Impactos Sobre Bosques
Impactos Sobre Bosques
Impactos Sobre Bosques
,
Badillo Romero, M. D., Villate Daza, D. A., Serrano,
M. C.. Sánchez Moreno, H. 2020. Natural processes
and human actuations: impacts on mangrove forests
of South America. Revista Costas, 2(1): 211-232. doi:
10.26359/costas.1802
1
Laboratorio de Investigación en Microbiología, Keywords: Coastal erosion, Hurricane, El Niño,
Universidad Simón Bolívar, Barranquilla, Colombia. Deforestation, Salinity.
hbolivar1@unisimonbolivar.edu.co; maria.serrano2@
unisimonbolivar.edu.co; moises.badillo@unisimon.
edu.co; hsanchez13@unisimonbolivar.edu.co Abstract
The great importance of mangroves’ forest is linked to
2
Departamento de Ciencias de la Tierra, Facultad
de Ciencias del Mar y Ambientales, Universidad de their capacity of resilience against natural and human
Cádiz, Cádiz, España. impacts, this way playing a determinant function in the
giorgio.anfuso@uca.es; samantha.chaconabarca@ adaptation to climatic change related processes. At global
alum.uca.es scale, mangroves’ forests cover an area of 150,000 km2,
3
Grupo de Oceanografía Operacional,
11% (≈16,500 km2) of them being located along the Pa-
Centro de Investigaciones Oceanográficas cific and Caribbean coasts of South America. About 70
e Hidrográficas del Pacífico.. species of mangroves exist around the World with 10 ob-
godievi@gmail.com served in South America, among them the most relevant
are: Rhizophora mangle, Avicennia germinans, Laguncu-
laria racemosa and Conocarpus erectus. Concerning man-
Submitted: June 2020 groves’ cover loss, at global scale, an annual rate of 0.16%
Accepted: December 2020 was observed between 2000 and 2012 with lower rates
recorded in South America respect to Asia, Africa, North
Associate Editor: Eduardo Martins
and Central America. This paper analyses the main effects
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of natural and human impacts on mangroves’ forests by means of examples from South America and several other coun-
tries. Concerning natural impacts special attention was devoted to: i) constant and ii) specific erosion processes (related
to storms and tropical cyclones), both of them essentially affect Rizophora mangle since this specie occurs at the shoreline
meanwhile strong winds recorded during hurricanes (with a category > 3 of the Saffir-Simpson scale) especially affects
R. mangle and A. germinans, and iii) the effects of climatic phenomena such as “El Niño” and “La Niña” that produce
variations in soil salinity that determinates the establishment and growth of a mangrove’s specie or an other. Concerning
human impacts special attention was paid to illegal logging that, in the Northern Caribbean of Colombian coast essen-
tially affectes L. racemosa, which wood is used by local population to build up cabins on the beaches for tourist purposes.
Resumen
La gran relevancia de los bosques de manglar se debe a que estos ecosistemas son considerados entre aquellos más re-
silientes ante los efectos adversos ejercidos tanto por factores naturales como antrópicos y, por eso, cumplen un papel
fundamental en la estrategia para la adaptación al cambio climático. A nivel global se calcula que los bosques de manglar
cubren una superficie de unos 150.000 km2, un11 % (, un 11 % (≈16.500 km2) de los cuales se encuentra en las costas
del Pacifico y del Caribe de Sudamérica. A nivel mundial se han reportado ≈70 especies de manglar, diez de las cuales
se encuentran en Sur América, siendo las más comunes: Rhizophora mangle, Avicennia germinans, Laguncularia racemosa
y Conocarpus erectus. En cuanto a pérdidas de manglar, a nivel mundial se han estimado valores anuales del 0,16 %
entre 2000 y 2012, presentando América del Sur las tasas más bajas de deforestación en comparación con Asia, África,
América del Norte y Central. En este trabajo se han descrito los efectos de los principales impactos naturales y antró-
picos sobre los bosques de manglar reportando ejemplos de Sudamérica y de otros países. Entre los impactos naturales
se han considerado los efectos de: i) la erosión crónica y ii) puntual del litoral (es decir debida a frentes fríos y ciclones
tropicales), ambas afectan sobre todo la Rizophora mangle porque ésta se localiza en la zona más próxima al mar mientras
que los fuertes vientos registrados durante los huracanes (sobre todo de categoría >3 de la escala Saffir-Simpson) afectan
esencialmente tanto R. mangle como A. germinans, y iii) los efectos de fenómenos climáticos como “El Niño” y “La
Niña” que producen variaciones de la salinidad intersticial del suelo y, por ende, condicionan la predominancia de una
especie u otra. Entre los impactos antrópicos se ha descrito esencialmente la deforestación, con especial atención a la tala
ilegal que, en la parte norte del Caribe colombiano, afecta principalmente L. racemosa, cuya madera es utilizada por las
poblaciones locales para la construcción en las playas de cabañas para los turistas.
Palabras claves: Erosión costera, Huracán, El Niño, Deforestación, Salinidad.
1. Introducción
El bosque de manglar constituye un ecosistema inter- marinas durante los temporales o mareas vivas, como
dependiente y singular caracterizado por asociacio- con los aportes de corrientes de agua dulce perma-
nes vegetales costeras tropicales y subtropicales que se nentes o estacionales y, finalmente, extremadamente
desarrollan sobre sustratos fangosos y que presentan dinámico como lo es el litoral, sujeto a procesos ero-
particulares características morfológicas, fisiológicas sivos y de sedimentación a veces muy rápidos y rele-
y reproductivas (Giri et al., 2011; López-Angarita et vantes (Carter, 1988; Komar, 1998). Así, los man-
al., 2016; Osland et al., 2018; Thomas et al., 2017). glares ocupan un hábitat en medio del bosque seco
Dichas características hacen que este ecosistema se tropical, los humedales de agua dulce, las cuencas
pueda desarrollar en un ambiente extremo, anóxi- hidrográficas y los ecosistemas marinos, sobre todo
co, con salinidad variable - relacionada tanto con las observándose en correspondencia con desembocadu-
inundaciones periódicas, regulares o no, de las aguas ras fluviales, tanto deltas como estuarios tropicales y
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subtropicales (López-Angarita et al., 2016; McKee, Cabe también destacar la función de protección del
1993; Polidoro et al., 2010) (figura 1.) litoral frente a la erosión e inundación que este eco-
Los bosques de manglar constituyen un hábitat sistema desarrolla amortiguando la energía del viento
cuya importancia y función ecosistémica tiene gran y del oleaje sobre la costa, y así protegiéndola de los
interés ecológico, estético, recreacional, científico, efectos tanto de la erosión crónica como aquella pun-
social, económico y cultural. Este hábitat constituye tual relacionada a temporales y huracanes (Lee et al.,
un refugio ideal en cuanto se trata de un ambien- 2014; Sandilyan et al., 2015; Walters et al., 2008).
te resguardado y, por ende, un lugar preferente de Los árboles de manglar también protegen los suelos
reproducción, anidación y alimentación de diversas dedicados a la agricultura localizados hacia tierra ya
especies de crustáceos, anfibios, reptiles, aves y ma- que las plantas atrapan el aerosol marino, es decir
míferos (Barbier, 2016; Nagelkerken et al., 2008; las partículas de sal que acarrean las brisas marinas
Walters et al., 2008), debido a la abundancia de ma- (Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible de
teria orgánica y nutrientes (Friesen et al., 2018). De Colombia, n.d.).
esta manera, este hábitat desarrolla un papel muy En cuanto a su importancia científica, los bosques
importante en el aporte y transferencia de materia y de manglar son considerados una rica fuente de mi-
energía a otros sistema (Friesen et al., 2018). Además, croorganismos y compuestos naturales bioactivos
los bosques de manglar presentan una gran relevancia con uso potencial en la industria farmacéutica (an-
como evapotranspiradores y sumideros naturales de tifúngicos, antivíricos, antibacterianos) biotecnológi-
CO2 y funcionan como trampas naturales de con- ca, alimentos, agrícola, medicina, entre otras (Bolí-
taminantes (Lee et al., 2014; Polidoro et al., 2010). var-anillo et al., 2020; Castro et al., 2014; Wu et al.,
2008; Xu, 2015).
Figura 1. Distribución a nivel mundial de los bosques de manglar, modificado de Giri et al. (2011).
Figure 1. Global distribution of mangrove forests, modified from Giri et al. (2011) .
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para establecerse y crecer (Berger et al., 2008). Por en los bosques de manglar por fenómenos naturales
lo tanto, la zonificación de las especies de manglar o antrópicos muy a menudo no son homogéneas, ya
dentro del bosque, es el resultado de la respuesta di- que los impactos afectan de manera diferente a cada
ferencial a gradientes de agentes fisiológicamente re- una de las especies que se encuentran conformando
presentativos como la salinidad, nutrientes del suelo el bosque (Ball, 2002; Ball et al., 1984; Mizrachi et
(ej. nitrógeno y fósforo), acreción y tasas de erosión al., 1980).
y avance de la costa, topografía del suelo, hidrope- En el presente trabajo se llevó a cabo una revisión,
riodos (frecuencia y duración de las inundaciones) a partir de numerosos artículos publicados esencial-
y descarga de agua dulce (Chen et al., 1999, 1998; mente en revistas internacionales recogidas en el Ci-
Twilley et al., 1998, 2005). Así, los manglares gene- tation Index y, secundariamente, en revistas naciona-
ralmente muestran patrones particulares de distribu- les y de literatura gris (informes y otros documentos
ción dentro de su hábitat. En Colombia y en general inéditos), sobre los principales impactos naturales y
en Latinoamérica, se observa, de mar hacia tierra, la antrópicos que afectan a los bosques de manglar y
siguiente zonificación típica: 1. Rhizophora mangle, 2. cómo influyen sobre la distribución de las diferen-
Avicennia germinans, 3. Laguncularia racemosa 4. Co- tes especies en estos bosques tomando como base la
nocarpus erectus 5. Pelliciera rhizophorae (von Prahl, zonación descrita anteriormente, típica de América
1990). Por lo tanto, las alteraciones que se registran del Sur.
2. Impactos naturales
Entre los principales impactos naturales que afectan allí donde el balance sedimentario es negativo, es
los bosques de manglar se destacan los daños produ- decir, cuando en un determinado sector o celda li-
cidos por la erosión crónica del litoral y los proce- toral, las pérdidas de sedimentos son mayores que
sos de erosión puntual relacionados con temporales las ganancias (Anfuso et al., 2013; Bray et al., 1995;
marinos y ciclones tropicales siempre acompañados Carter, 1988). Este proceso conlleva a un progresivo
por fuertes vientos (Komar, 1998; Sippo et al., 2018; retroceso del litoral que, en el caso de los bosques
Xiao et al., 2020). Estos últimos procesos naturales de manglar, evidentemente empieza afectando la pri-
representan casi el 45 % de todos los disturbios no mera línea de mangle, es decir, la zona ocupada por
antropogénicos reportados (Mira et al., 2019; Sippo la especie Rhizophora mangle (figura 2 a y b) (Duke
et al., 2018). Además, los manglares pueden ser im- et al., 1998; Gill et al., 1977), a pesar de sus caracte-
pactados por fenómenos tales como “El Niño” y “La rísticas específicas y capacidad de resistencia frente a
Niña” que alteran los aportes de agua dulce y, por los agentes erosivos. En detalle, dicha especie, por su
ende, afectan la salinidad del sistema y, finalmente, tipología y aparado radical es aquella que mejor resis-
los procesos debidos al cambio climático entre los te al impacto y acción de las corrientes, oleaje y vien-
cuales el aumento del nivel del mar se vislumbra to y, por eso, se localiza en la zona intermareal baja,
como la mayor amenaza (Ellison, 2018; Giri et al., contribuyendo a la estabilización de la línea de costa
2011; Rossi et al., 2017; Ward et al., 2016). y al establecimiento de otras especies, tanto dentro
La erosión crónica del litoral se debe a la acción del área en la que ésta se desarrolla, como hacia tierra
del oleaje predominante y las corrientes asociadas (Duke et al., 1998; Gill et al., 1977). Se ha estable-
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Figura 2. Características y distribución de las especies de manglar en condiciones normales en América del Sur (a);
Efectos de los procesos de erosión crónica (b), se observa la pérdida principalmente de R. mangle;
Efectos de un huracán de categoría 3 o superior (escala Saffir-Simpson) y de los fuertes vientos asociados (c),
se observan árboles y ramas caídas principalmente de R. mangle y A. germinans.
Figure 2. Characteristics and distribution of mangroves’ species under normal conditions in South America (a);
Effects of chronic erosion processes (b), the loss of (especially) R. mangle is observed; Effects of a category 3
or higher hurricane (Saffir-Simpson scale) and associated strong winds (c), fallen trees and broken branches-mainly
of R. mangle and A. germinans - are observed.
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cido que los manglares sanos pueden retener más del marinos y los ciclones tropicales que pueden provo-
80 % de los sedimentos de grano fino y contribuir car decenas de metros de retroceso de la línea de costa
a la sedimentación del orden de 1-8 mm/año (Bes- (Komar, 1998). Durante ambas tipologías de eventos
set et al., 2019). Sin embargo, aunque sea normal se dan importantes procesos de erosión y/o inunda-
que la erosión crónica afecte un determinado litoral, ción costera en gran parte debidos al storm surge,
generalmente es magnificada por actuaciones antró- es decir la subida de la cota de inundación marina
picas erróneas, dentro de las cuales la más común es debido al oleaje, las bajas presiones atmosféricas y los
la construcción de estructuras de protección costera vientos que soplan hacia tierra (Komar, 1998). En
como espigones y rompeolas que favorecen local- detalle, los temporales son bajas presiones asociadas
mente la ampliación del sector costero directamente a frentes fríos (Ortiz-Royero et al., 2013) que, por lo
interesado pero provocan erosión en las zonas aguas general, afectan amplias áreas del orden de centena-
abajo ya que interrumpen el transporte longitudinal res de kilómetros y duran desde unas horas a varios
de sedimentos a lo largo del litoral como se ha obser- días (Anfuso et al., 2016, 2020; Brown et al., 2002;
vado en el Mediterráneo español por Manno et al. Dolan et al., 1992; Komar et al., 2008). Los ciclones
(2016) y Molina et al. (2019) y en Italia por Anfuso tropicales, que abarcan desde las depresiones y tem-
et al. (2013) y Pranzini et al. (2015) y en Francia por porales tropicales hasta los huracanes, que se dividen
Antony (1997) y Antony y Sabatier (2013) y en ge- en cinco categorías, es decir categoría 1 (velocidad
neral en Europa (Pranzini et al., 2015) o en el caribe del viento: 119–153 km h-1), 2 (154–177 km h-1),
colombiano por Rangel Buitrago et al. (2015), Anfu- 3 (178–208 km h-1), 4 (209–251 km h-1) y 5 (≥252
so et al. (2015) y Sánchez-Moreno et al. (2019); estos km h-1), en el marco de la escala Saffir-Simpson (Na-
últimos autores registraron una erosión del manglar tional Weather Service, n.d.), son bajas presiones que
en correspondencia de Puerto Colombia de 110 m se forman en las zonas tropicales debido a una trans-
en el periodo 2004-2017 debido a la construcción ferencia de calor del océano a la atmósfera cuando
de varios espigones aguas arriba del bosque. Un efec- la superficie del océano alcanza aproximadamente
to parecido se da en relación con los puertos que, si los 28 ºC. Una vez formadas, dichas depresiones son
no han sido diseñados adecuadamente, favorecen la desplazadas hacia el oeste por los vientos Alisios que
acumulación de sedimento en las zonas localizadas soplan del Este, siendo así las costas orientales de los
inmediatamente aguas arriba, notándose los efectos continentes aquellas más afectadas. Por lo general, los
erosivos a veces hasta decenas de kilómetros aguas ciclones tropicales afectan áreas costeras más peque-
abajo (Anfuso et al., 2013). Perdidas de manglar por ñas con respecto a los frentes fríos y durante interva-
procesos erosivos amplificados por la construcción de los temporales más cortos, si son pero acompañados
estructuras de defensa costera emplazadas para pro- por fuertes vientos que pueden provocar importantes
teger estanques de peces y camarones, también fue- daños materiales y pérdidas de vidas humanas (Gol-
ron observados por Winterwerp et al. (2005), en el denberg et al., 2001; Kossin et al., 2014).
manglar ubicado en Bang Khun Thien (Tailandia). Los huracanes suelen producir cambios generaliza-
Por tanto, aunque es considerada como un proceso dos en el entorno físico del bosque, alteración de la
natural, la erosión crónica también posee un compo- estructura y composición de la vegetación, sucesión
nente antrópico. y alteraciones en el ciclo de los nutrientes (Castañe-
La erosión puntual se registra en horas o días por da-Moya et al., 2010). En las últimas cinco décadas,
el impacto de eventos concretos como los temporales a nivel mundial, se estima que los huracanes han cau-
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sado daños en un total de 28.000 hectáreas, con una zando valores entre el 50 y el 100 % cuando el ancho
mortalidad forestal de hasta 5.700 hectáreas (Krauss es de 500 m, reduciendo también la cota de inun-
et al., 2020; Sippo et al., 2018). Sin embargo los efec- dación marina durante los temporales (storm surge).
tos de los ciclones tropicales en los ecosistemas de Los efectos principales (figura 2 c) son la pérdida
manglar generan perturbaciones que no suelen ser de de la primera franja de manglar representada por la
larga duración, algunas especies pueden recuperarse especie Rizophora y la ruptura o inclusive la caída de
rápidamente y otras dependen de estrategias de rege- árboles altos de la especie A. germinans por los fuertes
neración temprana (Krauss et al., 2020). En detalle, vientos como se observó en la Ciénaga de La Virgen
los huracanes con velocidades de viento de categoría en Cartagena de Indias (Colombia) en el año 1998
3 o superiores (≥178 km h-1) causan daños visibles por el impacto del huracán Mitch (Lavell, 2005). Se-
en los manglares, casi sin excepción (Krauss et al., gún Tovilla-Hernández y Orihuela Belmonte (2004),
2020). Sin embargo la estructura del bosque juga- casos similares se dan en la costa norte de Nayarit,
rá un papel fundamental en los efectos ejercidos por en el Pacífico de México, donde se registran alre-
estos vientos, siendo los más afectados los bosques dedor de 22 ciclones por año (Prieto, 1993) y, en
conformados por grandes árboles principalmente por detalle, fueron relevantes los daños debidos al hura-
la caída y ruptura de los mismos, mientras que son cán Rosa sobre L. racemosa y A. germinans. Dichos
menos afectados los bosques conformados por árbo- autores finalmente destacaron como la recuperación
les de menor altura y con aberturas en el dosel. Sin de los manglares afectados fue rápida, alcanzando el
embargo, durante huracanes de categoría 4 y/o 5 no 85 % de los árboles perdidos en tres meses. En la
se garantiza un menor daño en los bosques con ár- costa caribeña de México, en el caso del manglar de
boles de poca altura y dosel abierto (Krauss et al., Puerto Morelos en Quintana Roo, Carillo-Bastos et
2020). Por lo tanto, en los lugares donde se observa al. (2008), señalaron que los vientos provocados por
una mayor frecuencia de huracanes como en algu- los huracanes afectaron esencialmente a la especie C.
nos lugares del Caribe, la complejidad estructural de erectus, en comparación con R. mangle, ya que la pri-
los manglares se reduce a árboles de menor altura del mera especie tiende a adquirir gran altura, lo que la
dosel, mientras que en sitios donde los huracanes son hace más vulnerable al impacto del viento. Walcker
poco frecuentes como en algunas islas del pacifico, et al. (2019) estudiaron los daños causados por el hu-
se observan bosques con mayor altura del dosel, ma- racán Irma (categoría 5) en los manglares de la Isla
yor biomasa estructural y complejidad (Krauss et al., de San Martín (Mar Caribe), en un bosque alterado
2020; Simard et al., 2019). por diversas actividades antrópicas. Los autores ob-
En estudios más detallados, autores como Krauss servaron que fue afectado aproximadamente el 80 %
et al. (2009) y Zhang et al. (2012), han descrito los de la superficie del manglar y las especies con mayor
efectos de la erosión litoral y el impacto de tempora- daño fueron A. germinans y R. mangle con una mor-
les y huracanes en los bosques de manglar observan- talidad del 65 % y 62 % respectivamente, mientras
do cómo, en función de la densidad y altura de los que C. erectus y L. racemosa fueron las especies menos
árboles, del ancho del bosque y de otros factores es- impactadas. En los meses posteriores al paso del hu-
pecíficos como las características de las raíces aéreas, racán se observó una recuperación del manglar en la
etc., los bosques de manglar reducen la velocidad del mayoría de los lugares estudiados, observándose una
viento y la altura de ola entre un 13 y 66 %, en el recuperación mucho menor o nula en aquellos sitios
caso de un bosque con un ancho de 100 m, alcan- afectados por actividades antrópicas evidenciando así
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Bolívar-Anillo, H. J., et al.
como la degradación inducida por el hombre cons- variaciones de salinidad asociadas a la variabilidad
truye un factor que influye directamente en la recu- hidrológica sea quizá el factor que más influye so-
peración del manglar (Walcker et al., 2019). Taillie et bre los ecosistemas marinos costeros, especialmente
al. (2020), estudiaron, mediante el uso de imágenes en los estuarios, y adquiere particular importancia en
satelitales, los daños sufridos por los bosques de man- la reproducción, dispersión y reclutamiento de los
glar en la región del Caribe y del Golfo de México manglares (Riascos et al., 2018).
durante la temporada de mega huracanes del Atlánti- En detalle, el fenómeno de El Niño está asociado
co del año 2017. Los autores reportaron que los man- a la aparición y permanencia, durante varios meses,
glares sufrieron 30 veces más daños durante el 2017 de aguas superficiales relativamente más cálidas en
que en cualquiera de las 8 temporadas de huracanes un área que va desde el Pacífico tropical central hasta
anteriores, y la mayor parte de los daños persistie- las costas del norte de Perú, Ecuador y sur de Co-
ron durante los 7 meses posteriores a la temporada lombia. Los impactos más notables relacionados con
de huracanes. Los daños en los manglares se debie- el El Niño son las sequías observadas en sectores de
ron principalmente a las altas velocidades del viento, Australia, África, India, Sudeste asiático, Indonesia,
las inundaciones (debidas a la acumulación de aguas Centroamérica y el Caribe y, el noreste de América
de escorrentía superficial por las fuertes lluvias) y la del Sur que, si observadas durante periodos prolon-
estructura de los manglares, en especial la altura del gados, traen consigo diferentes consecuencias como
dosel. Aunque los manglares son un ecosistema resis- la reducción de la producción agrícola y el desabaste-
tente a los impactos de los huracanes, los resultados cimiento de agua para la población y también la dis-
presentados por Taillie et al. (2020), sugieren que el minución de los aportes de agua dulce a los bosques
aumento en la frecuencia de los mega huracanes en de manglar. Estas condiciones de sequía impactan la
el Caribe podría afectar de manera muy relevante los hidrología del manglar: durante periodos de sequía
bosques de manglar. severa se observa un aumento en la salinidad (hiper-
Otros impactos naturales son debidos a fenómenos salinidad) debido a una disminución del aporte de
climáticos que resultan de la compleja interacción agua fluvial y el consiguiente aumento exponencial
entre el océano y la atmósfera (Pabón et al., 2017), de la evapotranspiración en los estuarios (Pérez-Ce-
tal como el ciclo conocido como “El Niño - La Niña” ballos et al., 2020; Rossi et al., 2017). Por otro lado,
que constituye, tal vez, el componente más relevante en algunas regiones del planeta tales como la costa
en la variabilidad climática interanual y sus efectos Pacífica de Perú y Ecuador, el sureste de Brasil y el
se observan en diferentes regiones del planeta. La sur de California, al fenómeno de El Niño se asocian
abundancia y/o escasez de precipitaciones asociadas a intensas lluvias que dan lugar a inundaciones y desli-
dichos fenómenos climáticos producen importantes zamientos que provocan importantes daños materia-
variaciones en la salinidad intersticial del suelo, uno les y pérdidas de vidas humanas (Pabón et al., 2017;
de los factores más relevantes en el control de las ca- Riascos et al., 2018).
racterísticas ecológicas del manglar ya que el grado de El fenómeno de La Niña se refiere a las condiciones
tolerancia a la salinidad determina el predominio de frías que se presentan en el sector central y oriental del
una especie u otra como se ha observado a lo largo del Pacífico tropical. Dicho enfriamiento de la superficie
caribe colombiano (Ball, 2002; Osland et al., 2018) y del mar cubre grandes extensiones de la superficie de
en otros muchos lugares (Mira et al., 2019; Sobrado este océano y, por su magnitud, altera sensiblemente
et al., 2006; Ulloa-Delgado et al., 1998). Así, dichas el clima en diferentes regiones del planeta producien-
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do efectos inversos a aquellos asociados a El Niño bios en la hidrología del bosque de manglar ubica-
(Pabón et al., 2017). En detalle, en el Caribe, durante do en el municipio de Puerto Colombia (en la parte
el fenómeno de La Niña, se presentan altas precipi- norte del Caribe Colombiano), conllevaron a un au-
taciones que alteran las características hidrológicas e mento de la salinidad produciendo la muerte de un
hidrodinámicas de los ríos. Las anomalías en las pre- amplio número de árboles. Asimismo, cambios en los
cipitaciones pueden así inducir una disminución de arroyos que alimentaban al manglar de agua dulce así
la salinidad y un aumento de la turbidez de las aguas como la construcción urbana y de vías de comuni-
fluviales y de la cantidad de nutrientes disueltos, con- cación conllevaron a una disminución del aporte de
junto de factores que aumenta la competencia de los agua dulce (Sánchez et al., 2019).
manglares con otras especies de plantas que poseen A veces, las obras antrópicas pueden producir una
una mayor tasa de crecimiento en estas condiciones disminución de la salinidad porque se construyen es-
(Rossi et al., 2017; von Prahl, 1990) así favoreciendo clusas que limitan los aportes de agua marina como
su colonización por especies invasoras que podrían lo observado por Moor et al. (2002), en la Ciénaga
alterar el desarrollo normal del manglar, por ejemplo del Totumo (al sur de Barranquilla, en el Caribe co-
evitando su migración (Biswas et al., 2018; Osland lombiano). Efectos parecidos fueron observados por
et al., 2018). Parra y Restrepo (2014) sobre los manglares del delta
Variaciones de salinidad se pueden también dar del río Patía en la costa del Pacífico colombiano. Las
por acciones antrópicas que interrumpen tanto los obras hidráulicas consistieron en la captura inducida
aportes de agua dulce como la entrada de agua de del caudal del río Patía por el río Sanquianga me-
mar al manglar, tal como observado en Colombia diante un canal artificial (canal Naranjo). El delta
por la CRA (Corporación Autónoma Regional del del Patía es de gran importancia ya que aloja apro-
Atlántico, 2007) en la Ciénaga de Mallorquín (en el ximadamente el 20 % de los manglares del Pacífico
norte del Caribe colombiano) debido a la construc- colombiano. Como efectos de la construcción del ca-
ción del dique izquierdo en la desembocadura del río nal Naranjo aparecieron nuevas dinámicas sedimen-
Magdalena o por Carbal Herrera et al. (2015), en la tarias, se sedimentaron canales, aumentó la turbidez
Ciénaga de La Virgen (en Cartagena de Indias) de- por sólidos suspendidos, erosión costera y disminu-
bido a la construcción de una carretera que obstruyó ción de la salinidad, sobre todo en el lóbulo norte del
parcialmente la comunicación de la ciénaga con el delta. La disminución de la salinidad conllevó a una
mar Caribe. Por su parte, Serrano et al. (1995) esta- expansión de la vegetación de agua dulce que llevó al
blecieron que en la Ciénaga Grande de Santa Marta reemplazo de la cobertura de manglar por ecosiste-
(localizada cerca de ciudad homónima en el Caribe mas de natal (Mora megitosperma) y naidizal (Euterpe
colombiano) los manglares que contaban con una cuatrecasana) junto con sus respectivas especies aso-
entrada constante de agua dulce (por los aportes del ciadas (Parra et al., 2014).
río Magdalena y los ríos de la Sierra Nevada de San- El manglar, como planta halófita facultativa, puede
ta Marta) presentaban mejor desarrollo estructural; crecer en condiciones de agua dulce durante un tiem-
mientras que las zonas más aisladas de los flujos de po limitado de su ciclo de vida (Wang et al., 2011).
agua dulce presentaban pobre desarrollo estructural Sin embargo, existe cierta variabilidad dependiendo
de la vegetación y gran parte de ella estaba muerta de la especie en cuanto a su tolerancia a la salinidad
debido a los altos niveles de salinidad (Serrano et al., (Ball, 2002; Sobrado et al., 2006), situaciones ideales
1995). Sánchez et al. (2019) establecieron que cam- de crecimiento se dan en condiciones de salinidad in-
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Bolívar-Anillo, H. J., et al.
tersticial entre el 5 y el 50 ‰. Sin embargo, algunas et al., 1998). Soto y Jiménez (1982) reportaron A.
especies son capaces de resistir salinidad intersticial germinans en suelos con salinidades intersticiales de
hasta los 90 ‰ por periodos de tiempo relativamente hasta 155 ‰, aunque con un promedio anual de
cortos (Ulloa-Delgado et al., 1998). 100,5 ‰. Por su parte, Sánchez et al. (2019), repor-
Así, tal como se ha observado anteriormente, las taron en el bosque de manglar de Puerto Colombia,
variaciones de salinidad condicionan las especies ob- salinidades intersticiales de 75,8 ‰ y la presencia ex-
servadas en un manglar y su zonación. En detalle, en clusiva de A. germinans.
el Caribe colombiano, R. mangle tiene un crecimien- Finalmente, Laguncularia racemosa y Conocarpus
to óptimo en condiciones de salinidad intersticial erectus toleran salinidades similares a aquellas obser-
cercana a aquella del agua de mar (35 ‰) mientras vadas por R. mangle (≈35 ‰) pero requieren un dosel
que, en otros lugares, e.g., en Malasia, Tailandia y más abierto, que permita una mayor disponibilidad
Australia (Ulloa-Delgado et al., 1998), se ha observa- de luz, así como un sustrato consolidado. En la gran
do que el desarrollo óptimo para R. mangle se da con mayoría de los casos están acompañadas por especies
valores de salinidad entre los 10 y 20 ‰, con la tasa típicas del bosque seco tropical y a menudo se obser-
de crecimiento más alta en lugares con salinidades van en zonas perturbadas por actuaciones antrópicas
más bajas. Aunque se haya reportado R. mangle en (Mira et al., 2019; Orjuela-Rojas et al., 2011).
sitios con salinidad intersticial entre el 17 y 72 ‰, Estudios llevados a cabo en el Caribe colombia-
e.g., en Puerto Rico, Culebra e Isla Mona, en esos no en la Ciénaga de Mallorquín sobre el aumento
casos el número de árboles muertos fue mayor que de la salinidad intersticial (hasta valores de 35 ‰) y
él de aquellos vivos cuando la salinidad excedió el procesos erosivos, evidencian una disminución de las
65 ‰ (Cintron et al., 1978; Clough, 1992). Por su especies R. mangle y A. germinans que posteriormen-
parte, Soto y Jiménez (1982) en un estudio realizado te fueron sustituidas por A. germinans de baja esta-
en Puerto Soley (Puerto Rico), reportaron R. mangle tura y algunos individuos de L. racemosa (Instituto
creciendo en suelos con salinidades intersticiales me- de investigaciones marinas y costeras (INVEMAR),
dias de 5,75 ‰ aunque, en algunas épocas del año, 2005). En el bosque de Manglar de Puerto Colombia
se alcanzaban valores de hasta el 78 ‰. Por su parte, (Sánchez et al., 2019) , en condiciones de suelos con
García-Hansen y Gaviria-Chiquazuque (2016) esta- valores de salinidad del 76 ‰, la especie A. germi-
blecieron que la especie R. mangle es la dominante nans se aventajó sobre R. mangle. Cierta mortalidad
en los bosques de manglar de la Isla de San Andrés de manglares a causa de la hipersalinidad se reportó
(Colombia) ya que la mayor parte de dichos bosques por Cardona y Botero (1998) en las últimas décadas
reciben aportes constantes de aguas dulces (desde en la Ciénaga Grande de Santa Marta, en la parte no-
drenajes o por acción de las lluvias), manteniéndolos reste de la desembocadura del río Magdalena, donde
así inundados de manera casi constante y, por ende, los sitios con vegetación muerta o enana tienen una
con salinidades cercanas a 0 ‰. salinidad promedio del suelo del 74 ‰, con valores
A. germinans puede tolerar salinidades intersticiales entre el 52 y 100 ‰. Tendencias parecidas, es de-
entre el 60 y 65 ‰ (Mira et al., 2019) aunque es ca- cir elevada mortalidad de R. mangle y considerable
paz de resistir salinidad intersticial hasta el 90 ‰ por reducción y el degrado vegetativo de A. germinans
periodos de tiempo relativamente cortos y, cuando en condiciones elevadas de salinidad (Francis et al.,
esos valores se superan, se dan bosques menos densos 2000), se han también observado en la costa pacífica
y con alta mortalidad de individuos (Ulloa-Delgado de Costa Rica (Soto et al., 1987) y en México, en la
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Península de Yucatán (Rico-Gray et al., 1996) y la Por otro lado, condiciones de salinidad elevadas
Laguna de la Mancha en Veracruz (Yáñez-Espinosa juegan un relevante papel ecológico en cuanto evi-
et al., 2009). Efectos de un aumento de la salinidad tan la invasión de plantas terrestres y así resguardan
con respecto a las condiciones ideales de zonación del el manglar de la acción de fitotoxinas y otras armas
manglar se presentan en la figura 3 a y b. químicas competidoras (von Prahl, 1990). Tal como
Figura 3. Características y distribución de las especies de manglar en condiciones ideales de salinidad (≈35 ‰) en América del Sur
(a); Manglar con salinidad cercana a 0 (b), se observa un bosque monoespecie de R. mangle; Manglar con salinidad igual a 0 (c), se
observa la invasión y crecimiento de plantas adaptadas a condiciones no salinas (e.g., Typha domingensis).
Figure 3. Characteristics and distribution of mangroves’ species under normal salinity conditions (≈35 ‰) in South America (a);
Mangrove forest with salinity values close to 0 (b), a monospecies of R. mangle forest is observed; Mangrove forest with salinity
values equal to 0 (c), invasion and growth of plants adapted to non-saline conditions (e.g. Typha domingensis) is observed.
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observado por Moor et al. (2002), en la Ciénaga del solo relictos de manglar en aquellas zonas donde aún
Totumo (Caribe colombiano) a partir del año 2000, existe una entrada de agua proveniente del mar Cari-
la pérdida del aporte de agua de mar debido al cierre be (Villate Daza et al., 2020). La presencia de plantas
en la bocana de las esclusas que conectan la ciénaga de agua dulce con una mayor tasa de crecimiento y
con el mar Caribe, transformó el ecosistema original dispersión que las especies de manglar termina, con
en uno dominado por plantas de agua dulce como el tiempo, desplazando y evitando la regeneración
Typha dominguensis y Eichhornia crassipes, quedando natural del manglar (figura 3 c).
3. Impactos antrópicos
Entre los principales impactos antrópicos que afec- afecta sobre todo árboles de Laguncularia racemosa
tan a los bosques de manglar destacan la deforesta- (figura 4 b) ya que, por presentar troncos rectos y de
ción, contaminación por vertidos de las camarone- poco grosor, son utilizados para la construcción de
ras y aguas servidas de las ciudades, las alteraciones cabañas para dar sombra a los turistas que visitan las
hidrológicas, el derrame de sustancias químicas y la playas locales (Villate Daza et al., 2020).
presencia de residuos sólidos (Barbier, 2016; Giri et En general, las grandes pérdidas de bosques de
al., 2011; Thomas et al., 2017). manglar por actuaciones antrópicas están relaciona-
La deforestación es debida tanto a la tala de árboles das principalmente con el cambio de uso del suelo
como al cambio de uso del suelo, es decir a una trans- debido a la expansión urbana y turística o la expan-
formación de las condiciones naturales originales sión de la frontera agropecuaria relacionada con
para llevar a cabo actividades acuícolas, agrícolas y/o acuicultura, agricultura y silvicultura (Richards et
ganaderas o la ocupación por usos urbanos/turísticos. al., 2016; Tovilla Hernández et al., 2004; Walters et
En cuanto a la tala de madera, los mangles cons- al., 2008). Los efectos de la deforestación sobre la
tituyen una rica fuente de productos madereros que estructura y composición de los bosque de manglar
generalmente son aprovechados por las poblaciones son variados ya que ésta no solamente conlleva a una
locales (Calderón et al., 2009) y esto es, sin duda, un disminución de la cobertura del manglar, sino que
factor que ocasiona la pérdida de manglar (Rome- produce alteraciones en la diversidad, estructura y
ro Salgado, 2014) (figura 4). La madera es utilizada productividad del bosque favoreciendo el desarrollo
esencialmente para la fabricación de muebles, como de árboles de baja altura y diámetro delgado (Blanco
combustible para cocinar y fuente de energía, ade- et al., 2012; Richards et al., 2016; Tovilla Hernández
más de la fabricación de diversos productos deriva- et al., 2004).
dos como aceite de cocina, edulcorantes, ceras, entre Los bosques de manglar de América del Sur presen-
otros. Sin embargo, la tala para estos fines es, en raras tan las tasas más bajas de deforestación comparadas
ocasiones, la principal causa de la pérdida total de es- con Asia, África, América del Norte y Central. Sin
tos ecosistemas (Calderón et al., 2009). La tala indis- embargo, existe una amplia variabilidad en América
criminada puede afectar todas las especies del man- del Sur, con una tasa anual de deforestación prome-
glar o ser selectiva cuando, por ejemplo, la madera se dio entre el 0,18 % y el 0,69 % (Blanco et al., 2012).
utilizará para algún uso específico. Por ejemplo, en la Por su parte, Colombia, con una tasa anual de defo-
parte norte del Caribe colombiano (figura 4 a), la tala restación entre 0,6 y 1,1 %, excede los valores me-
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Figura 4. Características y distribución de las especies de manglar en condiciones ideales en América del Sur (a);
Efectos de la tala ilegal de troncos de L. racemosa (b), son aquellos que mayoritariamente son usados por las comunidades
locales para la construcción de cabañas para los turistas en las playas locales.
Figure 4. Characteristics and distribution of mangroves’ species under normal conditions in South America (a);
Effects of the illegal logging of different species that make up the mangrove forest being usually L. racemosa the most affected
specie since its wood is used by local communities for the construction of cabins for tourists on local beaches.
dios reportados para América del Sur, (Valero et al., parte INCODER (2011), atribuyó los procesos de
2011). Según el INCODER (Instituto colombiano deforestación observados en la ciénaga del Totumo
de desarrollo rural, 2011) dichos datos de deforesta- principalmente a la expansión de la frontera agrícola
ción están asociados principalmente a la implemen- (3.049,85 ha), la actividad ganadera (5.209,43 ha) y
tación de estanques para acuicultura y a la expansión la acuicultura (155,82 ha). En el caso de la ciénaga de
urbana en áreas turísticas. La Virgen se perdieron aproximadamente 30 ha en
En cuanto a los procesos de deforestación registra- el periodo 2013-2018, debido a la expansión urbana
dos en los bosques de la parte norte del litoral del derivada de la demanda de suelo por el desarrollo de
Caribe colombiano, Villate et al. (2020), observa- la actividad turística, la construcción de vías, la im-
ron como la deforestación registrada entre 2013 plantación de la acuicultura, y el uso de madera para
y 2018 en la parte sur de la ciénaga de Mallorquín la construcción de ranchos por las comunidades que
fue debida a la progresiva expansión urbana. Por su habitan alrededor de la ciénaga que en su mayoría
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son desplazados por la violencia (Villate Daza et al., al bosque de manglar (Pernía et al., 2019). En Perú,
2020). la principal causa de pérdida de manglar es la defo-
En otros países de América del Sur, como en Brasil, restación para la construcción de pozas para el cultivo
en la parte noreste de su territorio, principalmente en de langostinos (camarones), como fue observado en
los estados de Rio Grande do Norte y Ceará, la cría Tumbes donde hubo una reducción del 22 % del área
de camarón (Litopenaeus vannamei) conllevó a una de manglar entre 1982 y 1992 (pasando de 5.964 a
pérdida de bosques de manglar ya que al menos el 4.541 ha) hasta que en 1993 fue declarada Santuario
15 % de los estanques se construyeran sobre bosques Nacional Los Manglares de Tumbes (Luna, 2016).
de manglar, además de presentarse posteriores pér- Por su parte Latchinian et al. (2017), establecieron
didas de superficie de manglar debido a la apertura que la principal causa de pérdida de manglar en el
de canales, cambios en la dinámica hidrológica y la Parque Nacional Morrocoy (Venezuela) está relacio-
alteración de los procesos de sedimentación/erosión nada con la expansión urbana y la mala disposición
(Ferreira et al., 2016). Por otro lado, en el sudeste de de aguas residuales y desechos sólidos.
Brasil, la pérdida de manglar fue debida al desarrollo En países de otros continentes, e.g., China, la defo-
costero, la urbanización y la contaminación, estando restación del manglar fue debida a su conversión en
ésta última relacionada principalmente con la inade- uso agrícola, específicamente al cultivo del arroz. Di-
cuada eliminación de los desechos sólidos y los derra- cho proceso se observó sobretodo en la década de los
mes de petróleo (Ferreira et al., 2016). Por su parte, ‘70 cuando se registró un aumento exponencial de la
en 1969, Ecuador contaba con aproximadamente población: en la provincia de Hainan se deforestaron
206.009 ha de manglar y, en 2015, dicha cobertu- más de 4000 ha de manglar, mientras que la provincia
ra se estimó en 161.820 ha, estando la pérdida de de Guangxi pasó de tener 10.000 ha de manglar en la
manglar esencialmente relacionada con la construc- década de los ‘50 a solo 4.667 ha a principio de 1980
ción de piscinas camaroneras (Montalván, 2019). Las (Jia et al., 2014). En 1980, en Indonesia, los mangla-
camaroneras, además de haber determinado la tala res ocupaban una superficie total de 4.133.000 ha,
del manglar, dan lugar a procesos de contaminación pasando a tener 3.220.000 ha en 2012, es decir que
debido a las descargas de los efluentes que presentan registraron una pérdida del 22 %. La construcción de
alto contenido de nutrientes, detritos, microorganis- estanques para acuicultura, esencialmente para la cría
mos patógenos, sustancias químicas y antibióticos de camarón, resultó ser la actividad más extendida y
que afectan tanto de manera directa como indirecta perjudicial para los manglares (Ilman et al., 2016).
4. Consideraciones finales
Los manglares son considerados como uno los eco- tigar los impactos de dichos eventos sobre el litoral
sistemas estratégicos para la adaptación al cambio o y, por ende, sobre las poblaciones costeras, convier-
variabilidad climática ya que constituyen verdaderas te su conservación en una prioridad fundamental a
barreras naturales frente a fenómenos atmosféricos tener en cuenta en los programas de gestión costera
y marinos tales como tormentas tropicales, huraca- en América del Sur. Estos programas deben prever
nes, marejadas ciclónicas y mar de leva, entre otros. la protección del litoral mediante soluciones de in-
Así, la capacidad de los bosques de manglar de mi- geniería verde (o blanda) basadas en la naturaleza.
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Según esta filosofía, el bosque de manglar, junto con otros ecosistemas tales como los arrecifes de coral, los
pastos marinos y las dunas costeras, juega un papel fundamental en la protección de la zona costera, cada vez
más compleja de llevar a cabo debido al aumento de educación entre los habitantes aledaños a los bosques
fenómenos extremos y a la subida del nivel del mar de manglar para que éstos cambien su percepción so-
relacionada con el cambio o variabilidad climática. bre dicho ecosistema y lo vean como un aliado a la
Sin embargo, actualmente, los ecosistemas de man- hora de hacer frente a los desafíos a los que se tendrán
glar de América del Sur y, en especial de Colombia, que enfrentar en los años venideros.
registran grandes pérdidas de su cobertura debido a Finalmente cabe destacar que el presente estudio
una fuerte presión antrópica asociada principalmente aporta informaciones básicas útiles para la correcta
al desarrollo urbano y al vertido de sustancias conta- gestión de los bosques de manglar de América del Sur
minantes. Si el ritmo actual de pérdida de manglar no en cuanto recopila los principales impactos naturales
disminuye, se estima que estos ecosistemas perderán y antrópicos que dichos ecosistemas pueden sufrir,
su funcionalidad y, con ello, sus servicios ecosistémi- proporcionando además informaciones detalladas
cos asociados, en menos de 100 años, generando un sobre cómo específicos procesos naturales o actuacio-
gran impacto ambiental, social y económico en las nes antrópicas afectan una especie u otra y, por ende,
comunidades costeras. Por tanto es necesario que las poder establecer prioridades y acertadas modalidades
autoridades ambientales de los países costeros adop- de intervención para asegurar la conservación del
ten adecuadas medidas de protección de este ecosiste- ecosistema.
ma tan valioso, contemplando además campañas de
5. Agradecimientos
Los autores agradecen a la Universidad Simón Bolí- España), la RED PROPLAYAS y el Centro de Inves-
var (Barranquilla, Colombia) y a la Dirección Gene- tigación e Innovación en Ciencias Marinas y Lim-
ral Marítima. Este trabajo constituye una contribu- nológicas del Caribe colombiano (Barranquilla, Co-
ción al Grupo PAI RNM-328 (Junta de Andalucía, lombia).
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Bolívar-Anillo, H. J., et al.
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