muertos en los frentes, ms de diez millones en la poblacin
civil, seis millones de invlidos. Genocidio de armenios a manos de los
turcos. Tremendos saldos de muertos a consecuencia de las guerras civiles
en la Rusia sovitica. Segunda Guerra: treinta y cinco millones de
muertos en Europa (por lo menos veinticinco en la Unin Sovitica),
exterminio masivo de judos, bombardeos mltiples a poblaciones civiles
en Alemania y Japn, sin olvidar el costo social de la liberacin de las
colonias. Todorov comienza su libro con una propuesta preliminar: si el
siglo XVIII fue el Siglo de las Luces, el XX debera quiz ser conocido
como el Siglo de las Tinieblas, un siglo donde la historia es indisociable
del totalitarismo y la violencia, en sus diversas formas y contextos.

This content downloaded from 132.248.9.8 on Mon, 21 Aug 2017 22:18:52 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
182 CM.H.LB. Caravelle

Latinoamrica siempre ha sido menos e


sus muertos. Hasta el da de hoy, no
permitan estimar con cierta exacti
(incluyendo la muerte por colonizacin d
condiciones de vida sub-humanas, esclav
intervenciones estadounidenses duran
nmeros que registren las bajas produci
pandillas urbanas, las movilizaciones obr
policial, el narcotrfico, la violencia
levantamientos indgenas, ni hay cifr
-como suele decirse- de las batallas de la
antiimperialista, anti-totalitaria, las bajas
la tortura, los que sucumbieron a la mis
orden y progreso y hoy agonizan en los
hay cifras que den cuenta de quienes ha
de la violencia en Guatemala, Nicaragua
Uruguay, Brasil, Per, Bolivia, Colombia
Las reflexiones de hoy se enfocan en
microsistema de Amrica Latina, part
dinmicas que en el contexto de la g
acompaan la entrada del continente al
solamente algunas bases para el anlis
relacin entre nacin, violencia y subjeti
del fin de la Guerra Fra.
A modo de introduccin, habra que se
una crtica histrico-poltico-filosfica d
crtica de las modernidades que desde el
travs de una prctica sistemtica y art
social, cultural, epistmica, sobre las
violencia del alfabeto que arras con
sociedades prehispnicas, la occidentaliza
de la nacin-estado nacen marcados por
que apelan sistemticamente a la viole
legitimadores de muy distinto orden qu
progreso y la civilidad dependen de la re
proyecto que no coincida con los intere
As, desde los orgenes de la vida repub
liberal implantada en Amrica Latin
coincidencia absoluta entre Estado
invisibilizando a grandes sectores que no
la estructuracin nacional. Con estos
entonces que la historia de Amrica Latin
intrincadas prcticas y narrativas de
distintos perodos y se entronizan a todo
social de la nacin moderna. Sin emba

This content downloaded from 132.248.9.8 on Mon, 21 Aug 2017 22:18:52 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
Despus de la Guerra Fra 1 83

fenmeno de incremento de diversas formas de violencia ciudadana a


nivel continental, y las transformaciones que los modelos de ejercicio y
conceptualizacin de la violencia han sufrido en las ltimas dcadas.
As, aunque la historia de la violencia puede rastrearse a lo largo de la
historia latinoamericana desde el descubrimiento, deseo referirme aqu
especficamente a la indudable relacin que existe entre las
transformaciones que se registran desde el fin de la Guerra Fra en los
pases perifricos de Amrica Latina a nivel econmico, poltico y
cultural, y el incremento de la violencia, a distintos niveles.
En lo econmico, la imposicin de polticas neoliberales ha logrado
acorralar, en las ltimas dcadas, a las economas nacionales
incrementando las reas de marginacin, de des y subempieo. A los
procesos de transnacionalizacin acelerada y masiva del gran capital e
influencia creciente de las empresas transnacionales en la definicin de
polticas econmicas y culturales, se suma la cancelacin de canales
institucionales para la presentacin de demandas populares, eliminacin
de espacios de debate poltico, reafirmacin de focos hegemnicos a nivel
internacional, etc. El estado benefactor, interventor, paternalista, ha ido
cediendo lugar a una entidad desdibujada que hipoteca el bienestar de la
mayora a las necesidades de proteccin y de reproduccin del gran
capital.
Correlativamente, estos cambios propulsaron una redefinicin de la
idea de democracia, que se ajusta hoy en da a un modelo mucho ms
restrictivo y excluyente que el que sirviera para describir a los regmenes
modernos: democracia = oligarqua + populismo. Segn estudiosos del
perodo (Greg Grandin, por ejemplo) esta redefinicin se ha realizado a
partir de estrategias tales como la ruptura de alianzas existentes entre
elites reformistas y clases populares, el quiebre de movimientos
alternativos que quedaron reducidos a estrategias acotadas de resistencia
circunstancial, y la destruccin de formas de liderazgo social y poltico a
distintos niveles. Se transforma as radicalmente la relacin entre sujeto y
sociedad, entre poltica, tica y subjetividad, reemplazando los objetivos
sociales por un individualismo consumista a veces aderezado de
remozadas religiosidades tradicionales o de propuestas new age que,
prometiendo consuelo y trascendencia ante las traiciones de la
modernidad, brindan una alternativa de socializacin que permite eludir
los desencantos y desafos de la historia presente.
El vaciamiento poltico del Estado, el debilitamiento de las polticas
partidistas, y la disminucin de alternativas ideolgicas que permitan
pensar lo social desde un afuera -aunque sea utpico- del
neoliberalismo, ha incrementado el sentimiento de desproteccin
ciudadana. Esto se suma al desvanecimiento del estado benefactor,
interventor, paternalista, que rigiera con variantes hasta la primera mitad
del siglo XX. Los imaginarios urbanos estn atravesados por sentimientos
de desamparo econmico, agotamiento poltico e inestabilidad social. La

This content downloaded from 132.248.9.8 on Mon, 21 Aug 2017 22:18:52 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
184 CM.H.LB. Caravelle

ciudadana del miedo de que hablara Su


con las evaluaciones que realizan politlogo
ltimas dcadas. Si, segn la conocida frase
Guerra Fra la guerra se hizo improbable y
Keane 110), el fin de ese perodo ha pro
equilibrio internacional del terror. Hoy en d
una guerra latente (Keane 132): hay un
diversos de batallas internas a nivel naciona
ms o menos restringidos a mbitos loc
movilizaciones indgenas, desestabilizacione
llamado orden democrtico por sectore
desorganizados pero disidentes a los partid
delito comn con estrategias innovadoras t
secuestros, etc., movilizaciones de grupo
plano subnacional (pandillas) o supranacion
sociedades que presentan ndices de segu
altos que los que se registran en Colom
sentimiento colectivo se mantiene aferrado
de que en cualquier momento, como seala
vagn del metro puede volverse una pe
estadsticas de algunas latitudes registren d
ciudadana del miedo ha marcado su impr
Beatriz Sarlo, con el imaginario no se discute
Ya nadie cree que la violencia de estado
internacional sea un momento impresci
universal. Como ha indicado Bolvar Echev
apenas un provisional cese del fuego. Esto
utopa de unificacin, centralismo y contro
requieren nuevas nominaciones: los crticos
de baja intensidad (Martin van Creveld
(Enzensberger) o guerras inciviles (John K
de lo social indicando el retorno de lo
sometido, o invisibilizado por la modernidad, q
La violencia que se registra en Amrica La
ha sido interpretada como una serie d
inorgnicas, aunque no por ello menos el
globalizacin. En algunos casos, la violencia
perodo y sus races deben ser estudiadas e
modernizadoras, con la aplicacin de determ
de estado y -a partir, todava, de perspect
vinculacin de los capitalismos perifri
internacionales y a sus agresivas polticas d
otros casos, las formas ms actuales, en
violencia aparecen como respuestas que surg

This content downloaded from 132.248.9.8 on Mon, 21 Aug 2017 22:18:52 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
Despus de la Guerra Fra 1 85

imposibilidad de organizar agendas locales, naci


puedan contrarrestar el efecto arrasador de las pol
Bolvar Echeverra ha estudiado las relaciones entre las
manifestaciones de violencia salvaje y la disolucin de la identific
entre Estado y Sociedad. Las percepciones que acompaan a los pro
de globalizacin parecen asumir que, al haberse ampliado la superf
social que el estado debe cubrir, se ha incrementado la incapac
institucional para absorber las contradicciones y demandas soc
dando as lugar a una posible reactualizacin catastrfica de la viol
ancestral no superada. Ante el descaecimiento de la utopa de
perpetua y las crisis polticas que acompaan el fin de la modernid
nico que pervive como propuesta de articulacin ciudadana
creencia en el mercado como el espacio por excelencia de confluen
participacin y libre intercambio de bienes materiales y simblic
decir la concepcin de la posibilidad de realizacin de todos los val
sociales, individuales y colectivos en el mundo de la mercanca. Li
como Consumidores y ciudadanos, de Nstor Garca Canclini, explo
vigencia de esa propuesta en pocas actuales. Pero, desde posicione
crticas que descriptivas, quiz es hora de comenzar a entend
mercado ya no como una instancia de socializacin participativa, s
como una arena de lucha entre ofertas que entran a la compet
marcadas por las improntas de la desigualdad productiva, el mono
de las trans nacionales, la explotacin masiva y la subalternizacin
vastsimos sectores sociales que slo alcanzan una integracin deficit
la cultura poltica de nuestro tiempo. Si la modernidad cre a trav
mito de la productividad el modelo utpico de una sociedad insaci
atravesada por el deseo inacabado, el escenario posmoderno d
globalidad incrementa al infinito esa voracidad y las frustraciones q
insatisfaccin produce, en una dinmica de produccin constan
artificial de la escasez (el consumidor ideal es aquel que no puede t
satisfaccin, que vive en un estado de carencia permanente). Hoy
claro que el monopolio estatal de la violencia tendra como com
fundamental el de proteger la integridad y pureza del interca
mercantil, tanto de sus enemigos externos como internos (Echeve
Pero en tiempos postmodernos ese monopolio se encuentra amena
por las formas salvajes en que se expresa la frustracin d
consumidores/ciudadanos, los sectores relegados de las dinm
integradoras de la legalidad productivista y los que eligen fo
anmalas de insercin en el mundo de la oferta y la demanda. No
excesivo decir, desde esta perspectiva, que al lenguaje supranacion
capital nuestra poca responde de manera casi instintiva, dispersa
aparentemente inorgnica con el lenguaje supranacional de la viole
En otras palabras, la lengua universal del capital tiene tambi
dialectos particulares.

This content downloaded from 132.248.9.8 on Mon, 21 Aug 2017 22:18:52 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
186 CM.H.LB. Caravelle

Muchos han caracterizado algunas m


postmoderna como una forma de regresi
Kaplan habla de la aparicin del segundo ho
formar una sociedad de guerreros que comb
falta de recursos con una extensin plan
articula clandestinidad con espectculo, ma
Sin embargo, la caracterizacin de primiti
civilizaciones primitivas (premodernas)
visto en el carcter blico un recurso c
autonoma y para defender a la comu
instituciones estatales de carcter opresor
de un Estado centralizado con monopolio
recurso que podra, en cualquier momento,
mismos de la comunidad a la que ese esta
115). Pero al mismo tiempo, en muchas
violencia se daba a s mismo mecanismos internos de control. En muchos
casos, el jefe que decretaba el movimiento blico no se limitaba a declarar
la guerra ni se mantena en la retaguardia sino que por su mismo
liderazgo deba ser el primero en salir al campo de batalla (y casi
seguramente, por tanto, el primero en morir). La gloria consista
justamente en el herosmo de la muerte por la fe en una causa colectiva
que legitimara la apelacin a la violencia que involucraba a toda la
comunidad. Muerto el lder, ya no exista la posibilidad de que ste
pudiera usufructuar de la violencia polticamente, como una forma de
popularidad que servira, por ejemplo, para una reeleccin presidencial.
Sin embargo, en Amrica Latina, muchos de los que podramos
llamar rasgos de estilo de la violencia tienen una indudable cualidad
arcaizante. Dentro de lo que Jean Franco llamara el costumbrismo de la
globalizacin aparecen prcticas culturales y textos apocalpticos con
estas caractersticas, que reflejan el horror de la clase media ante la
explosin de su mundo, versiones presentistas que eligen ignorar toda
genealoga, toda relacin con el pasado colectivo, toda posible proyeccin
de futuro, como si la historia se agotara en la peripecia de la
supervivencia individual, el consumo, la transi to riedad y el espectculo
de una rebelin desarticulada y explosiva, casi hollywoodense, contra el
status quo. En plena postmodernidad muchas narrativas articuladas al eje
de la violencia representan conflictos y personajes que evocan modelos de
conducta y discursividades que pareceran anacrnicas en los tiempos que
corren. El sicariato, por ejemplo, articula la prctica mercenaria con las
matrices de la religiosidad tradicional. El estudio de la llamada sicaresca
aproxima la novela de sicarios {La virgen de los sicarios, Rosario Tijeras,
etc.) a los modelos de la picaresca por las similitudes en torno al
protagonismo del joven marginado que intenta medrar en una sociedad
estratificada que lo relega y a la que le es imposible integrarse
productivamente (ver Von der Walde). Incluso los narco-corridos

This content downloaded from 132.248.9.8 on Mon, 21 Aug 2017 22:18:52 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
Despus de la Guerra Fra 1 87

remiten a modelos discursivos de pocas an


popular, paralelo a la retrica poltica dom
oralidad, como documentando la cancelacin de
institucionalizadas de comunicacin y socializac
La violencia articula as, en los sentidos ant
residuales de la modernidad, dejando al descub
la poltica burguesa y liberal. Refirindose
formacin del Estado, Eric Hobsbawm hablab
insurrecciones inorgnicas que a travs d
discontinuas marcaban de manera beligerante l
institucionalidad burguesa. Hoy en da, la
nuevamente, en el contexto de la crisis epist
revisar los conceptos de gobernabilidad, sociali
a repensar los lmites de la tolerabilidad socia
simblicos del liberalismo y el valor tico de
que no conciben su existencia fuera del fetichis
estrategias radicales, arcaicas o inditas, la vio
plano de la escena social justamente a los desp
desechables, es decir a los ncleos irreductib
articulados a la economa cultural de la m
prctica formas anmalas de agencia individu
productividad negativa (o negatividad product
la sociedad con sus fantasmas, con lo indeci
inaugura territorios existenciales (Guatta
residuales de subjetividad, sustentadas en form
solidaridad grupai. Se apoya en la produccin
descreen de la transparencia comunicativa y l
ncleo de solidaridad grupai y que desco
deliberativa, del consenso, y de la pedagoga n
relativiza as lo global frente a lo contingente
individual, lo local frente a lo transnacional, y vi
La violencia social en sus mltiples manifes
un mecanismo trans-sectorial, infra o trans-n
tambin trans-histrico, que opera a partir de
intereses, tiempos, agendas y recursos, redefin
atraviesan lo social integrando de una manera i
creando nuevos universos de referencia simb
resignificacin cultural y poltica. Si la que B
nocin liberal de multiculturalismo propone r
las desigualdades sociales a mera diferencia cult
la idea de que la sociedad est atravesada p
identitarios ya no slo diversos sino esenc
antagnicos, irreconciliables dentro de las con
formas ineficaces, perversas y excluyentes d
glorificar sus mtodos, ni estetizar sus pr

This content downloaded from 132.248.9.8 on Mon, 21 Aug 2017 22:18:52 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
188 CM.H.LB. Caravelle

consecuencias, debe reconocerse que,


excedido e irracionalista, la violencia im
socializacin intergrupal, funciona dentr
puede absorber, ni resolver, ni compren
grupai, de xito, poder y valor persona
entre medios y fines. No intenta superar n
mitos de la modernidad, sino que los exp
simulacro monstruoso en el que m
perversamente, en la clave de un d
individualismo, los ideales civiles de las b
la conquista de mercados (narcotrfico),
terri torializadas (pandillas), el poder de
consecucin de fines autolegitimados. R
liderazgo, la relacin entre discurso y
llamando la atencin sobre los biopod
impactan a distintos niveles el construc
Como sntoma y tambin como causa
violencia hace resurgir el trauma del
dependencia, la exclusin, la modernizaci
Sin minimizar de ninguna manera las
menudo catastrficas de la violencia,
despliegue de acciones, escenarios y sign
una performance que por medio de prct
creacin de un desorden simblico. A tra
extremadas modalidades de dramatizacin
exhibicionismo, la violencia abre un esp
destruye- los mitos de orden y prog
incapacidad del estado para atender dem
corregir desbordes. Su praxis desbordada
desde otras perspectivas lo que Josefina
mvil del delito: los criterios y procesos
de prcticas sociales protagonizadas p
excedente del sistema.
Es obvio que ningn estudio sobre vio
deslindes y entrecruzamientos entre vi
poltica), violencia emancipatoria (como e
-Lenin deca que no se puede hacer una t
o violencia dialctica (que se registra en m
emancipatorio tanto como en las e
misticismo, etc. [Echeverra]), violencia
(no institucionalizada), etc. Es obvio tam
consideraciones biologistas, filosf
universalista que trabajan la teora d
estrategia transhistrica, transcultural, la e
requerira ms bien constantes con

This content downloaded from 132.248.9.8 on Mon, 21 Aug 2017 22:18:52 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
Despus de la Guerra Fra 1 89

descubierto su carcter primordialmente con


contextualizaciones que implican una toma de
las realidades analizadas. Finalmente, es tam
todos los casos la violencia es partera de la h
obvio que en tanto prctica social, la violen
margen o en respuesta a la violencia estructur
puede ser simplemente descartada o repud
salvaguardadas del orden burgus. En tanto pr
es un lenguaje cifrado, opaco, que llama la aten
debe ser entendido y decodificado, una len
expresan sectores desarticulados de la estruct
quo. Sectores que responden a la pregunta
subalterno an con la rplica arcaizante de Cali
y maldecir en la lengua del amo.

Obras citadas

Bhabha, Homi. Location of the Culture. New York: Routledge, 1994.


Echeverra, Bolvar. Ilusiones de la modernidad. Mxico: UNAM/El equilibrista,
1995.

- . Valor de uso y utopa. Mxico: Siglo XXI Eds., 1998.


Enzensberger, Hans Magnus. Civil War. London: Granta Books/Penguin
Books, 1994.
Franco, Jean. The Decline and Fall of the Lettered City. Latin America in the Cold
War. Cambridge: Harvard UP, 2002.
Franco, Jorge. Rosario Tijeras. Buenos Aires: Planeta, 1999.
Garca Canclini, Nstor. Consumidores y ciudadanos. Conflictos multiculturales de
la globalizacin. Mxico: Grijalbo, 1995.
Grandin, Greg. The Last Colonial Massacre: Latin America in the Cold War.
Chicago: University of Chicago Press, 2004.
Guattari, Flix. Casmosis. Buenos Aires: Ed. Manantial, 1996.
Hobsbawm, Eric. Bandits. New York: Delacorte Press, 1969.
Kaplan, Robert. Warrior politics : why leadership demands a Pagan ethos. New
York : Random House, 2002.
Keane, John. Reflexiones sobre la violencia. Madrid: Alianza Ed., 1996.
Ludmer, Josefina. El cuerpo del delito. Buenos Aires: Perfil, 1999.
Rotker, Susana. Ciudadanas del miedo. Caracas: Nueva Sociedad, 2000.
Sarlo, Beatriz. Violencia en las ciudades. Una reflexin sobre el caso argentino.
Mabel Morana ed. Espacio urbano, comunicacin y violencia en Amrica Latina.
Pittsburgh: Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, 2002.
Todorov, Tzvetan. Mmoire du Mal, Tentation du Bien. Enqute sur le Sicle.
Paris: Editions Robert Laffont, 2000.

This content downloaded from 132.248.9.8 on Mon, 21 Aug 2017 22:18:52 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms
190 CM.H.LB. Caravelle

Vallejo, Fernando. La virgen de los sicarios. Bo


Van Creveld, Martin. The Transformations of
Von der Walde, Edna. La novela de sicar
Iberoamericana 3 (2001): 27-40.

RESUMEN - El artculo plantea una aproxim


de la violencia en Amrica Latina y a la posib
los que esa experiencia social nos enfrenta.

RSUM - Ce travail propose une approch


violence en Amrique latine et de la lec
auxquels nous confronte cette exprience socia

ABSTRACT - This article proposes an


imaginative representations of violence in L
consideration a possible reading of hidden
this social experience.

PALABRAS-CLAVE : Latinoamrica, Siglo


Postmodernidad.

This content downloaded from 132.248.9.8 on Mon, 21 Aug 2017 22:18:52 UTC
All use subject to http://about.jstor.org/terms

You might also like

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy